El rubio sentía unos cálidos brazos rodarlo en un abrazo que el sabia a gloria, el correspondía el abrazo mientras dejaba descansar su mentón en el hombro de la otra persona, podía sentir el cálido respirar de aquel chico sobre su cuello, lo cual le obligó a soltar un pequeño gemido.
Después de prolongar el abrazo, el rubio se retiró mirando directamente a los ojos a su acompañante, sin des hacer el abrazo, pudo mirar claramente lo que para él era el rostro más hermoso, el sonrojo del rubio estaba más que visible, lo que el castaño pudo percibir.
-Si tan solo pudieras mirar lo hermoso y tierno que te miras Naruto, comprenderías porque te amo tanto- El chico castaño sonrió.
-Kiba, yo, también te amo, siempre lo he hecho, desde el primer día que te conocí – El rubio se ruborizo.
El chico castaño mostro sus largos colmillos, se acercó al rubio en lo que se perfilaba como el inicio de un beso, llevo sus labios peligrosamente cercas de los labios del rubio, aquello era el cielo, Naruto podía oler la esencia de Kiba, podría sentir la respiración cálida del castaño tan cercas de él, lo cual lo excitaba al punto de que las piernas le temblaban, por fin sus labios se unirían el beso estaba a punto de concretarse como testimonio del amor de aquellos dos chicos.
La alarma sonó, despertando y así sacando a Naruto de aquel sueño y regresándolo a la realidad, Naruto abrió sus ojos, lo primero en venir a su mente fue aquel sueño, se incorporó en la cama y puedo notar que estaba bañado en sudor, su corazón latía a gran velocidad y lo más preocupante su amigo estaba allá abajo editado por el resiente sueño.
Naruto tomo su mano y la dirigió hacia su miembro, se dejó caer nuevamente sobre la cama he inicio la tarea de complacer a su amigo, una vez terminado el trabajo, limpio el resto de su miembro y lo primero que se le vino a la mente fue Kiba.
-Mira lo que provocaste Kiba- Se dijo así mismo mientras un sentimiento de vergüenza le invadía.
Decidió saltarse las primeras clases, antes de salir de su casa, ingreso al perfil de Kiba y guardo su foto de perfil, la puso como fondo de pantalla de su celular, y tomo camino hacia un parque cercano.
Sentado en aquel parque frente a un pequeño lago artificial Naruto miraba la imagen de Kiba en su celular, la examinaba con tano detalle que parecía hipnotizado por ella, su corazón latía a gran velocidad y el rubio se preguntaba.
-¿Sera verdad, en verdad esto enamorado de Kiba?- Dijo para sí mismo en voz baja.
Continuo meditando un rato más finalmente llego a la conclusión final, pese a que se había tratado de convencer que aquellos extraños sentimientos hacia Kiba eran simplemente los de un amigo nuevo, no podía seguirse metiéndose a sí mismo, debía admitir que estaba enamorado de kiba.
-Estoy enamorado de Kiba- Dijo con su mirada perdida hacia la nada.
Estaba totalmente desorientado, ya no puedo, ya no fue capaz de regresar a la universidad, considero que no tendría caso ir, así que decidió ir a su cafetería favorita, para tomar un té.
Ya en su casa por la tarde, recostado en su cama, recién despertaba. Pudo notar que su celular tenía varias notificaciones, tomo su celular, y miro en la pantalla los mensajes sin leer que tenía acumulados, abrió el chat y el encabezado del mismo decía Kiba él era el remitente, apresurado leyó los mensajes.
-Naruto no te mire en clases.
¿Todo está en orden?
¿Estas enfermo?
El salón no es lo mismo sin ti JAJAJAJA-
Termino de leer los mensajes, un sentimiento de felicidad lo abordo instantáneamente, no lo podría creer, por sencillo que parecieran esos mensajes, para él eran el origen de esa felicidad que estaba sintiendo.
-Kiba noto mi ausencia, Kiba me echo de menos, él se preocupó por mí-
Simplemente ya no puedo más antes de siquiera contestar, comenzó a saltar sobre la cama y a gritar, mientras hacia el típico baile de éxito y felicidad, era tanto su euforia que no noto donde callo su celular.
Despertó al día siguiente en la mañana con una gran sonrisa y de muy buen humor, se acercó a su closet y selecciono su ropa, se puso un pantalón de mezclilla, con una playera blanca, chaqueta de mezclilla, un reloj blanco y unos converses blancos.
Ingreso a su salón, fue recibido por sus dos amigos. Quienes lo sonrieron.
-Mira Sai, es el chico perdido- Shikamaru se burló.
-Solo me ausente un día-
-Déjalo Shikamaru- Sai se acercó a darle su típico abrazo de saludo a Naruto.
Naruto busco por todo el salón con su vista a cierto chico en especial, cuando por fin lo localizo, al otro lado del salón con sus amigos, El rubio esbozo una enrome sonrisa al mirar a Kiba.