Era un día horrorosamente soleado, de esos en que te da la impresión de que todo a tu alrededor es un espejismo. Debido a ello un joven de cabello azabache camina fastidiado a la biblioteca que esta cerca de su hogar. Tuvo la magnífica idea de ponerse insolente con su profesor y se puso a decirle de groserias, pero ese hombre no es más que un terco tarado ¿y se jacta de llevar a la juventud a un mejor futuro? Si como no, que se meta el futuro por el trasero. Aún así entiende que discutir con la autoridad escolar no fue de sus ideas más brillantes. Y ahí están las consecuencias. Le ha dejado un ensayo de diez mil palabras...para mañana, al menos el desgraciado le dio a elegir el tema, pero luego de una semana de exámenes, su mente está tan seca como el tronco con el que casi acaba de tropezar. ¿Es ilegal si le pasa por encima con la moto a su profesor? ¿Lo es verdad? Ni modo, tendrá que hacer el jodido ensayo si no quiere que citen a su madre, antes muerto que causar problemas a su progenitora.
Entra al sitio, lo primero que siente total y absoluto aburrimiento, el ver que todo está perfectamente acomodado provoca en él un arranque de querer destruirlo todo, algunas veces le ocurre pero logra tranquilizarse, tampoco es que sea un maniático.
Ha ido varias veces, se sabe el protocolo de memoria, siempre le atiende un hombre de cabello celeste con lentes, tiene cara de menso y responde al nombre de Ugo o algo por el estilo, la verdad no le ha puesto mucha atención. Va a la recepción notando rápidamente que no hay nadie.
Se pasa de largo y comienza a buscar, pero todo lo mira sin interés, la inspiración se niega a llegar a él. Condenada musa voluble. Camina y camina, pensándolo bien es un lugar realmente amplio, como siempre va directo al grano jamás lo había notado, quizá preguntar al bibliotecario por algún libro interesante ayude en su labor. Mira en todas direcciones sin encontrar señal de vida del cuatro ojos. Quizá tiene diarrea y está en el baño. Ahora que se da cuenta no hay mucha gente en el sitio, seguro porque hay una kermes, y el ahí obligado a realizar un trabajo por no saber cerrar su bocota como siempre, si tuviera la oportunidad de regresar en el tiempo...
¡LO VUELVE A HACER Y HASTA UNA PATADA SE LLEVA EL VIEJO!!!
Está a centímetros de agarrar a un pobre librero a golpes, pero una larga trenza le distrae, es un joven más o menos de su edad, o al menos eso piensa, su ropa es completamente blanca aunque tiene algunos detalles en rojo, algo en ese hombre llamó su atención, como si fuera dueño de un aura misteriosa, como si fuera peligroso, y a él le atraen las emociones fuertes.
-¡Ey!
Llamó la atención del peli azul que se giró con un delicado movimiento que resultó demasiado sensual provocando que el joven se limitará a verle.
-¿Qué se te ofrece?-dijo el mayor.
¡Por dios hasta su voz es sensual!!! Genial no podía hablar y seguro que se ve idiota, más aún cuando el otro le muestra una estúpida sonrisa ¿Acaso está buscando problemas? Porque si lo que quiere es agarrarse a trancazos con gusto le complace.
-¿Necesitas ayuda?-habló con amabilidad.
Solo eso hizo falta y le tranquilizó con una sencillez que no creyó posible. Solo sus padres habían logrado algo así con el. ¿Quién es ese misterioso hombre?
-Estoy buscado un libro interesante, tengo que hacer un ensayo y estoy aburrido-dijo cortante.
-¿De cualquier tema?
-Si.
-¿Qué te parece este?-le extendió el que traía en sus manos-es mi favorito.
-Alma Toran...¿de qué trata?
-¿Por qué no lees la contraportada?
-Hijo de...
El oji azul sonrió.
-Deberías darle una oportunidad, no te arrepentiras, puedes golpearme si no te parece.
Se dio la media vuelta y continuó con su camino. El oji escarlata solo se quedó confundido y un poco impresionado por ese hombre, pero no lo iba a admitir.
Tomo asiento y se dispuso a leer, no tenía grandes expectativas, pero confiaba en que si no era de su agrado siempre podía ir a golpear al sujeto ese. Después de dos horas cerró el libro y sonrió de lado..
-Maldito afortunado.
Como si la inspiración hubiera llegado de pronto, saco su portátil de la mochila y se puso e escribir como loco sin tomar en cuenta la hora.
-Ya voy a cerrar-le habló alguien.
-Me da igual ya termine.-protestó.
-Es bueno saberlo, ¿aunque no te parece que es algo tarde?
-¿Eh?
El azabache volteó desconcertado en todas direcciones, por las ventanas no entraba ni un poco de luz solar, nervioso miró su móvil.
-Las diez de la noche...
-La biblioteca se cierra a las ocho, pero por más que te llame no me hacías caso, bueno tampoco lo intenté mucho, me puse a leer y también me distraje ja ja ja.
-¡No te rías pareces tarado!!!!
-Considerando lo que pasó, pienso que llenas mejor el papel.
-¡Eres un maldito patán!!
-Pues muy educado no eres, estamos a mano, y cambiando de tema ¿tienes como volver a casa? A esta hora no pasan muchos autobuses o taxis.
-Tengo una moto...pero no la traje, no esperaba volver tan tarde.
-Si quieres puedo llevarte.
-¿Y luego qué? ¿Me vas a violar en el camino?
-No tienes tanta suerte y solo eres un niño.
-Pues para que te lo sepas estoy muy bien.
-Eso no importa, yo tampoco estoy tan mal.
El menor suspiró, estaba claro que con ese hombre no podría ganar una discusión, jamás le había pasado algo similar.
-Ya pues, haz lo que quieras.
El peli azul cerró la biblioteca y le dirigió a su vehículo, el azabache quedó impactado al notar un deportivo color azul.
-¿Tanto ganas aquí?
-Oh si, no tienes ni idea de lo redituable que es.
-¿Enserio?
-Ja ja ja no sé, solo cubro a un amigo que tuvo que salir de viaje.
-¿El viejo de los lentes?
-Oh, veo que conoces a Ugo ¿será que estas molesto porque no pudiste verlo? A lo mejor te gusta.
-¡Que asco! ¡No estoy ciego!!
-También tiene lo suyo.
-Eso me da igual, pero si no trabajas en este sitio seguro tienes negocios sucios.
-Oh si, convenzo a jóvenes ingenuos para cosas que ni te imaginas-rozó con la punta de sus dedos la piel del cuello del joven que ante el contacto no pudo contener un gemido, cerró los ojos y se puso rojo. Los abrió después de un rato solo para darse cuenta de que el mayor también se había sonrojado, y le miraba con los ojos bien abiertos, por primera vez en la vida le salió mal una broma. Sin cruzar palabra se subieron al vehículo. Tenía años que Solomon no se sentía tan nervioso y no entendía muy bien la razón, probablemente ese joven le ponía así. Llegaron al sitio y el menor se quitó el cinturón de seguridad, cuando abrió la puerta y se disponía a salir el mayor le jaló del brazo sorprendiendolo.
-Tienes razón, soy un hombre malo, este es un secuestro.
El azabache se puso pálido ¿así serían las cosas? ¿le iban a secuestrar justo enfrente de su casa? ¿No volvería a ver a su familia?
-Era una broma-sonrió el peli azul..
-¡Imbécil me asusté!!!
El oji rubí se soltó, cerró la puerta y le dio un patadon que la terminó abollando, sin más entró a su hogar.
El mayor se quedó contemplando la puerta con una sonrisa, es evidente que la reparación será costosa considerando que es un auto del año pero la broma iba muy enserio, por algunos segundos considero seriamente el secuestrar al joven y no dejarle ir ¿por qué? Condujo de regreso a su propio hogar con el corazón un poco agitado y un ligero sonrojo en el rostro que no pudo notar.
.................
Por fortuna los padres de Judal no estaban en casa, no podría explicar primero por qué llegó tan tarde, luego por qué le trajo un desconocido en un auto de lujo, y después por qué estaba tan alterado a causa de dicho hombre.
Subió sin más a su habitación y una vez cerrada la puerta se dejó caer deslizándose sobre esta, se sentía un poco desilusionado, por un segundo el también deseo que el peli azul le llevara consigo, aún si resultaba ser un hombre peligroso no le importaba. ¿quería tentar su suerte o era algo más?
......................
Por la mañana llegó al colegio, entregó el ensayo, el profesor le felicitó, y una vez más se puso de insolente, debía admitir que esta vez la culpa es suya, pues el pobre hombre que ha quedado traumado por escuchar groserias que ni sabía que existían ni le había dicho nada. Como es de suponer le fue encomendado otro ensayo de igual longitud pero no estaba molesto, todo lo contrario incluso se sentía capaz de lanzarse a los brazos del viejo y besarle, pero entonces si podrían expulsarlo.
Salió del colegio casi volando, fue a la biblioteca con el corazón ansioso, pero al llegar se llevó una desagradable sorpresa.
-Ugo-dijo con tono hostil.
-Volví de mis vacaciones-anunció el otro con una sonrisa, sin notar que no era bienvenido.
El azabache respiró profundo, cerró los ojos en un intento de entrar en razón, ese hombre es el encargado, es normal que haya vuelto, no es intención suya que...abrió los ojos.
-¡Maldita sea!!! ¡¿Por qué no te ahogaste en la playa?!!!! ¡Por tu culpa no podré verlo nuevamente!!!!
-¿A quién quieres ver?
Preguntó alguien a su espalda, se giró violentamente.
-¡¿A ti que carajo te...?!
El peli azul le miraba con una sonrisa, pero al notar que el joven nada decía pasó a saludar a su amigo.
-Espero que te hayas divertido en Egipto-volteó a mirar al azabache-es bueno saber que no te ahogaste con la arena.
-¡¿Estas buscando pelea?!
-No.
-Porque bien que lo parece.
-Será tu imaginación.
-¡Óyeme que no estoy loco!!
-Ja ja ja te alteras con mucha facilidad.
-Si ¿y qué?
-Es muy divertido.
-¡No soy tu juguete!
El muchacho intentó darle un puñetazo en pleno rostro, oh si tenía que dejar su marca visible. Pero fue enorme su sorpresa cuando el mayor detuvo el impacto, le tomo por la cadera y ¡le dio un beso!!!!! Eso provocó que se sonrojara y luego le mirará raro.
-¡¿Qué coño te pasa?!!!
-Pues toda la noche estuve pensando en ti, no dejaba de recordar tus ojos, tu cabello, tus labios, y pues quería saber que se sentía besarte.
-¿E-es por qué te gusto?-preguntó algo consternado.
-Ni idea, pero no perdía nada con intentarlo.
-¡Maldito viejo negligente!!!
-Tampoco creo que sea para tanto, ni que hubiera sido tu primer beso.
El menor le miraba con rabia, sus mejillas de un intenso color carmín, y si bien estaba que le llevaba la fregada daba la impresión de que iba a llorar en cualquier momento.
-No me digas que de verdad era...
-Nunca puedes contener tu curiosidad-le dijo Ugo.
-¡Suplica por mi perdón!!-interrumpió el joven.
-Ja ja ja creo que tengo una idea mejor.
Tomo del brazo al chico y le arrastró a quien sabe donde sin que pudiera resistirse en lo más mínimo. Cuando se dio cuenta estaba en la kermes de la ciudad que había decido quedarse un poco más.
-¿Qué rayos intentas hacer?-cuestiono molesto.
-Vamos a tener nuestra primera cita.
-¿Por qué querría hacerlo?
-Porque me haré responsable, desde ahora eres mi novio.
-¡Si no me lo pediste!! ¡Ni siquiera se como te llamas!!!!
-Cierto, mucho gusto soy Solomon ¡Ahora vamos!
-¡ESPERA CON UN DEMONIO!!!!!!!!!
Pero sus quejas fueron ignoradas magistralmente, conducido en contra de su voluntad a donde no quería y emparejado a la fuerza con un completo desconocido.
Después de tan extraño día estaba recostado en su cama completamente agotado, aunque estaba más feliz que nunca, ese hombre era todo un misterio, por momentos muy serio y en otros casi parecía niño. Sin duda interesante ¡pero vaya la energía que tiene el condenado viejo! Le dejó exhausto, no tiene ni fuerza para hacer el reporte. Nah por ahí tiene algunos que robo de casa de su mejor amigo Hakuryuu, estos pertenecían al primo del oji celeste Kouen. Había escuchado que ese hombre solía hacer anotaciones de cosas que llamaban su atención, los leyó y le pareció que eran realmente buenos, se los llevó por si un día los llegaba a necesitar. Sonrió, es bueno ser previsor.
......................
Llevaba un mes en su relación no relación con Solomon, pues mientras el mayor insistía en que eran novios, el se la pasaba negando dicho vinculo, pero aún así asistía a cada paseo al que era invitado. Y es que poco a poco su novio se había sabido meter en su corazón, pero le era difícil admitirlo porque no sabía que sentía el otro con respecto a él. Es verdad que lo beso, también es cierto que formalizó su relación, pero luego de ese primer contacto no intento algo más, no le ha dicho que lo ama.
.....................
Llegados a los seis meses de relación el azabache está más que desesperado. ¿Qué tan lento tiene que ser Solomon para no notar que esta locamente enamorado de él? Esta esperando que le diga cuanto lo ama, porque si, no será el quien doblegue su orgullo admitiendolo primero. ¿Y si solo le golpea para sacarle la confesión? Mejor no, ese desgraciado es fuerte.
-Judal...Judal.
-¿Eh?
-Te decía que si quieres ir a mi casa, hay alguien a quien quiero presentarte.
-Oh si, no hay problema.
-Bueno, te doy la dirección y te espero a las cuatro, necesito arreglar unas cuantas cosas, toma-le extiende las llaves de su hogar.
-¿Estas seguro?
-Son solo llaves.
-Podría robarme tus cosas.
-Ya sabía que solo me veías por mi dinero.
-¡Tarado!!!
-Entonces nos vemos.
El peli azul se retiro y el se quedó analizando la situación. Quizá ir a la casa de Solomon era una buena oportunidad. Llegados a este punto no le importa mucho quebrantar su orgullo, la angustia de saber si su novio siente lo mismo por el esta matandolo lentamente, hoy mismo se quita la duda.
Llegó al sitio unos quince minutos antes de la hora acordada, pues estaba que se lo comían las ansias, entró como Pedro por su casa con ayuda de las llaves, camino lentamente y le vio en la cocina, estaba de espaldas arreglando la mesa. Le miró un momento, al parecer no se había dado cuenta de su presencia. Su corazón latía a un ritmo vertiginoso, no estaba muy seguro de haber planeado detenidamente las cosas, sonrió de lado, no es momento de ser un cobarde.
Tomo al peli azul de la muñeca y le giró hacia si, este le miraba con sorpresa pero no le dejó decir nada, le beso apasionadamente al tiempo que le aprisionaba contra la mesa, metiendo la mano libre entre la ropa ajena, tuvo la impresión de que Solomon se resistia, pero no le dejaría ir, no hasta que le quedara bien claro lo que sentía por él.
-¿Qué haces Judal?
Se tenso al escuchar la voz que claramente no venía del peli azul pues el continuaba besandolo, volteó en dirección al sonido y quedó impresionado, era como si estuviera viendo doble.
-¿Solomon?
Volvió a mirar al chico debajo suyo, estaba rojo y claramente agitado luego del ataque.
-¿Y quién carajo eres tú?
-Es mi hijo Aladdin.
-¿Tu hijo? ¡Por dios pero si son iguales! ¡No me dijiste que tenías uno!!!
Después del reproche tuvo miedo, no quería que su novio le odiara por lo que acaba de hacer, no era su intención el haberlo confundido, más aún el mayor le miraba serio.
-Estaba un poco preocupado porque conocieras a mi hijo.
-Ah yo no...
-¡Me alegra ver que se llevan de maravilla!!!
-¡Imbécil!!!!!! ¡Me asusté!!!!!
-¿Por qué?
-¡Pensé que me odiarías por lo que hice!!
Las lágrimas salieron de sus orbes rojizos, se tiro al suelo desconsolado, su amado le tomo entre sus brazos y limpio las lágrimas dándole un tierno beso en los labios.
-Jamás te odiaría, te amo Judal.
-Te tardaste idiota.
-Lo siento.
-Yo también te amo.
Y volvieron a unir sus labios en un delicioso contacto.
-Además no seria la primera vez que alguien nos confundiera, al novio de mi hijo también le pasó, solo que el si intento violarme ja ja ja.
-Eso no fue gracioso papá, dejaste a Kouha-kun inconsciente.
Los dos continuaron con tan bizarra conversación, mientras el azabache pensaba que tenía que ser muy cuidadoso con sus "pertenencias".
-Bueno, pues vamos a comer-dijo el mayor.
Antes de responder el oji rubí fue abrazado efusivamente por el hijo de este.
-¿Y a ti que rayos te pasa?
-Estoy emocionado porque mi mamá es muy bonita.
-¡¿A quién carajo le dices mamá enano de mierda?!!!
-Aunque no habla bonito.
-Tenle paciencia a tu madre Aladdin, es algo difícil.
-¿Cuándo me darán un hermanito?
-Yo pienso que pronto-dijo Solomon.
-¡No puedo tener hijos par de tarados!!!!
Su novio le tomo por la cintura y le beso para posteriormente sonreír.
-Pero por intentos no pararemos ¿cierto?
-¿Qué se supone que quieres decir con eso?
El peli azul se acercó a su oído para susurrar la obvia respuesta, provocando el rubor del chico.
-¡Eres un puerco!!!
-Ja ja ja ja ja.
Se reían padre e hijo, Judal pensaba que sería mejor saltar por la ventana y olvidarse de todo, pero algo le detenía, sin querer se había hecho de una familia, y si bien eran bastante excéntricos no los cambiaría por nada, él les daría su amor, y ellos el suyo, así tuviera que obligarlos, porque ya no se imagina su vida lejos de Solomon.