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Mi Sirviente Personal por Escritora-Kun

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Notas del fanfic:

Holo~ Tiernos seres~ ¿Cómo están? Espero y estén excelentemente bien <3

Ah~ ¿Qué puedo decir?

Perdón, se que no he estado tan activa como a mi me gustaría pero... De nuevo solo me llegan ideas para nuevos Fics </3 Lo siento, espero pronto ponerme al corriente con mis demás historias. 

En fin, este es un nuevo Fic, que al principio iba a ser únicamente un One-Shot pero que al final quizá y sea un Three-Shot o un Two-Shot, neh~ Lo que me salgra primero.

Espero y les parezca interesante <3

 

 

 

 

P.D: Y perdón, de nuevo no supe que poner en géneros </3

-Vivir a tu sombra no suena tan mal, ¿Sabes?-

Los pasos de sus pisadas retumbaban por todo el lugar, creando un eco extraño que taladraba sus oidos, y quiza solo los de el, pues al parecer quien caminaba en frente suyo parecia no inmutarse por dichos sonidos, ¿Los ignoraba? O ¿No le molestaban? Quiza ni siquiera los escuchaba. Un largo y muy cansado suspiro salio de su boca, "Otra platica mental, en donde solo discuto conmig mismo" Penso con una sonrisa carente de gracia alguna, mientras se entretenia mirando la espalda de su guardia y sirviente personal, le parecia perfecta, aunque esa estorbosa armadura era algo que molestaba de sobre manera su exigente mirada. Trato de no pensar en eso, y solamente se concentro en ver sus alocados cabellos que parecian mecerse con delicadeza, aun con la ausencia del viento.

-Ya se lo he dicho muchas veces, mi principe, yo soy quien debe vivir a su sombra-Su monotono tono de voz, siempre presente en cada nota de cada palabra que salia de sus labios, era algo que tambien le molestaba como no tenia una idea, y las ganas de cerrarle la boca con un golpe siempre se reflejaban a la perfeccion en sus facciones llenas de algo llamado enojo. -Y, tambien, no estoy cuestionando sus metodos de proteccion, sin embargo, es una grave falta de respeto el que yo camine en frente suyo-Sus pies, se detuvieron en seco, deteniendo a su principe a mitad del pasillo. El, desde su lugar, lo miro, con curiosidad y con los brazos cruzados sobre su pecho, una pose que ya era comun ver en el. Su rostro permanecio sereno y serio, con su ceño fruncido ligeramente y con una mueca recta en sus labios, aunque el leve sonrojo que llego a pintar sus blancas mejillas delataba su nerviosismo y lo acelerado que palpitaba su corazon. Desde su posicion, pudo apreciar como su sirviente personal se daba la vuelta, dejando ver ese rostro que parecia tallado con delicadeza, con unos ojos tan finos que dejaban ver un brillo especial, uno inocente, pero que aun asi se mantenia firme y que en ellos se podia ver la advertencia de: "No te acerques a mi principe". Sus ojos, innevitablemente, se dirigieron a sus labios, una fina linea cubierta por un suave color rosa que lo invitaba a provarlos, creando en el una insaciable sed que solo podia ser saciada por esos exquisitos labios. -Si me permite recordarle, mi principe, solo se me tiene permitido caminar detras suyo, o a lo mucho a su lado, pero nunca debo sobre pasar ese limite-Ah, su voz ronca y varonil lo hacian temblar como gelatina, debilitando sus piernas hasta el punto de casi terminar en el suelo. Pero, su orgullo era grande, asi que se mantuvo al margen, con una mirada desinteresada y aun manteniendo sus brazos cruzados.

-Sabes que esas estupidas reglas me vienen importando muy poco-Su manera de hablar habia salido mucho mas irritada de lo que el hubiera querido, pero igual lo agradecio, asi dejaria en claro su enojo hacia todas esas limitaciones y reglas que debian de seguir, "Soy el principe, si rompo unas cuantas reglas no podran hacerme nada". ¿Verguenza? Claro que no la sentia, despues de todo el era una figura de autoridad, una de temer claro esta. Si el decia algo, nadie tenia derecho alguno a cuestionarlo, ni a juzgarlo, ni mucho menos a criticarlo, sino el destino de quien se atreviera a abrir la boca sera terminar siendo nada mas que cenizas que se llevaria el viento. Con un bufido molesto, comenzo a caminar, dando unos pasos firmes que, de nuevo, hacian ese sonido que otra vez comenzaba a llenar el espacio del pasillo, pero se detuvo a unos cuantos pasos lejos de su guardaespalda real al no escuchar sus pasos detras de el. Sin siquiera voltear, comenzo a hablar, en un tono elevado para que fuese escuchado. -Oye, no olvides para quien sirves. Tu eres mi protector personal, y yo soy tu principe, por lo que esas reglas inservibles puedes romperlas siempre y cuando sea yo quien te ordene violar alguna de ellas-Miro por sobre su hombro al hombre de la armadura de goma, dirigiendole una mirada mas alla de superioridad a una llena de un brillo extraño. -Ahora, como tu principe ter ordeno que camines en frente mio-Espero en su lugar a que su orden fuera acatada, mientras mostraba una mirada impaciente. El sonido de las botas blancas de su sirviente personal no se hicieron esperar, avanzando hasta quedar a unos pocos pasos en frente suyo, una ligera sonirsa satisfecha se instalo en sus labios solo por unos insignificantes segundos. -Y ya te lo he dicho miles de veces, Kakarotto, odio que me llames "Principe" y me hables de manera asi de formal. Vegeta, solo Vegeta, ¿Entendiste?-

El hombre de mayor estatura suspiro, un suspiro corto pero que dejaba en claro lo cansado que se encontraba. Derrotado y sin poder decir ninguna palabra al respecto, comenzo a caminar. -Como ordenes, Vegeta-

...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~

-Y despues de su entrenamiento de la mañana el Rey Vegeta me informa que lo necesita en su habitacion para hablar de asuntos de vital importancia-

Ah~ De vuelta ese tono aburrido y bien organizado que tanto le encantaba. Si hubiera estado solo habria dado un largo suspiro, pero solo se limito a mirar a su sirviente personal con una mirada repleta de aburrimiento, mientras se levantaba de su cama para mirar la enorme ventana. La vista era hermosa, se podia ver el espacio lleno de estrellas, aunque poco le importaba la vista. Sin despegar sus ojos de la ventana comenzo a hablar. -¿Sabes? Tu nombre es muy largo, no me gusta-Sus brazos se cruzaron sobre su pecho al mismo tiempo que se daba la vuelta, quedando frente a frente con su sirviente, quien solo lo miraba en silencio, esperando su permiso para poder hablar. -¿No te aburres de que todo el tiempo te llame "Kakarotto"?-Camino hasta quedar mas cerca suyo, para despues comenzar a caminar a su alrededor. -¿No te gustaria que te pusiera otro nombre? Al menos con el cual yo pueda llamarte, claro esta-Se detuvo en frente suyo, mirandolo serio y recibiendo una mirada tranquila que, en contadas veces, lo habia sacado de quicio.

-Si a usted le disgusta mi nombre, puede cambiarlo cuando quiera-Hablo, casi de manera mecanica, mientras que su mirada se mantenia fija al frente. Su ceño se fruncio levemente al ver con cuanta facilidad habia aceptado el que le cambiara el nombre, "Eres como un perro Kakarotto" Penso con una mueca parecida al enojo, a la vez que se recargaba en la ancha espalda de su adorado sirviente. Permanecio asi durante un rato, recargado casi por completo en la espalda de Kakarotto, dio un corto suspiro mientras dejaba que su cerebro comenzara a divagar trayendole algunas palabras con las cuales formar un buen nombre para Kakarotto, "Algo menos estupido que eso" Cerro un momento sus ojos, y relajo su cuerpo hasta el punto de casi caerse dormido, claro que no toco siquiera el suelo pues, Kakarotto, se habia movido rapido, tomandolo en sus brazos y cargandolo en modo de princesa. -Mi principe, se que no tengo permitido comentar a no ser que usted me de la palabra-Comenzo a caminar en direccion de la cama de Vegeta, se detuvo a un lado de esta y prosiguio hablando. -Pero, ya es algo tarde, y usted debe de estar descansado para sus actividades de mañana-Con suavidad y el mayor de los cuidados, deposito a su principe sobre el suave colchon de la cama. Se enderezo y, sin esperar las ordenes del de menos estatura, se encamino hacia un enrome armario que se encontraba a la izquierda de la cama. -Si me permite, sacare sus ropas para dormir-

Vegeta, por su parte, permanecio en la cama, sentado y con sus ojos a medio cerrar. No habia dicho nada, en parte porque efectivamente tenia sueño y porque le agradaba ese trato tan especial que tenia Kakarotto con el. Sus ojos lo miraron atento, observando sus movimientos buscando su ropa para poder dormir. Se permitio sonreir solo por unos segundos, antes de que su sirviente se diera la vuelta y colocara su ropa sobre la cama. Vegeta la miro por unos segundos, antes de hablar. -Estoy demasiado cansado...-Voltoe su rostro en direccion del mas alto, quien lo miraba desde su lugar sin cambiar su semblante calmado y neutral. Fruncio levemente su ceño, "Te conozco mejor de lo que pense" Un ligero sonrojo hizo aparicion en sus mejillas, haciendolo sentir avergonzado. Giro su rostro para evitar que lo siquiera viendo y que su verguenza se hiciera mas grande. -Ni siquiera esperes a que te lo ordene, ¿Oiste Kakarotto? Solo hazlo-Su ceño se fruncio un poco mas, al momento en que su sonrojo habia pasado de ser un tono rojo suave a ser un rojo fuerte que invadio hasta sus orejas.

El mayor de los dos, por unas milesimas de segundo y aprovechando que su principe estaba volteado, sonrio de manera ladina, para despues volver a su estado natural. Despacio y con cuidado poso sus manos sobre el cuerpo de su principe, quien al sentir el tacto de sus manos, se encogio de hombros. Kakarotto bajo sus manos hasta el pecho de su principe, pasando por debajo de su armadura y tocando directamente la suave tela de su ropa, rozando un poco los pezones de Vegeta. -Si me permite hablar, mi principe, creo que se encuentra un poco sensible esta noche-De un movimiento veloz, que a la vez fue delicado, retiro la armadura de goma que cubria la parte superiro del cuerpo de Vegeta. Y, con esa tranquilidad que sabia odiaba su principe, comenzo a recorrer su cuerpo hasta llegar al borde de su camisa de color azul rey. Paso sus manos por debajo de esta, recorriendo cada centimetro de su perfecta piel marcada, logrando arrancar alguno que otro suspiro de los labios de Vegeta. -Su respiracion esta agitada y puedo sentir el veloz palpitar de su corazon-Con cuidado retiro la prenda de su lugar y la dejo caer directamente al suelo. Ahora sus manos iban bajando, aun con lentitud, hacia la ultima parte de la vestimenta de su principe. -Sera que... ¿Usted, principe, es alguien lascivo que disfruta que otro hombre toque de esta manera su cuerpo mientras suspira por mas tacto?-Susurro en su oido, antes de morderlo. Vegeta suspiro y murmuro algo, seguramente una groseria hacia el responsable de calentar de esa manera su cuerpo. Kakarotto mordio con delicadeza su cuello, al mismo tiempo que sus manos se escurrian por debajo de sus pantalones y su ropa inteior, tocando casi de inmediato una dureza que comenzaba a palpitar. La apreto un poco y con eso recibio un corto gemido de placer por parte del mas bajo. -Lo disfrutas, ¿No es asi, Vegeta?-

Su mano derecha se cerro con leve fuerza, cubriendo casi por completo el miembro del gerrero de sangre pura. Quien, sin pudor ni verguenza, dejo salir un gemido largo y ronco que encanto de sobre manera a Kakarotto. Una ligera risita divertida salio de sus labios al mismo tiempo que el subir y bajar de su mano se hacia cada vez mas rapido. -S-si te detienes ahora... Te matare-Amenazo su principe, al momento que posaba una de sus enguantadas manos sobre la mano de Kakarotto, apretandola un poco. En respuesta a sus palabras recibio una fuerza mordida sobre su hombro, "Si me dejas marcas, igual te matare" Una frase que seguraente no dejaria sus labios por temor a que dejara de morderlo de aquelle forma tan placentera. -M-mas rapido-Pidio, o mas bien, ordeno en medio de gemidos y jadeos. La mano de Kakarotto de movia con mayor rapidez, mientras que la otra que tenia libre se encargaba de pellizcar y acariciar sus pezones erectos. Poco faltaba para que al fin llegara al orgasmo, podia sentir esa descarga electrica que solo Kakarotto lo hacia sentir. Sus parpados se apretaron con fuerza, y su mano estrujo la de su sirviente personal con algo de rudeza... Sin embargo, lo que tanto ansiaba que llegara se vio terriblemente frenado por el sonido de unos golpecitos dados a su puerta. Su respiracion se detuvo por unos instantes, y ambos guerreros se quedaron quietos, en silencio, Vegeta con un sonrojo cubriendo todo su rostro y Kakarotto con una mirada tranquila. A los pocos segundos de puro silencio, de nuevo aparecieron los golpes y esta vez Vegeta decidio hablar. -¿Que... Sucede? Estaba durmiendo-Mintio, con la mejor voz irritada que podia hacer, aunque esta habia sonado algo agitada y como si le faltara algo de aire.

-Disculpe que interrumpa su sueño, principe, pero el Rey Vegeta solicita su presencia justo ahora, en su habitacion-Su ceño se fruncio molesto, "¡¿Justo ahora me necesita?!" Se pregunto con claro enojo, olvidandose por completo de la situacion en la que se encontraba. Iba a responder, para asi hacer que se fuera quien sea que estuviese detras de esa puerta, pero lo que salio de su boca fue un gemido que, no importo que fuese corto, fue lo suficientemente fuerte como para ser escuchado incluso fuera de la habitacion. Vegeta, casi de inmediato, se cubrio la boca con ambas manos, sintiendo la sangre subir hasta su rostro pintandolo de un vivo color rojo. Y, balbuceo algo, otra groseria hacia Kakarotto al escuchar su risa maliciosa en contra de su oido y una leve mordida en su cuello. -¿Mi principe? ¿Le ocurre algo?-El de menor estatura pronto fue cubierto por una ligera capa de sudor y nerviosismo, "Kakarotto, si aprecias tu patetica existencia, te detendras en este instante" Intento mirar a su sirviente personal, quiza para asi lanzarle una mirada amenazante y poder ordenarle detenerse, pero este parecia no querer cooperar pues continuaba moviendo su mano de una manera tan exquisita que a Vegeta no le quedaba otra mas que tratar de no gemir fuerte y rogar porque el mal nacido que, seguramente, seguia afuera se fuera de una buena vez por todas. -¿Principe Vegeta?-

-E-estoy bien, ¡Ahora largate de una maldita vez!-Al fin pudo decir sin sentir que su voz temblaba, y aunque tuvo gritar se sintio aliviado al escuchar una leves palabras de afirmacion seguidas de el sonido de unos pies alejandose de su habitacion. Y entonces, ya encontrandose ambos solos y en silencio, Vegeta le dio un fuerte codazo a Kakarotto, logrando que este se apartara de su cuerpo. -¡Estupido Kakarotto, falto muy poco para que un imbecil se enterara de esto!-Aun se encontraba algo agitado, pero eso no lo detuvo de gritarle en la cara al cabeza hueca de su sirviente. Sin embargo, este, mas que verse intimidado por los gritos del menor, se veia tranquilo, incluso algo sonriente "Si es que a eso se le puede llamar una sonrisa". Vegeta coloco sus pantalones, junto a su ropa interior, en su lugar, mientras intentaba lucir lo mas presentable posible. Kakarotto, sin dudarlo y sin mostrarse cohibido por lo anterior, le ayudo, peniando un poco su cabello y secando la capa de sudir que lo cubria. En menos de 5 minutos ya estaba listo para ir a ver a su padre. -Ni creas que esto se quedara asi, ¿Escuchaste, Kakarotto?-Lo miro, con la mirada afilada y con sus brazos cruzados. El mencionado sonrio, asintiendo levemente con la cabeza, al mismo tiempo que seguia a su principe fuera de su habitacion, ambos dirigiendose hacia el lugar indicado y llegando en menos de 3 minutos. -Quedate aqui, a mi padre nunca le ha gustado que otros entren a su habitacion-Miro por unos segundos el rostro calmado de Kakarotto, antes de tocar la puerta. Espero un par de segundos a que su padre le diera permiso de entrar, y en cuanto se lo dio paso rapidamente hacia el interior de dicho lugar.

Y, mientras tanto, Kakarotto permanecio en su lugar, esperando a un lado de la puerta, con sus ojos cerrados y sus manos cruzadas sobre su pecho. "Mi principe..." Sus parpados se abrieron, dandole paso a que sus ojos miraran la pared que tenia en frente. Pero estos no permanecieron fijos en el aburrido tono blanco de esta, sino que bajaron hasta encontrarse con sus manos, observandolas con ese rostro sin emociones que la mayoria del tiempo se mantenia frio. Aunque este, con el pasar de los segundos, se deformo, cambiando esa expresion de completa neutralidad a un rostro repleto de algo parecido a la culpa. Su quijada se apreto con fuerza, tanta que sus dientes hacian un sonido similar a un rechinido, sus puños tambien se apretaban con rudeza, haciendo sus manos temblar ligeramente. "Soy una bsaura, no puedo entender como es que llegue hasta aqui so soy algo tan despresiable..." Se dejo caer al suelo, cubriendo su rostro con sus dos manos, evitando que las lagrimas salieran de estos. Y hubiera seguido con su silencioso lamento lleno de culpa, de no ser por el sonido de la puerta de la recamara de su Rey siendo abierta. Se levanto con rapidez, mientras limpiaba su rostro y regresaba a su postura firme, y a su rostro lleno de tranquilidad, a pesar de que en el interior sentia como todas sus emociones se bañaban en una culpa que parecia no querer dejarlo respirar. -Kakarotto-Escucho que lo llamaban. Volteo el rostro, encontrandose con la serena, pero igualmente desconcertada, mirada de su principe Vegeta. En un gesto de completo respeto se inclino un poco y espero a que su principe hablara. -Mi padre quiere hablar contigo de un asunto importante-Kakarotto se enderezo de inmediato al escuchar esas palabras, mirando con autentica sorpresa al de menor estatura. -Y, antes de que me preguntes, no se de que trata ese "asunto importante" asi que mejor ya no pierdas el tiempo y solo entra-Se cruzo de brazos, antes de comenzar a caminar en direccion de su habitacion. -Te esperare en mi habitacion-

Y dicho esto se fue, dejando solo al guerrero de clase baja con un sin fin de pensamientos sobre lo que le estaba esperando adentro de aquella habitacion. Miro la puerta entre abierta y trago en seco, "Kamisama, por favor, ayudame" Y, con paso titubeante, paso al interior de la alcoba de su Rey. -Con permiso-Hablo serio y firme, aunque por dentro sintiese que se moria de nervios. Si habia algo tan importante como para que su Rey le pidiera hablar con el a solas significaba una unica cosa; Hablarian de su hijo Vegeta. Ese pensamiento le erizo la piel y le provoco un enorme escalofrio que se paseo por toda su columna vertebral. -Mi Rey-Cuando ya se encontraba en frente de aquel hombre barbon, con mirada que intimidaba hasta a una roca, y con un fisicio que daba la impresion de que el era lo mas poderoso de ese universo, se hinco con una rodilla en el suelo, mientras agachaba la cabeza en señal de respeto. -Si me permite hablar ¿De que se trata ese asunto de vital importancia que quiere hablar conmigo, mi Rey?-No levanto la mirada, no se le habia dado el permiso, y por eso permanecio mirando los pies de quien reinaba. Aunque estos se comenzaron a mover, dandole a entender que el mayor se habia levantado de su asiento y habia comenzado a caminar a su alrededor.

-Kakarotto, levantate-Le ordeno, aunque con una voz que parecia no detonar enojo o algo parecido, muy extraño si consideraba su expresion molesta uque siempre tenia puesta. El guerrero se levanto, mirando al frente, esperando a escuchar las palabras que su rey tenia que decirle. -No es necesario que uses ese tono tan formal conmigo. No lo usas cuando estas con mi hijo Vegeta, ¿Verdad?-Kakarotto cerro los ojos un momento, "Maldita sea, lo sabe" Cuando los abrio, estos rapidamente buscaron la figura del otro, encontrandolo rapidamente parado en frente de la ventana, mirando a traves de esta sin mirar nada con exactitud. El hombre de gran barba castaña se giro en su direccion, mirandolo con esa mirada afilada y ese rostro que solo expresaba el mayor de los corajes. Sintio su cuerpo sudar frio al verlo acercarse hasta donde estaba el. -Dime, ¿Te has estado divirtiendo con mi hijo, Kakarotto?-Sus brazos se cruzaron, mientras comenzaba a andar en circulos alrededor de el. -¿El te rescata de ese mundo tan horrible en el que antes vivias y es asi como le pagas? Hmp, ¿Que clase de guerrero eres tu?-Su voz le dejaba en claro el fran desprecio que le tenia, y claro que tenia todo el derecho de despreciarlo, despues de todo estaba abusando de la confianza de su pequeño hijo Vegeta. Aunque, el se empeñaba en pensar que no estaba haciendo nada malo, simplemente le demostraba cuanto era su cariño hacia el, su respeto, su amor, su aprecio, todo lo que sentia por el, lo unico malo era que no sabia como hacerlo sin parecer que estaba ofendiendolo o algo parecido. El resultado era el siendo su sirviente personal, ayudandolo en todo lo que pudiera hacer, siempre al pendiente de que su dia fuera tranquilo, y, de vez en cuando, poder entregarle ese amor que solo podia demostrar con caricias pasionales y besos cariñosos que Vegeta siempre le correspondia con gusto. Kakarotto bajo la cabeza, sintiendose culpable al pensar en las palabras de su rey, quien al verlo asi sonrio de lado y se le acerco. -Si quieres detener esto, si quieres dejar que mi Vegeta sea el rey que quiero que sea y que pronto encuentre a alguien de su altura, te tengo una propuesta-

Un mal presentimiento subio por toda su espalda e hizo presion en su pecho. Sabia que las palabras que su rey estaba a punto de decir lo iban a lastimar a el, para despues herir a su adorado principe. -Lo esucho...-

...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~

-Mi principe-Su voz, siempre serena y con un delicado toque de tranquilidad, por primera vez se habia escuchado triste, y por primera vez en toda su vida parecia que se le dificultaba siquiera verlo al rostro. Vegeta lo miro extrañado mientras continuaba secando su sudor, apenas habia terminado su entrenamiento y estaba a punto de ir a darse una larga cucha pero su sirviente lo habia detenido para hablar con el. Desde su lugar lo miro serio, sin decir nada, esperando a lo que Kakrotto tuviera que decirle. El mayor agacho la cabeza, pero rapidamente se reprimio por eso y la levanto, mirandolo fijamente y con una extraña seriedad que seguramente intentaba ocultar su tristeza, "¿Que te pasa ahora?" Algo que no se atrevia a preguntar. -La noche anterior, mi rey, me llamo para hablar sobre el asunto de mi puesto en su ejercito de guerreros destacados-Vegeta lo miro algo sorprendido, y obligandose a guardar silencio, espero a que continurara con su relato. -Quiere que me convierta en su mano derecha a partir de ahora, y por eso mismo...-Lo miro desviar la mirada de manera muy disimulada hacia un lado, "¿Por que evitas mi mirada?". -Quiere que contraiga matrimonio con una mujer que mas adelanta me sera asignada. Y a usted se le conseguira otro sirviente real que este mas a su altura...-

Esas palabras habian hecho eco en lo mas profundo de sus oidos. La toalla que posaba sobre sus manos cayo directamnte al suelo y sus ojos se abrieron con sorpresa. -¿Eh...?-

CONTINUARA...

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Les gusto? ¿Les queme algún órgano interno? ¿Merezco un Review? <3

Perdón si es que me quedo algo corto, pero es el primero, recuerden que mis comienzos no son tan largos.

Bueno, eso fue todo de mi parte, espero con ansias sus Reviews, criticas, preguntas, sugerencias, amenazas de muerte, todo lo que me quieran escribir lo leeré y aceptaré con gusto <3

Nos leemos el próximo siglo~


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