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Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

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Notas del capitulo:

Hola a todos como todos los viernes les traigo un nuevo cap. Espero que les guste. Aviso que la interacción de la pareja ha sido minima ya que necesitan volver a conectarse y eso se verá en los próximos caps. La historia está adquiriendo trama de acción. 

                                 UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE
     
      
                               CAPITULO 9: TRAMPA MORTAL


Me encontraba parado afuera de mi auto, el lugar estaba lleno de conductores novatos, me recordaba a mi época de juventud. Ese clima cargado de energía, chicas guapas, todo tipo de autos por todos lados, mi mirada era serena y mi temperamento estaba bajo, me estaba preguntando a donde iría Brian. Mientras estaba perdido en mis pensamientos se me acercó una mujer muy guapa, delgada, alta que venía con un par de matones custodiándola.

- Hola. Tú debes ser el otro que Park envió ¿no es así? Preguntó ella con un tono seductor y dedicándome una sonrisa.
- Así es. Le dije sonriendo.
- Sígueme. Agregó la chica. Comencé a caminar tras ella subiendo por una escalera. Llegamos a donde estaban reunidos todos los conductores que participarían en las carreras, Brian estaba ahí, me dedicó una mirada y luego puso atención al tipo con el palo de golf. El tipo comenzó a dar un discurso al que la verdad no di mucha importancia, solo quería conocer al tal Braga y descubrir quién asesinó a Letty.
- Les digo ¿porque están aquí? Hay buenos conductores. Por todas partes. En cada esquina hay un idiota que corre en las calles por centavos. Eso no es lo que Braga me tiene buscando. Braga quiere a un hombre que vendería hasta a su abuelita por estar tras el volante. No quiere a alguien que conduzca en línea recta a toda velocidad, sino que fuerce su auto y lo lleve a lugares a los que nadie más llegaría. Conductores de verdad ¿entiendes? Dijo aquel tipo que parecía ridículo jugando al golf lanzando las pelotas al aire sin destino alguno.

- ¿Qué cargaremos? Pregunté.
- Por el dinero que paga Braga no tienes que saberlo. Respondió.
- Dijiste que querías conductores de verdad. Uno así sabe con exactitud lo que hay en su auto. Agregué con seriedad.
- Idiota. Exclamó el tipo del golf riéndose burlonamente.
- Mira. Conductor de verdad, nadie va a forzarte a correr. Interrumpió el idiota que estaba sentado junto a mí. Al parecer le había molestado mucho mi pregunta, pero a mí no me intimidaba.
- ¿Estas al mando? O dime aquí ¿Quién es el jefe? Pregunté de manera seca y tajante demostrando que no le temía en lo más mínimo estando cara a cara con él.
- ¿Tengo cara de ser el jefe? Preguntó el imbécil.
- ¡Papa! Mi trabajo es buscar a los mejores. Punto. Quien gane la carrera tendrá la información. ¿Entiendes? ¿Entendido? Interrumpió el del golf.
- Si entiendo. Agregué ahora con más serenidad. No me daba buena espina esta gente. La chica me dio un aparato GPS y me miró por unos segundos a los ojos buscando mi aprobación.
- No espera un momento ¿Quién cerrará las calles? Interrumpió uno de los novatos que competía con nosotros.
- Nadie es el punto. Agregó el del golf quien parecía ser el que mandaba en el lugar riendo como un idiota.

                                     
                                   LUEGO DE UN RATO


Nos colocamos en posición la carrera estaba a punto de comenzar, el GPS comenzó a descargar las coordenadas, comencé a hacer rugir mi motor y todos los demás me siguieron en la misma acción. Miré hacia mi derecha para ver a Brian.
- ¿Seguro que quieres hacer esto? Le pregunté con euforia solo quería comenzar a correr.
- Ya no soy el de antes. Respondió Brian con frialdad, se notaba que había cambiado, pero eso no me asustaba a decir verdad ni la muerte lo hacía después de estos tiempos de mierda en los que estoy viviendo.
- Tienes razón. Agregué con furia.
- 3 - 2 – 1 – Fuera. Indicó el GPS.

Arranqué con mucha fuerza y rabia, necesitaba sacarme la ira que llevaba dentro o al menos algo de ella. Levanté mis ruedas delanteras como acostumbraba a hacer y comencé a seguir la ruta marcada por el aparato. Salimos por una calle principal que estaba infestada de autos que salían de todas direcciones.
- Vuelta a la derecha. Indicó el aparato.
Seguí la orden conduciendo velozmente, O’conner logró adelantarme, pero no por mucho tiempo, no perdería ante nadie, no hoy y menos después de todo lo ocurrido. Me metí entre unos autos que conducían en línea recta en dirección contraria, podía chocar en cualquier momento, pero no me importaba. Seguí la ruta intentando sortear todos los autos que se me cruzaban, era algo peligroso, aunque era emocionante luego de tanto tiempo, poder correr en mi barrio. Lo extrañaba. Uno de los competidores logró quedar a mi ritmo, no podía ver a Brian por ningún lado ¿será que chocó? Me preguntaba a mí mismo intentando no pensar mucho en él. Un golpe me sacó de mis pensamientos, aquel idiota me estaba intentando sabotear.
- ¿Con que jugaremos sucio eh? Pues prepárense porque Dom sabe ensuciarse también. Me dije a mi mismo.
Mantuve el acelerador puesto, la ruta estaba más despejada, aquel novato volvió a darme otro golpe.
- ¡Lindo auto bombón! Exclamó burlándose. Ya me estaba hartando de este idiota. Le devolví el golpe con más fuerza y como era de costumbre se adelantó para darme otro golpe, todos queríamos ganar. El tipo era predecible así que esperé su siguiente golpe, cuando se preparó para darlo, aceleré y lo esquivé haciendo que el imbécil siguiera de largo e impactara contra otro auto volteándose en el aire cayéndose del puente en el que estábamos conduciendo. Ya con el camino libre me dispuse a alcanzar la meta, pero alguien más estaba para su revancha. O’conner apareció de la nada por una intersección conduciendo junto a mi intentando rebasarme y tomar ventaja. Le di un golpe a su auto y seguí acelerando, O’conner daría una buena pelea. Conducíamos en línea recta, ya solo quedaban unos cuantos metros, Brian me llevaba ventaja así que me dispuse a usar el nitro. Presioné el botón y aceleré a fondo, O’conner hizo lo mismo logrando rebasarme, no perdería, no hoy. Le di un fuerte golpe haciéndolo girar en sí mismo y dándome la ventaja que necesitaba para llegar a la meta y ganar.
- Ha llegado a su destino. Adiós. Indicó el GPS.
Conduje a prisa y giré mi auto, me estacioné de lado haciendo una gran entrada al momento de llegar a la meta. Todos nos esperaban allí. Salí de mi auto escuchando los aplausos y gritos de los eufóricos. Brian se había estacionado junto a mí y luego salió de su auto acercándose a prisa.
- Jugando limpio no hubieras ganado. Exclamó O’conner muy molesto, su cara estaba roja y tenía un temblor en la voz.
- Nadie dijo que había reglas. Le respondí tranquilamente estando cara a cara.
- ¡Te mando jefe! ¡Así se hace! ¡Así se maneja en las calles! Interrumpió el tipo con quien discutí hace un rato. Quien ahora parecía ser mi admirador.
- ¡No él hizo trampa hermano! Se quejó Brian realmente enfadado.
- ¡A llorar con tu mama! Le gritó el idiota. Brian se fue bastante molesto. El tipo del golf se me acercó estrechando mi mano.
- Braga es tu jefe ahora. La ruta que diga el GPS, la sigues. Dijo con un semblante orgulloso para luego marcharse junto con el otro idiota. La chica guapa se me acercó con una mirada coqueta y con un aparato en mano.
- ¿Licencia de conducir? Preguntó demandante.
- ¿Qué licencia de conducir? Pregunté con sarcasmo dando una media sonrisa.
- Dedo. Exigió la chica con su aparato para huellas digitales. Presioné mi pulgar donde indicaban.
- Y tu teléfono. Agregó. La miré algo extrañado.
- La huella es para Campos. Y el número es para mí. Indicó aquella chica. Me reí con sutileza.
- ¿Cuál es tu nombre? Pregunté con curiosidad.
- Gisele. Respondió sonriendo con sensualidad para luego darse la vuelta y marcharse. Sonreí ampliamente. 
- Te llamaré guapo. Agregó para retirarse con el resto de su grupo. Me fui victorioso y más tranquilo, ya estaba dentro del grupo, finalmente podré vengar a Letty. No sabrán que les espera. Me dije a mi mismo mientras entraba al auto y conduje a mi cuarto aquel motel barato.

No podía seguir en el mismo lugar de siempre, la policía me estaba siguiendo los pasos. Uno de mis viejos contactos me prestó una habitación en una especie de edificio casi abandonado en un barrio poco transitado, no eran tiempos para negarse así que me mude por la mañana al lugar, era algo simple, tenía una habitación, un baño, una cocina, aunque en tamaño pequeño, pero era ideal para este momento. Mi celular comenzó a sonar, de seguro eran del cartel de Braga así que contesté de inmediato.
- Dímelo. Dije contestando.
- Hola guapo. Respondió esa voz femenina y seductora.
- Gisele ¿Cómo estás? Pregunté amable.
- Bien ahora que hablo contigo. Dijo con un tono suave casi en susurro.
- ¿Qué me quieres decir? Pregunté algo ansioso.
- Bueno Campos me dijo que te informara que estas cordialmente invitado a la fiesta que se hará hoy por la noche en una de las propiedades de Braga. Informó.
- ¿Ah sí? Cuestioné.
- Claro ya eres parte del equipo ahora. Indicó con más suavidad en su voz.
- Pues allí estaré. Dije algo cortante.
- Eso espero. Que tengas buen día guapo. Dijo amablemente para luego colgar la llamada. Esto se ponía cada vez mejor. Mientras pensaba en qué hacer y como actuar me recordé de una foto que tenía guardada, era antigua, era una foto de hace cinco años atrás en la cual salía todo el grupo antiguo incluyéndolo a él, Brian. Fueron buenos tiempos a pesar de que siempre amé a Letty, este chico logró tocar una parte de mi que nadie pudo honestamente jamás se me hubiera pasado por la cabeza tener sexo con otro hombre, pero Brian era un chico muy guapo a pesar de todo y la forma en que me trataba y me hacía sentir querido más de lo que Letty pudo hacer. Miraba la foto con algo de nostalgia en silencio.

            

                                MAS TARDE…


El día transcurrió algo lento, comí algo rápido y ya casi acercándose la hora me di una buena ducha. Me sentía algo mal por ganarle a Brian con trampas, se fue muy enfadado del lugar anoche, pero debía ganar, tengo que vengar a Letty de una manera en que Brian no quiere hacer. Me vestí sencillamente como siempre lo había hecho. Me subí a mi auto y conduje hasta la dirección que Gisele me había dado. El lugar estaba infestado de gente, este Braga era un capo, autos y chicas por donde quiera que uno iba. Subí las escaleras de aquel gran edificio, era una discoteca muy moderna. A penas miré hacia el fondo pude divisar a Brian jugando villar, no sé cómo se las arregló para entrar también pero no me extrañaba nada viniendo de él. Le di una mirada sin que se diera cuenta y entonces giré a la izquierda directo al bar, tenía un poco de sed y necesitaba un trago.
- Hola. Una corona. Le pedí a la chica de la barra amablemente.
Cuando una voz familiar se escuchó a mi lado.
- Que lastima lo de Dwight. Que lleguen los federales el día que entras al equipo. Qué mala suerte ¿No? Dijo mientras se sentaba a mi lado con una botella de cerveza en su mano esbozando una sonrisa.
- Quisiera decir que me sorprende que estés aquí. ¿Qué me impide decirles que trabajas en la policía? Dije con un poco de frialdad.
- Tal vez lo mismo que me impide decirles a que has venido. Agregó antes de ser interrumpido por Campos. Nos dio la bienvenida y nos invitó a sentarnos con él en unos sillones que estaban en el fondo del lugar.
- ¿Cómo está tu auto? Estuvo duro el golpe. Le dijo a Brian
- Estará listo. Respondió el.
- Escuché que acabas de salir de la cárcel. Agregó Campos
- ¿Ah sí? ¿Y conociste a Jim García? Interrumpí riéndome para mis adentros con aquel absurdo que Brian se había inventado.
- No. Muchos nombres, una prisión grande, muchas caras. Dijo tranquilamente.
- Y tu… escuche que cientos de personas te buscan. Dijo Campos mirándome con una sonrisa de idiota.
- Para el negocio no puede ser bueno. Interrumpió O’conner molestándome.
- Depende de cómo veas las cosas niño. Si me atrapan, iré a la cárcel. Y yo no saldré. Dije mirándolo fijo a los ojos para demostrarle que también sé jugar de esa manera.
-No sé cómo sean sus otros hombres, pero cuando yo veo luces rojas y azules no me detengo jamás. Agregué mirando a Campos quien se echó hacia atrás en su sillón.
- ¿Ustedes se conocen? Preguntó Campos mirándonos a ambos.  Brian me miró a los ojos y luego bajando la mirada hasta el suelo. Mantuve la mirada fija hacia Brian y Campos.
- Si… respondió Brian.
- Salía con mi hermana. Agregué.
- ¿Ah sí? Dijo Campos sorprendido para luego servirse un trago.
- Tienes suerte hermano. Dijo mirando a Brian.
- ¿Por qué lo dices? Preguntó O’conner algo confundido.
- Sigues respirando. Dijo Campos sonriendo. Me reí por su comentario y luego bebí otro sorbo de mi cerveza.
- Por las que hemos amado y las que hemos perdido. Exclamó Campos levantando su vaso con tequila. Quedé pensando en Letty, la extrañaba mucho en estos momentos, pero no podía dejarme abatir, tenía que encontrar culpables.
- Salud. Dijo Campos.
- Salud. Repitió Brian. Bebiendo su vaso de tequila de un sorbo.
 Brindé sin muchas ganas y bebí otro sorbo pequeño de mi botella.
- ¿Y cómo es Braga hermano? Preguntó O’conner con curiosidad.
- No sé es como nosotros. El vino de las calles. Leal al barrio. Ahora, toma las decisiones. El jefe de jefes. ¿Ven a todos esos hombres ahí? Cualquiera de ellos moriría por Braga. Respondió Campos con la mirada perdida.
- ¿Incluyéndote? Preguntó Brian insistente.
- Yo especialmente. Contestó. Uno de sus guardias se le acercó a decirle algo al oído.
- Disfruten la fiesta amigos. Pueden pedir lo que quieran. Tragos, mujeres, lo que deseen. Dijo marchándose. Esto tenía algo raro.
- Braga es mío. Y voy a arrastrar a todos. Dijo Brian levantándose de su asiento probablemente para ir a investigar.
- Suerte… Le dije mientras dos chicas se sentaron a mi lado coqueteándome.

Si O’conner creía que iba a llevarse todo el crédito estaba equivocado yo también haría mi investigación. Me levanté de mi asiento con ambas chicas siguiéndome hasta la pista de baile. Pude ver un galpón cerrarse con dos guardias de Campos vigilándolo al fondo del lugar. En cuanto se marcharon me dirigí sigilosamente hasta el, era un improvisado ascensor que llevaba hasta el estacionamiento en el subterráneo, me metí en él y bajé hasta el lugar. Al salir pude divisar el auto que he estado buscando. Torino verde, ruedas continentales, con nitro metano. Me quedé observando aquel auto unos segundos hasta ser interrumpido por una voz femenina ya familiar.
- ¿Este auto te llamó la atención? Preguntó Gisele mientras se acercaba a mí.
- Estoy admirando el trabajo de pintura. Dije serenamente.
- ¿Eres uno de esos hombres que prefieren los autos a las mujeres? Preguntó con duda mientras se acercaba más.
- Soy uno de esos hombres que a pesar del modelo aprecia una linda carrocería. Agregué mirándola.
- ¿Es tuyo? Pregunté.
- Es el auto de Fenix. Lo verás en el punto de encuentro. Él va guiarte. Me dijo mientras me rodeaba susurrando cerca de mis oídos. Se sentó sobre el auto que estaba frente al de Fenix.
- Y ahora… que conozco tu gusto en autos, dime: ¿Qué buscas en una mujer? Preguntó mirándome.
- Antes que anda veo sus ojos. Debe tener la clase de ojos que trascienden cualquier pretensión, que distinguen la bondad. Veinte por ciento ángel, ochenta por ciento diablo. Realista. Que no le miedo ensuciarse en ocasiones las manos. Respondí algo nostálgico porque tenía a Letty y Brian en mi mente en ese momento.
- Yo no soy esa clase de mujer. Dijo ella acercándose a mi rostro.
- Lo sé. Dije mirándola a los ojos para luego avanzar hasta la salida.
- Oye. ¿Podemos al menos ser amigos? Preguntó ella con duda.
- Claro que sí. Le respondí dando una media sonrisa.
- Bueno. Me gustaría que… fuéramos arriba a disfrutar de la fiesta. A veces tenemos que festejar como si fuera nuestro último día en la tierra. Dijo ella.
- Está bien. Asentí para luego irnos a disfrutar de la fiesta.

El lugar estaba repleto de gente, casi no había espacio. Todos bailaban y bebían con ganas, la música estaba alta, había canciones en español. Algo sabía del idioma no lo dominaba completamente, pero lo conocía.
- Conozco un lugar. Dijo ella tomándome de la mano.
Llegamos a un salón contiguo a la pista de baile, había sillones, una barra, un baño. Era un lugar muy lujoso. Nos sentamos juntos y conversamos de muchos temas, me contó que estuvo en el ejército entre otras cosas. Traté de no hablar mucho no podía revelar información comprometedora. Esto era una misión peligrosa y a cualquier error terminaría muerto. De pronto la puerta de abrió de golpe.
- ¡Disculpen! Fue sin querer. Dijo O’conner tambaleándose, estaba ebrio.
Gisele me miró sonriendo y luego puso una cara de confusión. Le devolví la sonrisa. Espero que no sea lo que estoy pensando.
- Estamos ocupados. Hay una fiesta gigantesca afuera, ve y disfruta de ella ah y bienvenido al equipo. Le informó Gisele a Brian a quien no pareció importarle.
- ¡No me importa! ¡Yo quiero estar aquí! Dijo alterado.
- Brian, ¿puedes irte de aquí? Dije algo nervioso no quería que se pasara de la raya. Pareció molestarle lo que le dije y alzó la voz.
- ¡No! El lugar es libre ¿no? Yo me quedo cuanto quiero. Miré a Gisele y le dije al oído.
- Necesito que salgas por un rato, no se ve bien y debo hacerme cargo de él. Ella entendió, aunque se marchó algo molesta.
- ¿Qué quieres O’conner? Pregunté algo enfadado.
- ¿Tan rápido olvidaste a Letty? ¿Ya tienes a otra ah? Preguntó evadiendo mi pregunta mientras se tambaleaba un poco.
- Bueno eso es asunto mío y no tuyo. Le dije con seriedad.
- No seas ridículo… dijo sonriendo irónicamente y lanzando una carcajada.
- ¿Acaso eres mi padre? Que debo darte explicaciones. Le dije con ironía.
- ¡No! Pero me interesa saber. Dijo acercándose a mí y tomando mi brazo apretándolo con suavidad, sus dedos acariciaban mi piel con necesidad.
- Cinco años y no paras de ser el mismo degenerado de siempre O’conner parece que te quedó gustando aquello que hicimos hace años. Dije riendo al recordar aquellas veces donde tuvimos intimidad juntos.
- Siendo honesto es algo que nunca he olvidado y no creo hacerlo. Me dijo sin titubear. De pronto sus labios estaban pegados a los míos con fuerza.
- Oye, oye cálmate… Dije con semblante serio y casi burlesco. Intentando apartarlo con mis manos en sus hombros.
- Vamos Dom sé que a ti igual te gustó ¿no? Expresó insinuándose más y bajando sus manos por mi espalda hasta llegar a mi culo.
- Deja de joderme O’conner… Agregué poniéndome serio.
De pronto me empujó con fuerza hasta el baño del lugar. La fuerza me llevó a sentarme en el retrete y él se sentó en mis piernas para luego besarme con intensidad y desesperación. Quedé con su saliva en mi rostro. La verdad es que trataba de reprimir aquel acoso de su parte, pero me era imposible, mi erección era inminente y no podía luchar contra ella.
- Apestas a alcohol O’conner. Dije cortante ya que su aliento olía a una combinación de cerveza, whisky y tequila.
- No me importa… abrázame… Dijo con dificultad mientras me abrazaba pegándose a mi cuello. Sus ojos comenzaron a cerrarse de a poco hasta que su cara quedó enterrada en mi pecho. Comenzó a roncar.
- Rayos y ahora qué hago con él. Me dije a mi mismo algo avergonzado. Lo cargué hasta mi auto y lo recosté en el asiento trasero, enganché su auto al mío y me llevé a Brian hasta mi apartamento. Le quité sus zapatos y lo recosté en la cama donde lo arropé. Me dormí en un pequeño sofá que estaba a un lado de la cama.
Al otro día desperté con el fuerte sol sobre mi rostro, Brian seguía durmiendo, me di una ducha y le preparé una sopa que sabía que me agradecería cuando sintiera la resaca de la noche anterior. Lo miré por unos segundos, se veía tierno durmiendo, revolví su cabello, aunque no tenía mucho por su nuevo corte y entonces comencé a escribir un papel que dejé sobre la mesa para él y salí a resolver unos asuntos.


                                UNAS HORAS DESPUÉS


Recibí el mensaje del cartel, finalmente teníamos un trabajo que hacer para Braga, no es que estuviera nervioso, pero esto me daba mala espina. Al llegar al lugar vi un gran galpón, entré como se había pactado y me estacioné. Todos los sirvientes de Braga estaban allí, incluyendo a Gisele. Brian llegó al rato y se estacionó junto a mí. Desde luego traté de no llamar la atención después de la escena que se le ocurrió hacer ayer en la fiesta. Podrían descubrirnos o algo mucho peor. De pronto pude escuchar una especie de sonido, como radar, de seguro O’conner tenía un chip de rastreo dado por el FBI. Me puse algo nervioso esperando que no lo descubrieran, pero se las arregló para apagar aquel aparato. Campos dio la orden, ya todo estaba listo. Abrieron unos contenedores de camiones donde nos introducimos con auto y todo. Me quedé en mi asiento cerrando los ojos tratando de descansar, la verdad es que ya nada me importaba, aunque no lo demostrara estaba muy deprimido y desganado.

- ¡Esto no está bien! Nadie nos dijo que nos iban a encerrar en un camión. Dijo uno de los conductores.
- Ya ni me digas. Dijo el otro que lo acompañaba.
- ¡Oye! ¡oye! ¡pssss! ¡tu! ¿A dónde crees que nos lleven? Me preguntó uno de ellos.
- No importa. Solo hay que seguir la corriente. Dije sin siquiera abrir los ojos.

Finalmente, el camión paró en una especie de galpón en medio de la nada. Todos se bajaron de sus autos y nos posicionamos frente a ellos. Brian estaba a mi lado nuevamente.

- Bienvenidos a México muchachos. Hay helicópteros y cámaras que detectan fuentes de calor en la frontera. Pero hay puntos ciegos que yo les indicaré vía satélite. No hay margen de error así que deben seguir todas mis instrucciones. ¿Alguna duda? Informó Gisele.
- Creí que Fenix nos vería aquí. Dije algo molesto.
- El los verá luego. Dijo ella con tranquilidad.
- Ahora sincronícense. Dijo apretando unos botones del aparato que nos dieron. 
- Que tengan suerte caballeros. Agregó.
- Ve con Dios. Dijo acercándose a mí para luego retirarse.

Comenzamos a conducir por el desierto de noche. Gisele nos dio órdenes de seguir a Fenix a donde el fuera. El conducía por el desierto de manera sigilosa pero rápida, no quería tener que seguir a este marica, pero tenía que seguir la corriente.
- Aceleren. La cámara los detectó. Dijo Gisele.
Todos aceleraron yo ya estaba harto de seguir a estos imbécil es así que me salí de la fila en curso y adelanté el camino. De pronto se abrió una puerta en uno de las colinas, era un túnel secreto. Entré primero adelantando a Fenix y siguiendo el camino.
- ¡Toretto! Regresa a la formación. Dijo Gisele.

Conduje por el túnel a toda velocidad haciendo caso omiso a la orden de Gisele, sin importarme nada ni nadie.
- Se está acabando el tiempo. Tienen que salir de allí antes de que envíen apoyo terrestre. Agregó Gisele.

Fenix volvió a adelantarme, pero ya no me importaba, seguí el curso de la ruta por el túnel, estaba molesto.
- Se acaba el tiempo. Tienen que salir ya. Insistió Gisele.

Finalmente salimos del túnel y condujimos por un estrecho camino de tierra hasta el punto de encuentro con los demás. Me estacioné en el lugar en fila como todos lo hacían. Esto no iba nada bien. Fenix bajó de su auto molesto.
- ¡Horrible! ¡Pésimo trabajo! Gritó el imbécil. Le dediqué una mirada a Brian y luego miré al frente.
- ¿Qué te pasa hermano? Me dijo uno de los ayudantes de Fenix. Abrí un tanque de nitro por si las cosas se ponían peor de lo que esperaba y vaya que estaba seguro de eso. El gas comenzó a salir.
- ¡Abajo! ¡Rápido abajo! ¡Muévanse! Dijo el idiota dándole golpes a mi auto apurándome a saliera de él. Todos los tipos comenzaron a seguir el mismo curso que él, apurando a todos los conductores. Saqué la carga que llevaba en el auto. Fenix tomó su arma apuntando a uno de los corredores que se puso algo molesto por el mal trato que estaba recibiendo de uno de los lacayos de Fenix.
- Oye jefecito. Dije burlonamente.
- ¿Qué dijiste? Preguntó como si lo hubiera ofendido. Brian me miraba con una expresión de susto, el al igual que yo sabía que algo no estaba bien.
- Digo que todos los maricas usan nitro metano. Dije sin titubear.
- ¿Tu revisaste mi auto? Preguntó acercándose a mí. Hubo un silencio de parte de todos y yo me mantuve sin decir ni una sola palabra.
- Te pregunté algo. ¿Qué me vas a decir? Agregó.
- ¿Recuerdas un Plymouth? Ella se llamaba Letty. Alguien destruyó su auto. Dije con furia estando cara a cara con él.
- Yo destruí el auto. ¿Recuerdas como era ella? ¿ah? Porque yo no. La última vez que la vi… estaba en llamas. Dijo burlonamente.
Lo miré sonriendo como si fuera algo gracioso lo que había dicho.
- ¿Ahora qué? Insistió mirando con furia.

-Disfrutaré lo que va a pasar… Dije serio.

¡BOOM!

Notas finales:

Sé que la pareja principal ha estado algo distanciada, pero pronto habrá una buena reconciliacion ya que su relación aún está en un momento critico y bueno están pasando por algo dificil mas aún tratando de vengar a Letty cada uno con su motivo. Brian se siente culpable por mandarla a ese cartel lo que resultó en su muerte y también siente cosas por Mia (hermana de Dom) por su parte Dom se siente culpable por haberla engañado con Brian y además por dejarla sola. He querido meter la trama de la saga también porque la relación de estos dos hombres se construyó en base de misiones peligrosas. 


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