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Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

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Notas del capitulo:

Hola a todos disculpen la deeeeeeemora, lo sé fue mucha pero es que la Uni me tiene ultra esclavisado mas ahora que se acercan los últimos examenes. Sin mas les traigo un nuevo capitulo después de mucho tiempo. Espero lo disfruten y espero reviews :c 

                                    UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE

                                  CAPITULO 12: LA CONFUSIÓN



- ¿En qué piensas? Preguntó el.
- En que te quiero mucho Dom.Creo que como nunca he podido querer a alguien. Confesé mirándolo. El me miró con una expresión de sorpresa.
- Yo también te quiero Brian, gracias por todo lo que has hecho por mí, nunca tuve la oportunidad de hacerlo. Dijo sonriendo.
- No agradezcas Dom lo haría una y mil veces, haría lo que sea por ti. Agregué sin dejar de sonreír.
- Yo también. Está bien ya ayúdame a acelerar esto. Dijo cortando la inspiración de ambos, se notaba que no era muy cursi.
En ese momento Mia apareció, su mirada era de tristeza, nos miró algo nostálgica y corrió a la casa, miré a Dom sin saber qué hacer.
- Ve con ella.Te necesita.Dijo Dom con comprensión.
Corrí tras ella quien se encontraba en la cocina desempacando las cosas que compró. Tomé su brazo y la hice voltearse.
- Oye… Dije viendo sus ojos de los cuales caían lágrimas. Me sentí en un trance en ese momento e hice lo que debía hacer, la besé para calmarla. Ella me devolvió el beso con intensidad acariciando mi cuerpo, la acaricié de forma intensa envolviendo mis brazos en ella, una cosa fue llevando a la otra y me quité la ropa y también la suya. En ese momento besé todo su cuerpo y abrí sus piernas para luego hacer un contacto más íntimo, finalmente comencé a penetrarla y a acariciarla, ella gemía bajo mi cuerpo y mis embestidas lentas y suaves. El placer fue intenso, aunque no tanto como el de hace un rato con Dom en su garaje, pero me gustaba hacer esto con ella. Luego de un rato acabé y ella llegó a su orgasmo. Cuando todo acabó me sentí raro, como arrepentimiento, Mia siempre me había gustado, pero no podía parar de pensar en Dom, incluso el haber tenido relaciones con ambos la misma noche solo me hizo sentir que a quien necesito más es a él, pero no podía negar que sentía algo especial por Mia. Mi mente estaba muy confusa en ese momento. Nos vestimos y salimos hacia la calle, Dom se encontraba apoyado sobre su auto con sus manos entrelazadas pensando, probablemente en Letty. Mia caminó hacia él y hablaron un poco para luego abrazarse, era una despedida tierna entre hermano y hermana. Dom se subió a su auto y yo al mío, Mia me besó en los labios y me deseo suerte luego de que Dom hiciera rugir su motor partimos a nuestra nueva misión, atrapar a Arturo Braga.

Mientras conducía siguiendo a Dom, miraba el cielo estrellado de Los Ángeles era muy lindo ver las estrellas en una noche despejada. Estaba perdido en mis pensamientos pensando en mis sentimientos, sentía algo diferente por ambos hermanos, jamás creía estar sintiendo algo así, Mia era tan delicada y fuerte a la vez, una chica sumamente atractiva e inteligente y Dom por su parte era tan valiente, audaz, fuerte, protector siempre me hacía sentir protegido, obviamente mis sentimientos hacia el eran más fuertes que lo que sentía por Mia, pero aun así era difícil no confundirse con ambos, sentía algo fuerte por los dos, cada uno tenía lo suyo, pero no sabía qué camino tomar.

Íbamos rumbo a México, Dom tenía planeado encontrarse con Gisele, la chica que trabajaba para Braga, ella nos brindaría información importante de como localizarlo. Estacionamos nuestros autos en un barranco donde se podían ver casas a lo lejos. El lugar era desolado estaba aburrido comencé a  lanzar piedras hacia el barranco.
- Y… ¿te gustó lo que hicimos anoche? Le pregunté a Dom quien estaba serio esperando a la chica. 
- Si… estuvo bien la verdad. Respondió dedicándome una sonrisa.
- Quería que hiciéramos eso desde la primera vez que te volví a ver cuándo estabas torturando a ese chico asiático. Dije riendo pícaramente.
- No paras de ser un goloso y luego me dices que me calle. Agregó burlándose.
- Mientras que ella no aparece podría darte una mama…Dije siendo interrumpido por el ruido de un motor acercándose. La chica había aparecido. Me crucé de brazos mirando a Dom, un poco incómodo ya que él se acercó rápidamente hacia ella. Estaban muy cerca.
- No creí que vendrías. Dijo él.
- Salvaste mi vida y quiero regresarte el favor. Dijo ella muy provocativa para luego sacar un papel de su bolso y dárselo.
- Dom… lo que quieres hacer… es un suicidio. Dijo ella.
- No puedo hacer otra cosa. Dijo el con algo de tristeza.
- Debes haberla amado mucho. Dijo acariciando su pecho con ambas manos en sus pectorales.
- Ve con Dios. Dijo ella para luego besar su mejilla con ganas. Finalmente, la chica se subió a su auto y se marchó del lugar.
- Aquí se acabó mi jurisdicción ¿no? Dije algo molesto, la verdad es que estaba algo celoso.
- Aquí, comienza la mía. Dijo Dom mostrándome el papel que Gisele le había dado.
No dije ninguna palabra luego de ese encuentro y solo me limité a seguir las instrucciones de Dom. La dirección que la chica había dado se refería a que Braga estaría en una iglesia en Juárez, una ciudad de México. Nos organizamos rápidamente para llegar allí a tiempo. Logramos rastrearlo y nos escondimos en aquella iglesia. Braga llegó y le dio un maletín con dinero al padre. El padre le dio una especie de bendición hablando en español, la verdad no entendía nada solo me dediqué a estar con Dom y esperar el momento preciso. Cuando el padre se fue y dejó a Braga arrodillado, indefenso ya que sus guardaespaldas estaban afuera, Dom y yo nos acercamos armados aprovechando la oportunidad.
- No estas perdonado. Dijo Dom apuntándolo con un rifle. Braga se sorprendió y luego de abrir los ojos de la impresión se dispuso a hablar.
- Ustedes quieren arrestarme… ¿aquí mismo? Dijo el tipo mezclando palabras en inglés con español.
- Esa ya no es opción. Agregué.
- Ni pagando sales de esta. Dijo Dom sin soltar su rifle y sin dejar apuntarle.
- Tu y yo hermano… no somos tan diferentes. No eres un héroe.  Agregó Braga. Dom quitó el seguro de su rifle asustando al tipo y dispuesto a disparar a sangre fría.
- Tienes razón. Y por eso te llevarán de regreso a la frontera. Agregó Dom alejándose un poco de Braga mientras que yo lo esposaba.
- Pero Fénix es mío. Agregó seriamente.
- Claro. Dije llevándome a Braga esposado hasta el auto para llevarlo de vuelta a Estados Unidos. Comenzamos a conducir a toda velocidad antes de que los hombres de Braga se percataran de nuestro operativo y nos siguieran para liberarlo.
- Avanzarán… tres kilómetros si tienen suerte. Dijo Braga quien estaba sentado junto a mi esposado y sin poder moverse. Conduje a toda velocidad por las calles hasta doblar en la curva que llevaba a la frontera donde podríamos cruzarlo de vuelta hasta nuestro país.
Era difícil conducir por estos cerros, mas con el tipo burlándose de mi a mi lado.
- ¿Sabes dónde estás? Quieres… ¿Qué te preste mi GPS? Dijo riendo. Lo ignoré y seguí conduciendo rápidamente.
El tipo reía como un loco y era casi insoportable estar junto a él.
- ¿Y tus muchachos que? ¿Nunca van aparecer? Pregunté antes de escuchar los disparos.
- Cuidado con lo que pides. Dijo riendo.
Esquivé la mayoría de los disparos, Dom por su parte hacía lo mismo siguiendo mi paso y aprovechando de quitar autos del camino con furia.
- Solo para. Ya para el auto. Decía el tipo junto a mí. Un balazo atravesó el vidrio trasero y la bala casi cae en él haciendo que maldijera a sus hombres.
- ¡Atrás te van siguiendo! Dijo Dom por radio. Conduje por las curvas del rocoso camino y vi como Dom quitó a la camioneta que me seguía y la echó barranco abajo.
- Dom hacia el túnel. Hay que usar el túnel. Dije por radio.
Conduje en dirección al lugar con Dom detrás de mi siguiéndome el paso. Muchos de los hombres de Braga venían detrás de nosotros, teníamos que cruzar la frontera cuanto antes.

Los autos casi nos estaban alcanzando para derribarnos. Dom disparó a las ruedas de dos de ellos y los sacó de curso, sentí mucho orgullo y esbocé una sonrisa, no esperaba menos de él.
- Tienes que irte Brian. Dijo Dom por radio.
- ¿Seguro que sabes dónde están los túneles? Preguntó Braga algo preocupado.
- Tu sujétate. Esto va a doler. Dije riendo hacia mis adentros, está vez yo seré el burlón. Su cara de preocupación y miedo al acercarme a toda velocidad hacia el cerro rocoso no tenía precio. Atravesé el muro del túnel secreto y entré al lugar conduciendo velozmente, pero no estaba solo, era seguido por Fénix. Conduje por las intersecciones algo nervioso, no conocía el lugar y Braga se estaba burlando de eso. Entre dos caminos escogí el equivocado, pero logré adaptarlo y atravesé el muro para ponerme en el camino correcto. Fénix logró seguirme y se mantuvo detrás de mi tratando de derribarme, luego logró igualarme y condujo a mi lado mirando a Braga.
- ¡¿Qué esperas?! Le gritó Braga a Fénix. Fénix se adelantó para cerrarme el camino. Braga se burló de mí y le di un codazo en la cara, estaba perdiendo la paciencia ya no lo aguantaba más. Logré alcanzarlo y en una maniobra riesgosa logré retomar la delantera. Conduje con prisa por el túnel visualizando la salida. Fénix no se daba por vencido y venía detrás de nosotros a toda velocidad. Finalmente, al llegar hasta la otra entrada fui impactado por su auto en el costado del mío y salimos disparados del lugar hasta chocar con el suelo donde quedé inconsciente. Al despertar comencé a toser y salí de mi auto, el cual estaba volteado, pateé la puerta y salí con dificultad del vehículo recibiendo una patada de Fénix en el cuello que me hizo chocar mi espalda contra el malogrado auto. Fénix había sacado a Braga del auto, este se encontraba herido. Yo me encontraba muy débil debido a los golpes y las heridas que me provocó el choque. Fénix me empujó con su pie haciendo que quede estirado boca arriba y adolorido, el apuntó su arma hacia mí. De pronto un auto emergió del túnel a toda velocidad, Fénix comenzó a dispararle, de inmediato me di cuenta de que era Dom. Cuando Fénix no pudo detenerlo este intentó escaparse, pero le tomé el tobillo impidiendo esto y dejé que Dom lo atropellara impactándolo contra mi malogrado auto que se encontraba volteado y chocado en el suelo. Comencé a quejarme de dolor y Dom de inmediato se acercó hacia mí. Me ayudó a enderezarme poniéndome en una posición donde pudiera descansar.
- Déjame ver eso. Dijo abriendo mi camisa para ver la herida que tenía en el abdomen.
- Tienes que hacer presión ahí. Ah te repondrás. Agregó. Los sonidos de las sirenas no se hicieron esperar, la policía estaba muy cerca.
- Tienes que irte de aquí. Dije con dificultad debido al dolor de mis heridas y golpes.
- Ya no correré más. Dijo él. Sabía lo que significaba esto.
- Tengo… algo que comentarte. Dije.
- ¿Qué? Preguntó.
- Yo sé… que te habría ganado… sino hubieras hecho trampa. Agregué.
- Estas alucinando. Agregó el.
- Por favor no hagas que me ría. Dije con dificultad al hablar debido al dolor de mis heridas, la policía ya estaba aquí.
El me miraba con una sonrisa encantadora, sonara cursi, pero se veía tan lindo.
- ¡Toretto! ¡quieto ahí! Dijo uno de los policías. Dom me miró con una mirada triste, sentí un nudo en mi pecho al verlo así, el levantó sus manos al aire, dos policías se le acercaron para esposarlo y meterlo dentro de una de las patrullas. Uno de los policías se me acercó y bajaron la camilla del helicóptero y me subieron a él. Me marché con un dolor en el pecho que no era por las heridas sino de ver a Dom apresado. En el hospital me hicieron las curaciones debidas y entonces llamé inmediatamente a Mia para informarle lo sucedido, ella llegó al hospital de forma inmediata.
- ¡Brian! ¿estás bien? Preguntó sin esperar respuesta para luego besarme en los labios y acariciar mi rostro.
- Estoy bien. Dom fue arrestado por la policía. Dije con pesar.
- Demonios. Ay Dom… Dijo Mia con rabia y tristeza a la vez.
- Tranquila yo… pediré que lo absuelvan por ayudar en el caso. Sé que dará resultado. Dije con un rayo de esperanza.
- Eso espero, ya pasé por esto una vez y no quiero perder a la única familia que tengo. Agregó con tono devastador.
- Tranquila no dejaré que Dom vaya a prisión, lo juro. Agregué.
- Debes descansar. Te veré luego, te traje algo de comer y beber. Dijo ella.
- Gracias Mia. Dije sonriendo.
Ella me besó en los labios nuevamente y salió del lugar. Pensaba en que estaría pasando con Dom ahora. Me dormí pensando en lo que me dijo el otro día. Que él también me quería y me sentía algo culpable de hacer todo esto, Mia era una gran chica, se preocupaba por mí y yo le estaba pagando ¿Cómo? Metiéndome con su hermano a penas se daba la oportunidad, pero ella misma me dijo una vez que Dom era como la gravedad, todo va hacia él y ese es mi caso.


                                                      UNOS DÍAS MAS TARDE.


Me había recuperado ya de mis heridas, Mia me llevó a su casa, no podía evitar estar un poco nostálgico, recordando cosas de hace cinco años atrás cuando me hice pasar por un joven amante de las carreras, pero en realidad era un policía encubierto. Mia salió a comprar unas cosas que necesitaba para hacer el almuerzo. Aproveché su salida para meterme a la habitación de Dom, la cual estaba desordenada, la cama deshecha, ropa en el suelo, algunas fotos de su padre con autos, a él y Mia de niños, el antiguo grupo, el fallecido Jesse, León y Letty, era tierno ver ese lado tan familiar de él. Me sentía parte de esta familia.
Dom tendría un juicio en unos días, él estaba prófugo desde hace cinco años por los delitos que cometió. Al rato Mia llegó y almorzamos.
                                                 
                                                                     JUICIO


Llegamos temprano con Mia, ella estaba nerviosa, pero yo estaba peor, tenía el estomagó revuelto, no podía comer nada. Presté declaración pidiendo una apelación para que Dom saliera libre por ayudar en el caso Braga, esperaba que eso ayudara en algo y le dieran libertad condicional si teníamos suerte. Nos hicieron entrar a la sala, pude ver a Dom entrar esposado con el traje naranja, fue algo devastador, pero aguanté eso, tenía que ser fuerte por Mia y por él.
- Tomen asiento. De pie señor Toretto. Ya escuché los testimonios y decidí tomar en consideración la apelación de clemencia del agente O’conner en nombre del señor Toretto que sus acciones resultaron en la detención directa del narcotraficante Arturo Braga. Sin embargo, esta judicatura piensa que un acierto no compensa toda una vida de errores por lo tanto me veo obligado a imponer la máxima sentencia contemplada en la ley de California. Dominic Toretto se le condena a pagar un mínimo de 25 años en la prisión de máxima seguridad de Lompoc sin posibilidad de libertad condicional. Se levanta la sesión. Informó el juez.
Sentí un nudo en la garganta, me había levantado para ir a mirar a Dom antes de que fuera llevado a la cárcel. El me miró con una expresión de tristeza, pero de resignación al mismo tiempo. Al momento en que se lo llevaron, me fui con Mia directo a su casa.
- Tenemos que hacer algo, no dejaremos que lo lleven a prisión. Dije para calmarla.
- ¿Qué podemos hacer? Preguntó ella con lágrimas en sus ojos.
- Tenemos que interceptar el autobús donde será trasladado. Dije.
- Y sé quién puede ayudarnos. Agregó ella cambiando su expresión de tristeza a decidida.
- Bien tenemos que organizar todo ahora. Lo moverán dentro de unos días. Dije.
- Llamaré a Rico y Tego ellos nos ayudarán. Dijo ella.
- Perfecto yo haré algo mientras tú te comunicas. Agregué.  

Logré recuperar el Dodge de Dom que fue sacado de los escombros y trabajé en él, lo restauré completamente en los días que quedaban antes de que Dom fuera llevado a Lompoc indefinidamente. Mia me llevaba la comida al taller ya que ni salía de allí, solo quería verlo de nuevo. En la madrugada mientras bebía una cerveza, Corona claro, tomé el collar de Dom, lo apreté con fuerza, lo colgué sobre el espejo retrovisor y miré el auto ya terminado con nostalgia.
- Voy por ti Dom, voy por ti. Dije para mi susurrando.
- ¡Brian! Ven a la cama. Mañana tenemos que hacer desde temprano. Dijo Mia quien estaba vestida con un camisón que le quedaba muy bien y hacia resaltar su figura.
- Ya voy Mia. Dije caminando hacia ella.

Terminamos en la cama otra vez teniendo relaciones para luego dormirnos.


                                                      AL DÍA SIGUIENTE.


Condujimos con Mia hasta el punto de encuentro con los llamados Rico y Tego. Ambos eran latinos, eran bromistas y agradables.
- Brian ellos son Tego y Rico. Son primos lejanos. Dijo ella.
- Hola, chicos bueno Dom necesita nuestra ayuda. Dije.
- Lo sabemos pa. Dijo uno de ellos.
- Bien manos a la obra, el autobús pasará a las 09:30am por la autopista 83, allí es calmado y casi no transitan autos a menos que sea por algo importante, luego de eso sacamos a Dom y nos largamos.
- Me parece correcto. Dijo Mia sonriéndome.
- Bien manos a la obra. Agregué.

Condujimos por la autopista 83 y nos estacionamos en una de las intersecciones, muy bien ocultos y esperamos que el autobús pasara y siguiera su camino por un par de minutos para ver si no era escoltado por patrullas, al darnos cuenta de que no, seguimos nuestro plan conduciendo a toda velocidad. El autobús iba a una velocidad normal. Conduje a un lado de la máquina y la rebasé en velocidad, Mia condujo a mi lado y se dio la vuelta unos metros más adelante para luego conducir de vuelta a toda velocidad con la intención de distraer al conductor y que la evadiera, seguí conduciendo mientras Tego y Rico enviaban al autobús a donde yo estaba y la maquina intentara evadirme, me dio un pequeño golpe en la parte trasera lo que gatilló a hacer que se volteara en medio de la ruta. Todos los presos salieron del autobús incluido Dom.
- Sube Dom. Dije sonriendo.
- Eres un maldito hijo de puta. Dijo el con una sonrisa grande y brillante para luego subirse al Dodge conmigo e irnos rápidamente y sin dejar rastro de ese lugar.

- ¿Creíste que íbamos a dejar que fueras a prisión? Pregunté sonriendo.
- Ahora me espero cualquier cosa de ti Brian. Respondió con otra sonrisa.


Finalmente llegamos hasta México donde nos ocultamos rápidamente donde Rico y Tego. Ellos nos prestaron alojamiento por unos días mientras veíamos donde partiríamos. Tenía dudas de dónde ir, que lugar, donde podríamos estar sin ser apresados.
- Sé dónde debemos ir. Dijo Dom.
- ¿Dónde Dom? Pregunté con curiosidad.
- A Sudamérica. Ustedes váyanse a Brasil, yo los veré allá luego ¿sí? Dijo él.
- ¿No vendrás con nosotros? Preguntó Mia preocupada.
- No por ahora, ya arriesgaron mucho por mí, yo debo hacer algo antes de ir allá, ustedes partirán mañana, antes de que la policía los detecte y no tengan escapatoria. Agregó con seriedad.
- ¿A qué parte de Brasil? Pregunté.
- A Río. Un amigo los recibirá, les dará alojamiento y comida. Yo iré a Ecuador. Partirán mañana así que descansen. Buenas noches. Informó para luego retirarse de la habitación.
Mia me miró con tristeza, ninguno de los dos queríamos ir sin Dom, pero debíamos hacerlo.

Por la mañana tomamos nuestras pocas cosas y partimos rumbo al aeropuerto y tomamos el vuelo con destino a Brasil, Río de Janeiro. Dom ya había partido a su destino, sin siquiera despedirse, Mia estaba abrumada, yo estaba deshecho. El viaje fue largo, pero pudimos pasar sin problemas y llegamos a nuestro destino. Allí rentamos un auto y conduje hasta la dirección dada por Dom, en unas favelas, el sitio era muy marginal, era gente en su mayoría pobre, los cerros eran altísimos y había muchas casas en ellos. Me estacioné con Mia en una de las calles y bajamos del auto algo nerviosos, la gente nos miraba de forma extraña.
- ¿Debe ser aquí no? Dijo Mia. Caminamos hasta una escalera y comenzamos a subirla, muchos tipos armados comenzaron a acercarse, Mia comenzó a apretar mi brazo con nerviosismo hasta que nos detuvimos intimidados por esas personas. De pronto una voz conocida emergió de entre la gente diciendo una frase en portugués.
- Él está conmigo. Dijo Vince. Mia esbozó una gran sonrisa al ver al tipo quien bajó las escaleras sonriendo para luego abrazar a Mia.
- Mia… Dijo el abrazándola con fuerza.
- Vince. Dijo ella.
- Bastardo… Dijo el mirándome, pero lo dijo de forma natural como siempre. Esbocé una sonrisa, las cosas eran mejor ahora.
- Suban. Agregó Vince. Comenzamos a subir las escaleras.
- ¿Dom llegó? Pregunté preocupado.
- No. Respondió el.
- ¿Hace cuánto hablaste con el Vince? Preguntó Mia.
- Er… Hace un par de días dijo que estaba en Ecuador. Respondió.
- ¿Qué se siente? Preguntó el tipo.
- ¿Qué cosa? Pregunté de vuelta.
- Estar del otro lado de un cartel de Se busca. Dijo el de forma inmadura, no ha cambiado nada. Evadí su pregunta y miré a Mia.
- Va a llegar. Dije acariciando su hombro.
- Si. Dijo ella con una mirada de alivio.

Llegamos a la casa de Vince, nos presentó a su pareja y a su hijo. Nos ofreció algo de comer, comimos con muchas ganas, no lo habíamos hecho bien hace días. Luego de eso Mia fue con la novia de Vince y su hijo, ella me miró con el niño en brazos de una manera muy tierna y le sonreí de vuelta. Vince y yo bebíamos unas cervezas.
- ¿Por qué Río Vince? Pregunté con curiosidad.
- Porque gracias a ti todo se fue al diablo en L.A. Terminé recorriendo todo Sudamérica, cayendo cada vez más bajo, hubiera seguido así de no ser por Rosa. De pronto Mia regresó y se sentó a mi lado y Vince cambió de tema repentinamente.
- Escucha, hay un nuevo trabajo, esperaba que Dom estuviera aquí, pero… es un golpe fácil y podemos hacerlo sin él. Es algo sencillo, un par de autos caros, poca resistencia. Un conocido reúne equipo para el trabajo solo necesitamos a unos cuantos más. Dijo Vince.
- No lo sé. Dije mirando a Mia con algo de extrañes.
- Mira cómo se maneja el negocio aquí, los venderemos rápido y aún buen precio, es dinero fácil y por lo que veo… yo diría que ambos les hace falta.

Miré a Mia esperando una respuesta de su parte. Ella asintió con la cabeza.
- Está bien, lo haremos. Dije decidido.

Nos organizamos para el golpe, debíamos subir a un tren donde trasladaban los autos, allí nos ayudaría un equipo para ir sacando los autos del lugar. Estábamos sentados en uno de los vagones del tren, Mia leía una revista, estaba muy concentrada. Me acerqué a ella.
- ¿Qué lees? Pregunté.
- Una guía de viajes. Respondió.
- ¿Si? Tokio, Moscú, ¿Goa? Pregunté mirando las páginas de la revista.
- ¿Sabes que tienes esos lugares en común? Preguntó ella.
- ¿Qué? Respondí.
- No hay extradición. Agregó ella. Le di un beso en los labios.
- Aquí viene. Dijo ella al ver al guardia entrar a nuestro vagón.
Ambos nos pusimos de pie y caminamos en dirección al guardia pude ver a dos agentes del FBI sentados en uno de los asientos. Mia chocó accidentalmente con él guardia y lo distrajo mientras yo robaba su tarjeta de acceso. Seguimos nuestro camino hacia la bodega de carga. Le di a Mia la tarjeta para que ella abriera la compuerta y entramos a la bodega para ver los autos.
- Los encontramos. Si en el segundo antes del final. Di aviso por el celular. Rompí el vidrio que contenía las llaves de los autos, miré con extrañez.
- ¿Qué? ¿Qué ocurre? Preguntó Mia con nerviosismo.
- Etiquetas de la DEA, son autos embargados. Dije con extrañez.

Quitamos las fundas de los autos y las cadenas. Un destello de luz en uno de los lados del tren comenzó a dejarse ver, iba creciendo dibujándose en una línea, eran ellos. Dejaron caer la lata y entonces apareció el. No lo veía hace semanas. Dom estaba aquí. Mia corrió a abrazarlo.

- Que bueno que estas bien. Dijo Mia abrazándolo.
- Miren quien apareció. Dijo Vince.

Me quedé mirándolo con mucha ilusión, sentía mi corazón latir de forma rápida y ansiosa. Quería verlo, tenía muchas ganas de estar con junto a él otra vez. Había olvidado incluso a Mia en solo dos segundos de verlo a él. 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

Bien ya finalizamos la trama de la 4ta pelicula y hemos pasado directamente a la trama de FAST 5 donde nuestros personajes están en Río de Janeiro. Espero que disfruten el capitulo y recuerden que cada critica es resivida de la mejor forma siempre y cuando sea para ayudar a mejorar. Gracias a todo prometo actualizar pronto. 


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