Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos. Muchos se preguntarán porque dejé de actualizar, bueno les explico: Tuve muchos asuntos personales. Además me vino una falta de inspiración terrible para seguir la historia. Pero bien estoy de vuelta y listo para seguir esta historia de amor y velocidad. 
Les traigo el nuevo capitulo después de hace muuuuucho tiempo. Disfruentlo. 

                                     UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE
                                  CAPITULO 13: ALGO INESPERADO



Aquí comienza la mía. Comenté con convicción.

Las direcciones que me dio Gisele estaban bastante específicas, Braga pasaría por una iglesia de Juárez para hacer un generoso donativo al padre, allí lo atraparíamos.
Conduje con mucha audacia, Brian me seguía el paso, el chico era muy agradable a pesar de todas las cosas malas que ocurrieron en el pasado, era tierno y se preocupaba por mí, por Mia y por las situaciones serias que nos envolvían.

Logramos localizar la iglesia y rápidamente persuadí a Brian de escondernos en la parte de atrás de esta y esperar. Luego de que Braga le diera el donativo al Padre y este lo dejara rezando, vulnerable, sin hombres que cuidaran su espalda, totalmente solo, salimos y lo apuntamos.
- No estas perdonado. Dije con el rifle en las manos apuntando directamente a su cabeza con mucho enfado.
- Ustedes quieren arrestarme… ¿aquí mismo? Preguntó mezclando el inglés con el español.
- Esa ya no es opción. Comentó Brian con su arma en mano.
- Ni pagando sales de esta. Agregué aferrándome a mi rifle y sin dejar apuntarle a su cabeza.
- Tu y yo hermano… no somos tan diferentes. No eres un héroe.  Intervino Braga con un tono bastante altanero. Quité el seguro del rifle haciéndolo sobresaltarse, estaba bastante furioso y acaricié el gatillo dispuesto a dispararle en la cabeza, pero eso no le haría pagar lo que me hizo y lo que le ha hecho a otros.
- Tienes razón. Y por eso te llevarán de regreso a la frontera. Le informé para luego alejarme un poco de él permitiendo que O’conner lo esposar y se llevara.
- Pero Fénix es mío. Advertí con firmeza mirando al chico rubio a los ojos.
- Seguro. Agregó el ojiazul terminando de esposar al criminal para luego llevarlo al auto. Me metí al mío y comenzamos a conducir rápidamente en dirección a la frontera, Brian llevaba la delantera con Braga en su poder mientras yo me limitaba a seguirlos vigilando las rutas, era obvio que sus hombres no se darían por vencidos. Condujimos saliendo de la ciudad, entrando al desierto. No pasó mucho hasta que los imbéciles de Braga salieron de todas partes disparándonos e intentando embestirnos, eran muchos autos. Logré embestir a algunos y mantenerme en ruta siguiendo a Brian, el cual era perseguido con más cautela siendo el blanco de los disparos.
- Atrás te van siguiendo. Reporté por radio a O’conner.
Con furia choqué a una camioneta sacándola del camino retomando la ruta siguiendo al rubio.
- Dom hacia el túnel. Hay que usar el túnel. Reportó el ojiazul por radio.

Estábamos conduciendo a campo abierto con muchos de los hombres de Braga atrás de nosotros. Uno de ellos se adelantó intentando embestir a Brian. Rompí el vidrio de la ventanilla con mi codo sacando el rifle, disparando contra las ruedas de aquel auto logrando sacarlo de circulación. Hice lo mismo con algunos otros más.
- ¡Tienes que irte Brian! Le advertí por la radio.
Brian logró ingresar a los túneles y Fénix le siguió el paso. Conduje a toda velocidad para entrar a estos también. Cuando finalmente lo logré atraje a todos los idiotas conmigo a los pasadizos. Sentí los estallidos de las balas en mi ventana, salpicando vidrios por todos lados. Hice un movimiento rápido haciendo que el tirador chocara y continúe mi camino con destino a la salida. Brian me preocupaba mucho, no quería que le pasara nada. Uno de los idiotas me sacó de mis pensamientos embistiéndome por atrás, otros más se unieron y me acorralaron en uno de los caminos sin salida, estaba a punto de estrellarme con unos tanques y en una maniobra casi suicida, salté a uno de los autos de los idiotas en movimiento y lo arrojé fuera de este poniéndome en curso. Mientras vi como mi auto estalló al chocar con los tanques. Los túneles comenzaron a colapsar y conduje a prisa, pero la salida fue cubierta por una capa de tierra.
- No me quedaré enterrado en este lugar. Dije para mí mismo.
Conduje a toda velocidad hasta donde se encontraba la salida del túnel y barrí con el muro de tierra saliendo del lugar, pude divisar que Brian estaba en peligro y sin dudarlo me dirigí directo a Fénix. Intentó esquivarme, pero Brian lo atrapó del tobillo y lo estampé contra el auto volteado. Ahí quedó el jefecito.
- Marica. Dije burlándome de él.
Salí rápidamente del auto para ayudar a Brian quien estaba herido quejándose en el suelo. Lo enderecé recostándolo en el auto.
- Déjame ver eso. Dije revisando su herida, estaba sangrando.
- Tienes que hacer presión ahí. Ah te repondrás. Agregué.
El ensordecedor sonido de sirenas y helicópteros se hacían presente acercándose a cada segundo. Sabía lo que tenía que hacer.
- Tienes que irte de aquí. Dijo quejándose.
- Ya no correré más. Le informé mirando a los ojos al rubio.
- Tengo… algo que comentarte. Se apresuró a decir con algunos gemidos de dolor entre frases.
- ¿Qué? Pregunté.
- Yo sé… que te habría ganado… sino hubieras hecho trampa. Comentó con su respiración acelerada.
- Estas alucinando. Le contradecí.
- Por favor no hagas que me ría. Comentó el de ojos azules riéndose con dificultad debido a sus heridas.
- ¡Toretto! ¡quieto ahí! Dijo uno de los agentes. Me puse de pie con las manos arriba mientras fui esposado y escoltado a una de las patrullas, Brian me miraba con una expresión de tristeza. Él fue llevado en helicóptero mientras yo fui llevado hasta la penitenciaría. Allí me tomaron fotos, revisaron mis antecedentes y tomaron mis huellas digitales, puse el dedo en tantas cosas que se me durmió y era molesto. Me llevaron hasta una celda donde me quedé pensando en muchas cosas. En como perdí a Letty, mi acercamiento con Brian, yo jamás he sido marica, pero ese chico tenía algo que me hacía débil, siempre caía con él, he hecho cosas con el que nunca pensé que haría y Mia… Ella estaba enamorada de Brian, eso se notaba porque la conocía, lo que le estábamos haciendo era horrible, por eso decidí entregarme, ya no tendría que vivir con la culpa de estarme follando a su novio y ella podría ser feliz con él.

                                        
                                         DÍAS DESPUÉS.


Me encontraba haciendo ejercicio, no tenía ánimos de comer, de nada solo quería dejar de pensar en cosas, culpa, pecados cometidos, en mi familia, mi vida hecha un desastre.
- ¡Toretto! Tienes la audiencia en 1 hora. Prepárate. Informó uno de los guardias. Solo pude asentir, no estaba de ánimos para nada. El tiempo pasó muy lento, escuché la celda abrirse y el guardia entró esposándome de los pies y de las manos para luego empujarme con otros dos hasta la salida y llevarme en la patrulla. Al llegar pude ver a Mia totalmente destrozada, Brian no se quedaba atrás, pero estaba siendo fuerte por ella. Ingresé a la sala donde me hicieron tomar asiento, mi abogado estaba presente y dio las causas para mi defensa mientras que el otro me ponía como la peor escoria en la vida.
- Tomen asiento. De pie señor Toretto. Ya escuché los testimonios y decidí tomar en consideración la apelación de clemencia del agente O’conner en nombre del señor Toretto, que sus acciones resultaron en la detención directa del narcotraficante, Arturo Braga. Sin embargo, esta judicatura piensa que un acierto no compensa toda una vida de errores por lo tanto me veo obligado a imponer la máxima sentencia contemplada en la ley de California. Dominic Toretto se le condena a pagar un mínimo de 25 años en la prisión de máxima seguridad de Lompoc sin posibilidad de libertad condicional. Se levanta la sesión. Informó el juez.
Era lo que esperaba de todos modos las cosas son como son, necesitaba esto. Necesitaba olvidarme de todo. Mia me miraba con mucha tristeza, Brian no estaba supongo que se había ido indignado por no poder ayudar.
- Señor Toretto será transportado a la prisión de máxima seguridad de Lompoc mañana por la mañana. Todos sus artículos personales serán confiscados y serán de vueltos el día que cumpla su condena. Informó el fiscal para luego ser llevado a la celda.

Estuve toda la noche pensando, no había nada que hacer, estaba hecho.
- ¡Toretto! Tienes traslado. Dijo el guardia. Me encadenó nuevamente y me llevó junto con otros presos al autobús. Me senté y solo pude pensar en mi nueva vida, Lompoc era horrible, estuve preso ahí dos años por casi matar a golpes al asesino de mi padre, fue la peor experiencia de mi vida, juré que moriría antes de volver a ese lugar, pero supongo que las cosas cambian.
Llevaba ya una hora y media de viaje en carretera cuando unos sonidos de motores se hacían presente ¿estaba alucinando? Es lo más probable. Los sonidos ya eran más fuertes a cada segundo, no, no estaba alucinando. Una sonrisa se esbozó en mis labios.
- Sabía que mi familia no me daría la espalda. Dije para mis adentros. Reconocía el motor, era mi Dodge Charger. Seguramente Brian lo terminó de reparar.
Luego de un par de maniobras el autobús se volcó, el golpe no dolió mucho, pero hubo varios heridos, aunque felices por poder escapar. Salí junto con la mayoría de los presos. Pude divisar a Brian estacionado en la carretera.
- Sube Dom. Dijo con ansias.
- Eres un maldito hijo de puta. Dije sonriendo ampliamente debido a la emoción de poder escapar para luego subir al auto con él.
- ¿Creíste que íbamos a dejar que fueras a prisión? Preguntó con una sonrisa muy… brillante, linda en realidad.
- Ahora me espero cualquier cosa de ti Brian. Respondí con una sonrisa acodándome en el asiento. O’conner condujo a toda velocidad mientras el resto de la banda nos seguía, eran Mia, Tego y rico.
_______________________________________________

Luego de un par de horas estábamos en México, Tego y Rico nos consiguieron un lugar para refugiarnos. A estas alturas toda la policía nos estaba buscando. Todos estaban pensando que hacer o donde ir, yo ya tenía pensado y planeado algo solo necesitaba hacer unas llamadas.
- Sé dónde debemos ir. Informé.
- ¿Dónde Dom? Preguntó Brian.
- A Sudamérica. Ustedes váyanse a Brasil, yo los veré allá luego ¿sí? Comenté con seguridad.
- ¿No vendrás con nosotros? Preguntó Mia preocupada.
- No por ahora, ya arriesgaron mucho por mí, yo debo hacer algo antes de ir allá, ustedes partirán mañana, antes de que la policía los detecte y no tengan escapatoria. Agregué.
- ¿A qué parte de Brasil? Cuestionó el rubio.
- A Río. Un viejo amigo los recibirá, les dará alojamiento y comida. Yo iré a Ecuador. Partirán mañana así que descansen. Buenas noches. Les informé para luego irme a mi dormitorio. Hice un par de llamadas, conseguí los boletos para Brian y Mia e hice unas negociaciones para irme a Ecuador cuanto antes, para no estar sin dinero.
En la mañana Brian y Mia ya se habían ido, yo debía llamar a un viejo amigo, quien los debía recibir así que tomé mi celular e hice la llamada.
- Hola ¿Vince? Pregunté.
- ¿Dom? ¿eres tú? Preguntó el hombre desde el otro lado de la línea.
- Si viejo soy yo. Oye… hemos tenido problemas aquí, Mia y Brian van hacia Rio, necesito que los recibas en tu casa unos días mientras yo hago unos negocios en Ecuador. Informé.
- Dom… ¿Por qué tengo que recibirlo a el? Preguntó con un tono seco.
- Vamos Vince… ¿no sigues con rencores después de tanto o sí? Cuestioné.
- Está bien Dom, solo lo haré por ti y por Mia. Aceptó a regañadientes.
- De acuerdo. Te veré en unos días. Dije colgando la llamada.

                              
                                   UNOS DÍAS DESPUÉS.


Me encontraba en Ecuador haciendo unos negocios con personas que conocí hace unos años cuando hui del país. Hice un poco de dinero corriendo y me aseguré de tener todo en orden para irme a Rio junto con Mia y Brian. Los días eran mejores ahora, aunque huir no me gustaba, estaba ya bastante acostumbrado a hacerlo.
- Dom está todo listo para que viajes. Dijo Héctor quien me estaba alojando en su casa por esos días.
- Gracias hermano. Le dije esbozando una sonrisa y entonces salí del lugar despidiéndome de el con un abrazo y de su familia. Les dejé algo de dinero por las molestias y me subí al auto con dirección a la avioneta que me llevaría a Brasil. El viaje fue de unas horas y al llegar me puse en contacto inmediato con Vince. Él me informó de una especie de trabajo que había conseguido en el cual introdujo a Mia y Brian, algo me daba mala espina de todo esto. Me reuní con mi viejo amigo e inmediatamente nos fuimos en dirección a las vías del tren, el cual llevaba un cargamento de autos costosos, el plan era robarlos y venderlos a buen precio o eso creía…

Mediante un gran jeep con una gran plataforma nos desplazamos hasta el lugar para poder alcanzar el tren y nos alineamos junto a él manteniendo una velocidad constante. Comenzaron el corte del acero con una especie de soplete quitando el trozo y lanzándolo por el camino. Al mirar en el interior pude ver a Mia y Brian, ella se lanzó a mi con mucha preocupación.
- Miren quien apareció. Comentó Vince refiriéndose a mí.
- Qué bueno que estas bien. Dijo abrazándome con fuerza.
- Te dije que no hicieras nada ilegal. Le recalqué al rubio quien me miraba nostálgico.
- Es que ya no tenía fondos… y tomé la decisión. Me informó el de ojos azules.
- ¡Oigan cállense! Solo tenemos dos minutos. Gritó uno de los hombres que estaba trabajando con Vince. De inmediato me molesté por la actitud del idiota, algo olía muy mal aquí.
- Adelante Vince. Dije con un tono seco.
Vince mostró el método de escape en auto y enseguida se apresuró el idiota que gritó hace unos instantes.
- Primero las damas. Dije deteniéndolo con mi mano en su pecho. Mia se apresuró a subirse al auto, pero otro de los tipos se puso agresivo a lo que Brian lo enfrentó. Mia dijo algo en portugués y se subió al auto para repetir la acción de escape mostrada por Vince. Los tipos se secreteaban entre ellos. Me acerqué a mi hermana.
- Oye cambio de planes. Espera mi llamada. Le informé a Mia secretamente.
- ¡Listo! Grité.
Mia hizo el método de escape conduciendo por el camino para luego girar en dirección contraria a la ruta del tren.
- ¡¿Qué está haciendo?! Gritó el idiota.
- ¡¿A dónde va?! Insistió apuntándome con su arma.
- ¡Oye! Grité dándole un manotazo en la mano haciendo que su arma se disparara en el techo del tren sacando algunas chispas. Luego lo golpee tirándolo al suelo mientras Brian hacia lo mismo con el otro. Antes de que los tipos escaparan, ayudé a Brian deteniendo al otro idiota con quien se peleaba mientras el saltaba y escapaba en el jeep con el resto de los idiotas. El rubio estaba colgando de la plataforma del jeep mientras este se iba a toda velocidad. Con todo lo que estaba pasando los federales ya se habían dado cuenta de lo que ocurría y de seguro todos los pasajeros.

Los idiotas me atacaron, uno de ellos con una palanca, lo golpeé y al otro lo lancé fuera del tren. Seguí luchando con el que quedaba. A pesar de ser más pequeño que yo tenía resistencia el idiota. Luego de darle unos buenos golpes más en su rostro un gran estruendo nos sacudió en el vagón, era el jeep el cual había chocado directo donde estábamos. En ese momento de distracción el idiota huyó y una pequeña explosión se desató en el vagón.       
- ¿Qué rayos pasaba? Pregunté para mis adentros.

Me asomé a ver qué ocurría afuera y vi a Brian colgando de lo que quedaba del jeep estrellado en el vagón.
- ¡Puente! ¡Hay un puente! Gritaba mientras colgaba y me miraba.
Rápidamente me subí al último auto que quedaba, los agentes se apersonaron.
- ¡Quieto! Dijeron apuntándome. Pero el idiota que supuestamente había escapado solo estaba escondido y armado disparó contra los agentes. Me apuntó disparándome, pero logré evadirlo saltando del tren. Brian estaba en peligro debía salvarlo rápido. Conduje a toda velocidad junto al tren intentando ponerme cerca del rubio antes de que el tren cruzara el puente. Me acerqué lo suficiente y Brian logró saltar sobre el auto justo a tiempo antes del impacto con este, donde el jeep explotó.

Pero eso no era todo, un gran acantilado nos esperaba a solo unos metros, la buena suerte es que había agua abajo. Debido a eso no reduje la velocidad y solo saltamos al precipicio. La caída era grande. Mientras caíamos salté del auto cayendo con O’conner impactando directo en el agua. Emergí rápidamente, estaba bastante molesto por la situación, sabía que algo malo había en todo esto.
- Tenías que hacer algo ¿no? Gran decisión O’conner. Gran decisión. Dije sarcásticamente mientras me mantenía a flote. Él no decía nada, sabía que había estado mal.
Aunque nuestros problemas no terminaban allí. Unos autos con más idiotas y armas llegaron donde estábamos. Esto no era nada bueno.

                                          HORAS DESPUÉS


Estábamos suspendidos de las manos uno al lado del otro. No había nada que hacer ahora. Estábamos atrapados. Las puertas se abrieron dejando entrar a unos hombres.
- Ustedes dos causaron muchos problemas por allá. Tres de mis hombres muertos. Tres agentes de la DEA con ellos. Claro que son negocios. Y a veces, las cosas salen mal. Lo único que me importa es el auto. Díganme dónde está y los dejaré ir. Informó el hombre de traje elegante que resaltaba del resto.
- El plástico en el suelo dice que mientes. Se apresuró a decir Brian.
- No tengo idea de cómo trabajan… en otras partes del mundo, pero aquí en Río intento que los involucrados sepan a lo que se enfrentan. Agregó aquel hombre.
- Que curioso. Yo te digo lo mismo. Comenté a modo amenazante.
- ¿Sabes? Dicen… que tu hermana es muy hermosa. Donde quiera que se esconda, yo la voy a hallar. Amenazó con un tono de burla.

Estaba realmente furioso y sé que Brian también ya que pareció ponerse más ansioso cuando el tipo nombró a mi hermana. Los tipos se retiraron, pero yo tenía un plan. Con mucha fuerza rompí el soporte de las cadenas y me liberé golpeando a uno de los tipos armados, dejando que Brian se encargara de él para luego hacer lo mismo con el otro y así finalmente escapar.

No quería hablar mucho con Brian, la verdad estaba tratando de alejarme, no quería que mi hermana sufriera por mi culpa. Llegamos al refugió donde Mia debía estar.
- ¡¿Mia?! Preguntó Brian. El corrió al verla y se abrazaron un momento. Me asomé y ella corrió a abrazarme a mí también.
- Eso es… eres toda una Toretto. La felicité al verla con un trozo de fierro en las manos para defenderse.
- ¿Dónde está Vince? Preguntó ella.
- Buena pregunta. Agregó el rubio.
- Ya vendrá. Dije sin preocuparme.
- Estamos en las noticias. Nos están culpando por la muerte de los agentes de la DEA. Comentó Mia con preocupación.
- Ahora encabezamos la lista de los más buscados. Tienen que mostrarle al mundo que son intocables. Enviarán a los mejores hay que largarnos. Agregó O’conner asustado.
- Lo único de lo que estamos seguros… es que querían este auto. Dije rodeando el vehículo.
- Algo debe ocultar. Se apresuró a decir el rubio.
- Si averiguamos lo que es. Sabemos que enfrentamos. Concluí.

Comenzamos a trabajar los tres en el auto, investigando que cosas podíamos hallar, a veces Brian se me quedaba mirando, podía sentir su vibra con mucha facilidad, pero siempre lo hacía cuando Mia estaba distraída. Ellos coqueteaban de vez en cuando. Una parte de mi quería sentir celos, pero la otra solo quería dejar las cosas así. Todo era bastante incómodo.
- No puede ser. ¡Qué desastre! Dijo Vince quien venía entrando por la puerta como si lo que pasó fuera natural.
- ¿Dónde estabas? Cuestionó el rubio.
- JA JA JA más vale que cuides tu tono. Se apresuró a decir Vince con burla.
- Más vale que respondas la pregunta. Respondió el rubio a la defensiva y poniéndose de pie listo para pelear.
- ¡Ya basta! Hablo enserio. Interrumpió Mia intentado calmar al rubio poniendo frente a él.
- ¿Dónde estabas, Vince? Pregunté con inquietud.
- Mucha gente en las favelas te está buscando. No podía salir de ahí sin traerlos directo a ti. Tuve que esperar. Informó rodeándome.
- No salgas con eso. ¡Este era tu trabajo! ¡era tu gente! Gritó Brian furioso intentando atacar a Vince.
- ¡Ya basta, O’conner! ¡Si dice que no lo hizo! ¡no lo hizo! Ve a calmarte. Le grité con voz ronca y bastante exaltado ya estaba harto de estupideces de niños de primaria.
Brian se fue bastante molesto, estaba rojo. Miré a Vince y continuamos todos más relajados pasando el momento de tensión.

Mia se fue con Brian y Vince se fue a descansar. Me quise quedar un rato investigando otras partes del auto, pero estaba algo cansado así que me senté en el rincón a oscuras un rato para pensar en que hacer, como poder salir de esta. Al rato escuché unos pasos, por la figura distinguí que era Vince quien se acercó a las partes del motor que había dejado sobre la mesa de enfrente. Metió sus manos y sacó un pequeño aparato del radiador.
- Casi desearía no haber visto eso. Casi, Vince. Dije acercándome a él con mucha furia, ahora entendía todo.
- Espera Dom. Dijo alarmado alzando sus manos.
- Mia estaba en ese tren. ¡Mi hermana! Exclamé con furia tomándolo de su camiseta para estamparlo contra la pared.
- ¡No lo sabía! Te lo juro. No haría nada para hacerle daño. Se defendió.
- ¡Tú lo planeaste todo! Insistí empujándolo otra vez.
- Creí que el trabajo eran los autos. Yo no lo sabía. Lo único que quieren es el chip. Se excusó.
- ¡Idiota! Grité golpeando mis manos en la pared alrededor de él haciendo que se sobresaltara.
- No tenías que mentir. Agregué.
- ¿Qué ocurre aquí afuera? Interrumpió Mia entrando al taller.
- Nada. Respondí caminando hacia ella.
- Por favor, Dom. Solo déjame tomar el chip y yo se los llevaré. Se lo darán a Reyes y todo quedará claro. Insistió con voz relajada.
- Lárgate. Le dije intentando contenerme.
- ¿Qué? Insistió.
- ¡Largo! Grité con furia.
- Jamás quieres escucharme. Ni cuando te dije que él era policía. Ni ahora. Jamás confías en mí. Y míranos ahora. Mira nuestra familia. ¡No regresaré a casa jamás! ¡Tu hermana está condenada a esta vida! ¿Dónde está Letty, Dom? ¿Dónde está Letty? Se expresó con furia y tristeza para luego marcharse.

Sus palabras de verdad dolieron, todo esto era una verdadera mierda. Estábamos condenados, tenía razón. La noche pasó extraña realmente sin ganas de nada. Por la mañana analizamos el chip, Brian lo activó revisando el historial.
- Vamos a ver. Destinos anteriores.
- Miren eso, el mismo edificio y el mismo destino cada semana. Informó el rubio.
- Un itinerario de entregas. Agregué.
- ¿Qué es esto? ¿drogas? Preguntó Mia.
- No. Tienen que ser billetes. La mayoría de los capos pesan billetes para no tener que contarlos. Aquí hay 49 kilos eso es un millón en billetes de 20. Informó O’conner.
- ¿Cada uno de esos cargamentos vale 10 millos de dólares? Preguntó ella.
- Si. Afirmó el rubio.
- ¿Cuánto será eso? ¿más de 10 millones repartidos en casas? Cuestionó el de ojos azules.
- Y así lo mantiene oculto. Afirmé pensativo.
- Ahora entiendo que Reyes lo quiera de vuelta, toda su información de su operación está detallada en este chip. Agregó el ex policía.
Unos extraños ruidos se hicieron presente. Interrumpiendo nuestra conversación.
- Mierda. Brian llévate a Mia lejos de aquí. Le dije asustado. Ellos huyeron por el muro. Mientras yo me quedé esperando a que entrarán. Eran muchos y estaban armados así que me lancé por una ventana cayendo hasta los techos. Comencé a saltar de techo en techo cuidando no caer. Las balas me estaban casi rosando. Seguí corriendo y salté a otro de los techos cuando oí detrás de mí una ventana romperse, un tipo musculoso, un poco más que yo me estaba siguiendo, lo miré con desprecio y continué mi huida. Ahora Reyes no era el único del que debía cuidarme. Salté de los techos llegando a las escaleras donde me topé con dos idiotas armados, logré evadirlos y continué corriendo por los angostos callejones de las favelas hasta llegar a una esquina donde fui apuntado por una oficial.
- ¡Policía! Al suelo. Dijo ella apuntándome directo al rostro. Era rubia de ojos azules verdosos. Bastante linda, a decir verdad, pero no era el momento de fijarme en ella.
- Tengo a Toretto. Cuatro manzanas al norte. Alcanzó a decir ella. Cuando oí voces detrás de mi escuchando las armas. Me lancé sobre ella cubriéndonos a ambos de las balas.
- ¡Paren! ¡Policía! Gritaba ella entre el festín de balas que intentaban alcanzarnos.
- Ya saben quién eres. Dije con mi rostro muy cerca del suyo.
Cuando los hombres de Reyes se disponían a disparar otra vez, varios policías que salieron de los techos comenzaron a abrir fuego sobre ellos. Aproveche ese momento para seguir huyendo logrando encontrarme con Mia y Brian donde pudimos salir por unas desembocaduras de agua al pie de las favelas.
- Ahora nos buscarán a los tres juntos. Hay que separarnos, Brian. Tú y Mia huyan al sur. Yo los desviaré.
- No. Se quejó Mia.
- Dom tiene razón. A la siguiente no escaparemos así que tenemos que separarnos. Agregó O’conner.

- Estoy embarazada. 

Notas finales:

No me odien por la relación de BrianxMia ya que esto debe tener un poco de drama y Mia será fundamental al igual que la llegada de Elena. Ellas harán que nuestros chicos se quieran ver con mas ganas y bueno reencontrarse. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).