Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos disculpen la tardanza, pero he estado ocupado con exámenes y todo eso. Les traigo el nuevo capitulo y mas largo en conpensación por no actualizar antes. Que lo disfruten. 

                                           UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE
                                          CAPITULO 15: EL PLAN PARTE 1



- Estoy embarazada. Dijo Mia.

Sentí eso como un golpe al estómago, me quitó el aire. La culpa llegó a mí. Mi hermana iba a tener un hijo, iba a ser tío. Si hubiera escuchado eso en otras circunstancias me hubiera alegrado con una intensidad indescriptible, pero sería tío, Brian sería el padre de ese niño o niña, el novio de mi hermana y era alguien con quien me estaba acostando desde que lo conocí.

- Un día perdí a mi familia. No quiero que vuelva a suceder. Agregó mi hermana con mucha emoción. Brian parecía estar sorprendido su expresión era luminosa.
- ¿Es una broma? Preguntó el rubio.
-No. Respondió Mia. Ambos se besaron celebrando el acontecimiento.
- No voy a ningún lado ¿me oíste? Dijo O’conner.
Yo aún no cabía dentro de mí con la noticia. Era algo muy lindo, pero a la vez incómodo y tal vez hasta doloroso.
- Acaso ¿esto me duele?… Dije para mí mismo.
- ¿Dom? promete que seguiremos juntos. Dijo ella interrumpiendo mi trance. 
- Lo prometo. Dije acercándome a ambos y abrazándolos, compartiendo un abrazo los tres, las cosas iban a cambiar.
- La familia está aumentando. Dije envolviendo a ambos con mis brazos, pero aún con mi mente totalmente perdida en mis pensamientos.

                                            
                                                             MAS TARDE


Tomé mi celular y llamé a un amigo de Rio, el cual nos dio un lugar donde poder pasar la noche seguros por ahora. Mia en su estado no debía correr de un lado a otro, es mi hermana menor y cuando perdimos a nuestros padres me hice la promesa de cuidarla con mi vida si fuese necesario. Una vez entregada la ubicación nos dirigimos al lugar bastante cansados luego de aquella persecución. Era una casa bastante cálida y acogedora. Brian recostó a Mia en uno de los sillones y la tapó con una frazada, ella quedó profundamente dormida debido al cansancio de los últimos días. Tomé una cerveza y me fui hasta el balcón bebiendo un sorbo de esta, pensando en muchas de las cosas que debía hacer, el apoyo económico, mi hermana embarazada y para colmo mi situación con Brian…

La noche estaba tranquila, cálida, con un toque de viento fresco, a decir verdad, muy genial. La vista era increíble, el clima, todo. Sino fuera por lo de ser fugitivos tomaría este lugar como unas buenas vacaciones. Brian luego de darle un vistazo a Mia se acercó a mí y se sentó en el balcón mirándome con una cerveza en su mano. El me miraba con esa mirada suya, esa mirada con aquella vibra especial muy propia de él.
- Dom ¿Qué recuerdas sobre tu padre? Preguntó el rubio rompiendo el silencio.
- Mi padre. El hacía… hacia parrilladas los domingos después de la iglesia. Para la gente del barrio. Sino ibas a la iglesia no había parrillada. Todo el día estaba en el taller y después cada noche, en la mesa de la cocina, con Mia, ayudándola con su tarea. Y cuando ella se dormía él se quedaba ahí un par de horas estudiando el siguiente capítulo… para ayudarla. Recuerdo todo sobre mi padre. Todo. Relaté con una sonrisa, recordando lo buen hombre que era mi padre y lo mucho que nos enseñó a mi hermana y a mí.

- Ese es el asunto. Yo no recuerdo nada de mi padre. No lo recuerdo gritando. Sonriendo tampoco. Para ser honesto no puedo ni recordar cómo era. No tengo memoria solo… no estuvo ahí. Confesó O’conner con algo de tristeza.
- Tu no serás un padre así, Brian. Dije el mirándolo a los ojos para luego mirar a mi hermana quien estaba profundamente dormida.
- Ya no quiero huir, Dom. Tenemos que salirnos. Salir ahora. Reportó con un tono de preocupación.
- Tienes razón. Dije sacando el chip de mi bolsillo.
-Esto es lo que hay que hacer. Usaremos esto. Un último trabajo. Tomaremos todo el dinero de Reyes. Hasta el último centavo. Y desapareceremos. Para siempre. Informé poniendo el chip sobre la pequeña mesa en el balcón.
- Nuevos pasaportes. Nuevas vidas. No tendremos que seguir huyendo. Comparemos la libertad. Agregó el rubio uniéndose al plan.
- Exacto. Respondí mirándolo. 
- Entiendes que quieres enfrentar al hombre más poderoso en todo Río. ¿No? Advirtió O’conner.
- Si lo sé. Dije sin miedo.
- Hace falta un equipo. Expresó el ojiazul.
- Tienes razón O’conner. Sumé a su idea de conseguir más personas para el trabajo.
- Er… cambiando de tema quisiera hablar de otra cosa. Comentó el rubio con algo de nerviosismo en sus palabras.
- ¿Sobre qué? Pregunté con seriedad, parecía algo serio.
- Ya sabes, Dom. Sobre lo que hacemos cuando estamos solos… Expresó con nerviosismo. Aquello que hemos estado haciendo desde que nos conocimos.
- Eso no debe importar ahora, Brian. Mia está esperando un hijo tuyo. Debes concentrarte en formar tu familia. Dije con severidad, debía hacerlo.
- ¡¿Qué?! Dom de verdad tu… me interesas mucho, creo que lo sabes y no sé qué hacer con esto. Confesó el ex policía con un poco de temblor en su voz. 
- Brian, te repito. Vas a ser padre. Debes concentrar… No alcancé a terminar la frase ya que su tono de voz se elevó un poco.
- ¡Dom! no puedo. ¿Qué no entiendes? Me gustas y mucho eso es lo que pasa. Expresó poniéndose de pie y aplastando sus labios contra los míos con ansias y furia. Lo separé un poco y ambos compartimos una mirada profunda, yo estaba con ganas de volver a besarlo, su mirada era de ansiedad y deseo. Me lancé a devolver el beso y lo estrellé contra la pared. Ni siquiera me importó el que Mia estuviera durmiendo. Sentí el fuerte y ganoso agarre de su en mi bulto, el apretaba con fuerza. Su mano era ansiosa y apretaba como su mi bulto fuera una bomba a punto de estallar.
- Quiero chupártela… Confesó el rubio entre besos.
- Pero Mia está…. Durmiendo, Brian no podemos hacerlo aquí la gente nos vería. Dije jadeando debido a su agarre y besos.
- Vamos al cuarto y lo cerramos con llave, ella duerme. Comentó sobando mi paquete con más intensidad.
- Está bien vamos… Respondí accediendo a su plan. La verdad necesitaba un poco de acción luego de tanto estrés. 

 Ambos entramos a la casa cuidando no hacer ruido para no despertar a mi hermana. Ella estaba totalmente dormida, la conocía bien como para saber que su sueño es pesado. Mi cuarto quedaba al fondo del pasillo, entramos a él y Brian cerró rápidamente la puerta con seguro. Mi cuarto estaba oscuro a penas iluminado con la luz de las calles. Brian se lanzó a besarme con fuerza, introdujo su lengua dentro de mi boca girándola con desesperación. Seguí el juego de besos excitándome a cada segundo, bajé mis manos hasta su trasero apretando fuertemente sus tonificadas nalgas.
- No aguanto… gimió el rubio para luego ponerse de rodillas frente a mí comenzando a desabrochar mis pantalones. Luego de bajarlo pegó su cara en mi miembro por sobre la tela de mis boxers aspirando el olor de mi paquete con fuerza como un sabueso. Bajó mi ropa interior de un solo tirón y mi miembro golpeó su rostro, lo cual me causó algo de gracia. El respiró un poco unos segundos para luego oler mis bolas aspirando el olor a sudor de ellas del largo día sudando. – Vaya que es fetichista este chico. Dije para mí mismo. Sentí su húmeda lengua comenzar a lamer mis bolas subiendo por mi miembro hasta que de improviso de lo metió a la boca succionando con fuerza. Me excité tanto al sentir su boca que me faltó el aire.
- Brian… ohh… mierda… Gemí debido al placer que el rubio me estaba dando.  

Mi miembro se endureció totalmente en su boca y el intentaba meterlo todo dentro, aunque solo podía hasta un poco más de la mitad, aun así, era totalmente excitante verlo tragarse mi pene. Su boca era cálida y húmeda. Su saliva se regaba por las comisuras de sus labios cayendo algunas gotas de esta al suelo de la habitación. Sus manos masajeaban mis bolas de forma ansiosa. Era mucho el placer que sentía, me acomodé sentándome sobre un cajón pegado a la pared de la habitación. Agarré su cabeza con ambas manos y comencé a follar su boca con fuerza moviendo mi cadera hacia adelante y hacia atrás. Brian hacía ruidos con la boca mientras intentaba resistir mi follada bucal. Este chico si que sabía chuparla, sabía cada punto de excitación de mi cuerpo. Su rostro se veía a contraluz, las luces de las calles iluminaban su rostro resaltando el azul de sus ojos los cuales no cerraba y me miraban con lujuria. Desabrochó su pantalón con sus manos mientras yo fijaba su cabeza para que mi miembro no saliera de su boca y continuaba follando su garganta causándole algunas arcadas.
- Carajo O’conner sí que la chupas bien… Jadeé con fuerza muy excitado.

Solté su cabeza para dejarlo descansar y respirar. El comenzó a succionar mis bolas causándome más placer. Estaba en la cima de verdad que este chico era experto en esto. Succionaba con tanta fuerza que el sonido hacía eco en la habitación. Comenzó a lamer mis muslos y toda mi entrepierna. Su masaje era totalmente increíble, bajó hasta la zona entre las bolas y el culo lamiendo ahí causándome una corriente de placer indescriptible. Su mano masajeaba con fuerza mi miembro masturbándome de desesperadamente. Su lengua bajaba llegando a un punto donde quería seguir avanzando, entendí lo que quería y entonces abrí mis piernas dándole acceso a mi culo. Brian metió su lengua entre mis nalgas apretándola con fuerza logrando alcanzar mi agujero con ella y moviéndola en círculos. Una fuerte corriente de placer me invadió, aquel masaje era totalmente increíble, solo él me lo había hecho y sabía lograr excitarme con cada punto que tocaba con su traviesa lengua. Sentía su descontrolada respiración en mis bolas mientras miraba como la mitad de su rostro desaparecía entre mis piernas. El placer era demasiado grade para soportar tanto.
- ¡AHHHH! Gemí con fuerza.
- Brian… me… voy a correr… Dije como pude.

Él se metió mi miembro en la boca con fuerza volviendo a chuparlo, volví a tomarlo de su cabeza follando su boca sin piedad por la excitación del momento. El balbuceaba mientras lo hacía. Sentí tanta tensión que sudaba mucho, de pronto mi pene comenzó palpitar dentro de su boca.
- ¡OHHHHHHHHH! Gemí con fuerza corriéndome dentro de su boca y garganta. Su boca se contrajo sintiendo como tragaba todo mi semen sin quitar mi pene de su boca, el comenzó a vibrar balbuceando ahogado por mi corrida, Brian se estaba corriendo en suelo. Continuó chupando sin parar limpiando los restos de mi corrida, mi miembro ya estaba poniéndose flácido otra vez debido a la carga expulsada. Soltó mi miembro y se relamió los labios dando una amplia sonrisa.
- Tenía tantas ganas de hacer esto. Confesó sin vergüenza alguna.
- ¡Brian! ¡Dom! ¡¿Dónde están?! Gritó Mia desde la sala.
- Mierda… Dijo Brian asustado poniéndose de pie y abrochando sus pantalones. Hice lo mismo intentando relajarme para que no notara nada extraño. Saqué un trapo grasoso de mis pantalones cubriendo el semen del suelo. Brian quitó el seguro de la puerta.

Ninguno de los dos pudimos decir ni una palabra. Los pasos se acercaban a cada segundo hasta que la puerta se abrió.
- Y ustedes… ¿Qué hacen aquí tan escondidos? Preguntó Mia bostezando un poco.
- Estábamos conversando y nos dio algo de frío así que vinimos aquí. Respondió Brian con un poco de nerviosismo.
- ¿Frío? Pero si la noche está muy agradable. Comentó Mia.
- Conversábamos cosas de hombres, Mia. Tranquila. ¿Qué tal dormiste? Pregunté evadiendo el tema.
- Bien estaba muerta de cansancio. Me iré a la cama ya. Algo ocultan ustedes… Dijo entrecerrando los ojos.
- No es nada amor solo que… Dom y yo estábamos hablando de un plan que tenemos, pero te lo diremos mañana ahora hay que ir a descansar.
- Si tienes razón amor. Respondió ella.
- Me daré una ducha, buenas noches, Dom. Dijo Brian caminando hacia el baño.
- Buenas noches hermano. Dijo Mia besando mi mejilla para luego ir a su habitación.

Mierda… eso estuvo cerca. Dije murmurando para luego echarme sobre la cama pensando en que casi nos descubren. Luego de unos minutos mis ojos se cerraron y me quedé profundamente dormido.

                                        
                                                            AL DÍA SIGUIENTE.



Brian, Mia y yo nos fuimos a un departamento en los cerros de río. Le contamos el plan a mi hermana y ella estuvo de acuerdo, aunque algo preocupada por lo peligroso de este. Brian y yo nos mirábamos con algo de miedo debido a lo de anoche, casi nos descubren, todo podría haberse ido al carajo si Mia nos hubiera encontrado en plena acción.
- Hay que repasar los detalles. ¿Qué necesitamos? Preguntó el rubio.
- Necesitamos un camaleón. Que pueda camuflarse, donde sea. Dije pensando esto pensando en mi viejo amigo Han.
- ¿Qué más? Preguntó Mia.
- Un hablador. Que pueda mentir y salir de lo que sea. Respondí.
- Ya lo tengo. Agregó Brian sonriendo.
- Reyes tendrá mucha vigilancia necesitamos a alguien que sepa de circuitos. Sumó mi hermana.
- Y con esos circuitos, Reyes tendrá muros. Necesitamos gente que atraviese esos muros. Dije pensando en Tego y Rico mis primos lejanos.
- ¿Algo más? Preguntó Mia.
- Herramientas y armas, alguien que no le tenga miedo a pelear. Alguien que le de apoyo a todos. Gisele… Dije en mi mente.
- ¿Y que más? Preguntó el rubio.
- Lo más importante. Quiero dos pilotos de precisión. Hombres que no se quiebren bajo presión. Y que jamás pierdan. Agregué sonriendo.
- Eso ya lo tienes. Dijo el ojiazul con una gran y brillante sonrisa.


                                                   ALGUNOS DÍAS DESPUÉS. 



Logramos encontrar un sitio como base de operaciones a nuestro plan. Todos estarían llegando hoy. Mia, Brian y yo analizábamos un par de cosas sobre Reyes y entonces escuchamos unas voces discutiendo. Nuestro equipo estaba aquí. Caminamos hasta ellos.
- Veo que ya se conocen. Dije acercándome hacia ellos.
- Cuando me llamaste para que viniera a Río supuse que sería para algo más emocionante que esto. Dijo Gisele dándome un fuerte abrazo.
- Siento decepcionarte. Dije sonriéndole.
Luego de separarme de ella sentí un fuerte golpe en mi hombro.
- Dom te presento. Él es Tej. Es un experto en electrónica. Y el es mi amigo Roman Pearce. Tenemos historia. Lo conocí en el reformatorio. Hice un trabajo con él en Miami. Dijo Brian mostrándome el tipo moreno frente a mí el cual tenía un semblante bastante raro.
- He oído sobre ti. Dije sin más.
- Lindo lugar. Dijo Han saludándome.
- Si ya no había lugar en el Ritz. Respondí.
- De… ¿Qué se trata, Dom? Preguntó el asiático mientras comía un paquete de frituras.
- Si hermano ¿porque nos hiciste cruzar medio mundo? Preguntó el tal Tej.
- Tenemos un trabajo. Afirmé.

---------------- O---------------------

- El objetivo se llama Hernán Reyes. El maneja las drogas aquí. Jamás lo han arrestado porque no deja rastro en papel. Dijo Brian comenzando a explicar de que trataría nuestra operación.
- Eso significa que no usa bancos. Imagino que debe guardarlo en casas. Agrego Gisele.
- Así es. Diez para ser exactos. Repartidas en la ciudad. Agregó el rubio.
- Y todas serán robadas. Dije agregándome a la conversación.
- ¿Todas? Preguntó uno.
- Si… todas. Afirmé.
- Es una locura. ¿Nos llaman a un país extranjero y quieren robar a quien lo controla? Pensé que era un negocio y creo que es personal. ¿Eso es? A todos los estimo, pero lo personal no es buen negocio. No quiero hacer esto hermano. Dijo el tal Roman Pearce para luego irse.
- Es un negocio de más de cien mil millones de dólares. Dije.
- ¿Qué dijiste? ¿Cien mi…? Yo a veces pienso demasiado las cosas. Er… sé que nos conocimos apenas, pero tienes que entender…
- Cien millones de dólares y todo lo que tomemos, lo dividimos. Interrumpí a aquel payaso.
- Poco más de 11 millones por cabeza. Cuenten conmigo. Dijo el tal Tej.
- Y conmigo. Agregó Rico.
- 11 millones. Con ese dinero podría tener unas cien mujeres. No me molestaría… Dijo el tal Roman.
- Dar diez golpes al mismo objetivo no se puede nadie lo ha hecho. Interrumpió Gisele.
- Cuando ataquemos la primera casa harán lo que puedan para proteger el resto. Habló Han.
- Exacto. Dije sonriendo.

El plan comenzaba hoy mismo. Nos trasladamos a la primera casa. Golpeé la puerta normalmente para luego golpear con la parte trasera de la escopeta la cara del que hacía la guardia. El resto entró detrás de mi inmovilizando al resto de los guardias y a las mujeres que contaban el dinero. Brian se encargó de juntar todo el dinero en una plataforma.

- Es todo. Dijo el rubio dejando una bolsa con billetes sobre las otras cajas llenas de estos.
- Estas muerto. Todos están muertos. No se podrán ocultar Amenazó uno de los tipos.
- ¿Quién se oculta? Dije quitándome la máscara, Brian me siguió y así mismo el resto también.
- ¿Están locos? ¡¿Están locos?! ¡¿Saben de quien es esta casa?! ¡¿A quién le roban el dinero?! Vociferaba aquel sujeto.

Tomé el bote de gasolina y rocié los billetes con ella mirando a los rehenes con el ceño fruncido. Saqué el encendedor y lo abrí encendiendo la llama de este. Los billetes comenzaron a consumirse lentamente por el fuego.

- No se lo lleva nadie. Reporté lanzando el encendedor sobre los billetes los cuales comenzaron a ser consumidos por el fuego. Me acerqué caminando a aquel sujeto que había estado hablando hace unos momentos.
- Dile a tu jefe… quienes hicieron esto y que se va a repetir… Afirmé en un tono amenazador dando media vuelta y saliendo del lugar.

El plan comenzaba. Sabíamos que ahora Reyes guardaría todo el dinero junto para protegerlo. Enviamos objetivos a espiar sus operaciones dividiendo el grupo. La cosa se complicó cuando Tej nos informó que Reyes guardó el dinero en una estación de policía militar. Nos reunimos en una azotea de edificio cercana al lugar para poder observar el objetivo.

- Este trabajo se dificulta. Esbozó O’conner.
- Si lo movió a una jefatura de policía… tiene comprada gente muy importante. Agregó Pearce.
- Yo digo que nos vayamos por donde vinimos. Comentó Rico.
- Si esto no se puede hacer… Se sumó Tego.
- ¿Ah… no? Yo opino que si. Opinó Han.
- Las cosas siguen igual seguiremos con el plan. Dije pensando en cómo sacaríamos el dinero de allí.
- ¿Qué dijiste? Esto acaba de pasar de “misión imposible” a “Misión totalmente loca” ya olvídenlo… no tengo miedo solo quiero que sepan que entrar a ese edificio es una locura. Vociferó Pearce antes de irse.
Brian me miraba mientras su amigo comentaba tantas tonterías y luego le siguió el paso para irse del lugar junto con los demás. Mientras yo me quedaba unos segundos mas y pensaba alguna otra alternativa.

____________ O ____________
                          

- La belleza de las oficinas públicas. Este es el plano. Dijo Mia extendiendo el plano sobre la mesa.
- Aquí tiene el dinero. En la bóveda de evidencia. Se apresuró a decir el rubio apuntando el lugar con su dedo sobre el plano.
- Em… er… si necesito que me escuchen solo un segundo estamos hablando de entrar a una jefatura de policía. ¿Reconocen esas palabras? ¿nadie? ¿los azules? ¿la justicia? ¿el sheriff? ¿puercos? Personas que no nos agradan. Comentó Tej.
- Las jefaturas intentan evitar que la gente salga no que entre. Agregó Han.
- Es una misión furtiva. Entramos y salimos antes de que sepan que pasó. Se sumó el rubio.
- Es necesario que alguien entre. Al menos para averiguar el modelo de esa bóveda. Comenté.
- Entonces la bóveda y luego… que locura. ¿Quién se supone que hará todo esto? Se quejó Roman.
Nos miramos entre todos y luego las miradas recayeron en él.
- ¿Qué? ¿De que hablan? ¿yo por qué? Se preguntó el moreno.
- Porque eres el que habla más. Dijo Brian.
- Definitivamente. Agregó Tej.

Brian, Tej y Roman se unieron para refutar el plan para entrar y ver la bóveda mientras que Rico y Tego hicieron lo suyo para interrumpir la seguridad.  
- Lo tengo. Ahí está. Dijo Mia cuando se visualizaba la imagen de las cámaras en el monitor.
- Estamos viendo cuatro cámaras. Agregó O’conner.
- Son de última tecnología. Óptica de marcador. Campo visual de cien grados. Diez segundos de oscilación. Comentó Han.
- Eso si que es poco tiempo. Musitó el rubio.
- ¿No podemos entrar y reemplazar la imagen? Preguntó Gisele.
- No está enlazado a una señal digital. Sabrían que entramos al sistema. Solo podemos espiar. Informó Tej.
- Necesitaremos autos rápidos para poder pasar por ahí. Comentó Roman.
- No solo autos rápidos. Hay que dar curvas muy cerradas. Necesitamos algo ágil. Agregó Han.
- Hay que duplicar la ruta. O’conner, es hora de conseguir autos. Le informé.
- Si… Respondió con una sonrisa tierna y amplia.


Brian y yo nos subimos a mi auto y condujimos por las calles de Río como los dos jóvenes que solíamos ser hace años corriendo por las calles de L.A. El me miraba sonriendo de vez en cuando.
- ¿Qué ocurre O’conner? Pregunté nervioso mientras conducía.
- Nada es que… te ves muy no lo sé… lindo con esto del plan y todo. Confesó.
- No empieces. Dije. Sentí un poco de calor inundarme de repente, lo que rara vez me pasaba.
- Es la verdad, Dom. ¿Te imaginas? Todo ese dinero en nuestras manos y… nosotros viajando por el mundo solo tú y yo… sin el equipo, sin Mia, sin nadie. Solo nosotros. Comentó con una mirada brillosa.
- Eso suena excelente, pero te recuerdo que serás padre, Brian. Tienes que preocuparte por tu vida, tu esposa y tu hijo o hija en camino. Dije.

El comentario lo puso triste. Acaricié su mejilla delicadamente.
- Oye algún día lo haremos ¿sí? de eso no lo dudes. Dije mirándolo y sin previo aviso él puso sus labios contra los míos. Le seguí el beso y luego nos separamos. Íbamos camino a unas carreras. Nos estacionamos mirando el lugar, chicas, coches y música, era nuestro mundo.
- Llegamos a casa… Dije sonriéndole.
Ambos salimos del auto y caminamos por el lugar entre chicas y coches. Brian se quedó mirando un auto pequeño.
- Ese… ¿Qué te parece? todo motor, nada de tuneo. Siempre quise uno así. Dijo Brian como un niño buscando un juguete.
- Tiene el récord de la avenida desde hace tres años. Rayos hermano. Tienes muchas agallas para traer tus problemas aquí Toretto. Eso sin mencionar a un policía. Dijo el tipo que salió de la nada.
- Mantengámoslo en secreto. Dijo Brian sonriendo.
- En las calles se dice que muchas personas los están buscando. ¿Qué? ¿creyeron que nos los reconoceríamos? Cuestionó el tipo.
- Contábamos con eso. Tal vez ese cupé gane en las calles de aquí… pero ese monstruo… jamás ha visto unas luces traseras. Jamás. Informé apuntando a mi auto.
- Pues lo hará pronto. Contestó el tipo.
Brian y yo reímos por su comentario valeroso. El tipo comenzó a hablar en portugués.
- Estoy listo, leyenda. Auto por auto. Indicó.
- ¿Auto por auto? Cuestioné.
- Si lo quieres, ven por él.

Fue una carrera corta, gané ese auto y Brian lo condujo hasta que llegamos a nuestro refugio. Él estaba feliz por el auto, aunque su amigo comenzó a burlarse de el apenas llegamos.
- JAJAJA ¿Es enserio? ¿Quién te regaló esa cosa horrible? ¿papa pitufo? Dijo Roman con su particular sentido del humor.
Todos bromearon por el aspecto del auto. A decir verdad, era ridículo, pero ya lo podríamos adaptar a lo que queríamos.

___________ O ____________

Okay O’conner. Haz lo que puedas. Indiqué por radio. Comenzó a correr para evitar que la cámara lo detectara. Era una prueba que necesitábamos superar si queríamos que el plan saliera como se debía. Al terminar él se bajó de su nuevo auto y caminó hasta nosotros.
- ¿Cómo estuvo? Preguntó el rubio.
- La cámara te vio. Respondió Han.
- ¿Qué? Cuestionó Brian cerrando de un portazo su nuevo auto.
- Así es te vio. Insistió el asiático.
- Le saqué todo lo que pude a ese auto. Agregó O’conner molesto por no lograr el objetivo mientras subía las escaleras hacia nosotros.
- Necesitamos algo más veloz. Informé.

Todos comenzaron a hacer las pruebas con la cámara, Tego, Tej, Roman etc. Pero quien logró el objetivo fue Gisele. Brian estaba molesto por ello, pero entendió que era por el trabajo. Mientras tanto el esperado encargo de la bóveda había llegado. Todos con ansias abrieron la gigantesca caja develando aquella gigante estructura de seguridad reforzada.
- Es la alcancía que ordenaste. Dijo Tego burlándose.
- ¿Es una broma? Cuestionó un sorprendido Tej.
- No… Respondió Rico.
- ¿De dónde rayos… sacaron esto? Insistió Tej.
- Antes de conocerte teníamos una vida. Agregó Han.

Tej dijo lo que haría con la bóveda, sobre los cilindros y todo, pero que sin embargo faltaba la huella de Reyes.

- Han. Tu turno. Indiqué.
- Yo conduzco. Se sumó Gisele.

Sonreí al notar cierta química entre ellos. Esto era muy genial, como dos personas descubrían aquella conexión. Es esa conexión que sentí con Brian, nunca pensé que me llegaría a gustar un hombre. Aquella vez que nos conocimos hubo una chispa que terminó explotando.
Gisele y Han lograron hacer bien su parte del trabajo consiguiendo la huella de Reyes.

Brian y yo estábamos distanciados debido a todo este plan con Reyes, era bastante exhaustivo todo.

- ¡Oigan! ¡Oigan! ¡Tenemos un problema! Exclamó Mia.
- Boletinaron a todo el equipo. Comentó Brian.
- Nos buscan a todos. ¿Cómo pasó esto? El servicio de seguridad diplomática emitió las ordenes. El agente L. Hobbs. Informó mi hermana.
- A ver un segundo. Oye Dom. ¿No es el que viste en las favelas? Preguntó el rubio.
- Si… Respondí acercándome a ver la foto en el monitor.
- Hobbs es el líder de la unidad especial del SS. Informó el ojiazul.
- Es bueno. Comentó Tej.
- Cuando el FBI quiere atrapar a alguien lo llaman a él. Porque él jamás fracasa. Él es el… viejo testamento. Sangre, balas, la ira de Dios. Es su estilo. Indicó el rubio.
- ¿Y ahora no está cazando? Cuestionó Mia.
- Ajam… Respondió Brian.
- Tenemos que adelantar las cosas. Agregó Han.
- Si ¿pero cómo? De por si esto es difícil sin Wyatt Earp siguiéndonos. Necesitamos espacio para respirar Sumó Roman.
- Roman tiene razón. Necesitamos aire fresco. Comenté con una idea en mente.

---------------------- O --------------------

El plan era atraer al enemigo hacia nosotros. Demostrarles que no sería fácil atraparnos, que no éramos tan vulnerables. Sería sencillo atraerlos. Nos reunimos con los chicos en las carreras, estábamos todos allí mezclados con la gente. Me encontraba apoyado sobre el capot de mi auto conversando cuando una voz dijo mi nombre.
- ¡Toretto! Quedas arrestado. Dijo un hombre grande que era básicamente solo músculos acompañado de tipos similares, todos ellos armados.
- ¿Arrestado? No me siento arrestado. ¿tú que opinas, Brian? Cuestioné.
- No… para nada. Ni siquiera un poco. Respondió el rubio.
- Dennos un minuto. Ya lo sentirán. Respondió aquella mole.
- No matamos a esos agentes. Fue Reyes. Agregó O’conner.

Observé a aquella oficial, la cual protegí en las favelas de que nos molieran a tiros, aquella rubia de ojos verdes llevaba mi colgante de plata, era muy bella mirándola de otro modo.

- Eso me da igual. Vine a atrapar a dos idiotas que están en mi lista. Insistió el tal Hobbs.
- Si. Si que suenas heroico ¿no? Respondió el rubio con sarcasmo.
- Que curioso. Lo dice alguien que fue policía y luego traicionó sus ideales o… un imbécil muy rudo que casi mata a un hombre con una llave. Muy malos ¿no? Dense la vuelta y pongan sus manos en la espalda. Ordenó. Aquel comentario me hizo hervir la sangre así que me giré para quedar frente aquel agente.
- No lo creo. Dije.
- Tu equivocación es creer que tienes alternativa amigo. Respondió. Todos sus oficiales desenfundaron sus armas apuntándonos.
- ¿Y tú equivocación? Creer que estás en tu país. Y estas muy lejos de casa. ¡Esto es Brasil! Exclamé extendiendo mis brazos. Todos los presentes corredores sacaron sus armas también. No me sentí ni un poco intimidado por aquella mole, estaba frente a el a escasos centímetros para que cualquiera de los dos lanzara el primer golpe y se desatara la guerra.
- Vámonos, jefe. Otro día. Vámonos o esto va a reventar. Dijo uno de sus hombres.
- Ya te encontraré, Toretto. Resopló el tipo bastante molesto.
- Cuando tú quieras, policía. Respondí sin siquiera una gota de duda en mis palabras.
Los tipos acabaron por irse, Hobbs y yo nos miramos un par de segundos con ganas de matarnos. Aquella agente me miraba sin quitarme la vista, la miré de vuelta, ella tenía algo que me pertenecía y debía recuperarlo. Logré localizar su casa en las favelas y entré a ella a esperarla. Ella llegó dejando su arma cargada sobre un mesón apenas se dio cuenta de mi presencia logre empotrarla contra la pared y quitarse su arma. Con mi mano tapé su boca y observé mi colgante en su cuello para luego retirar mi mano de su boca. Me quedé muy cerca de ella por varios segundos, era alguien que se me hacía bastante interesante. Tomé mi colgante y se lo quité, me di la vuelta caminando con dirección a la salida.
- No lo entiendo. ¿Por qué venir aquí? ¿Por qué estas arriesgando todo por veinte dólares en plata? Cuestionó ella haciéndome detener. Me giré a verla a la cara.
- Creo que lo vale. Respondí con mi colgante en la mano.
- Deberías escapar. Hobbs los va a encontrar. Tienes muchos motivos para irte. ¿Por qué te quedas? Insistió la chica.
- ¿Y tú porque? Cuestioné de vuelta.
- Mi esposo era un buen oficial de policía. Un hombre honesto. Ambos crecimos aquí. Hace dos años lo mataron en la calle… justo en nuestra puerta. Reyes es dueño de esta favela. Le da cosas a las personas. Pero todo tiene un precio. La gente necesita un nuevo inicio. Necesitan ser libres. Se expresó con rabia en sus palabras. Yo solo la observaba y miraba las fotos de su esposo y ella, mientras relataba su historia, tomé su arma y la dejé sobre el mesón.
- No asesinaste a los hombres del tren… ¿verdad? Preguntó ella haciendo que me volviera a girar.
- ¿Y tu porque habrías de creer lo que yo te dijera? Cuestioné y sin recibir respuesta caminé hasta la puerta abriéndola.
- ¡Hey! ¿ella fue tan especial para ti? Preguntó la agente.
- No creí que alguien pudiera comprenderlo. Pero tu si. Respondí mirándola a los ojos para luego salir del lugar.

Toda esa conversación con aquella agente había sido extraña. Ella entendía lo que Letty fue para mí. En estos momentos soy un manojo de confusión. Mi hermana, el plan para robar a Reyes, el equipo, Brian… sobre todo él.

Notas finales:

Bueno espero les haya gustado este nuevo capitulo. ¿Que creen que pueda ocurrir? Brian y Mia serán padres, Dom y Brian no paran su juego a escondidas y ha aparecido una nueva persona para la vida de Dom, Elena. Habrá nuevo capitulo esta semana. Que tengan una buena week. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).