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Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

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Notas del capitulo:

Hola a todos les traigo nuevo cap, espero lo disfruten. 

      UN AMOR NO TAN                     IMPOSIBLE
  
       

CAPITULO 3: PELIGROSA ATRACCIÓN 

Cuando desperté recordé de inmediato lo que había pasado la noche anterior, sentí mucho miedo por lo que hice, pero fue más fuerte que yo y Dominic accedió, ahora no podía sacar de mi mente su olor, su sabor, su tacto, sentía su aroma aún. Me di una ducha con agua fría, el calor en Los Ángeles era muy pesado incluso siendo las once de la mañana, me vestí casual como siempre. Mientras desayunaba recibí la llamada de Tanner para que me presentara en el cuartel secreto, así que me trasladé al lugar. Expuse lo que había averiguado sobre Tran y su grupo, Bilkins comenzó a hacer un análisis y dijo que debíamos arrestarlo a lo que yo respondí que solo eran sospechas y que las pruebas que teníamos eran solo circunstanciales, Bilkins dijo que lo que teníamos era suficiente y que los camioneros ya se estaban armando y podían cometer una locura. Tanner por su parte me dijo que le hablara de Hector, le dije que había revisado sus autos y que sus neumáticos no se parecen. En mi mente solo pensaba en lo que hice con Dom la noche anterior, necesitaba un cigarrillo, así que les pedí uno, Tanner me dijo que ya lo había dejado y se negó a dármelo. De pronto Tanner se giró a mirarme y me dijo que le hablara sobre Toretto, le dije que él tiene mucho control sobre esto y que no actuaría de forma suicida, que podría ser Vince pero que era demasiado estúpido para serlo, De pronto Muse dijo que Mia me había nublado la visión, lo miré y le pregunté que se refería, el siguió y dijo que él también se excitó cuando vio las fotos, ese comentario me dio coraje, así que me abalancé sobre él y le di un fuerte empujón, Bilkins se interpuso y nos separó, Tanner me preguntó si había leído el expediente de Toretto, le dije que lo había memorizado y él dijo que lo volviera a leer, se interrumpió así mismo y dijo que mejor viera algo, de un sobre sacó unas fotos de un tipo con la cara desfigurada, me dijo que Dom lo había hecho con una llave de torsión, a decir verdad quedé sorprendido, ¿enserio es tan violento? Luego despejé mi mente y les dije que necesitaba más días mientras caminaba a la salida.  

                               MAS TARDE EN EL TALLER

Cuando llegué al taller todos trabajaban en el motor del supra, Dom estaba limpiándose la grasa de las manos con un paño, me quedé viéndolo unos segundos y luego entré como si nada, Dom me saludó normalmente, aunque hubo algo incómodo por unos segundos, saludé a los demás y me puse a trabajar junto a Dom, el ambiente entre nosotros era de silencio tenso, yo lo miraba disimuladamente por el rabillo del ojo, de pronto el trabajo nos puso más cerca, podía sentir su calor corporal muy cerca de mí, el me miró de pronto a los ojos y yo quedé petrificado.                        - ¿Tienes planes para esta noche?  Preguntó serio.                                         -Saldremos a cenar. Respondí serenamente.                                             -Si le rompes el corazón, te parto el cuello. Dijo sin titubear.                               -Eso no pasará. Dije. La verdad se me había olvidado por un momento, tenía muchas cosas en la mente.                                        -Quiero… mostrarte algo. Dijo pasándome el trapo. Se puso de pie y les dijo a todos que iríamos por unas cervezas, me subí en su auto y nos fuimos a su casa y abrió su cochera. Cuando entré vi un asombroso Dodge SuperCharger 1970 modificado.                         -Vaya… Dije sorprendido.                                                                                      -Mi papa y yo los construimos, 900 caballos de fuerza, Es una fiera. ¿Sabes cuánto hizo en Palmdale?                                                    - ¿Cuánto? Pregunté.                                                                                                  -Cuarto de milla en 9 segundos. Respondió.                                                  -Cielos. Dije admirando aquella máquina.                                                           -Mi padre era el conductor, hubo… tanta fricción que el chasis se torció antes de la meta. Apenas se mantuvo en el carril. Dijo.                                                                                  - ¿Qué tiempo haces tú? Pregunté emocionado.                                                -Jamás lo he conducido. Respondió.                                                                                           - ¿Por qué no? Insistí.                                                                                            -Porque… le tengo pánico. Respondió algo triste. Apuntó a una foto en la pared.                                                                                                         -Ese es mi papa, estaba ganando prestigio en el circuito profesional, la última carrera de la temporada. Un piloto llamado Kenny Linder llegó por dentro en la última curva, chocó contra él y lo envió al muro a 120km… yo vi a mi padre morir en llamas. Recuerdo escucharlo gritar, pero la gente que estaba ahí dijo que murió antes de que el tanque explotara, dijeron que era yo el que gritaba. Vi a Linder casi una semana después, yo… llevaba una llave y lo golpee no fue mi intensión, pero cuando me di cuenta de lo que había hecho no podía levantar mi brazo em… ahora es conserje de escuela, tiene que ir en auto bus todos los días y me expulsaron de las carreras para siempre. Vivo mi vida a un cuarto de milla a la vez, nada más importa, ni hipotecas, ni el negocio, ni mi equipo ni sus tonterías, por esos 10 segundos o menos, soy libre. Dijo emocionado. Me puse de pie y me acerqué a él quedando cara a cara.                                     - ¿Qué ocurre? Preguntó algo nervioso. Lo abracé fuerte.                       -Lo lamento, le dije. El me abrazó más fuerte                                         -Gracias… dijo. Mi cara estaba enterrada en su hombro y podía oler su aroma a sudor y perfume, me separé y pegué mis labios a los suyos dándole un beso suave, el corrió su cara a un lado.                               -Por favor Brian… no haga esto…                                                             -Es lo que siento. Dije mirándolo.  
-Es lo que siento y no voy a detenerme. Agregué. Comencé a recorrer su cuerpo con mis manos bajando por su espalda, mi respiración era agitada y la de el también, de pronto me tomó con fuerza y me empujo sobre el auto, se quedó unos segundos mirándome fijo a los ojos mientras comenzó a quitarse la camisa, dejándome ver su cuerpo musculado y grande, me quité la mía y lo apegué a mi metiendo mi lengua en su boca desesperado, quería que no se despegara de mí, con mis manos acariciaba con ansiedad su espalda hasta llegar a sus pantalones y apretar su trasero, le mordí su labio inferior, él no decía nada solo me miraba y se dejaba llevar, lo miré y le dije hazlo, hazme tuyo Dom, él se quitó toda la ropa y yo ayudé quitándome mis pantalones, no llevaba ropa interior por el calor así que fue más fácil, miré su entrepierna y vi su gran pene algo flácido colgando, era grande y grueso, no era lo mismo verlo ebrio que verlo en mis cinco sentidos, con fuerza lo tomé de los hombros apegándolo al auto, con desesperación lamí sus bolas flácidas y sudadas subiendo con la lengua metiendo su pene dentro de mi boca succionándolo, el gemía con fuerza y tomándome de la nuca comenzó a follarme la garganta, yo gemía ahogado y mi pene estaba duro al máximo, él me tomó de un brazo y me puso de pie, yo lamía mis labios que aún tenían el sabor salado de su virilidad y me miro fijo a los ojos.
-Voy a follarte Dijo sin dudar.   
-Hazlo, haz lo que quieras conmigo, soy tuyo Dom. Dije.  Entonces me puso de espaldas apegando mi pecho contra el frío metal del auto, él se puso detrás de mí y sin lubricación alguna más que la saliva que dejé en su pene tras la pequeña chupada que le di, apretó su glande contra mi entrada apretada, me dolió pero aguanté, siguió entrando su pene en mi interior, el dolor era agudo y punzante yo gemía con fuerza tanto que él puso su mano en mi boca y con la otra se apoyaban en mi cuerpo, su pene iba a la mitad dentro de mí, traté de relajarme y eso ayudó un poco más, de pronto sentí como su pene tocó mi fondo, era un placer increíble, uno que jamás podría sentir con una mujer, gemí tan fuerte que ni su mano tapando mi boca pudo ahogar el gemido de placer que di, el comenzó ahora a moverse metiendo y sacando su pene de mi culo, él acercó su boca a mi oído y me dijo -Eres un chico travieso, ahora te voy a follar tan duro que no podrás sentarte en una semana. Eso me hacía gemir peor, seguimos de esa forma por un rato hasta que decidió cambiarla, me puso boca arriba y abrió mis piernas con avidez, volvió a meterme su pene con más fuerza, yo apretaba su espalda y bajaba mis manos más y más, llegué a su trasero y lo apreté era duro y redondo, el seguía aumentando el ritmo sin parar golpeando mi próstata, sentía que en cualquier momento iba a correrme, comencé a chupar su cuello y a morderlo con tal desesperación que deje marcas en él,                                                         
- ¡Dom ya no aguanto más!  ¡Me voy a venir! Grité gimiendo.                                                                    
- ¡No! Debemos hacerlo juntos. Dijo. Asentí con la cabeza. -Aguanta… yo haré que te corras con fuerza. Dijo gimiendo. Aumentó el ritmo de su follada con tal rudeza que sentí que me iba a partir en dos, de pronto comenzó a gemir con fuerza y sentía como su pene latía en mi interior y de pronto sentí el calor de su semen dentro de mí, esa sensación cálida me hizo correrme en mi abdomen manchando también el suyo, no parábamos de gemir, el juntó su frente con la mía, cada uno intentando recuperar el aliento, su pene seguía erecto y el semen chorreaba por las comisuras de mi entrada, sacó su pene de mi interior, tomó sus ropas para ordenarlas, estaba desnudo, yo lo miraba riendo.                                                                                                                         
- ¿Por qué te ríes? me dijo. -Porque lo que hicimos fue increíble, me gustó mucho.                                                                                                    
-Eres un goloso dijo dándome unas palmadas en las mejillas.  Nos limpiamos y nos vestimos, había cosas que hacer, se supone que fuimos por unas cervezas y ya había pasado más de una hora, yo tenía una cita con Mia, Dom se vistió y yo hice lo mismo, de pronto sentimos los autos llegando a la casa, abrí los ojos tan grandes que parecía uno de esos personajes de dibujos animados. Letty entró y me miró como siempre, seria, tenía el sabor de Dom en mi boca, sentía mi trasero incomodo, me dolía y además aún tenía su corrida dentro de mí.                                                                               
- ¿Qué hacen aquí?  Preguntó Letty.  
-Solo le mostraba el auto a Brian, dijo Dom serio.                                                                                                  
- Esta bien. ¿Por qué demonios se han demorado tanto? Preguntó ella. Sinceramente esta chica era celosa al máximo, si supiera lo que Dom y yo estábamos haciendo es capaz de matarme.                                  - Err… tengo que irme, tengo que hacer más tarde. Salí del taller con una sonrisa de oreja a oreja, Dominic de verdad me gustaba y mucho, jamás imaginé sentir algo así por un hombre, pero lo sentía, y me estaba correspondiendo.                                                   

Me fui a la casa y me di una ducha fría, de solo recordar lo que hice con Dom hace un rato me hacía sentir excitado de nuevo, me vestí bien para la ocasión, Mia era una chica increíble, le estaba tomando mucho cariño, pero era su hermano quien en realidad me robaba el sueño. Ya era hora de juntarme con ella en el restaurante latino, me subí al auto y fui por ella, me estacioné frente a la casa de los Toretto, podía oír unos fuertes gritos de mujer y otros de hombre, la voz de hombre se me era demasiado familiar, era Dom, Mia salió como alma que lleva el viento de la casa y se subió a mi auto, le pregunté qué pasaba y me dijo que Dom y Letty estaban discutiendo porque Dom tenía unas marcas en el cuello, de pronto recordé que yo le había hecho esas marcas, rayos espero que se mejoren las cosas entre ellos dije con una media sonrisa. Llegamos al restaurante y el semblante de Mia cambió de inmediato ahora estaba mucho más relajada, nos sentamos y de inmediato nos atendieron, pedimos la comida y mientras la traían le pregunté                                                                 -Y… ¿cómo se formó la pandilla?                                                        -

¿Laqué? Preguntó ella.                                                                                               
-La pandilla, insistí.                                                                                                       
- ¿La pandilla? No ellos no se consideran así. Dijo.
- ¿Cómo se llaman entonces? Pregunte.                                                                                  
-Un equipo, somos un equipo. Respondió riendo.                                   -Ahh y ¿cuál fue la historia del equipo? Pregunte.                                   -Pues esa… es una larga historia. Respondió ella.                                 -Tengo tiempo. Le dije mirándola.
-Vince… creció con mi hermano, aunque él no ha madurado mucho como puedes ver y son muy amigos y Letty era nuestra vecina siempre le gustaron los autos desde que tenía diez años y naturalmente pues mi hermano se fijó en ella y a sus diez y seis años. -Y a ella le atrajo Dominic.Interrumpí.                                                                                                           
-Si es curioso cómo funciona eso ¿no? dijo ella.                                             
Me miraba y yo la miré sonriendo, fue algo incómodo se notaba que yo le gustaba y ella a mí también un poco, pero su hermano era quien me estaba confundiendo y más con lo que pasó esta tarde.                          -Y cómo fue que Jesse… entró.  Pregunté.                                              - ¿Jesse? Jesse y León llegaron una noche y nunca se fueron. Esa es la forma de mi hermano ¿sabes? Dom es como… es igual a la gravedad siempre todo viene hacia él. Como tú. Respondió ella. Sentí una punzada en el estómago, Mia tenía razón, su hermano era muy atrayente, demasiado, a decir verdad, tomé algo de agua y dije.                                                                                                                         – No, no, lo único que me atrajo fuiste tú, conocer a tu hermano fue un bono.  A las chicas siempre les gustan algunas mentiras.                 -Eso es… lindo, creo que a veces es bueno ser la primera. Confesó.

Rayos sí que Mia se creía todo, pero igual me sentía mal por ella, aunque era la única forma de llevarme bien con todo el grupo, de pronto me miró algo desafiante.                                                             -Vamos a la calle dijo. Pagué la cuenta y ella salió disparada, se subió a su auto y yo me subí en el asiento del copiloto, ella comenzó a correr por las calles desiertas, sin duda esta adicción a la velocidad era de familia.

Luego de unos tragos y conversaciones con Mia termínanos en mi cuarto, el sexo con ella no fue malo, pero con Dom era mucho mejor por no decir increíble. Entre sueños sentí mi celular, lo contesté rápidamente. – ¿Hola?                                                                             -Los asaltantes lo hicieron de nuevo, Bilkins decidió arrestar a Jonny Tran y a su gente a las 17pm a menos que digas otra cosa. Si estás de acuerdo di que sí. Habló Tanner. De pronto en mi espalda sentí que Mia se estaba despertando.                                                                   -Si le dije a Tanner y corté el teléfono.                                                                    
- ¿Quién era? Preguntó Mia con voz desganada.                                                          
-Numero equivocado, hola… la miré seductoramente. y la besé recostándonos de nuevo y pasando lo que tenía que pasar, aunque fue una noche buena no se comparaba con las dos veces que estuve con su hermano. Al otro día ella se marchó por la mañana y yo me fui con Tanner y Bilkins para organizar el operativo de arresto contra los Tran, y así fue, arrestamos a Tran y su gente, en la noche estaba en el cuartel frente a un computador, aburrido jugando con las teclas pensando en Dom, de verdad me estaba sintiendo raro, creo que no lo podía sacar de mi mente, ni con su hermana pude hacerlo, de pronto algo interrumpió mis pensamientos.                                                       - Los aparatos fueron comprados legalmente lo único que tenemos contra Tran y su gente son cargos por armas de fuego y multas por correr. Informó Bilkins.                                                                           – Así que están libres. Dijo Tanner.                                                         – Si el padre pagó la fianza, ¿Es solo está la información que tienes? Preguntó irónicamente. Me giré en la silla para mirarlo cara a cara          – Y ¿vas a culparme? Pregunte.
– Puedo culpar a quien yo quiera chico es mi trabajo. Dijo Bilkins.       – ¡No! No hay forma de que me culpes porque… dije siendo interrumpido. 
- ¡Momento! ¡momento! No me importa si le tienes que apuntar a alguien y que descubran quien eres, tienes 36 horas para resolver esto, o mejor ve pensando en otra ocupación. Dijo sin titubear.              Salí del lugar hacia el patio enfurecido acercándome hacia la piscina mirando la cristalina agua, de pronto escuché la puerta abrirse detrás de mí, - Es Toretto Brian siempre supe que era Toretto, Tran y Héctor, son solo humo… sé que me has mentido, pero mi pregunta es, ¿Te mientes a ti mismo porque no quieres dejar a Mia? -dijo Tanner.                                                                                                  
– No quiere volver a prisión. Le dije a Tanner. De verdad esto no era por Mia era por él, por lo que sentía y por protegerlo.                                  
– Pues esa es una decisión que el tendrá que tomar. Hay distintas clases de familias Brian, y eso tendrás que decidirlo tú amigo. Me fui a dormir un poco triste porque no había salido todo como debía.

Al día siguiente me fui directo al taller, el supra estaba listo y Dom quería que yo lo condujera y lo llevara, honestamente nada me haría más feliz que estar a solas con él, me subí al auto junto a él y comencé a conducir por las calles, de pronto me atreví preguntar - ¿Cómo va todo con Letty? él estaba con unos lentes de sol que lo hacían ver muy sexy. – Tenemos altos y bajos pero siempre nos tenemos el uno al otro. Me dio algo de celos oírlo decir eso y a decir verdad coraje, iba a decir algo pero me lo guarde en cuanto vimos a un tipo en un gran auto, lujoso.                                                              – Lindo auto ¿Cuánto cuesta una de esas máquinas? Pregunté.                                                          
– Más de lo que tendrás en tu vida es un Ferrari. Respondió el tipo. Dom me miró.                                                                                         – Acabalo, dijo. Hicimos una carrera y salí vencedor, luego nos detuvimos en un lugar de comida al paso en la carretera frente a la playa, había chicas muy lindas. Nos sentamos y pedimos unos camarones fritos para matar el hambre, aunque tenía mucha me costaba trabajo comer, solo estaba perdido en mis pensamientos, la voz de Dom interrumpió mi trance.                                                                             
- ¿Qué pasa Brian? Preguntó.
- Nada amigo estoy bien. Respondí.
- Dímelo, es obvio que pasa algo. Agregó.
- Tengo días buenos y malos como todas las demás personas, insistí.
- Brian no pierdas la calma ese es tu alimento, dijo al verme jugando con los camarones.
- ¿Alimento? Ni siquiera puedo pagar los camarones. Dije algo desganado.
- Bueno yo pagaré. Dijo Dom.
- Ese no es el problema Dom ¿no entiendes? No acepto limosnas, no las necesito, yo me gano lo mío cada vez, pero necesito algo extra, como tú.  Dije mirándolo.
- ¿Cómo yo Brian? Dime ¿Qué significa?  Preguntó algo extrañado.
- Eso mismo. Agregué. 
- ¿Qué significa como yo? Preguntó más confundido.
- ¡No me fastidies! No soy estúpido ¿sí? sé que es imposible que puedas pagar todo lo que gastas en motores, Dominic no puedes pagar todo lo que inviertes en automóviles, haciendo reparaciones y vendiendo comida, sea lo que sea que hagas también quiero entrar. 
- Oye Brian no te enojes tanto. Dijo.
- No es tanto eso Dom, dime ¿lo tuyo con Letty va muy enserio? Pregunté algo exaltado.
- Acaso ¿estas celoso? Preguntó riéndose.
- ¡Claro que no! Respondí sonrojado.
- Sé que lo estas, es evidente. Dijo riendo.
- Y qué ¿acaso hay algún problema si lo estoy? Y dime ¿Qué soy para ti? Pregunté serio, estaba harto de sentir esto.
- Un amigo, un buen amigo. Respondió.                                                             
- ¿Acaso un amigo haría esto? Pregunté.
De enojo agarré su pene por debajo de la mesa, apreté lo suficiente para causarle una erección.
-Un amigo muy especial… Dijo pícaramente.  
- Vamos al baño y te demostraré que te puedo hacer más feliz que tu novia. Le dije.
- No pierdas la calma, tú tienes tu lugar. Agregó.
No contento con eso le bajé el cierre del pantalón, lamí mis dedos y los metí dentro de su boxer y froté su pene con fuerza esparciendo mi saliva por el tronco y sus bolas, él se puso rojo.
- Brian esto es un mal lugar para hacer esto. Dijo nervioso.
- No me importa. Le dije mirándolo desafiante.
- Te ves tierno siendo celoso. Comentó.  
Jalé sus vellos púbicos haciendo que él tuviera una reacción divertida, el quitó mi mano y subió su cierre.                                                              
– Tienes que entender que Letty es mi novia, nos conocemos desde hace muchos años, entre nosotros solo hay calentura, sexo salvaje. Dijo seriamente.
- Al menos te ha gustó lo que hicimos? Pregunté curioso.
- Claro que si Brian, pero creo que debemos parar con esto o se nos irá de las manos. Dijo serio.  Luego no dijimos nada y terminamos de comer, él se puso de pie.
- Voy al baño. Dijo. No sé si fue un impulso, pero a los cinco minutos fui tras él, él estaba en el orinal y miraba el techo mientras hacia lo que tenía que hacer, cerré la puerta con seguro del baño y apenas el termino de orinar me lancé sobre el besándolo desesperado, él estaba nervioso e intentaba esquivarme.
- Oye Brian para estamos en un lugar público. Dijo nervioso.
- No me importa, seré más perro que tu novia si hace falta. Dije excitado. De verdad estaba celoso.
- ¿Tu novia haría esto? Pregunté.
Me puse de rodillas, bajé sus pantalones y lamí su pene, estaba salado porque recién había orinado, pero no me importó, solo seguí en lo mío, el intentaba pararme pero finalmente terminó cediendo, chupe su pene desesperado haciendo sonidos con la lengua pasándola por las bolas, baje hasta ellas y me metí ambas entre las mejillas, luego lamí entre sus pierna mordiendo ligeramente el espacio entre sus bolas y su culo, abrí sus piernas y metí mi lengua entre sus nalgas lamiendo su agujero, sabía amargo pero me encantó oír su gemido,
- Para Brian por favor… dijo en una mezcla de excitado y nervioso.

- No hasta que te corras. Dije demandante. De pronto oímos unos golpes en la puerta, eran unos tipos que querían entrar al baño, tuve que parar, Dom se subió los pantalones y yo quedé con el sabor de su virilidad en la boca, los tipos entraron e hicieron lo suyo, Dom y yo salimos, el pagó la cuenta y no dijimos ninguna palabra hasta que me dijo que parara en un motel que quedaba a unos kms, me detuve, nos estacionamos, pagó la habitación, caminamos por el pasillo y abrió la puerta. Me hizo pasar primero y cuando cerró la puerta me tomó con fuerza besándome y pegándome contra la pared, le seguí el beso desesperado y con fuerza, le dije ¿Qué fue eso?
– Tú te lo buscaste.

Continuará…

Notas finales:

Espero que lo disfruten, linda noche y linda semana. 


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