UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE
CAPITULO 4: LA VERDAD
Dom y yo salimos, el pagó la cuenta y no dijimos ninguna palabra hasta que me dijo que parara en un motel que quedaba a unos kms, me detuve, nos estacionamos. el pagó la habitación, caminamos por el pasillo, abrió la puerta, me hizo pasar primero y cuando cerró la puerta me tomó con fuerza besándome y pegándome a la pared, le seguí el beso desesperado y con fuerza, - ¿Qué fue eso? Pregunté.
- Tú te lo buscaste. Dijo excitado.
Luego de unos cuantos besos quería seguir con lo que había iniciado en el baño del restaurante.
- Quiero chupar le dije desesperado. El asintió y se sentó en el borde de la cama, con fuerza y rapidez quité todo lo que me estorbaba, zapatos, calcetines, pantalones y boxers, el quedó desnudo de la cintura hacia abajo y su pene estaba totalmente erecto, sin más me fui contra el chupándolo, mejor dicho, succionando su herramienta masculina a un nivel que lo hice gemir de manera divertida, luego bajé a sus bolas e hice lo mismo dejando ensalivada toda su entrepierna, Dom estaba excitado y su rostro rojo, lo miré pícaramente.
- Quiero hacer algo… le dije.
- ¿Qué quiere hacer? Preguntó ansioso.
- Solo levanta una de tus piernas y disfruta. Insistí. El accedió y así pude meter mi cara entre sus nalgas, metiendo mi lengua entre ellas, girándola saboreando su agujero, el sabor era amargo pero los gemidos de Dom eran más intensos, con mi mano comencé a masturbarlo. Dom gemía con fuerza y con esa voz ronca que me hacía sentir escalofríos en mis pantalones, comencé a lamer desde su culo hasta la punta de su pene y repetí eso bajando y subiendo, quería demostrarle que yo era mejor que su novia, el me separó de su pene y me hizo sentarme en el suelo.
- Si tanto te gusta Brian, haré que lo disfrutes más. Dijo excitado. Reí con picardía, me dijo que apoyara bien mis manos en el suelo y que abriera la boca, yo estaba boca arriba mirándolo desde el piso esperando saber que haría, entonces se dio la vuelta y se sentó en mi rostro introduciendo su pene en mi boca llegando hasta mi garganta, comenzó a hacer sentadillas, yo me agarraba de sus muslos gimiendo, los apretaba con fuerza agarrándome de ellos para no caer, metía su herramienta tan profundo en mi boca que sus bolas reposaban en mi nariz dejándome oler su olor a macho, estaba ahogándome pero disfrutaba cada segundo de lo que me hacía, parecía algo de sado masoquismo pero me gustaba y quería más, el quitó su pene de mi boca para dejarme respirar un poco.
- ¿Es todo lo que tienes? Pregunté desafiante. El enojado, esta vez de sentó en mi cara obligándome a chupar su culo, y así lo hice con ganas, luego volvió su pene a mi boca y así lo mantuvo por mucho tiempo, yo estaba rojo y mi saliva se caía por las comisuras de mi boca cuando el la follaba con fuerza, paraba de vez en cuando para permitirme respirar.
- ¿Es suficiente? Preguntaba riendo.
- No. dije., lamiendo sus bolas.
- Aún falta tu premio, ¿no? Dijo excitado.
- Si…dije riendo. El continuó haciendo sus sentadillas, esta vez no detuvo sus embestidas en mi boca, no me dejaba respirar y eso me hacía excitar más, hasta que sentí el sabor salado y amargo pero rico de su corrida en mi boca, la misma que él me hizo tragar follando mi garganta, sentí mi entrepierna humedecerse y supe que me había corrido también, le di un empujón.
- Eres un maldito, me hiciste mojar los pantalones. Le dije.
Él se río con fuerza. Al rato terminamos teniendo sexo, me penetraba en posiciones distintas, con fuerza, nalgadas, se corrió tantas veces dentro de mí y no quitaba su pene de mi interior, cuando finalmente lo hizo su semen salió de mi como si mi trasero fuera una llave de grifo, nuestros cuerpos estaban mojados de sudor, nos recostamos en la cama tratando de recobrar la respiración. Lo miré a los ojos y le dije sin titubear y con la voz entrecortada por el cansancio
-Fue increíble. El mejor sexo que alguna vez tuve.
- Y tú eres el amigo más goloso que tuve alguna vez. Dijo con gracia. Le di un empujón.
- Cállate le dije rotundamente riendo.
- Ya es hora de irnos, Brian. Dijo algo serio y luego se metió al baño mientras yo miraba el techo pensando en muchas cosas, por un lado, me sentía culpable porque estaba mintiéndole, sobre mi identidad, sobre mi vida, sobre muchas cosas, pero por el otro me sentía cómodo así, el me hacía sentir como nadie más.
Sentí el agua correr en el baño y supuse que Dom estaba duchándose, así que con dificultad por las folladas que me dio me puse de pie y fui hasta el baño, pude ver su perfecto y gran cuerpo moreno siendo acariciado por los chorros de agua fría, me acerqué algo dudoso.
- ¿Puedo entrar? Pregunté. El río y asintió con la cabeza, entré despacio sintiendo el refrescante contacto con el agua y con su cuerpo mojado, lo miré y lo besé sin pensarlo, lo besaba sin detenerme tanto que comencé a sentir algo en mi abdomen, unas cosquillas extrañas, el me seguía los besos.
- Te quiero Dom. dije. una vez ya duchados salimos del motel con cautela y Dom me dio un papel que trataba sobre las carreras del desierto que eran mañana y que allí sería una buena forma de ganar dinero, nos subimos al supra y volvimos a casa, le dijimos a los chicos que el auto era increíble, Letty besó a Dom frente a mí y sentí un coraje con tanta fuerza que casi me lanzo sobre ellos a separarlos, pero me contuve, cuando Mia me abrazó con fuerza y me preguntó
- ¿Haremos algo hoy?
- Mañana trabajo temprano en el taller de Harry. Le dije.
- Entiendo. Dijo algo triste. Así me despedí de Dom con un apretón de manos, me sentía triste no sé porque, así que llegué a casa y me recosté en mi cama pensando en Dom, el sexo era demasiado increíble con él, pero había algo más, algo más que mi ser sentía, esas cosquillas cada vez que lo veía y que se hacían más fuertes cuando estábamos juntos haciendo de las nuestras, aún no comprendía que era esa sensación.
DÍA DE CARRERAS
Me desperté temprano porque era el gran día, las carreras del desierto, esperaba ganar un buen dinero y poder invertirlo en algo. A pesar de que estaba ansioso, mientras conducía por la carretera pensaba en Dom y también en mi trabajo, ni él ni los demás sabían mi secreto, estaba nadando en aguas peligrosas y eso me hacía sentir horrible, mentirle a Dom, mentirme a mí mismo, pronto pude ver a lo lejos el gigantesco circuito hecho para las carreras, había cientos de competidores, conduje a prisa y fui recibido por uno de los guardias de seguridad.
- Bienvenido a las carreras. Dijo.
- Gracias, respondí. Me estacioné y dirigí al remolque del grupo, antes de llegar me topé con Jesse.
- Hola Brian ¿Que hay? me saludo amablemente.
- ¿Qué tal Jesse? ¿Qué traes entre manos? Pregunté comenzando a caminar junto a él, lo vi algo ansioso.
- Estoy apostando el auto como hiciste tú. Me dijo.
- ¿Apostarás el Jeta? Pregunté asombrado.
- Si, respondió.
- No puedes apostar el auto de tu padre. Le dije.
- Está bien, no voy a perder, el tonto tiene un Honda 2000, ganaré, entonces yo y mi padre podremos viajar cuando salga de prisión. Dijo confiado.
- Tu padre volverá a prisión cuando te asesiné le dije advirtiendo.
Miré el auto de Jesse y salió León de él, abrazó al chico deseándole suerte, le dijo que visualizara la victoria.
- ¿Contra quien corres? Pregunté preocupado. La ventana del oponente se bajó revelando que era Tran, me incliné para mirar al chico.
- Jesse, no lo hagas, hay más de cien mil dólares en el motor de ese auto. Le dije preocupado. Hizo caso omiso y la carrera comenzó, como supuse el chico perdió y se fue con el auto probablemente asustado, corrí a buscar a Dom pero León ya se me había adelantado, Tran estaba enfadado y se dirigió a hablar con Dom, Dom trató de bajar el perfil al asunto pero Tran siguió molestándolo, hasta que de un golpe Dom lo lanzó al suelo, luego se puso encima de él dándole reiterados golpes en el rostro hasta que los guardias intentaron frenarlos, aun así no pudieron con Dom, yo miraba asustado pero él se sabía defender lo bastante bien, Vince se lo llevó, yo quería ir tras el para calmarlo pero preferí no hacerlo para no alterarlo más con Letty.
Me fui a correr un par de carreras, gané algo de dinero y luego quise ir con el grupo, caminé por el lugar hasta el remolque y golpeé la puerta llamando a Mia, como no salió nadie, entré, no había nadie, pero oía la voz de ella discutiendo a lo lejos, miré por una de las ventanas y pude ver a Mia discutiendo con Dom, parecía que ella le suplicaba, yo ya sabía de qué se trataba, iban a salir a asaltar camiones y Mia no quería que fueran. Salí del remolque y me dirigí rápidamente hacia ella.
- Mia ¿Qué pasa? Le pregunté persiguiéndola.
- Nada, dijo secamente.
- Sabes de que hablo. Insistí.
- No lo sé Brian, dijo ella evitándome.
- ¿Qué te pasa? ¿Lloras cada vez que Dominic se va? Pregunté nervioso.
- ¿Qué pasa contigo? Dijo evadiendo mi interrogatorio.
- ¡Estoy hablando de los camiones! ¿No sabes nada?
- ¡No Brian! ¡¿Cuáles camiones?! Por Dios santo. Interrumpió furiosa mientras aumentaba los pasos, la agarré del brazo para que me pusiera atención.
- ¡¿Qué?! Gritó.
- ¡Escucha! Mia soy policía. Dije mirándola a los ojos.
- De que estas hablando Brian, ¿Qué es esto? Preguntó con desgano.
- Trabajo de encubierto desde que nos conocimos, Mia soy policía. Dije sin titubear.
- Eres un maldito, ¡Maldito! Dijo con resentimiento mientras algunas lágrimas brotaban de sus ojos. Se dio media vuelta y la seguí.
- ¡Suéltame Brian! Gritó enfadada.
- ¡Escúchame! Todo lo que he dicho y siento por ti es verdadero, lo juro, pero ahora no se trata de nosotros, debes creerme tu hermano va a cometer un crimen y no tenemos mucho tiempo esos camioneros van a tomar represalias y esta misma noche todas las agencias de la ley en California están vigilándolos Mia, si quieres salvar a Dom, Letty, León y a Vince, debes subir a ese auto de inmediato para ayudarlos, Mia eres la única persona que puede ayudarme ahora. Por favor Mia ¿puedes ayudarme? Dije tratando de convencerla.
Finalmente accedió, nos subimos al auto de camino a la carretera. – Los civics están ocultos a las afueras de Thermal. Dijo mientras me indicaba con el mapa.
- No van a dar vuelta, la carretera diez también está vigilada. Así que ¿Cuáles rutas quedan? Pregunté mirando el mapa.
- Son todas estas. Dijo preocupada. Comencé a pensar en alguna otra alternativa para avisarle al grupo, estaba muy preocupado por Dom, si algo le pasaba no me lo iba a perdonar. Tomé el celular y diqué el número de la jefatura de policía.
- ¿Jefatura? Dijo la operadora.
- Soy el oficial Brian O’conner número 34762. Quiero un rastreo de celular. Informé. Mia me miraba con cara de decepción e intriga.
- ¿Cuál es el número de celular? Preguntó la operadora.
- Mia ¿Cuál es el numero? Necesito ese número de celular ahora. Pregunté aun sabiéndolo, no quería que hubiese sospechas. Ella tomó el celular algo molesta.
- 323-555-6439 dijo Mia mientras yo lo repetía en mi mente. Mia me dio el celular de vuelta.
- Gracias ¿Lo anotó? Pregunté a la operadora. Seguimos conduciendo y al rato recibí una llamada.
- ¿Si?
- Rastreamos el número, va hacia el norte por la 86, en la milla 114 cerca de Coachellas. Informó. Corté la llamada y tomé el mapa.
- Quiero ver eso, estamos como a cuarenta millas, Dije mirando el mapa.
- ¿Qué vas a hacer? ¿Qué es lo que harás? Preguntó Mia, no le respondí estaba muy preocupado por Dom.
Ya había amanecido, el sol estaba radiante, a lo lejos podía ver luces de autos que destellaban como estrellas, estaba seguro de que eran ellos, conduje a prisa y pasando a un costado de la carretera estaba uno de los autos estacionados y pude ver que eran León y Letty que por ahora estaban a salvo, me preocupé por Dom, no quería que nada grave le pasara, seguí derecho y pude ver que el último de los Honda se estacionó bruscamente a un costado de la carretera, era Dom, por su playera blanca y corte rapado, ya estaba más tranquilo, pero me di cuenta que Vince estaba colgando en un costado del camión, al parecer estaba herido y su brazo estaba enganchado al alambre, quité el techo del auto.
- Toma el volante, Dije.
- ¡¿Qué?! ¡¿Quieres que tome el volante?! Preguntó confundida.
- ¡Toma el volante! Pon el pie en el acelerador, ¡De prisa! Grité.
- ¿Qué vas a hacer? Preguntó asustada.
- ¡De prisa pon el pie en el acelerador! Insistí.
- Lo tengo, dijo ella.
- Mantenlo en línea agregué.
- ¡Sujétate Vince! Le grité.
Hice que Mia se quedara conduciendo y fui por él, luego de un par de balazos esquivados del conductor del camión logré rescatar a Vince y escapar a tiempo, Mia se salió de la carretera y nos puso a salvo. Recostamos a Vince en el suelo, tenía una herida de bala y se estaba desangrando, su brazo estaba herido también y tuve que improvisar un torniquete, de pronto oímos frenar un auto, el resto del grupo venía al rescate, Dom corrió hacia nosotros preocupado.
- Necesitaba una ambulancia pronto o morirá. Sujeta esto, mantenlo presionado, no lo sueltes. Tomé el celular con prisa y disqué el número de servicio de rescate.
- Sí, soy el oficial Brian O’conner, soy agente especial, necesito un helicóptero de emergencia. miré la cara de Dom cambiar de preocupado a furioso, estaba sorprendido, me sentía horrible, tuve que revelar la verdad, era un caso grave y delicado, él estaba pasmado y me salvé de los golpes por lo serio del momento, recibí su mirada de odio tan fuerte que me dolió, pero ambos nos concentramos en Vince.
- Estoy en la carretera 86, milla 147, tengo una víctima de trauma, de 24 años, mide unos 6 pies y pesa como 200 libras, tiene una laceración en el brazo y sangrado arterial, fue un disparo de escopeta en el costado izquierdo, si, ¡si va entrar en shock! Informé. Dom no paraba de mirarme mientras describía al operador el diagnostico de Vince, sentía que iba a matarme.
Seguimos atendiendo a Vince hasta que finalmente el helicóptero llegó, ayudé a subirlo en él, Dom, León y Letty ya estaban listos para irse, Mia estaba mirándome, Dom le gritó que debían irse ahora y ella fue hasta ellos, el me miraba con cara de odio, me sentía la peor persona del mundo, el me hacía sentir cosas que nadie jamás pudo, el con solo estar cerca podía erizar hasta el último vello de mi cuerpo pero lo arruiné.
Finalmente, tras un par de miradas profundas él se subió al auto y se marchó junto con el resto de su grupo, pero aún debía saber que iba a pasar así que los seguí. Luego de un rato llegué a su casa, él estaba con su playera blanca manchada con sangre por las heridas de Vince, traía una escopeta, me bajé del auto y con arma en mano, lo apunté.
- ¡Dominic baja el arma ahora! Le grite.
- Mueve tú auto. Dijo haciendo caso omiso a mi orden.
- No ¡Baja el arma! ¡Ya basta! Ya no tienes que huir.
- ¡No estoy huyendo! Dijo dando un portazo a su auto sin entrar en él y acercándose a mí.
- ¿Dónde están León y Letty? Pregunté nervioso.
- Ya se largaron, Dijo enfadado.
- Pues se acabó. No llamaré a la policía, pero no me presiones ¡porque lo haré! ¡Te juro que lo haré! Dije enfadado.
- ¡Tú eres la policía! ¡Eres policía! Brian, debo encontrar a Jesse mucho antes que ellos, soy lo único que tiene. Dijo.
- Llamaré a la policía, la policía lo encontrará antes de que Johnny se le acerque. Dije mirándolo sin bajar mi arma.
- ¡Dom detente! ¡Se acabó! ¡Por favor! Interrumpió Mia.
- Mia esto no te incumbe. Mueve tu… Dijo Dom siendo interrumpido por la llegada de un auto.
- Dominic, lo siento mucho no sabía lo que hacía, estoy muy asustado ahora no sé qué va a pasar. Dijo Jesse nervioso y asustado.
- Jesse ¿En qué pensabas? Preguntó Dom con calma.
- No lo sé, me asusté, lo siento, tengo mucho miedo, no sé qué hacer por favor ayúdame. Dijo el chico muy nervioso.
De pronto la conversación se vio interrumpida por el ruido de motocicletas, Dom miró hacia la calle asustado y yo hice lo mismo, pude ver a Tran y su primo acercándose, ambos armados comenzaron a disparar contra nosotros mientras pasaban frente a la casa, Dom y yo logramos protegernos pero Jesse no corrió con la misma suerte, recibió un impacto de bala en el abdomen que lo mató de inmediato.
- ¡Jesse! Gritó Mia quien se lanzó sobre el cuerpo del chico junto con Dom, ambos estaban apenados por ello, Dom me miró y supe que debía hacer, ir tras ellos, me subí al auto y comencé a perseguirlos por las calles, ellos me disparaban pero lograba evadirlos, logré acorralar a uno de ellos por una calle angosta, pero sin darme cuenta que el otro había hecho una maniobra para lograr quedar atrás de mí y perseguirme, así que quedando entre ambas motos aumenté la velocidad, el que me perseguía sacó su arma para dispararme, me asusté pero mi caballero de armadura llegó a tiempo para salvarme atropellándolo, sacándolo de la ruta y encargándose de atraparlo mientras yo seguía persiguiendo a Tran. Antes de llegar al túnel por la carretera, el tipo volvió a disparar, harto de eso, le disparé en las costillas y logré derribarlo de la moto, me bajé del auto y corrí para ir tras él, desafortunadamente estaba muerto, de pronto oí el sonido de un fuerte motor calle arriba, era mi caballero de armadura, Dom, luego condujo a prisa calle arriba y supe que era una señal para que lo siguiera y eso hice, subí a mi auto comenzando a seguirlo por las calles, Dom estaba estacionado cerca de un cruce de tren, me estacioné a su lado.
- Yo corría aquí en mis años de estudiante. El cruce del tren queda exactamente a un cuarto de milla, cuando el semáforo esté en verde lo intentaré. Dijo.
Lo miré algo emocionado, hice una señal para avisarle que haría lo que el hiciera, comenzamos a rugir nuestros motores. El semáforo cambió a verde y entonces comenzamos la carrera, el auto de Dom se elevó en las ruedas delanteras, logró pasarme por un momento, pero apreté el botón del nitro para alcanzarlo, íbamos a la misma distancia, de pronto comencé a escuchar la campana del tren y entendí a qué se refería, las barras de seguridad estaban bajando y entonces miré a Dom, su cara era de orgullo, esto parecía un acto suicida pero ya no me importaba si estaba junto a él, llegamos al cruce y el tren estaba alcanzándonos a toda velocidad, volví a usar lo que me quedaba de nitro parar acelerar y pudimos ambos evadir el tren, lo miré con una sonrisa y el me sonrío de vuelta, las sonrisas se borraron al ver un camión viniendo en dirección a Dom, quien fue chocado por el lado haciendo que su auto se volteara en el aire, mi corazón latía a mil, estaba muy asustado, paré el auto y corrí hacia él, oía quejidos así que eso me tranquilizó, él estaba herido pero estaba bien.
- Eso no es lo que tenía en mente. Dijo algo asustado.
Lo ayudé a salir del auto, estaba mal herido, se apoyó en lo que quedaba de su auto, nos miramos un par de minutos, hasta escuchar las sirenas de la policía acercarse, lo miré profundamente y le di las llaves del supra, el me miró y me preguntó.
- ¿Sabes lo que haces? Preguntó.
- Te debo un segundo auto. Le dije emocionado.
El hizo una mueca y asintió, dándose la vuelta. Cuando comenzó a caminar hacia al supra salí tras él, no me importó nada, ni la gente, ni donde estábamos, lo tomé por los hombros, el giró y no le dije nada solo presioné mis labios a los suyos acariciando su afeitada cabeza y luego acaricié su rostro un poco, nos separamos del beso, el bajó su cabeza y se giró nuevamente siguiendo su camino hacia el auto subiendo a él y finalmente alejándose de mi vida para siempre, di media vuelta y comencé a caminar con un dolor en el pecho, mis lágrimas caían sin voluntad, ¿acaso va a ser la última vez que lo voy a ver? sentía algo fuerte por ese hombre, no era solo el sexo, me di cuenta finalmente que estaba enamorado, de él, no de su hermana.
Estaba enamorado de un delincuente, de un chico malo, de un chico que era rápido y furioso.
CONTINUARÁ…
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