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Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

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Notas del capitulo:

Hola las traigo este cap que marca el final de la trama de la primera pelicula, no se agustien aún nos queda mas trama para escribir con esta pareja. Saludos y espero que lo disfruten. 

                        UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE

             
              CAPITULO 5: UNA VIDA A UN ¼ DE MILLA





Desperté enteramente asustado pensando en él, había bebido bastante como para bloquear lo ocurrido, pero todo vino a mi cabeza de repente, Brian, yo… jamás me imaginé tener algo así con un hombre, era totalmente increíble para ser honesto, Letty estaba recostada a mi lado durmiendo, me levanté de prisa llegando al baño y comencé a ducharme, el calor era insoportable, por más que mojaba mi cara con la refrescante agua de la ducha no podía olvidar aquel episodio vivido la noche anterior, tuve sexo con un hombre, bueno el solo me hizo sexo oral pero igual no estuvo mal, para nada a decir verdad, comencé a sentir una erección pero lo bloquee inmediatamente.

- No Dom, está mal tu eres un hombre, no puede gustarte un chico. Me repetía mientras golpeaba mi cabeza con la loza de la ducha.
- Dom ¿estás bien? Preguntó Letty.
- Si nena estoy bien solo es el calor. Le Dije con serenidad.
- Pues dame un espacio ¿No? Dijo seductoramente entrando conmigo a la ducha y sabiendo como esto iba a terminar.

Luego de salir de la ducha, nos fuimos al taller, los chicos comenzaron a trabajar en el supra, y yo hice lo mismo comenzando a ensamblar el motor. Brian llegó, me puse incomodo con su presencia, pero traté de actuar normal, era obvio que ambos estábamos incomodos con lo vivido ayer, el comenzó a trabajar cerca de mí, ayudándome con las piezas, traté de romper la tensión y hablar con él.
- ¿Tienes planes para esta noche? Le pregunté
- Saldremos a cenar. Dijo en tono relajado.
- Si le rompes el corazón te parto el cuello. Le dije en tono serio, mi hermana merecía a un buen hombre y Brian no era un mal candidato. Mia era la mejor solución, sabía que ambos se gustaban y así los ánimos se calmarían entre él y yo. 
- Quiero… mostrarte algo. Dije.
Le dije al grupo que iríamos por cervezas, Brian ya era parte de él y como miembro nuevo tenía que mostrarle mi historia. A pesar de lo vivido la noche anterior, era un buen chico y merecía conocerme, lo llevé al garaje de mi casa, y le mostré mi gran tesoro, un Dodge SuperCharger 1970 modificado, que mi padre y yo habíamos construido, le conté como murió mi padre y como acabé en prisión, le dije todo lo que había vivido, me puse un poco sensible, a decir verdad. De pronto él se acercó mirándome.
- ¿Qué ocurre? Pregunté nervioso por la cercanía. 
- Lo lamento. Dijo abrazándome con fuerza.

El abrazo se sentía muy cálido y reconfortante, de pronto sentí sus labios juntarse con los míos.

- Por favor Brian… no hagas esto. Le dije
- Es lo que siento y no voy a detenerme dijo mirándome con sus ojos azules que brillaban con destello.                                                         Comenzó a acariciar mi cuerpo y harto de contener mis impulsos, lo tomé con fuerza y lo estrellé contra el auto, lo miré a los ojos y me quité la ropa, el hizo lo mismo y así es como volvimos a tener sexo, pero esta vez fue más fuerte y no estábamos ebrios, lo hicimos bajo consentimiento mutuo, no sabía que rayos me estaba pasando, pero este chico me doblegaba de una manera que no podía controlar. Luego de un buen sexo, me vestí rápidamente y el hizo lo mismo, él estaba riendo tal cual como el día que perdió en la carrera contra mí.

- ¿Por qué te ríes? Le pregunté.
- Es que lo que hicimos fue increíble, me gustó mucho.                                         – Eres un goloso. Le dije dando unas bofetadas en sus mejillas mientras él seguía riendo.  De pronto escuchamos el ruido de motores, el grupo había llegado a la casa, miré el reloj y había pasado más de una hora desde que Brian y yo salimos supuestamente por cervezas. Letty entró al garaje un poco extraña, miró a Brian con un semblante serio, como si sintiera que algo pasaba, él se puso algo nervioso.
¿Qué hacen aquí? Preguntó Letty de manera seria.
- Solo le mostraba el auto a Brian. Le respondí seriamente.
- Esta bien. ¿Por qué demonios se han demorado tanto? Insistió.
- Err… tengo que irme, tengo que hacer más tarde. Interrumpió Brian y luego salió tranquilamente.

Letty me miraba más tranquila y relajada, me abrazó y luego entraron Jesse y León como de costumbre a admirar mi reliquia. La tarde fue pasando, Mia se estaba arreglando para salir con Brian, pasé por su cuarto y golpeé la puerta.
- Pasa Dom. Dijo Mia.
- ¿Cómo supiste que era yo quien golpeaba? Pregunté entrando al cuarto.
- Reconocería esos golpes de bruto en cualquier parte. Dijo mientras reía.
- Jaja que graciosa estas, se ve que andas de humor. Le dije sonriendo mientras ella correspondía con una sonrisa más amplia.
- Cuídate, si se llaga a sobrepasar me dices y lo pongo en su lugar. Le dije serio.
- Tranquilo Dom ya estoy grande y puedo cuidarme sola. Exclamó ella.
- Esta bien solo llega temprano ¿sí? Agregué.
- Está bien hermano. Dijo.

Letty estaba en el cuarto, me quité la camisa para recostarme junto ella, comenzó a besar mi cuello de manera sensual, estaba comenzando a encenderme, pero con lo vivido con Brian esta tarde pocas eran mis ganas, ella lo notó.
- ¿Qué ocurre Dom? Preguntó reticente.
- Nada solo estoy algo cansado para esto hoy. Dije con voz floja.
- Siempre me jodes con que tienes ganas y hoy ¿no quieres? Exclamó algo molesta.
- Oye soy un ser humano y me canso como todos. Dije
- Ahh si tu… Dijo interrumpiéndose a sí misma.
- ¿Qué yo que? Pregunté nervioso.
- ¿Qué tienes en el cuello? Preguntó ella extrañada.
- Nada creo que debe ser una alergia. Dije
- ¿Alergia? ¡¿Crees que soy estúpida o qué?! ¡Eso es un chupón!   Gritó furiosa.
- De que hablas Letty es solo una marca de comezón… Dije comenzando a enfadarme, Brian se había excedido con las marcas.
- ¡No! ¡Esa marca te la hizo la perra con la que te acostaste! Y estoy segura que el nuevo te cubre todas tus suciedades. Dijo aún más furiosa.
- ¡No me jodas Letty! ¡Déjame en paz! ¡Es solo una comezón! ¡¿Qué no entiendes?! Exclamé molesto.

Sentí la puerta, Mia ya se había marchado con Brian, Letty seguía gritando.

- ¡¿Dime quien es la perra?! Para ir a romperle la cara. Dijo furiosa.
- ¿Sabes qué Letty? Cree lo que quieras. Dije mientras salía de la habitación para ir a conducir un rato con la intención de despejarme, estuve un buen rato casi hasta el amanecer paseando con mi auto por las calles de los Ángeles. Volví a casa más calmado, Letty estaba durmiendo, fui a la cocina a prepararme un sándwich cuando Mia llegó.
- Hola Mia ¿Qué tal la cita? Pregunté entusiasmado.
- Estuvo bien. Dijo seria tratando de evitarme.
- Veo que vienes cansada. Exclamé con sarcasmo.
- ¿Ya dejaste de pelear con Letty? Preguntó preocupada.
- Si, salí a dar una vuelta ella está durmiendo. Le respondí con tranquilidad.
- Bien, iré a dormir tengo clases más tarde. Dijo ella mientras subía las escaleras con prisa.

El día pasó lento, Letty se despertó y pudimos resolver lo sucedido, logró entender y tragarse lo de la alergia, aunque aún seguía preocupado, sobre todo cuando Brian estaba cerca, nuestra relación estaba incomoda debido a nuestros encuentros, el día siguió comúnmente, el chico no aparecía, traté de no darle importancia seguramente tenía cosas que hacer, me dije a mi mismo. El supra ya estaba casi listo solo le faltaban los últimos detalles que hicimos con los chicos en un parpadeo, Brian no apareció en todo el día, eso igual me pareció extraño, a decir verdad, estaba todos los días con nosotros y justo hoy no fue así.

- Oigan ¿Dónde está Brian? Preguntó León.
- Es cierto no se apareció en todo el día. Agregó Jesse.
- Debe tener sus asuntos, no sean dramáticos. Dijo Letty en tono seco.
- ¡Quien necesita a ese marica! Exclamó Vince.

No dije nada respecto al tema, los chicos se quedaron en casa mirando televisión, yo subí a mi cuarto y me recosté un momento para descansar la mente de tantas cosas, estar atrapado entre facturas del negocio, contando dinero, organizando nuestros “negocios” de noche, entre otras cosas me hacía poner cansado, mis pensamientos fueron interrumpidos por dos manos suaves que me masajeaban la espalda.
- Estas muy tenso Dom… Dijo una voz femenina ya muy conocida.
- Letty… dije con voz cansada mientras cerraba los ojos.
- Solo relájate. Agregó con voz suave comenzando a besar mi cuello.
La cercanía nos llevó a los besos, termínanos teniendo sexo de reconciliación y luego nos dormimos. Nuestra relación a pesar de ser algo exaltada era buena, Letty era la chica perfecta para mí, a pesar de que me he portado mal algunas veces ella siempre me ha perdonado y hemos seguido en esto. En la mañana luego de ducharnos nos fuimos al taller y Brian llegó como si nada, le dije que probara el auto, el entendió así que se subió como conductor y yo de copiloto, nos fuimos por la carretera y el rompió el incómodo silencio entre nosotros.
- ¿Cómo va todo con Letty? Preguntó con tono suave.                                          – Tenemos altos y bajos, pero siempre nos tenemos el uno al otro. Dije con tono serio.
Él iba a decir algo, pero lo reprimió al ver a un tipo en un gran auto.
 – Lindo auto ¿Cuánto cuesta una de esas máquinas? Preguntó.                                                           – Más de lo que tendrás en tu vida es un Ferrari. Respondió el tipo. Miré a Brian seriamente.
- Acabalo. Le dije. Brian comenzó la carrera con aquel tipo engreído resultando Brian como vencedor. A un par de km había un restaurant de comida al paso, le dije que se detuviera allí, salimos del auto y nos sentamos en una de las mesas que daba la vista a la playa. Brian estaba perdido en sus pensamientos, parecía que algo le preocupaba.
- ¿Qué pasa Brian? Pregunté
- Nada amigo estoy bien. Respondió cortante.  
- Dímelo, es obvio que pasa algo. Agregué.
- Tengo días buenos y malos como todas las demás personas, insistió.  
- Brian no pierdas la calma ese es tu alimento, dije al verlo jugando con los camarones.
- ¿Alimento? Ni siquiera puedo pagar los camarones. Dijo algo desganado
- Bueno yo pagaré. Dije amablemente.
- Ese no es el problema Dom ¿no entiendes? No acepto limosnas, no las necesito, yo me gano lo mío cada vez, pero necesito algo extra, como tú.  Dijo mirándome a los ojos.
- ¿Cómo yo Brian? Dime ¿Qué significa?  Pregunté algo confundido.
- Eso mismo. Agregó. 
- ¿Qué significa como yo? Pregunté aún más confundido.
- ¡No me fastidies! No soy estúpido ¿sí? sé que es imposible que puedas pagar todo lo que gastas en motores, Dominic, no puedes pagar todo lo que inviertes en tus automóviles, haciendo reparaciones y vendiendo comida, sea lo que sea que hagas también quiero entrar. Dijo insistente.
- Oye Brian no te enojes tanto. Dije preocupado.
- No es tanto eso Dom, cambiando de tema dime ¿lo tuyo con Letty va muy enserio? Preguntó algo exaltado.
- Acaso ¿estas celoso? Pregunté riéndome.
- ¡Claro que no! Respondió sonrojado.
- Sé que lo estas, es evidente. Le dije con una sonrisa.
- Y qué ¿acaso hay algún problema si lo estoy? Y dime ¿Qué soy para ti? Preguntó serio.
- Un amigo, un buen amigo. Respondí.                                                              
- ¿Acaso un amigo haría esto? Preguntó algo enfadado.
De pronto sentí su agarre a mi bulto bajo la mesa, fue certero y con fuerza, de inmediato sentí una erección.
-Un amigo muy especial… Dije pícaramente al sentir su agarre. 
- Vamos al baño y te demostraré que te puedo hacer más feliz que tu novia. Dijo el rubio.
- No pierdas la calma, tú tienes tu lugar. Agregué.
De pronto sentí mi cierre del pantalón bajarse, lamió sus dedos con lujuria y los introdujo dentro de mi ropa interior y frotó mi pene con fuerza esparciendo su saliva por el tronco y mis bolas, él se puso rojo.
- Brian esto es un mal lugar para hacer esto. Dije nervioso.
- No me importa. Dijo mirándome desafiante.
- Te ves tierno siendo celoso. Comenté. 

Sentí un jalón fuerte en mis vellos púbicos, hice una mueca, el se río y yo quité su mano de mi entrepierna y luego subí mi cierre del pantalón y dije.

– Tienes que entender que Letty es mi novia, nos conocemos desde hace muchos años, entre nosotros solo hay calentura, sexo salvaje. Dije seriamente.
- Al menos te gustó lo que hicimos? Preguntó curioso.
- Claro que si Brian, pero creo que debemos parar con esto o se nos irá de las manos. Dije seriamente mirándolo a los ojos.
Hubo un silencio incomodo mientras solo terminábamos de comer, me puse de pie.
- Voy al baño. Dije. Caminé hasta el baño y bajé mi cierre para orinar, pensaba en algunas cosas, cosas que me confundían. De pronto la puerta se abrió, era Brian quien inmediatamente la cerró con seguro y apenas terminé de orinar se me lanzó besándome sin control, traté de esquivarlo, pero fue inútil.
- ¡Oye Brian para! ¡estamos en un lugar público! Dije nervioso.
- No me importa, seré más perro que tu novia si hace falta. Dijo excitado el chico rubio.  
- ¿Tu novia haría esto? Preguntó ansioso. Luego se arrodilló comenzando a chupármela, mientras lo hacía de inmediato tuve una erección, me ponía nervioso estar en un lugar público, pero me dejé llevar, luego lamió y succionó mis bolas y luego comenzó a lamer más abajo entre mis bolas y el culo, hasta que llegó entre mis nalgas metiendo su lengua en mi agujero, girándola con destreza, jamás me habían hecho eso, pero se sentía muy bien, gemí con fuerza y excitación. 
- Para Brian por favor… dije en una mezcla de excitación y nerviosismo.
- No hasta que te corras. Dijo demandante
Estaba sintiendo un gran placer hasta que fuimos interrumpidos por los golpes de la puerta del baño y unos tipos pidiendo entrar, Brian se detuvo y se puso de pie, yo inmediatamente me subí los pantalones y abrimos la puerta saliendo rápidamente, pagué la cuenta y nos largamos de inmediato de aquel lugar.                         

Mientras íbamos por la carretera vi un letrero de un motel, le dije a Brian que doblara y entrara al lugar. Nos bajamos del auto y entramos directo a la habitación, de verdad me sentía excitado, tenía el pene duro, necesitaba quitar las ganas que Brian me había dejado cuando me hizo sexo oral hace un rato. Pagué la habitación por la ventanilla y luego tomé a Brian con fuerza besándolo y estrellándolo contra la pared, el correspondió el beso con fuerza y desespero y luego se separó para decir algo.
- ¿Qué fue eso? Preguntó con la respiración agitada.
- Tú te lo buscaste. Le dije excitado y con rabia.

Nos besamos un rato y luego él se separó para pedir algo.
- Quiero chupar. Dijo excitado. Asentí con la cabeza y me senté en el borde de la cama, de inmediato se arrodilló y me desnudó rápidamente abalanzándose a mi entrepierna y succionando mi pene desesperadamente, me hizo gemir fuerte, de verdad lo hacía muy bien, me tenía excitado, sentía un fuerte calor en la entrepierna, continuó su curso lamiendo y chupando mis bolas dejando toda ensalivada mi entrepierna.
- Quiero hacer algo…  Me dijo.
- ¿Qué quieres hacer? Pregunté ansioso.
- Solo levanta una de tus piernas y disfruta. Insistió. Accedí a su petición y volvió a lamer mi culo y mi agujero, era un placer extraño, pero se sentía muy bien, mis gemidos aumentaron mientras el comenzó a masturbarme con fuerza, de verdad estaba excitado, quería hacer algo para sacar todo lo que sentía. Lo hice sentarse en el suelo y con fuerza me senté sobre su rostro introduciendo mi pene en su boca penetrándola con fuerza, haciendo que se ahogara con mi miembro, haciendo descansar mis bolas sobre su nariz, lamió un par de veces mi culo y volví a penetrar su boca corriéndome finalmente en ella, haciendo que se tragara toda mi corrida sin excepciones. Su rostro estaba rojo y babeaba en exceso.
- Eres un maldito. Me hiciste mojar los pantalones. Dijo riendo y me dio un empujón. Luego de un rato nos recuperamos y aún sin poder apagar el fuego que sentía, lo volví a tomar y me lo follé con fuerza en posiciones distintas, corriéndome dentro de él tantas veces que cuando me salí, toda mi corrida salió chorreando de su agujero de manera increíble. Ambos estábamos sudados y recuperando el aliento.
- Fue increíble. El mejor sexo que alguna vez tuve. Dijo el rubio con voz entrecortada.
- Y tú eres el amigo más goloso que tuve alguna vez. Dije con gracia. Me dio un empujón y ambos reímos a carcajadas.
- Cállate. Dijo rotundamente riendo. 
- Ya es hora de irnos, Brian. Le dije seriamente. Me paré de la cama y me metí al baño para darme una ducha de agua fría, dejé correr el agua sobre mi cuerpo y comencé a enjabonarme, estaba cansado pero relajado, hasta que su voz interrumpió mi trance.
- ¿Puedo entrar? Preguntó el rubio serenamente. Sonreí y asentí con la cabeza, el entró y de inmediato me besó con suavidad, el beso era distinto, era un beso relajado, el me miraba a los ojos y sin quitar la vista de ellos, le seguí el beso, está vez no hubo erecciones, solo eran besos, suaves y profundos.
- Te quiero Dom. Dijo antes de darme el último beso y terminar de bañarnos. Ese te quiero me dejó pensando, luego salimos del motel y nos dirigimos a casa, yo besé a Letty y Brian se puso a hablar con Mia, luego de unos minutos él se despidió de mi con un apretón de manos y se marchó. El resto de la tarde pasó tranquila, en la noche me encontraba acostado con Letty, ella estaba durmiendo, yo no podía dejar de pensar en Brian, en lo que hicimos, lo que me dijo, finalmente me relajé lo suficiente para dormir.

                            
                               CARRERAS DEL DESIERTO


Desperté temprano, a pesar de ser las 09:00am el sol estaba brillante, los chicos y yo partimos rumbo al desierto, teníamos nuestro tráiler, nuestros autos, el nitro, todo listo en realidad, me quedé conversando con un par de aficionados y algunas chicas que trataban de seducirme mientras los chicos fueron a hacer sus apuestas. Letty apareció diciendo que le había sacado dos mil a un idiota confiado, luego seguí conversando con una chica sobre los coches y sus partes hasta que fui interrumpido por León.
- Oye Dom, tenemos problemas. Dijo asustado.
- ¿Qué? Pregunté confundido.
- Jesse… Dijo preocupado.
- ¿A dónde va? Pregunté mientras veía su auto a lo lejos correr rápidamente.
- Le apostó el auto a Tran y perdió. Dijo León preocupado.
- ¡Oh rayos! Dije enfadado.
El auto de Tran venía a toda velocidad hacia nosotros, sabía lo que venía, problemas. Tran salió de su auto y se acercó a mí.

- ¿A dónde va? Preguntó Tran enfadado.
- Err… fue a lavar el auto. Respondí tranquilamente.
- Mejor ve a buscar mi auto. Dijo más enfadado.
- ¿Qué busque tu auto? No estamos en tu barrio, ten cuidado con lo que estás diciendo. Dije molesto dándole la espalda para volver a lo que estaba haciendo.
- ¡Toretto! ¡Toretto! ¡La policía entró en mi casa! ¡Insultó a toda mi familia porque algún idiota me delató! ¿Y sabes qué? ¡Fuiste tú! Gritó frente a todos. No lo dejé terminar mi sangre hirvió de la rabia y no dude en darle un golpe en el rostro haciendo que cayera al suelo, luego me fui sobre él y le propiné más golpes sin parar, intentaban detenerme, pero estaba tan furioso que nadie podía sacarme de encima de Tran, hasta que lo lograron entre muchos.
- ¡Desgraciado! ¡Te acabaré! ¡Idiota! ¡Yo no delato a nadie jamás! Grité enfurecido mientras me sacaban del lugar.
- No vale la pena. Dijo Vince.

Finalmente, la noche cayó, hoy nos estábamos preparando para un gran golpe, el dato de un camión con muy buenas especies, era nuestra gran oportunidad, le dije al grupo que se preparara, en eso llegó Mia.
- Dom ¿Dónde vas? Preguntó preocupada.
- Mia… sabes que no puedo decirte esto. Le dije tratando de calmarla.
- ¡No Dom yo sé lo que es! ¡Basta tienes que parar con esto! Gritó ella desesperada.
- Mia no me digas eso, sabes que esto es para nosotros. Le dije en un tono calmado.
- ¡Nunca te he dicho nada! Te respeto, pero no me digas estupideces, te estoy pidiendo que no vayas. Dijo más desesperada.
- Mia esto no es una estupidez, sabes que es por nosotros, necesitamos esto. Dije en un tono aún calmado.
- ¡No! ¡No me digas esto! ¡Esto es solo por ti! Exclamó alterada.
- ¡No me digas esto! ¡Tienes que escucharme! Le dije desesperado.
- ¡¿Por qué insistes en hacer esto?! ¡Dom por favor no lo hagas! Gritó mientras yo me subía al auto de León tratando de evitarla y conduje a prisa saliendo del lugar. Todo el grupo estaba extraño, parecía que había negatividad por doquier, condujimos por la carretera, eran más o menos las 04:30 am, pronto amanecería, debíamos hacer esto rápido. Llegamos por la carretera a Termal, un conocido nos hacía el favor de ocultarnos los Honda Civics para nuestros operativos a cambio de un porcentaje de lo recaudado. Estacionamos los vehículos en el lugar y me bajé rápidamente quitando las fundas que cubrían los autos.
- Nos falta un hombre, Letty te necesito a la izquierda. Dije con autoridad.
- Tu hermana tenía razón en esto, presiento algo malo. Dijo León.
- No digas eso. Le dije.
- Algo está mal. Dijo Letty nerviosa expulsando aire por los labios.
- ¡Ya basta! Dije enfadado, ya que me hacían poner nervioso.
- No deberíamos hacerlo sin Jesse. Insistió Letty.
- Este es el golpe que esperábamos hace meses, después de esto todos tomaremos unas vacaciones. Andando. Dije en voz alta.
- Si eso espero. Agregó León.
Vi a Letty preocupada así que me acerqué a ella y la tomé por los hombros.
- Oye Letty, la otra noche tuve un sueño, tu y yo estábamos en una playa de México. Dije mirándola.
- ¿Enserio? Preguntó ella con desgano.
- Enserio. Respondí y la besé en los labios.
- Hagamos que eso pase. Agregué.
Nos preparamos y partimos a nuestro golpe por la carretera, ya estaba amaneciendo, la poca luz que había me daba un poco de ánimo. Luego de conducir por la carretera recibí la llamada de nuestro contacto, el camión iba camino por la autopista 84, logramos divisarlo y comenzamos a seguirlo, me giré por el lado izquierdo del camión y con radio en mano comencé a dar indicaciones.
- Ya es hora, en sus marcas. Dije por el radio.
Vince se preparó para saltar al camión, de pronto miré por el espejo retrovisor y vi que el camionero estaba armado.
- ¡Vince! ¡Vince! ¡No! ¡No vayas! Le grité dando golpes al techo del auto, pero fue en vano, Vince ya había saltado y el camionero le disparó con una escopeta, por suerte fallando el tiro, Vince quedó colgando por el frente del camión.
- ¡Tiene una maldita escopeta! Avisé al resto por radio.
- ¡Apártate! ¡Apártate! ¡Sácalo de ahí! Respondió León por su radio.
- ¡Sácame de aquí! Dijo Vince con dificultad.
Acerqué mi auto al camión en dirección a donde Vince se encontraba.
- ¡Ahora Vince! ¡Desengánchate! ¡Desengánchate! ¡hazlo! Le grité con fuerza.
- ¡No puedo! Gritó en respuesta.
Un balazo a mi luz trasera me quitó velocidad, esto se estaba poniendo muy riesgoso.
- Dom voy a intentar distraerlo. Dijo Letty por radio.
- ¡Tienes que desengancharte! Le grité a Vince mientras intentaba en vano poder hacerlo.
- ¡No puedo zafar mi brazo! Gritó adolorido.
- ¡Toma mi mano! Grité preocupado.
- ¡Mi brazo! Gritaba más adolorido.
- ¡Dame tu mano! Volví a gritarle, me estaba preocupando.

El tipo siguió disparando intentando herirnos.
- ¡Vince! Grité intentando alcanzarlo en vano desde mi auto. Logró dispararle por debajo a mi auto y comencé a perder el control de él.
- ¡Vince! Exclamé preocupado.
- ¡Ayúdame! Gritó con dificultad.
- ¡Dom quítate del camino voy por el! Exclamó Letty.
Ella hizo un par de maniobras, pero el conductor logró quitarla del camino haciendo que su auto se saliera y se volteara quedando varado a un lado de la carretera.
- ¡Letty! ¡León! Grite aterrado.
- ¡Si! Habló el.
¡Regresa por Letty! Agregué.
- ¡Ya voy! ¡Ya voy! Respondió. Girándose en el camino.
- ¡Yo iré por ella tu solo rescata a Vince! Agregó.
- ¡Vince! Grité en cuanto vi que le habían disparado.                                   El camionero le dio al motor de mi auto obligándome a detenerme a un costado de la carretera. A lo lejos pude oír un ruido fuerte de motor acercándose, era Brian en el supra y al parecer estaba junto con Mia. Ambos lograron rescatar a Vince y se salieron del camino estacionándose a un costado de la carretera. Nos subimos al auto de León, con Letty quien estaba herida y nos dirigimos rápidamente a donde estaban ellos. Me bajé del auto tan rápido como pude.
- ¡Vince! Exclamé preocupado. Me acerqué a Letty quien estaba casi en shock por todo lo ocurrido.
- Ya terminó todo nena, Te amo. Le dije mientras acariciaba su mentón.
- Cuídala. Le dije a León. Mientras me dirigí hacia Brian y Mia quienes estaban encargándose de Vince.
- Necesita una ambulancia pronto o morirá. Sujeta esto, mantenlo presionado, no lo sueltes Dijo Brian a Mia mientras yo miraba a un mal herido Vince que se quejaba de dolor. Brian tomó su celular y comenzó a marcar un número.
- Sí, soy el oficial Brian O’conner, soy agente especial, necesito un helicóptero de emergencia. Comenzó a decir eso mientras hablaba por celular. Sentí hervir mi sangre ¿era enserio? ¿Nos mintió todo este tiempo? ¿era un cerdo policía? Mis puños se apretaron con tantas ganas de romper toda su cara en aquel mismo momento.
- Estoy en la carretera 86, milla 147, tengo una víctima de trauma, de 24 años, mide unos 6 pies y pesa como 200 libras, tiene una laceración en el brazo y sangrado arterial, fue un disparo de escopeta en el costado izquierdo, si, ¡si va entrar en shock! Agregó mientras continuaba hablando por teléfono. Estaba tan molesto en ese momento, tenía ganas de golpearlo sin parar, solo eran mentiras, todo lo que había dicho. Miré a Mia mientras mordía mis labios de rabia, ella me miraba angustiada, se notaba que ya sabía todo, traté de controlarme debido a lo delicado del momento para no poner peores las cosas. Al rato llegó el helicóptero quien se llevó a Vince de inmediato, Brian ayudó a cargarlo hasta el mismo mientras Mia y yo mirábamos todo desde lejos, la miré a los ojos y le hice una señal para que nos fuéramos de ahí, caminé de vuelta hasta el auto donde estaban León y Letty. Mia se quedó atrás mirándose con Brian.
- ¡Mia vámonos ahora! Le grité. Ella se acercó rápidamente a nosotros, aunque algo dudosa ya que parecía no querer dejar a Brian. Finalmente, Mia entró al auto, miré a Brian un par de segundos desde lejos y luego entré al auto también sin dudarlo y nos fuimos rápidamente del lugar.


                                           MAS TARDE…

Llegamos a la casa agitados, les di dinero a León y Letty para que se fueran a México y lograrán huir de la policía a tiempo, Mia no decía ni una sola palabra, solo me evitaba y se encerró en el baño con toalla en mano para ducharse, yo estaba preocupado por Jesse, no aparecía desde ayer y tenía miedo de que harían Tran y su grupo si lo encontraban antes que yo, tenía que encontrarlo para irnos todos antes de que la policía nos descubriera aunque con el traidor de Brian seguramente estarían ya en camino hacia nuestra casa. Preparé el Dodge que mi padre y yo habíamos construido y que jamás me había atrevido a conducir hasta hoy, estaba tan nervioso que necesitaba hacerlo, podría ser mi último día libre y debía hacerlo. Tomé un rifle de mi garaje, lo cargué con balas y tomé un par de municiones por si acaso. Escuché un auto frenar frente a la casa y salí con rifle en mano y vi que era Brian quien ya se había bajado y estaba apuntándome con un arma.

- ¡Dominic baja el arma ahora! gritó.
- Mueve tú auto. Le dije haciendo caso omiso a su orden. 
- No ¡Baja el arma! ¡Ya basta! Ya no tienes que huir. Dijo alterado
- ¡No estoy huyendo! Dije dando un portazo a mi auto sin entrar en él y acercándome a él.  
- ¿Dónde están León y Letty? Preguntó nervioso. 
- Ya se largaron, Dije enfadado. 
- Pues se acabó. No llamaré a la policía, pero no me presiones ¡porque lo haré! ¡Te juro que lo haré! Dijo enfadado. 
- ¡Tú eres la policía! ¡Eres policía! Brian, debo encontrar a Jesse mucho antes que ellos, soy lo único que tiene. Dije. 
- Llamaré a la policía, la policía lo encontrará antes de que Johnny se le acerque. Dijo mirándome sin bajar su arma
- ¡Dom detente! ¡Se acabó! ¡Por favor! Interrumpió Mia. 
- Mia esto no te incumbe. Agregué molesto.                                         Mueve tu… Dije siendo interrumpido por la llegada de Jesse. 
- ¡Dominic!, lo siento mucho, no sabía lo que hacía, estoy muy asustado ahora no sé qué va a pasar. Dijo Jesse nervioso y asustado. 
- Jesse ¿En qué pensabas? Pregunté molesto. 
- No lo sé, me asusté, lo siento, tengo mucho miedo, no sé qué hacer por favor ayúdame. Dijo Jesse muy nervioso.                                  La conversación fue cortada por el ruido de motores de motocicletas que se acercaban a toda velocidad, era Tran junto a su primo Lance, ambos estaban armados y comenzaron a disparar contra nosotros, me agaché al suelo y corrí tratando de ocultarme, sin embargo, uno de los disparos le llegó Jesse, cuando logré llegar hacia él, me di cuenta que estaba muerto, mi corazón se hizo trizas, lo abracé y traté de contener la pena para voltear y mirar a Brian indicándole que fuera tras ellos. Él se subió a su auto y así lo hizo, Mia se quedó abrazada al cuerpo del chico, le dije que iría a ayudar, Mia asintió con la cabeza y entonces me subí al auto y conduje a toda velocidad tratando de alcanzar a Tran, su primo y a Brian que iba tras ellos. Logré divisarlos a lo lejos, Brian estaba muy cerca de atraparlos, tomé un atajo por las intersecciones para poder llegar a tiempo y servir de ayuda, necesitaba vengar a Jesse, logré tomar una de las intersecciones principales, cuando a lo lejos vi a Brian que era rodeado por uno de los Tran mientras este seguía a otro, logré tomar ventaja saliendo por la calle principal donde estaban conduciendo y quité a uno de ellos del camino atropellándolo y lanzándolo por un cerro cercano mientras Brian siguió al otro a alta velocidad a lo largo del camino. Me bajé del auto y me asomé por el cerro donde cayó el tipo, lo vi herido y quejándose, algo es algo. Volví a mi auto y fui tras Brian y el otro idiota que quedaba, logré ver como el policía lo abatió de un tiro e hizo que callera de su moto, él se bajó para ver al tipo quien seguramente estaba muerto, al menos la vida de Jesse no se perdió en vano. Di media vuelta e hice sonar el motor, quería que Brian me siguiera, quería mostrarle algo. Conduje hasta la parada cerca del cruce del tren, él llegó a los segundos y se paró a mi lado.

- Yo corría aquí en mis años de estudiante. El cruce del tren queda exactamente a un cuarto de milla, cuando el semáforo esté en verde lo intentaré. Dije mientras miraba el horizonte.

El me miró emocionado y ambos comenzamos a hacer ruido con nuestros motores, el semáforo finalmente cambió a verde y comenzamos la carrera, las ruedas delanteras del auto se elevaron, recuerdo haber visto a mi padre hacer esto muchas veces y siempre quise hacerlo. Logré adelantarlo, pero el rápidamente me alcanzó a la misma distancia, podía oír la campana del tren que venía a toda máquina, sino cruzábamos era el fin. Las vallas de seguridad se bajaron, estábamos a unos pocos metros, voltee para mirarlo, él tenía una expresión de terror en su rostro, logramos llegar al punto exacto tirando las vallas y cruzando el cruce de manera rápida, justo a tiempo antes de ser arrollados por el tren. Nos miramos y sonreímos el uno al otro, de pronto su cara cambió a una de horror y lo siguiente que supe es que un camión logró embestirme con fuerza y voltear mi auto en el aire cayendo de manera ruda en el piso; me di un fuerte golpe en la cabeza.
- ¡Domimic! Gritó el acercándose velozmente hasta donde estaba.
- Eso no es lo que tenía en mente. Dije algo asustado. Logré salir casi ileso, estaba un poco contracturado, el me ayudó a salir del auto y entonces me puse de pie parar recuperar el aliento.

A lo lejos se oían las sirenas de las patrullas acercándose cada vez más, Brian y yo nos mirábamos sin decir nada, lo miré a los ojos el me miraba con cara de miedo y tristeza, desvié mi mirada hacia el horizonte, sabía lo que venía, me iría a la cárcel. De pronto el levantó su mano con las llaves del supra ofreciéndomelas, lo miré a los ojos y las tomé.
 - ¿Sabes lo que haces? Pregunté. 
- Te debo un segundo auto. Dijo algo emocionado.

Hice una mueca y asentí con la cabeza para luego caminar hasta el auto con algo de dificultad, de pronto sentí un peso en mis hombros y me di la vuelta solo para ver a Brian a los ojos, quien pegó sus labios a los míos y comenzó a acariciar mi cabeza y rostro, puso ambas manos en mis hombros y luego las soltó, bajé mi cabeza sin decir nada para luego voltear y volver al auto, me subí en él, me fui mirando al chico rubio, sin decir nada, giré con el auto y comencé a conducir camino a la carretera pensando en muchas cosas. ¿Por qué me habrá dejado escapar? ¿Por qué me pasó esto con un hombre? ¿acaso nos volveremos a encontrar?
Me hice muchas preguntas a lo largo del camino a casa, donde finalmente llegué, me duché y me preparé para salir del país rumbo a México. Fueron largas horas en carretera, pero finalmente me encontraba en la ciudad de Baja California, México donde me esperaba una nueva vida o al menos hasta ahora.


Vivo la vida a un cuarto de milla a la vez, nada más importa, por esos diez segundos o menos, soy libre.

-Dominic Toretto.


Continuará…

Notas finales:

Las criticas o sugerencias siempre son bien recibidas. Que tengan un buen fin de semana. 


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