UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE
CAPITULO 6: RECUERDOS
Me fui del lugar sin mirar atrás, con un nudo en la garganta, las sirenas de la policía se iban acercando a medida que caminaba por la calle, las lágrimas caían por mis mejillas, había hecho todo mal, sentía algo fuerte por ese hombre, ese hombre que era un delincuente, no podía dejar que fuera a la cárcel, él no lo merecía, sentía que él se había llevado una parte de mí, una parte que no podía recuperar, una parte que solo podía vivirla a su lado. Logré tomar un autobús hasta mi casa, apenas llegué entré al baño y mojé mi cara con la fresca agua del grifo, en eso colgué mi placa en un costado de la repisa del baño mientras me miraba al espejo recordando el momento en que lo dejé escapar, había lanzado mi carrera por la borda, pero él lo valía. No alcancé ni a tomar mis cosas cuando las sirenas de la policía hacían eco en calles aledañas, salí de inmediato entrando a mi auto y escapando lo más lejos que pude, tomé la ruta a Arizona, allí me introduje en un par de carreras para hacer algo de dinero, donde me fue bien, luego me trasladé a Nuevo México siguiendo el mismo patrón. Por la noche me quedé en un Motel barato tratando de conciliar el sueño, no dejaba de pensar en su rostro, en sus besos, en nuestros encuentros, de verdad estaba volviéndome loco, pero Dominic Toretto estaba en mi mente todo el tiempo. Luego de eso me hice un corte de cabello y pasé por un restaurante a beber un café, al leer el periódico vi un titular sobre mí, la policía quería mi cabeza, pero no les daría ese gusto, en eso entró una pareja de policías al lugar, traté de cubrir mi rostro y de parecer lo más natural posible, una chica muy linda estaba sentada en la mesa de en frente, ambos estábamos cara a cara, ella me vio incomodo así que me puse de pie y salí del lugar antes que me reconocieran, volví al motel y al encender el televisor, la misma historia, titulares con mi nombre. Tomé todo lo que tenía a la mano y salí de la habitación solo para encontrarme con un policía peritando mi auto, rápidamente me devolví y choqué sin querer con una chica, para sorpresa la misma que vi en el restaurante. Caminé un par de cuadras, estaba cansado, no había taxis, ni autobuses, me paré a un costado de la carretera y pedí aventón, un lindo auto gris paró frente a mí, con la misma chica que me había encontrado ya dos veces, le pedí si me podía llevar hasta un lugar donde vendieran autos usados ya que mi presupuesto era escaso, ella accedió amablemente, era una chica linda, hubo un par de conversaciones que ayudaron a matar el tiempo hasta el amanecer. Por la mañana encontré un lugar de autos usados y le pedí que me dejará allí, me bajé y le agradecí, hubo un par de miradas hasta darme cuenta de el periódico que estaba en el asiento donde salía mi rostro en la portada, pero a ella no pareció importarle, me despedí con una gran sonrisa y me introduje al lugar.
Un chico asiático y su padre, dueño del lugar me intentaban vender un auto de su vitrina, pero me negué eligiendo uno de mi clase, estaba viejo, pero yo podía trabajar en él, lo compré y me fui del lugar camino a Texas, allí me metí en más carreras reuniendo el dinero suficiente para modificar mi auto a mi antojo, le hice unos arreglos y lo pinté. Seguí recorriendo lugares y ganando dinero para mantenerme, poder comer, tener sitio donde quedarme entre otras cosas, seguí corriendo y aumentando mi fortuna. Cuando tuve el dinero suficiente me decidí a cambiar de rumbo así que camino a la autopista interestatal mirando las rutas, Nueva York y Miami, decidí tomar la ruta a Miami, quizás las playas, el clima tropical me harían aclarar mi mente y pensar en otra cosa que no sea Dominic. Cuando llegué fue como un paraíso, lleno de chicas guapas, lindo sol, playas hermosas, me sentía un poco más renovado, pero aún sin olvidar lo vivido en Los Ángeles.
Me reestablecí rentando un barco, era genial vivir allí, un clima despejado aire descontaminado y buen ambiente. Conocí a Tej un chico genial, era dueño de un taller así que me dio empleo en el, también organizaba carreras clandestinas y así pude mostrarle que era un buen corredor, la gente era genial hasta el momento. Luego de un tiempo de paz la policía logró rastrearme y entonces mi antiguo superior Bilkins me ofreció la oportunidad de limpiar mi expediente si le ayudaba a atrapar a un poderoso traficante de la ciudad y así es que luego de años pude reunirme con mi amigo de la infancia Roman Pearce, pudimos resolver nuestros desacuerdos y además de limpiar nuestros expedientes ganamos un buen dinero para hacer nuestro propio negocio. Por la tarde oía una canción en la radio, de una chica llamada Avril Lavigne, no era de canciones cursis pero esta realmente me estaba tocando por dentro.
Estoy parado en un puente.
Esperando en la oscuridad.
Pensé que ya
estarías aquí.
No hay nada más que lluvia.
No hay pasos en el suelo.
Escucho, pero no hay
ningún sonido.
¿No hay nadie que esté
tratando de encontrarme?
¿Nadie vendrá a
llevarme a casa?
Es una maldita
noche fría.
Estoy tratando de
entender esta vida.
¿No me tomarías de la mano?
Llévame a un lugar nuevo.
No sé quién eres
pero estoy contigo.
Yo estoy contigo.
Estoy buscando un lugar,
buscando un rostro.
¿Hay alguien aquí
que yo conozca?
Porque nada me sale bien
y todo es un desastre.
Y a nadie le gusta
estar solo.
¿No hay nadie que esté
tratando de encontrarme?
¿Nadie vendrá a
llevarme a casa?
Es una maldita
noche fría.
Estoy tratando de
entender esta vida.
¿No me tomarías de la mano?
Llévame a un lugar nuevo.
No sé quién eres
pero estoy contigo.
Yo estoy contigo.
¿Por qué todo es tan confuso?
Quizás esté loca.
Es una maldita
noche fría.
Estoy tratando de
entender esta vida.
¿No me tomarías de la mano?
Llévame a un lugar nuevo.
No sé quién eres
pero estoy contigo.
Yo estoy contigo
A pesar de que mi vida iba mejorando, no podía quitarme de la mente a Toretto, soñaba a menudo con él, veía su rostro en todas partes, tenía su voz fija en mi mente, recordaba su aroma, el calor de su cuerpo sobre el mío, sus besos, el sexo. Estuve con un par de chicas, pero nunca fue igual, el resultado era siempre el mismo, nada me hacía quitármelo de la cabeza, ese hombre dejó una huella en mí que nadie podía borrar.
5 años más tarde…
Gracias a mi cooperación al FBI fui reestablecido como agente de la ley, un buen sueldo, un buen apartamento, nuevos compañeros pero siempre la misma sensación de soledad, mis sentimientos por Dominic estaban enterrados bajo siete llaves en mi interior, el tiempo lo cura todo a veces aunque no siempre, porque a pesar de lograr controlar esos sentimientos, mis recuerdos con el seguían vividos, era un fuego en el pecho y me pasaba cada vez que pensaba en él, cada vez que lo nombraba. Un día mientras investigaba un nuevo caso sobre un traficante se me ocurrió meterme a su archivo, el cual decía Prófugo, sin permiso tomé una foto de Dom en la cual salía junto a un auto, salía sonriendo, con su intimidante presencia, se veía muy guapo y lindo, me llevé esa foto y le hice una copia la cual guardé en mi apartamento celosamente, cuando bebía un par de tragos y me acordaba de él, sacaba su foto y la contemplaba con cariño, la acariciaba perdido en mis pensamientos incluso llegué a masturbarme recordando esos momentos en los cuales tuvimos sexo, momentos que nunca olvidé, ni olvidaré.
- Dom… si… si hubiera hecho las cosas bien… ¿Dónde estarás ahora?
Me dormía imaginando como hubieran sido las cosas si hubiera conocido a Dom en otras circunstancias, tal vez ahora estaríamos juntos; a veces fantaseaba con cosas como ser pareja, ambos dueños de un taller, siendo felices, con apoyo de nuestros amigos y de todo su equipo, tal Mia se molestaría, pero luego nos aceptaría porque a pesar de todo Dom es su hermano, pero solo eran ideas de mi imaginación. Él era muy machista para hacer eso y Letty me mataría con lo celosa que es.
En los días posteriores mis superiores llevaron un nuevo informe sobre un nuevo traficante llamado Braga, el tipo se encargaba de pasar droga desde México a Estados Unidos usando corredores callejeros para el trabajo. Varios agentes encubiertos fueron enviados, pero acabaron muertos y fue así que el caso seguía sin avances. Luego de un par de meses en el caso recibí la llamada de alguien desconocido.
- Brian tienes una llamada.
- La tomaré. Dije intrigado.
- Brian, necesito tu ayuda… Dijo una voz femenina ya conocida. - ¿Quién es? Pregunté insistente.
- Letty Ortiz… Dijo esa voz.
Quedé totalmente petrificado ¿Qué es lo que quiere esta chica conmigo?
- ¿Hola? Insistía la chica que se oía algo preocupada.
-Si puedo oírte, solo dime ¿en qué puedo ayudarte?Pregunté ansioso.
- Pues necesito favor por favor o no hay nada. Dijo la chica con autoridad.
-Tranquila puedes decirme todo, no le diré a nadie hasta que conversemos en privado ¿está bien? Dije amablemente.
- Me parece bien, podemos juntarnos en el café que queda en el centro, adiós. Dijo cortante.
- Claro, está bien… Dije siendo interrumpido por el corte de aquella llamada.
Comencé a estar nervioso, no sabía porque, quizá Dom le contó sobre nosotros, no, no creo me dije a mi mismo respirando con dificultad. Finalmente llegué al café y la reconocí de inmediato, llevaba gafas oscuras de sol, una chaqueta con chiporro que le cubría el cabello y miraba hacia todas partes nerviosa, me acerqué con cuidado y me senté frente a ella.
- Hola. Saludé amablemente.
- Hola… Dijo algo reticente.
- Bien… ¿Cómo está Dom? ¿Cómo está Mia?
- Mia terminó sus estudios y está viviendo aquí, jamás se fue, Dom está bien goza de buena salud, está hermoso como siempre. Dijo ella como sabiendo lo que tuve con él.
- Eso me parece bien, es bueno saber de ellos. Bueno ¿Cuál es el favor que necesitas? Pregunté intrigado.
- Sé que la policía busca a un tal Braga, el tipo es el jefe de un gran cartel de drogas, de alguna manera logra pasar la mercancía desde la frontera con México hasta aquí. Dijo seria.
- Si… ¿y cuál es el favor que necesitas? Pregunté insistente.
- Está buscando conductores expertos para aquellos trabajos, supongo que debe tener una ruta secreta o algo que lo haga pasar todo desapercibido. Te ofrezco mi ayuda para atraparlo a cambio de que la policía limpie el expediente de Dom, de esa forma el podrá volver con nosotros, con su familia. Dijo fríamente.
- Supongo que puedo hacer algo, debo hablar con mis superiores. Le dije mirándola a los ojos.
- Está bien, puedo entrar como conductora para él y darte información para que lo atrapen. Agregó.
- Eso es lo que hablaré con mis superiores, es más, estoy seguro que les interesará tu propuesta. Dije mientras bebía el café.
- Bien espero ayudar en la investigación, solo quiero que el vuelva a casa. Dijo algo triste.
Sus palabras retumbaron en mi pecho, Dom ha estado todo este tiempo prófugo sería genial que pudiera volver y poder verlo luego de tanto tiempo.
- ¿Cómo van ustedes? Pregunté serio.
- Lo nuestro va estupendo, solo lo extraño demasiado, el está siendo perseguido y por eso prefirió alejarse antes de que algo me pasara. Dijo melancólica.
Debe amarla mucho para hacer eso por ella, pensaba en mi mente, la envidiaba en cierto modo, ella tenía todo lo que desee alguna vez o mejor dicho parte de mi aún deseaba, estar a su lado, tener sus besos, sus abrazos, su protección.
- Siempre le agradaste, gracias a ti él está libre, me dijo varias veces que fuiste su ángel guardián a pesar de todo. Agregó.
Sentí un nudo en la garganta al escucharla decir eso ¿Él pensaba eso de mí? ¿A pesar de destruir su familia?
- Bien… te mantendré informada, déjame tu número. Le pedí seriamente. Ella me lo dio escrito en una servilleta, yo le di una tarjeta con el mío.
- Este es mi numero por si necesitas algo ¿sí? Le dije. Ahora debo irme, hablaré hoy mismo de esto con mis superiores. Me puse de pie y salí del lugar entrando a mi auto, era como repetir todo otra vez, pero era una oportunidad para Dom, para quedar con su expediente limpio y poder ingresar a Estados Unidos nuevamente. Lo haría por él.
Llegando la tarde me dirigí al cuartel para informar a mis superiores de la colaboración que Letty quería hacer sobre Arturo Braga, ellos estuvieron de acuerdo en introducirla en la investigación a cambio de limpiar el expediente de Dom. Me alegré como nunca al tener la aprobación de ellos, llamé a Letty para informarle sobre la situación y que de inmediato viniera hasta el cuartel, era necesario para que el FBI le informara que hacer en un caso tan complejo como este. Llegó a los veinte minutos.
- Señorita Ortiz, usted nos ofrece introducirse de encubierta para encontrar pruebas contra Arturo Braga ¿No es así? Preguntó el Agente Penning.
- Así es… Dijo ella seriamente.
- A cambio de limpiar los expedientes de su novio y cómplice de delitos Dominic Toretto, quien se encuentra prófugo por diversos cargos como robo a mano armada…
- ¡Oiga! Vine para cooperar no para escuchar sermones, si quiero eso iría donde mi padre. Dijo algo alterada.
- Señorita Ortiz, es parte de la investigación, sabrá que no podemos introducir a cualquier persona en nuestras investigaciones, al hacerla parte de ellas, usted se enterará de detalles sumamente secretos de la policía, es mi deber informarle que si quiere ingresar y ayudarnos en esto tenemos que tener pruebas de que usted realmente nos ayudará y no se pasará al bando contrario.
- Mire señor, solo quiero que Dom vuelva a casa, su hermana lo extraña, yo lo extraño, haré lo que sea para tenerlo de vuelta en donde pertenece, puedo jurarlo. ¿Es eso suficiente? Dijo enfadada.
- Agente Penning, puedo dar fe de que ella es confiable, si hace esto es porque de verdad quiere a su novio de vuelta, ella no nos fallará. Interrumpí.
- Bien, si usted agente O’conner dice que ella es confiable y nos ayudará, le creeré, no tenemos nada que perder. Le daremos un celular, que monitorearemos con un rastreador para saber dónde se encuentra, es fundamental señorita Ortiz, que si algo pasa debe informarnos de inmediato, de más está decirle que debe cuidarse la espalda, son gente peligrosa. Dijo Penning.
- No se preocupe señor, sé cuidarme perfectamente sola, solo deme lo que debo usar y dígame que debo hacer, es todo. Dijo ella.
- Debemos infiltrarla al cartel con cuidado, ellos pueden sospechar. Agregué.
- Es lo que haremos agente O’conner, bien iniciaremos la operación mañana mismo. Dijo Penning.
- Me parece bien solo quiero que me prometan que borrarán el expediente de Dom una vez haya atrapado a ese idiota de Braga. Agregó ella.
- Claro que sí, lo haremos señorita Ortiz, quédese tranquila. Agregó Penning.
- Me parece bien, iniciemos todo. Dije perdido en mis pensamientos.
Letty informó que había un tipo que se encargaba de encontrar conductores para Braga, no era mucho, pero si teníamos una pista sobre un idiota que estaba vinculado a esto, fui yo mismo por él, inmediatamente huyó cuando le dije que era policía, tuve que perseguirlo por el edificio, el tipo saltó por una de las ventanas hasta la azotea de otro, lo seguí sin parar, bajó por las escaleras, luego salió a la calle y comenzó a correr, al verse bloqueada su salida por un camión, se metió a una propiedad llena de escombros saltando por una de las rejas, quedó colgado de ella y entonces aproveché para estrellar mi cuerpo desde el otro lado haciendo que cayera al vacío sobre uno de los puestos de feria que estaban abajo, bajé y comencé a perseguirlo entre los puestos y la gente que se encontraba en el lugar, finalmente al salir de la feria el tipo chocó con uno de los guardias y tomó el arma de este comenzando a dispararme, falló sus tiros y entonces entró a un edificio subiendo rápidamente las escaleras, saqué mi arma y fui tras el de inmediato, tenía que sacarle algo, si huía era porque algo sabía. Subí las escalaras y miré por uno de los pasillos viéndolo perderse por una de las intersecciones, aceleré el paso con arma en mano buscándolo, escuché los gritos de una mujer así que supuse que se encontraba en ese lugar, al llegar había una mujer con una cartera sumamente asustada, alcé mi mano para calmarla, el tipo estaba dentro de su departamento, al entrar divisé ambas ventanas abiertas, una de ellas estaba abierta, de seguro había huido por allí, logré verlo y entonces salté por la ventana que estaba cerrada rompiendo el vidrio y saltando sobre el ambos cayendo al vacío sobre una camioneta.
- No sé nada te juro que no se…
- ¡Dame nombres! ¡Dame nombres! Le grité apuntándolo con mi arma.
- ¡David Park! ¡David Park es al que buscas!
Con ese dato regresé al cuartel cansado por aquella persecución, corrí por el pasillo.
- Ay gracias a Dios… está de mal humor porque ayer fue su día de hacer trampa y hoy un genio le compró donas. Dijo la agente Trinh, era una chica muy amable nos llevábamos bien.
- Oh excelente, lamento llegar tarde. Dije entrando a la oficina.
- No he parado de recibir quejas después de tu gran olimpiada en el centro. Dime que reinstaurarte no fue un error. Dijo Penning.
- Me dijo un nombre, David Park. Agregué.
- Es todo ¿eso conseguiste? ¿David Park? Si lanzo una galleta de la fortuna le daría noventa a David Park. Dijo Stasiak de muy mala manera se notaba que no le agradaba en lo más mínimo.
- No es chino es coreano. Interrumpió una de las agentes.
- Es lo mismo. Insistió Stasiak.
- David Park es un reclutador que busca corredores para el cartel de Braga. Si lo encontramos atrapamos a todos. Agregué.
Hace unos días Letty entró al negocio de Braga, ya estaba trabajando para él, hasta ahora las cosas iban bien, no había descubierto nada importante, más que el tal David Park, pero tener a alguien como Letty allí, era mejor que cualquier infiltrado de policía que no sabía lo suficiente de autos, ella conocía perfectamente todo sobre autos. Tener a Letty cerca me ha hecho sentir algo incómodo, ella es la novia de Dom, en cierta manera me sentía un idiota mentiroso, después de todo él le fue infiel a ella conmigo en varias oportunidades, si ella se hubiera enterado me hubiera matado. Pasé un día largo de investigaciones, llegué a casa con hambre y pedí una pizza, la comía mientras pensaba en muchas cosas, saqué la foto de Dom y la miré con nostalgia, se veía tan lindo, tan fuerte, de verdad me gustaría verlo otra vez al menos solo una única y última vez. Me dormí pensando en eso. Era eso de las 4:00 am cuando recibí una llamada de Letty.
- Brian, soy yo, algo está pasando aquí, logramos pasar por una especie de túnel que une Estados unidos con México, estamos reunidos aquí, esto se está poniendo raro creo que es algo malo… Dijo siendo interrumpida por disparos. Mis ojos se abrieron como platos, una sensación de miedo me inundó por completo desde la punta de los pies hasta la cabeza, la llamada se cortó, rápidamente llamé a Penning para avisarle que algo había pasado con Letty, me levanté de la cama y me fui directo al cuartel.
- Brian ya se ha mandado a la policía al lugar de donde recibiste la llamada, hasta ahora no han encontrado nada… Dijo Penning al ser interrumpido por una llamada.
- Si… está bien, lamento oír eso. Dijo Penning con su cara de preocupación cambiando a desagrado y fastidio y cortó el teléfono.
- ¿Qué ocurre agente? Pregunté preocupado.
- Letty Ortiz fue asesinada, como todos nuestros agentes encubiertos. Dijo fríamente.
Sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, solo podía pensar en él, Dominic, su corazón iba a romperse en mil pedazos cuando supiera esto y lo peor es que es mi culpa, yo la ayudé a que se metiera en esto, por mi ella fue asesinada, le causé el peor sufrimiento a la persona que solía amar, por la cual de hecho todavía sentía cosas, me sentía de lo peor, Letty estaba muerta y nada la haría regresar.
MAS TARDE
Las horas pasaron, Penning nos ordenó ir al funeral de Letty, para vigilarlo, querían atrapar a Dominic, como ella no pudo salvarlo ahora nadie podía hacerlo, ni siquiera yo y menos después de todo lo malo que he causado en su vida. Al funeral llegaron sus familiares, entre ellos pude divisar a lo lejos a Mia, estaba triste, ahora me sentía aún peor, en el pasado también le mentí a ella, la utilicé, fingí amarla para atrapar a su hermano, a pesar de todo lo vivido, aún tenía sentimientos por ella, llegué a quererla, pero al único que pude amar fue a su hermano. La vida me daba duros golpes ahora. Estaba perdido en mis pensamientos.
- Reconocimiento facial identificó a Toretto, diez minutos después de cruzar la frontera, no lo entiendo, creí que llegaría. Dijo Stasiak interrumpiendo mis pensamientos.
Aunque él no estaba presente, estaba cerca, podía sentir su presencia, me giré para mirar en la colina.
- Él está cerca, puedo sentirlo. Me dije a mi mismo.
Las horas pasaron, así como la noche llegó, estábamos todos los agentes reunidos para escuchar lo que Penning tenía que informarnos sobre el caso.
- Acabo de hablar con el vicedirector Lawson, si no ven avances en el caso Braga en las siguientes 72 horas lo van a cancelar.
- Sé que soy nueva, pero… ¿Por qué el reloj ahora? Preguntó Trith levantando la mano.
- Porque ya pasaron dos años y los últimos tres agentes que enviamos para infiltrarse en la organización regresaron en féretros. Braga ha pasado más heroína en la frontera que Escobar en diez años. Se está convirtiendo en la peor amenaza de este país y ni siquiera tenemos su foto, no tenemos sus huellas, no sabemos siquiera su fecha de nacimiento. ¿Qué sucedió con David Park? Con el encontraríamos la organización.
- Se ingresó en la base de datos y se buscaron todas las posibilidades, hasta ahora hay más de 500. Dijo Trith.
- Park es insignificante, no creo que sea alguien clave. Dijo Stasiak.
- Te equivocas, sin el Braga no tendría conductores para transportar la mercancía, buscaremos en tránsito, modificaciones ilegales, carreras, tiene que haber algo. Lo hallaremos. Interrumpí.
- Eso espero. Agregó.
Salí de la oficina caminando junto con la agente Trith, hablando de cosas graciosas entre otras cuando fuimos interrumpidos por el idiota de Stasiak.
- ¿Qué crees? Encontraron el Chevelle de tu amigo Toretto en su antiguo vecindario. Lo voy a arrestar. Dijo de prepotente.
- Con tu auto, lo dudo. Agregué.
Fue un día largo, bebí un café con la agente Trith y luego me dirigí a mi apartamento, estaba muy cansado así que me dormí inmediatamente. Por la mañana bebí un café y comí un sándwich de queso, me dirigí al cuartel solo para ver a Mia tras la oficina de interrogatorio, quedé pasmado, Stasiak estaba con ella, rápidamente ideé un plan. Levanté el teléfono.
- Hola soy Forsythe de evidencia, necesito que Stasiak venga a firmar unos papeles, Gracias. Dije luego colgando el teléfono para saludar a la agente Trith.
- Hola. Dije amablemente.
- Hola. Dijo ella
- Ya reduje la lista a unos 50 a David Park, quiero que investigues la marca y modelo de cada uno. Dije.
- De acuerdo. Lo haré. Respondió.
Esperé a que Stasiak saliera y me metí a la oficina de interrogatorio.
- Tyler, la voy a transferir. Dije acercándome a ella.
- ¿Quieres venir conmigo? Le dije a Mia.
La invité a un café que estaba cerca, ambos estábamos sentados uno frente al otro después de cinco años. Ella me miraba reticente y triste. La camarera se acercó.
- Gracias ya nos vamos. Dijo ella cortante.
- ¿Por qué no me dices a que venimos aquí Brian? Preguntó fríamente.
- Seguro capturarán a Dom. O algo peor. Y no quiero que te involucres aléjate de él. Le dije.
- ¿Eso es lo que tienes que decirme después de cinco años? ¿Por qué ahora te interesa lo que me pase? Preguntó enfadada.
- Fue incorrecto lo que te hice. Lo lamento fue lo… más difícil que haya hecho. Agregué.
- Yo también lo lamento, Brian. Lamento mucho que te hayas metido a mi casa, Brian y fingieras amarme. Lamento que hayas hecho pedazos a mi familia y lamento que eso fuera difícil para ti. Dijo molesta.
- Te engañé, le mentí a Dom, le mentí a todos. Es lo que hago mejor por eso trabajo en esto. Dije serio.
- Tal vez te mientes a ti mismo, tal vez no seas el hombre bueno que finge ser malo, tal vez seas el malo que finge ser el bueno ¿No? ¿lo habías pensado? Preguntó con rabia.
- Cada día. Dije mientras me sentía terrible por dentro.
Ella se levantó de la silla y comenzó a caminar en dirección a la salida, pero se detuvo a medio camino devolviéndose hacia mí.
- Contéstame algo. Dime ¿Por qué lo dejaste ir ese día? Preguntó confundida.
- No lo sé. Respondí cortante.
Aunque le negué saber la respuesta, la sabía muy bien, lo dejé ir porque lo amaba, porque no soportaría verlo sufrir en prisión, porque odiaría que algo malo le pasara y no me lo perdonaría jamás, pero no lo admitiría frente a ella.
Se marchó y me quedé solo pensando en mis sentimientos.
-Dios…
Volví al cuartel cabizbajo y enfadado, tenía mucha rabia, las cosas no estaban resultando como quería, Letty muerta, Dom en la ciudad, la policía tras él, Mia furiosa. Estaba perdido en mis pensamientos.
- ¡Brian! Llegaron los resultados de David Park. Al fin tengo una lista de posibles. Dijo Trith
- ¿Qué encontraste? Pregunté intrigado.
- Un hombre de 45 años con un Scion 2006 y tres multas por exceso de velocidad. Agregó.
- No. Dije rotundamente.
- Un Tahoe 2001. Insistió
-No. insistí.
- Dos minis coopers, un Toyota hibrido, Saturng 98. Un Sebring 95. Un Nissan 240’98 modificado.
- Alto. Dije tomando su planilla. Ahí está.
- Es el 240 modificado. Dije.
- ¿Por qué ese? Preguntó confundida.
- Porque yo lo manejaría por eso.
Conseguí el domicilio del tal David Park, fui hasta el lugar con cautela, para asegurarme de que fuera quien pensábamos, cuando llegué vi el auto, me estacione tras él. Eché un vistazo al vehículo solo para escuchar un vidrio romperse en mil pedazos, un tipo gritando colgando del último piso. Corrí rápidamente subiendo las escaleras con arma en mano. Llegué hasta el apartamento con la puerta abierta.
¡AHH! ¡No me mates! ¡No sé nada! ¡Súbeme! Gritaba el tipo asustado. Los vellos de todo mi cuerpo se erizaron cuando lo vi de espaldas sosteniendo al tal David Park, con su playera blanca y sus fuertes hombros tensos. Me acerqué.
- Súbelo Dom. Le dije.
- Súbelo. Insistí.
- ¿Vas a arrestarme O’conner? Preguntó irónicamente.
El tipo gritaba muerto del miedo por estar colgando de cabeza al vacío.
- Letty también era mi amiga. Dije.
- Tú no tienes amigos. Dijo fríamente.
¡¿Les importaría hablar luego?! ¡súbeme! Insistía el tipo.
Letty trabajaba con Braga y algo salió mal, los voy a atrapar Dom. Déjame hacer mi trabajo y sube al hombre. Insistí.
- Mataré a ese Braga. Y cualquiera que se cruce en mi camino. Dijo con mucha furia y rencor en su voz. Solo soltó al tipo que alcanzó a tomarse de uno de los bordes de la ventana y alcancé a ayudarlo, Dom había desaparecido otra vez. Me sentía de lo peor, pude notar su dolor, todo esto es mi culpa.
Mi maldita culpa.
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