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Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

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Notas del capitulo:

Hola gente, aquí el Faster regresa con un nuevo cap. Okay eso sonó muy raro jaja. Bien ya estamos en la trama de la pelicula Rápido y Furioso 4 (2009) para los que no conozcan las peliculas y quieran saber mas de esta pareja les recomiendo mucho ver la saga ya que aquella quimica no es solo mi imaginación, solo viendolas verán a que me refiero. Sin mas les dejo el nuevo capitulo. Que tengan buen finde. 

                           UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE  

                             CAPITULO 7:   BANDOLERO




Aunque digan que soy

Un bandolero donde voy

Le doy gracias a dios

Por hoy estar donde estoy

Y voy a seguir con mi tumbao

Y con mis ojos colorao

Con mis gatos activao

Ustedes to me lo han dao…



Me encontraba camino a México, donde me estaba esperando un nuevo destino, una nueva meta. Conducía por la carretera en baja california, parando de vez en cuando para comer algo, tenía que llegar a casa de unos primos y me quedaban un par de horas, suficiente tiempo para pensar que hacer desde hoy en adelante, pero pese a todas las preocupaciones, de ser un prófugo y estar hasta el cuello, de no poder volver a Estados Unidos y ni ver a mi hermana, pese a todo eso tan malo, solo podía pensar en aquel chico rubio, él me había dejado escapar, me salvó de la cárcel no una sino dos veces, era algo extraño porque aquel beso que me dio, ese beso antes de irme, me hizo sentir cosas, cosas que no había sentido antes, cosas que me incomodaban pero a la vez me gustaban, mi cabeza era una confusión en estos momentos ¿Por qué me dejó escapar? ¿Por qué me besó? Me hacía esas preguntas a cada momento recordando esos momentos en los cuales estuvimos juntos, nunca me habían gustado los hombres de echo siempre creí que era una aberración que existieran los homosexuales, pero yo mismo me estaba comportando como uno. Las horas pasaban y seguía manejando pensando en aquel chico, sin duda el sexo era increíble con él, ni siquiera Letty me había logrado hacer sentir así. Paré en una estación de servicio, fui hasta el baño y lavé mi rostro, compré un paquete de dulces y seguí mi camino hasta la casa de mis primos donde fui bien recibido como esperaba.

Me quedé un par de días allí, tiempo suficiente para hacer nuevos contactos, no me quedaba más de dos semanas en cada lugar al que llegaba, pasaba por diferentes países, Panamá, Colombia, Ecuador, Republica dominicana, Costa Rica. Estaba conociendo nuevos horizontes. Hice dinero como mecánico, aunque no era mucho lo que ganaba me servía para distraerme un tiempo y juntarlo con lo otro que tenía guardado. Aun así extrañaba las carreras, a veces practicaba solo superando los cuartos de milla que hacía siempre, era reconfortante lograr tanto. A veces me preguntaba qué sería de ese chico, Brian, que cosas estará haciendo, el tipo dejó su carrera para salvar mi culo, yo no tuve como agradecerle, nadie había hecho algo así por mí nunca, y lo último que se me pasó por la cabeza es que lo hiciera un hombre. Recordaba las veces en que hicimos cosas que jamás había pensado hacer. Había estado con muchas chicas a lo largo de mi vida, pero nunca creí que un chico me hiciera sentir cosas diferentes, a veces cuando dormía extrañaba tenerlo cerca, podía relajarme con el luego de un día de tensiones, Brian era el amigo que no fallaba, una mamada o una follada por culo siempre que quería él estaba dispuesto y a veces no tenía ni que pedirlo porque el mismo se me ofrecía a hacer cosas. Pero el tipo era un policía, un cerdo policía, los odiaba tanta, esos malditos siempre aguando las fiestas, no podías correr ni medio kilómetro sin que te estuvieran asechando. La rabia comenzó a comerme otra vez, Brian me había dejado escapar, pero destruyó a toda mi familia, Jesse estaba muerto, tuve que separarme de mi hermana, Vince estaba herido y no tenía ni idea del paradero de Letty y León. La llegada de ese chico fue un caos y además de todo el tipo me sedujo. Sí que era un idiota. Y me refería a mí mismo.

                                         
                                    
                                    
TIEMPO DESPUÉS




Luego de tantos viajes y de conocer gente nueva, decidí quedarme en República Dominicana, donde había conseguido nuevos amigos, además de tener contacto con familia lejana. La familia siempre debe ser unida, es un buen lema. La economía en este país se estaba volviendo escasa debido al aumento de precios en el combustible, la gente ya no tiene como comprar un pan, ni cómo vivir cada día, sin duda ver a esta gente sufrir por eso le daba un golpe a mi humanidad, era tiempo de hacer algo. Conocí a Rico Santos y a Tego, ambos eran hombres decididos, sumidos en este caos, ambos venían de los barrios como yo, donde veían a sus familias sin dinero, sin lo básico, le hablé de mi plan a Rico y de inmediato logró sacar a Tego de la cárcel y sumarse a mi equipo, mandé a traer a Han y a Cara, dos chicos que conocí hace un tiempo, ambos muy buenos conductores y capaces de adaptarse a cualquier plan y lugar. El plan era robar camiones de gasolina, para poder ayudar a las personas a tener un mejor manejo en su economía, que sus vidas mejorarán y también vender un poco para mantenernos y seguir adelante. El plan se estaba organizando a la perfección, pero no contaba con que tendríamos a alguien más, ella había llegado por mí, Letty, tuvimos una charla sobre nuestra relación y pudimos reavivar la llama, nuestra relación estaba mejorando cada día. Me fui con ella a la playa donde pasamos buenos momentos juntos y decidimos seguir adelante.


                        5 AÑOS MAS TARDE. 


En estos cinco años solo me dediqué a mantener a la familia unida, pero aún sin olvidar a Brian, ese chico sin duda dejó una huella en mí, sus acciones, lo vivido, me confundía rotundamente y me intrigaba saber en que estaría ahora. ¿Seguiría de policía? O habrá buscado una nueva vida. Los besos de Letty siempre me calmaban esos pensamientos, podría decir que ella era como mi ángel de la guarda, estaba siempre que la necesitaba y no me arrepentía de haber revivido lo nuestro en estos últimos años.
- ¿En qué piensas guapo? Preguntó sonriendo.
- En nada nena, solo que eres increíble. Dije mirándola a los ojos.
- Ahh ¿sí? pues creo que necesitas algo de cariño. Agregó juguetona. Mientras comenzaba a besarme y subiéndose encima de mí. Los besos se hacían más profundos hasta que fueron interrumpidos por una llamada.
- ¿Quién será? Pregunté extrañado.
- Déjalo, sigamos en lo nuestro Papi. Dijo con malicia.
- Puede ser importante. Dije tomando el celular.
- Hola… si Han…
- Dom tenemos trabajo, mañana mismo.
- Está bien, allí estaremos. Dije colgando la llamada para entregarme al placer con Letty.

Habíamos recibido un dato de un camión de gasolina que se movilizaría por la carretera a las 02:00pm, estábamos organizados, Tego, Rico, Han, Cara, Letty y yo. Nos movilizamos por el km 84, la carretera era peligrosa ya que había una curva que daba a un risco, debíamos ser cautelosos. Mi relación con Letty era increíble, habíamos superado todos los obstáculos.

- ¡Atención llegó la hora! Di el aviso por radio al resto del grupo.
- ¿Estas lista? Pregunté a Letty que estaba sentada junto a mí.
- Sabes que si papa. Respondió sonriente para luego besarme en los labios.
- ¡Hagamos dinero! Gritó mientras salía por la ventanilla trepándose al techo de nuestro auto.
Me acerqué a uno de los tanques de gasolina para que ella pudiera treparse a él.
- ¡Todo el mundo en posición! Dije por radio mientras aceleraba.
- Creo que ya deberíamos robar bancos, no un camión de gasolina a la mitad de la nada. Comentó Han.
- Aquí la gasolina es oro papa. Agregó Letty.
- Si, pero los malditos bancos no se mueven. Dijo Tego.
- ¡Mas acción y menos palabras! Dije algo enfadado.
- Yo no molestaría a Dom locos. Insistió Letty antes de saltar al tanque de gasolina y treparse en él. Conduje a prisa posicionando frente al camión manteniendo la velocidad estable, tenía que distraer al camionero.
- Oigan vamos a tener que actuar rápido la pendiente está a 4kms.
- ¡Ya está enganchado! Gritó Letty.
Conduje más a prisa mientras el camionero me tocaba la bocina insistiendo que me moviera de su camino.
- Todo tuyo Han. Oro líquido. Dijo Letty riendo.
- Ya está. Agregó Han mientras se alejaba con dos de los tanques de gasolina.
- De acuerdo Tego tú vas. Informé.
- Intenta hacerlo en menos de seis intentos. Agregó Han burlándose.
- Papi de que estas hablando lo voy a hacer a la primera. Respondió Tego.
- Apuesto a que, en tres, avanza Tego y se realista. Insistió Letty.
- ¡La pendiente ya está a un kilómetro! ¡Hazlo hermano! Informé.
- ¡Ya voy! ¡ya voy! Agregó Tego.  

De pronto el camión dio un giro brusco haciendo que Letty cayera entre los tanques.

- Oh no es cierto. Dije mientras el camionero me intentaba chocar por detrás.
- ¡Tego suéltalo! ¡Desengancha! ¡Desengancha! Grité preocupado. Giré al lado contrario devolviéndome hacia atrás recibiendo disparos por parte del conductor y uno de ellos destrozando mi ventanilla. Conduje al lado del camión viendo como Letty estaba agarrada de la escalerilla de uno de los tanques, logró subir sus piernas a ella así que pude quedarme más tranquilo, más atrás estaba Tego y Rico intentado desenganchar el tanque.
- ¡Loco suéltalo! Les grité.
- ¡¿Qué crees que estoy intentando Dom?! Me gritó de vuelta.
- ¡Solo hazlo ya idiota! Insistí.
Me adelanté otra vez donde estaba Letty, quien ya estaba sobre la escalerilla a salvo.
- ¡Pone nitrógeno! Le grité
- ¡Sin el martillo no sirve! Dijo preocupada
- ¡Solo hazlo! Insistí.
Ella asintió y roció el nitrógeno sobre el gancho. El conductor comenzó a conducir en zigzag para hacer que el auto de Tego y Letty cayeran, estábamos manejando en la pendiente, era sumamente riesgoso.
- ¡Sujétate de algo fuerte! Le grité a ella. Giré el auto y golpe el tanque haciendo que se despegara de los demás y así Tego y Rico se llevarán el cargamento. Conduje en reversa por la pendiente hacia abajo mirando a Letty.
- ¡Letty! ¡Dame tu mano! ¡Tienes que saltar! Le grité.
 El conductor comenzó a frenar, ya que la curva estaba a unos metros.
- ¡Rápido! ¡Letty salta! ¡Hazlo ya! ¡Yo te atrapo! Insistí.
Ella saltó sobre mi auto y rápidamente tomé su brazo evitando su caída, pero el camión dio un fuerte golpe a mi auto haciendo que nos fuéramos mas cuesta abajo. Uno de los tanques tenía una fuga se golpeó contra las rocas y comenzó a incendiarse, el camión había caído hasta la curva y se quedó allí evitando nuestro paso. El tanque incendiado se dirigía hasta nosotros cayendo por la cuesta.
- Dom… Dijo Letty aterrada.
Comencé a calentar el motor esperando a idear un plan, tenía que ser rápido ya que ese tanque nos aplastaría y mataría en un segundo sino lo lográbamos esquivar.
- ¿Dom? ¡Dom! Gritó Letty. Conduje a prisa cuesta arriba acercándome al tanque que caía como una piedra en dirección al acantilado, el tanque rozó el techo del auto para luego seguir su camino cuesta abajo colisionando contra el camión explotando y cayendo cerro abajo. Fue una misión tremendamente peligrosa, pero exitosa.

Unas horas después estábamos en una gran celebración junto al resto del grupo, todos estaban disfrutando de la gasolina. Tego se me acercó para hablarme de su primo, la verdad no le tomé mucha atención a pesar de que sé algo de español no me tenía interesado la historia de su primo. Tomé la bolsa.
- Vamos a hacerlo. Dije con la bolsa en la mano.
- Dinero, Dinero. Dijo Rico mientras le pasaba su parte.
Cuando le di su parte a Han él me miró con una cara de preocupación, algo quería decirme. Tego y Rico estaban discutiendo cosas entre ellos así que hice que se fueran. Han miró a Cara en señal de que se fuera y entonces quedamos solos.
- La policía llegó a nuestra cochera en Baracoa. Dijo preocupado.
- Ahh… Suspiré mientras miraba hacia el horizonte.
- Están muy interesados en ti. Nos tienen en la mira y lo de la pipa los traerá directo a nosotros. Yo digo que nos vayamos temprano. Agregó
- No. Es a mí al que quieren. Y si me atrapan encerrarán a todo aquel que este conmigo. Han fue un gusto. Dije chocando mi botella con la suya.
- Es tiempo de que te dediques a lo tuyo. Agregué.
- Están haciendo cosas divertidas en Tokio. Dijo sonriendo.
- ¿Has visto a Letty? Pregunté algo preocupado. El hizo una señal con su cabeza indicándome donde estaba. Estaba sentada en una de las rocas mirando hacia el mar, se veía muy linda. Me acerqué caminado hasta ella.
- Aquí estas. Dije sonriendo mientras me sentaba a su lado.
- Hola. Dijo sonriendo acariciando mi pierna y luego tomando mi mano.
- Dicen que río es precioso en esta época del año. Agregó mientras miraba hacia el horizonte.
- La policía se está acercando. Le dije mientras miraba el hermoso horizonte en el mar.
- Y nosotros hacemos nuestro trabajo. Dijo sin preocupación.
- Me están siguiendo. No quiero que estés cerca cuando logren agarrarme. Insistí.
- ¿Recuerdas lo de conducir o morir? Dom ¿Cuánto llevamos haciendo esto? Y ahora de pronto y de la nada ¿crees que es arriesgado? Por favor. Saldremos a delante. Siempre ha sido así. Dijo mirándome y luego besándome en los labios con ternura. La senté en mi regazo para seguir con los besos, terminando en nuestra cama, en la cabaña de la playa. Luego de un buen sexo y de que ella se quedara dormida, solo pude sentarme en la silla y verla dormir tranquilamente mientras yo pensaba en que hacer, no podía seguir así, no quería que ella pagara por mis pecados. Tenía que irme, no quería dejarla, pero tenía que hacerlo, por ella y por nuestra familia. Tomé una mochila con lo necesario, dejé su parte del dinero en la mesa de noche y salí por la puerta dejando todo atrás.


                                 
UN TIEMPO DESPUÉS


Llegué a Panamá gracias uno de mis viejos contactos, allí pude asentarme bien y trabajar en mi auto tranquilamente sin el miedo de ser perseguido por la policía. Me estaba quedando en casa de un primo lejano, era casado y tenía un hijo, quien de cariño me decía “nino”, no sabía que significaba, pero se me hacía tierno. En una de esas tardes calurosas me decidí a arreglar mi auto cambiando embragues y tubos de inyección. Pensaba en todas las cosas que había dejado atrás, mi hermana, mis amigos, Letty… también tenía algunos recuerdos sobre Brian. Aun así no lo olvidaba.
Un grito me sacó de mis pensamientos
- ¡Nino! ¡Nino! Dijo el pequeño Carlos, hijo de mi primo.
Salí de debajo de mi coche mirando al niño en señal de que dijera lo que tenía que decirme.
- Le hablan por teléfono. Dijo el pequeño.
Tomé el paño para limpiar la grasa de mis manos y caminé hasta el teléfono público afuera en la calle. Tomé el teléfono un poco nervioso.
- Dímelo… Dije serio.
- Dom… Dijo esa voz femenina que conocería donde sea.
- Mia te dije que nunca llamarás aquí. Dije algo enfadado.
- Se trata de Letty. La asesinaron. Agregó.

Sentí como si me hubieran arrancado el corazón de cuajo y lo hubieran pisado frente a mí, era la sensación más horrible que jamás había sentido. Ella estaba muerta, me habían quitado a la única persona que me hacía sentir bien cuando nadie más lo hacía, la habían asesinado y yo no pude protegerla. Luego de aquella noticia no podía quedarme allí, tenía que estar en su funeral, no podía creerlo hasta verlo con mis propios ojos. Me arriesgué cruzando la frontera, llegué hasta el lugar, el cementerio sería ideal para que la policía me arrestara así que tuve que observar todo desde lejos. Me estacioné en el cerro sobre el cementerio, podía ver todo, podía ver como llegaban autos, sus amigos y familiares estaban allí. La policía como supuse también estaba, esperándome como lobos a las ovejas. Ya ni siquiera podía llorar, lo único que quería era vengarme, quería respuestas, quería todo en ese momento. Me fui a mi antigua casa antes de que ellos llegaran a ella. Me escondí en la cochera a esperar a Mia, cuando la sentí entrar me acerqué. Ella se dio media vuelta y corrió abrazarme, su abrazo era cálido y fuerte. Lloraba en mis brazos, luego de unos segundos de estar pegados se separó para mirarme a los ojos.

- Te dije que no vinieras. Tienen la casa vigilada. Si te ven… Dijo con lágrimas en los ojos.
- No lo harán… Interrumpí.
- Cálmate… que linda estas… Dije sonriéndole mientras acariciaba su rostro.

Observé la cochera como si fuera un viejo fantasma rondando una vieja casa. De pronto vi mi viejo auto, mi Charger 1970, que había sido destruido, estaba allí, pero estaba en reconstrucción, aún faltaba trabajo en él.  

-Letty no dejó que se lo llevarán. Aunque es como una maldición. Cuando volvió no salía de aquí. Trabajó en el día y noche. Era extraño… parece que sabía que volverías. Dijo Mia mientras yo miraba mi viejo auto con emoción, las lágrimas ahora eran involuntarias, ella estaba arreglándolo para mí. 
Pude ver que en el espejo retrovisor estaba mi colgante de plata, que le había dado a ella.

- Quiero ir a donde chocó. Dije decidido.

Mia se había ofrecido a llevarme al lugar. Conduje con mi Chevelle 1970 por una calle oscura, parecía de película de terror. Paré el auto y me bajé de el con cautela y algo nervioso.
- Fue allí… Dijo Mia con tristeza.
Me acerqué despacio al lugar y rápidamente observé las marcas en el asfalto, eran variadas. Comencé a imaginar aquel suceso, aquella persecución. Una de las marcas me llamó bastante la atención, me incliné para analizarla mejor y luego me puse de pie. Volví a imaginar que había pasado, debido a las marcas parecía que el auto de Letty había sido chocado y se había volteado por la calle. Aquel orificio en el asfalto era de bala, le habían disparado. Ya tenía lo que necesitaba, ahora era tiempo de buscar y encontrar.
Llevé a Mia de vuelta a casa, me estacioné unas calles antes de llegar.
- ¿Descubriste algo verdad? Preguntó Mia.
- Encontré marcas en el suelo. Esa clase de marcas son por nitrometano. Solo conozco a una persona en todo Los Ángeles que lo vende. Dije con seriedad.
- Nada de lo que hagas hará volver a Letty, Dom. Si yo fuera ella te pediría. No te suplicaría que por favor olvidarás el asunto. Antes de que sea tarde. Agregó con tristeza.
- Yo diría que ya es tarde. Dije mirándola con enfado y tristeza.
- Te quiero… Dijo Mia dejando un beso en mi mejilla para luego bajarse del auto. Di vuelta en U alejándome del lugar, me estaba quedando en un motel cerca del centro, la situación estaba cada vez más difícil, pero con las pruebas que conseguí lograría ajustar cuentas. Por la mañana me dirigí al taller de la rata que vende nitrometano, el tipo estaba bajo un auto así que sin pedir aviso lo tomé con fuerza de una de sus piernas y lo saqué de donde estaba para verlo cara a cara.
- Toretto. ¿Cuándo volviste a la ciudad? Dijo el tipo haciéndose el tonto como si fuera una visita de agrado.
- Estoy buscando un auto que tu modificaste. Tanque de nitrometano. Un Ford especial. Con ruedas continental. Dije exigiendo la información.
- ¿Quién te crees que eres apareciendo y exigiendo cosas? ¿Ah? Esta ya no es tu ciudad. No me vuelvas a poner las manos encima ¿oíste? Ah y saludos a tu hermana. Dijo volviendo a introducirse bajo el auto.
En ese momento mi paciencia se agotó y volví a sacar al tipo, pero esta vez lo tomé de su camiseta estrellándolo encima de uno de los autos y dejando caer uno de los motores que estaban colgados de una cadena en los fierros, lo dejé caer casi antes de estrellarse en su cabeza y aplastarla.

- ¡Ahh! Lo compró un coreano. David Park. Es verde… Ford Torino. Dijo con miedo.
- Por favor no dejes caer eso. Agregó.
- ¿Dónde vive ese tal David Park?
- No lo sé… lo juro… pero pregúntale a H vive en la calle 34.
- Gracias. Marica… Dije antes de retirarme hasta la dirección que me dio.
Le hice una amistosa visita al tal H, quien de inmediato me dio el dato de donde vivía su amigo Park. Conduje hasta el lugar, era un gran edificio, subí las escaleras ansioso, quería saber más, necesitaba más información. Le di una patada a la puerta abriéndola en el acto. El tipo estaba fumando yerba, lo tomé y lo azoté contra la pared apretando su cuello.
- Un Torino verde cargado con Nitro ¿De quién es? Pregunté intimidante.
- ¡No lo sé hermano! ¡Nada más soy intermediario! ¡Lo juro! Respondió aterrado. Lo lancé contra el sillón, no me llenaba su respuesta, quería más.
- Un… segundo. No sé nada hermano. Lo juro, soy el mecánico de Braga es todo. Solo puedo meterte a la carrera, no puedo hacer otra cosa. Dijo aún más aterrado mientras me acercaba a él.
- ¿Qué carrera? Pregunté. No respondió así que de la rabia lo empuje contra la ventana rompiendo el vidrio y dejándolo colgando de cabeza hacia al vacío. El tipo comenzó a suplicar que no lo soltara.
- ¡ahhhhh! ¡Ya te dije que no se nada súbeme! ¡Habla con Braga! Gritaba suplicante.
- Súbelo Dom. Dijo una vieja voz que podía conocer perfectamente. Era Brian, estaba aquí ¿Qué rayos estaba haciendo aquí? 
- Súbelo. Insistió.
- ¿Quieres arrestarme O’conner?
- ¡No lo hagas! ¡No lo hagas! Decía el tipo mientras lo seguía teniendo colgado de la ventana.
- ¡Cállate! Le grité.
- Letty también era mi amiga. Dijo.
- Tú no tienes amigos. Le dije con furia.
- ¡¿Les importaría hablar luego?! ¡súbeme! Insistía el tipo.
- Letty trabajaba con Braga y algo salió mal, los voy a atrapar Dom. Déjame hacer mi trabajo y sube al hombre. Agregó Brian con un tono calmado.
- Mataré a ese Braga. Y a cualquiera que se cruce en mi camino. Dije totalmente furioso y perdido en mis pensamientos. Solté al tipo y me di media la vuelta saliendo por la puerta mientras dejaba a O’conner y al tal Park atrás.

Pensándolo bien a pesar de todo, oír la voz de Brian me había hecho sentir mejor, como si saber de el después de cinco años haya sido algo muy reconfortante. Me quité el pensamiento de la cabeza ya que aún me quedaban cosas por hacer, tenía que vengar la muerte de Letty. Me dirigí a mi habitación de motel, tenía que pensar que iba a hacer, el tal David Park me dijo que podía meterme en la carrera, es la oportunidad perfecta para encontrar al maldito que la asesinó. Mis pensamientos comenzaron a cambiar recordando la voz de O’conner.
Me di un par de golpes en la cara. ¿Por qué rayos no me podía borrar los recuerdos de O’conner en mi mente?, era una verdadera pesadilla. De pronto los recuerdos me hicieron sentir náuseas y me dirigí a vomitar al baño, mi respiración era frenética. Di varios golpes a la pared rompiendo algo de esta. Tenía rabia, frustración, todo pasaba por mi mente en ese momento.
Me quité la ropa y me di una ducha, necesitaba algo refrescante sobre mi cuerpo o me iba a derretir, el calor era verdaderamente insoportable. Al salir de la ducha me puse ropa cómoda y con decisión me puse a leer el apunte que tenía el idiota de Park en su casa, en el, salía como contactarme con los encargados de las carreras de Braga.

Comencé a terminar mi auto, si iba a ir con estos idiotas tenían que conocer lo que es la derrota. Estuve día y noche haciendo ajustes quería que esto fuera perfecto y destruir a cualquiera que se pusiera en mi camino, solo quería vengarme y largarme de este lugar de una vez por todas.

El gran día había llegado, conduje hasta el lugar pactado. Al llegar me di cuenta de que extrañaba las carreras, chicas lindas, autos increíbles, ese clima que solo podías encontrar en este lugar. Conduje entre los muchos idiotas presumidos que estaban en el lugar dándoselas de los mejores y de que nadie les ganaría hasta que mis ojos vieron lo que no esperaba, Brian estaba aquí, evité su mirada y la puse al frente, solo quería terminar esto y poder estar en paz, pero sentía la mirada de O’conner pegada a mí, era como un fantasma queriendo asustarme en cualquier momento, me bastaron dos segundos de verlo para darme cuenta que había cambiado, se había cortado el cabello más corto de lo que solía usar, tenía más barba y parecía que su semblante era más seguro. Reí y me estacioné cerca de él. Salí de mi auto y miré el lugar con más calma.

- Ya veremos quién gana idiotas… Ya veremos.



CONTINUARÁ…

Notas finales:

Bueno espero lo disfruten de verdad agradezco que les guste. Espero al menos tener mas reviews está demás decirles que me tomo bien las criticas y las uso siempre para mejorar. 
PD: Este cap me quedó algo corto pero es porque tengo que contar que ha pasado con cada personaje después de 5 años y aunque vean cosas heterosexuales no se preocupen, la historia es 100% DomxBrian


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