En una habitación amplia rodeada de libros mágicos. En la mitad hay una mesa grande donde reposan muchos frasquitos que contienen pociones de todo color.
FRIGGA:
¡Oh, Loki, qué belleza de magia has estado descubriendo!
LOKI:
Jamás habría podido dominarlas si no me habrías instruido desde pequeño, madre. Que Odín me castigue si miento al decir que eres la mejor maestra de magia (le sonríe como antaño).
FRIGGA:
(Conteniendo las ganas de llorar con una sonrisa) No sabes cuánto soñé por estos momentos, no sabes cuánto rogué a los dioses porque te trajeran de vuelta, no sabes cuánto luché por comunicarme contigo. ¡Pero valió la pena! (llora).
LOKI:
(La abraza) Basta, madre. Fue muy atrevido de mi parte haberlos tratado, en especial a ti, con tanto desdén. Pero he me aquí, estoy en casa y como antes, aquí estamos inventando trucos que puedan servir a futuras generaciones de magos.
FRIGGA:
(Limpiándose las lágrimas) Tus descendientes serán más magos, Loki. Llenarás esta casa de pequeños niños que me dirán “abuela” y yo “hijos, míos, nietos”. Los amaré como si fueran mis propios hijos.
LOKI:
¡No sabes cuánto me sonroja que hables de descendencia madre! (evita la mirarla) al menos no lo haces delante de nadie.
FRIGGA:
Desde niño te gustó llamar la atención, ahora lo harás. Todo el reino espera la invitación formal de la boda. Gritar no lo hacen solo por pacientes. Quieren verte lucir tu talento en el futuro.
LOKI:
Solo espero que nadie me recuerde aquel pasado que aborrezco.
FRIGGA:
Nadie lo hará. Ni siquiera es necesario decir que te perdonaron todos cuando no era más que otro juego tuyo.
LOKI:
(Sonriendo ve la hora) Ya es hora de que Thor venga. Madre, es tan extraño saber que viene a recogerme en su propia casa. A noche le pregunté por qué hacía eso, “no quiero que te pase nada malo”, me dijo. Hay un montón de guardias y además tú está conmigo, no entiendo por qué tiene que actuar tan sobreprotector.
FRIGGA:
(Saliendo ambos) Deja que Thor permanezca a tu lado, no sabes lo desesperado que estuvo cuando te fuiste. No sabes las noches que no durmió por revisar tus aposentos por si encontraba una pista de donde estuvieras. No sabes cuánto gritaba su corazón ensordeciendo a su alma por volver a verte y decirte que jamás quiso hacerte sentir mal con su triunfo.
LOKI:
(Suspirando) Si sólo me hubiera dado cuenta más antes que lo que deseaba lo tenía tan cerca de mí, que todo lo que ansiaba me lo daban pero mi frustración, mi odio, mi envidia me cegó.
FRIGGA:
Estás de vuelta hijo mío. Ya todo se solucionó. Soy tan feliz que me llames “madre” otra vez, no solo porque fui tu madre desde niño sino porque las circunstancias ahora nos piden unión familiar.
ESCENA II
Thor aparece por los pasillos, Loki y Frigga lo saludan. Frigga se va dejando solos a sus dos hijos.
LOKI:
Ya viene Thor.
FRIGGA:
Debes aprender a perder tus nervios, hijo mío.
LOKI:
(Se endereza) Tienes razón, madre. Soy bueno en eso.
THOR:
¡Loki! (con los brazos abiertos)
LOKI:
¡Thor! (va a su encuentro y lo abraza)
THOR:
Verte me hace feliz, te extrañé tanto, Loki. (Se acerca y le da un beso tímido)
LOKI:
(Sonrojado) Solo fueron dos horas desde la última vez que me viste.
FRIGGA:
El amor te impide saludar a tu madre, ¿eh?
THOR:
Lo siento, madre. (Le besa en la mejilla)
F
RIGGA:
Yo los dejo solos, no quiero ser la bruja que separa una pareja tan feliz… seguro tienen cosas de qué hablar (sale).
LOKI:
¿Y… qué hiciste toda la tarde, Thor? (juega con sus dedos nervioso)
THOR:
Trátame con aquellas palabras de amor que solías usar, Loki. Llámame amor, cariño, cielo, amado, querido… no entiendo por qué te avergüenza cuando antes podías decirlo incluso delante de majestades lejanas de reinos amigables o enemigas por avergonzarme.
LOKI:
Es que esto es diferente… Thor. Esto no es un juego, es serio. Pero me acostumbraré a llamarte de la manera más cruel posible.
THOR:
Jajaja (riendo con ganas). Seré tu esposo, no puedes llamarme “idiota” o “bobo” delante de todos, no cuando seré tuyo. Y tú mío (le toma de la mano), ansió nuestra unión sagrada para poder dormir siempre contigo, despertar sintiéndote a mi lado.
LOKI:
No veo diferencia alguna cuando ya son treinta y seis noches que no te alejas de mi habitación. Treinta y seis noches que dormimos juntos. Treinta y seis noches que despertamos juntos. Treinta y seis noches que se harán más noches.
THOR:
Pero una vez esposos, todos sabrán que no estabas durmiendo solo, sino con tu esposo. Ya quiero ver las caras llenas de ira de aquellos pretendientes que rechazaste pero jamás se dieron por vencidos. Quiero ver cómo aceptas ser mi esposo mientras tu voz les rechaza otra vez pero para siempre (le besa la mano).
LOKI:
Supongo que ya están superándolo cuando todos los reinos ya saben de nuestro amor. Todos esperan la dichosa boda… debí impedir que estuvieras divulgándolo pero me he hecho débil a tus palabras de promesas, el cómo me adulas me derrite. No hagas más eso, Thor. No quiero poder amarte locamente.
THOR:
¡Ámame locamente, Loki!
LOKI:
Lo hago pero no quiero que vean cómo me gusta acurrucarme entre tus brazos, cómo pido tus besos en las noches antes de dormir, cómo respiro tu perfume de hombre…
THOR:
¡Continúa, tus palabras son tan dulces!
LOKI:
Me da tanta vergüenza. ¿Qué me hiciste Thor? Yo no soy así. ¿Será este amor? Te amaba pero no creí que pudiera volverme tan loco.
THOR:
Yo me vuelvo más loco cada día, Loki, mi Loki.
LOKI:
Aún recuerdo la noche que dormiste con aquella… mujer (intenta parecer molesto)
THOR:
Te dije que me drogó. Sabes muy bien que te prometí que nunca te engañaría.
LOKI:
Solo por esa razón permití que divulgaras nuestro amor, Thor. Para que todas sepan que eres mío.
THOR:
Y tú mío, mío, mío, mío (lo abraza dándole besos)
Fin del segundo acto.