Jiyong no durmió esa noche, su mente era demasiado confusa para entender lo que estaba pasando. Apenas había dormitado durante las primeras horas del día y a pesar de todo se sentía exhausto física y emocionalmente.
Mientras secaba su rostro con una toalla se miró en el espejo, tenía unos círculos grandes debajo de los ojos, en otra circunstancia les habría prestado atención, pero ahora lo había dejado completamente en segundo plano. Trato de arreglarse lo mejor que pudo sin ánimo, no sabía que le depararía cuando saliera de su habitación, pero sea lo que sea debería enfrentarlo y hacerse cargo de las consecuencias que el mismo creo.
Tomo un respiro antes de entrar en la habitación de su hijo, al parecer él ya había despertado porque no estaba por ningún lado. Jiyong bajo las escaleras y fue a la cocina, los empleados estaban hablaban entre ellos pero dejaron de hacerlo cuando lo vieron entrar, era como si automáticamente se activara algún botón que les impidiera expresarse y Jiyong se preguntó si era a causa de él.
“Buenos Días.”
“Buenos Días”, respondieron todos.
“Saben dónde está mi hijo.”
“Aquí estoy” Jiyong se sorprendió al verlo, tenía un libro en sus manos.
“Mino.”
“Ya desayune así que no te preocupes.” Contesto desapareciendo de la vista de Jiyong.
Uno de los empleados se percató de lo preocupado que se veía Jiyong. “Mino y el señor desayunaron juntos”, le dijo.
“¿¡Qué!?”
La empleada parecía algo asustada pero volvió a decirle a Jiyong lo que había escuchado.
“¿Dónde está el señor?”
“Salió.”
“¿A dónde?”
“No lo sé señor Jiyong.”
Jiyong cerró sus ojos tratando de tranquilizarse y pensar. ¿A dónde podría a ver ido?, ¿con quién?. Eso solo hizo aflorar sus miedos, temía que estuviera con ese muchacho, él no lo soportaría. Tenía que encontrar la forma de hablar con Seunghyun, disculparse con él, decirle que también tenía sentimientos por él.
“Mino”, lo llamo.
Mino levanto la vista de su libro, no era exactamente un libro normal, era uno sobre pintura y esculturas.
“¿Qué pasa?”. Pregunto sin dejar de ver el libro.
¿De dónde lo sacaste?
“Papá me lo regalo. Mi abuelo, tu padre, se lo dio cuando mi abuela murió.”
Seunghyun le había obsequiado un libro tan preciado como ese a su hijo. ¿Por qué?
“¿Qué hablaste con él?, ¿Qué fue lo que te dijo?
“Muchas cosas, ¿Sabías que su padre lo abandono cuanto tenía mi edad?”
“Mino…”
“Le pregunte como se enamoró de ti y me dijo que fue en casa del abuelo, tú estabas tomando un baño con tus amigos en la piscina y él era su aprendiz, eso fue cuando tenía diecisiete años.”
El corazón de Jiyong se detuvo al escuchar esto, Jiyong no recordaba a ver visto a Seunghyun en ese entonces, era un adolescente y disfrutaba de otras cosas. Sabía que su padre tenía un aprendiz, pero no sabía su nombre, ni su edad, ni quien era. Supo de Seunghyun unos meses después, pero lo considero como alguien más en la vida de trabajo de su padre. Luego la madre de Seunghyun murió y comenzó a verlo menos tiempo en casa, su padre había comentado en una cena familiar que él se encontraba devastado y que el trabajo era lo único que lo ayudaba aliviar con su dolor, la próxima vez que Jiyong se volvió a encontrar con él, fue en la galería como mano derecha de su padre, y mucho tiempo después se convirtió en su esposo.
“¿Papi estas bien?”. Mino estaba confundido por la expresión de Jiyong.
“Si, cariño estoy bien. Ven aquí.” Jiyong extendió sus brazos y Mino se unió a ellos, fundiéndose en un confortable abrazo, de padre e hijo.
No fue mucho tiempo después de tocar el timbre de la casa, que la puerta se abrió, dejando ver a Taehyun. Se veía preocupado mientras examinaba a Seunghyun.
“Hola, ¿dijiste que tenías algo importante que decirme?.
Taehyun lo había llamado muchas veces al igual que Daesung y Sandara, la noche pasada.
“Entra por favor”. Taehyun le dio espacio para que Seunghyun entrara al lugar, era la segunda vez que venía a casa del joven.
Taehyun se sentó en uno de los muebles e hizo un gesto con la mano para que Seunghyun lo siguiera.
“¿Estas bien?, estaba preocupado, te llame muchas veces y solo hoy pude comunicarme contigo”. Seunghyun sentía la calidez de sus manos, mientras acaricia su rostro.
“Estoy bien, no te preocupes.”
“Lo creería, si tus ojos no te delataran.” Taehyun se acercó a Seunghyun y lo beso, poniendo presión sobre su cuerpo, Seunghyun lo tomo de la nuca con delicadeza y alejo.
“Quiero hacerte sentir mejor,” Taehyun volvió a sumergirse en su boca.
Una de las razones por las que Seunghyun nunca había vuelto a la casa de Taehyun era por esto. Él no quería cruzar la línea, no se sentía seguro para acostarse con él, y tampoco quería lastimarlo, era demasiado joven para saber lo que realmente quería.
Seunghyun esquivo a Taehyun y se alejó.
“Sera mejor que me vaya.” Dijo, poniéndose de pie y caminando hacia la puerta.
“Espera.” Seunghyun volteo para mirar a Taehyun, tenía el rostro sonrojado.
“Tu abrigo, me lo diste esa noche, quería devolvértelo.”
Seunghyun tomo el abrigo de sus manos y se acercó para darle un beso en la frente.
“Adiós.”, se despidió y salió del lugar.
Después de eso Seunghyun fue a visitar a su madre, le compro flores, hablo con ella, y regreso a casa.
Jiyong vio a Seunghyun caminar hasta el otro lado del jardín para ingresar a su estudio privado. Sintió alivio al verlo volver, y no lo pensó dos veces antes de encaminarse al lugar, iba hablar con él, pasara lo que pasara.
Seunghyun se sirvió una copa de vino, “Muy bueno”, dijo, y tomo otro un trago del líquido saboreándolo en su lengua.
“¿Puedo?”, Pregunto Jiyong desde la puerta. Había tomado a Seunghyun desprevenido, lo sabía por la expresión en sus ojos. Jiyong espero un momento y Seunghyun asintió, permitiéndole entrar.
“Espero… no interrumpirte.”
“Solo estaba bebiendo. “Dijo, tomando otro trago de su copa y apoyando su espalda contra la mesa. “¿A que debo el honor de tu visita?” Era obvio el sarcasmo en su pregunta. Jiyong no lo culpaba.
“Quería verte y hablar contigo.”
“¿Verme?, creí que ya habíamos dicho todo.”
“Seunghyun…”
“Te pregunte es anoche si tenías algo que decirme y me dijiste que no. ¿Qué tendrías que decirme ahora?.” Seunghyun estaba la defensiva otra vez.
Jiyong se contuvo un momento y su marido lo observo, conocía esa mirada muy bien.
“Estas molesto.” Dijo, girando el vino en su copa.
Jiyong no estaba molesto, estaba decepcionado de sí mismo, Seunghyun había confundido sus emociones.
“No, no lo estoy, negó.”
“Puedo verlo en tus ojos.”
“Solo puedes ver eso”, Pregunto Jiyong acercándose a Seunghyun lentamente. El cambio en el cuerpo y rostro de su marido fue evidente, era una especie de confusión, anticipación y miedo, y a Jiyong le gustaba, le gustaba saber que Seunghyun solo estaba tratando de actuar indiferente para protegerse.
“Puedes ver cómo me siento, entonces.” Jiyong podía ser muy orgulloso y testarudo, pero también podía ser cálido y amoroso si lo quería.
“Di lo que quieras entonces.” Dijo por fin cediéndole la palabra a Jiyong y alejándose de él.
Jiyong se lo agradeció mentalmente y se prometió ser paciente para ganar su corazón.
“Siento a ver arruinado tu cumpleaños, siento a ver dejado de mis emociones tomaran el control, pero…”
“Pero…”, Repitió Seunghyun aun sin mirarlo.
“Pero también soy humano, también cometo errores y no estoy justificando mi actitud, simplemente no esperaba que estuvieras involucrado con alguien más.”
“Desde cuando te importa si me involucro o no con alguien. No es como si siempre hubiera tenido tu atención.”
“Lo sé, y lo siento por eso también.”
“Las cosas no se arreglan con decir lo siento Jiyong. No es tan fácil.” Seunghyun no quería que Jiyong viera su vulnerabilidad pero era imposible de ocultarlo.
“Esa noche cuando fui a la galería, pensé, voy hablar con Seunghyun sobre Mino, sobre lo mal que he actuado todo el tiempo, sobre nosotros. Entonces lo primero que vi, fue a ti y ese muchacho… besándose.” Jiyong se limpió las lágrimas, “Me pregunte ¿Por qué estabas haciéndome eso?, y entonces me di cuenta de todo, de las peleas, de los desplantes, de lo malo que siempre he sido contigo. Todo pasaba en mi cabeza como un rollo de película… y luego ese muchacho estaba desafiándome todo el tiempo mientras te miraba, era como si me dijera, “Es ya es mío, te gane”, sentí tanta rabia que quería golpearlo ahí mismo, era como el fuego esparciéndose dentro de mí. Para cuando salí a buscarte al jardín me di cuenta de que él lo había hecho de nuevo y todo se salió de control, no estaba pensaba con claridad, quien podría hacerlo cuanto esta celoso.”
Jiyong espero por largos minutos a Seunghyun dijera algo pero no dijo nada y eso le dolió.
“No vas a decir nada.”
“¿Que ibas a decirme sobre Mino, esa noche?”. Seunghyun cambio de tema.
Jiyong había imaginado muchos escenarios donde Seunghyun discutía con él, como lo hacían en el pasado, pero la indiferencia de Seunghyun era la cosa más dolorosa que había experimentando hasta ahora. “Te lo mereces”, “lo perdiste”, se dijo.
Seunghyun se quedó en silencio esperando a que Jiyong respondiera su pregunta.
“Mino te ama, eres su padre”, la voz de Jiyong sanaba diferente, mucho más lenta, mucho más baja, Seunghyun giro para ver a Jiyong.
“Me di cuenta de que no soy tan buen padre como creí, quería pedirte que pasaras más tiempo con él, no quiero privarlo de tu cariño.”
Seunghyun escuchaba con atención. Esta vez, era Jiyong el que no estaba viendo hacia él, por el contrario miraba por la ventana de la habitación mientras hablaba. Seunghyun sentía un devaju escuchando sus palabras y un fuerte dolor en el pecho le hizo recordar a su madre, ella le había dicho lo mismo cuando su padre los abandono, “Soy una mala madre”, algo de dentro de Seunghyun le hizo sentirse culpable.
“Siempre ha sido un buen padre, lo cuidaste desde que nació y has vivido para él.”
Jiyong no dijo nada.
“Jiyong.” Llamo Seunghyun.
Jiyong se giró con los brazos entrecruzados en el pecho, protegiéndose, con los ojos llenos de lágrimas, estaba muy triste, Seunghyun podía verlo.
“Sé que no debería pedirte esto, Mino sabe que algo está mal entre nosotros, para él eres su padre y solo quiero verlo feliz”, Jiyong tomo una respiración antes de seguir, “Voy a encontrar una manera de decirle la verdad, prometo que no me inmiscuiré en tu vida privada, solo quédate con nosotros un tiempo más, por favor.”
A Seunghyun no le costó mucho responder a Jiyong, “Lo prometo.”
“Gracias.”
Ambos se observaron por unos segundos más, tratando de descifrar lo que el otro quería decir. Jiyong fue el primero en romper el contacto dándose la vuelta, antes de girar el pomo de la puerta y salir. Seunghyun quedo en segundo plato, mirando la puerta, sintiendo el vacío de la habitación sin la presencia de Jiyong.