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NO TE ENAMORES por Cafetonight

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Notas del capitulo:

Hola (jajajaja). Diciembre, amigos, gtop, navidad, mangas, Yuri On Ice. Demasiadas cosas me mantenían ocupada como ven. Siento la demora, necesita un descanso e inspiración.


Este capítulo está dedicado a Kubo sensei y mis queridos, Víctor y Yuri.


Nos vemos hasta la próxima actualización que espero sea pronto. Feliz navidad para todos y gracias por leer.

“Necesitamos hablar.”


La habitación quedo en silencio por unos segundos. Seungyoon, Lalisa y Rose se miraban entre sí, sin saber qué hacer.


“Seunghyun.” Taehyun olvido los papeles en los que estaba trabajando para mirar al mayor.


El clima de tensión se instaló dentro de la habitación, Seungyoon lo percibió inmediatamente. Tomo algunas carpetas entre sus manos y se encamino hacia la salida. Lalisa y Rose lo siguieron en silencio. Cerrando la puerta.


Cuando estuvieron a solas, Taehyun observo a Seunghyun con el corazón acelerado, sin apartar la vista del mayor. Seunghyun sin embargo camino unos pasos lejos de él.


El más joven se sentía herido, “Seunghyun.”


“Esto tiene que parar.” La voz era seria, casi fría.


Taehyun podía ver la espalda de Seunghyun, sabia a lo que se refería.


“Me besaste.” Su voz salió más débil de lo que imagino.


“Lo hice y lo siento. Te pido perdón por eso.” Seunghyun  estaba viéndolo directamente esta vez, aunque no de la forma en que Taehyun le hubiera gustado, porque la lastima no era algo que le agradara.


“Te amo.” El líquido caliente y salado brotaba de sus ojos, cayendo lentamente sobre sus mejillas.


Seunghyun aparto la vista, sintiéndose avergonzado de sí mismo. Era su culpa que este muchacho albergara sentimientos por él.


“No puedo corresponderte, lo siento.”


Taehyun  camino unos pasos y se aferró al pecho de Seunghyun, ocultando su rostro. El pensamiento de estar sin él, lo embargaba de dolor.


“Esto no es bueno para ninguno de los dos. Te estás haciendo daño.”


Taehyun levanto la vista emborronado de lágrimas para mirar a Seunghyun, “No, no por favor. “


“No es saludable Taehyun.”


“Prometo que no voy a molestar más. Solo necesito quedarme a tu lado.”


“Eres muy talentoso, podrás hacerlo bien en cualquier lugar.”


“¡No!”. Las manos de Taehyun eran puños duros, aferrados sobre el saco de Seunghyun. El dolor de sus ojos se transformó en pura rabia.


Seunghyun se apartó. “Le pediré a Daesung que se encargue de tu traslado. Créeme, será lo mejor.”


“¡¡Seunghyun, Seunghyun!!” Taehyun lo llamo desesperado, pero Seunghyun no le hizo caso y salió de la habitación.


“Seunghyun, ¿Seunghyun?” El enfoque de sus ojos distorsionado por sus pensamientos volvió. Jiyong lo miraba con preocupación, con el ceño fruncido.


“Lo siento, me distraje.”


“¿Estas bien?” Las manos de Jiyong eran suaves sobre su rostro, olvidando por un momento en lo que estaba pensando.


Seunghyun lo observaba en silencio.


“Si.” Suspiro.


Jiyong le dio un beso suave y volvió a la actividad en la que estaban. Un día en el supermercado.


Mino estaba con ellos, ayudando con las compras. Habian acordado descansar y pasar tiempo en familia lejos del trabajo, al menos por la temporada navideña. Pero llevaba días pensando en lo mismo. Días desde la última vez que vio al más joven. Daesung le informo que Taehyun no había vuelto, no desde la última vez que hablo con Seunghyun. Nadie lo había visto, nadie sabía de él, y estaba comenzando a preocuparse. ¿Sería capaz de cometer alguna locura?, la respuesta no la sabía.


Al terminar las compras, recogieron las bolsas y las guardaron en la parte trasera del auto.


“Creo que llevamos compras para más de un mes.” Eran más bolsas de las que alguna vez Seunghyun había visto.


La risa de Jiyong ilumino el lugar, “Se acerca las fiestas, es necesario tener provisiones.”


“Pa-papi.” La pequeña mano de mino se enredó sobre el suéter de Jiyong para llamar su atención. “Necesito ir al baño.”


 “Está bien cariño.”


Jiyong miro a Seunghyun, “No tardaremos.”


“OK.” Seunghyun se metió en el auto y espero paciente.


 


“Helado de chocolate.”


Pasaron junto a la sección de helados, “Volveremos por el cuándo salgamos.”


Mino asintió con la cabeza y camino junto a Jiyong hasta los servicios higiénicos.


“Déjame ayudarte.”


“Lo puedo hacer solo, ya estoy grande.” Mino se quejó.


Jiyong le sonrió, “Bien, niño grande. Voy a esperar por ti afuera. Está bien.”


Mino volvió asentir hacia su padre mientras entraba en los servicios.


Jiyong se detuvo para mirarse frente a la fila de espejos, su rostro se veía algo cansando y eso le preocupaba, le preocupada que Seunghyun no lo encontrara atractivo.


“Seunghyun…”


Mientras pensaba, las imágenes de Seunghyun y el en la ducha vinieron a su mente, sus mejillas estaban encendidas e incluso su cuerpo había reaccionado solo por la memoria de las caricias y los besos que ambos se habian prodigado.


“¿Tienes fiebre?”


“¿Eh?. Mino.” El pequeño examinaba con atención su rostro.


“Estoy bien. ¿Por qué piensas que tengo fiebre?”


“Tus mejillas están rojas. Cuando tengo fiebre me pasa lo mismo.”  A veces Jiyong creía que su hijo era demasiado hábil para su edad.


Jiyong se inclinó para estar a su altura, “No estoy enfermo.” Mino miro a su padre no muy convencido.


“¿Aun quieres el helado?”


“Si.”


“Entonces lávate las manos y vamos por él.” Mino hizo el procedimiento con ayuda de Jiyong, agua, jabón, agua, y algo de papel para secar sus manos. Luego se las mostro a su padre para que viera lo limpias que estaban.


Jiyong salió con tres envases de helado de diferente sabor. En el tiempo en que llevaba conociendo a su marido, se dio cuenta de que el helado era uno de los mayores placeres de Seunghyun, algo que compartía con su hijo.


 


Era el día de noche buena, por primera vez compartirían  la navidad, como familia. Jiyong estaba emocionado, si alguien le hubiera dicho meses atrás que estaría sentado en la misma mesa con Seunghyun y su hijo, no lo creería. Las épocas navideñas no eran del agrado de Jiyong, incluso cuando era soltero, creía que había demasiada gente en las grandes fiestas que amenizaba su familia. Cientos de rostros desconocidos, ruido, alcohol. Noches un tanto frívolas para una fecha en donde se celebra la amistad, la familia o el amor. Jiyong recordaba una noche en especial, algo que nunca había mencionado, incluso a Soojoo. Era un recuerdo de Seunghyun, mucho más joven, solo y de pie, observando el cielo estrellado desde el jardín, extrañamente Jiyong no se sintió tan solo esa noche.


“Bonitas estrellas.”


Jiyong giro para ver a su marido, “tan encantador”, pensó.


“Me gusta ese suéter” Jiyong sonrió.


“Vamos no te burles. Mino eligió este suéter de reno para mí.”


Jiyong comenzó a reír ante la mirada de Seunghyun.


“Lo digo en serio, te queda bien. A mí me gusta.” A Jiyong le gustaba por una razón diferente. El suéter se moldeaba  perfectamente al cuerpo de Seunghyun.


“Si te gusta, está bien entonces.” Seunghyun parecía algo avergonzado por sus palabras.


“Me encanta.” Jiyong decía la verdad.


La cena fue agradable, Mino era muy hablador, eso mantenía entretenidos a Seunghyun y Jiyong.


Mino siempre recibía una cantidad grande regalos para estas fechas, principalmente de sus abuelos o amigos de Jiyong. Sin embargo, él se había encargado de enseñarle que lo más importante era los buenos deseos y los sentimientos de las demás. Mino lo había entendido bien, aun rodeado de regalos costosos.


“Voy a pedir mi deseo.”


“¿Cuál es tu deseo?” Pregunto Seunghyun.


“Es un secreto.” El pequeño dedo entre sus labios era una afirmación.  “Deseo que mis padres estén juntos para siempre”. Ese fue el deseo de Mino.


Cuando llego la hora de abrir los obsequios Mino fue el primero en tomarlos. Todos eran lindos, pero nada era más especial que el regalo de Seunghyun. Un hermoso libro de dibujos de arte personalizado. El pequeño había quedado fascinado, con los ojos brillantes, palpando cada página, como si se tratase de algo surreal.


“A él le gusto.” Jiyong miraba en dirección de Seunghyun.


“Eso espero.”


Jiyong tenía razón. El pequeño estaba tan emocionado que había corrido para lanzarse con tanta fuerza hacia los brazos de Seunghyun. El obsequio era aún más especial porque se lo regalaba su padre.


“Gracias papá. Te amo.” Oír sus palabras fue una ola de sensaciones para Seunghyun. Mino se apartó un momento para observar a su padre.


“Estas llorando, ¿dije algo malo?”


“No. Por supuesto que no.” Seunghyun se sumergió otra vez para abrazar al pequeño. “Yo también te amo.”


 


Una maratón de películas navideñas, era algo que fue planeado a última hora.


Mino apenas vio una cuarta parte de mi Pobre angelito, cuando cayó rendido de sueño entre los brazos de Jiyong.


“Sera mejor que lo lleve a su habitación.” Seunghyun se ofreció para llevarlo.


“Vamos juntos entonces.”


Ambos recostaron a Mino entre las sabanas, abrigándolo bien para que el frio no lo despertara. Jiyong le dio un beso en la frente y luego se retiró junto a Seunghyun hasta la sala. Ambos volvieron a sus posiciones en el sillón, y miraron la película.


 


Jiyong se removió del sillón abriendo los ojos con dificultad, la manta que cubría su cuerpo había caído en la alfombra. El televisor estaba pagado, y todo estaba a oscuras. Aun así, pequeños fragmentos de luz del exterior alumbraban las ventanas.


Jiyong trato de cerrar los ojos para a abrirlos de nuevo y mantener su enfoque con claridad. “¿Seunghyun?”, él no estaba.


“Seunghyun” Jiyong volvió a llamarlo. Solo entonces se dio cuenta que se había quedado dormido.


“Seunghyun.” Lo nombre una vez más mientras se levantaba y se envolvía con la manta.


Jiyong camino hacia el jardín y se percató de la luz en el estudio de Seunghyun, frunciendo el ceño en confusión. Así que volvió a entrar a la casa y tomo el obsequio de Soojoo.


“Trabajando en navidad.”


Seunghyun se sorprendió al ver a Jiyong en la puerta del estudio. Su cuerpo cubierto por la manta gruesa.


“¿Puedo entrar?”


“Por supuesto, adelante.”


“Gracias.” Los dientes de Jiyong castañeaban por el frio.


“¿Cuánto tiempo estuviste parado ahí?. Podrías enfermarte.


Jiyong le guiño un ojo mientras se acercaba a la chimenea para calentarse un poco.


“Vaya. Ni mi madre me regaña tanto como tú.”


“Jiyong.”


Jiyong sonrió mirando en su dirección. “Acabo de llegar, no tienes por qué regañarme. Es más, debería ser yo el molesto. Me dejaste solo.”


“No quería despertarte.”


“Lo hubieras hecho. No me gusta dormir solo.”


Seunghyun se quedó en silencio mirando a Jiyong.


Jiyong se quitó la manta y se acercó a Seunghyun, examinando lo que estaba haciendo.


“Solo estoy ordenando algunos libros.”


Jiyong tomo uno de los libros entre sus manos y lo coloco en el estante donde Seunghyun había estado trabajando.


“Si te ayudo terminaras más rápido.”


Jiyong no espero una respuesta y comenzó a ordenar los libros, uno por uno hasta que no había quedado nada sobre el escritorio.


Seunghyun observaba la agilidad con la que las manos de Jiyong trabajaban, el movimiento de su cabello, el desplazamiento de su cuerpo, todo.


“Listo, está terminado.”


Seunghyun lo seguía observando sin decir nada.


“Estas muy callado, ¿pasa algo?.” La suave mano de Jiyong se acuno en la mejilla de Seunghyun. La preocupación implícita en su caricia.


“Debería decirle”. Se preguntó Seunghyun.


“Sé que no soy la mejor persona para decir esto pero… puedes confiar en mí.”


Seunghyun cerró los ojos ante el contacto de la mano de Jiyong sobre su rostro.


“Entiendo sino quieres decirme nada.” Aunque su rostro sonreía su voz era apagada.


“No sé si sea prudente. No quiero molestarte.”


Jiyong lo estaba besando. Aun sin palabras, era una afirmación de confianza. Podía sentirse en el beso.


Jiyong se separó unos centímetros de Seunghyun, lo suficiente para poder respirar, lo suficiente para poder hablar.


“Yo-yo, tengo miedo de perderte.”


“Yo también tengo miedo, casi te pierdo una vez.”


Seunghyun sabía exactamente a que se refería Jiyong.


“Le pedí a Taehyun que se fuera.”


Jiyong estaba más sorprendido de lo que Seunghyun había imaginado. Separándose completamente de su marido, como si hubiera sido molestado, pero no lo estaba.


“Le pedí a Daesung que se encargara, pero el simplemente desapareció.”


Jiyong lo entendía. No era miedo, era culpa. Seunghyun se sentía culpable acerca del bienestar de Taehyun. Se sentía responsable.


“Él podría hacerse daño… el podría mor…”


“Es un adulto lo suficientemente maduro para asumir sus errores, al igual que tú.”


Seunghyun lo observaba analizando sus palabras.


“El no haría una estupidez. No si me odia tanto.” Lo sonrisa de Jiyong era autentica, tanto que Seunghyun comenzó a creer que tenía razón.


Seunghyun y Jiyong habian perdido completamente el sueño a pesar de las altas horas de la noche. Su conversación los había dejado meditando.


“¿Qué es eso?”


“¿Cuál?”


Seunghyun señalo una caja sobre el escritorio.


“Es nuestro regalo de navidad de parte de Soojoo.”


Jiyong se puso de pie para tomar la caja.


“Es un Kongsgaard.”


“¿Un qué?”


“Un Kongsgaard. Es un vino fabricado en California. El aroma y la textura son deliciosos. Es uno de mis vinos favoritos.


“Tendremos que probarlo entonces.”


La botella al igual que la etiqueta era muy hermosas. Solo había un problema. Jiyong no había traído algo para abrir la botella y tampoco algo en que servirla.


“Debería ir a la cocina.”


“No se hace falta.”


Jiyong miro a su marido caminar hasta una gaveta del estante y tomar un sacacorchos, así como dos copas. Recordó entonces que Seunghyun era una amante del vino al igual que el arte.


Seunghyun volvió para sentarse al lado de Jiyong mientras abría la botella y vertía el líquido en ambas copas.


“Por nuestra primera navidad juntos.”


“Salud.”


Cuando el líquido se coló entre las papilas gustativas de Jiyong no pudo evitar gemir de placer. El sabor era celestial. Seunghyun sonrió ante su reacción.


“Es… delicioso. Jamás lo había probado.”


“Lo es. Sabe muy bien.”


Jiyong se preguntó como Soojoo había conseguido esta botella. Que incluso era uno de los vinos favoritos de Seunghyun.


“Así que…”


“Así que…”


“¿Daesung no te envió nada?”


Seunghyun tarareo como respuesta mientras tomaba otro sorbo de vino.


“Eso fue un sí o un no.”


“Lo hizo. Pero no pienso abrirlo.”


“¿Por qué?”


“Podría a ver enviado cualquier cosa para disgustarme.”


Jiyong tomo con gracia las palabras de Seunghyun.


“Es tu amigo, porque iba a disgustarte.”


Tal vez porque descubrí que está enamorado de Sandara y me odia. Seunghyun lo pensó pero no se lo dijo.


“Deberías abrirlo. No creo que sea tan malo.”


“Si tú lo dices.”


Seunghyun realmente esperaba estar equivocado.


Jiyong tomo la caja y la puso en su regazo para abrirla.


“Waoh” El sonido de sorpresa y la risa estallaron tan fuerte, que Seunghyun se preguntó que podría haber sido.


“¿Qué es tan gracioso?”


Jiyong no miro a Seunghyun y por el contrario sus mejillas encendidas llamaron mucho más la atención. Jiyong trato de contenerse ocultando su la boca con el dorso de la mano.


Seunghyun no espero mucho y tomo la caja para ver su contenido. Se arrepintió de haberlo hecho porque al igual que Jiyong sus ojeras habian enrojecido.


“Hijo de puta.” Seunghyun estaba molesto y avergonzado con Jiyong.


Jiyong se había tomado su tiempo para calmarse pero por fin la risa había desaparecido.


“Lo siento. No sabía que el llegaría a este punto. Voy hablar con él.” Seunghyun estaba lo suficientemente avergonzando como para cubrirse el rostro con las manos y no mirar a Jiyong.


“No lo hagas.”


Senhyung giro su rostro para ver a Jiyong, aun con las mejillas encendidas.


“Jiyong.” Su nombre salió suave, como un suspiro.


Jiyong tomo la iniciativamente nuevamente, y lo beso, al principio lento, y después más intenso. Deslizando sus labios hasta el cuello de Seunghyun. Seunghyun no estaba seguro de lo que esto significaba pero en el fondo parecía que si lo sabía.


“Ji-espe-ra.” Seunghyun mentiría si negase que estaba excitado.


“Quiero.” Fue todo lo que Jiyong dijo y Seunghyun sabía a qué se refería.


Seunghyun aparto a Jiyong un momento para mirarlo a los ojos. Encontrando con asombro nada más que deseo.


“Por-favor.” Era una súplica, Jiyong era consciente de eso. Así que se subió hasta el regazo de Seunghyun con la respuesta implícita de hacer el amor.


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