“Hola.” Saludo, abrazando a Jiyong por la espalda.
“Hola.”
“Tienes que dejar ir eso Jiyong, no te está haciendo bien.”
“Lo sé, pero… tengo miedo”, Seunghyun lo examino acariciando su cabello y Jiyong cerró los ojos, apreciando el contacto.
“No tienes que temer, Mino está bien. Las autoridades están haciendo su trabajo, y yo estoy aquí para cuidarlos.”
Para Jiyong era difícil ocultar que estaba preocupado. Principalmente por el comentario de su hijo.
Los siguientes días fueron extremadamente difíciles en el trabajo, Soojoo había intentado disculparse con Jiyong, pero siempre terminaban discutiendo.
“¡¡No puedes llamarme paranoico, cuando fuiste tú quien lo perdió de vista!!”
“Fue mi responsabilidad, y lo siento. Pero…“
“Decir lo siento no es suficiente. Podría haber sido secuestrado.”
“¿¡Y crees que mantenerlo oculto va ayudarle!?. Es un niño, necesita socializar.”
Jiyong simplemente la ignoro, como si nada de lo que había dicho fuera importante para él.
“Créeme, amo a Mino tanto como tú lo amas y jamás, jamás dejaría que le hicieran daño”, Soojoo miro a Jiyong por tanto tiempo, esperando una respuesta. “¿No vas a decir nada?”, la rubia se dio por vencida, limpiándose las lágrimas mientras salía de la oficina.
Jiyong se llevó las manos a la cabeza y gruño de frustración, la convivencia en el trabajo se volvió incomoda. Se preguntó entonces, si realmente estaba haciendo mal las cosas, si estaba siendo injusto con Soojoo, si estaba haciendo lo correcto con Mino.
“Maldición.” Se quejó.
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“No comiste nada.” La bandeja de comida estaba intacta.
“No tengo hambre.” Jiyong observaba a su hijo dormir desde la puerta.
“Jiyong…” Seunghyun toco sus hombros completamente tensos.
“Soojoo dice que estoy paranoico, que Mino no debe estar encerrado.”
“¿Y tú qué crees?”
Jiyong se dio la vuelta para ver la expresión en el rostro de su marido.
“¡¡Crees que estoy loco!!”.
“No pongas palabras que no dije”. Respondió el, “Creo que nuestro hijo necesita seguir con su vida, nosotros necesitamos seguir con nuestra vida.”
Jiyong no tenía respuesta a eso.
Seunghyun se acercó a él, “La vida es demasiado hermosa como para vivir del pasado. ¿No lo crees?”
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Sus manos temblaban, “Ella no va querer verme.”
“Yo creo que sí.”
Seunghyun había convencido a Jiyong para hablar con Soojoo y pedirle disculpas por su mala actitud.
Jiyong suspiro y toco el timbre. Seunghyun se quedó a su lado hasta que la puerta se abrió.
“Hola Soojoo. Esperamos no ser inoportunos.”
La rubia los examino con sorpresa. Obviamente no se lo esperaba.
“¿Paso algo?, ¿Mino está bien?”
“Él está muy bien, gracias.” Seunghyun la tranquilizo.
Jiyong aún no había hablado. Se sentía tenso y avergonzando.
“Realmente vinimos porque Jiyong necesitaba hablar contigo.” Seunghyun miro a Jiyong.
“S-si”, Respondió Jiyong. Soojoo lo miro.
“Los dejare a solas para que puedan hablar”, Seunghyun se inclinó y beso a Jiyong, “Te espere en el auto, tomate tu tiempo.” Jiyong asintió y Seunghyun se fue.
Jiyong volvió la vista a la rubia, ella estaba de pie en el marco de la puerta con los brazos en el pecho.
“Puedo… entrar.” Soojoo se hizo a un lado para que Jiyong entrara. Su casa se veía como la última vez que vino a visitarla.
“Yo…quiero disculparme, quiero… decir que lo siento mucho”, Empezó.
Soojoo seguía en la misma posición, observandolo en silencio.
“Dije muchas cosas desagradables, te ignore, te herí, lo siento mucho”, Jiyong espero.
“¿No dirás nada?”, pregunto, “Supongo que es lo que me merezco por todo lo que te dije.”
“Fuiste muy cruel.” Soojoo hablo, “Me decepcionaste.”
“Yo…lo siento”, Jiyong bajo la cabeza.
Ambos se quedaron en silencio.
“Jiyong.”
Jiyong levanto la vista para verla.
“Permitirás que Mino se quedara en mi casa.” Soojoo estaba probándolo, ella usualmente no guardaba resentimiento hacia los demás, tampoco para Jiyong. Pero quería saber realmente cuan arrepentido estaba su amigo.
Jiyong lo medito, se tomó su tiempo para responder, parecía algo confundido.
“Yo…” sus manos se hicieron puños sobre sus piernas. Soojoo espero sin presionarlo.
“Si.” Respondió por fin.
Soojoo de repente se abalanzado hasta abrazarlo, dejando a Jiyong aturdido y con muchas preguntas.
“Debería golpearte por todas las cosas que me dijiste.” La rubia lo regaño, sonriendo.
“Soojoo… tú me perdonas.”
“Por supuesto. ¿Acaso creíste que no lo haría?. Eres como mi hermano.”
Jiyong le devolvió el abrazo, llorando, “Lo siento.”
“Está bien ya paso”. Lo consoló, acariciando su espalda.
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El siguiente fin de semana, Soojoo vino por Mino. El pequeño más que feliz acepto irse con ella.
“Tía Soojoo trajo un obsequio para mí.” Un delfín de felpa.
“Por qué no se lo agradeces.” Seunghyun se inclinó para preguntarle a Mino.
“Gracias.” Respondió el pequeño.
Soojoo le dio un beso y lo tomo de la mano junto a su pequeña maleta.
“Vamos a divertirnos mucho.”
“Siiii” Salto emocionado.
Seunghyun quien estaba al lado de Jiyong sonrió. Jiyong por su parte, parecía algo decaído pero trato de sonreír.
“Él va a estar bien.” Susurro Seunghyun, apretando su mano.
“Ahora debemos irnos. El domingo por la tarde estará aquí de vuelta.”
“Cuídalo, por favor.” Jiyong hablo en voz baja para que solo Soojoo lo escuchara mientras la abrasaba.
“Así lo hare, confía en mí.” La rubia le giño un ojo.
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Jiyong no pudo conciliar el sueño esa noche, se dio la vuelta observando el rostro de Seunghyun completamente dormido a su lado. Se veía tan tranquilo a diferencia de él. Jiyong lo intento de nuevo y cerro sus ojos, pero no sirvió de nada, el simplemente se puso de pie, se lavó el rostro en el cuarto de baño y salió de su habitación para ir a la de su hijo. Los juguetes estaban esparcidos por el suelo y parte de la alfombra, el no tuvo mejor idea que acomodarlos, tal vez así se sentiría mejor, pensó.
“S-seunghyun.” Cuanto tiempo había pasado para que Seunghyun estuviera de pie en la puerta observándolo sin decir nada.
“No puedes dormir.”
“No.” Respondió con sinceridad.
Seunghyun se acercó lentamente con los pies descalzos y se arrodillo en la alfombra junto a Jiyong.
“¿Quieres hablar?”, pregunto posando su mano sobre la de Jiyong.
Jiyong bajo los hombros sin decir nada.
“He estado pensando en la forma de ayudarte”, Seunghyun apretó su mano y Jiyong lo miro.
“¿Quieres que te ayude?”
“Si.”
Jiyong no estaba meditando mucho en su respuesta ni en el significado que este tenía para su marido.
“Bien.” Susurro Seunghyun.
En el siguiente instante Jiyong había cambiado de posición. Apoyándose sobre uno de sus brazos para mantener el equilibrio y no caer completamente en la alfombra con Seunghyun encima de él.
“¿Q-que…?”, Seunghyun no le dio tiempo de responder, lo estaba besando.
“Ummh”, Seunghyun lo estaba besando con entusiasmo. Trasmitiendo todo su anhelo.
“Ah… S-seung-h-hyun”, articulo Jiyong con los ojos cerrados.
Una de las piernas de Seunghyun rozo el miembro de Jiyong, “Ahhh ess-pera”, hablo, pero Seunghyun siguió su camino, frotando suavemente en el lugar y haciendo que Jiyong gimiera.
“A-aquí, n-noo…”, suplico con el rostro enrojecido y la ropa desordenada.
“¿Por qué?”, el aliento de Seunghyun rosaba su cuello.
“Es la ha-abitación de Mi…” La mano de Seunghyun toco uno de sus pezones por debajo de su ropa, impidiéndole hablar.
Seunghyun lo miro desde arriba, con la respiración agitada y tomo a Jiyong por la cintura, sentándolo sobre su regazo. Enseguida levanto sus brazos para quitarle la camisa, Jiyong aun con las manos temblorosas hizo lo mismo, ayudándole a desvestirse, quedando completamente desnudos. La última vez que habian estado así fue durante navidad.
Seunghyun levanto la vista para ver a Jiyong mientras su lengua jugaba con uno de sus pezones, una de sus manos se deslizo suavemente por sus espalda, introduciendo un dedo entre sus mejillas. Haciendo que Jiyong exhalara el aire con fuerza.
“Lo ha-ces… apropósi-to.” Seunghyun sonrió ante sus palabras, “Lo tenías pla-neado.”
“Era mi última opción, pero creo que debí haberla empleado desde el principio”. Contesto, deslizando un segundo dedo de dentro de Jiyong.
“ngh, ahhh, uhh.”
“Tu cuerpo… está reaccionando.” Seunghyun estaba complacido.
“Realmente tú vas… ahhhhh…” Gimió, apoyando su cabeza sobre el hombro de Seunghyun.
El cuerpo de Jiyong temblaba de placer, Seunghyun había entrado en él.
“Te amo.” Dijo, acariciando su rostro y Jiyong se sentía tan bien, mientras el aire se evaporaba de sus pulmones. Seunghyun comenzó a moverse lentamente pero luego cambio de opinión, recostando a Jiyong sobre la alfombra y llevando una de sus piernas hasta su hombro.
“S-seun-gg…”, sollozo.
Seunghyun lo beso, sin dejar de moverse dentro de él y Jiyong se aferró a su cintura.
Sus bocas se separaron para tomar aire y Jiyong aprovecho para tocarse pero Seunghyun se lo negó, tomando su mano y llevándola detrás de su cabeza.
Jiyong gimió en protesta, y Seunghyun acelero moviéndose con prisa.
“Ahhhhh, ahh, ngh… por fa-vor.”
Seunghyun sabia el significado de esa palabra, aun no iba a dejar que Jiyong se corriera, por el contrario, cambio de posición, haciendo que este se quede sobre él.
Jiyong estaba excitado ante el cambio, tanto que sus piernas temblaban, pero hizo lo posible por mantener su posición arriba de Seunghyun. Impulsándose hacia delante y atrás.
“Te ves… tan hermoso.” Hablo Seunghyun, acariciando su mejilla.
Jiyong suspiro, y siguió moviéndose, obediente ante el cumplido. Seunghyun lo atrajo hasta su boca y metió su lengua, aprovechando para tocar a Jiyong y hacer que este se viniera. Jiyong lo hizo, cayendo sin fuerzas sobre el pecho de Seunghyun.
“Tu… a un no…” Seunghyun aún no había llegado a su clímax. Jiyong podía sentirlo cerca de sus piernas.
“No te… preocupes.”
Jiyong miro a Seunghyun respirando con dificultad e hizo lo primero que vino a su mente. Tomando todo lo que pudo con su boca
“Ahhh, ngh”, fue el turno de Seunghyun.
Jiyong debía admitir que disfrutaba de esto. Disfrutaba complacer a Seunghyun, verlo retorcerse solo con su boca. Incluso cuando la mano aferrada fuertemente a su cabello le pedía acelerar. Él estaba dispuesto hacerlo, porque lo amaba.
En poco tiempo llego al orgasmo con Jiyong aun sobre sus piernas, y con la felicidad expuesta en su rostro.
“Te encuentras bien” Pregunto después de momento. Jiyong asintió moviendo su cabeza.
“Por qué es la habitación de nuestro hi…”
“Shhhh” Seunghyun lo cayo. Acariciando su rostro.
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Jiyong se acomodó sobre la cama entreabriéndole lentamente los ojos. Estaba en su habitación, vestido y con el cuerpo algo adolorido. Observo la pared del techo, sin pensar en nada.
“¡Mino!”, Lo había olvidado por completo. ¿Cuánto tiempo había pasado?.
Jiyong se levantó con prisa y bajo las escaleras.
“Veo que ya despertaste.”
“Seunghyun.”
“Jiyong miro hacia sus brazos, “Soojoo lo trajo hace algunas horas”, Mino dormía plácidamente, “Estaba a punto de llevarlo a su habitación para que descanse.”
Jiyong recordó entonces todo lo ocurrido la noche anterior y su rostro enrojeció. Seunghyun por el contrario estaba perfectamente tranquilo.
“No te preocupes todo está arreglado.”
Seunghyun no dijo más y llevo al pequeño a su habitación. Jiyong lo siguió.
“La alfombra…”, Seunghyun cambio la alfombra.
“Mientras dormías fui al supermercado y compre una nueva y más bonita.”
“Debiste despertarme.”
“No habías dormido en días, como podía hacerlo.”
Algo dentro de Jiyong se agito, “Te amo.”
“Te amo aún más.”
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“¿Quieres que lleve estos papeles a la archivadora?”
“Lo hare yo mismo, gracias.”
Jiyong ordeno las carpetas para llevarlas pero en el trayecto las dejo caer en el suelo.
“¿Jiyong estas bien?”
“S-si, solo fue un mareo.”
“Estas algo pálido, debería llamar al médico.”
“No, estoy bien. Debe ser el cansancio, ya sabes.”
“Cierto, últimamente hemos trabajado sin parar. Tres semanas para ser exactos.”
Jiyong sonrió ante la queja de su amiga.
“Disculpen. Llego este paquete para usted señor Jiyong.”
Jiyong tomo el paquete del empleado.
“¿uhmm?, no tiene remitente.”
“¿Qué raro?. Tal vez se equivocaron de persona.”
“En la recepción dijeron que era para usted señor.”
Jiyong y Soojoo se miraron, “Gracias, puedes retirarte.”
Jiyong abrió el paquete, era una caja de chocolates.
“¿Chocolates?”
“Vaya, Seunghyun te envió chocolates.” Soojoo se burló.
“¡Ya!, deja de burlarte.” La reprendió.
“Mira ahí hay una tarjeta.”
Jiyong tomo la tarjeta y la leyó en voz alta.
“Son tus favoritos, espero que te gusten.”
“Que romántico.” Volvió a burlarse Soojoo.
“Al menos a mí me envían chocolates.”, a Soojoo no le pareció gracioso, ya que Seungyoon no era muy detallista con ella.
“Eso no fue gracioso.”
“Jajajaj, lo siento. Pero tu comenzaste.”
“Si lo sé, ahora volvamos al trabajo que aún queda mucho por hacer.”
“Ok”
Al final de la tarde, Soojoo se retiró primero, Jiyong se fue una hora después. El trabajo estaba consumiendo parte de su energía, incluso había comenzado a comer más de lo usual, y sus horas de sueño habian aumentando. Jiyong bostezo con cansancio, tomando sus cosas, la caja de chocolate lo hizo sonreír así que decidió llamar a Seunghyun para agradecerle.
Jiyong camino por el estacionamiento, con el teléfono en su mano. Esta noche quería llegar temprano y pasar más tiempo con su familia.
“Los chocolates siempre fueron tus favoritos.” La voz hablo, acercándose a él.
Jiyong se paralizo en su lugar, con el teléfono cayendo al suelo.
“¿hola?, Jiyong, ¿Jiyong estás ahí?”. La llamada de Jiyong fue recibida por Seunghyun.
“Soo-hyuk-k.” Dijo, y se dio cuenta que estaba temblando.
“Tanto tiempo sin vernos, Jiyong.” La sonrisa del hombre se largó por su rostro.