Durante el trayecto a casa, Seunghyun medito la forma de abordar a su marido y que este le explicara lo que había sucedido. Todos sus deseos de saber la verdad se fueron por la borda cuando encontró a Jiyong dormido sobre la cama, con aspecto frágil e inofensivo.
“De verdad me mentiste”, susurro, acariciando su cabello.
“Seunghyun…” pronuncio, con los ojos entre abiertos.
Por un momento dudo de lo que debía hacer pero de inmediato cambio de opinión al ver la expresión cansada de Jiyong. “Lo siento, no quise despertarte.”
“¿Qué hora es?”, musino.
“La hora de dormir”, respondió, acurrucándose a su lado. Jiyong se sumergió en sus brazos con gusto, apoyando su cabeza sobre el pecho para descansar.
Seunghyun estaba agradecido cuando el sol salió por la mañana, mantener su mente ocupada con trabajo fue una buena opción, aunque momentánea.
“¡Hey!, despertaste con mucha energía o hay algo de lo que me estoy perdiendo” inquirió Daesung en broma, depositando dos tazas de café en el escritorio.
Seunghyun tomo su café y respondió un, “Gracias”, no muy animado.
“Uhm… ¿Qué fue esta vez?”
Seunghyun miro el líquido oscuro y tomo un sorbo antes de hablar, “Fui al hospital.”
“Bueno, no creo que sea tan malo, ¿o sí?”
“Creo que Jiyong tiene un amante”, contesto, mirándolo a los ojos.
Daesung escupió su café, tosiendo con fuerza por la sorpresa. “Lo que estás diciendo es muy grave, ¿estás seguro de eso?”
“La enfermera lo vio todo, dijo que se trataban con confianza.”
“Espera, una cosa es que hablen y otra que sea su amante.”
“¿Crees que soy ingenuo?”
“¿Le pediste una explicación?”
Seunghyun miro hacia otro lado. “No se lo he preguntado”, tengo miedo de su respuesta, quiso decir.
“¿Y qué piensas hacer?, fingir que nada pasa mientras la duda te carcome por dentro.”
“¡Basta!, no quiero hablar más de esto.”
“Jiyong debe ser muy astuto para mentirte después de todo lo que te hizo pasar o simplemente eres muy tonto para caer en su juego dos veces.”
“No te permito que hables así de Jiyong.”
“Entonces deja de ser cobarde y averigua la verdad. ¿Tal vez sea un mal entendido?”, dijo con sarcasmo, saliendo de la oficina de su amigo.
Seunghyun golpeo el escritorio con fuerza, hablar con Daesung había sido un error. Su amigo no terminaba de aceptar a Jiyong por todo el sufrimiento que le hizo padecer en el pasado, pero de alguna forma le brindo un voto de confianza, era como estar entre la espada y la pared. Cerro los ojos por un momento y respiro profundamente para tranquilizarse, pasará lo que pasara iba averiguar la verdad, “para bien o para mal.”
La visión de sus ojos se vio interrumpido por la oscuridad. “No te asustes, soy yo”. Respondió Jiyong.
“¡Jiyong!, ¿Qué sucede?”, pregunto, tocando sus manos.
“Confía en mí.”
Sus palabras sonaron un tanto irónicas ante los oídos de Seunghyun, permitiéndole seguir adelante, quedándose inmóvil y a la espera. Jiyong lo guio con cuidado para evitar que tropezara, entrando en la comodidad de su casa. Seunghyun recupero la visión lentamente, acoplándose a la luz y encontrándose con un panorama agradable.
“¿Que estamos celebrando?”, pregunto admirado, observando la espléndida mesa decorada con esmero.
“Nada, solo quería una noche especial contigo”, susurro con dulzura.
El corazón de Seunghyun se derritió ante sus palabras, haciendo que las dudas se evaporaron de su cabeza momentáneamente, Jiyong tenía la facilidad para hacerle olvidar los problemas y al mismo tiempo provocarlos. Seunghyun no lo pensó dos veces, deslizando sus labios fervorosamente hasta la boca de Jiyong, descendiendo por su mandíbula e instalándose en su cuello, provocando que este suspirara y se aferrara a él.
Jiyong gimió cuando Seunghyun desabrocho uno de los botones de su camisa y deslizo sus labios hasta la clavícula, presionando besos suaves sobre la piel nívea. Seunghyun no debía olvidar que no eran los únicos en casa, así que antes de retirarse Jiyong se adelantó, “Mino está con Soojoo”, pronuncio. Seunghyun se separó para observarlo, provocando que Jiyong sonriera con timidez por su osadía. Ellos tendrían tiempo para continuar lo que acababan de iniciar después de cenar.
Jiyong esta tan feliz, tenía el dinero en su poder y se libraría del acoso de Soohyuk para siempre. Seunghyun y el seguirían su vida con normalidad y Mino estaría con ellos, como la familia que siempre deberían haber sido.
Seunghyun realmente estaba disfrutando la cena, era un verdadero festín. Cuando estuvo satisfecho, Jiyong se encargó de limpiar la mesa y él se quedó junto al sillón observándolo moverse con gracia hasta la cocina. Siempre había sido un placer observar a su marido, incluso de joven, sin que el propio Jiyong lo supiera, sin que tuvieran ninguna relación más que el de un empleado y el hijo del hombre que lo educo.
Todos los recuerdos agradables se aglomeraron en su cabeza y desaparecieron con la misma rapidez, con el sonido del teléfono de Jiyong. El objeto oscuro, escondido entre los cojines parpadeaba con luz brillante, mostrando una llamada entrante. Seunghyun no tenía problema en contestar, Jiyong había hecho lo mismo cuando llegaba casando del trabajo y no podía responder.
“Hola cariño, comenzaba a creer que estabas evitando mis llamadas.”
La voz irritante capto toda su atención al punto de contener la respiración.
“¿Qué pasa?, te comió la lengua el ratón jajajaja.” Se burló.
Jiyong que había vuelto de la cocina para recoger los últimos platos, observo a su marido con el rostro completamente aturdido.
“Sabes bien que no tolero que me ignoren Ji, así que no me hagas enojar a menos que quieras que le cuente todo al imbécil de tu marido”, gruño por el auricular.
Jiyong tembló al escuchar la voz por el altavoz, cayendo al suelo por la conmoción del momento.
“Quiero verte, así que será mejor que me…”, Seunghyun finalizo la llamada, destrozando el aparato contra la pared.
“Se-eung…”
Seunghyun se acercó a Jiyong con indignación y lo puso de pie, golpeándolo contra la pared.
“Tu…”, comenzó.
Jiyong lloriqueo con miedo. “Pue-do, explicarte yo…”
“¡¡CALLATE!!”, grito con coraje, sobresaltando a Jiyong, “¡¿QUIEN, QUIEN ES EL?! RESPONDEME.”
“SOOHYUK”. Dijo al fin entre lágrimas.
Seunghyun lo libero confundido, mirándolo con dolor. Parecía más perturbado que antes, con las lágrimas cayendo de sus ojos. Jiyong se derrumbó sobre el suelo, afligido, arrepentido de lo que había dicho.
“No es lo que crees…”, se defendió.
Seunghyun estaba furioso. “¡¡TE ESTAS BURLANDO DE MÍ!!”, grito, apretando sus brazos, al punto de hacerlo gemir de dolor.
La inseguridad que había sido olvidada, volvió a flote, alimentado por la sombra de Soohyuk, un recordatorio constante de Jiyong contra él.
“PORQUE, PORQUE JIYONG, ¡¡NO SOY SUFICIENTE PARA TI!!”, se le reclamo.
“¡NO!, NO ES ASÍ, ESCÚCHAME, POR FAVOR”, suplico.
“DEBE HABER SIDO DIVERTIDO VERME LA CARA DE IMBÉCIL MIENTRAS YO ME PREOCUPABA POR TI”.
“NADA DE LO QUE CREES ES COMO PARECE, NO EXISTE NADA ENTRE SOOHYUK Y YO.” Gimoteo.
“Tenía la esperanza de que algún día me amaras de la misma forma en que yo lo hacía por ti. ¡¡De que aceptaras!!”, pronuncio con dolor.
“Mi amor por ti es auténtico, ¡¡créeme!!”
“¡Cállate!, no quiero escucharte.”
“Me equivoque en el pasado, pero es verdad cuando te digo que te amo, te acepte en mi corazón.”
Jiyong observo la confusión en los ojos de Seunghyun y por un momento la llama de esperanza lo motivo.
“El me amenazo… yo solo hice lo que me dijo porque tenía miedo, miedo de perder a mi familia.”
“¡¡Y porque no me lo dijiste!!, ¡¡porque no confiaste en mí!!.”
“Porque estaba confundido, porque tenía miedo”, repitió, “él dijo que destruiría nuestras vidas, nuestra familia sino acedia entregarle el dinero.”
“Crees que voy a creer una mentira como esa.”
“¡¡Es la verdad!!, yo no robaría dinero de mi padre sino estuviera tan desesperado”, sollozo.
“¿Cuánto te pidió?”
Jiyong Inclino la cabeza con vergüenza.
“TE PREGUNTE CUANTO TE PIDIÓ.”
“UN MILLÓN.”, contesto.
Seunghyun se horrorizo abriendo los ojos, “Ese miserable…”
“Solo quería proteger a Mino, no quiero perderlo.”
“Él es su padre.”
“Tú eres su padre.”
“¡No!, no lo soy”. Contesto, llevándose las manos a la cabeza, “nunca lo fui y nunca lo seré.”
“Para Mino eres su padre, él te ama.”
“Me odiara cuando sepa la verdad, de la misma forma que tú lo hiciste al principio”, le recordó, alejándose de él.
“Espera Seunghyun a dónde vas…”
Seunghyun se alejó dándole la espalda y Jiyong lo siguió detrás para detenerlo, implorando que se quedara, pero solo el golpe de la puerta resonó en el silencio.
xXx
Seunghyun se encerró en su oficina, quería estar lo más lejos de Jiyong y pensar objetivamente en todo lo que había escuchado, cuanto más lo intentaba más dolor lo invadía, aferrándose al líquido amargo del alcohol. Su corazón se sentía traicionado y roto, y las dudas comenzaron a invadirlo, ¿Que tan cierto era lo que había dicho?, ¿Tenía más secretos?, ¿Realmente lo amaba o solo estaba actuando por miedo?, él no lo sabía y era lo que más le dolía.
El tiempo parecía lento en comparación a los días felices que solía disfrutar con Jiyong. Su marido estaba en el mismo lugar, apoyado contra el respaldo del mueble, con los ojos hinchados, dormitando con cansancio. Seunghyun no iba a sentir pena, no iba a ser débil, no otra vez. El día afuera era hermoso y brillante en contraste a la atmosfera tétrica y sombría que los envolvía. Basto solo un movimiento para que Jiyong abriera lo ojos y lo mirara con anhelo y tristeza mientras tomaba el objeto en sus manos.
“Llámalo.” Ordeno.
La confusión apareció en los ojos de Jiyong mientras miraba el teléfono móvil en sus manos.
“Llamaras a ese cretino y le dirás que tienes su dinero, le enviaras la fecha y la dirección del lugar por mensaje de texto.” El papel que sostenía en la mano le fue entregado a Jiyong, con la fecha y el nombre del lugar.
“Seunghyun…”
“Esto será lo último que haga por ti”, hablo de forma fría, y se fue, escuchando a Jiyong suplicar para que lo perdonara.
Ese mismo día se reunió con Seungyoon, el joven curador que fue entrenado por Daesung y que trabajaba con ellos en la galería. En un principio dudo de pedir su ayuda, pero era mejor que tener a Daesung repitiendo todo el tiempo que tenía razón y que Jiyong fue un error en su vida.
“Gracias por venir Seungyoon.”
El joven le regalo una sonrisa ignorando el aspecto apagado de Seunghyun, “¿Puedo sentarme hyung?”, pregunto y Seunghyun asintió con la cabeza.
“No necesitas hablarme de manera formal.”
“Me gusta tratar con respeto a las personas que admiro.”
“Es halagador de tu parte”, contesto, examinándolo con detenimiento.
El trato entre ambos siempre fue cordial y estrictamente laboral. No eran amigos pero había algo especial en aura de Seungyoon que lo hacía confiable, algo que buscaba Seunghyun.
“Perdona mi imprudencia pero siento que algo no está bien contigo.”
“Sabes guardar secretos.”
“La gente no suele contarme secretos pero soy bueno guardándolos.”
Ambos hombre sonrieron, rompiendo la tensión del ambiente.
“Entonces escúchame con atención.”
El joven escuchó atentamente, en silencio, con una expresión neutra en su rostro.
Seunghyun le confeso todo, desde el principio hasta el fin.
“Nos reuniremos con él en unos días, ya casi todo está listo.”
Seungyoon asintió con la cabeza, “Entiendo.”
Seungyoon no hizo más preguntas de las necesarias y Seunghyun estaba agradecido, lo que menos esperaba era alguien juzgándole o diciéndole lo que tenía que hacer. Lo único inquietante era reunirse con Soohyuk, su eterna sombra.
“Esto es lo último que hare por Jiyong”, repitio para sí mismo.