Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pensando en ti por Jess1406

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ejem, ejem, he vuelto con un beio One-Shot, que la verdad espero les guste...

No me he inspirado en nada en particular... Prácticamente nació por si sólo (como la mayoría de las cosas que hago... )

Espero lo disfruten.

"Siempre que estás cerca es lo mismo, hueles a viejos deseos, a recuerdos y representas una felicidad a la que no tengo derecho.
Es simple y delicado, además de terriblemente frágil."

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Dos años? ¿Seis?
El punto era que ya había perdido realmente la cuenta de cuanto había pasado desde la última vez que le había visto, y el ardor de su partida aún seguía ahí, latente, doloroso y muy probablemente, permanente.

No había podido amar a nadie mas de lo que lo había amado a él. Es decir, su vida entera se habría dedicado a adorarlo si se lo hubiera permitido. Pero en realidad todas sus ilusiones habían muerto con él, con sus ojos llorosos que le decían que había cometido el peor error de su vida. Y de lo que se arrepentiría el resto de sus días.

Y así era.
Dolía demasiado.

Se había sentado en uno de los sillones del recibidor con desgana. Mirando hacia la ventana que tenía más cerca, como si su existencia dependiera de ello, suspirando con el ánimo por los suelos.

-No sabes cuanto te extraño.

Sacó un cigarrillo de la cajetilla que guardaba en el bolsillo de la camisa que llevaba para acto seguido encenderlo.
La dosis de nicotina que le brindaba la primera calada le había relajado lo suficiente para evitar que el estiramiento que había hecho le doliera.
Se reacomodó en el sofá para dedicarse a apreciar la ventana al tiempo que fumaba su cigarrillo.

Cerró momentáneamente los ojos para ir disfrutando del delicioso vals que pasaba por sus recuerdos, de una manera dolorosa.

El recuerdo de unas manos que le abrazaban, de un cuerpo que le brindaba calor, de unos labios que le decían palabras llenas de encanto y de cariño, además de aquellos ojos que solo le miraban a él, era una astilla en su alma, que dolía y dejaba la sensación de que todo lo que a él respectaba era una bella rosa que cada vez que quería tocar le brindaba nada más que espinas y heridas. Pero era tan bello apreciarlo, tan suave el recordarlo, que valía la pena el sufrir todo aquello por tenerlo entre sus brazos una vez más, aunque fuera solo a manera de memorias.

La puerta de su hogar se abrió y dejó pasar a la mujer con la que se había acostumbrado a vivir, la bella joven estaba en cinta, el estómago abultado de los seis meses no hacía mas que resaltar su belleza y aquellos ojos que no mostraban otra cosa que la felicidad de su estado.

- Sanji, habías prometido que no fumarías durante el embarazo, es perjudicial para el bebé.

El rubio no hizo otra cosa que asentir y apagar el cigarrillo en el cenicero.

-Disculpa Pudding-chwan, es que necesitaba calmar la ansiedad.

Le expresó con una sonrisa mientras se acercaba y hacía el intento de darle un beso en los labios, para simplemente ser detenido por la diestra de la castaña.

-No me agrada el olor Sanji, quizá después.

Con una sonrisa un poco más forzada que la anterior le dejó un beso en la frente y la dejó para que hiciera lo que le viniera en gana en aquel lugar.

Y pensar que por ella había dejado al pequeño de su amante el cual había sufrido mas de lo que se había llegado a imaginar jamás.
Era una persona terrible por haberle hecho algo de semejante magnitud a su azabache, a su adorado niño que venía a pedirle comida prácticamente a cada minuto.
Y era por eso que se merecía todo lo que le pasaba.

El rechazo de su esposa, el dolor del pasado y ahora, su futuro incierto.

Era su castigo por haber causado tanto dolor a un pobre ángel que se había quitado la vida tras el engaño de la persona que mas amaba.

-Lo lamento Lu, pero esto es lo menos que puedo hacer por ti.

A pasos lentos dejó sobre la cama un sobre con una carta a su esposa y el bebé que cargaba en el vientre, con una disculpa por su debilidad, y con la cuenta de ahorros que había compartido con Luffy, antes de su muerte, que contenía dinero suficiente para su manutención.

Tomó el arma que había en uno de los cajones de la cómoda en dónde estaba su ropa y la posicionó a la altura de su corazón.

Esto era por amor, por nada más y por nada menos que amor.

Como Romeo y Julieta que perecieron bajo el veneno de su amor, ahora él de entregaba a las manos de la muerte esperando ver por última vez a su amado.

-Nos vemos en el infierno, cielo.

Acto seguido apretó el gatillo y ya no hubo mas.
Notas finales:

Espero mis tomatazos -se abre de brazos y espera- 

 

Yanne~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).