CAPITULO 2
El pánico me había invadido, porque no sabía qué hacer, tendría un bebe siendo hombre, a la corta edad de 19 años, sin saber nada del padre de mi hijo, con la carrera universitaria aun en curso, sabía que la situación era mala, pensé en decirle a alguien, pero a pesar de las pruebas, no estaba seguro, no quería pedir una prueba de sangre, y lo peor de todo era que de repente el apetito se había ido, por lo que mi pequeño vientre era un poco visible.
-Kun, Furihata-kun- la voz de Kuroko me hizo volver en mi mismo, Kuroko era un chico que conocí el primer dia, ambos nos perdimos y aunque nuestras carreras eran diferentes, no habíamos perdido el contacto-¿Me estas escuchando?
-No, lo lamento-dije avergonzado, Kuroko me miro de mala manera pero prosiguió.
-Te estoy invitando a la fiesta de compromiso de Aomine-kun-recordaba a Aomine, era amigo de Kuroko y siempre parecía que iba a matarte, pero en realidad era un buen chico, un poco mal hablado pero con buenas intenciones.
-Yo también ire-dijo una voz cantarina tras de mí, se sento a un lado de mi mientras masticaba una manzana, Takao Kazunari era un compañero de clases de Kuroko, no sabia que pensar de él porque en una ocasión me habia hablado sobre que se casaria con una persona muy rica que estudiaba medicina, algo muy bueno debido a que él tenia una cuantas deudas y poco dinero, pero que no quería que pensaran que era una persona interesada y por eso había decidido estudiar y trabajar unos años para luego terminar con todo, pagar sus deudas y vivir cómodamente, al final no comprendí si le interesaba el dinero o no-¿Iras Furi?
-Pues…-pensé un poco en mi comportamiento habitual, siempre estaba de humor para fiestas y no quería que se preocuparan por mí, sonreí un poco-claro, ¿Cuándo es?
-Pasado mañana-respondieron al mismo tiempo, mire a ambos con disimulo y pensé en la posibilidad de decirles, no se lo había dicho a nadie aun, y tal vez decírselo a ellos me prepararía para decirles a mis padres, intente decir algo pero las palabras no salieron, sentí un nudo así que intente pensar en algo más.
-¿De dónde conoces a Aomine, Takao?-el pelinegro a mi lado dejo de comer y me miro.
-De Kise-el nombre no me sonó, así que continuo- Kise es amigo de la prometida de Aomine, conocí a Aomine cuando estaba con él, Aomine estaba con su prometida así que nos invitaron.
-El mundo es muy pequeño, ¿cierto?-Takao sonrió ante el comentario de Kuroko.
-En realidad sí, mi futuro esposo me invito a la misma fiesta-era raro ver a alguien como Takao sonrojado, pero en ese momento me pareció algo muy natural.
-Por cierto, Takao-kun ¿Cuál es el nombre de tu prometido?-no pensé que Takao pudiera sonreír de una manera no burlona.
-Midorima Shintaro, mi Shin-chan-el apellido Midorima me sonaba-¿Lo conoces?
-Creo que sí, Aomine-kun tiene un amigo que llama “Tsunderima”, pero nunca he hablado con él, es alto, con lentes y
-De cabello verde, si, ese es mi Shin chan.
-No pensé que fueran pareja, no creo que tengan algo en común-me levante y me despedí de ambos al ver la hora en mi reloj, tire la comida que sobrante y me deshice de la bandeja, tal vez ir a una fiesta me levantaría el ánimo.
Cuando llego el dia de la fiesta Kuroko me aviso sobre que la vestimenta era semi formal, y despues de pensar todo la mañana, decidí colocarme unos vaqueros oscuros y una playera blanca, además de un saco azul oscuro, no sabía si era muy informal, pero no tenia mucho tiempo más así que salí corriendo a la estación y fui con Kuroko hasta el otro lado de la ciudad, a medio camino me lamente por haber dicho que si.
Al llegar a una casa enorme al estilo occidental, tan elegante y pomposa no pude preguntarme si de verdad íbamos con Aomine, porque el estilo de la casa no iba nada con él, suspire antes de entrar.
-Furihata-kun ¿estás bien?-asinti con rapidez y le regale una sonrisa a Kuroko, pero pude ver preocupación en su rostro, no nos conocíamos mucho pero podía saber si algo pasaba, tal vez le deba mucho crédito o tal vez yo era demasiado fácil de leer.
Al tocar la puerta una mujer abrió la puerta, nos miro a ambos y puso cara de asco, antes de escupir las palabras “síganme” antes de dejarnos entrar, no entendía el por qué de su enojo, pero decidí dejarlo pasar, al entrar encontramos personas arregladas de una manera elegante, con trajes y vestidos de coctel, entre otras cosas, me alegre de que el estilo de Kuroko no fuera muy diferente al mio.
-¡Tetsu, Furi!-escuchamos la voz aliviada y feliz de Aomine no muy cerca, al voltear lo vimos con una gran sonrisa, y le devolvimos la misma-Me alegra tanto que estén aquí- no tenia que conocer a Aomine desde hacia tiempo para saber que algo mal iba con él, pero Kuroko me gano al preguntarle.
-¿Qué sucede Aomine-kun?-la mirada del moreno parecía de fastidio.
-No sabía que Melanie era una maldita modelo-dijo con fastidio-invito a un montón de idiotas e hipócritas del mundo de la moda, soporto a Kise porque sabe ser directo y es un poco hijo de puta, pero no soporto a los demás.
-¿No sabías que tu prometida era modelo?-pregunte yo-¿Cómo se puede ocultar eso?
-Aomine-kun y Melanie-san solo han salido por dos meses.
-¿Qué?-grite sin entender-¿Te vas a casar con alguien a quien solo conoces de dos meses? ¡Este loco!
-Sabrás porque lo hice cuando la veas, Furi-nos llevo al interior, donde una gran mesa con un mantel implacablemente blanco tenia sobre ella una cantidad increíble de bocadillos de personas ricas, y sin sabor, al otro lado de una barra de mármol, pude ver el rostro molesto de Takao entre otros más.
-¡Kuroko, Furihata!-grito aliviado cuando nos vio, le dio un gran sorbo a su botella de cerveza y corrió hacia nosotros-Chicos, sáquenme de aquí antes de que le rompa la cara a una modelo.
-¿Pero qué dices?-pregunte entre risas.
-Las malditas no dejan de ver a MI Shin-chan, si una se le acerca la golpeare tan fuerte que sus operaciones desaparecerán-me reí a más no poder de pensarlo, nos llevo de los brazos hasta el rincón de gente normal, o eso me pareció a mí, y se coloco frente a un gigante de verde-él es mi prometido, Shin-chan ellos son mis amigos, Kuroko y Furihata-el hombre frente a nosotros era completamente serio, y sin duda no creí que fuera la pareja de alguien tan divertido como Takao.
-Un gusto-dijo con seriedad, formalidad, y demás, sin duda no iba con Takao, Kuroko y yo le devolvimos el saludo, y Aomine apareció tras nosotros.
-Chicos, él rubio es Kise, amigo de Melanie, ya conocen a Takao y Midorima, él pelirrojo y el emo son hermanastros de Melanie, Kagami y Himuro, y el gigante de morado es Murasakibara, son los únicos normales aquí, bueno, están hasta el culo de dinero, pero no son como esos hipócritas falsos de allá, además de Akashi, pero vendrá dentro de poco-después de ver a todos pude ver que solo Takao, Kuroko y yo éramos los únicos bajitos, algo muy incomodo.
Después de conversar un poco con todos, note a lo que se refería Aomine, había hablado con una chica y lo único de sabia decir era sobre las colorías, o las cirugías que se había hecho y después de eso, me pregunto qué tan rico era, y después de decirle que no lo era, se marcho con mirada de asco.
Pero ellos era diferentes, no les importaba un comino eso, y parecía que todos teníamos algo en común, el básquet.
-¡Melanie!-grito Aomine al verla al otro lado de la habitación, una chica rubia con los ojos crises y una figura increíble se acerco con una sonrisa, todo en ella era artificial, eso era notorio, pero era muy hermosa.
-Entiendo el por qué de la boda, pero no entiendo como no notaste que era modelo-me burle, Aomine sonrió.
-No soy bueno para deducir cosas, pero ahora que lo pienso, es obvio-el moreno se dirigió a ella y estuvieron a un segundo más de quitarse la ropa.
-Parece feliz-le dije a Kuroko con una sonrisa, Aomine era idiota, pero era un buena persona. Note que Kuroko tenia la mirada clavada en el pelirrojo, suspire-ire a ver si hay algo sobre esa mesa que tenga sabor-mi amigo me ignoro, asi que le di un empujón, logrando que un poco del agua de su vaso cayera sobre su mano y despertara de su trance.
Camine hacia la gran mesa y mire todo con asco, hasta que algo llamo mi atención, un hermoso color rojo, mire las copas de champan rosa con una cereza en el, el alcohol no me importa, lo único que quería era algo de sabor, y esa cereza tenia que tenerlo. Tome la copa y me lleve la cereza a los labios, disfrute del sabor dulce, cerre los ojos con suavidad, y la copa salió de mis manos, abri los ojos al instante, y vi el mismo color rojo frente a mi, un chico de cabello rojo tenia mi copa, y me sonreía con malicia, sus ojos me hipnotizaron y las piernas me temblaron y senti mis mejillas arder.
-Deberías de alejarte del alcohol, no puedes controlarlo bien, ¿cierto?-baje la vista cuando coloco la copa sobre la mesa-¿Por qué no llamaste?
-¿Disculpa?-no entendía por qué, pero sus ojos y su voz me hacian sentir miedo geniuno, a pesar de que no era unos centímetros más algo que yo, sin embargo, de algún modo, sentí excitación.
-¿Qué? ¿Ya lo olvidaste?-lentamente se acerco más a mí, y el temblor no se detuvo-¿Quieres que te lo recuerde?-rodeo mi cadera con su brazo y sentí su aliento cerca de mi cuello-por mí no hay ningún problema- me dijo al oído mientras mordía mi lóbulo, senti un gemido atorarse en mi garganta.
-¡Akashi! ¿Qué le haces a Furi?-mire a Aomine y pedí piedad, pero por lo perdido de su mirada supe que estaba ebrio busque a los demás, y vi a Kuroko embelesado hablando con el pelirrojo, el único que me veía era Takao y por la sonrisa de en su rostro supe que no me ayudaría.