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UNDERTIME por Spa G

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Notas del capitulo:

Se alternan las líneas temporales de Zero y la línea original. Papyrus muestra su profunda preocupación por Sans y éste, como siempre, no le dá importancia.

Por fin llegué al otro lado del lago. ¡Ese lago era más grande de lo que se podía ver! Ahora voy a buscar la entrada al túnel de emergencia de Alphys. Recuerdo que dijo que esa entrada conectaba tanto el laboratorio como el núcleo y que la salida estaba detrás de la cascada… pero ahora estoy muy agotado.

Necesitaré descansar un poco. Esta piedra se ve cómoda…

 

Papyrus va corriendo por todo Waterfall, gritándose a sí mismo:

-¡No puede ser que yo, el Gran Papyrus ya vaya tarde a entrenar con Undyne! – exclamaba algo molesto por la hora que era - ¡Inaceptable! Si quiero ser parte de la Guardia Real, debo ser puntual.

Papyrus, a punto de llegar a la casa de Undyne, se distrajo un momento imaginándose como un guardia cuando inadvertidamente ella se puso enfrente de él y *¡PUM!* tropezó con ella.

-¿Cuál es tu problema, Papyrus? ¡FÍJATE POR DONDE VAS! – gritó muy molesta Undyne.

-P-perdón, Undyne. Pero se me hizo un poco tarde para nuestra práctica y yo, el Gran Papyrus, debo ser puntual.

-Sólo fueron dos minutos – dijo Undyne un poco más calmada - ¡Relájate un poco Papyrus! Recuerda que aquí en Waterfall hay muchos precipicios. Y si te hubieras caído, tu hermano estaría sobre de mí, culpándome por siempre.

-¡Lo siento, Undyne! – dijo un poco avergonzado mientras recordaba que Sans siempre lo defendía de todos los que se metían con él.

-De todas maneras hoy no podré entrenarte – soltó Undyne – porque Alphys me llamó y me dijo que fuera a su laboratorio para una sorpresa.

Papyrus puso una cara de tristeza porque iba a tener la tarde libre.

-Vamos Papyrus, anímate – dijo tratando de consolarlo - De hecho te entrené sin entrenar juntos, ¿entiendes?

-… - Papyrus se confundió.

-Venir corriendo desde Snowdin hasta Waterfall no cualquiera lo hace. Además, ejercitaste esas piernas huesudas mientras corrías, ¿o no?

-¡¡WOWIE!! Tienes razón – gritó Papyrus – en este momento puedo sentir mis piernas un poco más fuertes.

-Aunque si de veras quieres entrenar, haz 500 flexiones y 500 sentadillas y cuando acabes quiero que uses tus ataques para golpear la pared aquí – y marcó el lugar con su lanza – tan fuerte como puedas. ¿Podrás hacerlo?

-Por supuesto que yo, el Gran Papyrus, podré con este entrenamiento.

-Muy bien huesitos. Si no lo haces, me daré cuenta, así que mejor no trates de engañarme. Bueno, ya me voy.

-¡Gracias, Undyne! – le dijo a su amiga con una voz confiada, mientras ella se iba corriendo rápidamente al laboratorio.

Y así Papyrus comenzó a entrenar por su cuenta.

 

¡Que buen descanso! Me siento vigorizado. Ahora es tiempo de seguir el camino al laboratorio.

*bling* ¿Qué es eso? Algo brilla bajo el agua. Creo... que... ¡es Mettaton! ¡Resiste, ya voy por ti!

 

Papyrus, aunque se siente fatigado, está feliz porque cumplió con el objetivo que le dejó Undyne.

-Yo, el Gran Papyrus, terminé satisfactoriamente mi entrenamiento. Ahora debo volver a casa. ¿Me pregunto si todavía está el pájaro para que me lleve al otro lado del puente? Estoy tan cansado como para caminar por todo Waterfall.

Así que fue a ver si estaba el pájaro para que le pidiera el favor. Por suerte sí lo encontró.

-Señor pájaro, ¿me llevaría al otro lado del puente, por favor?

-Seguro. Sostente fuerte.

Y el pájaro tomó la cabeza de Papyrus y lo llevó sobre la corriente, hasta el otro lado. Cuando descendieron:

-¡WOWIE! Eso fue genial, gracias – gritó Papyrus emocionado.

-Cuando quieras. Pero ahora me voy a casa. Adiós.

Y el pájaro se fue volando a su casa, dejando a Papyrus solo.

Él se puso en marcha para poder llegar a descansar a casa. Mientras caminaba no podía dejar de pensar en la sorpresa de Undyne. Imaginaba que podría ser una armadura nueva, una lanza más poderosa, ¿spaghetti?, o una nueva técnica de lucha.

Papyrus iba tan concentrado en la sorpresa y cuando se dio cuenta, ya había llegado a su casa.

Cuando entró vio a su hermano dormido sobre el sofá. Decidió ir a por una cobija para él, pero antes de que diera un paso, Sans despertó gritando, espantando a Papyrus.

-¡SANS! ¿Qué tienes?, ¿qué te pasa?

Sans estaba temblando. Al parecer su sueño lo había asustado mucho.

-Sans, estás temblando. ¡Reacciona!

Papyrus, con los ojos llorosos, abrazó a Sans. Él pudo notar que su hermano estaba en shock.

Tres minutos más tarde reaccionó Sans:

-Paps, ¿qué pasó?, ¿por qué me abrazas?

Papyrus al oírlo, se alejó un poco de su hermano, para verlo a la cara. Sans había dejado de temblar.

-¡Que bueno, ya reaccionaste!

Los dos, al borde de las lágrimas, se limpiaron los ojos. Al terminar, Papyrus le dijo:

-Acababa de llegar y te vi dormido en el sofá, y cuando iba a por una cobija, te escuché gritar.

Sans no podía creer lo que decía su hermano.

-Entonces - continuó Papyrus - rápido me di la vuelta y fui hasta ti. Te pregunté que tenías, pero tú no me respondiste. Vi tu cara de dolor. Tus ojos estaban llorosos y me di cuenta que algo malo te habia pasado.

Sans pudo ver que su hermano lloraba mientras le hablaba. Cuando terminó de hablar, lo abrazó nuevamente.

-Sans - dijo Papyrus con la voz quebrada por la preocupación y el llanto - si tienes problemas, sabes que cuentas conmigo. No importa que tan difíciles sean, los dos podremos resolverlos. No es necesario que te hagas el fuerte conmigo.

Sans, en el fondo, se sentía reconfortado y a la vez se sentía mal, pues con el tiempo que había cuidado de Papyrus, el se había hecho una imagen de "tipo duro" y pensó que mostrar esa debilidad no era bueno ni para Papyrus, ni para él.

Y para no preocupar más a Papyrus, Sans le dijo que a lo mejor era el vaso de ketchup que tomó antes de dormir.

Obviamente Papyrus no le creyó porque sintió que Sans lo decía para olvidarse del asunto pero fingió para calmar a su hermano.

Después de esto, los dos se acomodaron a ver la televisión. Cuando sintieron que el sueño los vencía, apagaron la televisión y se alistaron para ir a sus habitaciones.

-Sans - dijo Papyrus - quiero que duermas en mi cama.

-¿Por qué, bro? - respondió Sans un poco avergonzado.

-No, por nada.

-¿Quieres asegurarte que no tendré mas pesadillas, cierto? - preguntó Sans con sarcasmo

-De hecho, así es.

-Te digo que estoy bien, debió ser el condimento que me tomé rápido.

-Sans, por favor...

Papyrus hizo una cara de compasión tan honesta, que dejaba notar la preocupación que tenía por su hermano.

Sans, al verla se sintió extraño e inmediatamente aceptó. Él pudo ver la cara de alegría y satisfacción de Papyrus y eso lo hizo sentir bien.

Cuando entraron a la habitación de Papyrus, Sans se acostó del lado de la pared, listo para caer en los brazos de Morfeo.

Papyrus pensaba en ponerse su pijama, pero no lo hizo por tener a Sans en su habitación. Él quería que su hermano ya no lo tratara tanto como un niño. Así que solo se quitó los zapatos, se metió en las cobijas y abrazó a su hermano, como si ahora le tocara a él, protegerlo.

 

¡Mettaton, Mettaton! Creo que su batería está muy baja.

-Cariño, no te preocupes - decía Mettaton - sé que puedes arreglar esto. Alphys me dijo que la entrada al laboratorio está oculta. Ve tocando la pared y vas a sentir una parte metálica. Golpea fuerte y el holograma desaparecerá.

Le dije que resistiera pero en ese momento...

-¡Zero, agáchate! - gritó Mettaton cuando se alzaba para interceptar un ataque.

Cuando su cuerpo recibió el impacto, solo pudo decir:

-¡Dulzura, adiós!

Inmediatamente hubo una explosión que desestabilizó la cueva, haciendo que colapsara. Como pude, me puse de pie y fui corriendo al túnel.

Comencé a correr a toda velocidad hasta que vi la intersección que unía al Núcleo y al laboratorio.

Tomé el camino al laboratorio, aun corriendo hasta que vi las escaleras. Como pude las subí rápido. Llegué a la sala de inventos. Busqué el dispositivo que, según Alphys, permite viajar a otras líneas temporales:

-¿Dónde está, dónde? - grité agitado...

 

Los dos hermanos profundamente dormidos, sueñan. Ambos se sienten protegidos.

Mientras Papyrus sueña que es parte de la Guardia Real, Sans ve al mismo sujeto de antes. Ve que está buscando algo en un laboratorio casi destruido, pero no logra encontrarlo.

-¿Qué buscas? - le preguntó Sans amistosamente.

-Busco un dispositivo - le respondió el sujeto - es como un control.

Sans se puso a buscarlo.

-Oye, espera. ¿No te he visto antes?

-Creo que sí. ¿Estabas en un bosque, enterrado bajo la nieve?

-Sí. Gracias por despertarme.

En ese instante Sans encontró el control:

-¿es este? - enseñándole el control

-Si, gracias...

En ese instante, una explosión se escuchó sobre ellos.

Pensando en eso, Zero le pidió el control a Sans. Éste se lo dio.

Zero, en un intento desesperado comenzó a manipular el aparato.

-¿Qué haces? - preguntó Sans algo desubicado.

-Voy a por ayuda. Necesito detener a...

No pudo terminar de hablar porque varios ataques de rayos, comenzaron a atravesar las paredes.

-¿Qué es eso? - preguntó Sans algo asustado.

-¡Mierda! Ya nos encontró.

Entonces una luz cegadora llenó  la sala. El ruido de escombros cayendo y explosiones había desaparecido…

Notas finales:

Por error publiqué el capítulo fuera de la serie. ¡Disculpen soy nuevo en el sitio!


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