Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Miradas ruidosas, sonrisas silenciosas. por Luluu

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola 7u7

¡Sigo viva! Je...je...je ¿Entienden? Porque... no había actualizado y...

 

Sí u.u necesito amigos.

 

 

 

 

(Antes que nada: ya sé, este capítulo está demasiado... fluff, pero es necesario para guiar la historia hacia lo que va a pasar después.)

 

Espero les guste!

Lunes

Pov Harry

 

-Vamos, Harry -dijo Neville intentando despertarme -la Sra. Hooch lleva un rato intentando despertarnos.
-Cinco minutos más -pedí.
-Draco lleva esperando varios minutos fuera de la cabaña.
-¿¡Eh!? -pregunté sentándome de golpe.
-Sí, pero no lo dejé pasar -aclaró un poco nervioso -pensé que como seguías dormido...
-Muchas gracias, Neville -dije sonriéndole.

 

Caminé hasta la puerta y abrí. Draco estaba sentado afuera, se veía con mucha energía, a diferencia de mí.
Me talle los ojos y solté un bostezo.

 

-Eres muy tierno, Potter.
-No soy tierno, cállate, Draco -dije entrando a mi cabaña para arreglarme.
-¡¿Qué no me vas a dejar entrar?! –preguntó.
-No –respondí lo suficientemente alto para que escuchara.

 

 

 

 

 

 

 

-¡Muévanse! ¡Se supone que son unos adolescentes con energía, no sacos de patatas! -gritó la señora Hooch.
-¿Cuántas vueltas faltan? -preguntó Pansy -no puedo respirar, la arena quema y el sol daña mi piel.
-Sigue moviéndote, Parkinson.
-Sí, Sra. Hooch -dijo la chica, pero se sentó y se acostó en posición fetal.
-Parkinson, última advertencia.
-Repruébeme pero no me voy a mover -gritó.

-Vamos, Pansy, ¿Recuerdas esa falda que no te quedó la semana pasada? -preguntó Zabini.
Hubo un momento tenso de silencio en el que cualquier persona, en el lugar de Blaise, hubiera aprovechado para pedir ayuda a alguna deidad.
-Eres hombre muerto -gritó Pansy y se puso a perseguir a Blaise.

 

 

Draco y yo íbamos al frente de todos. Éramos los más rápidos. Yo había aprendido a correr para poder evitar que Dudley y sus amigos me alcanzaran, y por lo mismo tenía buena resistencia. Draco, por otro lado, corría con elegancia, como si fuera parte de su naturaleza.

-Corres rápido, Potter.
-Tú no te quedas atrás -dije.
-Sí, bueno, aún nos faltan 3 vueltas, apuesto a que te puedo ganar.
-Ja, alcánzame -dije y aceleré el paso.

 

Fue interesante correr a su lado. Al final acabamos mucho antes que los demás.

-Bien, muchachos -dijo la profesora –eso deja a sus equipos con 15 puntos de ventaja, por encima del equipo azul y amarillo.

Draco se veía sonrojado por el sol y el esfuerzo.

-No corres nada mal, rubio -dije.
-Tú tampoco.

-Eso fue horrible -dijo Pansy sentándose en las piernas del rubio. ¿Cuándo había llegado?
-¿Dónde dejaste a Blaise? -preguntó mi amigo.
-Por ahí -señaló -puede que no se levante hasta más tarde.
-Parkinson, te faltan cinco vueltas -gritó la profesora –si no acabas tendré que bajarle puntos al equipo verde.
-A ella le falta un novio -sentenció la muchacha en voz baja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Resistencia, eso les falta. Aguanten; diez, nueve, ocho, siete...
-No puedo tocar mis pies -dijo Ron, podía ser alto y muy delgado pero no era flexible. Nada.
-Voy a morir -dijo quedamente Neville y solté una carcajada.

Habíamos corrido y ahora estábamos haciendo ejercicios de elasticidad y resistencia, ¿qué seguiría?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Bueno, espero la mañana los haya relajado y se sientan como personas nuevas. Tenemos actividades planeadas para cada día, ¡Ojalá se estén divirtiendo! -dijo Dumbledore alegre... como siempre. Llevaba una camisa naranja holgada, unos shorts y un sombrero de paja.

 

El resto de la tarde fue libre. Libres-con-limitaciones. Libres-tienen-que-pasar-el-resto-de-la-tarde-nadando.
Pero al menos ya no estábamos ejercitando. No había hecho ejercicio desde que me mudé con mi padrino.

 

Todos estaban jugando en el mar. Salpicándose con el agua y nadando.

Caminé hasta unas rocas que estaban lo suficientemente lejos como para que no se escuchara el ruido que hacían y me senté. El calor, estar en contacto con la arena y el mar, sobretodo el silencio... lo hacían parecer el paraíso. Me acomodé y sin saber cómo pasó, me quedé dormido.

 

 

 

Sentí como me alzaban y al abrir los ojos me encontré con Draco.

-¿Qué haces? -el cielo se veía más oscuro.
-Bueno, ya es hora de la cena.
-No tengo hambre, quiero dormir.
-Bueno, entonces te llevaré a tu dormitorio.

 

Draco me dejó en mi cama, me cubrió con las sabanas y luego se despidió.

 

 

 

Me desperté gritando. Había tenido otra pesadilla. Otra más.

Miré a mi alrededor y vi a Neville, quien decía palabras incomprensibles entre sueños.

Suspiré. La semana apenas comenzaba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Miércoles

Pov Draco

 

 

El martes había sido mucho más tranquilo. Hicimos un concurso de castillos de arena. El castillo de Fred y George Weasley ganó. Esos dos tenían mucha imaginación… aunque nunca lo admitiría en voz alta.

En la noche fui junto con Pansy y Zabini a recoger unas conchas. Al final Harry, Ronald, Hermione y Longbottom se nos unieron. Estuvo bastante bien.

 

 

 

El día de hoy, empezamos pescando. Nunca en mi vida había… pescado, así que fui un completo desastre, aunque gracias a Ronald Weasley no fui el más humillado. El chico apenas y pudo usar correctamente la caña.

Para mi sorpresa, y la de Zabini, Pansy fue la mejor. ¿Cuántas cosas podía hacer?
Puede que para los deportes y la escuela fuera patética pero cualquier otra actividad se le daba muy bien. Impresionante.

 

 

 

 

-Muy bien, quiero que formen equipos de dos. Vamos a jugar voleibol –anunció la profesora Hooch –el color ganador obtendrá veinticinco puntos.

 

¿Para que servía eso de los puntos? Según mi especulación, estás actividades servían como un vago intento de la escuela para obligarnos a formar más amistades, pero sus intentos daban pena. ¿Puntos? ¿Acaso servían para algo?

Panem et circenses, supongo.

 

 

Por azares del destino acabé con Marcus Flint como compañero. Harry estaba con Oliver Wood. Nosotros dos nos enfrentaríamos al final.

El equipo amarillo iba al ultimó, después estaba el azul, el rojo y mi equipo, el verde, iba ganando por cinco puntos.

 

 

 

Por fin era nuestro turno. Harry se veía nervioso, todos nos estaban viendo, pero también tenía ese brillo de determinación en su mirada.

El juego empezó bien, ellos iban ganando.

Pero Marcus Flint era un ególatra competitivo.

Remató el balón con mucha fuerza y pegó a Harry, que intentó seguir el juego, en las muñecas. El azabache puso cara de dolor.

-¿Estás bien? –grité.
-Sí –respondió.
-Malfoy, concéntrate –dijo Marcus.

 

-¡Profesora! Esa fue una obvia y asquerosa falta –gritó Lee Jordan.
-JORDAN –fue lo único que dijo la profesora.
-Lo siento, profesora... Bueno, pero sí fue una visible y desagradable trampa...
-Jordan, te estoy advirtiendo.
-Muy bien, muy bien. Flint casi mata a Potter, pero es una cosa que le podría suceder a cualquiera, estoy seguro. Una jugada honesta, sin duda alguna.

 

-No mates a nuestro jugador, Flint –gritó un gemelo. Reconocí su voz pero no estaba seguro de cual lo había dicho.
-Puedes romperle un brazo o una pierna –dijo y ahora estaba casi seguro que eso lo había dicho Fred.
-Pero no lo mates –dijo George –necesitamos tener dos jugadores dentro.
-¡No lo alienten! –exclamó Jordan.

 

 

Al final, el equipo rojo ganó. Bueno, no podía quejarme, habían jugado bien.

 

 

 

 

 

 

 

Pov Harry

 

Desperté, por tercera noche consecutiva, a mitad de una pesadilla. Neville estaba dormido, así que sin hacer ruido salí de la cabaña.

 

Caminé hasta el mar y me senté a ver las estrellas.
Todo era tan tranquilo en la noche. Todos mis problemas, y los problemas del mundo, parecían perder importancia.

 

 

-¿Harry? –preguntó una voz un poco ronca. Su voz me causo varios escalofríos pero no en un mal sentido. Eran por la anticipación de verlo.

Giré y lo vi. Estaba ahí, con un pijama que le quedaba ligeramente grande y el cabello desordenado.

-Draco, ¿qué haces aquí?
-Zabini no me deja dormir -su semblante se ensombreció -¿Tú que haces aquí?


No sabía cómo responder. ¿Con la verdad?

 

Draco se sentó junto a mí y guardó silencio. De alguna manera no se sentía como si me estuviera presionando a habla.

 

-Tuve una pesadilla –dije. No sabía guardarle nada al rubio. Era la primera persona que se abría paso a lo más profundo de mí.

 

Draco no dijo nada pero pasó uno de sus brazos por mis hombros.

Permanecimos así un rato. Sin decir nada. Sin hacer nada.

 

 

-Bueno, ya hay que regresar a la cabaña -dijo. Yo asentí con la cabeza y el rubio me acompañó de regreso.

 

-Harry... estaba pensando... ¿Qué opinas de que durmamos juntos?
-¿Eh? –pregunté sonrojándome.
-Sí… bueno, por tus pesadillas, y eso… -dijo trabándose –a veces dormir acompañado da tranquilidad y… sí, eso –su rostro había enrojecido.
-Pero tú cabaña la compartes con Zabini y según las reglas…
-Las reglas fueron hechas para ser apropiadamente dobladas al punto en el que amenazan con romperse pero no lo hacen, por si alguien lo nota.
-¿Y si te descubren?
-Bueno, no creo que sea tan malo, digo, no es como que haya entrado a alguna cabaña de las chicas.
-Está bien –dije nervioso.

 

 

Dejé pasar al rubio y éste se acomodó en mi cama, dejándome un pequeño espacio.
Me acosté junto a él y Draco me rodeó con sus brazos.
-Intenta descansar. Tienes unas ojeras bastante grandes –dijo.
-Buenas noches –respondí, girándome para darle la espalda. 

Notas finales:

Gracias por leer 7u7


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).