~Viernes por la noche~
Pov Harry
-¿Entonces cuál es el plan? –preguntó Ron.
-Bueno, todos sabemos que Zabini ha estado intentado ligarse a Neville por varios meses –empezó Pansy.
-Y Longbottom es demasiado despistado como para darse cuenta –agregó Draco.
-Ajá.
-Bueno, tenemos dos días para que esos idiotas logren avanzar, pasar a segunda base, ¡tener sexo salvaje en la habitación de huéspedes! –exclamó Pansy emocionada.
-Creo que fue demasiado información –se quejó Draco –asustas a Harry.
-Cállate, idiota –dije rodando los ojos pero sonriendo -¿cuál es el plan?
No es que estuviera completamente de acuerdo con el plan de Pansy pero estaba en un ambiente en el cual me sentía cómodo. Estábamos en la casa de campo de la chica y no había nadie más además de nosotros.
-Me gusta tu entusiasmo, Potter –dijo Pansy –bueno, el día de hoy puedo intentar poner celoso a Neville siguiendo con todo esto de “mi relación con Zabini”, y si no funciona… podremos llevar a cabo el plan B.
-¿Queremos saber cuál es el plan B? –preguntó Ron.
-No en realidad –contestó Hermione sonrojada.
~Sábado~
Pov Pansy
Ok, esto no podía ser muy difícil.
Había juntado todos mis conocimientos de adolescente hormonal y, según todas las series que veía, había 10 pasos esenciales para poner al chico que te gusta celoso.
1. Coquetear discretamente con otros chicos. (O, en este caso, conmigo).
-¿Pansy, es necesario esto? –preguntó Zabini.
-Claro que sí. Ahora deja de quejarte.
Arrastre a Blaise fuera del cuarto y hasta la cocina.
EL viernes habías decidido que Draco y Harry dormirían juntos; Zabini, Neville y Ron en otro cuarto; Hermione y yo en el restante, pero para que mi plan funcionara había tenido que cambiar eso.
Había mandado a Ron y Neville al cuarto de Harry y Draco, y yo me había quedado en un cuarto con Blaise. Claro que el idiota había dormido en un sillón.
Al entrar a la cocina nos encontramos con Hermione y Neville.
-Zabini, si nuestra próxima noche es igual a la que acabamos de pasar juntos, seré la mujer más feliz. De hecho, ya lo soy –dije en voz alta.
Zabini se puso rojo y me tomó de la mano de manera nerviosa.
-Buenos días –saludó la castaña. Su cabello era como un nido de pájaros. Si el nido hubiera sido cubierto en pegamento y luego pasado por los pasillos de la escuela un viernes por la tarde.
-Buenos días, chicos –saludó un alegre Neville -¿Aún no despiertan Draco y Harry?
Mierda.
Neville: 1
Yo: 0
4. Tener un mejor amigo.
Puede que lo primero, segundo y tercero no hubiera funcionado, pero esto tenía que surtir efecto.
-Tu turno, Blaise –dije alegre -¿quién es tu mejor amigo?
-¿Mi mejor amigo? Draco, sin duda –respondió ausente.
-Me halagas, amor –dijo Draco –no sé porque sigues con Pansy, cuando me tienes todo para ti –respondió el rubio.
Pude ver como Harry fruncía ligeramente los labios, pero Neville no dejaba de sonreír.
-Por favor, Draco, ¿podrías ser más gay? –preguntó sarcástico Blaise –no, espera, las preguntas retóricas son groseras. No respondas.
-Su amistad es increíble –halagó Neville -¿cuánto llevan siendo amigos? ¿Cómo se conocieron?
Esas preguntas habían sido preguntadas de manera tan pura que ni siquiera hubieran podido pasar por celos.
¡Neville, ayúdame a ayudarte!
7. Mencionar buenos momentos que tuviste con tu ex/amigo/novia.
-Bueno, nos conocimos hace… demasiado tiempo –respondió Draco.
-Demasiado tiempo. No es sano –agregó Zabini.
-¿Fue amistad inmediata? –preguntó un celoso Harry.
-No, claro que no. Draco era un niño mimado, narcisista y niño de papá.
-¡Wow! Gracias, Blaise. Tú no eras una margarita, exactamente. Zabini era prepotente e introvertido.
-Pero éramos vecinos –agregó el otro chico –un día salí a andar en bicicleta y Draco me dijo que quería andar en ella. Lo mandé muy lejos y el rubio fue directo a acusarme con su papá.
-Patético –dije.
-Muy patético –apoyó Draco.
Después de dos horas de escuchar sus experiencias y momentos vividos, nadie seguía prestando atención, a excepción de Neville.
El chico seguía el hilo de la plática y se veía alegre. Bastante. Más de lo que debería.
10. Deja que vea que te estás divirtiendo sin él.
Estaba exhausta. Había intentado todo: tomar fotos, coquetear, insinuar cosas, actuar como pareja acaramelada… ¡ya no podía más!
-¿Cuándo vas a detenerte? –preguntó Zabini –estoy cansado. Años y años de ser tu amigo no me prepararon para el daño psicológico de ser tu “novio”.
-Ya no tengo nada. Lo último que me queda es actuar como si nos estuviéramos divirtiendo sin él. Si eso no funciona tendremos que recurrir al plan de respaldo.
-Lo que sea –dijo suspirando mi amigo.
Había música, aperitivos y todos bailábamos.
Claro que había acaparado a Zabini. Peor Neville no parecía alterado.
-Finge que te estás divirtiendo –le dijo en voz baja al chico.
-Wow. Cómo me divierto –dijo Zabini.
-Puedes parecer más convincente.
-¡Que buen tiempo estoy pasando! –exclamó con voz monótona.
Intenté seguir bailando pero Blaise se detuvo.
-¿Qué pasa?
-Pansy, hermosa, en verdad te lo agradezco mucho pero esto no está funcionando. Neville no parece sentir nada por mí, y ya estoy cansado. Ni siquiera me estoy divirtiendo. Me iré a dormir temprano –dijo y se retiró.
Corrí a Hermione.
-Mione, tenemos una emergencia. Tenemos que tomar medidas drásticas.
~Domingo~
Pov Zabini
¿Ahora que había hecho Pansy?
Tenía un dolor de cabeza horrible y no había podido dormir en toda la noche. Lo único que quería era acostarme a dormir y olvidar todos mis problemas amorosos.
¡Vamos! Era Blaise Zabini. Era conocido como el playboy de la secundaria y ¿ahora qué?
Me encontraba sufriendo por el típico chico al que hubiera molestado de haberlo conocido algunos años antes.
-¿Nev? –pregunté entrando al cobertizo que quedaba a unos metros de la casa, donde me había dicho Pansy que se encontraba el castaño.
La puerta se cerró y el lugar quedó a oscuras. Intenté abrir la puerta pero había sido cerrada con seguro.
Me senté e intenté pensar en qué podía hacer para pasar el rato. La puerta se abrió por unos segundos y vi como entraba una figura temblorosa, para luego cerrarse la puerta de nuevo.
Intentaron abrir la puerta de manera desesperada.
-Tranquilo, va a ser imposible. La cerraron por fuera.
-¿Blaise? –preguntó una voz que conocía muy bien.
-¿Nev? –suspiré –ya entendí, perdón, creo que te encerraron aquí por mi culpa… ¡Qué chistosa, Pansy! –grité.
-¿A qué te refieres?
-No importa, honestamente.
Neville tomó asiento junto a mí.
-¿Y cuándo nos dejaran salir?
-Ni idea.
-Bueno, me alegra estar aquí contigo –dijo. Agradecía a todos los dioses del olimpo que no hubiera luz, o Neville hubiera notado mi sonrojo.
Habíamos estado hablando un poco y en algún punto Neville había recostado su cabeza en mis piernas. Me encontraba jugando con su cabello y platicándole un poco de mí.
-Creo que puedo imaginarte como abogado –dijo el chico.
-Bueno, es solo una opción. ¿Y tú? ¿Ya sabes a qué te quieres dedicar?
-Bueno, sí, en realidad sí.
-¿Y bien? Dime.
-No te vayas a burlar pero… me gustaría abrir mi propia florería.
-¿En serio? ¿Por qué? –entonces Neville se levantó y, suponía, se había sentado frente a mí.
-Siempre me han gustado las plantas. Las flores, más que nada. Sus colores, tipos y variedades… pero lo que más me gusta es todos los significados que puede tener una simple flor.
-¿Significados?
-Por ejemplo, un Crisantemo naranja significa un amor frágil, mientras que uno rojo es amor o… te quiero. Un Farolillo se usa para mostrar agradecimiento y la Lila es humildad e inocencia. Pero la rosa… cada rosa tiene un significado tan independiente, por eso es mi flor favorita y… Está bien, puedes reírte.
-¿Reírme? Creo que es adorable; que tú eres adorable. ¿Podrías hablarme un poco de las rosas?
Neville carraspeó pero siguió –Las rosas blancas son el símbolo de la pureza y de la inocencia. Normalmente, es el color elegido por las novias para sus ramos, porque significa que durará toda la vida. Las rosas naranjas representan la alegría, la satisfacción por el éxito conseguido. La rosa rosa es la que expresa mayor número de sentimientos. Si te regalan rosas rosas, están alabando tu simpatía y franqueza. Las rosas de este color simbolizan la ausencia de maldad, de doble intención.
-¿Esa es tu favorita?
-No, esa sería la rosa roja.
-¿Qué significa la rosa roja? –pregunté. Mi rostro estaba muy cerca del chico. No lo veía pero podía sentir su aliento.
-Si hay algo que refleje el sentimiento de amor, es la rosa roja. Las rosas rojas son el símbolo por excelencia del amor, de los enamorados, de la pasión, del fuego… -su voz fue apagándose hasta ser apenas un murmullo.
Nuestros alientos se mezclaban. Podía sentir el calor del cuerpo de Neville. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, me separé rápidamente.
-Uh, perdón por eso. Bueno, creo que todo eso es muy interesante, espero logres conseguir abrir tu florería. Prometo ser cliente frecuente.
Neville soltó una pequeña risita pero guardó silencio casi al instante.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro –dije.
-¿Qué tal es ser novio de Pansy?
-Si te soy honesto ni siquiera estamos saliendo. –respondí suspirando.
-¿Qué? ¿Y qué fue todo eso? –Neville sonaba curioso.
-Queríamos… -al diablo con la prudencia –queríamos ponerte celoso.
-¿A mí? ¿Por qué?
-Bueno, supongo que sabrás que cuando te gusta alguien buscas que esa persona te note, ¿no?
-Espera, ¿le gusto a Pansy?
-¿Qué? ¡No!, Dios te libre, querido Nev.
-Entonces… no entiendo.
-Me gustas, ¿ok?, me gustas –repetí.
-Oh.
-Sí.
-Ya veo.
-Uh-huh.
-¿Desde cuándo?
-¿Qué?
-¿Desde cuándo te gusto?
-Eh, bueno, desde hace algunos meses.
-No tenía ni idea…
Casi me da algo en ese momento.
-No soy muy bueno notando esas cosas. No logro diferenciar cuando la gente actúa bien conmigo solo por lastima.
-Nev, no es nada de eso. Te lo puedo asegurar.
-Tú también me gustas –dijo entonces con una pequeña risita -mucho.
…
-No sé qué hacer ahora, no esperaba llegar tan lejos –dije nervioso.
Neville acercó su rostro y me dio un pequeño beso. Cuando intentó alejar su rostro, lo tomé del rostro y lo volví a acercar a mí.
Lo besé, me besó, lo besé, lo besé y lo besé.
Era la mejor sensación que había experimentado. Era algo completamente nuevo. Y pensar que un chico me tenía de esta manera… era todavía más excitante.
-Hey, Nev –llamé cuando ambos nos recostamos en el suelo.
-¿Qué pasó?
-¿Quisieras ser mi novio?
-Me encantaría –respondió al instante.
Sonreí y besé su frente.
Ambos nos quedamos dormidos.
Muy entrada la noche Pansy abrió la puerta del cobertizo.
Cuando nos vio acurrucados, soltó un gritito.
-Lárgate –fue lo único que dije y acerqué a Neville más a mí.