Pov Draco
-¡Sigan corriendo, señoritas! –gritó la profesora Hooch.
-¿Entonces, estás diciendo que tus papás ya arreglaron todo? –me preguntó Pansy -¿Y si les dices que eres gay?
-Ni pensarlo. Sería una sentencia de muerte segura.
-¿Pero con qué propósito lo hacen? Si tú ya les dijiste que no quieres casarte con Astoria deberían aceptarlo, ¿no?
-Pansy, solo porque tus papás te consientan no quiere decir que todos contamos con esos privilegios.
-Cállate, niño mimado. ¿Qué tal si le ofrezco a tu mamá casarme contigo?
-Entiendes por qué eligieron a Astoria como mi pareja, ¿no?
La compañía del señor Tom Sorvolo Ryddle era internacionalmente conocida por ser una de las mejores.
Habían dos áreas: leyes y ciencias. Los Malfoy, Black y Lestrange tenían fama por ser los mejores abogados; mientras que los Greengrass, Carrow y Yaxley eran familias de científicos reconocidos.
Era normal que entre estas familias se arreglaran matrimonios para no perder estatus ni riquezas.
Eso no quiere decir que estaba de acuerdo con lo que mis padres querían.
-¡Tengo una idea! –exclamó Pansy mientras se secaba el sudor de la frente.
-No dejes de correr o te volverá a castigar Hooch –advertí.
-¿Quieres escuchar mi plan o no? –rodó los ojos y yo asentí –Lleva a Harry a tu casa y que impresione a tus padres.
-Pansy, sabes que Harry tiene problemas interactuando con desconocidos.
-Por eso mismo Blaise y yo los acompañaremos. Harry se sentirá más seguro y tu mamá tendrá con quien compararlo.
-Esa… no es tan mala idea.
-Mis ideas tienden a ser buenas y aun así la gente se sorprende –dijo haciendo un puchero.
-Perdón, princesa.
-¡Qué maldito asco, Malfoy! ¡No empieces con tus cursilerías o no te vuelvo a ayudar en mi vida! –me reí y aceleré el paso. Seguía escuchando las quejas de mi amiga a distancia.
No puedo creer que Harry haya accedido.
Estaba mordiéndome las uñas, esperando a que Harry y mis amigos tocaran el timbre. Habían quedado de llegar a las 8 y ya eran las 7:50.
-¿Quiénes van a venir, Draco? –preguntó mi mamá.
-Pansy, Blaise y Harry.
-¿Harry?
-Eh, sí. Lo conocí este año.
-¿Qué opinan de él Pansy y Blaise?
-Se llevan bastante bien –respondí disimulando la manera en que temblaba mi cuerpo.
-Ya veo. Eso es nuevo. Normalmente no dejaban que nadie se juntara a ustedes.
-Bueno, mi grupo de amigos ha crecido este año –dije sonriendo un poco. Los nervios me estaban matando.
EL timbre sonó.
-Voy –dije y corrí escaleras abajo.
-Llegaron –dije abriendo la puerta.
-No, Draco, todo es producto de tu estúpido cerebro –dijo burlón Zabini.
Abracé fuertemente a Potter y los invité a pasar.
Mi papá se encontraba ocupando la cabecera de la mesa, y mi mamá servía todo en la cocina.
-¿Te ayudo, madre? –pregunté.
-No, acompaña a tus amigos a sentarse.
Me senté a la derecha de mi padre y Harry se sentó junto a mí, Blaise junto al azabache y Pansy en la otra cabecera, a la derecha de mi amigo.
No entendía porque teníamos una mesa para ocho personas si normalmente mis papás salían de viaje y yo acababa comiendo solo.
-¿Y cómo están tus papás, querida? –preguntó mi mamá cuando el silencio se volvió incómodo.
-Bien, papá decidió tomar clases de repostería y ahora hay postres en casa a diario.
-Típico de él –mencionó mi papá riendo -¿y cómo te ha ido a ti?
-No me quejo. No creo que los estudios sean lo mío así que ahora vendo juguetes sexuales, ¿no es así, Blaise? –Zabini tosió un poco pero logró mantener la compostura. Las sonrisas de mis padres se habían vuelto un tanto incómodas.
-¿Tus papás que opinan al respecto?
-Pues creo que me aceptan y eso es lo más importante.
-Sí, claro, sí –se apresuró a decir mi mamá.
-Por supuesto –agregó mi papá.
-¿Por qué no nos cuentas un poco más de ti, Harry? –preguntó mi mamá cambiando de tema –es extraño que Draquito tenga más amigos.
La cara de Harry palideció.
-En realidad ya somos más –dijo Blaise salvando a Harry –por ejemplo, Neville Longbottom –agregó sin mencionar al pelirrojo y a la castaña.
-¿Longbottom? –inquirió mi padre –no los mejores pero una familia de estatus, sin duda. Es… bueno saber que se permiten conocer más gente… Dime, Draco, ¿este es otro acto de caridad?
-¡Padre! –exclamé. Blaise apretaba sus puños, Pansy tenía cara de sorpresa y Harry bajo la mirada.
-Sr. Malfoy, con todo respeto, Neville Longbottom es una gran persona y un buen amigo nuestro –dijo Blaise.
-Claro, chicos. Yo una vez fui amigo de Violetta Bulstrode, entiendo a lo que se refieren.
-¿Les contó Draco que Blaise tiene pareja? –preguntó Pansy intentando aligerar el ambiente.
-Esplendido, ¿quién es la suertuda? ¿La conocemos? –preguntó mi madre.
-No lo creo –respondió mi amigo –es una buena persona, de buena familia y grandes sentimientos.
-No es lo único grande que tiene, ¿o sí, Blaise? –preguntó mi amiga.
-Pansy, respeta a mi pareja, ¿sí? –respondió –no me importan los tamaños.
-Claro, claro.
-B-bueno, Harry, cuéntanos más de tu familia –mi mamá se veía avergonzada.
-Mis padres fallecieron, así que vivo con mi padrino y su mejor amigo.
-¿Una relación homosexual? –preguntó mi padre asqueado.
-N-no, son solo amigos desde la escuela –respondió sonrojado Potter.
-Bueno, menos mal.
-¿Cómo fallecieron tus papás, querido? –ahora hablaba mi mamá.
-En un accidente automovilístico.
La cara de ambos adultos se ensombreció.
-¿Cuál es el nombre de tu padrino? –preguntó mi madre.
-S-sirius Black.
-¿Por casualidad te apellidas Potter?
Pansy me miró con miedo y Zabini bajó el tenedor.
-Sí, mi nombre completo es Harry James Potter.
-Draco, creo que merecemos una explicación –dijo mi padre.
-Harry es nuestro amigo, ¿qué otra explicación necesitan? –preguntó Pansy.
-Draco, sigo esperando tu respuesta.
-Harry es nuestro amigo. No necesitan otra explicación –dije comenzando a enojarme.
-¡Suficiente! –se puso en pie –les voy a pedir que vuelvan a sus hogares, al parecer tenemos que hablar con Draco.
-Querido…
-No, Narcissa. No voy a aceptar que Draco traiga a cualquier…
-¡¿Cualquier qué, padre!?
-No voy a volver a repetirlo. Fuera de mi casa.
Harry se puso en pie y corrió a la puerta.
-¡Harry, espera! –gritaron mis amigos siguiendo al azabache.
-No entiendo que hicimos mal, contigo –dijo mi padre.
-¿Qué hicieron mal conmigo? ¡¿Acaso no vieron como trataron a mi amigo?!
-¿¡Tu amigo!? ¿Qué más? ¿Ahora también te juntas con escoria como los Weasley? O aún peor, ¿los Granger?
-Sí, para su información, sí. Hermione Granger, Ronald Weasley y Harry Potter. Es más, ¿recuerdan el fin de semana que pasé en la casa de campo de Pansy? Ellos también fueron.
-¿Acaso sientes vergüenza de ser un Mlafoy? ¿O es una manera de castigarnos por no pasar tanto tiempo contigo? –preguntó mi mamá.
-¿Pasar tiempo con…? Lo último que quiero ahorita es estar con ustedes.
-¡Draco Lucius Malfoy!
-Si así va a ser, el siguiente sábado va a venir Astoria y más te vale comportarte porque la boda será arreglada para antes de que acabes la preparatoria.
-¡Padre…!
-No, Draco, tú te lo buscaste.
Pov Pansy
Harry se detuvo a unos metros de la casa de Draco. Su respiración estaba entrecortada y todo él temblaba.
-Harry, tranquilo.
-E-estoy bien –dijo atragantándose con su propio aire.
-No escuches a los Malfoy. Siempre han sido así… todos en esa familia a excepción de Draco –dijo Zabini.
-No entiendo qué hice para que me odiaran…
-Tú no hiciste nada, tranquilo-abracé al chico.
Harry empezó a respirar más rápido y sin ritmo.
-Harry… ¡Potter!, escúchame, sé que te ilusionaba agradarles a los papás de Draco pero ellos han tomado una decisión. Nosotros tomamos la nuestra y Draco tomará la suya. Eres nuestro amigo y el estúpido rubio te ama, ¿de acuerdo? Cree un poco en él. No tienes que asustarte, entiendo que es difícil y que lo es todavía más para ti, te sientes solo ¿cierto?, ¿acaso crees que eres inútil o que no vales nada? Respira, llora y grita, pero no dejes que lo que ellos digan te llegue. Eres mucho más que la opinión de dos racistas materialistas.
-No hables así de los papás de Draco… -dijo quedamente el azabache.
-Son los padres de Draco, pero no son sus papás, ¿okey? Se necesita más que tener relaciones sexuales para que asumas el papel de mamá o papá.
-Estamos contigo, Harry –agregó Blaise abrazándonos a ambos.
Normalmente no hubiera dejado que se pusiera de cariñoso conmigo pero era una emergencia. No podía dejar a Harry pasar por una crisis; por Draco, porque es nuestro amigo y porque yo, mejor que cualquiera de mis idiotas amigos, entendía lo que era sentirse sola y perdida.