CAP 17 – Hacer El Amor …
Aquel cálido abrazo continuaba y unos minutos después nuestras miradas se encontraron nuevamente, no se necesitaban palabras para saber el deseo que sentíamos el uno del otro. Una vez más nos fundimos en un beso, pero a diferencia del primero que fue delicado y puro, este comenzaba a volverse uno lleno de pasión y deseo. Nacieron nuevos sentimientos que nunca pensé que podría sentir.
Nuestra respiración era agitada y errática, sentía como el cuerpo de Shijirou se calentaba igual que el mío y el ambiente se llenaba de una calidez envolvedora y una sutil fragancia de excitación que desprendían nuestros cuerpos.
Mis fuerzas cayeron dejándome a total disposición de mi amado, quien sin pensarlo me tomo en brazos delicadamente llevándome a la que es nuestra cama; me recostó con cuidado para luego él quedar en cuatro sobre mí.
Por un momento el miedo comenzó a invadirme, algunos recuerdos empezaban a caer como cascadas en mi mente y el temblor de mi cuerpo no se hizo esperar.
- No tengas miedo amor, yo no soy “ese sujeto”, yo te amo, yo te protegeré y te haré sentir bien – Comenzó a calmarme con sus palabras haciendo que mi mente se llenara de él – así “mi luna”, solo mira mis ojos y no pienses en nada mas – Sus palabras eran dulces susurros que llegaban a mis oídos con suavidad.
Rápidamente todos los pensamientos y malos recuerdos se desvanecieron, sus palabras siempre lograban hacer latir fuertemente mi corazón y envolvía mi mente alejando todo lo malo.
- Te amo Azuren! – Susurro en mi oído.
- Yo te amo a ti Shijirou, … haz..me olvidar to-todo lo malo.. - Respondí con mi voz entre cortada.
- Lo hare cariño.
***
Después de aquellas palabras no espere un instante más, haría que Azuren solo me recordara a mí, le daría placer, le entregaría mi amor, mi alma y mi ser.
Comencé a subir su camisa lentamente acariciando tiernamente su delicado torso.
- Nng – Un gemidito salió de su boca provocándome más.
Seguí acariciando mientras terminaba de quitar su camisa; continuaba con mi trabajo besándolo tiernamente en sus labios.
Una vez la camisa termino en algún lugar de la habitación, comencé a dar suaves besos sobre su pecho y abdomen, luego lamí sus tetillas con dulzura como si se trataran de un delicioso postre.
- Mnn hnng – Sus gemiditos resonaban por toda la habitación, me excitaba escuchar su voz, el saber que lo estaba disfrutando. Tome mi propia camisa, sacándola de un tirón y lanzándola a algún lugar.
Azuren observaba mi torso con deseo y claro, totalmente avergonzando, dejando ver su hermoso rostro sonrojado. Repasaba mi torso con sus manos con timidez y torpeza, en sus ojos se veía como disfrutaba observarme y tocarme lentamente. Me fije como su propia excitación aumentaba, a lo cual, baje mis manos a su pantalón para desabrocharlo y quitarlo rápidamente junto con su ropa interior, las cuales quedaron perdidas también en alguna parte de la habitación; segundos después hizo lo mismo con mi propio pantalón y ropa interior dejando a la vista toda mi hombría.
- Me gustas – Menciono mi pequeño doncel mientras me devoraba con su mirada, a pesar de su timidez y vergüenza en el momento.
- Y tú eres más que hermoso “mi luna” – Respondí mostrando una cálida sonrisa.
Empecé acariciando sus piernas lentamente, separándolas cuidadosamente acomodándome entre ellas. Acariciaba su cuerpo lleno de cicatrices, las cuales a pesar de todo no reducían ni un poco su sensualidad y belleza. Tome su miembro erecto acariciándolo lentamente con mi mano, mientras entrelazaba la otra a una de sus manos dándole seguridad.
- Ahh Nhg Shi..jirou – Gimió diciendo mi nombre
- Grr – Un pequeño gruñido salió de mi boca al escuchar mi nombre salir de sus labios. Sus gemidos me provocaban y calentaban haciéndome perder poco a poco el control.
Uní nuestros labios en un salvaje y apasionante beso, solté su mano dirigiendo la mía a su pequeña entrada y empezar a prepararlo, sin detener mi otra mano en su movimiento, dando placer a su miembro.
Sus ojos llorosos, su rostro sonrojado, su cuerpo acalorado y sudoroso temblando de placer y sus dulces gemidos. La pasión, la lujuria y la felicidad me invadían, Azuren era ahora mío y yo de él, un hermoso cuadro que se grabaría en lo más profundo de mi mente y mi corazón.
***
Sentía mi corazón latir fuertemente como queriendo salir de mi pecho, el deseo incrementaba y mi cuerpo se llenaba de placer, la forma en que mi Shijirou me tocaba me hacía sentir en el paraíso, haciéndome experimentar por primera vez miles de sentimientos que nunca creí que pudiera sentir.
En algunos momentos sentía un poco de miedo, pero este rápidamente se aplacaba cuando mi amado me besaba, entregándome todo su amor en cada uno de ellos.
Una vez sentí como tocaba suavemente mi entraba, mis gemidos comenzaron a salir sin ningún temor de mi boca, perdiendo el control ya no pudiéndolos retener, además de todo el placer que sentía en mi miembro.
- Mhng - Logro meter el primer dedo en mi interior sacándome un gritito de dolor, el cual rápidamente se reemplazó por gemidos de placer.
Empezó un lento vaivén dentro de mí con su dedo el cual iba acelerando rítmicamente, luego de unos minutos metió un segundo dedo siguiendo aquel viven que llevaba y empezando a abrirlos en forma de tijera para dilatarme.
Se sentía tan bien, quería más, mi cuerpo y mi mente ya no lo soportaba, necesitaba sentirlo más, ser uno con él. El calor, la humedad, la pasión y el placer me invadían, se desbordaba en mi interior pidiéndome más, más y más, lo necesitaba dentro de mí. Quería borrar cada desagradable y aterrador momento que viví en aquella habitación desgastada, quería y necesitaba que mi cuerpo y mi corazón solo recordara las caricias y el amor que Shijirou me entregaba.
En los ojos de Shijirou podía ver como en su deseo quería ser uno conmigo, los dos sabíamos sin decir una sola palabra lo que sentíamos y pensábamos el uno del otro, sin dar más espera levante mis piernas otorgándole el permiso a mi amado para tomarme y hacerme suyo. Poco a poco todo su grosor entro hasta el fondo en mi interior ya dilatado.
- Grr ahh – Un gruñido salió de la boca de Shijirou seguido de jadeos generados por el placer.
- Ahhh – En el mismo momento solté un grito sintiendo la intromisión.
Después de unos segundos esperando a que me acostumbrara, empecé a sentir un suave vaivén en mi interior que en cada profunda estocada me enviaba una corriente de placer por todo mi cuerpo. Se sentía maravilloso, era exquisito, un placer que venía de una entrega total de amor.
- Ahhh .. ahh m-mas .. mas pro..fundo nhgg – Mis gemidos salían fuertes de mi boca mientras pedía más, quería sentirlo, quería que me penetrara fuertemente y me hiciera suyo, quería que jamás terminara esta dulce y excitante unión.
- Nhh te amo “mi luna” grr … mnn te amo – Susurraba Shijirou en mi oído mientras soltaba jadeos y gruñidos de placer
El aire estaba lleno de lujuria, pasión y placer, mis gemidos se mezclaban con sus jadeos y el sonido de nuestros cuerpos chocando. El deseo aumenta y con ello las penetraciones de una forma más rápida y profunda, nuestros cuerpos se movían dando la máxima expresión de nuestros sentimientos que nos invadían en cuerpo y alma.
- Ahh si .. m…as mas .. Hnng – Suplicaba con voz entrecortada.
- hnn Azuren, me haces .. perder el .. ngg control, te nece..sito grr te deseo … t-te amoo – Pronuncio mi amado con una voz profunda y ronca casi gutural.
Tomo mis caderas con sus manos apretándolas y profundizando las penetraciones, como dijo, estaba perdiendo el control al igual que yo, excitándome más la forma en la que tomaba mis caderas, tomándome descontroladamente, haciéndome suyo.
Ahhh .. s-si aasii .. mngg maas .. ahhh te .. te a-amo Shii..jirou .. te amoo ghnn – Mis gemidos salían fuertes, sin temor, mi respiración entrecortada y mi corazón a mil, en mi mente solo existía Shijirou haciéndome decir miles de cosas, pidiendo por más. – Soy tu..yo nhgg .. sh-Shiji..rou so..y tuyo … haaz q-que me mnnn ahh fu-funda en ..ti ahhh mi a-amado .. mnn Shijirou.
Sentí como su miembro se hacía más grande dentro de mi después de escuchar mis palabras y la verdad es que quería que me penetrara tan fuerte sin miedo a romperme, quería entregarle todo de mí.
***
Cuando perdí el control tuve miedo de lastimarlo, de que recordara malos momentos, pero sus dulces y apasionadas palabras rápidamente desecharon esa idea haciéndome entender que no había de que preocuparme, por el contrario, supe que como yo él también había perdido el control.
Era una entrega del uno para el otro que ambos necesitábamos, que nuestros corazones pedían a gritos. Nada más importaba en ese momento, solo nosotros dos, haciendo un pacto, un sello que nos volvía uno solo. Él era mío y yo de él.
Mi cuerpo se sentía extasiado, ya no aguantaba más; sentir como “mi luna” movía sus caderas para hacer más profundas las penetraciones que le daba, escuchar sus fuertes gemidos y palabras suplicantes de más placer, ver sus ojos llorosos mirando los míos profundamente y sus manos apretando las sabanas fuertemente, me volvían simplemente loco.
Tome el miembro de “mi luna” masturbándolo al compás de las penetraciones que le daba, sabiendo que ambos estábamos por culminar. No paso mucho tiempo más y dando un par de estocadas rápidas y profundas descargue toda mi excitación en su interior, había culminado llegando al clímax, le había llenado, le había hecho mío.
- Ahh mnng hnng – Sus gemidos se escuchaban e toda la habitación y me atrevería a decir que en toda la casa; unos segundos después de venirme dentro de él, mi pequeño hizo lo mismo dejando caer aquel liquido espeso y blanquecino sobre su propio abdomen, llegando a su propio clímax.
Lo abrace atrayéndolo en mi pecho, saliendo de su entrada con cuidado; nos recostamos uno al lado del otro brazados en la cama respirando erráticamente por todo el esfuerzo.
- Te amo! Azuren – Dije una vez nuestras respiraciones tomaron un ritmo normal y nuestros corazones ya no se encontraban tan agitados.
- Yo te amo a ti Shijirou – respondió mi pequeño con una sonrisa, acercándose para darme un casto beso en mis labios.
Lo atraje hacia mi pecho, comencé a acariciar su espalda mientras le daba pequeños besos en su cabecita y en poco tiempo cayo en los brazos de Morfeo quedando profundamente dormido. Aproveche para limpiarme y limpiarlo a él, para luego acomodarnos entre las cobijas y quedar ambos profundamente dormidos en un tierno abrazo.