Parte 1: ♠♠♠
— ¡Tus notas son penosas, Naruto!
El rubio se encontraba mal sentado en la silla frente a la directora haciendo oídos sordos a la reprimenda de Tsunade. ¿Y qué si no era bueno en matemáticas? No iba a dedicarse a ello de mayor.
— Hablo en serio, mocoso ¡¿Me estás escuchando?!
Naruto cabeceaba dormido delante de sus propias narices hasta que le lanzó, con buena puntería, el lapicero repleto de bolígrafos.
— ¡Hey!
— Me da que no entiendes las consecuencias de tus malas notas—se sobó el puente de la nariz acomodándose las gafas que usaba para leer—.Si siguen así de bajas tendrás que abandonar el equipo de fútbol.
— ¡No puede hacer eso!
Naruto era el capitán del equipo y el mejor jugador que el colegio había tenido en años, si Naruto iba fuera el resto no clasificaba.
— Escucha mocoso, Konoha es una secundaria bastante prestigiosa y la junta no permitirá que un alumno con un expediente tan patético pase la mayor parte de su tiempo entrenando con el equipo de la escuela. Debes subir tus calificaciones hasta el notable como mínimo.
¡Un notable! El adolescente se levantó del asiento alterado.
— ¡Nunca voy a sacar un notable! ¡No lo hice ni en preescolar!
— Siéntate. Sé mejor que nadie que jamás llegarás a eso con tu cerebro de guisante—Konoha llevaba años sin clasificarse en el torneo y ahora que al fin tenían oportunidad estaba en manos de un cabeza de chorlito como aquél—.Por eso te he preparado ayuda.
No pudo evitar sonreír al oír el educado golpeteo de la puerta antes de abrirse. Un chico de rasgos asiáticos, de piel blanca y ojos oscuros se adentró produciéndose un nada agradable cruce de miradas.
El moreno fue el primero en apartas la mirada dirigiéndose a la directora.
— Me llamaba para…
— Te llamaba para pedirte que te hagas cargo de Naruto, sus notas deben subir al menos hasta el notable para continuar en el…
— ¡¿QUÉ?! —el rubio volvió a levantarse del asiento con la cara desencajada—¡No puedes hacer eso! ¡Él es un estirado insufrible!
Pero no era el único fastidiado, el moreno tenía el ceño fruncido víctima de un tic nervioso.
— Las labores de presidente estudiantil no incluyen ser el profesor particular de un dobe. Además sería una completa pérdida de tiempo, acabaría enseñando a un hámster a sacar sobresaliente antes de que el consiguiera aprobar.
— ¡¿Qué dijiste teme?!
— Dije que tu cerebro es más diminuto que el de un hámster.
Ambos se miraron con sus ojos chispeando rayos de energía asesina.
— ¡Paren ustedes dos! Naruto si no recibes las clases se te expulsará inmediatamente del equipo hasta que mejores tus notas y, Sasuke, si te niegas a aceptar tu expediente será perjudicado. Sería una lástima que un historial tan perfecto se volviera mediocre.
— ¡Tsk!
Parte 2: ♠♠♠
¡Tenía tan mala suerte! Lo último que había deseado en el mundo era pasar las tardes dando clases de apoyo con el Uchiha. Si las integrales eran odiosas, él estar al lado de Sasuke sólo iba a empeorar su rencor hacia ellas.
Sasuke Uchiha era el presidente estudiantil y además el chico más estirado de toda la secundaria. Siempre tenía ese aire de “mírame, soy mejor que tú” que lo sacaba de sus casillas. Aunque no recordaba exactamente cuando había empezado a tomarlo como su archi-enemigo.
Siempre había algunas chicas que lo seguían como bobas pero jamás le había visto ser cálido con nadie, tampoco tenía amigos. Asumía que debía ser un aburrido que jamás apartaba la vista de los libros. Dejó de jugar con el lápiz para mirarlo, Sasuke estaba resolviendo una ecuación mientras daba una breve explicación de vez en cuando, ¿Cómo podría alguien sólo centrarse en estudiar?
—Más te vale estar atento, Usuratonkachi. No voy a dejar que mi expediente baje por tu culpa.
—Cómo si me importara. De hecho—sonrió sabiendo exactamente como fastidiarlo—.No me apetece dar más clase por hoy.
El rubio recogió sus cosas aguantándose la risa. Si el moreno seguía apretando el lápiz de esa forma lo partiría en dos.
El instituto estaba vacío por la tarde, casi al salir se extrañó al ver una pandilla de cinco chicos corpulentos con cara de pocos amigos. La curiosidad le hizo seguirlos, apenas unos metros, para descubrir que discutían con Sasuke.
—Largaos.
—Jajajajaja ¿oyeron eso? —el resto rió hasta que él líder volvió a ponerse serio—. No vamos a irnos. Ahora que no hay nadie podremos ajustar cuentas.
Por el carácter del pelinegro y su posición como presidente estudiantil ya imaginaba que debía tener muchos enemigos, a veces el moreno mandaba matones a dirección. Pero a él no le interesaba lo que le ocurriera así que no pensaba meterse. Y si le daban una paliza al menos le bajarían los humos de grandeza que se cargaba.
Uno de los hombres, el que parecía más corpulento, se abalanzó sobre él dispuesto a golpearlo. Pero Sasuke lo esquivó fácilmente dándole una patada alta que lo hizo volar unos metros.
Los ojos de Naruto se abrieron asombrados. ¿Esos eran movimientos de Kárate? ¡Sasuke no parecía el tipo de chico que supiera de pelea! El resto del grupo no dudó en abalanzarse sobre él, pero a pesar de ser más pesados Sasuke los derrotó fácilmente.
Naruto estaba impresionado, parecía que se había equivocado al pensar que sólo se centraba en los libros ¿Podría el moreno ser más interesante? Sasuke dio la espalda a los matones mostrándole una sonrisa de superioridad después de recoger los libros que se habían caído, había sabido en todo momento que Naruto se encontraba mirándolo.
Fue entonces cuando el líder se levantó de nuevo sacando una navaja del bolsillo para clavársela por la espalda. Naruto no aguantaba a la gente cobarde. Se interpuso entre él y Sasuke doblando la muñeca que sostenía el cuchillo hasta que soltó un crujido y oyó el grito de dolor. Terminó con un puñetazo en la cara, rompiéndole la mandíbula.
El moreno giró el rostro, dando a entender que para nada estaba impresionado pero Naruto lo ignoró.
— ¡Uao! ¡No peleas mal para tener cara de niña! ¡incluso podrías unirte al equipo!
El rubio se había acercado tanto que sus narices casi rozaban.
— No me interesa—sentía su cara más caliente de lo usual, ¿el muy estúpido no conocía lo que era el espacio personal? ¿Y qué era eso de cara de niña? —. No te acerques tanto, dobe.
Notas finales:
Mañana publicaré otras dos partes aquí.
No se olviden de visitar mi página de facebook: https://www.facebook.com/IsisNaruSasu/
(ISISNARUSASU) si quieren leer la historia completa o ver más dibujos y doujinshis NaruSasu.
Parte 1: ♠♠♠
— ¡Tus notas son penosas, Naruto!
El rubio se encontraba mal sentado en la silla frente a la directora haciendo oídos sordos a la reprimenda de Tsunade. ¿Y qué si no era bueno en matemáticas? No iba a dedicarse a ello de mayor.
— Hablo en serio, mocoso ¡¿Me estás escuchando?!
Naruto cabeceaba dormido delante de sus propias narices hasta que le lanzó, con buena puntería, el lapicero repleto de bolígrafos.
— ¡Hey!
— Me da que no entiendes las consecuencias de tus malas notas—se sobó el puente de la nariz acomodándose las gafas que usaba para leer—.Si siguen así de bajas tendrás que abandonar el equipo de fútbol.
— ¡No puede hacer eso!
Naruto era el capitán del equipo y el mejor jugador que el colegio había tenido en años, si Naruto iba fuera el resto no clasificaba.
— Escucha mocoso, Konoha es una secundaria bastante prestigiosa y la junta no permitirá que un alumno con un expediente tan patético pase la mayor parte de su tiempo entrenando con el equipo de la escuela. Debes subir tus calificaciones hasta el notable como mínimo.
¡Un notable! El adolescente se levantó del asiento alterado.
— ¡Nunca voy a sacar un notable! ¡No lo hice ni en preescolar!
— Siéntate. Sé mejor que nadie que jamás llegarás a eso con tu cerebro de guisante—Konoha llevaba años sin clasificarse en el torneo y ahora que al fin tenían oportunidad estaba en manos de un cabeza de chorlito como aquél—.Por eso te he preparado ayuda.
No pudo evitar sonreír al oír el educado golpeteo de la puerta antes de abrirse. Un chico de rasgos asiáticos, de piel blanca y ojos oscuros se adentró produciéndose un nada agradable cruce de miradas.
El moreno fue el primero en apartas la mirada dirigiéndose a la directora.
— Me llamaba para…
— Te llamaba para pedirte que te hagas cargo de Naruto, sus notas deben subir al menos hasta el notable para continuar en el…
— ¡¿QUÉ?! —el rubio volvió a levantarse del asiento con la cara desencajada—¡No puedes hacer eso! ¡Él es un estirado insufrible!
Pero no era el único fastidiado, el moreno tenía el ceño fruncido víctima de un tic nervioso.
— Las labores de presidente estudiantil no incluyen ser el profesor particular de un dobe. Además sería una completa pérdida de tiempo, acabaría enseñando a un hámster a sacar sobresaliente antes de que el consiguiera aprobar.
— ¡¿Qué dijiste teme?!
— Dije que tu cerebro es más diminuto que el de un hámster.
Ambos se miraron con sus ojos chispeando rayos de energía asesina.
— ¡Paren ustedes dos! Naruto si no recibes las clases se te expulsará inmediatamente del equipo hasta que mejores tus notas y, Sasuke, si te niegas a aceptar tu expediente será perjudicado. Sería una lástima que un historial tan perfecto se volviera mediocre.
— ¡Tsk!
Parte 2: ♠♠♠
¡Tenía tan mala suerte! Lo último que había deseado en el mundo era pasar las tardes dando clases de apoyo con el Uchiha. Si las integrales eran odiosas, él estar al lado de Sasuke sólo iba a empeorar su rencor hacia ellas.
Sasuke Uchiha era el presidente estudiantil y además el chico más estirado de toda la secundaria. Siempre tenía ese aire de “mírame, soy mejor que tú” que lo sacaba de sus casillas. Aunque no recordaba exactamente cuando había empezado a tomarlo como su archi-enemigo.
Siempre había algunas chicas que lo seguían como bobas pero jamás le había visto ser cálido con nadie, tampoco tenía amigos. Asumía que debía ser un aburrido que jamás apartaba la vista de los libros. Dejó de jugar con el lápiz para mirarlo, Sasuke estaba resolviendo una ecuación mientras daba una breve explicación de vez en cuando, ¿Cómo podría alguien sólo centrarse en estudiar?
—Más te vale estar atento, Usuratonkachi. No voy a dejar que mi expediente baje por tu culpa.
—Cómo si me importara. De hecho—sonrió sabiendo exactamente como fastidiarlo—.No me apetece dar más clase por hoy.
El rubio recogió sus cosas aguantándose la risa. Si el moreno seguía apretando el lápiz de esa forma lo partiría en dos.
El instituto estaba vacío por la tarde, casi al salir se extrañó al ver una pandilla de cinco chicos corpulentos con cara de pocos amigos. La curiosidad le hizo seguirlos, apenas unos metros, para descubrir que discutían con Sasuke.
—Largaos.
—Jajajajaja ¿oyeron eso? —el resto rió hasta que él líder volvió a ponerse serio—. No vamos a irnos. Ahora que no hay nadie podremos ajustar cuentas.
Por el carácter del pelinegro y su posición como presidente estudiantil ya imaginaba que debía tener muchos enemigos, a veces el moreno mandaba matones a dirección. Pero a él no le interesaba lo que le ocurriera así que no pensaba meterse. Y si le daban una paliza al menos le bajarían los humos de grandeza que se cargaba.
Uno de los hombres, el que parecía más corpulento, se abalanzó sobre él dispuesto a golpearlo. Pero Sasuke lo esquivó fácilmente dándole una patada alta que lo hizo volar unos metros.
Los ojos de Naruto se abrieron asombrados. ¿Esos eran movimientos de Kárate? ¡Sasuke no parecía el tipo de chico que supiera de pelea! El resto del grupo no dudó en abalanzarse sobre él, pero a pesar de ser más pesados Sasuke los derrotó fácilmente.
Naruto estaba impresionado, parecía que se había equivocado al pensar que sólo se centraba en los libros ¿Podría el moreno ser más interesante? Sasuke dio la espalda a los matones mostrándole una sonrisa de superioridad después de recoger los libros que se habían caído, había sabido en todo momento que Naruto se encontraba mirándolo.
Fue entonces cuando el líder se levantó de nuevo sacando una navaja del bolsillo para clavársela por la espalda. Naruto no aguantaba a la gente cobarde. Se interpuso entre él y Sasuke doblando la muñeca que sostenía el cuchillo hasta que soltó un crujido y oyó el grito de dolor. Terminó con un puñetazo en la cara, rompiéndole la mandíbula.
El moreno giró el rostro, dando a entender que para nada estaba impresionado pero Naruto lo ignoró.
— ¡Uao! ¡No peleas mal para tener cara de niña! ¡incluso podrías unirte al equipo!
El rubio se había acercado tanto que sus narices casi rozaban.
— No me interesa—sentía su cara más caliente de lo usual, ¿el muy estúpido no conocía lo que era el espacio personal? ¿Y qué era eso de cara de niña? —. No te acerques tanto, dobe.