Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Volviendo a por él (traducción) por KisaTheJoker

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

N/A (autora): Solo es algo que me vino a la mente. Hacedme saber si creéis que merece la pena continuarlo. Ya lo sabéis todos, Kingdom Hearts no me pertenece, así como tampoco los personajes y todo eso.

N/T (traductora): Aquí os presento, para todos aquellos que no lo hayan leído todavía en su versión en inglés, el fanfic de angievalentine189, "Bring him back". Espero que lo disfrutéis tanto como lo estoy disfrutando yo, tanto leyéndolo como traduciéndolo :) ¡Y feliz día AkuRoku! (por atrasado)

Lea sudaba profusamente mientras se obligaba a sí mismo a continuar, ignorando la rigidez de su cuerpo y continuando con su entrenamiento. Había llegado a creer que de verdad sería capaz de dominar rápidamente su recién adquirida habilidad de manejar la llave espada, sin embargo, su lento progreso empezaba a hacerle dudar del concepto que tenía sobre sus propias habilidades. Frustrado, finalmente terminó por lanzar su llave espada y se tumbó sobre el suelo, observando hacia el cielo con molestia. Por un momento, Lea cerró los ojos, preguntándose si algún día podría llegar a ser capaz de manejar su nueva arma con la misma destreza y habilidad con la que el nuevo Maestro Riku y el mismo Sora lo hacían. Sonrió.

«Al menos soy mejor que Kairi, ¿no?».

Suspiró, maldiciéndose a sí mismo por haber rechazado la oferta de ayuda. Deseaba poder ser capaz de hacer frente a sus nuevas emociones. Sin embargo, tras su primer entrenamiento con Sora, no pudo evitar que viniese a él uno de sus recuerdos como Axel en los que aparecía entrenando junto a Roxas. Cuando esto ocurrió, y tras clavar en Sora una mirada de lo más devastada, prácticamente huyó de la escena, no volviendo a aparecer hasta semanas después. El resto del tiempo lo pasó con varias lagunas, llegando a verse atrapado en sus recuerdos, así como en la desesperación por haber sido renacido en una nueva vida… una de la que no tenía el deseo de vivir sin Roxas.

Hacía ya tiempo que había entendido que el Roxas que él conocía, tal y como expresó una vez, se había ido; y ni tan solo así podía deshacerse de ese pequeño hilo de esperanza en su pecho que le decía que probablemente podría llegar a reunirse una vez más con su mejor amigo. Normalmente suprimiría el dolor de su ausencia a través de duros entrenamientos, pero tras aquella escena, no pudo más que reírse de su propia reacción y decirles que deseaba seguir su entrenamiento a solas a partir de ese momento, siendo incapaz de mirar a Sora por mucho tiempo sin terminar sintiendo dolor al saber que Roxas estaba ahí, tan cerca y a la vez tan lejos.

Una vez dejó de lado sus pensamientos, volvió a abrir los ojos, dándose cuenta en ese momento que su visión del cielo había sido obstruida por su pelirroja compañera y aprendiz de llave espada, quien lo miraba con curiosidad.

—Por algún motivo sabía que te encontraría aquí roncando, Axel.

Él suspiró. «¿Es que nunca aprenderán? Así no es como me llamo ahora.»

—Es Lea, y dame un descanso, Kairi. ¡Que he estado entrenando duro! —le replicó, con un puchero.

Ella soltó una risilla y asintió.

—Agitar la llave espada un rato ni siquiera cuenta como entrenamiento.

Lea se incorporó para sentarse, lanzando ambas manos al cielo con fingida molestia y desesperación.

—No seas así, ¡que me he matado a trabajar!

Ella se sentó junto a él y le ofreció algo de agua.

—Conseguirías mejores resultados si practicases contra Riku o Sora.

La miró por un segundo, antes de volver a apartar la vista.

—Nah, no necesito a nadie. Soy más que capaz de manejar esto yo solo. Quiero decir, ¡vamos! Ya sabes lo increíble que soy. —Le sonrió, esperando que su tono divertido la tranquilizase y así lo dejase solo. Ella le sonrió de vuelta, para después fruncir el ceño y mirarlo detenidamente. La sonrisa de Lea tembló, sintiéndose cada vez más incómodo ante el repentino escrutinio. Se llevó la mano a la cara, limpiándose con desesperación—. ¿Es que tengo algo en la cara o qué?

Ella negó con la cabeza y sonrió ligeramente.

—No, es solo que… Me he dado cuenta de que nunca hemos hablado de cómo, aunque fuiste tú quien me secuestró y quien indirectamente terminó llevándome a Saïx, intentaste volver a por mí. Además, poco antes de eso me dijiste que tenías un objetivo parecido al mío. Ambos queríamos volver a ver a alguien a quien habíamos perdido. Volver a reunirnos con un amigo… Y bueno, creo que lo olvidé, y creí que nunca tendría la oportunidad de preguntarte… ¿Conseguiste encontrarlo?

Lea se congeló, y sintió cómo todo a su alrededor se detuvo; el tiempo, su corazón, sus pulmones. «¿Por qué? ¿Por qué tenía que traer esto de vuelta? No… no puedo… Roxas...»

Viendo la mirada de preocupación en su rostro, ella se acercó y lo abrazó.

—No te des por vencido. Lo encontrarás.

Lea soltó una risa amarga.

—No, no lo creo. Tenía un plan para traerlo de vuelta, pero tuve que olvidarlo cuando conocí a Sora de verdad. —Ella lo miró con confusión.

«Ah, supongo que no lo sabe…».

—¿Sabes… quién es Roxas?

Ella asintió lentamente.

—Hablé con él un par de veces; una cuando perdí el conocimiento en la isla, y otra cuando salió de Sora para hablar con Naminé. Entonces ellos… se unieron a nosotros, supongo…

Lea apartó la mirada.

—Roxas… es la persona a la que extraño. Mi mejor amigo… Ambos estábamos juntos en la Organización.

Kairi le lanzó una mirada devastada, con la comprensión dibujándose en ella.

—Roxas es el incorpóreo de Sora…

Lea le sonrió de forma sombría.

—Bingo. No hay ninguna esperanza, ¿eh? No puedo convertir al héroe de nuevo en un Sincorazón. Con todo el esfuerzo que me llevó mantenerlo alejado de los problemas… Le dije a Roxas que nos volveríamos a ver en la próxima vida, y aquí me tienes… Sin él.

«Así que aunque ella piensa que no haya esperanzas, siente lástima por mí… Ni quiero ni necesito su compasión.»

Lea se levantó.

—No te preocupes por ello. Soy un adulto, puedo manejarlo.

Ella alzó la vista hacia él, con las lágrimas apenas contenidas en sus ojos.

—Tú… tú le querías, ¿no es cierto? —le preguntó, con un hilo de voz.

«Wow, me llevó toda la vida para darme cuenta y ella lo logra en un minuto…».

Lea hizo una mueca.

—Soy transparente, ¿no? —Soltó una risa amarga—. Nunca llegué a decírselo, no pude. Yo ni siquiera sabía lo que sentía, o que lo que sentía era "amor"… No lo sabía, e incluso sigo sin saber lo que eso es de verdad, pero sea lo que sea que sienta por Roxas ahora, sé que es algo fuerte, así que supongo que debe estar bien… Por lo que yo entiendo de ese sentimiento, me atrevería a decir que es amor.

De pronto ella se levantó y lo miró de forma intensa.

—Tú le quieres, y estoy segura de que él se preocupaba por ti de la misma manera.

Lea sonrió de forma afectuosa, volviendo la vista hacia la distancia.

—Quién sabe. El chico podía ser bastante despistado cuando quería. Puede que él… Bueno, supongo que nunca lo sabremos, ¿no? Una vez le pregunté si estaba seguro de si no tenía corazón. Me dijo que no lo sabía, pero la forma en la que él a veces… —Suspiró.

Ella volvió la vista hacia el suelo por un instante, para después volver a alzarla, esta vez con la determinación en sus ojos.

—Vamos a encontrar una manera para que al menos puedas hablar con él. Quiero decir, quizás él pueda volver por unos instantes como hizo antes. Hablar contigo por un momento.

Lea negó con la cabeza.

—Ahora no vayas a emocionarte. Dudo que nada pueda funcionar.

Ella lo tomó por el brazo y empezó a tirar de él en dirección al castillo de Yensid.

—Por lo menos tenemos que intentarlo. No seas cobarde.

En cuanto ambos entraron por el castillo se encontraron a Sora deambulando por allí, por lo que Kairi lo tomó a él también del brazo.

—¿Dónde está Riku? —le demandó.

—Eh… ¿Qué está pasando? —preguntó Sora, confundido y algo nervioso.

—¡NO HAY TIEMPO PARA PREGUNTAS! ¡¿DÓNDE ESTÁ?! —gritó ella.

La expresión de Sora se volvió todavía más asustada, empezando a temer por la vida de sus amigos, así como por la suya propia.

—¿Es que se ha… metido en algún problema, Kairi?

Ella negó con la cabeza.

—No, simplemente necesitamos su ayuda. Y ahora vamos.

Empujó las puertas del estudio del Maestro, sintiendo alivio al ver a Riku sentado frente a él. El Maestro Yensid se detuvo para mirarlos.

—¿Qué ocurre? —cuestionó.

Kairi fijó en él una mirada cargada de esperanza y determinación, al tiempo que declaraba en voz bien alta:

—¿Hay alguna manera de sacar a Roxas de Sora? Si no es de forma permanente, ¿al menos por unos instantes? —Sora y Riku miraron a Kairi con confusión. Yensid, sin embargo, se limitó a cerrar los ojos, no llegando a parecer tan sorprendido ante la demanda.

«Él todavía no ha dicho que no. ¿Podría haber alguna oportunidad? Por favor, déjame traerlo de vuelta… Lo necesito de vuelta».

El maestro abrió sus ojos y empezó a hablar con su habitual calma.

—…Podría ser posible… Deberíamos encontrar y aislar su corazón, memorias y conciencia. Entonces buscar alguna manera de volcarlo en un contenedor, similar a aquellas réplicas data de las que Riku habló una vez.

Lea sonrió y soltó un grito de alegría.

—Even y Ienzo han vuelto. Seguramente ellos podrán crear sin problemas un contenedor para Roxas. Podrá tener un cuerpo y ser él mismo de nuevo. —A estas alturas su mirada estaba cargada de esperanza y alegría.

Yensid abrió sus ojos y miró a Lea seriamente.

—No te hagas ilusiones. Hay una gran cantidad de cosas que podrían ir mal. Podríamos herir a Roxas al intentar extraerlo. El contenedor podría no responder, resultando con un Roxas que nunca despertaría. Incluso Roxas podría ser herido también…

Lea lo cortó.

—Sí, sí, sí. Lo pillo. Tener cuidado. Precaución. Hay un montón de tonterías que podrían ir mal. ¡Pero podría funcionar! ¡Roxas puede volver! Así que vamos a quedarnos con la parte buena. ¿Cómo vamos a por él?

Yensid le lanzó una mirada molesta ante la interrupción, sin embargo decidió dejarlo pasar y responder como si no hubiese ocurrido nada.

—Tú, Sora y Riku deberéis volver de nuevo a introduciros en los sueños de Sora y buscar en su mente inconsciente y en su corazón a Roxas. Tendréis que encontrarlo y dar con la manera de traerlo de vuelta. Cuando lo logréis, seguiremos trabajando desde aquí. — Yensid se volvió hacia Sora y Riku—. ¿Os parece bien?

Sora saludó a Yensid, llevándose la mano a la frente, e inmediatamente respondió.

—¡Por supuesto! ¡Traer a Roxas de vuelta sería genial! Él se merece tener su propio cuerpo. —Sonrió.

Riku asintió con la cabeza y simplemente dijo:

—Contad conmigo. Supongo que se lo debo. —Sonrió ligeramente—. Además, no puedo dejar que Sora vaya solo. Quién sabe qué podría pasarle.

Sora se volvió hacia él y le lanzó una mirada ceñuda, llevando sus manos a su cintura.

—¡Estaré bien, Riku! —exclamó, sacándole la lengua para después resoplar. Riku negó con la cabeza lentamente, todavía sonriendo.

—Lo que tú digas, idiota.

Lea dio un paso adelante, interrumpiendo la escena y exclamando.

—¡Vamos a hacerlo! ¡Podremos lograrlo sin problema!

Yensid negó con la cabeza.

—No, no todavía. Necesito descansar y recuperar fuerzas para poder enviaros a los tres. Partiréis una vez haya vuelto de aquí a unas horas.

Lea lo miró incrédulo, pero una sola mirada de Kairi mantuvo su boca cerrada.

En cuanto Yensid se marchó, Sora empezó a saltar y a celebrar su felicidad hacia la misión. Riku se volvió hacia Lea y le preguntó.

—¿Por qué vamos a buscarlo, Axel? ¿Por qué tienes tantas ganas de traerlo de vuelta?

—Primero de todo, es Lea. ¿Lo captas? Y segundo, mis motivos son míos y de nadie más.

Sora lo miró con curiosidad mientras Riku fruncía el ceño e insistía.

—Estamos arriesgando nuestras vidas, y quiero saber por qué. ¿Por qué estás haciendo esto? —Kairi se acercó a él y lo golpeó en el brazo.

—Lea quiere salvar a Roxas porque es su mejor amigo, ¡y es verdadero amor!

Lea se volvió hacia Kairi con una expresión mezcla de shock y horror, empezando a sentir su cara arder al ver cómo ñas bocas de Sora y Riku se abrían con incredulidad. Riku fue el primero en recuperarse y aclarar su garganta.

—¿Tú le quieres?

«Ahora que las cartas están sobre la mesa, no tiene sentido seguir negándolo. Seguramente ellos ni siquiera serán capaces de saber qué hacer ante mi amor por él.»

Lea sonrió.

—Sip, y quiero a mi Roxy se vuelta, así que vamos a hacer esto bien.

Sora sonrió y saltó sobre él para abrazarlo.

—¡Felicidades, Axel! ¡Estoy seguro que Roxas te quiere también, y vamos a asegurarnos de salvarlo para que podáis vivir felices para siempre! Ahora entiendo lo que querías decir cuando me ayudaste y me dijiste dónde encontrar a Kairi.

«Son tan diferentes que a veces me cuesta creer que este chico sea real… Espera, ¿qué?»

—¿Qué acabas de decir? —preguntó Lea con confusión. Sora sonrió.

—Tú me dijiste que Roxas era el único que te gustaba y que él te hizo sentir como si tuvieras corazón… Es genial que vosotros dos os conocierais en la Organización.

Sintiéndose sonrojar, Lea dio unas palmaditas a Sora en la cabeza.

—Sí, sí. El destino nos unió y todo eso. Pero ahora lo que necesito es ir yo mismo a por él.

De esa forma se sentaron a esperar, pasando la mayor parte del tiempo molestando a Lea mientras aguardaban a que Yensid volviese.

—¿Estáis listos los tres? —Yensid les preguntó con voz grave.

Riku y Sora lo saludaron con firmeza, llevándose la mano a la frente.

—¡Sí, señor!

—¡Buena suerte, chicos! —exclamó Kairi.

Lea sintió su cuerpo agitarse con frustración.

—No es por ofender ni nada, ¡pero vamos a hacer esto de una vez!

En ese momento Yensid pareció luchar por no rodar los ojos.

—Muy bien. Cerrad los ojos.

Los tres obedecieron, sintiendo la magia de Yensid empezar a tirar de ellos.

«Voy a por ti, Roxas. Solo espérame un poco más.»


Lea se sintió como flotar. Al abrir los ojos, se vio a sí mismo de pie detrás de Roxas y de sí mismo.

Conozco esto… Es el día en el que él se marchó…

Observó cómo su incorpóreo le cuestionaba a Roxas con desesperación.

¿Te has decidido?

Roxas se volvió hacia él, hablándole con una voz cargada de confusión y frustración.

¿Por qué me escogió la llave espada? Tengo que saberlo.

Axel se volvió hacia él bruscamente en un intento por convencer a su amigo de quedarse.

¡No puedes volverte contra la Organización! ¡Si les das la espalda te destruirán!

Lea sintió una opresión en el pecho cuando, una vez más, vio a Roxas dar la vuelta a continuación, murmurar.

Nadie me echaría de menos.

Lea sintió una lágrima caer de su rostro mientras alcanzaba a decir de nuevo, en sincronización con su yo pasado.

Eso no es cierto… Yo sí.

De pronto, todo se volvió negro una vez más. Entonces Lea se vio esta vez a sí mismo ante Roxas, esta vez cómo el mismo. Viendo esta escena de nuevo, se preguntó:

«¿Esto fue un sueño o pasó de verdad?».

Volvió la vista al frente, observando a Roxas mirar a su doble con una sonrisa triste en su rostro.

Ey, Axel. No te habrás olvidado, ¿no? —preguntó, casi en un susurro. El otro Lea se volvió hacia él con una mirada interrogante mientras respondía.

Mm, ¿qué?

Roxas negó con la cabeza y respondió.

Nos hiciste una promesa… —Por un momento deseó golpear a su otro yo por haber osado olvidarse, molesto al escucharse responder.

¿Lo hice? —Roxas sonrió y respondió.

Que tú siempre estarías ahí… para traernos de vuelta.

Lea asintió lentamente.

Sí…

Roxas le sonrió una vez más y se rió.

¿Lo captas? —Y su imagen desapareció.


Lea abrió sus ojos para ver a Riku y Sora tumbados junto a él en la arena, todavía inconscientes. Sonrió y se acercó para golpearlos a ambos en la cabeza mientras canturreaba.

—¡Arriba, arriba, chicos! ¡Tenemos trabajo que hacer!

Riku gimió y se sentó lentamente, sujetándose la cabeza con ambas manos. Por su parte, Sora se limitó a darle la espalda a Lea, murmurando un "¡cinco minutos más!". Lea agitó su cuerpo le obligó a incorporarse.

—Vamos, princesa. ¡Arriba! —canturreó, en lo que Sora abría sus ojos y le lanzaba una mirada asesina.

—Pesado —murmuró, con un puchero. Finalmente, todos se levantaron y echaron un vistazo al lugaron en el que estaban. Lea observó a su alrededor y sonrió, antes de hablar.

—Este es el primer mundo al que Roxas fue enviado en misión después de Villa Crepúsculo.

Riku alzó una ceja.

—Entonces para encontrarlo tenedremos que ir a través de las versiones de los sueños y memorias de los mundos a los que Roxas fue. ¿Se supone que tiene que estar en uno de ellos o qué? ¿Y cómo vamos a reunir esas memorias?

Sora empezó a correr a través de la arena en dirección al gran palacio.

—Suficiente charla. ¡Vamos a avanzar! ¡¿Roxas, dónde estáaaaaas?!

Riku y Lea se miraron entre ellos con diversión, sacudiendo con la cabeza ante la vista incapacidad de Sora de actuar antes de pensar. Entonces, empezaron a correr tras él.

Notas finales:

N/A: Espero que hayáis disfrutado esto. Hacedme saber si le veis futuro y si queréis que siga adelante.

N/T: En mi opinión no podría haber un mejor inicio de fanfic. En cuanto a las actualizaciones, irán acompañadas de las actualizaciones de la misma autora, con dos o tres capítulos de desventaja para dar un mayor margen. Y solo decir, que cualquier comentario que le hagáis se lo haré llegar yo misma ;)

¡Saludos~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).