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Cuando los padres no estén por dark kirito

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Notas del fanfic:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

 

Escrito en el móvil, errores son sin querer.

 

Muchas gracias a Yayoi y a todos los que leen. Fic dedicado a mi gran amiga AOI, me corrompes, este fic me abrió los ojos de una manera, creo que me gusta ver a Juju molestando a mi enano XD, viva el Judala!!!!!! Y como dije la próxima semana o la que viene nuevo Judala!!!!!!!!!

Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi y a todos los que leen. Fic dedicado a mi gran amiga AOI, me corrompes, este fic me abrió los ojos de una manera, creo que me gusta ver a Juju molestando a mi enano XD, viva el Judala!!!!!! Y como dije la próxima semana o la que viene nuevo Judala!!!!!!!!!

El azabache había tenido un pésimo día en la preparatoria.


El autobús se descompuso por lo que llegó tarde y lo castigaron, olvidó sus deberes por salir corriendo debido a que su despertador no sonó. La profesora decidió hacer un examen sorpresa, un compañero le recordó a otro tutor que no había dejado tarea y debido a que lo golpeó por ello le dejaron un trabajo extra y le mandaron a detención. De camino a casa se encontró a unos sujetos que intentaban asaltar a una viejita, se los surtió y al llegar los policías le reprendieron por inconsciente. Se soltó a decirles de groserías y le dijeron hasta de que se iba a morir, por fortuna logró escapar de ellos. Molesto, fastidiado y con ganas de golpear al primer infeliz que se cruzara en su camino llegó a casa. Tiro su mochila en el suelo valiéndole gorro lo que fuera de ella, entró en la cocina para tomar algo que pudiera matar el hambre, y ahí le vio. Sentado cual niño inocente moviendo sus piernas de manera juguetona y tomando un vaso de leche.


-Que onda enano.


-Hola Judal-kun.


No dijo más, se giró buscando algunas naranjas, a últimas fechas le hostiga el sabor a durazno. ¿A quién engaña? Es adicto a ellos pero su madre se los tiene prohibidos por decir que a este paso se volverá diabético. Encuentra su objetivo y apuñala al pobre fruto haciéndole pagar por la frustración acumulada a lo largo del día. Se sienta a la mesa y el menor le mira con esos intensos ojos azules que le pondrían nervioso de no ser un cínico al que le da completamente igual que su hermano se de cuenta de lo que siente por él. El peli azul continua degustando el producto lácteo, dejando un simpático bigote sobre sus labios, el mayor como buen hermano se acerca y le limpia con una sevilleta, e igual aprovechan para acariciar sus labios sin que este se de cuenta, con toda inocencia el pequeño sonríe.


-Gracias Judal-kun.


-A la otra no seas tan torpe, tienes doce, deberías empezar a madurar. ¿No se supone que es la edad de la punzada? ¿Cuándo se supone que te cojas a una vieja o viejo? Me da igual.


-¡Judal-kun!


El pequeño se sonrojo y oculto su rostro con el vaso de leche, o lo intento porque siendo transparente y estando casi vacío no cumplía el cometido. Sus labios temblaron en un torpe pero lindo movimiento. El azabache le miraba extasiado. Sabe lo que su manera de hablar provoca y precisamente por eso lo hace. Nada le produce más placer que ver esas expresiones en su hermano. ¿Qué si está enfermo por desearle de esa manera siendo su familiar? Irrelevante, el que compartan genes es lo de menos. Es más es una enorme ventaja porque así puede acosarle todo el tiempo. Después de unos minutos el menor muestra su habitual sonrisa, tenía que ser tan simple, sin embargo no se queja de ello. De esa manera puede pasar más tiempo ideando situaciones en donde le haga avergonzar, algo así como un juego. Uno del que es fanático. Escucha que la puerta de su casa se abre y finge demencia. Es algo muy divertido de hacer, siempre y cuando los padres no estén, ya tendra más tiempo para cumplir sus deseos.


........................


Por la noche el peli azul se va a dormir.


Se recuesta y abraza su enorme oso de peluche. Hasta a su madre le parece extraño que en lugar de revistas con chicas en poca ropa o algo por el estilo el joven haya pedido semejante regalo, estuvo a punto de decirle que no. Pero cuando Aladdin te mira con esos ojitos llenos de ilusión implorando algo. ¿Cómo decirle que no?


  Tiene una pesadilla, tal parece que ver películas de terror no es su fuerte, y todo porque Judal le obligó a verlas, pero no puede evitarlo, ama que su hermano se abraze a él con fuerza cuando es víctima del más puro terror. Es perverso y lo sabe. El chico se levanta de la cama y sale de su habitación abandonando su osito, pero entiende que llevarle consigo  es mala idea, pues parece que su hermano le odia con el alma, lo que no sabe es que esta celoso...de un juguete.


  Llega al cuarto del mayor y toca la puerta, el oji rubí está despierto terminando el mentado trabajo extra y todo por ver películas en lugar de trabajar, pero ese niño nubla su juicio y doblega su voluntad. Ve al peli azul que se adentra, no parece prestarle el más mínimo interés, pero que eso no engañe, Judal es un actor de primer nivel. Por dentro esta que arde de deseo y con ganas de saltarle encima cual depredador. El un hambriento lobo y en su poder un pequeño e inocente borreguito que ha llegado ofreciéndose solo en charola de plata. Y es que solo hace falta notar lo enorme que le queda la pijama para casi morir de ternura, bueno los pensamientos del azabache van más allá, mucho. Hace una seña al niño para pedirle que se acerque a él. El otro obedece la indicación y en nada sus mangas son atadas la una a la otra en una hábil y rápida travesura del mayor que no puede dejar de reír con la ingenuidad.


  El contrario le mira con las mejillas sonrojadas y los ojos llorosos en un claro gesto de que esta molesto, aunque ese dulce rostro no causa el efecto esperado en su hermano que esta más que feliz de verle sufrir. Sus miradas se mantuvieron fijas en una batalla que al poco perdió el menor vencido por el agotamiento, frotó sus ojitos con las mangas que aún continuaban unidas y que el otro no planeaba separar. Las cuales serían bastante fáciles de volver a su estado original si esto no significara quitarse la camisa delante de su hermano lo cual le da tremenda vergüenza. También podría retirarse en lo que lo hace y volver, pero la oscuridad sumada al miedo por la película y eventual pesadilla no ayudan para nada. Resignado se recuesta sobre el lecho de su hermano que esta tan impregnado de su aroma que en nada sirve como somnifero lo que provocó un inmediato y muy tierno suspiro de su parte. Judal sonríe y se levanta de su escritorio, le cubre con la sábana y da un casto beso sobre su frente, ha sido lo suficientemente malo por hoy.


...........................


Va al colegio como toda la vida; algo sin importancia para él.


Por fin regresa a casa y se le hace curioso el no ver al menor por los alrededores. Sube al cuarto de este y tampoco le haya, se dirige al cuarto de baño. Antes de llegar escucha que este entona una canción con tan hermosa voz. Sin el menor empacho abre la puerta y se adentra.


-¿Qué haces enano?


Este se ruborizó con fuerza y metió todo el cuerpo incluida la cabeza en la tina. El mayor se acercó bastante divertido mirando, esperando. Unas burbujitas se formaron en la superficie provocando que ampliará su mueca. Una vez más el peli azul ante sus ojos casi colapsado por contener el aliento. Respira agitadamente para deleite de su perverso hermano que finge preocupación; bueno tampoco es que le valga un reverendo pepino su seguridad, pero molestarle es tan deliciosamente sensual para su maníatica mentecita.


-¿Podrías darte la vuelta? Quiero vestirme y me da pena que me veas sin ropa.


-Nah, ni que fuera la gran cosa pero ya que.


Se retira del sitio y va a la cocina pues tiene hambre. Revisa el refrigerador y se da cuenta que como siempre su madre ha dejado los alimentos listos, sin más se dispone a comer.


Su hermano llega instantes después con la toalla en la cabeza intentando secar de manera torpe su cabello; el otro se levanta y le auxilia en la labor inspirando tan delicioso aroma del shampoo de manzana.


El peli azul frota un poco incómodo su ojo.


-¿Qué sucede enano?


-Creo que me cayó un poco de jabón.


-¿Duele?


-No mucho, pero se siente raro.


-Déjame ver.


El azabache se inclino sobre el pequeño pero no percibió algo distinto, se acercaba cada vez con el empeño de eliminar las dudas, se apróximo tanto y de manera tan descuidada que terminó tocando los labios de su hermano quien se alejó de golpe y los rozaba sonrojado con la yema de sus dedos.


-Ah...


  Fue el único torpe comentario que alcanzó a emitir, estaba confundido, sin embargo esta claro que todo ha sido un accidente, si eso debe ser en tan solo unos segundos el mayor se burlara de él y...no, espera ¿qué está sucediendo? ¿Por qué el contrario le mira de esa manera? ¿Por qué le sujeta de la cintura? ¿Por qué...?


Las interrogantes quedaron atoradas en alguna parte de su mente. Sus hermosos orbes celestes se abrieron en demasía a la vez que se veía imposibilitado de hablar. Sus labios fueron apresados sorpresivamente y no parecía tener intenciones de dejarle ir. Esta claro que el único que disfruta el beso es Judal que cierra los ojos y toca con sutileza la pequeña boquita. ¿Quién puede culparle por hacerse adicto en un segundo de tan exquisito sabor a manzana? Sin duda su hermano menor es todo un manjar, seria muy idiota si le deja ir sin estar satisfecho. El aire comienza a escasear en los pequeños pulmones del peli azul; ni así dejara ir a su presa, total si se termina desmayando podrá darle respiración boca a boca, el chiste es no permitirle la huida. El menor comienza a cerrar los ojos en clara seña de que dicho momento está cerca, es soltado de golpe e introduce todo el aire posible de jalón. En ese momento Judal maldice como nunca su terrible condición. ¿Por qué es el único en su familia que es tan pátetico? ¿Simple genética? ¿Consecuencias de su nula actividad física? ¿Un poder invisible protege a tan indefenso ser de él? Lo que sea no importa mucho en realidad. Siempre puede recuperarse y correr tras el joven que ha escapado a máxima velocidad con el rostro tan rojo como el fruto que ese niño tanto ama.


.....................


La mente de Aladdin es todo un caos. Los labios de su hermano continúan tan indelebles sobre los suyos que aún puede apreciar cada aspecto de ellos. Se sienta en la cama mientras se cubre con la sábana. Cualquiera que entre al sitio podrá apreciar un pequeño bultito tembloroso. El calor se existiende en cada rincón de su ser. La vergüenza es insoportable y sin embargo no esta molesto. Casi podría asegurar que quiere repetir la experiencia y eso le altera aún más. ¿De qué manera ve al mayor? ¿Lo quiere como a un hermano? ¿O siempre ha tenido un sentimiento distinto y hasta ahora le ha notado?


....................


Ha pasado una semana desde ese beso y el azabache no he dicho o ha pedido explicación alguna, pero ni como. Goza admirando lo contrariado que está el peli azul. Incluso camina de manera torpe cuando pasa a un lado suyo: momentos que el aprovecha para ponerle el pie y hacerle torpezar, claro jamás le deja caer. Todo lo contrario lo hace con la intención de prestar ayuda, tomarle de la cintura y robarle otro beso. Luego de ese tipo de escenas en niño emprende la fuga cada vez más ansioso.


......................


Ha pasado una semana más y Judal comienza a pensar que su hermano esta desvariando pues en más de una ocasión escucho al menor platicando con su enorme oso. Esta bien seguro de que le pide consejo romántico; jamás recibe respuesta. Por fortuna no esta tan loco como para imaginar que este entabla conversación con él. Sus ojos brillan y su sonrisa perversa hace aparición.


Espera pacientemente en su cuarto con la puerta entreabierta, como si no tuviera algo mejor que hacer. Es una fortuna que sus habitaciones sean contiguas. Escucha el sonido de la puerta ajena. Su hermano ha ido por un juguito. Instante que aprovecha para colarse en el sitio. Se mete rápidamente debajo de la cama esperando cierto momento.


El peli azul regresa, se sienta en la cama y se abraza de su amigo.


  -Estoy confundido, no se que pensar. No logro entender si Judal-kun va enserio conmigo o solo esta jugando.


-¿Qué sientes tu por él?


Es evidente que la voz pertenece al oji rubí pues ni siquiera hizo intento de distorsionarla un poco, pero el pequeño con toda la ingenuidad del mundo ha caído redondito en la trampa.


-Al principio no me di cuenta de nada, pero luego del primer beso me sentí extraño. Comenze a desear que me besara todo el tiempo y entonces me di cuenta, quiero mucho a mi hermano.


-¿Qué tanto?-ante la pregunta el peli azul se ruborizó.


-¿Eh?


-¿Qué clase de amor es el que le tienes? ¿Le detendrías si quisiese hacerte el amor?-sin respuesta-¿enano?-igual.


Su nula paciencia se esfumó y decidió salir de su escondite, solo para notar que el otro ha hundido el rostro en el peluche. Se acerca molesto, con una mano toma el juguete al cual lanza lejos y con la otra sujeta la muñeca del pequeño para recostarle en la cama. Coloca sus piernas a los costados del menor, es tan pequeño que hasta a él le parece increíble. Siente que es perverso y le encanta por lo que sonríe. Toma la otra muñeca y pone ambos brazos a los lados, el peli azul no tiene manera de escapar aunque tampoco parece querer intentarlo. Desvía la mirada avergonzado pero no molesto. El azabache acerca su rostro y roza los labios ajenos a penas, sonríe con maldad al tiempo que su corazón se llena de felicidad; el oji azul no ha esquivado el contacto e incluso ha parado su boquita casi implorando un beso. Pero no se lo da, toca con suavidad los labios del pequeño para incrementar el suplicio, pero es tan divertido hacer ese tipo de travesuras, da un casto beso en el suave cuello infantil provocandole al otro un suspiro y de esa manera continúa jugando con él hasta que se decide a hacerlo suyo, pues tanto "juego" le ha "inspirado" en cierta forma, después de todo es un hombre.


Se dispone a retirar la ropa del pequeño, pero en ese momento escucha la puerta de su hogar y sale disparado a su cuarto. Pues donde su madre la que supone acaba de llegar lo vea en dicha situación lo castra por casi desflorar a su retoño, al llegar casi estrella la cabeza contra la pared. Se ha quedado con unas ganas y nadie más que el tiene la culpa.


De no haber sido un idiota que solo tonteaba con el niño habría podido hacerlo suyo y le hubiera dejado bien claro que no estaba jugando. Esta de acuerdo que por la manera en que le trata es lo que parece; pero sus sentimientos son muy serios. Está enamorado casi de manera enfermiza de él, todos sus pensamientos son ocupados por una sola presencia, todo en su ser, ya sea físico o espíritual esta destinado solo a ese ángel de contenedor pequeño, solo espera no haber arruinado las cosas.


........................


A buena hora decidieron emparejarse las vacaciones escolares y las de sus padres que desean pasar tiempo familiar de calidad. Y no es que le disguste tal cosa. ¡Pero por dios no le han dejado ni a sol ni a sombra! El solo quiere un par de segundos para arreglar las cosas, pero Aladdin le esquiva la mirada y ya ni se diga el contacto. Si tan solo no hubiera nadie más ya le habría sacado la verdad con una sutil bofetada con sus labios hasta hacerle sonrojar...¿seguro que no está describiendo un beso en la mejilla? Lo que sea, no es del tipo que hace ridículezes.


Una semana que transcurrió a cuenta gotas. Tediosa, desesperante y monótona. Pero por fin llegó el lunes, solo es cuestión de ir al maldito colegio y de regreso tendra la oportunidad que tanto quiere.


  Las horas pasaron con inesperada velocidad y llegó a su hogar, frunció el ceño al no encontrar al peli azul en la sala, cocina, habitación, baño, prácticamente en cada rincón. Molesto a más bien furioso se dirigió a su alcoba y enorme fue su sorpresa al encontrar al niño senado en su cama. Tenía una expresión serena, bastante madura que le sorprendió pues no conocía esa faceta de Aladdin, se sentó a un lado suyo guardando silencio.


-Necesitamos hablar Judal-kun-dijo con decisión.


-Si es para quejarte de los besos que te di ahorrate el comentario.


-No es por eso. No estoy molesto. Estos días me dieron el tiempo necesario para pensar. Estaba confundido y tenía miedo. No queria admitir que quizá solo estuvieras jugando conmigo, pero logré darme cuenta de algo. No importa que no me correspondas, va a doler y no lo niego, pero te quiero, no, yo te amo y no me refiero a un sentimiento fraternal. Preguntaste ¿hasta dónde te dejaría llegar? Y ahora lo sé, si es a tu lado puedo hacer lo que sea. Un beso, una caricia, hacer el amor; contigo nada me da miedo, bueno era todo lo que tenía que decir, no es mi intención obligarte a darme una respuesta. Pero para mi era muy importante que conocieras mis sentimientos.


Se levanto con la intención de marcharse pero fue jalado del brazo con brusquedad, y besado "a la fuerza" por su hermano, cuando rompieron el contacto el mayor le miró con intensidad, en sus ojos escarlata podía apreciarse un gran brillo algo siniestro.


-Estúpido enano, yo también te amo, no te habría hecho todo eso si no fuera así, ante mi no tienes que fingir, siempre lo voy a aceptar todo de ti, así seas un completo idiota. Por eso no tienes que forzar una actitud madura, me gusta más cuando eres tu, total no tengo complejos.


El oji azul dejó salir las lágrimas mientras su rostro se coloreaba de un intenso carmín. Se abrazo con ahínco al cuello del azabache y continuo llorando hasta que las fuerzas se le agotaron, sin embargo se mantenía despierto.


-Te amo enano.


-Yo también y mucho Judal-kun.


Volvieron a besarse durante un período prolongado hasta que la puerta sonó de nuevo, el pequeño ya recuperado se levanto y dirigió a la puerta, antes de salir por completo miró a su hermano.


-Hagamoslo otra vez cuando nuestros padres no estén.


Y desapareció mostrando una sonrisa sugerente. El azabache sonrió con malicia.


-¿Quién estaba jugando con quién eh?


Se tiro en el lecho y echo a reír, siempre supo que su hermano era más de lo que aparentaba y tiene mucho tiempo para descubrir las sorpresas que guarda en su interior, lo mejor de todo tendrá muchas oportunidades, pues tal y como lo dijo el otro solo hace falta que sus padres no estén para que entre los dos hagan y deshagan de su vida, sin mayor interrupción más que el cansancio que sufrirá el niño a causa suya, porque ni  crea que el amor de Judal es dulce y rosa, es apasionado y obsesivo. Lo que el desconoce es que el oji celeste esta más que enterado, se llevará una grata sorpresa cuando descubra que el tampoco es una blanca palomita.

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que leen!!!!!!! >///////<♥♥♥♥


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