Ahora se pasó hasta la parte trasera hasta aplastar mi cuerpo con el suyo.
Trato de luchar, pero con mis manos esposadas y esas bestias apoyando sus codos sobre mi frágil espalda es realmente imposible. Mi frustración se detiene en el cuero del asiento, mi saliva y mi aliento lo mojaron un poco.
No sé cuando tiempo ha pasado, tal vez segundos, minutos u horas, he perdido la noción del tiempo. Pero tiempo, parece que es algo que no tiene la mínima intención de perder ese desgraciado.
- ¡Maldición! - reclama el tipo justo a la altura de mi oído - No entra - agrega casi furioso todavía empujando su asqueroso miembro contra mi recto. Aprieto lo más que puedo para impedirle el paso.
- No se preocupe, nosotros lo ayudamos - dijo uno de ellos con amplia lujuria.
Yo sólo pido internamente que esto acabe pronto. Ya perdí las esperanzas de una salvación, no queda más que resignarme a una violación, sólo espero que no duela mucho.
De pronto un jalón a una de mis nalgas que la separa ampliamente de la otra, el mismo destino obtiene la otra. Cada uno de los ellos me sujetó de allí para dejar mi orificio libre.
Esto es tan repugnante y asqueroso que no puedo describirlo con palabras. Me siento tan avergonzado por lo que está pasando, pero sobretodo me enojo conmigo mismo por no poder hacer algo al respecto.
Un dolor infernal invade todo mi ser que mi garganta adolorida lo resiente no apenas un quejido sale de ella y me lastima. Pero por dentro el grito es más desgarrador de lo que realmente pude emitir. Callan mis sollozos arremetiendo más mi rostro sobre el asiento.
- Vaya, apenas si pude meter un dedo y me está apretando mucho - se burla con lujuria. Su voz es rasposa que me hace desear matarlo.
- Que delicia -
- Se lo traga todito -
Escucho decir y me lleno de rabia. Sin embargo, los movimientos que hace el asqueroso sujeto mientras suelta gemidos justo a la altura de mi oído me hace olvidarme de todo para sólo concentrarme en el dolor que estoy sintiendo.
- Miren muchachos - percibo que me he liberado porque mi entrada es liberada ¿eso es bueno o es malo? - Es sangre, este putito es virgen - los otros celebran y lo alientan.
Aprieto los dientes con fuerza, supongo que el líquido que estoy sintiendo entre mis muslos es eso. Malditos, juro que me la pagarán, no sé cómo le haga, pero lo haré, tan sólo pienso.
- No puedo esperar a meterle esto - nuevamente siento que golpea mis glúteos con su pene. Esto está cada vez peor.
Los gemidos y jadeos morbosos de los tres, no los puedo soportar.
Me siento nuevamente invadido ahora creo que ya no es sólo un dedo, parecen ser dos, mientras el resto de sus dedos rasgan la parte interna de mis nalgas al momento que topan con mi piel.
A pocos metros distancia
*Cambio de POV*
- ¿Qué hace un vehículo como ese estacionado justamente aquí? - me pregunto a mí mismo y a mis compañeros. Sin duda esto es bastante extraño. Pocas veces gente “como esa” ronda por los alrededores, ni mucho menos se queda esperando.
- ¿Habrá alguien allí dentro? - escucho la voz de Krillin pero nadie le responde. Es que todos tenemos esa duda.
- ¿Y si lo abandonaron? - ahora habla Yamcha con emoción. Como si hubiéramos encontrado una mina de oro. ¿Qué probabilidad hay de que eso sea posible? Cero seguramente.
- No digas tonterías, ¿quién dejaría un auto tan lujoso como ese? - comentó Pikoro y es muy buena conclusión, como siempre, siendo el más listo de nosotros.
- Esperen un momento - nos detiene Ten colocando sus brazos a los costados impidiendo que con ello continuemos avanzando - Yo creo que es una trampa - expuso con cautela y hasta temeroso.
- No puedo irme sin averiguar lo que está pasando - expongo con determinación.
- No seas terco, Goku. Sea lo que sea no es nuestro problema - declaró Krillin retrocediendo un poco.
- Si no quieren acompañarme los comprendo, pero no me pidan que me quede con los brazos cruzados - les explico sin rodeos.
- Está bien - escucho el suspiro que emitió Yamcha resignado - Tampoco te vamos a dejar “morir solo” somos un equipo ¿lo recuerdas? -
Fui el primero en acercarme, me paré en la parte delantera, todos los vidrios estaban completamente cerrados, pero presiento que hay algo mal. Por los movimientos bruscos y repentinos que hace el coche, estoy seguro que algo está pasando dentro. Mi corazón se acelera cuando finalmente puedo medio visualizar lo que parece ser...
- ¡Rápido! - aceleré el paso dejando caer la caja de chicles que me acompañaba - Creo que alguien adentro necesita nuestra ayuda, no puedo distinguir bien, pero me parece que están peleando o que tienen a una persona en contra de su voluntad adentro - comienzo a golpear frenéticamente el parabrisas pero nada.
- No te metas en problemas, Goku - continúo insistiendo Krillin. Pero simplemente no puedo quedarme conforme.
- Es nuestro amigo, y ya sabemos como es, vamos a averiguar qué pasa - escucho hablar a Yamcha.
Como la vista hacia el interior es muy escasa al frente y prácticamente nula en los lados, empezamos a mover con brusquedad el vehículo, buscando con eso llamar la atención de quienes se encuentran en el. A los pocos segundos, cuando el auto se tornó tambaleante, lo logramos.
- ¿Qué quieren escuincles mugrosos? - un tipo alto y corpulento sale y no duda en amenazarnos con una pistola. Pero como somos cinco, no puede apuntarnos a todos al mismo tiempo.
- ¿Qué está pasando? - me atrevo a cuestionar con determinación - ¿Quienes son ustedes y qué hacen aquí? - añado mostrándome valiente.
- Eso no es su problema apestosos ¡largo de aquí! si no la pasarán muy mal - sentenció apuntando directamente hacia mí. Pero ninguno de mis compañeros ni yo retrocedemos.
- Ya acaba con ellos - se escucha una voz desde el interior más potente que la del tipo de afuera, por sus palabras seguramente sea su jefe o algo así.
- Ahora sí estás acabado - jaló el gatillo dispuesto a todo, pero en ese momento, Pikoro que era el más próximo a él lo empujó logrando derribarlo gracias a que estaba distraído por las palabras de quien le habló dentro del vehículo.
No dudamos en abalanzarnos contra él, que aunque se ve fuerte, estaba más preocupado por recuperar su pistola sobre el pavimento que enfrentarnos.
- ¿A qué están jugando allá afuera? ¡interrumpen mi diversión! - se oye ese potente alarido que si bien nos asusta, hemos pasado a cosas como estas tan seguido que ya no nos detiene. Al contrario para el tipo éste, que al parecer le tiene miedo a su “jefe” y se pone tan molesto por la reprimenda que hasta pierde el control de la situación.
Entre Yamcha, Pikoro y yo estamos luchando contra él por el poder del arma. En un rápido movimiento logramos apuntarla a la altura de su pecho y que la bala penetrara en el. También Ten y Krillin ayudaron mordiendo sus pies.
Veo que otro de ellos sale luego del potente ruido que hizo la pistola. Nos mira con odio pero pronto corre hacia su amigo que empieza a escupir sangre por la boca.
Yo me adelanto y como puedo saco al chico que se encuentra en la parte trasera del auto que no deja de pedir ayuda a gritos. Casi se cae en el proceso puesto que sus manos están amarradas y pantalón abajo. Tiene pena que intenta cubrirse para que no lo vea, pero no puede moverse siquiera. El tipo que es más gordo y grande que los otros dos que están afuera intenta detenerme pero mis amigos me ayudan y se lo impiden.
Subo los pantalones del muchacho y me agradece con su sola mirada. Pero no es tiempo para detenernos.
- Corre ¡rápido! - lo tomo del brazo y empiezo a jalarlo para que me siguiera. Está tan pálido y en shock que se le dificulta reaccionar. Además de que por su delgadez, por las esposas en sus muñecas y por sus heridas estuvo a punto de desvanecerse en el camino.
- ¡¡¿Qué haces estúpido?!! ¡¡Síguelos ahora mismo!! - escucho ese potente grito a lo lejos mientras seguimos corriendo intentando escapar.
- Espera - se detiene de golpe y empieza la parte izquierda de su bajo vientre con lo que puede de su brazo atado.
- ¿Qué pasa? - le pregunto apurado - Nos encontrarán - lo presiono para que continúe.
- Me duele - se queja intentando frotarse su bajo vientre.
- Yo te ayudo - como puedo lo llevo sobre mis hombros como si de un costal se tratara.
Luego de unos minutos finalmente nos encondimos en una especie de sótano debajo de un puente. Todos estamos respirando forzosamente y con el corazón latiendo a todo lo que dá.
Cuando logramos salir de la impresión:
- Tiraste toda la mercancía, Goku - me regaña Yamcha - ¿Ahora que vamos a vender? - agregó con reproche.
- No esperabas que me regresara por ella ¿o sí? - le contesto con cierta burla.
- Pues … - ya no dijo nada más.
- Además eso es lo de menos, lo importante es que pudimos escapar y que él - señalé a nuestro nuevo compañero - Está bien -
- ¿Creen que esté muerto? - toma la palabra Krillin notándose preocupado.
- Si lo está, se lo merecía - habló el chico entrecortado y con mucho coraje. Por su expresión, se ve que la pasó muy mal con esos tipos.
- Podrían meternos a la cárcel - expresó muy nervioso Ten.
- De cualquier manera estamos en la calle - expongo sin rodeos.
- Pero somos libres - me responde Yamcha y reconozco que tiene razón.
- Por cierto, ¿cómo te llamas? - ahora me dirijo hacia él.
- Vegeta - me dijo tímidamente.
- Yo soy Goku - me presento con una amplia sonrisa - Él que es chaparrito que tú es Krillin -
- Oye - escucho su quejido, no le gusta que le diga así.
- Él es Yamcha, el Tien Shin Han y el Pikoro - los presento de la misma manera.
- Pues gracias por su ayuda, pero ahora ¿qué hago con esto? - nos muestra sus muñecas que sigen atadas.
- Luego resolvemos eso - nos interrumpió Pikoro - Creo que aquellos tipos a lo lejos son los mismos que ...
- No puede ser - decimos todos al unísono.
- ¡¡Corran!! -
Continuará.........