Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

That Is How I Knew You Were The One por sparksbtwnsugakookie

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

  • Jeon Jungkook/Min Yoongi | Suga

Tú y yo, somos un tanto irregulares. Cuando me sostienes en tus brazos, formamos todo tipo de ángulos desiguales pero al final –en cierto modo- encontramos cómo encajar. Cuando camino a tu lado, mi altura sobre la tuya se deja notar. Soy más alto que tú y no intentas ocultar que eso te molesta.

 

--

 

Somos una especie de cliché. Tú podrías caminar alrededor de la ciudad con solo un vaso de café en una mano y tu cámara en la otra, y como toda buena escena cliché, nosotros nos encontraríamos en una tarde de lluvia. Yo estaría sentado en el banquillo escribiendo poseía y tú, con la cámara colgando en tu cuello, sostendrías un paraguas sobre mí.

 

--

 

Las gotas de lluvia no dejan de caer sobre mi cuaderno y de repente un leve tono rojo se hace notar sobre el papel blanco. Miro hacia arriba y me encuentro con tu rostro sonriente. Sostienes el paraguas exclusivamente sobre mí y la lluvia moja tu cabello atrayéndolos a tus ojos.

 

“Bueno, estos encuentros son lo que toda novela romántica cliché necesita” dices, a medida que caminas alrededor del banco para sentarte a lado mío. El paraguas no se mueve de su lugar por encima de mi cabeza. Me toma un minuto darme cuenta de que estoy tan paralizado por tus movimientos que no he dicho nada aún. Hay palabras que bailan alrededor de mi cabeza, me dejas perplejo y no estoy seguro del porqué. Solo me quedo en silencio, mirándote.  El rubor sube por mis mejillas y desvío mi mirada al suelo. Intento mirarte otra vez y noto que estás leyendo sobre mi hombro. ‘Es así como supe que eras el indicado’ lees y me observas.  “¿Es esto en lo que has estado trabajando todos los días que nos hemos encontrado?” continuas.

 

“Intento reflejar el desarrollo del amor” es lo que único que sale de respuesta por parte mía.

 

La siguiente vez que nos encontramos, me muestras las diferentes fotografías de parejas que tienes. Me explicas el sentimiento que te trasmitió cada toma y me pregunto mientras te veo, si es así como el amor se encamina para encontrar a la persona correcta, o es que tal vez yo ya lo había encontrado.

 

--

 

“En realidad no lo entiendo” dices en un susurro. “No entiendo por qué no ha funcionado para ti y para mí sí” Realmente lo sientes y tu rostro es el más puro y honesto que he visto en meses.

 

“¿Por qué molestarse en leer miles de palabras cuando una fotografía puede hacerte sentir lo mismo?” Pregunto, pero tu rostro sigue luciendo esa expresión devastada. “No estoy enojado, Yoongi” Sonreí. “Creo que es el momento justo para renunciar a esto”

 

--

 

A estas horas debes estar intentando zafarte de ellos, intentando estar solo aunque realmente jamás lo estas, siempre hay una multitud esperando hablar contigo.

 

Estoy sentado en casa, con una botella de cerveza y con mis cuadernos para escribir múltiples cosas que nunca serán publicados, pero realmente no me importa… porque todo lo que siempre he querido es a ti.

 

--

 

Te preguntan dónde te estas quedando y mientras respondes, tus ojos buscan los míos. Los leo como una invitación informal, bastante tentativa aunque sin respuesta. Te disculpas y te despides, como terminas las últimas gotas de champagne y te levantas para salir, chocando con varias personas en el camino. Cuando te vas, la gente a mi alrededor comienza a disiparse y me quedo solo, sosteniendo mi copa de champagne en silencio entre los dedos. Podría dejarlo caer, ver que se hiciera añicos -con los fragmentos de vidrio volar por todo el suelo, arrastrando el líquido por debajo de ellos- y nadie se daría cuenta. Por lo menos algunos sí por las astillas que podrían adherirse a sus talones o por la mancha que verían en sus vestidos.

 

Considero quedarme en medio de toda la efervescencia del ruido, pero luego de unos minutos a solas -en el silencio de mi propia burbuja- cambio de opinión.

 

Nadie estaba aquí por mí, lo sé; pero no es como si ellos estuvieran por ti, tampoco. Esta noche era para la ciudad entera, pero te las arreglaste para brillar y destacar en medio del caos. Has sido la principal atracción y yo no he tenido ni una conversación en toda la noche, ni siquiera contigo. A medida que el alcohol me dirige camino hacia tu habitación, me pregunto qué pasó con el chico que escribía poesía y el muchacho con la cámara. Tu trabajo ha sido utilizado incontables veces y el mío recientemente publicado, pero esto no es lo que he soñado tener.  

 

Me despierto en la mañana como los rayos de luz se reflejan a través de las cortinas abiertas. Creo escuchar el ruido de la ducha y las luces encenderse pero solo es mi resaca empezando a golpearme. No hay nadie en la habitación más que yo. Me pongo a pensar en los treinta meses que nos hemos conocido, como nuestros paseos por la ciudad y nuestras conversaciones sin sentido sobre el café ponían la más grande sonrisa en mi rostro.  El cómo mi escritura se ha vuelto más madura y ligera, aunque todo ello haya sido gracias a ti.

 

--

 

Han pasado seis meses desde la última exposición de tus fotografías y me pregunto cuánto de ellos reflejan nuestros propios recuerdos. Estamos sentando en un banquillo diferente, en otra ciudad, pero yo con el mismo cuaderno y tú con la misma cámara. Subo mis piernas al banco y dejo reposar mis muslos bajo mis piernas cruzadas. Tus brazos se envuelven alrededor de mi cintura sin esfuerzo y dejas posar tu mentón sobre mi hombro, mientras me miras escribir. Este es otro día normal para nosotros. Los mejores días para mí.

 

--

 

“¿Alguna vez has deseado tener un público mayor que el mío?” tú preguntas mientras revisas la última fotografía de la galería.

 

“Tu opinión es la única que me importa” contesté, encogiendo mis hombros. Tu silencio me dice que quizá esa no era la respuesta que esperabas, y te quedas perdido en tus pensamientos durante el resto del día.

 

--

 

A ojos de la gente no parecemos encajar, y quizá lo que todo el mundo piense es que estamos lejos de ser el uno para el otro. Pero la forma en la que tus brazos se ajustan perfectamente alrededor de mis caderas cada vez que hacemos el amor o la sonrisa inevitable en mi rostro cada que tu cabeza descansa sobre mi regazo cuando estoy escribiendo… me hace pensar todo lo contrario.

 

--

 

Tumbado en el extremo del colchón, estiré mi brazo y lo dejé allí unos segundos, escuchando rechinar a los huesos adormecidos. Con medio cuerpo fuera del colchón desplacé mi mano hacia el piso alfombrado para sostenerme, cuando me topé con los borde de un libro por debajo de la cama. Volviendo mi cuerpo al colchón, abro el libro y descubro que es un álbum de recortes.

 

Hay fotografías de la ciudad en cada página, de todos los lugares que hemos visitado juntos; y de bajo de cada uno, varias citas de mi libro escritas con tu letra. La última tiene una serie de tres fotos, todas son mías. En la primera estoy sentando en el sillón, con los labios cerrados y tensos sin mirar a la cámara. Era seguro que estaba molesto cuando la tomaste. En la otra estoy sonriendo, con los dientes notables y crema chantilly sobre el rostro. Por el cabello rubio asumo que esta fue tomada en mi último cumpleaños. En la última, estoy desnudo sobre la cama, con un tono rosado sobre mis mejillas y el cabello desarreglado. No había necesidad de explicar esta, al menos no sin tener que ruborizarme como en la foto. Debajo de la hilera de polaroids hay una frase grabada que derrite mi corazón. ‘Es así como supe que eras el indicado’

 

--

 

Ya es de noche y la luz tenue de algunos faroles ilumina nuestro camino a casa. El pronóstico de hoy es lluvias y aunque las primeras gotas aún no se avecinan, sostengo el paraguas sobre nosotros. No puedo leer tu rostro, pero lo siguiente que sé es que estas entrelazando tus dedos con los míos. Das un sorbo a tu café y sostienes con cuidado el vaso, pero tu otra mano no deja la mía. No decimos nada, no lo necesitamos; y luego tú te acercas cada vez más hasta que tus labios están tocando los míos.

 

Café, poesía, un paraguas, una gran ciudad y una cámara es todo lo que hemos tenido a lo largo de 56 meses, y para mí son casi 24 los llenados de fama y reconocimiento; pero esto era todo lo que había querido, simplemente tu y yo… Jeon Jeongguk y Min Yoongi.

Notas finales:

 

 

Personitas maravillosas que llegaron hasta aquí, gracias por leer! :)

 

 

Tengo que extender mi agradecimiento a las personas que me han leído más de una vez y sobre todo a los que han dedicado su tiempo en comentar algunos de mis escritos. Son un amor, en serio.

Quizá el único fin que tengo al animarme a subir más trabajos es para mostrar la vasta inspiración que otroga mi OTP♥ y que más personas vean lo hermoso que son estos dos juntos.

En fin, estoy comenzando a sonar demasiado trash pero I CAN'T HELP x$

 

Bye baby bunnies(? <3

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).