Cuando después de dos meses regrese a Metrópolis, la desesperación de la implacable búsqueda que Superman ejercía sobre la cuidad y según los diarios, en el mundo entero también, aquello me decía que ya sabía que fue lo que le hice a Batsy. Me resultaba conmovedor que a estas alturas lo que era un bello secreto fuera algo desnudo en frente de los ojos celestes del supertonto.
Es en este punto en el cual el destino es siempre una rueda al azar, uno cree conocer a todas las personas pero no se puede asegurar fehacientemente como reaccionaran, siempre influyen muchas cosas a la hora de actuar de una manera u otra, pero lo que sí sé… es que aquello es la verdadera magia de todo, es el trasfondo del por qué esperamos que sean amables con nosotros pero nos sorprendemos cuando nos golpean en la mejilla.
La posibilidad de morir siempre está presente portémonoslo mal o no. Según aquello… lo único seguro… es nuestro destino final.
Como acto delictual, lo único que tuve que hacer es quitarle un dulce a un niño para que llorase y llamara la atención de él. Fue así que llego como una ráfaga de un violento huracán, bajo del cielo de la forma más espectacular posible, su traje chillón con su larga capa ondulando por el viento, el contraste de su cuerpo a contra luz provocaba que fuera o pareciera… en verdad un dios.
Como un simple mortal, mi traje era bastante conocido y como lo he tenido que lavarlo tanto, ya casi no luce mucho, pero bueno… no necesito más. No traía ninguna arma conmigo porque quería demostrar que sin ella podía derrotarlo, era difícil pero no imposible… tan solo… necesito un poco de suerte.
Al verme su expresión lo dijo todo, me odiaba hasta la medula y por suerte, aquello era correspondido, más aun cuando recorrí su departamento y descubrí cartas de amor de él hacia mi Batsy. No tenían nada bueno ni rescatable, solo puras cursilerías. Ya le había advertido que no se atreviera a tocarlo pero no hizo caso, no sé si le beso o hizo algo más con él, pero ya no importa porque me asegurare de que no lo vuelva hacer.
“¡Maldito!” –se acerco y tomándome del cuello me levanto para mantenerme por sobre el suelo en un gesto de control absoluto de la situación.
“¿No me vas a felicitar?... voy a ser papá” –me reí en su cara y eso le molesto de sobremanera ya que ejerció mas presión de lo que podía soportar.
“¡No lo serás!... ya me encargue de eso” –me contesto con una determinación que me llevo a pensar que todo sigue de acuerdo a mi plan. Que maravilloso… realmente bello.
“… Al menos… déjame… pedirle perdón” –susurre apenas por la falta de aire. No me hizo caso, pero por suerte ya lo había previsto. Hace tan solo unas horas había corrido un rumor en el cual me ubicaba en este mismo lugar a esta hora determinaba. Todos sabían y por eso estaban aquí siendo testigos de un suceso, que sin duda, será el más importante de todos.
Con el primer flash y la televisación de lo que estaba ocurriendo, me daba por pagado, porque todo el país vería que la vida no tiene sentido. Es tan solo un eslabón que no le interesa el bienestar de planetas como Mercurio. Nadie se duerme y despierta pensando en cómo un planta que esta tan cerca del sol puede sobrevivir como lo hace.
“Te encerrare de por vida en el peor lugar de este mundo” –sus ojos estaban rojos como la sangre que hoy se derramara
“¿Me castigaras… por querer formar una familia?” –me burle de la mejor forma que pude
“¡Por destruirle la vida!” –me grito y sentí su aliento en mi cara
“… no… yo no le destruí la vida… la verdad… es que era algo que él podía soportar… pero lo que tú le hiciste es lo que de seguro mas debe dolerle… le quitaste la oportunidad… de volver a tener una familia… independiente de quien sea el padre de su hijo” –sonreí— “… ¿quieres saber de qué converse con él en el Asylum Arkham?”
Flashback.
Cuando sus ojos hicieron contacto con los míos, fue el espectáculo más bello de todos, porque lograr tener la atención absoluta de una persona como él es un honor. Batsy es mi superhéroe, es mi luz en esta oscuridad… mientras que yo solo puedo tocar lo común y corriente, sé que él puede y es capaz de enfrentarse al falso dios.
“Cuando se dé cuenta… no lo aceptara… te lo quitara” –me acerque y mientras mis manos tocaron sus mejillas, sentí por primera vez en mi vida, que había encontrado a alguien tan especial… que podía hacerme entrar en razón— “Te quitara nuestro hijo sin dudarlo ni un segundo, esperara un tiempo y después… se acostara contigo para que les des los hijos que si sean dignos de vivir… ¿puedes soportar que te arrebate la vida que pronto crecerá en tu vientre?... ¿puedes soportar que asesinen a tu propia sangre sin que puedas hacer nada?... ¿puedes perdonarle?... ¿en verdad… dejaras impune un crimen así?”
Fin flashback.
El falso dios de Metrópolis se quedo inerte por un segundo y de pronto, me miro con más furia que antes. Eso me hizo suponer que Batsy no le perdono el “favor que le hizo” y con lo que le dije, ya debe saber el porqué de aquella reacción tan inesperada. Su odio no puede ser más fuerte que el mío, su sed de destrucción no puede vencer al mío… estoy seguro, que aunque se lo proponga… no puede obtener lo que yo obtuve.
De forma pública, uso su brazo para penetrarme por el abdomen provocándome una herida fatal, no recuerdo haber sentido nunca un dolor semejante, en verdad no lo recuerdo… creo que es la primera vez… mejor aun si es él quien me lo provoca. Use todo mi esfuerzo por sonreír porque en verdad no me importaba porque todo lo que tenía que hacer… ya lo había hecho. Aquella arrogancia de mi parte logro que me dejara caer al suelo para que muriera como los perros en la calle, sin dignidad.
El mundo enmudeció a un paso realmente veloz pero a su vez, poco a poco se volvió frio y vacio para mí. Era un final de película y como tal, no demostré nada que no fuera satisfacción, mantuve los ojos abiertos lo más que pude para apreciar como había logrado transformar al ser ridículamente bueno en un asesino como yo, era tan divertido… que tenía que confesarle…
“… la señora… Kent… es muy amable… le encanta beber te… bebimos te por dos meses… lo genial de todo… es que no se dio cuenta… de que este tenía arsénico…” –me reí aun cuando aquel gesto provocaba que me doliera como el demonio— “… la mejor... parte de todo… es que no la puedes ayudar” –me reí aun mas fuerte al ver como la persona que mas detestaba en el mundo se acercaba a mí con la intención de terminar de asesinarme pero que de pronto se detuvo abruptamente, casi al mismo tiempo cuando se escucho un disparo.
Desde mi posición, pude apreciar como mi Batsy sostenía un arma con la cual, había acabado con esta ridícula tiranía de unicornios y cuentos de hadas que estaba confundiendo a las personas, porque para ser sinceros… las personas no merecen ser salvadas si no se pueden salvar a sí mismas.
“… quizás piensas que le hiciste un favor… pero tú no eres como nosotros… Batsy y yo… somos como Mercurio… podemos vivir en la miseria sin problema alguno… siempre y cuando no nos quiten a alguien de nuestra propia sangre… tu lo hiciste… y tendrás pagar el precio… tal como yo lo hago”
Superman cayó de rodillas mientras sus manos viajaban angustiosas hasta su pecho, como una forma de reafirmar que todo era real. Ver la expresión de su rostro es algo impagable, pero cuando creí que el momento no podía ser mejor, dos disparos más marcaron la diferencia, estos tenían la misión de extinguir la vida del último asqueroso farsante que se cree mejor que nosotros.
Cayo de forma pesada y así, fue como me entregue a los brazos de mi destino… dije que todos verían caer al falso dios y lo cumplí, nunca estuvo entre mis planes ser el responsable de aquello… al contrario… necesitaba ayuda y la obtuve.
“… la broma… es para ti” –me reí lo más fuerte que pude para asegurarme de que todos me escuchasen
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