Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, hermosuras. Traje sensualidad~ ok, no. Traje dolor, agonía y sufrimiento... pero con amor(?)

Disfruten del cap porque casi no cuento con él >.<

Ken sacaba dos latas de refresco de la nevera, estaba algo incomodo por la presencia de Ravi en su casa. El chico insistió tanto que tuvo que acceder a llevarlo a su casa.


 


Caminó de nuevo a la sala con las piernas temblorosas y su determinación de parecer indiferente flaqueándole. Era tan difícil fingir que no se moría de amor por Kim Wonsik.


 


—Toma, Larva —le entregó la lata al pelirrojo, quien estaba acostado en el largo sofá de tres personas. Ken tomó asiento en el individual.


 


—Gracias, Kenny–hyung —Wonsik se sentó correctamente en el sofá, no quería ensuciarlo.


 


Ken sabía que no pdría disimular su incomodidad, teniendo a Wonsik ahí y sin decir una palabra. Carraspeó su garganta y se dispuso a sacar un tema de conversación, algo que venía comiéndole la curiosidad desde hace días.


                 


—Larva —llamó la atención del otro—, ¿Por qué has estado actuando raro estos días?


 


—¿Raro?


 


—Si, me vas a buscar después de clases y me apartas de mis amigos. ¿Desde cuando te ha dado por celarme? —trató de sonreir para que se viera como una broma y matar sus propias ilusiones, pero Ravi se mantuvo serio.


 


—Si Ninie no lo hubiera señalado, no me hubiese percatado de la existencia de Hyuntae y que siempre te está rondando —el corazón de Jaehwan dio un brinco doloroso en su pecho—. No me agrada para ti, hyung.


 


—Oh… —decir que no estaba sorprendido era mentir, aquello lo agarró desprevenido.


 


—Hyung es una persona maravillosoa y debe conseguir alguien a su altura —expresó sonriendo—, así que yo voy a tener aprobar a la perona de quien se enamore. Mi deber es cuidar de hyung.


 


—Oye, mocoso, yo soy el mayor aquí y quien debe cuidar a quien soy yo a ti, no tu a mi —regañó con falso enojo.


 


—No me importa, y no es por molestarte, hyung, pero soy mejor guardaespaldas que tu —dijo sonrientemente.


 


Ken infló sus mofletes, Ravi se abalanzó sobre él apretándolos.


 


—¡Ya! ¡Eso duele! —se quejó entre risas el mayor de los dos.


 


Ambos acabaron, por alguna extraña razón, tirados en el suelo. Uno encima del otro. Ken sentía las mejillas arder, imaginó que toda su cara debía estar colorada. El hecho de que Wonsik estuviera encima de él no ayudaba a calmarlo.


 


—Larva…


 


Su pulso corrió como loco al ver el rostro de Ravi acercarse, su mente quedó completamente en blanco. No pudo reaccionar, no pudo apartarse, no pudo siquiera respirar. Su nariz rozando con la de Wonsik hizo que los vellos en su espalda se erizaran, ¡Oh, Dios mio! ¡Iba a besarlo!


 


No se movió, no dijo nada, no parpadeó, solo esperó el inminente choque contra sus labios. La explosión, las mariposas, los fuegos artificiales, todo estaba preparado en su interior para estallar en el mejor de los caos.


 


El timbre sonó haciendo que se separaran rápidamente. Ravi miraba la mesa mientras parpadeaba, probablemente desconcertado por lo que iba a hacer. Ken se puso de pie mientras sostenia sus acaloradas mejillas, todo su cuerpo estaba sofocado y sus oídos latian incesantemente. Seguía incrédulo ante la escena que ambos, Ravi y él, iban a protagonizar. Era un sueño.


 


Abrió la puerta encontrándose a Taekwoon en el pasillo, parecía preocupado.


 


—¿Le enviaste la foto a Hakyeon? —soltó su hyung sin filtro alguno.


 


—¿Qué? —la nube de calor se esfumó dándole paso a una helada ventisca que lo congeló.


 


—Hakyeon me dijo que alguien le envió la foto en la que lo besé —dijo entrando al departamento y arrojando su mochila al piso—. Solo tú tienes esa foto, Jaehwan —su voz sonaba dura, herida, pero no amenazante.


 


—¿Besaste a Hakyeon–hyung? —Ravi se asomó por encima del sofá sorprendiento a Taekwoon—. Hola.


 


—Hyung —Jaehwan llamó rápidamente la atención de Taekwoon—, te juro por lo más sagrado que son mis padres, que yo nunca le envié esa fotografía.


 


—¿Entonces quien? —inquirió yendo hacía el sofá y sentándose al lado de Wonsik, tomando su refresco.


 


—Eso era mío —señaló Ravi.


 


—Hyung, no puedo pensar en nadie que haya enviado la foto —Ken se sentó en el sofá con las manos en la cabeza—. Sandeul no es ese tipo de personas, él ni siquiera tiene tanto trato con Hyuk, y Jin está muy ocupado alejando a su hermano de TaeTae.


 


—Debe haber alguien y esa persona tuvo acceso a tu celular —la pierna de Taekwoon se movía ansiosamente, necesitaba saber quién había sido el responsable. Debía limpiar su nombre ante Hakyeon.


 


—Hongbin —susurró Ravi.


 


—¿Qué?


 


—Me llama —señaló su celular que vibraba con una llamada del susodicho frijol—. Un momento —Se puso de pie y se alejó de sus hyungs. Contestó—. ¿Qué sucede, Bin?


 


Arruiné todo —dijo el chico a través de la línea.


 


—¿Yura volvió a rechazarte?


 


No. Es algo peor —escuchó como tragaba el nudo de su garganta—. Hakyeon–hyung engaña a Hyuk. Tuvimos una discusión, él me golpeó y Hyuk no ha parado de llorar.


 


—Espera. ¿Yeonie–hyung golpeándote? ¿Es eso posible? —Taekoon elevó su cabeza en dirección a Ravi, incrédulo por lo que había escuchado— ¡Si él es la persona más pacifica que conozco!


 


Lo sé, a mí también me sorprendió. Pero descubrí que engañaba a Hyuk, yo seo dije, y por eso peleamos.


 


—Así que fuiste tú —exclamó consternado. Dio un vistazo tras de él encontrándose con las miradas atentas y confundidas de sus hyungs—. Binnie, te recomiendo comprar un boleto de avión fuera del país si no quieres ser presa de la ira de Taekwoon–hyung.


 


Mierda —exclamó y colgó.


 


Ravi observó la patalla de su celular y suspiró.


 


Volvió al sofá. Sus hyungs estaban silenciosos, con una clara expresión de decepción y preocupación en sus rostros. Wonsik sabía que todo esta situación no terminaría bien pero no se imaginaba el horror que estaba sufriendo el mayor de sus amigos.


 


 


 ******


 


 


Los insultos cesaron, al igual que los gritos. Hakyeon se había recostado boca abajo en la cama, cubierto hasta la cabeza con las sábanas, su espalda dolía demasiado como para poner un peso sobre ella. Escuchó pasos acercarse a su habitación, solo pudo encogerse y cerrar los ojos como niño pequeño al pensar que podría ser su padre.


 


La puerta se abrió, pasos rápidos y delicados se aceraron a donde estaba.


 


—Yeonie —la voz de su madre salió amrotiguada por el llanto—. Mi niño…


 


—Mamá —como pudo irguió su cuerpo, el dolor que le atravesaba era insoportable y cada movimiento era un tortura—. No llores, no llores —repitió limpiando la mejilla de la mujer que le dio la vida.


 


—Todo fue mi culpa, no pude protegerte —gimoteó la mujer.


 


—No, no lo fue. Has sido buena, muy buena —la abrzó. Necesitaba sentir la calidez de su madre, su apoyo. Necesitaba sentir que no estaba solo pasando ese amargo trago.


 


Él mismo se encontró llorando en el hombro de su madre, aferrado a ella con desesperación. Estaba herido tanto en su cuerpo como en su alma, heridas que probablemente nunca se borrarían.


 


La puerta de su habitación fue azotada de un estruendoso golpe. Hakyeon se hizo un ovillo al ver la figura corpulenta de su padre en el umbral, todo su cuerpo tembló de miedo.


 


—¡Todo esto es tú culpa! ¡Tu sobreprotección ha hecho a este muchacho defectuoso! —arremetió contra la mujer.


 


—¡Ya basta! ¡Vete! ¡Vete! —gritó la mujer—. ¡Deja de hacerle daño!


 


Más gritos, más insultos. Hakyeon estaba petrificado por el miedo bajo las sábanas, odiaba escuchar a sus padres discutir de esa manera. Odiaba ser la causa de toda esa pelea.


 


—Papá, papá, ¡basta! —Gayoon llegó luego de recibir una llamada de su madre—. Ven, vamos abajo. Necesito que se calmen los dos —declaró viendo y separando a los dos adultos, los sacó de la habitación y dejó a Hakyeon solo nuevamente.


 


Veinte minutos después, su hermana volvió a entrar. Traía consigo una bandeja con alcohol, algodón, cramas.


 


—Yeonie, quítate la camisa. Necesito ver tus heridas.


 


Hakyeon tardó en procesar lo que su hermana le decía, su cabeza dolía demasiado y todo se escuchaba como una fuerte interferencia en su cerebro.


 


La camisa rozando su piel fue casi como pasar un tuvo caliente sobre un yaga infectada, su estómago se contrajo por todo el dolor que se producía a él mismo. Vio las marcas rojas con tintes purpuras que se formaban en sus brazos, no dudaba que se formarían grandes moretones allí y en todos los lugares donde el cuero golpeó. Se recostó boca abajo y dejó que su hermana lo curara.


 


—Tienes laceraciones —señaló Gayoon tocando la espalda de su hermano—. Son pequeñas, probablemente no dejen marcas. Es mejor que no uses camisas apretadas mientras cierran.


 


Hakyeon mordió su labio inferior, quería lanzarse a llorar otra vez. Su hermana comenzó a desinfectar las heridas, fue horrible, fue una tortura para él. Esa noche solo había experimentado dolor de distintas formas.


 


Fue una noche larga, incluso el sueño se había negado a hacerle compañía.


 


 


******


 


 


Al día siguiente, en la escuela, Taekwoon llegó decidido a hablar con Hongbin y aclarar su situación con Hakyeon. Tuvo suerte de encontrar a Hongbin y a Hyuk en la entrada de la institución, el mayor de sus dongsaengs tenía la mejilla algo inflamada. Mientras tanto, Hyuk, se veía ansiosa y miraba en todas las direcciones posibles, probablemente en busca de Hakyeon —ya se sabía toda la historia gracias a Ravi—.


 


—Contigo quería hablar, Lee Hongbin. —el aludido lo observó con ojos desorbitados—. Ven conmigo.


 


Pasó al lado de Hyuk, con Hongbin siguiéndolo. El menor le otorgó una mirada asesina, como si quisiera saltarle encima y descuartizarlo con su uñas. Taekwoon simplemente peinó su cabello hacia atrás con su mano y giró su vista al frente, un gesto altanero con el que quería decirle “si, besé a tu novio y lo volveria a hacer”.


 


Se dirigieron al patio, no habían muchas personas por allí puesto que todos debían estar en aula.


 


—¿Tu enviaste la foto?


 


—Si —respondió el chico cabizbajo.


 


—¿Por qué?


 


—¿Cómo que “por qué”, hyung? ¡Ustedes estaban engañando a Sanghyuk! ¡Él no se merece algo como eso! —exclamó enojado.


 


—Baja la voz —dijo contundente—. En esa foto… yo no sabia que Hakyeon y Sanghyuk eran novios.


 


—¿Así que es de antes?


 


—No saques conjeturas. Yo lo besé sin su consentimiento, estaba inconsiente en el hospital así que él no lo sabía… hubiera preferido que nunca lo supiera —confesó, estaba dolido pero aliviado de que aquello se supiera.


 


—Entonces… —Hongbin lo miró sorprendido—. ¿Estás enamorado de Hakyeon–hyung?


 


—¡Si, grandísimo idiota! —gritó haciendo que Hongbin retrocediera asustado—. Lo odio y te odio a ti también. Ahora, él no me cree y piensa que fui yo el que le envio eso a Sanghyuk. ¡Todo por tu culpa!


 


—Pero, hyung, yo no sabia…


 


—Te me callas —le metió un zape en la cabeza haciendo que el chico se quejara—. Me vas a acompañar a hablar con Hakyeon y no me interesa si te golpea de nuevo; no voy a cargar con tus errores, mocoso.


 


—Esta bien, hyung —aceptó. Todo aquello pasó por su culpa y aunque no estaba de acuerdo con disculparse con Hakyeon, porque en su mente seguía viéndolo como un infiel, debía dar su brazo a trcer.


 


—Y una cosa más… —Taekwoon estampó un golpe en la mandibula de Hongbin, que, a diferencia del de Hakyeon, fue cn menos fuerza—. Lo siento, pero tenía la necesidad de hacerlo.


 


Ambos volvieron a sus aulas de clase, uno más adolorido que el otro. Taekwoon se extrañó de no ver a Hakyeon, su amigo nunca faltaba a clases. Esperó, así se fue la primera clase y la segunda sin saber nada de su moreno amigo.


 


Minhyuk realizó varias llamadas al teléfono de Hakyeon pero ninguna fue contestada. Fue entonces que decidieron ir con el director.


 


—¿El joven Cha? Oh, si. Su madre llamó diciendo que no podrá presentarse a clases —contestó el hombre.


 


—¿Por qué? Hemos intentado llamarlo pero no nos atiende el teléfono —dijo Minhyuk pues Taekwoon se sentía demasiado nervioso como para hablar.


 


—La señora Cha dijo que fue asaltado y que se reintegrará en uno o dos días, ya los profesores fueron informados de ello.


 


Minhyuk y Taekwoon abandonaron la oficina del director, ahora con el ansia recorriéndoles la espina dorsal. Si lo habían asaltado, entonces podría estar herido. O quizás estaba bien, ya que volvería en unos días.


 


—Siento que algo no está bien —dijo Taekwoon—. Me duele la espalda.


 


—Es porque hasta estado todo el día encorvado —Minhyuk tomó su hombro y ayudó a enderezarlo—. Hakyeon debe estar bien, si no, el director ya nos lo habría dicho.


 


—¿Tu crees?


 


—No quiero pensar negativamente en estos momentos, porque he pensado que por ese altercado Hakyeon pudo haberse visto mal con respecto a su enfermedad —Minhyuk apretó sus labios y sacudió su cabeza—. No, pensemos que está bien y que pronto lo veremos.


 


—¿Podemos ir a su casa? —sugirió Taekwoon.


 


—¿Quieres ir? No creo que sea conveniente si su padre esta allí —el más bajo rascó su cabeza con preocupación—. Ese hombre no me agrada para nada y yo tampoco, creo que me ve como poca cosa para ser amigo de Hakyeon.


 


—¿Tan malo es?                                                                     


 


—Si estás preparado para soportar cualquier comentario hiriente, podemos ir.


 


Taekwoon asintió y se dirigieron a la salidad. No sabia que era pero se sentía nervioso, ansioso y asutado. Su mente se llenaba de pensamientos negativos con respecto a Hakyeon. Si fue herido, él se moriría.


 


Sanghyuk se interpuso en su camino antes de poder salir.


 


—¿Por qué lo hiciste? —preguntó el chico.


 


—Porque quise —contestó Taekwoon sabiendo a lo que se refería.


 


—¿Así que vas por ahí besando a los novios de los demás? —estaba molesto y decepcionado.


 


—No sabía que era tu novio cuando lo besé… —su voz salió neutral, cansada. Solo quería ir a donde estaba Hakyeon y comprobaer que estaba sano— pero tu si sabias que él me gustaba.


 


—Que te guste no quiere decir que esté comprometido contigo en algo —arremetió, presionó esa fisura en el corazón de Taekwoon con la intensión de romperla más—. Es MI novio, Jung Taekwoon. Mio.


 


—No lo trates como un objeto, porque bien él podría dejarte en cualquier momento sin yo mover un dedo —musitó altanero—. Hakyeon en cualquier momento se cansara de tu absurda posesividad.


 


Minhyuk observaba todo en silencio, siendo testigo de esa lucha verbal entre sus dos amigos. Sintió pena por su amigo, su amor se disputaba entre dos fieras que se habían declarado abiertamente la guerra.

Notas finales:

¿Vieron es casi beso? La larva se está avispando 7u7

Nuestro Yeonie la está pasando mal, peguenme :(

Leo y Hyuk se declararon la guerra, ¡todos por el amor del canela pasión!

Un aviso importante, no sé si vaya a poder seguir actualizando semanal debido a la universidad. Tal vez pueda pero en pocas ocasiones. Quizás actualice cada dos semanas, así no me estreso tanto por las clases. Así que si no actualizo una semana es porque los estudios me están chupando el alma y la vida pero no se desanimen, yo seguiré para ustedes ;)

Disculpen cualquier horror ortográfico u.u

Comenten que les pareció el cap y continúen dando amor para seguir escribiendo. Nos leemos pronto o/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).