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COMO DUELE AMARTE... por SeiryuDBaltazor

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Notas del capitulo:

ESPERO LES GUSTE, ESTOY MUY FUERA DE MI RANGO DE COMODIDAD ASI QUE, NO SEAN MALAS Y TENGANME FE... XD

UN ABRAZO A TODOS.

 

A VER SI DEJAN ALGUN COMENTARIO PARA NO SHORAR XD JAJAJAJA

ES QUE DE VERDAD ESTA NO ES MI MEJOR PAREJA XD PERO LO HICE CON MUCHO AMORSH Y CARIÑO PARA MI NENA.

 

FATIMA WINNER... TE RE AMO BABE... Y LO SABES BIEN.

COMO DUELE AMARTE
(capítulo Unico)



“por favor, por favor… perdóname
Pero no quiero volver a casa…
Quizá algún día alzarás la vista
Y, algo consiente, le dirás al vacío…
•acaso algo se ha perdido?•”

Missing by Evanescence




… fue hace tantos años atrás….


Solo recuerdo que estaba sumergido en un lugar lleno de oscuridad y olores nauseabundos. Mi cuerpo debilitado por la falta de alimento y la fiebre que casi me robaba el alma en medio de todo ese lugar destruido, destrozado... abandonado.



Cuántos años tendría... 3 o 4? ya ni recuerdo. Solo sé que mi estómago se vaciaba cada dos o tres horas debido a la bilis que subía quemante por mi garganta por el hambre y la expulsaba manchando todo a mi alrededor... pero...no me importaba, después de todo...

Después de todo, yo hacía hasta mis necesidades ahí mismo.



Cuánto hacía que no comía?... miraba a mi alrededor buscando una respuesta....

Mi cuerpo sucio y demacrado, mi cabello largo y enredado... estaba muriendo...



Lenta y miserablemente, estaba muriendo de inanición. Pero no podía hacer nada... solo era un niño, y como buen niño de mamá, debía esperar a que ella volviera... al menos, eso es lo que ella me había hecho prometerle...

Pobre niño inocente.... crédulo... estúpido...



Nadie pudo advertirme que aquella mujer, la cual me había dado la vida... también la había desechado, cual inservible porquería. Ella me había abandonado ahí, para que yo muriera sin que nadie lo supiera... y lo estaba consiguiendo...



Mi último recuerdo antes de caer por completo en la oscuridad, de lo que pensé sería mi muerte, fue haber visto por primera vez su sonrisa bonachona y sentir sus cálidas y grandes manos acariciar mi sucio rostro, mientras sacaba las gafas rotas de mi rostro y me tomaba entre sus brazos...



Díganme idiota, pero aquel día... a mis tiernos 3 o 4 años, me enamoré de esa sonrisa salvadora...



Desde aquel día, no sé como lo hizo aquella persona, pero.... a penas desperté en aquel hospital, él se hizo cargo de mi....

.

.

.

..

Abrí mis ojos a la realidad..... dándome cuenta que estaba en mi habitación, arropado y cálido dentro de mi cama.....



No puedo evitar que mi corazón se tranquilice tras aquella pesadilla de recuerdos de mi infancia, cuando me doy cuenta que estoy en mi hogar, aquel hogar que me ofreció aquella persona… suspiro sonoramente y me estiro para comenzar el día...

Mi nombre es Jumpei Hyuuga... tengo 17 años ya y después de haber sido rescatado del departamento donde me abandonó mi madre de niño, comencé a vivir con....



UN MOMENTO!!!!



Trato de estirarme para alcanzar mis gafas, pero algo debajo de mis cobijas me lo impide... y una vena grande y marcada se deja ver en mi frente del enfado que comienza a crecer en mi interior... De un solo jalón alzo las frazadas de mi cama y me encuentro con la razón de mi tormento...



Un hombre de alrededor de 30 años está dormido a mi lado, abrazado, casi montado, a mi con una sonrisa de idiota, en esta cama tan pequeña!!!

- otra vez lo mismo!!! – pienso mientras de un puntapié logro echarlo de mi cama - qué no puedes entrar en razón!!! – grito molesto cuando aquel idiota se sienta en el piso y me mira con una cara somnolienta y sobándose su frente..

- JUN!!! – dice con su voz que me irrita hasta la médula – no tenías que ser tan brusco!, me podrías haber despertado suavemente! – dice con su sonrisita boba que me enerva.

- Te he dicho montones de veces que no te metas en mi habitación y en mi cama!!! – digo molesto, y a la vez avergonzado… - has pensado que dirán los vecinos o si alguien malinterpreta esto!!! – digo desviando mi vista a un costado mientras le oigo reír.

- Jun!! Todos saben que eres mi hijo! – dice de forma graciosa – si duermo a tu lado solo sería un padre al lado de su hijo…. Sumándole que anoche hizo mucho frio… - agrega levantándose del suelo para salir de la habitación – ya es tarde, prepararé el desayuno mientras te duchas. – termina saliendo de mi recámara sin siquiera mirarme…


Sí, comprendo perfectamente lo que deben estar pensando… y es exactamente lo que es. Aquel hombre, es el sujeto que me recogió de las garras de la muerte, mi salvador y actualmente, la persona que me adoptó y me cobija en su hogar. Se llama Kiyoshi Teppei y por todo lo que ha hecho por mí, es la persona que ocupa mi corazón..

Aunque… estoy seguro también que jamás se lo diré.
.
.
En el desayuno, yo aún continuaba molesto… puesto que, casi a diario, él está metiéndose en mi cama como si nada, y es incómodo porque ya no soy un niño, y he comenzado a verle con ojos de hombre, es mí deseo que...que él también me vea por lo que soy ahora… un adulto, uno que comienza a sentir y despertar.

- Qué diablos pasa por tu cabeza, Teppei, cada mañana lo mismo? - dije mirando hacia otro lado, sonrojado por la forma en que siempre me sonríe. - ya no soy un niño para que debas siempre venir a mi cama a cuidar de mi- agregué con pesadez.

- vamos Jun! - dijo con esa voz graciosa y ronca propia de él - hacía mucho frío y sabes que no me gusta dormir solo - agregó rascándose la cabeza algo avergonzado.

- tú solo sigues viéndome como un niño - le recrimino enfadado y me levanto de la mesa para ir a lavar mis dientes...

No quería voltear a verle, pero algo me hizo hacerlo de todas formas y cuando me volví para verle pude notar su mirada endurecida clavada en el suelo... era como si algo en verdad le estuviera causando muchísimo dolor... pero...

Qué puedo hacer yo por él…
La verdad…
No puedo hacer nada.

Tan solo soy un crío.

.

.

.

Aquel día no pudo borrarse de mi retina su imagen, era como si se hubiese gravado en mi memoria... Qué podría estarle molestando....

Después de todo, Teppei tenía un buen trabajo y también una pareja que aunque al principio me Shockeó, ahora veo como algo normal (Teppei es Homosexual)…
También trato de ser un hijo ejemplar, trato de no causarle problemas y tener buenas notas… entonces? Qué es lo que puede estarle molestando.

De pronto mi móvil comienza a vibrar y al revisarlo me doy cuenta que es un mensaje de aquel que ocupa mis pensamientos.

“hoy llegaré tarde a casa, surgió una reunión imprevista y no llegaré a cenar. Te dejé la cena en la nevera, no esperes por mi. Te quiero Jun…
Teppei”

Mis mejillas se tiñeron de un fuerte rojo al leer sus palabras, mientras con mis manos trataba de ocultarla acomodando mis gafas…
- Que pasó Jumpeicito!! – escuché la sonora voz de mi compañero de clases acercándose a mi – por qué ese rostro hermoso está teñido de rubor! – canturreó guiñándome un ojo y no pude más que sonrojarme más.
- Deja de burlarte, Mibuchi - le respondo con enojo y vergüenza mal escondida – por qué siempre tienes que molestarme de esa forma!. –
- Aaaaaaaah~ no será que te sonrojaste por verme? – me dice coqueto y yo solo bufo cansado – Junpei, tu sabes perfectamente mis sentimientos por ti – agrega con rostro kawai y ojitos llorosos y yo no puedo evitar sonreír, de alguna forma siempre consigue que sonría con sus locuras.

Reo Mibuchi es mi mejor amigo en la preparatoria, y como él lo dijo, conozco perfectamente sus sentimientos hacia mi… pero jamás podría aceptarle y eso, él también lo sabe. Aun así, él sigue a mi lado, me cuida y comparte conmigo su cariño y comprensión. No permite que me sienta solo.
Le estimo bastante, y en verdad, si no tuviese aún esperanzas con Teppei, ya le habría dado una oportunidad.
Si, soy un idiota por ser un crio y tener esperanzas que alguien como él me vea como un prospecto…. Debería rendirme ya.
.
.
.
Cuando llegué a casa, todo estaba en silencio y oscuridad… al entrar pude sentir claramente el remecer de mi cuerpo, un temblor tan propio de los primeros días que vine a esta casa… mi piel aún rememora cada simple segundo de cuando fui abandonado y sin siquiera pedir mi permiso.

Trato de dejar de temblar, pero el hecho de que la calefacción no esté encendida, no ayuda a olvidar mis recuerdos… un gélido temor se instala en mi pecho de pronto y mis ojos se cristalizan al pensar, qué diablos haré cuando cumpla la mayoría de edad y Teppei pida que me marche. Qué haré si en algún momento decide que ya no quiere tenerme aquí o se aburre de mi compañía…

Una solitaria lágrima escapó de mis ojos al comprimirse mi corazón, provocando aquella punzada de tristeza que me caló hasta el alma… tuve miedo, tanto miedo, que sentí mi estómago voltearse… Comencé a híper-ventilar casi al segundo que llegué al descanso de la escalera… y mi vista comenzó a nublarse poco a poco… tenía tanto miedo en ese segundo, y hubiese perdido el control de mi cuerpo y todo a mi alrededor si no hubiese vibrado en ese instante mi móvil en mi bolsillo.
- Jumpeicito, recuerdas que era lo que nos pidió el maestro de literatura para mañana? – oí algo lejano – Jun?... estas ahí? – volvió a decir preocupado al sentirme respirar agitado, más gracias a eso… logré volver a la realidad – Jun!!!
- Si, si Mibuchi – dije con el aliento entrecortado tratando de controlarme – si te oí. Para mañana era el reporte del libro “el cuento del loco”… - agregué algo mejor.
- Pasó algo, jun?... se te oye mal – insistió mi compañero.
- Tranquilo…. Gracias a ti, ya todo está bien – le tranquilice, y es que lo que dije, era la completa verdad – ahora, descansa… nos vemos mañana –
- Está bien, Junpei… descansa.
- nos vemos – terminé la conversación y colgué.

Ya más tranquilo de mi repentino ataque de pánico, los cuales me daban muy de cuando en vez al recordar mi pasado… encendí las luces del apartamento y la calefacción.
Gracias a Dios, siempre que venían uno de esos ataques, Teppei estaba a mi lado… o Reo. Eran los que me daban fuerzas, a pesar de ni siquiera saberlo, o yo decírselos.
Esa noche fue aburrida, cené lo que dejó Teppei para mi, revisé el informe para el día siguiente, alisté mis cosas, me bañé y ya con pijama, me senté frente al televisor. Vería algún programa aburrido para relajarme e iría a dormir.

De pronto se desató una pequeña tormenta fuera y comenzó a enfriar la sala, me cubrí con una manta y acomodándome mejor, apagué las luces y seguí mirando la televisión… no sé en qué momento me quedé dormido.

Ni siquiera sabía qué hora era cuando un golpe seco en la entrada me hizo despertar de un salto. Rápidamente y con precaución caminé hasta la entrada, cubierto por la oscuridad reinante; mas todo fue un simple susto, puesto que llegando a la puerta, me encontré con la gran figura de Teppei sentado y casi echo ovillo ahí. Estaba totalmente empapado, con el cabello estilando y un notorio golpe en la mejilla. Su cuerpo se estremecía y en un principio pensé que era por el frío, mas al segundo escuché sollozos y pude comprender que los temblores se debían a que lloraba.

Me mantuve unos segundos ahí y el fuerte olor a alcohol me alertó de por qué se hallaba en ese estado, cerré los ojos y traté de recordar cuándo había sido la última vez que había visto a ese idiota llorando. Grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta que, la única vez que había visto llorar a Teppei en todos estos años, fue en aquel hospital, cuando desperté y él me informó que yo estaría desde ese momento a su cargo…
Aquella vez me abrazó tan fuerte que pensé que me quebraría entre sus fuertes brazos, para luego sentir la humedad de sus lágrimas en mi hombro prometíendome que jamás me dejaría solo… que él siempre me protegería… que jamás me abandonaría.

No pude evitar apretar los dientes. Qué mierda había pasado como para dejarle en ese estado, quién le había hecho daño y cuál había sido como para dejarle así! Sin siquiera pensarlo dos veces, corrí a su habitación y traje toallas para secarle o enfermaría.

Me acerqué con cautela y arrodillándome frente a él, puse una toalla sobre su cabeza y le llamé suavemente; Fue entonces que alzó su mirada rojiza y cubierta de agua para mirarme de frente. Sus ojos parecían perdido en medio de la pena y el alcohol, sus mejillas sonrojadas por el frío y la nariz escurriendo.

- El rompió conmigo - susurró con voz quebrada – jamás voy a poder tener una maldita relación estable – agregó llevándose las manos al rostro para secar sus lágrimas.
- Tranquilo… todo estará bien – le susurré mientras secaba su cabello…
- Es mi culpa, todo es mi culpa…. Yo debía entregar todo de mi – dijo con voz contenida mientras me rodeaba la cintura con sus frías manos y ropa húmeda – pero cómo hacerlo, dime… cómo – agregó alzando su rostro y pegando su frente a la mía. Sus ojos perdidos casi opacos, el alcohol no le dejaba darse cuenta de nada. – lo siento, lo siento mucho bebé… -



Me estremecí cuando me llamó así, pero quizá en su mente alcoholizada, estaba abrazando y hablándole a su ex, cosa que igual rompió mi corazón, pero nada podía hacer. Su aliento me golpeaba en el rostro y olía a rayos, mientras no podía evitar estremecerme con la frialdad de sus manos y ropa que rodeaba mi cuerpo…

Teppei no paraba de rogar perdón y yo me desarmaba con cada una de sus disculpas, tan desesperado se oía, tan miserable y dolido que no pude evitar que un par de lágrimas también se descolgaron por mis mejillas, a lo que él soltó mi cintura y guió sus manos a mi rostro para secarlas…

- Lo siento, amor… lo siento – volvió a susurrar – todo es mi culpa – agregó y luego sin mediar más palabras, en un movimiento rápido que no esperé jamás, simplemente pasó… él, en ese estado, perdido y equivocado, se atrevió a robar mi primer beso.

El unió sus labios a los míos de forma demandante, posesivo y violento… y a la vez… pude sentir claramente el amor impreso en cada uno de sus movimientos. Me sentí paralizado los primeros segundos, cuando sentí una de sus manos en mi nuca acercándome más a él y la otra posesionada en mi cadera, la cual apretó con fuerza, logrando que yo me quejara y separara los labios.

Su boca sabía mal y era amarga, pero tan caliente y posesiva que me nubló la razón, mientras mi corazón latía tan rápido en mi pecho, que parecía querer escapar…. No pude evitarlo, y cerrando los ojos, olvidé un segundo que Teppei no me estaba besando a mí, sino a su ex y rodeando su cuello con mis brazos, me abandoné a la cálida y demandante sensación de ser besado por la persona que amaba.

Fue una seguidilla de besos que no pude evitar responder, hasta que se calmó y escondió su rostro en mi cuello. No puedo negar que, en verdad en aquel segundo tuve muchas ganas de llorar… pero no podía hacerlo frente a él… no podía darle más problemas, sobre todo ahora que estaba tan destrozado por la ruptura.

Como pude me levante y traté de ayudarle a llegar a su dormitorio. Yo no tenía una figura delgada y femenina… no era una figura para nada delicada, mi figura era masculina y fuerte, pero Teppei era un gigantón y a pesar de mi fuerza, con gran dificultad le lleve hasta su cama.

Mis mejillas aún ardían después de sus cándidos besos, así que huí hacia la cocina para ir por un vaso de agua para él y lavar mi rostro para tratar de calmar mi corazón idiota. Luego de unos cuantos minutos, cuando volví a respirar con tranquilidad, volví a aquella habitación para encontrarle dormido y semidesnudo. De seguro se había quitado la ropa mientras yo estaba lejos.

Le cubrí con las mantas, ya que hacía mucho frío, y cuando iba a apagar la luz de la mesita de noche, abrió sus ojos y me sostuvo de la muñeca.

- Hola – susurró quedo con una sonrisa en sus labios – te causé muchos problemas? – mi corazón lloró en ese segundo…. En verdad no me había estado besando a mi!
- Un gigantón idiota y ebrio?, tu qué crees? – le dije con tono molesto, tratando de disimular mi pena lo mejor que pude. – bebe ese vaso de agua y ya duérmete que mañana tengo escuela. –

El rió suave, bebió calladamente el agua y luego se acomodó para quedarse dormido al instante. Yo solo pude suspirar fuertemente, entre despechado y rabioso… para después irme a mi habitación y tratar de dormir lo que restaba de noche, claro… todo aquello si lograba olvidar algo de la sensación que había dejado aquel imbécil en mis labios. Y es que no pude parar de acariciarlos desde entonces, tan solo para tratar de recordar el tacto de su calidez
.
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Una semana ha transcurrido desde aquel día… y entre él y yo, todo sigue igual. Es obvio que él no recuerda nada, y yo…. Yo no puedo parar de recordar. En nuestras vidas nuestro trato sigue de la misma forma, y a pesar que desde aquel día, él no ha vuelto a meterse en mi cama, sigue hablándome igual que antes, acariciando mi cabello y brindándome su cariño… todo exactamente igual que en el pasado.
Decepcionante y doloroso…. Demonios!
No sé por qué no puedo parar de sentirme miserable por ello.
Tanto ha sido así que no he podido conciliar el sueño, y he dejado de comer de la preocupación.

- Ocurre algo Jun? – preguntó Reo tocando mi hombro – te ves raro – dijo acercando su mano a mi frente – Dios!! Estas hirviendo en fiebre!!! – chilló de forma aguda, molestando mi oído.
- No pasa nada Mibuchi – dije molesto – me siento bien – agregué, cosa que era mentira, sentía mi vista nublarse y mi cabeza arder.
- Vamos a la enfermería – me tomó del brazo, alzándome con fuerza, cosa que no esperé de su cuerpo delgado – para que te den el pase para ir a casa.

No me negué, estaba demasiado débil, así que cuando llegué a la enfermería, me enviaron directamente a mi casa. Reo se ofreció a acompañarme, y se lo agradecí, solo dejándole acompañarme hasta la entrada de mi casa. Con un pequeño berrinche y haciéndome prometer que le llamaría si me sentía peor, se fue alzando su mano despidiéndose de mí.

Cómo no estimar y querer a ese idiota afeminado, je!

Al meterme a casa pude notar dos pares de zapatos de varón en el descanso de a entrada, cosa que me extrañó, puesto que Teppei debía llegar hasta tarde, igual que yo. Sintiendo que en cualquier momento me desmayaría, obvié aquella información y subí directamente, tratando de llegar a mi habitación. Me sentía desfallecer, así que apoyé mi hombro en la pared y deslizándome por ella, seguí caminando….

Fue en ese segundo que oí aquellos gemidos, deteniéndome en seco frente a la puerta entreabierta de la habitación de Teppei, observando dentro y al instante quedándome petrificado.
Sentí claramente como mi corazón se fracturaba, y mis pulmones reacios a seguir sufriendo, dejaron de bombear aire, mientras sentía como desde mi estómago subía la bilis hasta mi garganta, provocándome fieros deseos de vomitar…

Ahí dentro, en medio de la habitación, en su cama, sentado dándome la espalda se hallaba Kiyoshi, sin camisa y con el cabello desordenado… mientras sentado a horcajadas sobre él, se hallaba un hombre, de aspecto delicado y rostro bonito, de cabellos negros igual que sus ojos, y con una piel blanca y cremosa….. no necesité explicaciones para darme cuenta de lo que estaba ocurriendo. Sus piernas blancas rodeando sus caderas, mientras subía y bajaba de forma frenética gimiendo como perra en celo. La espalda sudada del castaño y sus manos fuertes apretando firmemente las caderas del pelinegro….

Solo un idiota no lo sabría…

En ese segundo y como si mi mente hubiese gritado, el pelinegro me miró directamente a los ojos, pero no se detuvo hasta que Kiyoshi gimió fuertemente su orgasmo… Mi piel se volvió de gallina ante aquel gutural gemido masculino… fue entonces que aquel algo le dijo al castaño en el oído y Kiyoshi volteó hacia mí con los ojos abiertos de par en par.

Como pude traté de volver a la escalera para bajar y largarme, pero en ese momento, a penas y podía caminar…. De pronto todo se fue a negro frente a las escaleras, y solo esperé sentir el fuerte golpe de la caída, mas en cambio solo sentí unos brazos fuertes rodeándome, y la voz de Kiyoshi desesperada llamándome…. De ahí, no recuerdo más.
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Cuando desperté ya era de noche, estaba en mi habitación, acostado en mi cama con compresas frías en mi frente, mientras alguien me observaba desde una silla cerca de la ventana.

- Veo que ya despertaste – dijo aquella voz suave y graciosa – él me dijo que me quedara hasta que despertaras, fue por medicina para ti, ya vuelve. – agregó mostrándome su rostro esta vez, el cual tuve que aceptar era hermoso .
- Quién eres tú, y qué rayos pasó – demandé con tono molesto, quitando el paño de mi frente y sentándome en la cama, lo cual provocó que me mareara.
- Tranquilo, niño – me dijo, marcando la voz en la palabra “niño” – mi nombre es Izuki y soy la pareja de Kiyoshi-san – agregó recostándome una vez más en la cama y poniendo el paño húmedo en mi frente – casi caes por las escaleras por la fiebre que traías. –
- S..su novio… – susurré cubriendo mis ojos con mi mano, como si mi cabeza doliera a mares, para que aquél no viera como mi mirada de aguaba – ya…ya me siento mejor, Izuki-san – le dije imitando una voz despreocupada . – puede dejarme solo – necesitaba llorar.
- Mira chiquillo – dijo el hombre de cabello negro – no voy a andar con rodeos y espero esta sea la única vez que lo digo – afirmó con voz seria, lo que me hizo alzar la vista y mirarle una vez más – Kiyoshi-san puede preocuparse lo que desee por ti, pero al final de todo, su novio soy yo… y por mucha lástima que puedas producirle, el único que puede darle lo que necesita, soy yo – terminó mirándome con esos ojos de aquel color tan extraño, que pareció perforar mi alma….

No pude decir nada…… simplemente quedarme en silencio, bajando la cabeza miserablemente, mientras él partía de mí habitación, para luego largarme a llorar frenéticamente en silencio escondiendo mi cara en la almohada… y es que, a pesar de lo cruel que fue…. …l tenía toda la razón.
Y eso….
Eso me destrozó.

Yo solo era un crío, un aparecido en la vida de Teppei que solo causaba su lástima….solo sobraba en esa ecuación… y yo, simplemente, a pesar de todo el dolor que pudiera causarme, deseaba que él fuese feliz…

Así que aquella noche, me prometí a mi mismo, que me haría a un lado y le permitiría a aquel magnifico ser, tener la felicidad que merecía… Aquella noche, me rendí…. Me rendí ante mí destino cruel.

Alrededor de 1 hora después, llegó Teppei y para que no viera la rojez de mis ojos, me hice el dormido… él solo se sentó a mi lado, dejando los medicamentos y agua en la mesita de noche, acarició mi cabello y besando mi frente, susurró un suave “lo siento”… en ese momento sentí que el que tenía que decir aquello era yo, pero mi orgullo no me lo permitió… y cuando por fin me quedé solo en medio de aquella oscuridad, seguí llorando hasta perder la conciencia….

Supuse entonces que aquella noche había llorado todas las lágrimas que habían en mi cuerpo, para no volver a derramarlas por esto jamás….

…qué equivocado estaba...
…ya que al día siguiente fue la última estocada que podían darme a mí inexperto corazón… puesto que desde entonces, trato de llegar lo más tarde posible a casa, recurriendo a excusas increíbles como talleres y entrenamientos extensos, solo para no topármelos o verlos juntos, puesto que Izuki-san ahora vive con nosotros, a petición de Kiyoshi…. Ahora ya son pareja oficialmente, así que ocupando el lugar que me corresponde como “nada” que soy en sus vidas, desde aquel día… yo también llamo a Teppei, Kiyoshi-san.
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- Han pasado casi 2 meses que no teníamos un desayuno juntos – dijo aquella mañana Teppei sentándose en la pequeña mesa de la cocina donde yo desayunaba - cuándo acaba el período de exámenes – sonrió – me gustaría que hiciéramos un viaje los 3 a algún lugar de veraneo… el frío ya me tiene harto – agregó tratando de que le mirara. – Jun…. Oye, si no quieres verme, al menos responde. – insistió.
- No sé de qué habla, Kiyoshi-san – le dije con rostro serio – decídalo usted… – agregué bajando la vista nuevamente a mi desayuno – solo le recuerdo que hoy en la noche llegaré tarde. – terminé levantándome para dejar el cuenco de mi desayuno en el lavaplatos.
- Jun – dijo de pronto y sentí su aliento en mi oído, mientras mi cuerpo tembló por completo al sentirle rodearme con sus fuertes brazos – Jun dime qué está pasando – agregó estrechándome aún más – cada día que pasa te siento más lejos… ya casi no puedo alcanzarte – su voz sonaba tan dolida como mi corazón en ese instante – yo solo trato… yo… -
- Debo irme al instituto – dije rápidamente interrumpiéndole y zafándome de su abrazo. – Dile a Izuki-san que no es necesario que me deje de cenar… volveré en el último Tren – terminé Saliendo de aquel lugar, sin siquiera volver a mirarle a la cara…

No podía, no podía mirarle a la cara una vez más… si miraba su rostro, sus ojos, son sonrisa, mi corazón estúpido no aceptaría mi decisión de rendirse… el idiota estaba a tal grado impregnado de la esencia de Teppei, del amor hacia él, que cada latido suyo era una canción de amor para mi delirio… y no podía, no podía permitirme que eso siguiera matándome a diario.

De camino al instituto, Reo me alcanzó unas cuadras antes de llegar, y no puedo evitar decir que el verle me hizo olvidar en algo mi dolor. Aquel gracioso y agradable chico era la contraparte de mí, claro… no tan perfecta como Kiyoshi, pero me hacía sentir querido y más feliz que al recordar mi calvario.

- Junpeicitooooo~ - canturreó cerca de mí – amor de mi vidaaaa, irás hoy con nosotros? – agregó mientras me rodeaba los hombros con uno de sus brazos y es que él es mucho más alto que yo – la mayoría de los chicos del club irán… Sei-chan dijo que no nos preocupáramos del gasto – sonrió y no pude más que sonreírle de vuelta.
- Ya avisé en casa que volveré en el último tren, así que sí, sí iré – sonreí lo mejor que pude.
- Siiiii!!! – gritó y dio saltitos muy al estilo animé – fiesta, fiesta… pluma pluma yo! Pluma pluma yo!!! – y siguió cantando hasta que llegamos a nuestro salón…. No paré de reír…

Gracias a él, mi día pareció convertirse en algo mejor…. Reo está ganándose un lugar en mi interior… puede que logre curar mi corazón herido si se lo permito….
Solo…tan solo espero…

Espero que mi tonto corazón esté dispuesto a dejarle hacerlo….
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Ya era muy tarde cuando salimos del club nocturno y la verdad, me había divertido bastante con los chicos, aparte de que gracias a Akashi (Sei-chan según Reo), siendo menores de edad, nos dejaron beber alcohol suave, lo que me ayudó a olvidar un poco mi pena.

Reo al verme tan inestable por lo bebido, insistió en acompañarme a casa, ya que vivíamos hacia el mismo sector, y la verdad era que si estaba bastante mareado, así que acepté.

Tomamos el último tren hacia casa y en el trayecto, algo mareado y desinivido por el alcohol, simplemente me apoyé en el pecho de Reo, sintiendo el calor de aquella persona a mi lado añorando a otra, y es que hacía ya mucho que Teppei no dormía conmigo….le extrañaba de maneras casi increíbles.

Reo no me rechazó, de hecho, me abrazó, rodeándome de forma tan suave y cariñosa que no pude evitar extrañar la forma fuerte y tosca de Teppei… sintiendo como mis ojos se cristalizaban.
Fue en ese segundo que el tren dio la señal de que habíamos llegado a nuestra estación para bajar y me obligué a dejar de lado mis pensamientos tortuosos para levantarme y bajar.

Después de una lucha contra nuestro propio organismo alcoholizado, cuando logramos bajar del tren, no pude evitar sentir mi cuerpo temblar ante el vacío y el frío reinante, regresándome a la realidad de que yo… yo estaba solo en este maldito mundo cruel, y que la persona que yo amaba, jamás llegaría a sentir algo por mí. Mis lágrimas acumuladas en mis ojos se deslizaron por mis pestañas sin permiso humedeciendo mis mejillas. Me sentí tan solo… totalmente abandonado… incluso tan mal como cuando era niño.

Reo se percató inmediatamente de eso, sumando que él también se encontraba con algunos grados alcohólicos en el cuerpo, perdió miedo y razón, acercándose a mí con decisión posando sus manos en mis mejillas, que con sus suaves y largos dedos, trató inútilmente de secar mis lágrimas. Mi cuerpo temblaba a tal grado que no pude evitar acercarme a él y pegar mi cuerpo al suyo. Reo me sonrió con dulzura y lleno de cariño, para luego, con sus manos aún en mis mejillas, alzar mi rostro y buscar mis labios con los suyos.

Me sentía tan vacío…tan quebrado, tan solo y abandonado que no dude ni un segundo en aceptar el amor que él me entregaba, y rodeé su cuello con mis brazos buscando que él me sostuviera entre los suyos para por fin, después de meses, volver a sentirme seguro.


Sus labios eran tan cálidos y suaves, como jamás imaginé… su cuerpo más alto que el mío se amoldaba a mi figura más pequeña y me daba el soporte preciso para no caer al sentir mis piernas temblar. Sus caricias en mis mejillas fueron sustituidas por sus largos brazos rodeando mi cintura, mientras pude sentir claramente como su lengua trató de abrirse camino entre mis labios y yo, simplemente se lo permití….
Aún así…
Aun cuando la sensación era exquisita, y llenaba mi cuerpo de calidez, tranquilidad y fortaleza.. Mi estúpido corazón, no se aceleró o alegró ni un poco. Mi corazón enamorado de la persona equivocada, se mantuvo tranquilo y latiendo al mismo ritmo de siempre… como si lo que estaba pasando, no fuese absolutamente nada… simplemente, era la demostración de que mi corazón estúpido no podría jamás amar a Reo….y mi cabeza comenzó a pensar y dar vueltas a las razones de eso.
Estúpido!!! Me gritó mi cerebro.
En ese segundo pude comprender que, hiciera lo que hiciese…. Mi estúpido corazón jamás dejará de amar al maldito de Teppei…. Y no pude evitar esta vez llorar lágrimas dolorosas como la misma sangre, mientras mi mente, solo logró gritar fuertemente “Teppei!!!”

“MALDITA SEA!!! JUNPEI!!!!” oí de pronto de forma lejana, ya que mi mente se estaba perdiendo en la somnolencia del alcohol, para luego sentir como era halado fuertemente lejos de la calidez del cuerpo de Reo…

“QUE MIERD…” oí la voz de Reo que fue cortada de raíz cuando vi como aquella gran pared hecha hombre le daba directamente un golpe nivel “troglodita” a Reo, que por el alcohol quedó tirado en el suelo de la estación, para luego sentir yo, como era elevado del suelo y cargado como un costal de papas.

“Shun, móntale en un taxi y envíalo a su casa…. Yo llevaré a Junpei de vuelta…” esa era la voz de Teppei la cual oía cerca de mí, pero en tercera persona, sin reaccionar a mi entorno…. Para luego…

Para luego perder el sentido de todo, hundiéndome en el sueño.
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“jun….Jun, abre los ojos, Jun” escuchaba tan lejano sin saber a ciencia cierta cuánto llevaba inconsciente, mientras una calidez me rodeaba y me refrescaba…. “Jun…. Vamos, bebe esto” escuché y sentí aquella textura extraña contra mis labios y luego la frescura de agua bien fría.

Lentamente abrí mis ojos, viendo borroso al principio para luego ir aclarándose poco a poco. Fue entonces que me di cuenta que estaba en el baño de casa, aún con ropa, dentro de la bañera, cubierto por agua cálida hasta el pecho, mientras Teppei estaba a mi lado haciendo que bebiera agua de un vaso.

- Bébelo todo, Jun. Te ayudará a hidratarte y que no duela tanto tu cabeza – dijo mientras yo sentía una punzada en mi cráneo que lo atravesaba de lado a lado. – anda… te sentirás mejor – agregó con voz suave, tratando de contener su voz, ya que noté rápidamente que estaba más que molesto y preocupado.
- Lo siento - susurré sutilmente impregnando el sentimiento en mi frase lo mejor que pude…pero eso solo sirvió para despertar a la bestia, y es que en ese momento, Teppei no se detuvo a pensar en nadie más que en nosotros dos….
- Ah si!!! - se levantó gritando enfadado y aventó el vaso estrellándole contra una de las paredes del baño – QUE ES LO QUE SIENTES, JUNPEI!!! – sentenció furioso – EL EMBORRACHARTE O EL BESAR A AQUEL CHICO!!! – agregó acercándose peligrosamente a mí, para susurrar con notable furia cerca de mi rostro – se sintió bien? te gustó? – me miraba como si fuese la gran decepción de su vida – Te hizo sentir toda una pasiva, no??!!! - tanto dolor, tanta amargura, tanta ira impregnada en aquellas palabras que me destrozaban a cada segundo.
- No te atrevas!! – advertí esta vez yo, reaccionando y cobrando valentía ante él… no le permitiría denigrarme… - Quién diablos te crees para tratarme de esa forma!!! – agregué levantándome de la bañera tambaleante y mirándole de forma furiosa – si besé a Reo fue mi maldita decisión!!! – ya no podía estar más nublado por la ira, él jamás me haría caso, por qué no me permitía ser feliz con la persona que podía curar mi corazón!!! – Si quiero tener una pareja, no entiendo por qué no podría!!! Soy buen estudiante, jamás te he dado problemas!!!!, por qué no podría estar con Reo!! – traté de hacerle entender…
- Porque yo así lo digo – dijo alejándose de mí, caminando hacia la puerta… era la primera vez que veía a Teppei tan serio, sin una pisca de sonrisa… tan furioso, tan fuera de si – Te prohíbo acercarte a ese chico de nuevo!! – agregó saliendo del baño…
- NOOOOOO!!!! No tienes ningún derecho, no puedes prohibirlo!!!! Mucho me habras salvado por lástima, pero eso nadie te lo pidió - le grité casi desgarradamente, usando todo el dolor que esta injusticia causaba en mi – YO JAMAS TE VERE COMO MI PADRE, JAMAAAAAAAASSSS!!!!- grité tan fuerte y sentí mi garganta arder….

No volvió a entrar en ese cuarto…. Y yo….yo solo me quede en la tina hasta que el agua se enfrió. Escuché claramente cuando Izuki-san volvió a casa, también oí claramente como Teppei aquella noche le hizo el amor tan profundo y fuerte que los gemidos de Izuki-san llegaron hasta mi habitación que estaba al otro lado de la casa….

Yo solo pude tomar el móvil y tratar de contactar a Reo…. Pero no contestó… de seguro el alcohol lo había dormido y solo contestaría hasta la mañana siguiente…

No pude evitar llorar esa noche…. Aún con los ojos secos y rojos por ya no tener más lágrimas…
Una vez más “Kiyoshi-san” había fracturado mi alma y corazón de la peor forma…. Así que…

Esa noche, tomando todo el valor que podía tener mi maltrecho corazón, decidí mi futuro. Conseguiría un trabajo, buscaría un pequeño apartamento donde vivir y simplemente abandonaría este lugar, que después de haberse convertido en mi único refugio, a estas alturas, se había vuelto un infierno….

Todo, absolutamente todo por amar a la persona equivocada.


..
.

La mañana siguiente tardó demasiado en llegar, aun así, mis ojos no se cerraron por más que lo intenté…. Por más que me obligué intentando no seguir oyendo los gemidos y gritos de placer del Izuki-san…

Me sentía desfallecer… el dolor de cabeza por la resaca, el no haber dormido y la debilidad de mi cuerpo por no haber comido ni bebido líquidos después de la borrachera me tenía al borde del desmayo… más no perdí tiempo, y apenas amaneció, me duche y cambie de ropa… saldría de esa casa lo antes posible….no quería ver a Teppei nuevamente……. Estaba tan enojado y despechado que, no sabía lo que podría hacer o decir esta vez sí nos encontrábamos nuevamente….

Me acerqué a la nevera para sacar algo de jugo y poder largarme después, pero fue entonces que oí pasos detrás de mí y mi corazón pareció paralizarse…. Mi respiración se entrecortó y pareció no querer volver a abandonar mis pulmones….

- Junpei! – se oyó la voz sorprendida de Izuki-san haciendo que mi corazón volviera a latir y mis pulmones a funcionar – pensé que dormirías hasta tarde…-
- No he podido dormir con tanto escándalo – arremetí molesto… sé que él no tenía la culpa de mi ira y tristeza, pero alguien debía pagar – será mejor que me marche, así podrán hacerlo esta vez sin nadie alrededor. – agregué apretando los dientes.
- Junpei… yo… lo siento… le dire a Teppei – algo se fracturó en mi interior al escuchar a ese hombre llamar al gran idiota por su nombre…. Entonces…
Entonces ellos ya habían traspasado esa línea de convivencia y confianza….apreté los puños y cerrando fuertemente la nevera, pasé por el lado de Izuki-san para largarme…. Estaba herido… demasiado herido para continuar ahí.

- A Dónde vas – inquirió el hombre de cabellos negros – Teppei querrá…
- No tengo por qué informarle cada cosa que hago, no soy un niño – le interrumpí saliendo de la cocina hacia la puerta de salida – no me esperen despiertos, quizá no vuelva…. –

Oí que Izuki-san algo trató de decirme para detenerme, pero yo no quise escuchar. Simplemente salí de esa casa y agarrando el primer autobús que pasó, me aleje de ese hogar deseando no volver jamás.

No sé ni qué autobús tomé, y con tanta vuelta mi estómago comenzó a sucumbir al mareo de la resaca, mientras mis ojos se nublaban… Como pude me bajé no sé dónde, y sin más comencé a devolver todo lo que albergaba mi estómago, que eran solo líquido, mientras mis ojos llenos de lágrimas, tanto por el esfuerzo como por la pena, comenzaron a perder la luz…

Antes de perderme en la oscuridad, solo recuerdo un par de brazos cálidos y una voz suave susurrándome algo … luego de eso… todo fue silencio.
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Cuántas horas habían pasado?... cuánto habrá pasado mientras yo olvidaba el mundo de los vivos?... Dónde me hallaba?.... y sobre todo… con Quién? Al abrir mis ojos me encontraba en una habitación a media luz, con paños fríos en mi frente y cubierto por una fina sabana de seda negra… muy emo, debo aceptar…

- Parece que al fin despiertas – escuché desde la puerta de la habitación la misma voz suave de antes – pensé que dormirías hasta mañana – rió suavemente un chico algo mayor que yo, de negra cabellera y un bello lunar bajo uno de sus ojos… el otro ojo estaba cubierto por su cabello. – mi nombre es Himuro Tatsuya… y el tuyo sería…?- agregó instándome a responder…
- Dónde estoy – le pregunté sentándome como pude, fijándome en que ya no llevaba mi ropa, pero si un pijama-
- Esa no fue mi pregunta, pero te diré – me respondió con una suave sonrisa – estas en mi departamento, en la novena con la 33… Ahora, me responderás lo que pregunté? Así te guio a donde está el teléfono y puedes llamar a tú casa – me volvió a decir con esa voz tan suave y calma que al parecer era su tono normal al hablar.
- Hyuuga Junpei – respondí – por qué me ayudó? – le pregunté, yo jamás hubiese ayudado a alguien en su lugar.
- Porque te vi, y me recordaste a como fui hace algunos años atrás – respondió mirando por la ventana, como viajando a recuerdos de un pasado doloroso que de inmediato endurecieron su mirada, los cuales no me atreví a interrumpir – ahora, llamarás a tu casa? – inquirió de pronto, despertando a la realidad, viendo la duda en mi mirada - Puedes pasar la noche aquí, este es el cuarto de invitados, pero si quieres, también pueden venir por ti – repitió una vez más.
- Llamaré a casa – decidí al final… por muy despechado que estuviera, debía respeto a la persona que me había tomado a su cargo – veré si pueden venir por mi. –

Himuro-san me guió hasta la sala mostrándome el teléfono, recordándome que me trajeran una muda de ropa, puesto que lo que yo traía, lo había vomitado y él lo había lavado, pero aún estaba húmedo…
Observé el reloj… 19.45 hrs… por todos los cielos…
Había pasado todo el día fuera de casa, y lo peor… ni siquiera había hecho una llamada. De seguro, me ganaría un gran sermón nuevamente… y era lo que yo más quería evitar. Con las manos temblando, agarré el auricular y marque hacia casa, esperando la voz de Teppei…. O mejor dicho, sus gritos.

Gracias a Dios.. el que respondió fue Izuki-san…

- Junpei, gracias al cielo!!! – dijo con voz preocupada – pensamos que te habría pasado algo!!, Teppei esta como loco, ha salido a todos lados, ahora mismo va para casa de Reo, dónde estas?! – preguntó angustiado y yo solo pude suspirar… él jamás tuvo la culpa de nada… ni él, ni Teppei…
- En casa de un amigo… Estoy en la Novena con la 33, en el edificio – miré a Himuro-san y articuló en nombre en silencio y yo sonreí – Memorial Osaka, departamento – el de cabello negro volvió a gesticular bajo mi sonrisa agraciada y la de él cómplice – 634 del 6to piso. – agregué – puede venir por mi y traerme una muda de ropa, por favor? – le pregunté tratando de sonar lo mejor posible.
- Por supuesto – dijo de inmediato – le avisaré a Teppei y salgo de inmediato para allá – suspiré ante su respuesta y despidiéndome, colgué.

Himuro-san se había ido hacia la cocina, y asomándose por la puerta me hizo señas de que me acercara… cuando llegué ahí vi que la mesa estaba puesta para 2 y la comida se veía increíble…

- Supuse que después de lo que vi en la mañana, y que dormiste todo el día, tendrías algo de hambre – sonrió y me ofreció un cuenco con arroz – come cuánto quieras, sino se desperdiciará. – terminó sentándose frente a mi comenzando a comer.
- Vive solo? – pregunté y el simplemente asintió – Himuro-san…
- Tatsuya – dijo de pronto interrumpiéndome – solo llámame Tatsuya – y sonrió.
- Tatsuya-san – él rió ante eso – soy menor de edad, pero… usted me permitiría arrendarle una habitación … conseguiré un trabajo, y usted se ve buena persona… -
- No sacas nada con huir de los problemas – volvió a interrumpirme. – quizá te ahogas en un vaso de agua, pequeño… - agregó – a veces, aunque duela, es mejor enfrentarlos y saber dónde uno está pisando – terminó sin siquiera mirarme, mientras seguía comiendo.
- Quizá tenga razón – agregué bajando la mirada y comiendo unos granos de arroz – pero es por eso mismo que lo digo… si los enfrento, necesitaré verdaderamente un lugar donde vivir. – reí tristemente.
- Entonces, si…. Si podrás venir aquí. – terminó mientras cogía más comida –

Fue entonces que el timbre resonó por todo el departamento, insistentemente y tanto Tatsuya como yo, sonreímos… increíble que hayan demorado tan poco… la distancia no era mucha, pero de todas formas era una distancia considerable.

Ambos nos levantamos y fuimos hasta la entrada. Siendo la casa de Himuro, él se acercó a la puerta y la abrió, mas, apenas sacó el seguro, la puerta fue empujada abriéndose de golpe, mostrando de inmediato la enorme figura de Teppei hecho una furia…

Tan solo una vez lo había visto así de enfadado… y fue en ese segundo que mis recuerdos se dispararon…
… estaba igual a como aquella vez que me descubrió besándome con Reo…
Ojos inyectados en sangre, respirando agitado de tanto correr, los puños blancos de tanto apretarlos y si fuese parecido a un animal, lo compararía con un toro a punto de cornear a quien se le crucese… Por instinto retrocedí un par de pasos, y Himuro con voz suave le preguntó que quién era, pero Teppei no respondía, ni siquiera lo miraba, le ignoró……. Estaba totalmente cegado…

Sin ningún tipo de sutileza, avanzó hacía mí, y mi mirada atemorizada me jugó una mala pasada, puesto que puedo jurar que en ese momento lo vi bufar y botar espuma por la boca de la ira…
Me tomó de la muñeca y sin darme tiempo a reaccionar, jaló de mí hacia la entrada, sin siquiera poderme despedir… tan rápido, como un verdadero cavernícola o animal tomando a su presa y huyendo… pero así como trató de sacarme de ahí, también sentí en mi otra muñeca, una mano suave, pero firme, deteniendo al instante la huida.

- El es..? – me preguntó Tatsuya y yo sonreí triste
- Es mi tutor – respondí y la gran comprensión del pelinegro le dio la respuesta oculta tras esa afirmación. Se acercó a mí y besó mi frente, ante la mirada furiosa de Teppei .
- Ya te lo dije, las puertas de mi casa estarán siempre abiertas para ti. – terminó sonriéndome.
- De seguro Izuki-san vendrá pronto, dele mi ropa por favor – terminé gritando desde el pasillo, mientras Kiyoshi sin mirarme siquiera, llamaba el ascensor.

Llegando abajo, me montó en su carro, y casi de forma frenética, condujo hasta casa…. No emitió palabra alguna, pero la tensión en el trayecto casi no me dejaba respirar. Apenas aparcó el carro, se bajó dando la vuelta y volviéndome a tomar de mi muñeca lastimada por él mismo, me arrastró hasta dentro de la sala.
Sin decirme nada se dirigió a la cocina y yo, cansado ya de huir de todo, le seguí… ahí le hallé bebiendo una botella de agua mientras con sus dedos apretaba el puente de su nariz. Sé que trataba de calmarse, pero para mí, que llevaba tanto tiempo sufriendo por todo esto, era el instante “ahora o nunca”, así que me paré frente a él y carraspeé mi garganta, llamando su atención.

- Ahora no, Jun… o terminaré haciendo algo de lo que después me arrepentiré – dijo dándome la espalda.
- No Kiyoshi-san, debemos hablar – le dije con voz firme – puesto que a partir de mañana, me mudaré con Tatsuya-san.
- CON QUIEN!!! – alzó la voz encarándome por fin – con ese emo idiota con el que estabas hoy!!! – agregó sin ningún tipo de miramientos – eres menor de edad, Junpei, hasta dentro de 2 años, aún me perteneces! – señaló con ira, mientras se acercaba a mí – No permitiré que salgas de esta casa… -
- POR QUE!!!! – esta vez yo alcé la voz mientras mis ojos se cristalizaban humedeciéndose – no me necesitas, solo sobro en tu maravillosa vida!!! Ya tienes todo lo que querías… no quiero estorbar!!! Déjame ir!!! – le rogué – yo… yo ya no puedo seguir aquí – en ese segundo una lágrima por fin se desprendió de mis pestañas y rodó por mi mejilla.
- No!! – volvió a repetir, esta vez tomándome de la cintura, alzándome y sentándome sobre el mármol de la mesa para picar, quedando con mis piernas sin tocar el suelo – jamás!! Lo entiendes, jamás permitiré que te vayas de aquí!!! – agregó pegando su cuerpo al mío sujetándome de las mejillas para que le mirara a los ojos –
- Por qué… - susurré con la voz quebrada, mientras sentía sus dedos gruesos y largos acariciar mis mejillas tratando de secar las lágrimas que no paraban de caer – no ves que esto me hace daño?-
- Porque no puedo, pequeño – susurró pegando su frente a la mía, y por gracioso o extraño que suene, oí como su voz se quebraba – tú eres mío… -

A penas oí aquella afirmación, comencé a llorar, por primera vez frente a Teppei… hipando y con el aliento entrecortado, cual pequeño niño… no podía creer que fuera tan posesivo… acaso en verdad, en algún momento de nuestra convivencia, él creyó que era mi padre?

- Quiero que entiendas, y me dejes continuar hasta que termine de contarte – volvió a decir, estrechándome entre sus brazos….. – Jun… tú no lo sabes, pero… tú eres mi razón de vivir desde que te encontré en ese lugar y mis ojos se conectaron con los tuyos…

Todos estos años he hecho hasta lo imposible para que no lo notaras, pero siempre mi instinto me obligaba a llegar a tu lado y abrazarte… no podía estar lejos de ti mucho tiempo. Por eso busqué por todos los medios, tener una relación con alguien más… pero jamás pude. Era mi culpa… yo solo los usaba para no tocarte, y terminaba hiriéndoles puesto que no podía amarles como se debía.
Shun fue el que más resistió, puesto que él y yo éramos iguales. El también amaba a alguien más y se alejó de él por ser joven… cuando nos conocimos, hicimos el trato de estar juntos para curar y lamer nuestras heridas… hasta que resistiéramos…
El problema fue que, al final de cuentas, tu llegaste a esta edad y… Dios!! No pude controlar mis celos!!... – en ese instante temblé cual hoja de papel entre sus brazos – yo solo quería encerrarte y tenerte solo para mi… Jun… por eso hice que Izuki viniera a vivir aquí… ya no podía controlarme.
El lo entendió… y sabiendo por lo que yo pasaba, aceptó venir aquí. Pero todo empeoró cuando te vi con aquel chico… estallé en ira… y después de discutir contigo lo único que hice fue… sacar toda mi frustración con el pobre de Shun… - sentí claramente como la tela de mi hombro se humedecía por las lágrimas de Teppei y no puedo negar que a cada palabra que me entregaba, mi corazón latía cada vez más eufórico y desenfrenado… estaba volviendo a la vida – pero esa fue la gota que derramó el vaso… anoche, después de sacar fuera mi frustración, él decidió acabar con nuestra relación… dijo que no seguiría lastimando a nadie más. No le entendí hasta que hoy en la mañana me dijo que te habías ido sin decir donde…
Estuve como loco todo el maldito día, Jun!!!... y cuando Izuki me dijo dónde estabas, mi mente se desconectó del razonamiento y me llevó hasta allá … ver como ese otro chico te besaba…Jun yo… - en ese momento volvió a pegar su frente a la mía y mi nariz rosaba la suya… su cálido aliento chocaba contra el mío y ya comenzaba a perder el control de mis emociones – yo necesito saber con cuántos chicos haz dormido… cuántos te han besado… cuántos te han herido… porque los asesinaré a todos – rió suavemente – te amo Shun… solo a ti. Ya no puedo seguir mintiendo.

Ya no podía parar las lágrimas… Teppei estaba volviendo a la vida a mi corazón con sus dulces palabras, después de haberlo asesinado lenta y tortuosamente todos estos años. Aun así, a pesar de todo lo que sufrí estos años… mi traidor corazón latía y se regocijaba perdonando todo lo ocurrido en un abrir y cerrar de ojos…. Y no podía mentirme a mi mismo… yo estaba tan emocionado, feliz e increíblemente eufórico como el estúpido e insensato de mi corazón.

- Al único que he besado… es a Reo – dije con convicción – y con el único que he dormido – lo sentí tensarse y sonreí suavemente – eres tu… -
- No me mientes? – susurró viéndome con sus ojos castaños fijamente y ya no me resistí, llevaba esperando esto desde siempre! –
- Te lo juro por mis hijos – bromeé y simplemente rodee su cuello con mis brazos y estampé mis labios contra los suyos, buscando aquella caricia prohibida para ambos, pero que tanto deseábamos.
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- No sabía que se trataba de ti – decía Izuki mientras tomaba la ropa de Hyuuga para partir – si lo hubiese sabido, no habría venido. –
- Shun… por favor – pidió Himuro acercándose por su espalda y rodeándole con sus brazos. – han pasado casi 4 años…ya no dependo de nadie… trabajo y vivo solo… qué más puedo ofrecerte para que veas que ya no soy un niño! – aseguró escondiendo su rostro en el cuello del más bajo – incluso ahora soy mucho más alto que tu. –
- Tú madre me matará – se aventuró a decir el más bajo sosteniendo los brazos de Himuro contra su pecho – no puedo permitir que vivas la misma vida que yo… tú puedes buscar una chica, casarte y tener familia… por favor. – agregó volteando hacia Tatsuya mirándole lleno de temor con aquellos ojos hipnóticos que poseía y que el más alto adoraba – vive una vida normal!
- No! – respondió rápidamente el chico del lunar – te lo dije hace 4 años atrás, y te lo repetiré una vez más – le susurró tomándole del rostro, haciendo que su aliento cálido pegara en los labios del más bajo – la vida no es vida sin ti… y no dejaré ir a la persona que amo, solo porque no es lo que la sociedad ha estipulado como normal… quédate conmigo Shun – le pidió Tatsuya a Izuki, el cual no pudo evitar temblar entre abrazos y caricias… - quédate a mi lado y jamás me separaré de ti…

No hubo más palabras que esas… las ropas de Junpei quedaron olvidadas y regadas en la sala del pequeño apartamento de Himuro, mientras a tropezones y topones trataban de no romper el beso que los unía en ese momento, para poder llegar a la habitación… cosa que lograron después de romper 2 lámparas y 1 florero y 1 porta-retratos.

Dicen las malas lenguas que… no se supo nada de ellos hasta por lo menos 3 días después…
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Caliente, cual lava ardiente, húmedo y obsceno, con sonidos eróticos y casi decadentes… sus lenguas danzaban cual serpientes, recorriendo cada milímetro de sus bocas… no había escape, oh no, ya no, y Junpei lo supo apenas sintió el enorme peso de Teppei sobre él…
Se sentía tan pequeño e indefenso entre los brazos de ese gran oso lujurioso, que le estaba volando el cerebro solo con simples besos…
Besos tan profundos y eróticos que jamás pensó, ni en sus más locos sueños, que podría probar alguna vez de los labios de su ser amado….

Y es que lo amaba… lo adoraba…
Y no podía evitar friccionar su cuerpo contra la gran fisonomía del castaño… mientras las manos enormes y fuertes de Teppei recorrían su cuerpo y se sentía deshacer entre ellas cual mantequilla.

- Sé mío Jun… quédate por siempre a mi lado – rogó el castaño entre cada roce y cada beso, entre cada caricia y cada gota de sudor… - jamás te abandonaré…
- Jamás podría irme – chilló el más pequeño al momento de arquear la espalda, sintiendo las caricias de los dedos gruesos del castaño en su interior – márcame como tuyo – jadeó y separó lo que más pudo sus piernas…

Jun entre gemidos y quejidos llenos de placer se entregó a las estocadas del que desde siempre había sido su amor, su hogar, su protección… dejó ir todo el temor de su corazón para ir en busca de lo que tanto ansió, atrapó entre sus piernas a su mundo, encarcelándole ahí… con todas sus fuerzas… atándole a su sexo, mientras Teppei se volvía un animal desbocado rompiendo y ensanchando todo lo que estaba a su alcance, martillando como loco hasta llenar de su esencia aquel cuerpo pequeño que desde siempre amó, marcándole para siempre como suyo… ya no permitiría que nadie se lo arrebatara…. Ni siquiera la muerte.

Y mientras un cansado y adormilado Jun, dormía entre sus brazos, después de la primera (de muchas … muchísimas más) vez, susurró al oído de su pequeño amor su promesa…su pacto de sangre y fe.

“mi cuerpo le pertenece a esta tierra, Jun… pero mi alma… juro aquí y ahora, en este segundo que te tengo entre mis brazos que, por siempre y para siempre será tuya… no importa si la muerte me lleva, siempre te protegeré y amaré… incluso, cuando le haya ya entregado mi cuerpo a esta tierra…mi alma para siempre permanecerá atada a ti…
Te amo Junpei…”
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Fin.
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Sei: Este fic fue escrito y re-escrito y recontra escrito para “se suponía” el cumple de mi hermosa y bellísima querida Fatima Winner, a quien conozco y quiero desde hace una chorrada de años atrás.
Preciosa, perdón por demorar tanto… entre el trabajo, mi enfermedad y el asunto de que estos dos no querían quedarse juntos pues…… ya ves, mira la fecha en que vine a terminar.
También perdón por no hacer un lemon digno, pero si no, ahora si no terminaba para nunca XD asi que quedo como usted leyó.
Te recontra quiero… tu lo sabes.
Espero te guste…. Si esta muy aburrido… pues…… no me pudo salir mejor, tu sabes que esta no es mi otp XD
Besho de pescado *3*
Notas finales:

UN ABRAZO..


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