Por alguna extraña razón el día estaba gris, además de que las gotas empezaban a caer.
Percy no había podido salir a disfrutar del aire fresco y del dulce aroma de las rosas, se encontraba sentado en un sillón de una plaza al lado de la ventana sintiendo esa frescura de las gotas de lluvia, además de que de vez en cuando con sus poderes se ponía a jugar realizando con el agua figuras de animales que corrían por todo el jardín.
Afrodita y Apolo reían al ver como Percy se distraía, habían tratado de animarlo al darse cuenta que su padre y tío no podrían ir hoy pero nada funcionaba hasta que él había empezado a jugar con el agua y reir.
De pronto una luz se acercó a los dos dioses y de ella salió una voz que les dijo que los necesitaban con urgencia en el Olimpo, que había problemas.
-Percy, cariño, debemos irnos para el Olimpo, tenemos una reunión y no podemos faltar.
-¿sucede algo? nunca los llaman así de improvisto
-No fue de improvisto, se nos había olvidado
Agregar Apolo ya que no podían asustar o poner nervioso al menor, le haría daño para el embarazo.
Ambos dioses se despidieron del príncipe del mar para después desaparecer usando sus poderes, enseguida apareciendo en el Olimpo.
************************************
Casi todos los dioses estaban reunidos en Olimpo, se veían los unos a los otros algo nerviosos, pero no haciéndolo notar, por el inesperado llamado.
-¿Que hacen todos qui?
Se escuchó una voz firme y gruesa, de inmediato todos se dieron la vuelta viendo a Zeus y Poseidón entrando por las puertas con cara de confusión al verlos
-¿que dices? Fuiste tu el que nos llamaste Zeus.
Habló la diosa de la sabiduría y estrategia, Atenea
-Yo no los he llamado
Se vieron con el ceño fruncido hasta escuchar un jadeo, voltearon a ver a Afrodita, la cual tenía una mueca de terror
-¿Que sucede Dita?
pregunto Anfítrite la cual se acercó rápidamente a la diosa del amor
-.... no está….
respondió suave, nadie le entendió lo que dijo
-¿que?
-¡¡¡HERA NO ESTA AQUIIIIII!!!
Ahí fue donde entendieron todo, Zeus, Poseidón, Apolo, Anfitrite, Afrodita, Artemisa y Hefesto, que eran los dioses que saben sobre la relación de los dos primeros con Percy, usaron sus poderes y se transportaron hacia el templo de la diosa del amor.
La imagen con la que se toparon hizo que las mujeres cayeran de rodillas y los dos dioses mayores corrieran hacia lo que quedaba del templo.
Ruinas, todo era ruinas, solo quedaban algunas paredes de pie, lo demás estaba destruido.
Se escuchaba las voces de los dos dioses llamando con locura a su amado, no había rastro de él, salvo una pequeña mantita que el menor estaba tejiendo días atrás.
************************************
En cierto lugar, un chico abría sus ojos mostrando ese azul—verdoso que tenía por color sus irises.
Se quedó quieto para después ver a los lados, estaba en una habitación de colores negro y los muebles eran de color rojo. Se sentó con mucho cuidado acariciando su vientre.
—veo que ya despertaste...
Se escucho y giro su mirada hacia la puerta, en donde estaba una persona ahí de pie.
—que? Pero por que tu?....