Salió refunfuñando de aquel edificio donde trabajaba su padre dirigiéndose hacia su trabajo. Ni siquiera sabía para que le había llamado, o quizás sí: Para molestarle porque no quiso hacer lo que su padre dijo, para estarle reclamando sobre aquello. Aveces le gustaría que le hablase para preguntarle como le fue en su día, para decirle que lo quiere o algo así, pero sabía que eso no ocurriría, así que mejor se resignó de una vez por todas. Soltó un suspiro entrando hacia aquel local en el que el olor a café dominaba, se dirigió a su puesto colocándose su mandil y volteó su vista al escuchar la campanilla de la puerta, arqueó una ceja al ver quien era «Choi MinHo» Y sonrió dirigiéndose a su mesa para tomarle el pedido.
- ¿Qué va a pedir? - Observó como el chico moreno comenzaba a leer aquel libro de medicina, que al parecer no soltaba.
-Un americano.- «De nuevo, ¿será su favorito?» Taemin asintió haciendo una reverencia y retirándose para ir donde preparaban los pedidos haciendo el café de Minho con cuidado y con "amor extra" Porque Taemin creía que si las cosas se hacían con amor, saldrían mejor y bien. Cuando estuvo listo, fue donde Minho dejando su café en la mesa haciendo una reverencia y retirándose.
Desde su lugar observaba al moreno como leía y tomaba de su café, pero dejó de hacerlo cuando su móvil vibró, suspiró y lo sacó para revisar aquel mensaje.
Naeun: ¡Cariño! Pensé que sino estás muy ocupado hoy, pues, podríamos ir al cine ¿qué dices? Te quiero.
Guardó nuevamente su móvil tras leer el mensaje tomándose del cabello y alborotando el mismo. No es que esté ocupado, pero para Naeun lo estaba todo el tiempo, pues no le apetecía salir con ella, ya que gracias a su padre, tuvo que hacerse novio de ella. «y una mierda» Pensó y negó un par de veces.
MinHo le hizo una seña para que se acercase, seguro quería la cuenta, así que se acercó con ella hacia la mesa de MinHo .
— La cuenta por favor. - «bingo» TaeMin se la entregó y el moreno la pagó , el de ojos avellana se retiró de su mesa volviendo a su lugar de trabajo. Al estar detrás de la caja registradora soltó un suspiro y sintió una ligera palmada en su espalda.
- ¿Pasa algo? - Preguntó Jonghyun quien se recargaba en la pared. Y TaeMin niega varias veces haciendo que el más bajo arqueara una ceja.
- ¿Estás cansado? - Y el de ojos avellana asiente. - ¿Por qué no te vas? Cubro tu turno si quieres. - Taemin volteó a verle con una gran sonrisa y acercándose a él le dio un abrazo.
- Gracias hyung. - Se separó quitándose el mandil, tomando sus cosas saliendo de aquel lugar y... «oh mierda» dijo en su mente cuando vio a la persona que no quería ver a unos metros de distancia. Y fue entonces donde se le pasó por la mente el "piernas para que las quiero" así que corrió del lugar sin ver hacia atrás, como si un perro lo viniese persiguiendo y cuando decidió voltear, notó que nadie le venía persiguiendo, por lo que al no tener la mirada en frente terminó por golpearse contra un poste cayendo al suelo.
Auch. Juró que pudo ver por un segundo estrellas y varios colores.
- ¿Estás bien? - Escuchó la voz de MinHo por lo que levantó la mirada. El mayor se agachó un poco ofreciéndole su mano, a lo que Taemin la tomó y Minho le ayudó a levantarse. - Vaya golpe que te has dado. ¿Por qué has corrido como si un violador viniese a por ti?
«Violadora, querrás decir».
- Estaba... Haciendo ejercicio. - El moreno asintió mientras apretaba los labios para así, contener la risa.
- Vale, entonces continua haciéndolo. Nos vemos mañana. - MinHo le sonrió al menor y este asintió y ambos comenzaron a caminar cada quien por su parte.
Taemin tenía algo que a Minho le gustaba, y de eso apenas se daría cuenta.