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Hogar, dulce hogar por 02akira

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Notas del capitulo:

Bueno, como dije mis demas fic estan en pausa por lo pronto, pero este sera actualizado cada jueves si no se atraviesa mis clases o trabajos de la universidad.

 

Chicos disfruten, espero les guste mi trabajo y se lo dedico  a mi linda Vanwsa y pita.

-sin duda alguna esa semana había sido hasta ahora la mejor de su vida, tanto para el alfa como para el omega que ahora al lado del mayor no dejaba de lamer y besar su cuello, gesto que el peliverde aceptaba con gusto, hinchando su orgullo al ver como las miradas de los “malos tercios” se quedaban en su adoración rubia. Incluso se tomó la atribución de sentar al menor en su regazo. Frotando su espalda baja un tanto cuando se tenía la oportunidad, pero es que su pudor y auto control le valía un carajo desde ayer en la noche, después de copular con su menor, seguro que su celo llegaría pronto… mierda, NO SABIA COMO REACIONARIA A SU CELO ,debería de tener cuidado de no preñarlo ´pues el rubio era muy joven, sí, eso era normal, cuidarse pero incluso su parte humana que era la “racional” clamaba por tener un cachorrito que fuera como su amado, revoloteando encima de el cómo su papi omega y llamándole “papacchi”, el pensar a su pareja con una gran barriga, abochornado y con las piernas abiertas seguro seria la gloria tener esa vista, segu. – Midorimacchi esta duro. – ese susurro sin lugar a dudas le saco de sus pensamientos y clavo su vista en la del menor, esta brillaba, su zorro estaba asomándose, eso y la sonrisa que le dio le basto para cargarlo como princesa, encargar al botón su equipaje y volver sobre sus pasos, no le importaba pagar cargos extras, en cuarenta minutos llegaría su transporte y con eso era más que suficiente para empotrarlo contra la paredes que le falto de aquella estancia.-

 

 

------------AL DIA SIGUIENTE ----------

 

-estaba agotadísimo y lo que le sigue, pero no se quejaría pues amaba a su alfa y no mentiría, la espera de esos tres años valió la pena, el haberle dado su virginidad a su Midorimacchi fue una de sus mejores elecciones en su corta vida, aun que en veces pensaba que el mayor no tenía llene, la  muestra era que estaba sentado sobre dos cojines mientras terminaban de peinarlo.-

 

Ryo-chan, te vez tan apuesto últimamente, incluso tu piel es más suave y brillante…- la estilista que acomodaba su cabello solo rio, ella al estar ya emparejada sabia el porqué de ello, era obvio, a decir verdad, el rubio se cargaba un fuerte aroma que no era el suyo, seguro su alfa era de nivel alto y no se esperaría menos del omega pues era igual de alto nivel y era precioso el condenado. Una vez terminaron con su maquillaje leve y vestuario que consistía en unos pantalones blancos jodidamente ajustados, una camisa verde tres cuartos. Un saco sin mangas negro y zapatos de color igual eran su combinación, con un partido al lado derecho. Ahora que su asistente se fijaba el cuerpo del rubio no era igual al de antes, tenía cambios, no exagerados pero los tenia y eran sus caderas más redondeadas, estaba más delgado e incluso su pecho se veía mas hinchado, esos cambios eran en los omegas cuyo cuerpo ya podría albergar en cualquier celo próximo un cachorro en su vientre, no le era justo a ella que veía al modelo como su cachorro, lo conocía de años. - Crecen tan rápido. – fue lo único que susurro al ver al zorro caminar con toda la actitud y seguridad del mundo al set donde daría la primera entrevista de la semana, sonreía a todos los que veía, él estaba radiante, el ser un “omega adulto” como él decía le había cambiado, ahora que se sabía y sentía tanto amado como deseado le daba más seguridad a sí mismo y le encantaba sentirse el centro del mundo de su hombre, eso era algo inexplicable, pero le encantaba porque sabía que era único para su amado. Con ese pensar llego a su destino y se acomodó en el sofá dando así lugar a la entrevista pocos momentos después. –

 

-Midorima tenía su receso de media hora y ahora se encontraba comiendo el desayuno que le había mandado el rubio, ¡oh¡, si, su rubio tenía una entrevista y el prometió verlo, haciendo memoria del canal que era puso el mismo en la habitación que colgaba a contra esquina de su escritorio. Había comenzado hace unos minutos, pero su dulce omega le perdonaría porque estaba trabajando, con ese pensar y disfrutando de su plato alzo la vista de nuevo pues la había bajado para guardar sus documentos de consulta y no mancharlos, aun así gruño tan fuerte que todos los omegas que estaban cerca, betas y alfas de bajo o medio nivel se pusieron a chillar asustados (en el caso de los primeros) y otros se pusieron alerta (los segundos y terceros). Estaba que ardía de celos y enojo, frente a él, en el set donde estaba su rubio grabando ahora aparecía su antiguo, conocido pretendiente y ex prometido de su omega , el estúpido de su “sempai”, no, no lo iba a soportar y menos por ver  como su pareja palideció al verlo y el otro se ensanchaba al ver al kitsune incomodo removiéndose incomodo en el sofá.

Pero lo que no sabía Midorima es que pese a no estar tan cerna el uno del otro el omega en casos especiales desarrollaba un lazo aún más fuerte que le de la madre naturaleza les heredaba de cabecera, lo que Midorima no sabía era que el rubio había sentido el enojo y rabia de su alfa, pero al no saber el porqué de ese sentir se asustó, el miedo lo invadió al igual que la inseguridad y solo quería estar con su hombre…          ¡TENIA MIEDO¡.

 

 El peliverde por su lado había avisado solo a su secretaria para que cancelara sus citas y salió en caliente directo al set donde gracias a su menor, era mas que conocido-

 

----------EN EL SET----------

-El rubio estaba por demás angustiado y se veía en su cara por lo que cuando le dijeron que era el final sonrió, haciendo un puchero momentos después al escuchar que se irían luego de unas fotos entre él y el actor de Kasamasu, el solo siguió las ordenes y poso para las fotos con la “sonrisa de trabajo” como el mencionaba, pero eso fue otra cosa que Midorima ignoro, viendo las acciones de su pasivo por las teles que había en las calles, si, había corrido su búho le clamaba ir más rápido y de no ser que su cartera, llaves y teléfono estaban en su bata los había olvidado, dejo salir su aroma y ese en conjunto con su enojo se olía a metros, no volviendo a detenerse y esquivando peatones y autos con una agilidad muy sorprendente en poco menos de media hora llego al estudio, subió corriendo las escaleras y al llegar a recepción y preguntar por el rubio modelo su enojo se duplico al escuchar que se había marchado junto con el actor.-

 

----------CON KISE Y KASAMATSU---------

¡NO, NO SEMPAI! … VETE. – estaba en peligro, lo sabía, su celo estaba a punto de  llegar, su cuerpo estaba comenzando a calentarse y no le quedaban supresores, los había gastados todos en la semana pasada que había estado todo el día entero con su amado, y no podría controlarse tan fácil por estar en la “EDHL” (Edad de hormonas locas) como decía su novio, aun así el alfa de cabellos negros se había calentado con la cercanía de las fotos y le había seguido  a su casa, sumándole que por lo mismo del celo sus sentidos se atontaban, por ello no percibió bien el aroma del otro. Aun así, llego un punto donde se perdió pues todo comenzó a ponerse borroso, sus piernas flaquearon y su cuerpo se tensó, se tensó tanto que cayo sentado y luego un aroma muy fuerte a hombre le lleno de pleno, el alfa se había posado sobre es  y había atrapado las extremidades del omega con una mano, era tan delicado el rubio que fue parado de ambas manos con una del mayor, este chillaba clamado por el que veía como su mundo, chillaba con fuerza, temeroso, angustiando al doble, espantado de como el otro bufaba ante sus movimientos intentando esquivarlo y sus negativas, pese a no poder ver ya con claridad sabía que ese alfa no era suyo, que las manos que comenzaban a  tocarlo con brusquedad no eran de su amor, ni mucho menos el aroma detestable, joder que tal vez en un pasado ese aroma le hacía feliz, pero ese aroma a pino le daba nauseas, ahora solo el aroma de bosque le encantaba, pero podía percibirlo o tal vez era su deseo, el deseo que le rescatara antes que su cuerpo le traicionara .

 

Por favor Yukio-san, para… para. ¡PARA YA¡. – Comenzó a temblar y sollozo cuando sentía que el instinto le ganaba pues sus caderas habían entrado en contacto con las del mayor, pese a que su cuerpo actuaba por sí mismo, su pedazo aun racional lloraba, lloraba clamando por otro. –

 

¡¿QUE DIABLOS?!. – fue lo que escucho el rubio luego de sentirse libre del peso ajeno y desubicado intento incorporarse, pero sus piernas no daban a mas, el celo había tomado la razón de su ser, lo único que escucho fue como arrojaban algo y el azote de una puerta luego de un gruñido, uno muy fuerte que le hizo chillar asustado y para terminar una gran bofetada que le hizo volver en cordura un poco, incluso le aclaro la vista. –

MI…Midorimacchi. – Susurro asustado, no, asustado no, aterrado porque podría decir que casi le miraba con odio el mayor, su enojo le hacía competencia al aroma de su celo. Aterrado por ello como pudo se dio la vuelta e intento gatear lejos del mayor, olía literalmente a peligro, no obstante, fue jalado del tobillo y atrapado de nuevo, pero ahora por el peliverde, tenía miedo de él, el peliverde se veía furioso, tanto que comenzó a llorar asustado y más cuando le gruño. Todo fue rápido, sintió como le jalaban del cabello sin delicadeza alguna y en su hombro  de ajeno, donde cuello era expuesto unas garras eran enterradas, luego de eso un dolor jodidamente exagerado, como nunca había sentido antes le llenaba y quemaba desde su cuello a todo su cuerpo, se mareo, le dio nauseas, incluso vértigo y todo en el mismo momento, los gritos y gruñidos que seguro eran de sempai se hicieron más lejanos hasta callarse, se quedó sordo unos momentos hasta que al sentir una lengua algo áspera recorrer su piel donde antes le dolía, ahora le acariciaba quitando lo que olía a su sangre, cuando pudo entre abrir los ojos y ver a quien tenía enfrente vio a su alfa sonriendo de forma algo retorcida y relamiéndose sus labios, degustando su sangre… eso, verle con ese aspecto tan lleno de expresiones y ahora gracias a ocasión con rasgos salvajes le hizo gemir extasiado con la vista, le había calentado mucho, mucho.-

 

Voy a preñarte, Ryota. – Su omega interno  jadeo  y chillo gustoso ante esa afirmación y como si no hubiera pasado nada antes sus orejas y cola salieron, no se percató, en verdad que no se había percatado de cómo o cuando ya estaba desnudo por completo y el peliverde igual, pero el sentir el choque de ambas pieles calientes le encantaba, era la primera vez que un celo le llegaba tan fuerte, aun así no pensó cuando quedo ahorcajadas  sentado en la boca del alfa, quien lamia gustoso su entrada, la cual aún más gustosa se contraía cuando sentía la lengua ajena invadirle, el comenzó a moverse de arriba abajo sintiendo como el otro encajaba sus garras en sus nalgas ayudándole a subir y bajar aún más rápido sobre él.

Ambos estaban calientes, nublados por el aroma a macho del peliverde y a hembra del pelirrubio, los arañazos, mordidas y frotes no  sobraban ni mucho menos les aburrían, solo hacían a uno hincharse  de su falo  y al otro dilatarse de su entrada, haciendo así que ambas partes se prepararan de antemano, no tardando en estar el omega  en el piso con las piernas abiertas, el  otro se acomodó entre sus piernas y le penetro, entrando sin dificultad alguna  y dando en su próstata, ahora que su parte animal se asomaba, no solo le daba rasgos fieros, o el doble de fuerza si no que su falo era más grande y grueso, haciendo gemir a ambos cuando las bolas del peliverde chocaron con las nalgas del menor.

 

Midorimacchi, Midorimacchi … -  eso era lo único que el omega podía decir, llamar a quien atacaba sin tregua alguna su interior, aferro sus garras a la espalda ajena entre jadeos y gritos de placer, sintiendo como esa regordeta polla resbalaba en su interior, mientras   el mayor estaba perdido entre ese cálido y delicioso interior que con el pasar de los minutos le apresaba cada vez más fuerte y constante. - Mas … ¡mas¡.

 

-el peliverde se sentó y llevo consigo a su kitsune, sentándose con el encima y apoyando una mano en el piso alfombrado, tomándole de la cintura con la otra y guiándole en los movimientos, no teniendo que hacer mucho pues el omega se movía con una soltura que no podía definir más que con la palabra “instinto”, él se había concentrado en seguirle embestido más, lamiendo y mordiendo su pecho, hasta llegar a una de sus tetillas las que mamo hasta dejar rojas e hinchadas pues ya estaban erectas, esa unión era perfecta, más que otras veces. Tal vez porque ambos compartían por primera vez el celo del omega, porque es la primera vez que lo hacían luego de que el alfa le había mordido o ambas, lo único que ambos sabían era que ese primer orgasmo de la noche, si, el primero porque lo hicieron más de una vez.  fue el mejor en toda su vida. -

 

 

 

 

 

Notas finales:

Por favor diganme en sus rw sus comentarios, ustos, opiniones e inclusos tomatasos.


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