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Hogar, dulce hogar por 02akira

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Notas del capitulo:

De aqui en adelante falta realmente poco para que termine, pero no olviden que hay un concurso y en el proximo capitulo subire las estadisticas, a los que siguen el fic muchas gracias.

-Kise sonreía hermosamente a la cámara, el ser modelo y ahora estar embarazado con una barriguita de  recién cumplidos cuatro meses era hermoso, el que su trabajo fuera más que duplicado por que su estado le generaba más entradas a su bolsillo, era genial y el que modelara con su alfa era perfecto, ahora su Midorimacchi estaba detrás suyo con sus enormes manos sobre su cachorro y el las posaba sobre él, en un principio el mayor no había querido, pero ahora se desenvolvía con mucha facilidad, cuando termino el mayor hundió su rostro en su cuello y Kise sonrió con adoración a su peliverde aunque no lo viera, acariciando uno de los grandes brazos que le rodeaba y beso su cabeza cerrando los ojos y escuchando el sonido del flash, luego de ello escucho como el director diría que esa foto seria la siguiente portada de la campaña de ropa para omegas embarazados.-

Huelen tan delicioso. -soltó el alfa besando su cuello y lamiéndolo por igual a lo que el omega ronroneaba un poco. –Tan delicados.

Midorimacchi queremos un vaso de jugo, queremos jugo de naranja. – sonrió frotando su vientre y haciendo un puchero, el alfa sonriendo y asintiendo se fue a hacer el pedido luego de haber lamido su cuello y dejado una marca, ahora que sabían que iba a casarse y tenía un cachorro ya nadie se metía con él y si era respetado antes, ahora era el doble, con cuidado fue caminando a su silla para ver las fotos y sonrió al verlas, pidió que todas fueran enviadas a su correo electrónico y espero a que el mayos llegara mientras le hablaba a su cachorro, el cual no se había dejado ver pero algo al rubio le decía que sería una linda cría parecida a su papi. –

 

 

-----------------------------------AoKuro--------------------------------------------

 

-Aomine se encontraba detrás de Tetsu sosteniendo su vientre y así intentaba calmarlo mientras su cachorro los veía asustado, el pequeño omega temblaba y se aferraba a los brazos del alfa entre sollozos y espasmos, lo que había visto el menor fue horrible, había visto como golpeaban a un omega frente suyo y eso le dejo los nervios de punta, solo por el hecho de no querer enrollarse con un alfa que no era el suyo, el omega afectado estaba en cinta, si, estaba y por ende, por el maltrato perdió al bebe, perder un bebe era lo peor que un omega pudiera sufrir, incluso peor que el rechazo de su alfa, porque era sabido por su naturaleza que un omega venia al mundo para ser madre, esa siempre era la prioridad de un omega.- Vamos Tetsu, mi amor, pequeño debes calmarte o algo le puede pasar a nuestro cachorro, además estas asustando mucho a Daiku. – Kuroko sollozaba cada vez más fuerte y el pequeño estaba parado frente a sus papis en su forma de pantera, golpeteaba con sus patitas el piso angustiado al ver a su mami así, sentía el ambiente mal y muy pesado por lo mismo sus orejitas y colita estaban bajas, Tetsu en su único momento de lucidez abrió los brazos y su niño salto a ellos volviendo a ser un niño para refugiarse en los brazos de su madre, esto se le estaba saliendo de los brazos a Aomine, si seguía podrían perder a su hijo gestante, no lo pensó más y cubrió los ojos de su omega apegándole lo más y cuidadosa mente posible al junto a su hijo quien se relajó casi enseguida por el aroma y calor de su papa, cuando se calmó el menor comenzó a frotar su cabecita en el vientre apenas visible de su mama, eso junto a su esposo hizo calmar de apoco al husky, si que sus morenos eran celosos y enojones pero cuando los necesitaban estaban ahí, eso pensó el más blanco de la familia, acurrucándose más en ese fuerte y desnudo torso, frotando su rostro en el mismo para limpiar sus lágrimas.-

 

Tuve mucho miedo Daiki, pensé que les pasaría algo a nuestros cachorros. – el omega exploto en lágrimas volviendo a aferrarse a su pareja e hijo el cual acuno entre su pecho, pero el pequeño volvía a acomodarse en su vientre, tal parece que el pequeño alfa no quería alejarse de su vientre, era como si lo cuidara de alguien imaginario o tal vez sentía el temor de sus hermanitos, porque si, su Tetsu esperaba gemelos en esta camada y en su momento de (saberlo) el mayor pantera se sintió el alfa más productivo y ni hablar de su ego que estaba por el cielo, pero ahora debía calmar a su hembra quien tiritaba de miedo.- Soy un inútil, sin ti no sé qué hubiera pasado.

Lo sé, estuve ahí, sentía tu miedo y el de Daiku, incluso creo que sentí el cambio en los pequeños por tu miedo, o tal vez exagero, pero lo que no sentí ni mucho menos vi fue que fueras un inútil, cuidaste a nuestros hijos mi Tetsu, te vi crispado y como les gruñiste cuando se quisieron acercar a nuestro enano, nunca habías sido tan rápido. -hablo orgulloso de su esposo el moreno besando detrás de una de las orejas peludas del menor y acariciando con una de sus manos su rabo haciéndole calmar tanto con sus palabras, acciones y aroma a alfa. -eres una madre maravillosa, supiste manejar la situación y si hay culpables el único soy yo por dejarlos solos a ti y los niños. – eso ultimo el más alto lo soltó en un susurro más que nada y bajando el rostro, pero el omega negó y con su naricita froto la mejilla del mayor. –no merezco mimos, soy un mal alfa, los deje expuestos, el deber principal de un alfa es cuidar a su manada y si no llegaba en ese momento ustedes hubieran padecido lo mismo que el otro omega. –

Yo me quede ahí esperando por enojón, no fue la culpa de mi linda pantera, además fuiste muy valiente a enfrentarte a tantos alfas tan fuertes, diste pelea. -asintió orgulloso el menor y alzo su rostro para retirar la gasa con sangre que tenía el hombro de su esposo y así poder lamerla y ayudar a cerrar la, su cachorro fue a lamer los nudillos de su papa para igual ayudarlos a curarse, eso fue más que suficiente para que el alfa se terminara de enamorar de nueva cuenta de su familia, siempre tan unidos, tan amorosos y únicos, daría  todo por su amada familia, su vida si fuera necesario, no se dio cuando una ligera lagrima corría su mejilla, luego más, pero las lenguas de sus amores lo regresaron a la realidad. -Eres la mejor alfa del mundo, Daiku, los gemelos y yo te amamos infinitamente Aomine-kun. – el moreno se sonrojo, ligero, pero le paso y más que por las últimas palabras, desde secundaria que su sombra no le llamaba así, eso le hizo aún más feliz. –

 

--------------------------------------------Midokise--------------------------------------------

-la noticia de su compromiso con el rubio había sido viral, si, viral pues era sabido en todo japon que el omega Kise Ryota estaba preñado en su primer semestre de universidad por lo que lo dejaría por ahora, al igual que se sabía que estaba comprometido y con las fotos que ambos se tomaron fueron más que claras, dando a conocer así quien era el padre del cachorro que por cierto no se dejaba ver, tal vez sería un huevo como él y mencionar eso en la comida con los padres del peliverde les hizo más feliz a ambos y ni mencionar a su hermana que quería comprar de todo para su nuevo sobrino o sobrina, el rubio estaba encantado con ser el centro de atención de la familia Midorima, los tres alfas le mimaban, aunque su prometido se pusiera celoso e incluso la mami omega de su futuro esposo lo trato con mucho mimo y se lo llevo a la cocina enseñándole que le gustaba a su hijo y el como buena esposa que sería puso atención en todo, en ese momento el patriarca de la familia Midorima llevo a su hijo a su despacho, le aseguro que le apoyaría en todo, pero que claramente debería de anular primero su matrimonio con Takao, antes de que hiciera el nombrado un mal movimiento que afectara la integridad de su siguiente heredero, el de lentes sabía que no le importaba más que tener descendencia a su padre y que mejor si fuera otro alfa como él dijo, pero sabía que cumpliría con la promesa de ayudarle, luego de eso toda la familia salió a comer a un buen lugar, el rubio estaba colgado del brazo de su alfa y la familia por fin vio sonreír como hace mucho no lo hacía a Shintarou, vieron como trataba al rubio sorprendiéndose al instante pues nunca pensaron que podría ser tan posesivo, celoso y sobreprotector, las mujeres de la familia solo veían contentas a la futura familia y  el mayor, el futuro abuelo no tenía queja, el modelo venia de una familia distinguida, no tenía “mala” fala como el actual esposo de su hijo y a decir verdad lo que le importaba en un casi setenta por ciento era que “este” omega no era estéril  y la muestra era ese bonito, abultado y redondo vientre.-

 

------------------------------------------------HimuAka-----------------------------------------------

-Akashi no creía lo que el doctor le decía, no lo creía, aunque lo viera en la pantalla, llevaba dos semanas de embarazo, dos semanas de embarazo y no lo creía, su esposo hacia exactamente estaba en el lecho de ambos y el cómo le gustaba le montaba, hacia dos semanas de su ultimo celo, hacia dos semanas que sufría de fuertes calenturas sin saber el porqué, hace dos semanas que tenía vértigos y nauseas sin saber por qué, y una semana con cinco días que su aroma había cambiado y ahora sabia el porqué de todo, con cuidado se levantó de la camilla luego de limpiarse el vientre y escuchar las indicaciones de alto riesgo que debía tener asintió con firmeza a su doctor y bajo a la primera planta (estaba en la cuarta planta del hospital) y tuvo mucho cuidado al dar los pasos que le separaban de su limosina, se puso el cinturón al entrar y fue cuando se calmó un poco más, claro luego de decir al conductor que fuera extremadamente cuidadoso, pero no le dijo por que, el primero en saberlo debía ser su esposo, su alfa y nadie más antes, tal vez se lo contaría en secreto a la foto de su mama, ¡SI!, tal vez ella y su cuñado que estaban en el cielo les habían mandado a un angelito más junto a su Satoru, cerró los ojos y llevo sus manos a su vientre para poder mimarlo con caricias más que delicadas susurrando muchos “por favor, Te esperamos con amor, te amamos,  Te protegiere” y otras palabras más, con eso el viaje a su hogar fue demasiado rápido, eso le frustro un poco por que no sabía cómo decirle a su alfa el cómo de su milagro, porque eso era lo que paso, un milagro que se les había otorgado, no sabía por qué pero daba gracias a todos los dioses que conocía en Japón, corea, estados unidos y más lugares que había visitado.- gracias. – el omega agradecía al chofer por abrirle la puerta, estaba tan distraído que no se dio cuenta al entrar que habían zapatos unas tallas más grandes al lado de donde dejo los suyos, tampoco se dio cuenta que su chofer no le siguió para abrirle la puerta de su hogar, tampoco que nadie le abrió la puerta, bueno eso lo podía hacer el solo, pero lo que no se esperó y fue detonante para el haciéndole explotar en llanto fue cuando entrando a la cocina vio a su alfa de espaldas preparando la cena, el pelinegro giro sobre sus pies con una mirada sorprendida, ese aroma lo conocía y hacía años que no tenía la dicha de disfrutarlo, ese aroma era uno que añoraba desde años y ahora, cuando ya había pensado incluso en rendirse de pedir en cada fecha importante, lo tenía ahí, frente a él, después de rogar tanto por ello, lo tenía frente a él, no,  los tenia frente al.- bienvenidos. -susurro el alfa luego de sacarse el mandil, el solo quería darle una sorpresa a su lindo león, pero el que se llevó la sorpresa fue el mismo con aquel aroma a preña, su alfa, su tigre blanco lo había detectado desde que el menor puso un pie fuera del auto e hizo que sus ojos se inundaran de lágrimas, un alfa no debía llorar, pero eso era más que anhelado por el corazón tanto de su “Yo” humado, como el “Yo” salvaje.-

 

-Akashi estaba a punto de llorar y más cuando vio a su esposo de esa forma tan vulnerable, estaban conectados en todo aspecto, por ende no le sorprendió que se diera cuenta incluso antes de verse de frente, pero ver esa carita tan fina y siempre apacible del mayor ahora tan llena de emoción y con los ojos rojos, era digno de admirar y más esa sonrisa que prevalecía como ancla en sus masculinas facciones, esa cara que ponía era impropia para un alfa, pero era permitida al estar en la intimidad con su familia, todo alfa tenia puntos débiles y ese ahora era uno del tigre blanco, el pelirrojo termino por estirar su mano y así las yemas de sus dedos se toparon con los de su esposo haciendo que su unión volviera a brillar, habían pasado dos semanas sin verse directamente, sin tocarse, sin sentir su aroma fresco, el contacto calmo a ambos por unos momentos y a la vez les hizo querer más, Akashi pudo sentir incluso que con aquello sus malestares menguaban, se sentía de nueva cuenta respaldado, seguro en todo aspecto y más ahora que tenía un cachorro en su vientre pudo calmarse. Aunque la  mejor parte se la llevo Himuro, por que con ese contacto fue como su el omega de su esposo le contara a su alfa lo sucedido, sitio el leve temblor en su cuerpo, el espasmo y como menguaron ambas cosas con su contacto haciéndole suspirar, sintió como volvió a ser seguro e incluso volvió la firmeza en su andar, sintió  el nudo en el estómago ajeno y más importante la nueva vida en el vientre de su adoración pelirroja, sintió a su cachorro que ahora se formaba ahí, suyo, su niño, su bebe solo de él, ahora si los cuidaría con su vida, como debía ser desde la vez pasada. -estamos en casa.

 

--------------------------------------------Midokise--------------------------------------------

-durante la salida de la familia Midorima y la futura familia Midorima Kise, en el transcurso del restaurante al acuario y cine fueron interceptados varias veces, pero no le molesto más que al celoso de Shintarou que apegaba a si a su amado rubio gruñendo a los que se acercaban mucho para su gusto, el rubio solo le sonreía y calmaba a besitos, el nombrado no tenía la mínima intención de guardarse nada, ya no, ya todo mundo sabía que estaba embarazado, comprometido y con quien, además estaba en una salida con su nueva y futura familia, todo había sido perfecto, sentía como todos le cuidaban, a decir verdad nadie de la familia dejaba que se le acercaran mucho.-

 

Ten cuidado Ryota. – el alfa de lentes ayudo a su pareja a subir a uno de los columpios del parque y comenzó a empujarlo con cuidado haciendo reír a su hermana menor. –

Hermano, así nunca se moverá, debes hacerlo un poco más fuerte. – le menciono la menor, que era un año menor que Kise. –

No, si lo hago tan fuerte podría lastimar a mis pequeños. -se rehusó el mayor de los tres haciendo reír a los futuros abuelos, su hermana y amante, quien mejor se paró y entrelazando sus dedos con los del peliverde señalo un camino tupido de árboles, el amante de Oha Asa entendio y le siguió, los demás solo le observaron, esperando que su hijo y hermano hiciera las cosas bien pues se veía cuanto era amado por el rubio chillón.-

 

 

 

------------------------------------------------Nuraga----------------------------------------------

-el tigre se encontraba con la parte superior de su pijama abierta con dos pequeños ositos de menos de un mes encima suyo, pegados a su pecho, aunque apenas y tenían dos semanas eran bastante grandes como de mes y medio, eran grandes y hermosos según él, aunque lo que no se esperaba es que ambos fueran alfas, dos ositos alfas y muy celosos de su mami, no dejaban acercarse si quiera a su papi, lo que le causaba gracia al cejas raras, el mayor solo los veía desde los pies de la cama, el también quería comer de los achocolatados pezones de su omega, pero esos pequeños monopolizaban a su amante. -Kaga-chin es mío. – sentencio  celoso dejando la charola con comida en la mesita de noche y haciendo reír al nombrado, quien soltó una pequeña carcajada cuando el peli morado quiso acercarse más y escucho un intento de gruñido de sus pequeños, pero de cierta manera agradecía eso porque se sentía realmente feo, muy feo, ahora tenía pellejos, no tantos para la condición en que estaba, sus hijos se lo estaban “acabando” según el alfa, pero se sentía poco deseable, feo y tenía pena porque su canal aún no estaba bien, debía cerrar aun.-

No debes ponerte así, los niños son territoriales como tú, tu madre me dijo que al nacer hiciste lo mismo con ella, dijo que no dejabas a nadie acercarse, ni a tu hermana omega… es normal. – le sonrió con dulzura viendo como sus pequeños había caído dormidos, pero seguían moviendo sus boquitas, con cuidado los separo de si y se los acomodo para hacerles eructar, Murasakibara quería ayudar, pero el que gruño ahora fue el tigre. – lo siento, lo siento, instinto de mama.

-el de ojos amatistas se entristeció un poco, pero lo entendía, las madres primerizas eran las más peligrosas del mundo, antes debía estar agradecido que le dejara entrar al cuarto, el tigre omega no aceptaba a nadie cerca más que a él, aun con mucho cuidado y con recelo, pero le dejaba acercarse a él y sus crías, entendía lo segundo, pero no lo primero. - ¿es que Kaga-chin no me quiere más? – el de cabello bicolor desencajo su rostro acomodando sobre su pecho a sus hijos y darle de su calor corporal, haciendo la pregunta muda  a lo recién comentado. – sí, entiendo que no me deje acercar me a los bebe-chin, pero no entiendo por qué no me deja acercarme a él, necesito un besito aun que sea, se que no puedo pedir mas por los ositos bebes, pero quiero de alguna forma a mi Kaga-chin, me he portado bien, soy bueno…soy bueno Kaga-chin. -el más alto estaba amurruñado, pero estaba triste por lo que dijo antes, el omega sintió su corazón golpetear con fuerza y sus lágrimas correr sus mejillas, malditas hormonas aún estaban locas, eso o sentía lo que su pareja. – Por favor no dejes de quererme ni me cambies por las bolitas de pelo Kaga-chin. – el pelirrojo dejo con sumo cuidado a sus niños sobre la cama y les rodeo con almohadas, aunque ni se movían salieron por completo a su papa en todo aspecto menos en el cabello, tenían una matita de color negra como el, en fin, luego de dejarlos bien acomodados y cubiertos fue gateando a lo largo de la cama, deteniéndose casi al instante, ya que sintió vergüenza de que al gatear aun había algo de piel que colgaba de su vientre, cohibido  cubrió su cuerpo y quedo sentado sobre sus rodillas con el rostro bajo, Murasakibara noto esto y le llamo y ayudo a sentarse al filo de la cama, arrodillándose frente al entre sus piernas y le abrió la camisa en intento abrir su camisa, el tigre no quería incluso soltó un zarpazo arañando la mejilla del alfa.-

Atsushi, ¡lo siento mucho!... lo sie-ento. – se cubrió el rostro negando luego de ver como su amante tocaba impresionado su mejilla afectada, no creía que su dulce gatito hubiera hecho eso, pero lo que más le sorprendió fue lo siguiente. –

 

Lo siento, lo siento, en verdad lo siento mucho, no te cambio ni lo hare por nada ni nadie, aunque sean nuestras bolitas de pelo, no, solo que no quiero que me veas, porque ahora soy feo, me has visto, ¿verdad?, el embarazo me dejo en muy malas condiciones, tengo estrías, mis piernas no son tan firmes, mi trasero es gordo, mi vientre le cuelga piel y me siento ..doy asco y estoy tetón Atsushi, siento que no te gusto, incluso ya ni intentas acercarte a mí, ¿sabes lo que me duele?, ¿sabes que no viviría yo si me cambias o me rechazas como omega?. – el de piel apiñonada comenzó a llorar hundiendo sus lamentos entre sus manos, el oso sentía la tristeza de su omega, era su costilla faltante después de todo, con cuidado se acercó a él y le abrazo por el torso hundiendo su rostro en su vientre y dejo infinidad de besos ahí sin dejar que el otro le apartara. –

 

Kaga-chin siempre será el perfecto Kaga-chin que conocí en universidad, no hay duda alguna, nunca será feo, nunca será gordo, nunca tendrá canas, nunca nada, siempre será el mismo dulce, celoso, enojón y sobre todo amoroso y leal omega que conocí en ese tiempo, el tiempo claramente dejara huella en ti, en mí, en ambos, pero es algo que le pasa a todos, aun así siempre serás perfecto a mis ojos y ahora no solo a los míos, igual a los de bolitas de pelo, ya se unieron dos más a tu club de fans, eres su primer y hasta ahora primer amor, yo soy quien teme perderte, pese a ser un alfa me has hecho ser muy dependiente de ti, me ensañaste a vivir la vida sin necesidad de tantos lujos, me enseñaste a cocinar, a ser responsable y sobre todo Murasakibara Taiga, me enseñaste a amar sin barrera, sin filtro, sin conveniencia, ni peros o intereses y eso, eso es lo más importante, no dejare que partas de mi lado nunca, siento ser tan egoísta mi amor. – el omega había bajado sus manos al escucharle y el otro busco su mirada, dándose cuenta que el sentimiento era verdad, ambos se amaban incluso más que nunca, lo sabían y sentían, el mayor se levantó y cargo a su esposo con todo el cuidado que tenía, beso sus labios en forma lenta y dulce, sus mejillas, nariz y termino dejando el más amoroso en su frente, luego de eso le acomodo en la cama con sus hijos, y él se acomodó de forma de abrazar a los tres. -

 

--------------------------------------------Midokise--------------------------------------------

-Ya se habían despedido, apenas e iban a separarse luego de prometer que cuando los padres del modelo llegaran de un viaje de negocios harina una cena más formal para que todos se conocieran e hicieran la pedida de mano de forma de oficial, aunque el rubio aseguro que de todos modos no se alejaría nunca de su Midorimacchi, en ese momento el rubio sintió el peso de esas palabras y no solo de ese si no de muchas más. –

Espero que puedas esperar un poco más ki-chan, porque “mi” shin-chan no puede casarse contigo hasta que se divorcie de mí. -había llegado Takao a su lado parándose más específico frente a él. – ¿ O planeas ser el amante de por vida?, tal vez lo seas por que no pienso darle el divorcio. -Takao callo unos momentos al ver como Midorima se le iba encima, pero fue detenido por su padre. -Serás el segundo siempre, bueno cuando hablemos de él. – señalo al nombrado que forcejeaba para ser soltado. –

¿Q-que estás diciendo?... no, no te entiendo. -el rubio claro que entendía lo que dijo, no era idiota, tanto tiempo con el peliverde le había enseñado mucho y no solo a follar. - ¡TE HE DICHO QUE LO REPITAS! – esto era malo, su rubio comenzaba a ponerse tenso, era malo para el cachorro en su vientre y para él. –

Vaya que al crio se le ha pegado tu humor shin-chan. – ambos nombrados solos gruñeron al oírlo decirles así, pero el azabache le paso o mejor dicho casi le arrojo al rubio un acta de matrimonio y un paquete. – eso velo después. – hizo referencia a lo del bolso, el rubio vio aquella hija leyendo el contenido de la misma y sintió como si de su cuerpo saliera todo el oxígeno, se sentía morir, quería morir, el mundo tembló para él, su adorado, su amado solo había jugado con él, lo engaño, estaba casado con otro omega o ¿beta?, no tenía aroma. –

Si, te engaño y si está contigo solo es para que le des el hijo que yo su ESPOSO no puede darle…

 

CONTINUARA.

Notas finales:

Espero sus RW con tomatasos y mas, si tardo en actualizar es por que en menos de un mes tendre un dificil examen.


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