Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hogar, dulce hogar por 02akira

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, por si me pierdo lo que queda del mes por los examenes les traigo otra actualizacion y los puntajes del juego que puse, solo pondre los primeros tres lugares del mas alto al mas bajo. 

1.-Damocle y momo  4 Puntos

2.-Yeen himura 3 Puntos.

3.- Ryota-chan y alguien que se hace llamar "Anonimo", este ultima personita no se si tomarla en cuenta, pero no es por ser mala, capaz y son dos personas distintas y las tomo como una, no seria justo para los demas en ese caso que se toman el tiempo en comentar y darme sus opiniones... de todos modos gracias por estar al pendiente de mis actualizaciones.

 

Aun que estoy resentida, por que me dijeron mezquina /_, pero no dire nombres(?)

-Kise se removía sobre la cama de forma inconstante, doblaba y extendía sus piernas con desespero, moviéndose al mismo tiempo de derecha a izquierda muy fuerte y por ende lastimando sus muñecas las cuales estaban siendo sujetadas a la cama con unas cadenas muy resistentes evitando así que se dañara a si mismo de una manera más fuerte que simples arañazos a su mismo cuerpo.

 

*FLASH BACK*

el “Yo” humano del rubio se había dado a la locura, luego de leer esa acta de matrimonio donde uno de los princípiales participantes era el peliverde, tuvo luego algo parecido a un ataque de nervios y corrió lo mas rápido que sus piernas le dejaron a su departamento, logro en un inicio perder de vista a todos los que le acompañaban y fue ahí que recordó el bolso al que se aferraba al momento de escapar y ahí fue que abrió el mismo y termino de romper las migas de su corazón, eran fotos de la ceremonia de unión del peliverde con el pelinegro, en ese momento su cuerpo tembló, no de placer, de emoción y mucho menos de felicidad, sus piernas no pudieron mas con él, su vientre dolió como nunca en su vida y sintió como un gran lazo se rompía, su vista dio a parar hacia abajo y vio como sus pantalones estaban húmedos, olía a sangre, era sangre… SU SANGRE. –

¿Kise- kun? – escucho a lo lejos, cuando alzo la vista logro ver a la manada pantera, el pequeño Tetsu lo veía don dolor, angustia y tristeza. - ¿! KISE- KUN!?

Por… porfa- vor ayuda… ayuda a mi bebe. -fue lo que alcanzo a susurrar el rubio antes de caer sobre el piso, los peli azul actuaron lo más rápido posible y algunas horas  después se encontraban en un hospital, los alfa pantera estaban en el sofá del cuarto de hospital mientras Kuroko estaba sentado al lado de Kise tomando su mano, el omega rubio había tenido una amenaza de aborto y por ahí el sangrado, ambos habían hablado anterior mente sobre lo que “suponían”, que mas que nada era verdad, vieron las fotos, era la “pareja” de Kise de bodas con otro, eso decía mucho y el porqué del estado del modelo,  la pareja se puso de acuerdo en no dejar que nadie se acercara al rubio, nadie quería que ese cachorro se perdiera ni mucho menos que le sucediera algo al omega.

 

Tetsuya contacto a su primo Akashi, pero quien contesto fue Tetsuya, el ahora manejaba todos los teléfonos de la casa, así nada perturbaría a su manada, aun así el alfa pelinegro ofreció sus servicios para tener cuidado al amigo del casi hermano de su esposo, veía a ese pequeño como parte de su manada e igual al esposo del mismo, luego de ello pasaron cuatro días en los que el rubio no daba señas de si quiera despertar y al quinto día lo hizo, Tetsu había estado feliz de ver esos rubís, pero lo malo fue que al despertar el omega de Kise le salto encima y se le fue a los zarpazos, de no ser porque Aomine se puso en medio Tetsu usaría la cama continua, estaba fuera de control, al no poder dañar a otro comenzó a rasguñar su rostro y cuerpo, a punto de arañar su vientre el moreno alfa  lo tomo por las muñecas e hizo contacto visual con el rubio hablando con voz fuerte y gruesa con la que todo alfa era bendecido y hacia notar su lugar. –

 

¡Duerme, duerme ahora Kise y no despiertes hasta que te lo ordene! -solto serio el peli azul, no soltando al omega hasta que cayo profundamente dormido sobre la camilla, ya relajado suspiro volteando a buscar a su familia, la cual estaba hecha bolita en un rincón de la estancia, el moreno se sintió mal de ver a su cachorro asustado bajo la camisa de su madre y como Tetsu aun temblando por igual protegía con sus brazos a sus tres hijos. –oh, mi amor, mi Tetsu, mi Daiku… no estoy mal con ustedes, ni con el rubio idiota, ustedes vieron que lo tuve que hacer, tuve que usar mi voz de alfa para calmarlo o dañaría a su hijo. – el policía se arrodillo frente a su familia con lentitud y cuidado,  se acercó a frotar con cuidado su nariz en el vientre de su hembra quien primero soltó un sonidito asustado, calmándose luego al sentir que ya no había peligro, el moreno le calmaba de manera que parecía que jugaba cuando estaba asustado, pero antes sí que había tenido miedo, su hijo igual y se notaba porque no quería ver a su papi hasta que el alfa comenzó a llamar a la cría con la voz que usaba desde que el nombrado estaba en el vientre de su esposo, con eso el menor solo asomo su cabecita por la parte inferior de la camisa en su forma pantera, moviendo su naricita y chillo gustoso cuando su papa la lamio, luego de eso se lanzó a su moreno papa y escondió su peluda  carita en su cuello ronroneando. -eso, papi los ama y los cuida, solo lo hice por el bien del cachorro de Kise. -Tetsu se acercó con las orejas bajas a su alfa y se acomodó en su regazo cerrando los ojos. –

 

Debemos cuidar a kise-kun y su bebe Daiki. – susurro bajo el omega y sonrió como idiota enamorado, admirando como su esposo asentía sin duda. –

No debemos Tetsu, vamos a cuidar a ese omega preñado y cría cueste lo que nos cueste, no pienso verte mal mi lindo cachorro. – Kuroko lambio la mejilla del mas alto muy contento, si su esposo le prometía algo lo cumplía porque lo cumplía tarde o temprano. –

 

*PRESENTE*

-Kise gritaba o mejor dicho sonidos guturales salían de su boca, no decía palabra alguna a decir verdad, su yo humano completamente dolido y traicionado había dejado que su zorro gobernara y este solo tenía el instinto y este le decía que debía de cuidar a su cría de todo y todos, el omega salió en todo su esplendor y llego un momento en que todo ruido se terminó, Tetsuya que ya había resguardado a su cachorro por si acaso en la casa de su madre desde muy temprano como hacia últimamente se armó de valor y se asomó al cuarto donde estaba el mayor, todo estaba en pleno silencio y roto, si roto… ROTO y el rubio no dejo ni rastro, la cama estaba partida en dos y las sabanas revueltas, giro su cabeza, la cual solo había metido al cuarto luego de entre abrir la puerta y vio como el zorro, uno a decir verdad hermoso, su pelaje brillaba, ese color entre dorado y platinado que en las patas y la punta de la cola y orejas era más fuerte era hermoso, Kise era uno de los omegas más majestuosos que conocía junto a su primo Akashi.

 

El omega rubio dejo la tarea de acarrear cojines con su asicó al intento de “nido” que hizo sobre la cama rota y al ver a Kuroko gruño e iba a írsele encima de no ser que pudo cerrar la puerta a tiempo, escuchando un golpe seco contra la puerta, si que Kise en estos momentos lo odiaba y no sabia por que, pero gracias a las hormonas eso le dolía y mucho. –

 

**********Con Midorima**********

-el peliverde estaba desesperado, ni trabajar podía y agradecía que su padre fuera su jefe, de otro modo ya hubiera perdido el empleo, había perdido todo rastro de su omega, no sentía la conexión ni con el rubio, ni su cachorro, ahora estaba sentado en la mesa de su “dulce hogar”, esperando a que Takao se dignara a bajar y así firmar los malditos papeles y no tener nada que ver con el, tal vez así su lindo kitsune le perdonaría. -

Shin-chan ya llegue, ¿me veo bien? – sonrió el omega pelinegro dando una vuelta en su eje frente al alfa quien ni volteo a verlo, solo gruño asqueado. -

No me interesa Takao, de todos modos, me das asco y nunca me importado la apariencia… debes saberlo. -soltó con burla lo último, el más enano no lo conocía en absoluto. –

¿disculpa?, ¿Qué no te interesa la apariencia dijiste?, te follabas a un modelo todos los días y dices que no te importa la apariencia. -dijo con burla el azabache sentándose frente al de lentes. -eso no lo has creído ni tú, idiota. –

-el más alto le vio de reojo y sonrió con malicia. -¿sabes?, tal vez si me interesa el físico, después de todo soy un alfa joven que  buscaba a su pareja destino y la encontró en un joven de 18 años, quien me dio su primera caricia, su primer jadeo, su primer gemido, que me lo dio todo, incluso su inocencia y no mentiré, me vuelve loco, todo en Ryota es tan perfecto que parece irreal, su piel es tan maravillosa como el firmamento e incluso más, uno que solo YO he explorado y tocado a mi gusto, sus besos y abrazos son tan reconfortantes y llenos de verdad al igual que su mirada, no hay pizca de maldad ni de interés, el me acepto y me amo antes de saber quién era en realidad, se quedó a mi lado y no es interés, después de todo él ya lo tiene todo referentes a económico y material, todo lo suyo  y lo mío tanto en bienes materiales es suyo, sí, todo lo que tengo está a su nombre y también mi corazón lo. – el alfa no termino de hablar cuando una bofetada le dio de lleno, el omega estaba mas que enojado, maldecía al rubio, al peliverde y al cachorro en camino.

 

CALLATE, CALLATE MALDITA SEA, SOLO YO PUEDO Y DEBO TENER TODO ESO, ERES MI ESPOSO, MI ALFA, MI SHIN-CHAN, DEBES ESTAR ENAMORADO DE MI, NO DE EL, YO DEBO DE TENER TODO DE TI, NO EL, YO SOY QUIEN DEBE CARGAR CON TUS CACHORROS, NO EL. -tomo una gran bocada de aire. -NI EL LO HARA, TAL VEZ LO ATROPEYARON O SE MATO A SI MISMO Y POR ESO DAS VERGÜENZA. –tomo de nuevo aire y ya se calmó. – no lo sientes, ¿verdad?, ¿sabes que pudo terminar el solo con todo?, yo sé que es cuando descubre que tu alfa te deja, quieres terminar con todo, no puedes seguir, te sientes la mierda más grande del mundo, todo porque un estúpido alfa hizo de las suyas y te dejo de lado… si, yo sé bien que es lo que se siente, pero yo le devolví el favor a ese estúpido, se lo devolví donde más le dolía. -Sonrió de forma algo retorcida y Midorima negó, el mayor sabia el pasado que tenía y era algo de lo que no quería ser más participe, ya había tenido bastante con soportar las locuras del azabache y al pensar que nunca encontraría a su destinado pensó en enamorarse del mismo, pero no podía y ahora menos que conocía a su rubio, solo esperaba que no le hubiera pasado nada, pero comenzaba a dudar, en veces los sentía a el y a su hijo, sentía como si su omega le pidiera ayuda y luego volvía a sentirse vacío, no tenía con quien pedir referencias, en los días de no verlo no tomaba sus llamadas, en su escuela no le daban referencias, no tenía cara de ir a buscar a la familia de su pareja, pero ahora que lo recordaba el rubio le había hablado de su mejor amigo omega, era un peli azul el cual había visto contadas ocasiones y según sabia estaba aun con él en la preparatoria, ahora en la universidad aun lo estaba, lo iría a buscar, le esperaría en la entrada e interceptaría, si eso haría.

El peliverde alzo el rostro para despedirse de su ahora ex esposo, si ex, podría pedir el divorcio y obtenerlo porque era alfa al fin y al cabo, de todos modos el otro le había sido infiel, eso no se perdonaba al omega y menos cuando el nunca le alzo la mano ni falto al respeto, además de ser estéril le daba punto a favor, nunca pensó que usaría eso pero lo haría, por su Kise eso y más, además igual diría en el juicio que estaba algo zafado, sin decir o pensar más ahí tomo su carpeta y se fue dejando al menor con su monologo.-

 

Había pasado un mes, un mes más sin saber de su adoración rubia e hijo, incluso los medios no daban señal del omega, nadie le preguntaba siquiera y eso era raro, pero el  cada vez se sentía mas muerto en vida, no podía hacer nada aunque quisiera y su alfa arañaba constantemente su interior, quería salir y buscar a su manada, su familia su complemento y sabía que si dejaba actuar a su lado animal se iba a salir de control, porque no tendría la voluntad ni mucho menos la fuerza para dominarla cuando tomara el control, ahora había llegado tan temprano que vio como uno de los conserjes abría el portón de la universidad, así no se le escaparía el amigo de su amor, observo atento dos horas seguidas y ni rastros del peli celeste, nada, nunca lo vio e incluso podría sentir sus ojos más secos que de costumbre por no pestañear, bufo y tomo una cajita que tenía al lado de si, sacando una bufanda que pertenecía a su omega y la llevo a su nariz para olfatear ese delicioso aroma a cítricos, el de lentes cada vez se concentraba en ese aroma que no se dio cuenta cuando cayo dormido con la prenda cubriendo su rostro. –

 

*RECUERDOS DE MIDORIMA*

-hace cuatro años, casi cuatro era un día muy aburrido, aun que llevara un año de casado con un omega pelinegro que más que nada era su amigo, su mejor amigo, no le hacía feliz, se casó con el nombrado por que su pareja destino lo había dejado y el azabache había abortado y quedado estéril, pero pensar en las estupideces de su amigo le daban dolor de cabeza, así que mejor encendió la televisión algo poco usual en el cuándo escucho que tocaban la puerta, genial, por fin algo de trabajo y en que despejarse, apago la televisión y dio el pase, todo fue tan rápido que perdió la noción del tiempo, la puerta de su consultorio no dejaba salir ni entrar olor, en realidad toda la estancia porque era especial para omegas, más que nada, así daba privacidad al paciente, pero cuando la puerta fue abierta un aroma a cítricos lleno la estancia, dejo idiota al peliverde como nunca antes le había pasado, fue algo raro, incluso el peliverde llego a pensar que era un beta por que ningún aroma le había prendido así y ahora su alfa chocaba contra su interior queriendo llenarse de ese aroma, le lleno una gran desesperación y rápido alzo el rostro, ignoro a su beta enfermera, encontrando su mirada con una rubí, estaba llena de inocencia, de vida, de seguridad, se le hizo la más hermosa mirada del mundo, su rostro era tan fino aun con algunos rasgos infantiles pero eso no le quitaba lo sexy, esos ojos, esa linda naricita que igual se movía rápidamente, sus ojos eran coquetos y cuando chocaron con los propios vio ese hermoso sonrojo en aquellas pálidas mejillas, las mejillas que quería acariciar todos sus días restantes, una sonrisa salió a flote en sus labios e igual en los contrarios, DIOS, SUS LABIOS ERAN TAN PERRFECTOS TAMBIEN, carnosos, lo suficiente, finos y únicos, deberían de saber a la mismísima gloria, tenía que calmarse o reclamaría al omega en ese lugar y frente  a esos dos betas, no el enano a su lado olía a preña, debería ser otro omega en ese caso, si estaba en cinta no le era amenaza, así que si, podía ser su amigo, amigo de su omega porque el rubio era su destinado, vio el nombrado cojeaba e inmediatamente como todo caballero lo tomo con todo el cuidado que poseía y cargo como princesa recostándole en la camilla, eso dejo choqueada a su asistente que sabía cómo era, la despacho y dejo sentar al más enano en una silla cerca de su escritorio, no sabía  cuánto tiempo se perdió en la sensación de haber tocado al rubio, pero ahora sostenía su mano y le veía directamente, el omega gestante sabía lo que pasaba ahí y por ello salió de la estancia, eran pareja destino, el rubio nunca había sido tan dócil con la mirada de un alfa y ahora se mostraba tan sumiso y delicado dando a entender que aceptaba al peliverde y aceptando su naturaleza omega, no es que antes la rechazara, incluso la manejaba para obtener lo que quería, pero en ese caso  era diferente, se mostraba nervioso y delicado, en ese contacto que tuvieron el omega del de ojos rubio era como si comenzara a mostrarse de forma nerviosa, aceptando el silencioso cortejo que comenzaba con la unión de manos que tenía el búho, desde ese día el mayor atendió al menor, usando como excusa que tenía que seguir dándole seguimiento a su tratamiento, aclarando después la verdad, quería verlo, el rubio era suyo y el del rubio y el nombrado acepto esos sentimientos, desde ese día ambos se comenzaron a frecuentar, cambiaron números, correos, tuvieron citas, todo, pero no se atrevió a tocar nunca de manera sexual a su adoración, sabía que iba a ser doloroso y por ello espero a que cumpliera la mayoría de edad. –

 

*TERMINA RECUERDO*

-mierda se había quedado dormido, eso era malo, tomo la prenda y después de doblarla y besarla la guardo en la misma cajita, volteando a ver a su lado donde alguien tocaba la ventanilla y vio a un moreno con traje de policía, se veía enojado y olía a alfa, era un alfa pantera, le estaba indicando que bajara la ventanilla y así lo hizo. – Buenas tardes, ¿Qué sucede oficial? – cuestiono acomodándose los lentes en el puente de su nariz. –

Sucede que hemos recibido llamadas a la base sobre usted, un carro con sus características, sus placas y sus facciones personales, que últimamente ronda la zona a las mismas horas todos los días, eso pasa, está incomodando a mucha gente. -el moreno sabía bien que quería el otro alfa, que buscaba, pero debía seguir su trabajo. - ¿Qué pretende?. –

 

Yo busco a mi pareja, no sé dónde está y nece…- realmente se llevó el susto de su vida cuando de la nada un omega de grandes ojos celestes apareció parándose al lado del oficial, solo pudo soltar un gruñido  y por ende el moreno se interpuso entre el auto y el menor gruñendo de igual forma, incluso mas fuerte, nadie se metía con su familia. – TU, a ti te estaba buscado también, necesito de tu ayuda. – el moreno se sintió celoso, quien se creía para hablar le así a su Tetsu, es mas quien se creía para hablarse a su Tetsu, no lo aceptaba, no lo aceptaría y estaba celoso aun que el de lentes no le buscaba de manera insana, sabía que solo quería saber del rubio. –

No te permito que hables con mi omega, no sé qué rayos buscas pero a él no lo envuelves. -sentencio retándole con la mirada y el peliverde entendió, entendió por que los celos, el cambio de humor, además de estar emparejado el menor estaba embarazado, ¿es que siempre estaba embarazado?, bueno eso a el no le interesaba. – es mejor que te vayas o te hare arrestar. -sentencio el moreno y ya iban de regreso la familia pantera-husky, pero se detuvieron sorprendidos cuando vieron al peliverde salir rápido de su auto para  inclinarse completamente rogándoles que el peli azul le ayudara a buscar  a su omega, ningún alfa debía mostrar tal debilidad y menos a unos desconocidos-

Sé que eres amigo de Kise, sé que sabes que esta embarazado y se que puedes ayudarme a dar con él, por favor, por favor te ruego que me digas de él, lo necesito, necesito saber de Ryota y de mi hijo, me necesitan y más para el parto, puede ser peligroso si el alfa está lejos del omega cuando vaya a dar a luz y más si son de padres distintos, él es mamífero y yo ovíparo, por favor, los necesito, necesito a mi familia, por favor. – termino cayendo de rodillas frente a ellos con el rostro bajo, el búho estaba desesperado, solo quería saber de su omega e hijo. –

 

**********CON KISE, MURASAKIBARA, KAGAMI Y LAS BOLITAS DE PELO**********

-la familia Murasakibara se encontraba en la casa de la familia Aomine, el pequeño Daiku jugaba en su tapete con sus autos de policía, mientras Kagami sonreía viendo a la pequeña pantera con una sonrisa maternal, ya deseaba ver a sus hijos así de grandes, bueno ya eran grandes, pero ya les quería oírles decirle mami o mama, eso sería hermoso, conocer sus vocecitas, que le siguieran a todos lados, seguro se volvería loco, con solo verlos chillaba de emoción su lado omega, en fin suspiro enamorado de sus bolitas de pelo las cuales ahora comían de nuevo de su pecho en su forma de bebes, eran la misma copia de su esposo oso, solo que tenían una matita de cabello negro. -nee, Kaga-chin, la comida esta lista y ya pronto llegaran mine y kuro-chin, ¿quieres que te ayude con bolitas de pelo-chin?. – el alfa sonrió al ver como su hembra asentía y les pasaba a sus pequeños que ya acostumbrados a su papa se acomodaron en el.- les sacare el aire. -afirmo viendo como el omega se abotonaba su camisa, era tan sexy y como se le antojaba usurpar unos momentos, se conformaba con una sola vez usurpar el lugar de sus hijos y mamar de su pelirrojo, pero no, seguro le refrescaba la madre, aun le daba vergüenza que le acariciara. –

Bien, yo lavare las manitas de Daiku e iré a ver a Kise y le llevare su comida, pero creo que no en ese orden. – se levantó acariciando la cabecita del pequeño alfa y fue  a la cocina tomando la bandeja con comida que había hecho su esposo, solo esperaba que el rubio estuviera dormido, aunque a él era el único que no intentaba atacar, aun no sabían porque, a los alfa de Aomine y Murasakibara les gruñía e intentaba atacar apenas los olía, a Tetsu igual y no sabía por qué, era omega y olía a preña, era más que débil en ese estado, menos amenaza representaba.- ahh, que bueno. – el tigre sonrió al entrar y ver el hermoso zorro dormido entre las almohadas, ya se veía su  abultado vientre de cinco meses y todo parecía estar en orden, dejo la comida en la mesita de noche que aún estaba intacta, cambio el agua y al estar a punto de salir sintió peligro, volteo la vista al zorro que ya estaba despierto e iba a saltarle encima, lo esquivo lo más rápido que pudo, pero se lastimo, su cuerpo aun resentía el embarazo, pero como pudo se las arregló para salir del cuarto en una pieza, después de todo no era un omega cualquiera, al salir apoyo su espalda en la puerta y suspiro, eso era malo, el aroma de su esposo estaba frene suyo, al abrir los ojos y alzar el rostro vio los ojo amatistas llenos de preocupación y suspiro enternecido al sentir los brazos del más alto estrechándole con cuidado entre ellos.- el omega de Kaga-chin me llamo, ¿estás bien mi dulce Kaga-chin?. – el menor asintió acariciando los cabellos desordenados del más alto y beso su mentón. –

Todo bien amor, no te preocupes, además no uses de escusa a mi omega, sé que no fue así …bueno un poco, me asuste por los pequeños.

Lo sé, pero estoy aquí, los tres cachorros están en la sala con kuro-chin, mine-chin y otro alfa, pero no sé cómo se llama, no puse atención. –sonrió el oso quien fue a besar el cuello de su pareja con mimo, pero soltó un gruñido al sentir como este se alejaba, tomándole de la mano le llevaba a la sala, pero luego camino a su par serio, entendía el sentir de su pareja, no dudaba que Aomine les cuidara el tercer alfa, pero así eran de desconfiados  y más Kagami desde que se hizo mama, al llegar a la sala vieron como en el sillón más grande estaba el jefe de la familia pantera, el pequeño husky tenía entre sus brazos a los gemelos ositos que estaban en su forma animal, así era cuando estaban con alguien que no reconocían y el peli celeste les veía con cariño, besando de vez en vez la cabecita de ambos y arrullándolos, el pequeño Daiku miraba ceñudo al peliverde, “haciendo guardia” en su forma pantera sobre las piernas de su papa.

Buenas tardes, soy Taiga Murasakibara. -el oso hincho su pecho al escuchar como su hembra se presentaba con su apellido, no era nuevo, pero como le encantaba, pensaba que su apellido le quedaba mejor a su omega que a el mismo. – Y él es mi esposo. -mando por delante a su esposo sentándose en el sofá que al lado del sofá donde estaba el tercer y desconocido alfa, él se sentó al lado de su esposo que ocupo el lugar entre el desconocido y el pelirrojo, dando a entender que aun que no presenciara problema, los alfas de la estancia no le tenían confianza alguna. –

Mucho gusto mi nombre es Midorima Shintarou. -el peliverde sintió el ambiente tenso por parte del omega tigre, pero se calmó el mismo cuando el oso tomo una de sus manos y las beso, pero no por eso se calló.

Así que eres el idiota que le mintió a Kise, no sé qué rayos haces aquí, deberías largarte antes que te saque  a patadas. – gruño y fue sostenido de forma cuidadosa pero firme por su pareja de los hombros haciéndole sentar de nuevo. –

Por favor cálmate Kaga-chin, si ese cara de estreñido te hace algo o falta al respeto lo aplastare sin duda, pero si kuro-chin lo trajo es por algo, recuerda que el es el cerebro de la pareja pantera-husky. -sentencio con una sonrisa socarrona haciendo sonreír y luego  reír junto con el otro omega   y enojar al moreno. –

¡Oye¡, ¡que también pienso Murasakibara¡-alzo la voz pero fue callado por su omega, quien alegaba que podría despertar a los niños y asintió volviendo a ver al peliverde, el nombrado sonrió un poco, sí que su adorado rubio tenia buenos amigos, todos eran idiotas, si, menos el peli celeste, este podría salvarse, pero al fin y acabo eran una familia, todos parecían y daban la impresión de serlo. –

**********CON KISE**********

-el omega se removía de un lado a otro en el cuarto arañando las paredes del mismo y gruñendo a la puerta, aunque el Kise humano estaba dolido, traicionado, deprimido y dormido en algún lugar de su cabeza, el omega no entendía o no quería entender por qué su alfa no  se había aparecido en tanto tiempo y ahora que estaba cerca no se acercaba a el directamente, estaba cansado, necesitado y vulnerable con “tantos” alfas alrededor, el omega llamo al alfa bastantes veces  días atrás y ahora lo hacia de nuevo y no recibía respuesta, ¿es que acaso no le oía?, por eso estaba tan molesto o mínimo por ello en principal causa, cansado de todo se fue a acostar sobre las sabanas y almohadas, acomodando su gran barriga con cuidado, cerrando sus ojos rubís de los cuales comenzaban a salir lagrimas, el omega estaba mal en todo aspecto, había roto relación con su parte humana, el equilibrio se rompió y no escuchaba a su parte humana, el omega sabía que debía comer por su estado pero no le apetecía mucho hacerlo, se la pasaba dormido la mayor parte  o todo el día para recaudar fuerza o no rendiría el día del parto que lo sentía cerca, muy cerca, el omega cerro los ojos y cayó en un profundo sueño como últimamente le era costumbre .-

 

*KISE RECUERDA*

-recordaba con claridad cómo se había lastimado el día en que jugo contra su peor enemigo omega, bueno el único que tenía, Shōgo, el cómo le piso y lastimo, no se había dado por vencido pero al final  del partido fue convencido por el entrenador y por… por, ahora no recordaba su nombre, solo que era otro omega de cabello azul como el cielo de ir a un hospital y así fue, recuerda que estaba molesto por que fue mas que nada obligado a ir, pero estaba ahí, ya no debía ni podía quejarse.-   Joven Ryota. -escucho a la enfermera y solo cerro los ojos queriendo tener la nula presencia del pequeño peli azul, pero no pudo y fue arrastrado por ambos, ahí fue cuando vio al hombre alto peliverde, a el si podía verle el rostro, a los demás no pero a él sí, era un hombre muy apuesto…     CONTINUARA.

 

 

                                                                                                                                                                          

Notas finales:

Recuerden que el fic esta ya casi a punto de finalizar, asi que de antemano gracias a todos y recuerden que a la semana de terminar el fic comenzare con los premios, luego de terminar con los tres, creo que terminare con el fic de kisexkuroko que ya comence.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).