El viento sacudia las cortinas y la luz de las estrellas en el cielo inundaba la habitación.
Loki velaba el sueño de su marido mientras recordaba cada momento a su lado.
Su mente volaba, la primera vez que se besaron no pasaban de los 16 años, Thor sabía a hidromiel e indudablemente estaba bajo sus efectos, pero eso no evitaba que el beso fuera emocionante, porque eso era más que un beso. Era como comer cuando has estado hambriento, como beber cuando has estado sediento.
Pero los tiempos habían cambiado.
Y a su parecer cada herida había valido la pena, cada golpe, gritó y lágrima había valido toda la maldita pena.
Y tras pensarlo mucho rato Loki se atrevió a hacer algo que llevaba meses sin hacer, acaricio mejilla s su marido, recorrió los pómulos firmes y esa línea fuerte de su mandíbula, acaricio los párpados cerrados e incluso roso sus labios. Y eso desde hace tiempo había sido casi un tabú
La sola idea de tocarlo sin que el rubio le diese su permiso era casi un pecado
E incluso era ridículo decir que el ni siquiera sabia la razon por la que lo hizo, pero la necesidad de sentir esa pequeña felicidad que le recorría al ver que todo era real, porque se sentía real, quería creer con todas sus fuerzas que lo era, e incluso si no lo fuese el sería imensamente feliz, porque ese era el mejor sueño que había tenido.
Esa era la razón para hacerlo, el quería sentir algo que antes había creído real y no lo era, sin embargo podía admitir que el pasado le hacía inmensamente feliz a pesar de todo, extrañaba aquellas bromas que hacía y que terminaban con Thor persiguiendole por todo el castillo, o aquellos días soleados donde salían a los jardines para disfrutar un poco de paz, añoraba aquellas noches especialmente frías en las que el mayor colocaba sobre sus hombros aquella capa roja que siempre portaba y juntos miraban las estrellas, añoraba tantos momentos, aquellos tan simples como las mañanas que pasaba observando a su esposo sin temor a acariciarlo o soltar frases sarcásticas sin pensar que lo molestaría.
Acaricio con cuidado con temor y anhelo.
Antes el realmente queria plasmar todo lo que sentía de alguna manera, y la había encontrado un par de días antes.
El había Comenzado a pintar, y descubrió que lo hacía bien.
Pero no pintaba cualquier cosa, el plasmaba todo lo que amaba en sus pinturas, y ¿que era lo que más amaba?
Exacto, Thor.
La mayoría de sus pinturas plasmaban al rubio de una manera hermosa, porque así no veía.
Incluso tenía una favorita, en la cual Thor sosteniendo su casco con los ojos cerrados, tenía un aura melancólica a su alrededor, era una pintura hermosa, le recordaba al Thor que habia tomado su corazon y sin embargo era el mismo de ese momento.
Cada centímetro de la pintura plasmaba su amor a la perfección.
Y aunque sus ojos no estaban abiertos, el azul de sus ojos representaba su bondad.
El rojo de su capa representaba su desbordante pasión.
Si cabellera rubia reflejaba su optimismo.
Y su aura brillante reflejaba su fuerza.
Peor a pesar de todo su paleta de colores no podia contener la gama entera que representaba para el, sin embargo esa pintura de acercaba bastante.
Ahora mismo esa pintura se encontraba dentro de una de las habitaciones más ocultas del Castillo, esa pintura era un secreto, era su secreto, era suya al igual que el era de Thor.
Con una última caricia al rostro durmiente se dirigió a la habitación que resguardaba la pintura, y al llegar la todo con sus dedos.
-Veo que has encontrado alguien más cariño- dijo una voz a sus espadas, sobresaltadolo- ¿debería estar celoso?
-¿Celoso?- eso no tenía sentido ¿Puede alguien estar celoso se si mismo?
-Asi es, creo que ese rubio- dijo jugetonamente, mientras se señalaba a si mismo en la pintura -esta robandose a mi pequeño esposo, ¿Tu que opinas?
- oh, no sabría decirte, creo que ese rubio es especialmente atractivo y galante ¿te que cres?- dijo siguiendo un poco su juego.
-¿cres que es atractivo?- cuestiono tratando a mantener su rostro serio, pero una sonrisa brillante no tardó en surcar sus labios.
-Creo que lo eres.
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