ALGUIEN COMO TU
"... y cuando el corazón logra hacer entender al cerebro de sus sentimientos, la mayor parte del tiempo, ya es demasiado tarde..."
Cuánto había pasado desde la última vez que había pisado tierra nipona?, 9 quizá 10 años?, ya no lo recordaba muy bien... después de todo, su vida, al separarse de su sombra se había vuelto un sufrimiento tan grande que lo único que pudo hacer fue sumergirse en aquel empleo otorgado por su padre, donde con suerte tenía tiempo para ver la luz del sol...
Ese fue el tiempo donde comprendió cuán errada había estado su decisión de abandonar Japón.
Donde aprendió y conoció, aceptó y sucumbió ante la ausencia de aquella pequeña figura de presencia tan suave y ojos color cielo.... Su vida sin su otra mitad jamás pudo ser la misma...
Olvidó como sonreír, olvidó como sentir... olvidó el significado de la palabra tranquilidad, y felicidad..... olvidó como sentirse completo y pleno...
Olvidó la vida y a su corazón destrozado hasta hacía unos 4 años atrás, cuando después del matrimonio arreglado por su padre con aquella mujer que jamás amó y que no era más que un adorno en su hogar, porque ni siquiera hablarle se le hacía posible, nació su pequeña hija, su nueva razón de vida.... Su única razón que le restaba para seguir adelante en aquella vida que por su cobardía había obtenido...... si, su pequeña Setsuia... así como Tetsuya lo hizo por mucho tiempo en su pasado, ella era la única que aún le sostenía en esta absurda vida.
"he oído que te has establecido,
Que encontraste a una chica y estas casado ahora...
He escuchado que tus sueños se volvieron realidad,
Supongo ella te dio lo que yo no te di..."
Cuando Setsuia nació, sus ojos color cielo le recordaron a su amor perdido en tierras lejanas, recordó como había sido su separación; recordó lo cobarde que había sido al seguir las ordenes de sus padres y lo peor de todo, recordó claramente aquel día... cuando le contó a Kuroko que volvería a Estados Unidos definitivamente.... Dando por terminada una relación de casi 3 años.
Sus Lágrimas aún las podía sentir cálidas en sus dedos....y en el silenció podía oír el suave hipo de su llanto silencioso....
Aquel día, cuando partió del lado del peliceleste.. aquel día, se fue sin su corazón, pues este se quedó al lado de aquella persona... como testigo mártir de un amor que pudo ser y que no fue.
Apretó los dientes mirando la pantalla de su teléfono...
"una fotografía de Tetsuya de aquella época"... Maldijo por lo bajo y cerró sus ojos con desesperación.
Después de todo... podían haberle quitado todo, su derecho a elegir, su derecho a ser feliz, su derecho de decidir con quien compartir su vida, su derecho a seguir el camino que quería........pero jamás....JAMAS!! le quitarían el derecho a conservar las fotografías y recuerdos de aquella persona que amó y aún amaba con su vida...
Pero... no podía pedir demasiado...
Odió siempre que Tatsuya le dijera que había sido un idiota y que debía volver lo antes posible.....
Fue tanto lo que insistió aquel emo vengador, que... terminó dejando de hablarle también por casi 6 años...
"viejo amigo por qué tan avergonzado ahora
No es como si debieras reprimirte
O esconder aquella mentira..."
si, había sido un idiota.... Lo aceptaba, había tomado las decisiones más erradas que puede una persona con corazón y cerebro tomar.
De seguro después de aquel día, Tetsuya debe haber, quizá, esperado por él... pero habían pasado casi 10 años y de seguro aquella persona ya había formado su propia familia... de seguro ya ni le recordaba... entonces...
Qué hacía en ese lugar.... Qué diablos se había metido en su cabeza para que a penas piso tierra nipona le haya mandado un mensaje a su hermano para saber si aún mantenía contacto con la generación de los milagros......
Había venido solo para cerrar unos cuantos negocios de las empresas de su padre, para luego volver a la rutina hipócrita de su "feliz" vida en Norteamérica, pero... Qué más podía hacer... si después de tanto tiempo, tenía la oportunidad de ver a aquella persona una vez... solo una vez más y quizá... quizá darle las disculpas correspondientes por romper aquella promesa de volver pronto...
Había pasado ya el tiempo suficiente como para cerrar aquel capitulo... como debió ser desde el principio....
"odio aparecer así tan de repente, sin invitación,
Pero no podía ya permanecer alejada, ya no pude seguir peleando,
Esperaba que vieras mi rostro y te hiciera recordar que,
Para mi aún no ha terminado..."
Tomo entre sus manos aquella nota que le entregó su hermano, ya que Tatsuya no le guardaba rencor y decidió ayudarle, pero advirtiendo que esta sería la última vez....
"Tiger.... Jamás perdí contacto con ellos, de hecho he estado en la boda de varios, por así decirlo...
Pero sé que eso no es lo que quieres saber, así que te lo diré sin que preguntes... Tetsuya está bien. Es Maestro de pre-escolar en una pequeña escuela ubicada cerca de Seirin. De hecho el y Takao (de shutoku, si no recuerdas) están juntos ahí como maestros.
Antes de que te pongas nervioso y quieras saber más... le comenté a Tetsuya que volverías por unos días a Japón y con su habitual forma de ser (que poco ha cambiado en estos años) me preguntó si podían encontrarse a charlar y quizás tomar un café.
Así que te puedes encontrar con él en el parque de la 5ta avenida, aquel que esta cerca de la cancha donde solían jugar, a eso de las 6...
Por favor, Tiger... hazlo bien esta vez.... No vuelvas a lastimarle...
Esta vez, terminen bien las cosas, por el bien de todos."
Leyó una vez más la nota y consultó su reloj... faltaban alrededor de 5 min para la hora indicada.... Y su estómago estaba apretado y a pesar de hacer un frío que congelaba hasta el pensamiento, sus manos sudaban a mares...
10 años... 10 años de no ver aquellos ojos que le quitaban el aliento, habrá cambiado?, crecido? Dudó y sonrió, habrá envejecido así como él?
Después de todo, el tigre tuvo que aceptar que esos 10 años habían sido horribles para él, que la vejez se le había venido encima como si nada... su pelo en cierta parte blanqueó y sus ojos se cubrieron de pequeñas arrugas de expresión y cansancio...
Su vida se había escapado de sus manos sin siquiera darse cuenta, ni pensarlo... ·suspiró·
Tan metido estaba en sus divagaciones que solo se dio cuenta de la presencia de aquella otra persona frente a él cuando sentado en aquella banqueta de parque sus ojos vieron aquellos pequeños pies aguardando sin moverse...
Su corazón se aceleró de pronto galopando cual caballo desbocado en su pecho y sus manos temblaron mientras con los ojos abiertos de par en par fueron alzados junto a su rostro, buscando la imagen de aquel ser que.... Aún después de tantos años, aún descontrolaba sus sentidos.
El tiempo pareció detenerse en ese momento, cuando sus iris borgoñas se toparon con ese cielo tranquilo de verano incrustados en aquella mirada.... Sus labios parecieron enmudecer por la cercanía de aquella persona, y sus pulmones se llenaron de aquel aroma que amaba y extrañó por tanto tiempo....
- Vainilla – susurró mientras no podía quitar la vista del pequeño peliceleste frente a él.
- Kagami-kun – sonrió Kuroko mostrando como su rostro a pesar de los años, seguía igual de terso y hermoso como siempre, ligeramente más delgado, con el cabello un tanto más largo y envuelto en un gran abrigo que no permitía que el frío se colase en su delicada figura – ha pasado mucho tiempo – agregó con ese tono de voz monótono y a la vez delicado y suave que el pelirrojo adoraba.
- Tetsuya – volvió a susurrar el pelirrojo y en un movimiento rápido, casi sin dejar que el pequeño reaccionara, Kagami lo envolvió en un abrazo cálido y efusivo, casi desesperado...haciendo que la pequeña figura del más bajo casi desapareciera entre sus grandes y fuertes brazos.
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- Kagami-kun – dijo en un tono de voz casi delatando la sorpresa – me asfixias – agregó, pero kagami no respondió ni hizo nada para cambiar lo que estaba haciendo....
El pelirrojo pudo sentir perfectamente cómo una vez más aquel cuerpo se amoldaba al suyo como si hubiesen sido creados para estar juntos.... Mientras los temblores involuntarios de Kuroko le demostraban que pese al tiempo separados, ellos aún sentían lo mismo... aún permanecía guardado ese amor ilimitado que creció entre ellos durante su juventud...
Pero... aún sabiendo eso...... debieron separarse...
Lo cual aprovecharon para observarse detalladamente el rostro... gravando en sus pupilas cada detalle del otro... cada contorno, hebra de cabello, marca o lunar que pudo haber nacido en sus rostros en aquellos casi 10 años.
- Estas viejo – mencionó el pequeño haciendo que Kagami soltara un bufido – pero te ves bien.
- Siempre tan directo, no? – respondió el pelirrojo escondiendo un leve sonrojo de sus mejillas – tú no has cambiado nada – agregó sentándose una vez más en aquella banquilla.
- Himuro San me informó que deseabas hablar conmigo – dijo el más bajo sin ningún tipo de emoción en la voz – a que debo tal honor.-agregó sentándose al costado del pelirrojo.
"no te preocupes encontraré a alguien como tú...
Deseo nada más que lo mejor para ti...
No me olvides, te lo suplico, yo recuerdo lo que dijiste...
A veces el amor es para siempre y a veces simplemente duele..."
- Sé que de nada sirve a estas alturas – dejó salir con pesadez el pelirrojo en un suspiro cargado de nostalgia y tristeza – pero necesitaba decirte que... en verdad lo siento. –
- No hay nada que perdonar – sonrió con tristeza el peliceleste sin quitar la vista de enfrente, mientras sus ojos se volvían cristalinos – la decisión de regresar a tu hogar sabíamos que llegaría tarde o temprano – susurró con dolor – que no hayas vuelto hasta ahora fue solo consecuencia de las vueltas de la vida – kagami vio perfectamente como Kuroko apretaba sus puños volviéndolos blancos – y como adultos responsables, debemos hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos... -
- Pero yo rompí mi promesa – bajó la vista avergonzado mientras apretaba también sus puños – solo espero que me hayas perdonado en algún momento – alargó su mano girando hacia el de ojos celestes y tomando entre sus dedos un mechón de suaves hebras azul claro – no sabes cuánto me arrepiento de todo... pero nada puedo hacer ya... - susurró acariciando aquellas hebras como si estuviesen hechas de oro puro.
"ya sabes cómo pasa el tiempo,
Justo ayer fue el mejor momento de nuestras vidas...
Nacimos y crecimos durante esa bruma veraniega,
Fortalecidos por las sorpresas de nuestros días de gloria...
Nada se puede comparar sin preocupaciones ni cuidados,
Los arrepentimientos y errores perteneces a memorias del pasado,
Quien iba a saber cuán agridulce sería el sabor de todo esto...?"
- Eramos niños – dijo en un susurro el más bajo – demasiados sueños imposibles, hace mucho ya acepté que tú vida no estaba a mi lado... - sonrió mientras una lágrima traicionera abandonó las largas pestañas de uno de sus ojos – por eso cuando Himuro San me contó de tu matrimonio y el nacimiento de tu hija, me alegré mucho por ti....aún cuando eso significara que en verdad no ibas a regresar. – terminó secando con rapidez su rostro, no permitiendo que aquella continuara surcando sus mejillas, cosa que fue imposible, ya que varias más escaparon mojando su rostro.
- Lo siento – dejó escapar el pelirrojo con voz quebrada aferrándose una vez más al pequeño cuerpo del otro escondiendo su rostro en el cuello del más bajo – lo siento, lo siento, nos condené a esto sin pensar en las consecuencias... solo porque mi padre insistió en un heredero...- agregó dejando caer sus lágrimas llenas de dolor en el hombro de aquel al que amaba con su alma – lo siento ... no sabes cuánto lo siento!!!
- Taiga – susurró Tetsuya con clara muestra de llanto en su voz – no te vuelvas a equivocar... por mucho que te arrepientas de tus decisiones, por mucho que este amor nos castigue... tu hija merece al mejor padre del mundo... - soltó en eses segundo apretando la mandíbula con despecho y el alma destrozada – no le quites la oportunidad de ser feliz... ella no tiene la culpa de nada. Quizá algún día tengamos nuestra oportunidad nuevamente...- en ese segundo la voz de Tetsuya se ahogó en su llanto y se aferró al pelirrojo lo más que pudo, enterrando su nariz en aquel fuerte cuerpo, gravando en su memoria todo, absolutamente todo aroma o recuerdo de aquel idiota pelirrojo que amó y amará hasta que su vida se extinga expelía de su cuerpo adulto.
Esa tarde trataron de permanecer abrazados todo lo que pudieron, sintiendo sus cuerpos y corazones sincronizados, regalándose palabras de amor y sonrisas ante recuerdos de su tiempo juntos... fueron casi 3 horas de compañía y amor desbordado en caricias suaves y promesas que ambos sabían, no se cumplirían jamás...
Qué desperdicio de amor imposible...
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La hora del adiós llegó antes de lo que desearon, y mientras el ocaso parecía llevarse al sol, Kagami ya no resistió y simplemente sin que el pequeño lo viera venir, le sostuvo entre sus brazos, alzándole sin problemas, envolviendo su cintura con sus brazos y robándole un beso tan cargado de amor, arrepentimiento, tristeza y desesperanza....que fracturó lo poco de corazón que aún les quedaba a ambos.
- Volveré, te lo prometo – susurró el pelirrojo, mientras le dejaba una vez más en el suelo. Reusándose a dejarle ir sin la aprobación de aquella promesa por parte del más bajo – si es necesario, buscaré la forma de terminar con esta mentira y regresaré con mi hija aquí... Tetsuya, por favor... espérame... te lo suplico.-
- Fue un gusto haberte visto una vez más... Kagami-kun – dijo el peliceleste con una sonrisa llena de tristeza y los ojos cubiertos de lágrimas sin siquiera responder la pregunta de Kagami – que tengas un grandioso retorno a tu hogar... - ahogó su llanto, y diciendo esto, el peliceleste dio media vuelta comenzando a caminar hacia el ocaso....mientras se podían oír claramente las palabras de Kagami prometiendo volver, llamando a Tetsuya y desgarrándose el alma...
Aun así...
Kuroko, no volteó...
Kuroko no escuchó...
Kuroko simplemente no vio como Kagami se desplomó sobre la banqueta de aquel parque con las manos cubriendo su rostro, mientras su cuerpo se sacudía violentamente por los espasmos del llanto.
Ya era tarde..... tanto para él como para Kagami...
Y si existía alguna esperanza de que ellos volvieran a verse.... A estar juntos...
Kuroko no apostaría nuevamente su vida a esa casi imposible oportunidad...
Y así, como aceptando la vida que le había tocado, se alejó de aquel lugar, abandonando su corazón, una vez más al lado de aquella persona que significó en su vida, la luz de la esperanza y a la vez, la perdición en la oscuridad de la tristeza....
Con paso inseguro, y con la vista nublada por las lágrimas, Kuroko volvió a la pequeña escuela donde trabajaba, la cual al momento de cruzar la entrada, un par de brazos cálidos le rodearon por la espalda, y sin poderlo evitar, volteó para aferrarse a esa persona que le brindaba aquel cálido abrazo enterrando su rostro en aquel pecho para comenzar a llorar sin contención...
"no te preocupes, encontraré a alguien como tú,
No deseo nada más que lo mejor para ti...
No me olvides, te lo ruego...yo aun recuerdo que dijiste
El amor a veces es para siempre y otras veces simplemente duele"
- Se lo dijiste? – preguntó aquella persona, mientras con sus dedos secaba de forma delicada y cariñosa el rostro de Kuroko.
- No fue necesario... no creo que deba saberlo – respondió con aún un poco de hipo en su voz – tiene su familia, y su hija necesita a su padre...no podría. – agregó cuando de improviso un par de brazos pequeños y delgados se aferraron a su cintura, ajustándose de forma efusiva.
Kuroko sonrió y soltándose del agarre de aquella persona, volteó a mirar al pequeño hiperactivo abrazado a su cuerpo y que no soltaba su agarre.
- Mami!!! – gritó chillón con una enorme sonrisa en los labios un pequeño peliceleste con graciosas cejas y ojos borgoña de alrededor de 9 años – Tio Himuro dijo que nos llevaría a comer mantecado!!!! – aseguró eufórico. – podemos, podemos, podeeeemoooos!!!! – Kuroko soltó una suave carcajada.
- Tio Himuro – volteó a mirar a la otra persona – por qué siempre malcrías y consientes a mi hijo – Rió.
- Porque su padre no me permite malcriarle ni consentirle a él... - sonrió el hombre del lunar con los ojos fijos en el más bajo. – aparte de que Hikaru es mi sobrino consentido! –
- Es tu único sobrino – respondió con rostro inmutable el peliceleste.
- Está bien, está bien – comunicó el ex jugador de Yosen acercándose al niño, alzándole en sus brazos y cargándole hacia una pequeña cafetería cerca de aquella escuela – Cómo luchar contra 2 Tetsuyas.... IM-PO-SI-BLE!! – canturreó alejándose.
En ese momento el peliceleste rió triste y abrigándose bien, metió sus manos en los bolsillos de su abrigo percatándose de un pequeño papel ahí escondido...
Rápidamente lo sacó observando que aquel pequeño trozo de papel doblado, no había estado antes en su bolsillo....
Sin perder tiempo lo desdobló para ver que era, y sus ojos se llenaron de lágrimas una vez más al leer lo que ahí estaba escrito...
Porque esta vez..... esta vez había prometido no creer, pero no tenía la fuerza para olvidar lo que decía esa hoja, porque había decidido mantenerse firme, pero esta vez no sería capaz de sobrevivir sin la ilusión de este mensaje..... porque aun cuando se maldijera por ser débil esta vez....
Esta vez, odiándose a si mismo....... Una vez más....
Volvería a creer...... volvería a esperar... volvería a confiar en aquel ser egoísta... que amaba, que sabía esta vez si cumpliría su promesa....
Y apretando aquella pequeña nota entre sus dedos y guardándola una vez más en su bolsillo emprendió camino, siguiendo a su pequeño hijo....
Prometiéndose a si mismo, que la próxima vez que se encontraran...... en esa oportunidad si le contaría la verdad.......le hablaría claramente de sus sentimientos.....le contaría sobre Hikaru, el hijo resultado de su relación de casi 3 años....el cual había nacido 6 meses después de la partida del pelirrojo.
Si, esta vez....... Esta vez Tetsuya se prometió ser valiente, y luchar por su amor.....por su hijo...... por su futuro.
Mientras....
Mientras aguardaría el momento preciso.....el instante indicado sosteniendo aquella pequeña nota...llevándola en su pecho cual tatuaje, como bandera de su esperanza.......
"no importa lo que respondas, no importa cuánto tarde.... Esta vez no me rendiré, te amo Tetsuya...
Te amo y mi vida es vacía sin ti....
Aun cuando no me creas... volveré... yo volveré por ti. Apuesto mi alma en ello...
Taiga."
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SI LLEGARON AQUI, MUCHAS GRACIAS
la historia da para más, pero no se aún si seguirla....
qué opinan? bueno... eso.
gracias por leer.
Amor Yaoi
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