Capitulo 12.- Las vacaciones en las Islas Fiji 1/2
Despues de tres largos y cansados días, por fin el sabado llegó y la familia Uchiha puntualmente a las 5:00 am se encontraban abordando su jet privado.
Deidara no cabía del asombro, aun no podía creerlo, al subir al avión, este era sumamente espacioso y contaba con dos de 35 pulgadas, un mini-bar y sus asientos era de piel reclinables, retrocedió repentinamente, chocando con Sasuke, al sentír un repentino miedo, lo cual era lógico, era su primera vez en un avión.
Sasuke.- Hey.- Posó sus manos en sus hombros.- Vas a estar bien.
Deidara.-¿Tu crees? Es que...
Sasuke.- Por supuesto, este avión es super seguro.- Lo tomó de la mano.- Ven, sientate a mi lado.
El rubio solo lo siguió, para posteriormente sentarse a su lado.
Itachi en cambio, se sentó practicamente al otro extremo del avión, sin decir nada.
Mientras tanto, Madara y Obito se sentaron juntos, justo detrás de Sasuke y Deidara; Desde aquel accidente en el cual sus padres murieron, Obito había generado un pánico a volar y era bastante comprensible, un hecho tan traumatico para un niño de solo 6 años, mas luego de un tiempo, solamente con Madara se sentía completamente seguro y protegido, solamente con tomar su mano, quizás porque ambos compartían el mismo dolor.
El vuelo fue bastante tranquilo, en realidad demasiado, Itachi la paso leyendo, en tanto Obito y Sasuke durmierón todo el vuelo, mientras que el resto solo se limitó a mirar un par de peliculas y conversar de otras cosas.
En total el vuelo duró alrededor de 17 horas.
Al aterrizar, una elegante limousina les esperaba, subieron a esta, durante el trayecto, Deidara iba sumamente impresionado mirando el hermoso paisaje, en una de las islas mas conocidas de Fiji, la isla Viti Levu, era un lugar donde se respiraba el perfecto aire fresco.
Se hospedarían en un lujoso hotel de 5 estrellas, este constaba de 22 pisos de los cuales, uno estaba reservado únicamente para la familia Uchiha.
Deidara.-¿De verdad nos quedaremos en este lugar? Parece un castillo.- Decía emocionado caminando por el living del lugar.
Mikoto.- Asi es, ¿Te gusta?
Deidara.- Si, es impresionante, gracias
Mikoto.- No tienes nada que agradecer.- Lo abrazo por los hombros.
Fugaku.- Chicos, escuchen, ¿Porque no van y descansan un rato y luego nos vemos para comer en la playa, hay un buen restaurant ahi?.- Dijo mientras se detenían.
Madara.- Gran idea, Fugaku, muero de sueño.
Itachi.- Si, dormir un poco no me caera mal.- Susurro.
Fugaku.- Bien, el piso numero 21 esta reservado por completo para nosotros, vayan a escoger sus habitaciones.
Sasuke.-¿Cual es la mas grande?
Fugaku.- Todas son iguales 7.7
Madara.- Pero, que pregunta, Sasuke, sabes que la mas grande es la de Mikoto y Fugaku, ellos no planean desperdiciar su tiempo, ¿Cierto?
Mikoto.- Pero, que cosas dices.- Dijo con una venita saltada.
Deidara.- Que cosas planean hacer padre y tu?.- Pregunto con suma confusión.
Fugaku.- Nada.- Dijo levemente ruborizado.- Ahora vayan.
Obito.- Si, densen prisa.- Dijo caminando al elevador.
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Había pasado alrededor de una semana desde que llegarón a aquel paradisiaco lugar, lo primero que hicieron fue conocer la variada gastronomia, lo cual fue bastante entretenido para alguien como Madara, tambien conocieron parte de la cultura y por supuesto fueron al popular zoologico, del cual por desgracia los echaron ya que Sasuke pateó a un pinguino que no dejaba de seguirlo, había sido algo accidental, no es que odiara a los animales. Por supuesto ningúno desperdicio tiempo, estaban demasíado atentos con el rubio, ayudandole con todo, el idioma incluido, a pesar de que muchas personas que habitaban la isla hablaban un poco de japones e ingles. El unico que no pudó pasar verdadero tiempo de calidad había sido Itachi y en realidad trataba de no tomarle mucha importancia, muy pronto tendría una oportunidad.
Obito.- Esto es vida.- Decía echado mientras tomaba el sol, en aquella silla de playa.
Madara.- Si, nada como tomar el sol en un lugar como este.- Se encontraba al lado de Obito, haciendo exactamente lo mismo.
Sasuke.- Los apoyo.- Le dió un sorbo a su jugó de coco.
Itachi.- Piensan estar asi todas las vacaciones?.- Pregunto de pie frente a los tres, mientras una gotita de sudor estilo anime bajaba por su frente.
Madara.- Tu lo dijiste, son vacaciones.- Se quito sus gafas de sol.
Sasuke.- Asi es Itachi nii-chan, ahora si no te importa, muevete un poco, me tapas el sol.
Itachi.- ¿Que? 7.7
Madara.- Pero.- Se incorporó.- ¿Que rayos estas usando?.- Pregunto mirandolo de manera critica, el moreno llevaba unas bermudas, y una polera negra.
Itachi.- ¿Eh?.- Le miró confundido.
Madara.- Estamos en una isla paradisiaca, muestra un poco de piel. igual que yo.- Dijo mientras le mostraba su bien trabajado abdomen.
Itachi.- No creo que sea necesario.
Sasuke.- Esta vez, Madara tiene razón, tus fans se decepcionaran.- Se incorporo.
Itachi.-¿Fans?
Madara.- Anda.- Se puso de pie.- Que no te de pena.- Se acercó peligrosamente a Itachi.
Itachi.-¿Que pretendes?.- Retrocedió
Madara.- Ya lo veras.- Se lanzó contra él, tratando de desnudarlo.
Itachi.- Sueltame.- Dijo forcejeando.
Madara.- Nunca.- Dijo para luego ambos caer a la arena sin dejar de forcejear.- Sasuke, ayudame.- Metía sus manos debajo de la polera de Itachi.
Sasuke.- Si.- Se lanzó contra Itachi, imitando a su tio.
Obito.- Whoa, esto valdrá oro en un futuro.- Decía muerto de la risa mientra grababa a los tres moreno rodando.
Itachi.- Sueltenme par de pervertidos.
Sasuke.- Vamos, Itachi, mostrar un poco no hace daño a nadie.- Decía sujetandolo peligrosamente del botón de sus bermudas.
Madara.- Asi es, y si tienes miedo de broncearte, existe el bloqueador solar.- Dijo sujetandolo de las muñecas, no sabía como había logrado tal hazaña.
No supo si fue por instinto ( O venganza del pinguino xD) pateó a Sasuke, quien por accidente chocó con alguien, terminando en el suelo nuevamente.
Itachi.- Sasuke, ¿Estas bien?.- Corrió a auxiliarlo, luego de que Madara lo haya solotado.
Sasuke.- ¿Tu que crees?.- Se quejó
-Auch!.- Los cuatro dirijieron su obscuraa mirada a una hermosa mujer sentada, quejandose por el fuerte impactó, sus ojos eran color violeta y su cabello era de un color verde lima, en realidad destacaba bastante.
Madara.- ¿Se encuentra bien?.- Se acercó a ayudarla.
-Gracias, estoy bien.- Aceptó la ayuda que le era ofrecida.
Sasuke.- Perdone, no me fije.- Dijo algo apenado.
-Oh! esta bien, no te preocupes, por cierto, me llamó Kagero Fuma, un gusto.- Sonrió
Obito.- Sus cosas.- Le entregó la bolsa de mano que había salido volando.
Kagero.- Gracias.
Madara.- Mi nombre es Madara Uchiha y ellos son mis sobrinos, Itachi, Obito y Sasuke Uchiha.
Kagero.- Todos son bastante apuestos.- Rió quedito.
Obito.- ¿Gracias? Supongo.- Murmuro.
Kagero.- Veamos, haré algo por ustedes... Ummm.- Cerró los ojos un momento.
Sasuke.-¿De que habla?
Kagero.- Los 4 estan enamorados, ¿No es asi? Y es una persona dulce y torpe, llenó de inocencia, al parecer es una persona diferente en cada uno de ustedes, o al menos es lo que creo, su corazón percibe a esa persona de manera diferente.- Miró a Itachi.- Mientras uno lo ve como algo, quizás imposible y precioso.- Miró a Sasuke.- Alguien mas lo ve como algo que debe pertenecerle.- Sus violetas ojos miraron al mayor.- Otro lo ve como alguien a quien no va a perder por nada del mundo.- Miró a Obito.- Y alguien mas solo desea que sea feliz y que su sonrisa no desaparezca.
Itachi.- No se de donde sacó todo eso pero, yo no estoy enamorado.
Kagero.-¿Seguro?
Itachi.- Si. Se cruzó de brazos.
Kagero.- Umm.- Lo miró sin creerle.- ¿Y ustedes?
Madara.- Si.- Sonrío orgulloso.
Sasuke.- Si...
Obito.- Yo...¿Porque lo pregunta?
Kagero.- Ustedes fueron amables conmigo, asi que se los regresare, ¿Conocen la Camellia Japonica o flor Tsubaki?
Itachi.- Si, ¿Porque?
Kagero.- Solo se da en Japón, de ahí su nombre, por lo regular es de color blanco o rosado.
Sasuke.- Eso lo sabemos, somos japoneses.
Kagero.- Eso lo se, paciencia.- Rió.- Si en su estadía aqui consiguen una Camellia Japonica de color sangría, no la ignoren, tomenla y regalenla a la persona a quien aman y esa persona les correspondera con la misma intensidad.
Obito.- Creo que no estoy entendiendo.- Dijo sumamente confundido.- ¿Es solo una simple flor, no?
Kagero.- En absoluto.- Negó con la cabeza.- Es una flor muy rara y valioso, según una leyenda.
Sasuke.-¿Que leyenda?.- Se apresuro a preguntar.
Kagero.- Hace muchos años una princesa japonesa conocío a un hombre, un honorable samuraí y se enamoro de él, de su valentía y heroísmo, y él de ella, ella era hermosa y un ser llenó de amor para dar pero, ese amor no podía ser, ella estaba destinada a casarse con alguíen de la nobleza, un principe, el samuraí dolido de haber perdido a la mujer que amaba se marchó, y la vida lo trajó hasta aqui, en tanto ella huyó el día de su boda, pasaron meses hasta que logró reencontrarse con su amor, cuando creyerón que al fin podrían estar juntos y ser felices, los hombres del emperador matarón al samuraí a traición, ella lloró durante tres días y tres noches y con sus lagrímas nació una bella flor en estas tierras, un Tsubaki blanco, cuando su padre le pidió que volviera, ella se negó y al saber que su padre la obligaría, se suicidó, con su sangre la flor cambió de color, y se dice que en esa flor van los buenos deseos de esos amantes, para que nadíe sufra lo que ellos sufríeron.
Obito.- Wow! Increíble!.- Aplaudía con lagrímas en los ojos.- Hermoso.
Madara.- En verdad lo es.- Tambíen aplaudía.
Itachi.- No me digan que en verdad creyerón todo lo que dijo? Se nota que todo lo inventó!
Sasuke.- Itachi ni-chan, ¿Como podría inventar eso? Yo le creo.
Kagero.- Señor Itachi, esto es real.- Aclaró la mujer segura.
Itachi.- Como sea.- Bufó con fastidio.
Mikoto.- Chicos!.- Decía la mujer mientras llegaba con ellos acompañada de su esposo.- ¿Eh? ¿Que hacen aui parados?
Obito.- Hablabamos con...- Giró el rostro a todos lados y la mujer ya había desaparecido.- ¿A donde se fue?
Itachi.- Una charlatana.
Sasuke.- Lo que dijo era real.
Fugaku.- ¿Que fue lo que dijo?
Madara.- Nada importante, por cierto Mikoto, ¿Porque estas vestida así?.- Preguntó con una venita saltada, la morena llevaba diminuto bikini color purpura que dejaba a la vista su excelente figura.
Mikoto.- Es un bikini, ¿Me queda genial, no?
Obito.- Impresionante tia Mikoto.- Aplaudía con una sonrisa.
Sasuke.- Si madre, te queda genial.- Decía leventando su pulgar.
Madara.- Estas mostrando mucha piel y tu Fugaku.- Lo señaló.- No se supone que eres su marido dille algo!
Fugaku.- Tranquilizate, puede usar lo que quiera, ¿No lo crees?
Madara.- Pero, todos la estan mirando!
Mikoto.- Que amargado.- Suspiró.- Bueno, Fugaku y yo iremos a el spa, ¿Vienen?
Itachi.- Yo paso.
Sasuke.- También yo.
Obito.- Mas tarde los alcanzó.
Madara.- Igual, por cierto ¿Y Dei?
Fugaku.- Regresó a su habitación por su camará.- Explicó
Mikoto.- Entonces, nos vamos.- Tomó la mano de su esposo y se fueron.
Obito.- Tia Mikoto luce tan joven.
Sasuke.- Si.
Madara.- Mejor cierren la boca.- Se cruzo de brazos.
Itachi.-¿Estas celoso?
Madara.- Por supuesto que no!, Como sea.- Suspiro.- Tengo algo planeado.- Sonrió
Itachi.-¿Tiene que ver con Deidara?.- Pregunto mientras ese sentimiento bastante molesto calaba en su pecho.
Madara.- Por supuesto que si, buscaré esa dichosa flor para él.
Itachi.-¿Ah?...
Sasuke.- No tan rapido Madara.- Lo señalo amenazante.- Yo seré el primero en encontrarla.
Itachi.-...
Obito.- No, si la encuentro yo primero.- Aclaró
Itachi.- Momento! ¿De verdad van a creer en lo que dijo esa mujer? Es obvio que solo inventó todo.
Madara.- Itachi, si fuera asi, me habría dado cuenta, no soy para nada ingenuo.
Itachi.-¿Tu crees?.- Dijo con sarcasmo.
Sasuke.- Lograré que Deidara se enamore de mi.- Sonrio triunfal.
Madara.- Sabes que para eso tendrás que superarme y eso jamás pasara.
Sasuke.- Ya lo veremos.- Tomo todas sus cosas y se fue de ahi.
Madara.- Que lindo es Sasuke tratando de intimidarme.- Rió mientras hacía lo mismo
Obito.- Itachi, nos vemos, buscaré esa flor.- Sonrió.
Cuando se dio cuenta estaba solo.
Itachi.- No puedo creerlo.- Se golpeo la frente con la palma.- Son unos torpes.
Deidara.- Itachi-nichan..- Llegó a donde el moreno.-¿Y los demás?
Itachi.- Eh....Los demás....Fueron a...No se.- Rió nervioso
Deidara.- Umm...Entiendo, quería pasar tiempo con todos.- Sonrió
Itachi.- Bueno, yo pensaba hacer un tour por la isla de Vanua Levu...
Deidara.-¿De verdad? ¿Puedo ir contigo?.- Preguntó emocionado y dando brinquitos
Itachi.- Claro, vamos.- Sonrió.- Comenzara en media hora.
Deidara.- Wiii, tomaré un montón de fotos.
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Obito caminaba por aquel desolado lugar, se sentía profundamente confundido, no sabía que pensar o como actuar, se estaba dejando llevar por la siempre competitividad con Sasuke, mas no había una razón de peso para andar buscando una flor que quizás tal vez ni existía.
Su confusión tenía una razón, bueno dos nombres, Rin Nohara y Deidara, ellos eran los dos seres que ocupaban su mente, sabía perfectamente bien que Rin lo amaba mas que a su propía vida, mas le parecío un poco confuso cuando esta se le confesó, al inicio pensó que se trataba de una broma, mas luego le asustó laa idea. A Rin la conoció en sus días de secundaría, le parecío una chica muy linda y bastante agradable, al volverse amigos, tomó esa amistad y la guardó en un lugar muy profundo de su corazón, como algo increiblemente valioso, cuando se dio cuenta se habían graduado del instituto y ella se había convertido en una mujer bastante bella. Ahora tenía miedo, miedo de perder esa valiosa amistad, miedo de no volver a verla y miedo de herirla.
Y que decir de Deidara, sentía añgo tan intenso por él, algo que por mas que intentase no podría describir. quería verlo feliz, solo eso, ver esa sonrisa tan pura, esa que se ensanchaba al verlo a él....al hombre tan perfecto y que desde niños admiraba, tampoco heriria a ese rubio de preciosos ojos.
Obito.- Soy consciente de que no soy la persona adecuada para hacerte feliz, Deidara.- Susurró mientras el tropical aire rozaba su rostro.- Rin no puedo sacarte de mi cabeza.- Sus pasos se detuvieron en aquel extremo de la isla, mientras se sentaba en la arena, debía comenzar a actuar como un hombre, su descisión ya estaba tomada.
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Madara.- Ese par esta mal de la cabeza si creen que voy a perder.- Decía mientras caminaba ignorando el letrero que decía: "Prohibido el paso"
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Guia.- Esta isla Vanua Levu es bastante conocida por su increible variedad de aves en estado salvaje, en esta area se le permite a los turistas tomar fotografias de las aves y uno que otro reptil que se presente, solo es importante no molestarlos ni tocarlos.- Dijo un hombre de cabellos parados y gafas de sol, de nombre Aoba.
Deidara.- Impresionante.- Decía emocionado mientras tomaba fotografías junto a otros turistas, en su mayoría adultos mayores.
Aoba.- Ahora, iremos a una de las playas mas populares de la isla, el agua volcanica y salada al fusionarse con la arena, crean un precioso color..- Decía mientras comenzaba a encaminarse.
Deidara.- Si!.- Grito emocionado.- Vamos, Itachi.- Dijo tomandolo de la mano.
Itachi.- Si, vamos.- Dijo levemente ruborizado mientras se dejaba arrastrar.
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En tanto el menor de los Uchiha se había adentrado en medio de la selva y eso comenzaba a asustarle.
Sasuke.- Esto es peligroso.- Pensó mientras se abrazaba a si mismo.- Pero, no voy a dejar que nadie me gane el amor de Deidara, él es tan especial que no puedo permitir que le pertenezca a alguien mas.- Miró su brazalete.- Si tan solo Naruto y Sakura estuvieran aqui la busqueda de esa flor me sería mas facíl.- Susurro.
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Aoba.- Como pueden notarlo, el color de la arena es hermoso.
-Disculpe, ¿Señor guia?.- Habló uno de los ancianitos del grupo.
Aoba.-¿Si?
-¿Podríamos descansar un poco?
Aoba.- Umm.- Miró su reloj de pulsera.- Por supuesto, tenemos un par de horas, adelante, vayan a comer o beber algo pero, no se excedan.- Rió.- De hecho delante de nosotros se encuentra una popular barra vieja, sus mariscos son deliciosos.
Itachi.- Dei, ¿Tienes hambre?.- Pregunto de manera calmada.
Deidara.- Si, un poco
Itachi.- Entonces, vayamos a probar esos mariscos.
Deidara.- Si.- Miró a un caracol de colores muy brillantes.- Pero, antes le tomare una fotografía.- Corrio hacía él.
Itachi.- Esta bien rió.
El moreno veía al rubio con esa enorme sonrisa en el rostro, fotografiando al animalito, un mareo lo golpeó de pronto, trato de recuperar la postura, sonriendo nuevamente, una fuerte tos lo atacó, cubrío su boca con la palma de su mano derecha, al controlar su repentina tos, levanto su palma, cubierta por completo de sangre, alzó la vista, Deidara caminaba hacía él, miraba su camara, tal vez revisando sus tomas, quisó por todos los medios reponerse mas no lo logró, su vista se fue nublando poco a poco hasta que finalmente todo se obscureció.
El rostro de felicidad del joven rubio cambió a pánico en un segundo al ver como el moreno se desplomaba en la arena.
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