Capitulo 24.- La verdad, Un Madara destrozado.
Su negra mirada se mantenía fija en la ventana, el paisaje de aquella pequeña ciudad de Alemania era tan rústico pero, a su vez tan acogedor, habían pasado exactamente seis meses desde que decidio firmemente acompañar a su mejor amigo, a ese lugar, para superar aquel dificil obstaculo en su vida; Dejó de lado aquel paisaje que la madre naturaleza le regalaba y ahora fijo su vista en su amigo, su mejor amigo y el cual era su mas grande amor, su amor platónico e imposible, sabía bien que este nunca le vería de esa manera mas, para él era casí imposible dejar de sentir eso, mas aún viendo lo fuerte que era, en esos seis meses había recibido aquel transplante con éxito, y se encontraba en etapa de recuperación, su cabello largo había desaparecido, el medicamento que se le había recetado había logrado que este comenzara a caerse, asi que fue mas facil deshacerse de el de golpe; estaba pálido, ojeroso, y bastante delgado. Lo peor de todo, en esos seis meses, no recibio llamada alguna de su familia, unicamente de Madara, quien insistió tanto hasta... que, quizás.... Se cansó de la negativa por parte de él en comunicarlo con su sobrino.
Un ligero suspiro salió de sus labios y se sentó al lado de Itachi, quien estaba bastante ocupado, escribiendo, en esos meses, se había dedicado a escribir, cartas, poemas, hasta canciones, cosas que nunca llegarían a esa persona, a ese precioso ser poseedor de los mas bellos ojos azules existentes. Sabía que nunca le perdonaría y no lo culpaba, se lo merecía, mas lo extrañaba tanto.
Shisui por su parte, sentía celos, celos de no ser él el receptor de esos dulces y apasionados sentimientos por parte del Uchiha, pero, si Itachi era feliz amando a Deidara, no intervendría, además sus cuidados hacía Itachi, eran sinceros, fuera de segundas intenciones, fuera de querer ser reconocido porél como algo mas que un amigo.
Shisui.- ¿Otra vez escribiendo?.- Preguntó con un tono meloso.
Itachi.- Bueno, sí, ¿Que otra cosa podría hacer?- Dijo dejando de lado su block de escritura.
Shisui.- Quizás enviarle alguna de esas apasionadas cartas de amor.
Itachi.-¿Que caso tendría?
Shisui.- Por favor, Itachi, sabes que si le envias alguna carta diciendole lo mucho que lo amas, podría perdonarte...
Itachi.- Shisui.- Lo interrumpio.- Aún ni siquiera se si pueda superar esto.- Susurró agachando el rostro.
Shisui.- No digas eso, haz llegado hasta aquí como para empezar con comentarios pesimistas.- Dijo mientras posaba una de sus manos en la espalda del joven.
Itachi.- No lo se, simplemente cada día me siento mas agotado, no puedo siquiera bañarme sin ayuda tuya y de Kisame.
Shisui.- Tranquilo, sabes que no nos molesta en absoluto.
Itachi.- No se trata de eso...
Shisui.-¿Entonces?
Itachi.- No lo se... Quizás muera...
Shisui.- No digas tonterias....
Kisame.- Volví!.- Exclamó mientras dejaba un par de bolsas sobre la mesita de centro.
Itachi.-Oh! Hola Kisame, Llegaste pronto.
Kisame.- No había mucha gente...
Shisui.-¿Conseuiste todos los medicamentos para Itachi?.- Pregunto mientras revisaba las bolsas.
Kisame.- Todo, además pase a la tienda y compré para preparar dangos!.- Dijo feliz
Itachi.- No debiste molestarte.- Susurró avergonzado.
Kisame.- Deja de pensar que todo lo que hago por ti es una molestia, y bueno como Tsunade-sama ya no te recetó esa medicina que te provocaba el vomitó creí que te agradaría comer un poco de tu comida favorita.
Shisui.- Kisame, en verdad eres un gran tipo.- Sonrió
Kisame.- Lo sé, ahora si me disculpan, llamaré a Miru.- Dijo al momento que salía al pequeño balcón del departamento.
Shisui.- Anda, Itachi.- Colocó un vaso de agua frente al moreno.- Tus medicinas.
Itachi.- Si, ya voy.- Respingó.
Shisui.- En otras circunstancias otra persona, mas pequeña que yo y de grandes ojos azules, estaría en mi lugar pero, no lo quisiste así.- Se sentó a su lado.
Itachi.- Lo se.
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El animalito de blanco pelaje se revolcaba sobre la cama mientras jugaba con un pequeño ratón de goma, su dueño solo se limitaba a mirarlo con un rostro demasiado serio, este se suponía estudiaba para sus examenes finales, solo quedaban cerca de dos semanas para terminar tercer año de instituto y pronto tendría que presentar una prueba para poder entrar, si es que tenía suerte, a la universidad privada de artes de Tokyo, esa había sido su decisión, la cual en otro momento de su vida habría sido la mayor felicidad, mas ahora simplemente lo decidio, toda su vida se sentía vacia, un enorme hueco en su corazón se hallaba; Si, se sentía suamamente patetico, al haber perdido a su madre, a su padre, su familia entera, haber sufrido en soledad su infancia y parte de su adolescencia y ahora le afectaba mas un "simple" corazón roto.
Y es que no era nada fácil, hacía poco mas de un año que había llegado a la mansión Uchiha, con su nueva familia, conocío una calidez inimaginable, sentimientos increibles, que ahora ya no estaban, aun se preguntaba, ¿Como es que un amor tan inmenso como el que Itachi le profesaba había sido un juego, una broma, no era posible, ¿O si?
Tantas cosas que habían ocurrido en esos seis meses, que había deseado compartir al lado de Itachi, sus decisiones a futuro, su proximo ingresó a la universidad, su cumpleaños número 18, ese que habían estado esperando ambos, para poder hablar con sus padres, ese sueño de poder vivir los dos solos en algún momento de su vida, todo se fue al traste.
Deidara.- ¿Que hago panda?.- Se tumbó sobre la cama.- Se supone que debo odiarlo, odiarlo con todo mi ser pero, no puedo, aun lo amo, y siento miedo.- Susurró.
La pequeña mascota posó una de sus patitas sobre la nariz del rubio.
Deidara.-¿También te preocupa? Después de todo es tu papá, ¿No?.- Cargó al animal con ambos brazos.- ¿Que estaras haciendo, Itachi?
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Sus pasos se detuvieron frente a aquella cafetería en el centro de Tokyo, acababa de salir de la oficina, luego de la partida de Itachi, su trabajo había aumentado considerablemente. Ese día tenía un poco de hambre pero, no quería volver a la mansión, no quería estar en la oficina, su vida iba de mal en peor, se sentía tan fria y vacia, Comenzando con que su amistad con Hashirama estaba extinta, y peor aun no sabía nada de Itachi, su sobrino, quien mas que eso era su hermano, le extrañaba tanto.
Buscó con la mirada alguna mesa vacía, la mesa del fondo y con vista por el enorme ventanal parecía gran idea, estaba por sentarse cuando...
-¿Madara-san?.- Una voz femenina llamó su atención, una voz bastante familiar, se giró encontrandose con la guapa castaña, la cual le sonreía amablemente.
Madara.-¿Miru-san?.- Habló con sorpresa.
Miru.- Si, esa misma, cuanto tiempo.
Madara.- Eso mismo digó.- Sonrió debilmente.
Miru.- Pero, ven sientate.
Madara.- Gracias.- Se sentó frente a ella.
-Buenas tardes, caballero, ¿Le puedo traer algo?.- Habló un mesero
Madara.- Ah, si un cafe moka y un sandwich de jamon de pavo y queso manchego, por favor.
-¿Y la señorita, desea algo mas?
Miru.- Otro frappuccino, por favor.
-Enseguida.- Hizo una breve reverencia y se fue.
Miru.-¿Y que tal todo? ¿Como esta Itachi-kun?
Madara.- ¿Itachi?
Miru.- Si, lo de su recuperación y eso, Kisame se fue con él y Shisui pero, no me cuenta nada.- Le dió un sorbo a su bebida para posteriormente dejar el vaso vacio a un lado.
Madara.- ¿Recuperación?
Miru.- Si, por su enfermedad...
Madara.- Espera un segundo, no estoy entendiendo nada.- Dijo ligeramente alterado.
Miru.- ¿Acaso no lo sabías?- Dijo apenada.
Madara.- No.- Susurro
-Aqui tienen lo que ordenarón.- Habló el mesero dejando sobre la mesa la orden.- Si necesitan algo mas, llamenme.
Miru.- Si, gracias.- Le dedicó una sonrisa al joven y este se fue,
Madara.- Explicame todo, por favor.
Miru.- Eh...Bueno, hace ya casí tres años conocí a Itachi y a Kisame, Itachi solía acompañarnos a Kisame y a mi en nuestras citas, en una de estas citas, fuimos a la playa de Hoshizuna, estabamos jugando al volleyball y él comenzó a sentirse mal, recuerdo que se desmayó, lo llevamos de urgencía a un hospital y le detectaron Fibrosis pulmonar....
Madara.-¿Fibrosis pulmonar? No puede ser.- Murmuró.
Miru.-Si, tengo entendido que tenía citas constantes con el medico.
Madara.- Y con la recuperación, ¿A que te refieres?
Miru.- Itachi viajó a Alemania a un transplante de pulmón, sus pulmones estaban en un estado bastante malo....
Madara.- No...
Miru.- Ahora no se bien como se encuentra pero, se que la recuperación de una operación así es bastante complicada...
Madara.- Lo se....¿En que parte de Alemania se encuentra?
Miru.- No lo se...- Admitió.
Madara.- Entiendo....Yo...- Se pusó de pie.- Debó irme.- Dejó unos billetes sobre la mesa y salió corriendo de la cafetería.
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Su Audi se detenía frente a la mansión, bajó de este, mantenía una mirada perdida, su mente estaba ligeramente nublada, Itachi, su sobrino había estado enfermó tanto tiempo, ¿Y nadie lo sospechaba? ni siquiera él.
Abrió la puerta caminando con parsinomia, sus pies lo llevaron hasta el living, dondé su hermana y cuñado se encontraban conversando, no entendia de que hablaban, quizás sobre el proximo ingresó de Sasuke a la universidad, o algo mas.
Mikoto.- Madara, ¿Que pasa?.- Dijo preocupada.
Fugaku.-¿Estas llorando?.- Dijo sorprendido.
Madara.- ¿Ah?.- Unas lagrímas bajaban por sus mejillas, ¿En que momento había comenzado a llorar? No se dio cuenta.
Mikoto.-¿Estas bien?.- Estaba por ponerse de pie, cuando Madara se tumbo en sus brazos.- ¿Madara?.- Estaba demasiado sorprendida, la última vez que vio a Madara llorando así y aferrandose de esa manera a ella, fue cuando sus padres murieron, ¿Que podría pasarle?
Fugaku.- Madara, oye....- Acarició el cabello de su cuñado.
Madara.- Itachi.- Susurro en el pecho de su hermana.
Mikoto.-¿Itachi?
Madara.- Él, ha estado enfermo todo este tiempo....Ha estado solo recuperandose de un transplante!
Mikoto.-¿Que?
Fugaku.- No puede ser.- Susurro
Madara.- Tengo miedo onne-san...No quiero perder a nadie otra vez.
Mikoto.- Todo va a estar bien.- Lo abrazó mientras trataba de contener las lagrimas que amenazaban por salir de sus ojos.
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Deidara.- Vamos, panda debes comer.- Dijo mientras bajaba las escaleras con su mascota en brazos.
Fugaku.-¿En que parte de Alemania se encuentra Itachi?
Madara.- No lo se, no me lo dijeron.
Deidara se quedó de piedra al escuchar ese nombre.
Fugaku.- Bueno, eso no importa viajaremos a Munich, quizás alla tengan alguna información.
Madara.- Si.
Deidara.-¿Itachi, se encuentra mal?.- Se preguntó al ver como Madara se limpiaba las lagrímas de sus ojos.
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Itachi.- Necesitaba esto.- Suspiro mientras caminaba al lado de Shisui y Kisame, se encontraban en un parque, hacía tiempo que no podía disfrutar de algo tan simple como el respirar el aire fresco.
Kisame.- Y el clima de hoy es bastante agradable.
Shisui.- Lo es.
Itachi.- Espera...- Susurró mientras se detenía.
Shisui.-¿Que pasa?
Itachi.- Nada....Solo...
Kisame.- ¿Te sientes mal?.- Lo miró preocupado.
Itachi.- No...Un poco.
Kisame.-¿Itachi?
Ambos se quedaron paralizados al ver como su mejor amigo se dasvanecia cayendo en el suelo.
Shisui.- Itachi...
Kisame.- ¿Que tienes?
Shisui.- Ve por ayuda.- Dijo mientras sostenía la cabeza del moreno sobre sus piernas.
Kisame.- S-si.
Shisui.- Pero, date prisa.- Dijo asustado
Kisame.-Si.- Salió corriendo, había dejado su móvil en el departamento al igual que Shisui.
Shisui.- Itachi, por favor despierta, no te vayas.- Decía apegandose el rostro del moreno en su pecho.- No te vayas, no y menos sabiendo todo lo que yo te amo, lo que él te ama.
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