Capitulo 28.- Final + Epilogo.
24 de Diciembre de 2021 (9:30 pm)
La mujer cerraba la puerta del horno, luego de revisar por última vez la especial cena que había preparado para aquel día, se sacó los guantes de cocina y los dejo sobre la barra.
Kotaru.- Si lo desea, yo puedo hacerme cargo del resto.- Dijo al momento que entraba a la cocina.
Mikoto.- No es necesario, quiero preparar todo por mi misma.
Kotaru.- Lo entiendo pero, no deben en tardar en llegar...
Mikoto.- Tienes razón.- Se saacó el delantal.- Te lo encargo.- Dijo con una sonrisa.
Kotaru.- Si, no se preocupe.
Sus pasos la dirigieron hacia el comedo, quería asegurarse que todo estuviese perfecto, era la primera vez en esos últimos 4 años que todos se reunirian nuevamente, luego de tantos momentos dificiles superados hasta el momento. El comedor lucía impecable, con aquella vajilla que había mandado a comprar en Francía...
El timbre la sacó de sus cavilaciones y camino con parsinomia hasta la entrada, no sin antes detenerse frente al espejo, plancho su vestido color vino con sus manos, y también recogió el mechon que caía sobre su rostro, el cual estaba cuidadosamente maquillado. Su aspecto en definitiva no iba con el de una mujer de 52 años.
Abrió con entusiasmo la puerta, encontrandose con sus primeros invitados de la noche, su amado hermano menor, Madara quien en unas horas mas cumpliria 31 años y la pareja de este, quien era nada mas y nadie menos que Hashirama Senju, luego de un tiempo distanciados le hizo entender al Uchiha, que el castaño era demasiado importante en su vida y mas alla que un simple amigo, salieron unos meses, intentarlo no les haría daño; eso fue lo mejor que les pudo ocurrir a los dos , Hashirama era todo lo que Madara necesitaba en su vida, y ahora como su pareja lo había impulsado a mas cosas de las cuales no estaba del todo seguro. Meses despues Madara decidió seguir su sueño de ser chef, asi que con el apoyo de tanto su hermana y su cuñado como Hashirama, abrió su propió restaurant gourmet, un lugar demasiado exclusivo en Hokkaido, y dos años despues de abrir ese lugar él y Hashirama decidierón completar su pequeña y creciente familia, adoptando a una niña, Sarada, quien recientemente había cumplido 5 años y era la mayor felicidad de ambos.
Mikoto.- Madara, me da gusto verte.- Dijo sin ocultar su emoción y abrazando a su hermano.
Madara.- Igual a mi hermanita.- Deshizo el abrazo.- Te ves guapa, como siempre.
Mikoto.- Gracias.
Hashirama.- Mikoto-san, ¿Como se encuentra?
Mikoto.- Dime solo Mikoto, el "san" se escucha demasiado formal, 4 años con mi hermano ya nos hace familia.
Hashirama.- Es que aun es extraño, es un sueño.
Mikoto.-¿Salir con mi hermano?.- Rió.- No digas bromas tan buenas cuando aun no llegan los demás.
Madara.- Oye!
Hashirama.- Bueno, Madara preparo esto.- Extendío un recipiente algo grande.
Madara.- Pastel de trufas con fresas y cerezas, tu favorito, hermana.
Mikoto.- No debiste molestarte.
-¿No van a ayudarme?.- Se escucho una leve vocecilla.
Madara.- Ah, Sarada, perdón.- Dijo tomando unos cuantos paquetes que llevaba la niña.
Mikoto.- ¿Que es todo esto? ¿Ne Sarada?
Sarada.- Los regalos que mis papas compraron para todos, dijo que esta vez, vendrían mi tio Sasuke, tio Deidara y tio Obito.- Explicó con seriedad.
Mikoto.- Eso es verdad pero, bueno es mejor que pasen hace frio.
Madara.- Pense que nunca lo dirias.- Rió.
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Pasaba por ultima vez el cepillo por sus largos cabellos rubios, dejo el cepillo de lado, mirandose una vez mas al espejo, lucía bien, esa noche era especial, de eso estaba seguro. Antes de salir de su habitación se detuvo frente al altar que había hecho unos años atrás para "esa" persona especial, sin pensarlo mucho encendió un par de inciensos y se arrodillo frente a este. Otro año mas sin pasar esos días especiales, con esa persona.
Deidara.- Me quedaré un momento mas contigo...- Susurró mientras secaba una traviesa lágrima que salía de sus ojos.
********************************Flash back**********************************
Itachi deshizo el abrazo únicamente para atrapar los labios del menor con los suyos, en un beso lleno de calidez y amor, sus manos rodearon la cintura del menor apegandolo lo mayormente posible.
Itachi.- Te amo, Deidara, esperó nunca lo olvides.- Susurró cerca de su oído.
Deidara.- Nunca lo haría.
********************Fin flashback********
Deidara.- Sera mejor que baje.- Dijo luego de soltar un sonoro suspiro.
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En el living, ya se encontraban todos los invitados de esa noche, Rin y Obito, habían llegado hacía apenas unos minutos, luego de graduarse de la universidad, Obito comenzó a trabajar para la empresa de su tio Fugaku, tomando el lugar de Madara, y haciendo un excelente trabajo, también luego de todo eso, había decidido casarse con Rin, quien aceptó mas que feliz y ahora ambos, esperaban a su primer hijo o hija, quien nacería en febrero. Sasuke había llegado acompañado de sus dos mejores amigos de toda la vida, Naruto y Sakura, quienes no iban solos, el trio de amigos también habían tenido suerte en el amor, Sakura aún seguía en su relación con Utakata, habían decidido vivir juntos mientras la chica terminaba sus estudios de medicina en la universidad de Tokyo, en tanto Naruto, ya se había graduado en la universidad de leyes y en uno de sus tantos viajes a New York, conoció a Gaara con quien actualmente llevaba un año de relación, y Sasuke, luego de graduarse de diseño y confección le ofrecierón trabajar para la casa Chanel, lo cual conllevaba viajar muy seguido a París, quedandose temporadas bastante largas, además no solo eso, también se le ofreció modelar sus propios diseños, reconociendo el atractivo fisico del Uchiha, lo cual lo llevó a conocer a Suigetsu, un modelo en creciente ascenso y del cual sin siquiera esperarlo se enamoro a primera vista y para su suerte fue plenamente correspondido. También se encontraban presentes Kisame y su esposa Miru, quienes aun seguían tan felices y enamorados, y por supuesto Kakashi, quien aun seguía soltero y feliz trabajando para algunas empresas importantes dentró y fuera de Japón.
Naruto.- ¿Cuando estara lista la cena? Muero de hambre.- Se quejó.
Gaara.- Naruto.- Lo miró
Sasuke.- No presiones, dobe, aun no bajan mi padre, ni Deidara.
Naruto.- Pero, tengo hambre.
Sasuke.- Te comiste todos los bocadillos que hizó Madara...
Suigetsu.- Este... Tranquilo, amor.- Dijo mientras sujetaba la mano del Uchiha.
Sakura.- Buena tactica, Suigetsu-kun, así no discutiran.- Decía feliz con un pulgar arriba, y es que en estos momentos Sasuke estaba demsiado rojo y nervioso como para reaccionar.
Suigetsu.- Lo se, soy un genio.- Sonrió.
Sasuke.- Me desquitare mas tarde contigo, "amor".- Le dijo amenazante al peliblanco.
Sakura.- Ups!
Utakata.- Sera mejor que no te metas, o también tendré que... "Castigarte".- Amenazó el castaño.
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Deidara y Fugaku no tardarón en bajar, el rubio a ojos de sus "hermanos" aun lucía exactamente igual que cuando llego a la familia Uchiha. Este no tardó en felicitar a Madara, y en saludar al resto. Por lo tanto Fugaku se detuvo a jugar con Sarada, tanto él como Mikoto estaban demasiado felices con las visitas de Sarada, ya que tecnicamente era su primera nieta.
Todos los presentes se encaminaron al comedor principal y tomaron asiento, viendo con sorpresa el gran banquete que había preparado la mujer Uchiha.
Madara.- Debo reconocerlo hermanita, todo se ve delicioso, para que lo hayas cocinado tu.- Dijo burlón.
Mikoto.- Que simpatico.- Dijo con sarcasmo.
Fugaku.- Como siempre, llevandose tan bien.- Soltó una leve sonrisa.
Mikoto.- Bien, Madara, da las gracias.- Dijo con una sonrisa.
Madara.- Vaya, que honor.- Dijo con sarcasmo.
Sasuke.- Solo hazlo.- Dijo con fastidio.
Madara.- Ya voy.- Cerró los ojos y junto sus manos al igual que todos.- Hoy, estamos todos reunidos aquí, otra vez, despues de tanto tiempo y luego de tantas cosas que han ocurrido....
El timbre interrumpio las palabras del moreno.
Mikoto.-¿Quien podra ser a estas horas?.- El reloj ya marcaba las 12:00 de la madrugada.
Madara.- No lo se...-
Sasuke.- Quizás...- Susurró
Todos se mirarón unos a otros demasiado confundidos.
Sarada.- Deberías ir a ver, papá.
Fugaku.- Es verdad, ve Madara.
Madara.- Bien.- Suspiro mientras se ponía de pie.
Camino hacia la entrada sin ninguna prisa, abrió la puerta y sus ojos se abrierón de par en par.
Madara.-¿Tu?
Shisui.- Hola, ¿Como estas, Madara?
Madara.- Estoy bien....Supongo, ¿Que haces aqui?
Shisui.- Bueno....
-Feliz cumpleaños, Madara.
Sus ojos viajarón de inmediato al interlocutor de aquella voz.
Itachi, su amado sobrino, a quien no veía hace tantos años, lucía tan diferente, tan saludable. El tiempo que había transcurrido, Itachi estuvo internado en un hospital privado, dondé quedaban estrictamente prohibidas las visitas, la única persona que podía verlo era Shisui por ser sobrino del director de aquel hospital, todo había sido por voluntad propia, la soledad le había hecho comprender demasiadas cosas, sobre la vida y otras tantas.
Su salud había mejorado notablemente, llevaba su cabello largo, como antes, y había subido de peso, o mas bien habia llegado a su peso idoneo, en todo ese tiempo se prometío a si mismo que se recuperaría, no por él, si no por las personas que amaba y al ver la expresión en el rostro de su tio, sabía que había cumplido bien. Aunque jamás imaginó que le tomaría tanto tiempo. Madara sintió como unas lagrimas saladas abandonaban sus ojos para luego tirarse a los brazos de su sobrino, dejando caer al suelo nevado, el regalo que este le había entregado.
Itachi.- Yo tambien te extrañe.- Dijo en un tono sarcastico.
Madara.- Callate! Imbecil.- Dijo tratando de contener su llanto, se podría decir que su vida era perfecta mas sin embargo le había hecho tanto falta su sobrino, hacerlo enojar e incluso coquetearle.
Fugaku.- Madara, ¿Porque tardas tanto? Miko....- Sus palabras dejarón de salir, sintiendo un escalofrio recorrer su cuerpo.- Itachi...- Susurro.
Itachi.- Si, soy yo.- Sonrió
Fugaku.- Hijo.- Corrió a abrazarlo, nunca fue un hombre muy cariñoso o demostrativo, mas esta vez lo ameritaba, tantos años sin ver a su hijo mayor.
Shisui.- Lamento interrumpir tan conmovedora escena pero, hace frio.- Rió
Madara.- Tienes razón.- Dijo mientras limpiaba sus lagrimas.- Entremos.
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Sasuke.- ¿Ya tardarón, no?.- Dijo mientras jugaba con su tenedor.
Suigetsu.- No me digas que ya tienes hambre, amor, y te quejabas de Naruto-san.- Rió
Sasuke.- No lo digo por eso!.- Dijo rojo.
Obito.- Aunque tienes razón, ya tardarón, incluso el tio Fugaku.
Mikoto.- Iré a ver, estoy preocupada.- Se pusó de pie.
Hashirama.- Mejor iré yo, debe ser peligroso.- También se puso de pie.
Kisame.- Tranquilos, todo debe estar bien.- Dijo ligeramente preocupado.
Kakashi.- Bue....¿Itachi-san?.- Todos los presentes miraron al peliplata, algo confundido y luego miraron hacia el frente, Fugaku y Madara entraban acompañados de Shisui e Itachi.
Deidara.- Itachi.- Sus ojos se humedecieron y dejandolo en shock.
Sasuke.- Ni-san.- Sonrió.- Sabía que volverías pronto.- Escondio su rostro en el hombro de su novio.
Mikoto.- Hijo.- Se acercó a abrazarlo con fuerza.
Itachi.- Estoy en casa.- Correspondio el abrazo de la mujer.
Mikoto.- Bienvenido.
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Itachi.- Al parecer han pasado un montón de cosas desde que me fui, ¿No?.- Dijo para luego darle un sorbo a su copa de vino, y disfrutaba de esa deliciosa cena.
Madara.- Asi es.- Rió.
Obito.- Te contare todo, mas rapido.- Sonrió.- Me casé con Rin y vamos a ser padres.- Dijo emocionado señalando la pancita de su esposa.
Itachi.- Me da mucho gusto por ti, Obito y por ti tambien, Rin-san.
Rin.- Gracias, a mi me da mucho gusto verte tan recuperado.- Dijo con una sonrisa.
Obito.- También como puedes ver, Madara y Hashirama viven juntos, y adoptaron a esa lindura de niña.- Dijo refiriendose a Sarada.
Itachi.- Ya veo, nunca lo hubiera imaginado.- Rió.
Madara.- Hey, ¿Que es tan gracioso?
Itachi.- Nada, nada.- Rió
Obito.- Y bueno, al amargado de tu hermanito le ha ido bastante bien, ves a este chico de aqui.- Abrazo a Suigetsu por los hombros, ya que estaba sentado a su lado.- Él es un heroé, ha logrado domar la bipolaridad y tsunderismo (? de Sasuke.- Todos riendo ante tal comentario excepto, Sasuke.
Sasuke.- Quieres callarte!.- Dijo con una venita saltada.- Lo dice quien queria casarse con Rin y Kakashi al mismo tiempo.
Obito.- No le veía el problema, Kakashi es mi mejor amigo y Rin la chica que amo.- Se defendió
Mikoto.- Siempre discutiendo.- Rió
Itachi.- ¿Otra cosa sucedió?.- Preguntó mientras dirigía su obscura mirada a aquel rubio que había anhelado con todas sus fuerzas volver a ver.
Deidara.- Sarada, ¿Quieres abrir tus regalos?.- Preguntó mientras se ponía de pie.
Sarada.- Si!.- Corrió detrás del rubio, saliendo ambos del comedor.
Shisui.- Debes hablar con él.- Le susurró.
Itachi.- Lo se.
Obito.- Vayamos, le compre un montón de cosas a Sarada.- Dijo emocionado
Rin.- Si.- Se pusó de pie y junto a Kakashi y su esposo fueron a dondé Deidara.
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Sarada.- La muñeca de la diosa conejo que me regalo el tio Obito es mas bonita que la muñeca de la princesa ventisca que me regalo el tio Sasuke.- Decía mientras le mostraba ambas muñecas a Mikoto.
Mikoto.- Es verdad.
Obito.- Te gané.- Le saco la lengua en un gesto infantil.
Sasuke.- Por supuesto que no, además Suigetsu y yo le llevaremos en Enero a Disneyland en Los Angeles.- Dijo cruzandose de brazos.
Mientras Obito y Sasuke discutían, Mikoto y Fugaku jugaban con Sarada, el resto intercambiaba regalos, Deidara se puso de pie y salió al jardín, necesitaba respirar un poco de aíre fresco y ese paisaje lleno de nieve era bastante relajante.
Shisui.- Es tu oportunidad.
Itachi.- En un segundo vuelvo.- Dijo saliendo rapidamente.
Madara.- Aun lo quiere, ¿Verdad?
Shisui.- No imaginas cuanto.
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Al salir de la mansión, lo primero que vio fue a Deidara mirando el cielo aun obscuro, mientras su cabello era movido levemente por el ligero viento que hacía.
Itachi.- Deidara...- Lo llamó con la mayor dulzura que pudo.
Deidara.- ¿Eh?.- Se giró.- Itachi.
Itachi.- Haz estado un poco serio.- Susurró.
Deidara.- No se como debo actuar.- Admitió evitando los ojos del mayor.
Itachi.- Tan lindo y amoroso como siempre, como actuabas conmigo...
Deidara.- Lo dices como si fuera tan fácil, tu y yo terminamos hace años.- Agacho el rostro.- Así lo quisiste tú.
Itachi.- No me parecía justo que siguieramos en una relación en la cual no nos veríamos en un tiempo indefinido.- Explicó con calma.
Deidara.- Y hoy regresas y pretendes que actue como un lindo novio, ni siquiera tienes idea si estoy con alguien en este momento.
Itachi.- ¿Lo estas?
Deidara.- Por supuesto que no.- Se abrazo a si mismo.- Todo esto es complicado.
Itachi.- Lo se y pido una disculpa por eso, lo único que quiero que sepas en este momento es que, en todo este tiempo no pude dejar de amarte como el primer día...
Deidara.- No tiene caso...Ya...
Itachi.- Dei.- El moreno sacó de su abrigo un sobre bastante grueso.- Aquí hay 55 cartas que escribi durante mi estadía en Alzey...
Deidara.- Yo...
Itachi.- Y en el maletero del auto hay otras 230 para ser exactos, escribi casí 300 cartas para ti, diciendote lo mucho que te amo, que te necesito en mi vida, al llegar aquí nuevamente tenía demasiado miedo de solo imaginar que hubiese encontrado a alguien mas... No hubiese podido vivir con eso.
Deidara.- Itachi...
Itachi.- No espero nada, solo que....- Fue callado de un momento a otro cuando los labios del ojiazul se posicionaron sobre los suyos, no pudo negarse y se dejo llevar, sujetando la delgada cintura del rubio.
El beso aumentó de intensidad, dejandose llevar por todo lo que sentían por dentro.
Deidara.- Te amo, Itachi y creo que sería imposible no hacerlo, leere todas esas cartas y estaré contigo para siempre.- Dijo mientras se colgaba de su cuello.
Itachi.- Menos mal, pensaba que me rechazarías.- Dijo con una leve sonrisa.
Deidara.- Nunca lo haría.- Le dio un beso en la mejilla.
Itachi.- Y no se me olvida nuestra promesa.- Susurró cerca de sus labios.
Deidara.- ¿Eh?
El moreno soltó a Deidara metiendo su mano en el bolsillo de su pantalón, sacando una cajita de color blanco brillante.
Deidara.- ¿Es...?
Itachi.- ¿Te casarías conmigo?.- Dijo al momento que se inclinaba y abría esa cajita, dejando ver el hermoso anillo, este era de oro blanco y tenía un diamante rojo en el centro.
Deidara.- Yo...- Giró el rostro, estaba demsiado rojo y nervioso.
Itachi.- ¿Dei?
Deidara.- Por supuesto que sí!.- Se tiró a sus brazos, cayendo ambos a la blanca nieve.
Itachi.- De ahora en delante te prometó que te hare lo mas feliz que pueda.- Dijo mientras le colocaba el anillo, ambos estaban aun tirados y no tenían intención alguna de levantarse.
Deidara.- Y si algún día vuelves a enfermar, aunque sea un catarró, yo te cuidaré.- Advirtió
Itachi.- Así sera.- Sonrió para luego besarse, había necesitado tanto esos besos.
Obito.- Esta nevando!.- Dijo emocionado.
Kakashi.- Podemos verlo.- Susurró Mientras todos salían.
Naruto.- Juguemos guerra de bolas de nieve.- Dijo animado.
Suigetsu.- Yo paso, no quiero arruinar mi cabello.- Dijo con algo de presunción.- Eh... - Alguíen le había lanzado una bola de nieve.
Sakura.-Oh! lo siento, ¿ Se arruíno tu cabello?.- Pregunto burlona.
Suigetsu.- Ah, me las pagaras.- Salio corriendo detrás de la chica.
Sasuke.- Sakura, deja en paz a Suigetsu.
Naruto.- Concentrate.- le lanzo una bola al moreno.
Sasuke.- Naruto >:v
Kisame.- ¿Que hacen ahí tirados?.- Preguntó con una mirada picara.
Itachi.- Disfrutando de la nieve.- Dijo como si nada.
Shisui.- Entonces todo bien, ¿No?
Deidara.-Si, todo bien.- Dijo con una sonrisa.
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Fugaku.- Mikoto, ¿Estas bien?.- Pregunto al ver a su mujer con un rostro de seriedad.
Mikoto.- Si, estoy bien, es solo que, jamás imagine que tendríamos una familia tan grande.- Dijo sonriendo levemente.
Fugaku.- En eso tienes razón.- Rodeó su cintura.- Despues de que Sasuke nació creí que hasta ahí quedaría.
Mikoto.- Ahora hasta somos abuelos.
Fugaku.- Lo se.- Le dió un beso en la mejilla.- Y eres la abuela mas linda.
Mikoto.- Fugaku.- Sonrió.
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