Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I LOVE YOU - ZiKyung por MeganeKatt

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este fanfic lo escribi hace un año ( lo pase en Tumblr : http://katita8059.tumblr.com/post/103052013996/i-love-you-zikyung )

y decidi re-subirlo aqui espero lo disfruten UuU

-Narra Kyung-

Era tarde, salí del edificio y me encontré delante de calles viendo las del cielo nocturno. Suspiré y empecé a correr. Deseé llegar pronto al departamento. Miré mi reloj, las 10:35 pm. Aún estaba a tiempo de coger el último autobús de la noche. Miré en varias direcciones hasta encontrar la parada donde pasaba el autobús. Agradecí a los dioses por aquella parada y me situé debajo de ella. Cerré los ojos, y sentí alguien acercándose.

Zico: Podrías haberme esperado, ¿no crees? - oí que decían a mi lado. Abrí los ojos, y me encontré a su lado, al lado de ese chico que tanto torturaba y a pesar de los años me seguía soportando - podemos volver juntos, mi piso está más cerca - y sonrió, de aquella forma tan idiota que me vuelve tan loco.

Kyung: Podemos… -nos subimos a su auto y nos pusimos en marcha.

La hora no me importaba tanto, incluso la alababa interiormente, por haber hecho que fuéramos juntos hasta su piso. Veía por la ventana, las calles estaban ya algo vacías. La poca gente que estaba iba corriendo para llegar pronto a casa. Notaba que me hablaba constantemente, pero yo estaba tan contento solo por el hecho de estar con él, que ni siquiera prestaba atención a sus palabras, es que no siempre estaba de humor para invitarme a su piso, normalmente yo iba a molestarlo.

Zico: Ah, Kyung - desperté y empecé a darme cuenta de sus palabras - Te dejaste esto en la sala de reuniones - dirigí mi mirada a su mano, que empezó a desplazarse a su bolsa. Sacó un móvil. Me sorprendí mucho al ver de qué se trataba del mío. ¿Cómo había sido posible que me dejara el móvil?

Kyung: Vaya! Gracias… Honey~ -dije divertido, quería ponerlo de malas-

Zico: Tsk!! Ya… suficiente tengo con los fanservice en el escenario y con los fanfics de nuestras BBC´s –dijo algo incómodo-

Kyung: ya~ no me vas a decir que no te gusta el ZiKyung… -dije entre risas- es la mejor pareja de todas –lo último lo dije muy orgulloso-

Zico: claro! A ti te encanta siempre y cuando hable de ti!

Kyung: ya~ como si no los hubieras leído…

Zico: He leído tres o cuatro, y tengo que decir que, a pesar de ser una temática… extraña, están muy bien relatados - y finalizó su frase con una sonrisa.

No lo podía creer, lo había admitido por fin, después de tanto tiempo, aún recuerdo cuando leí mi primer fanfic… fue algo extraño, pero todo fue culpa de Taeil Hyung, si no fuera por él nunca nos habríamos enterado, pero lo que me hacía realmente feliz era que Jiho hubiera leído ZiKyung y que aun así dijera que están bien relatados.

Llegamos pronto a su departamento. Él se detuvo ante su puerta, le agradecí el que me hubiera traído, y me dirigí justo a su lado. Buscó las llaves lentamente, y cuando las encontró, levantó el rostro para verme. Este último acto no debería haberlo hecho, nunca. Estaba allí, justo delante mío, tan cerca que podía sentir su respiración en mi cara. Me impactó la situación, y retrocedí un par de pasos.

Quería decirle que se alejara, pero… saber que dormiremos en la misma cama… me ilusionó, no sé por qué, a pesar de ya haberlo hecho antes… esta vez se sentía diferente.

Sonrió, volteo y abrió la puerta, le dije que me alistaría para dormir y me fui a la habitación para ponerme la pijama. Solamente me había quitado la camiseta cuando vi que entraba. Pensé en taparme, pero eso sería muy extraño ya que él me había visto así antes.

Kyung: ¿Qué pasa? - me di cuenta que había sido demasiado brusco.

Miré su cara antes de que todo su cuerpo empezara a acercarse a mí. Su rostro demasiado sensual, me estaba provocando demasiado.

Zico: Hoy cumpliré tu sueño… - dijo, antes de besarme, un beso ardiente. Cuando nos separamos, oí un gemido salir de sus labios. Y, quizás, también de los míos.

Kyung: ¿A qué… a qué sueño te refieres? - noté mi voz jadeante.

Zico: A ese…el de los fanfics que por lo que veo tanto te gustan - dijo, antes de volver a besarme, esta vez más tiernamente. Se separó de mí, y noté que me empujaba suavemente a la cama. Cuando me di cuenta de sus actos, ya era tarde. Tropecé con las patas de la cama, y me caí, quedando tumbado hacia arriba. Lo vi acercarse a mí, y antes de que se pusiera encima mío, me levanté y me senté en el lado opuesto de la cama.

Kyung: que lea esos fanfics, no significa que me gustes… - siento la cama ceder por su peso. Unos cuantos cabellos suyos se posan en mi cuello. Me hicieron un poco de cosquillas, pero intenté aguantar.

Zico: Que lástima, que no te guste… - dijo, con aquella voz tan provocadora - porque tú sí que me gustas, a mí… - y eso fue la bomba que estalló dentro de mí. Me giré para ver su rostro, pero no me pude resistir. Sus labios estaban demasiado cerca de los míos, y los necesitaba. Lo besé, con toda la pasión que llevaba siendo acumulada dentro de mí. Giré mi cuerpo teniendo todavía mis labios pegados a los suyos. Poco a poco, conseguí tumbarlo, situándome yo encima. Mi corazón iba a mil por hora. ¿Lo estaba haciendo con él? Jamás pensé que lo haría. Torpemente, le desabroché botón a botón su camisa. Cuando por fin la tenía desabrochada, pasé suavemente mis dedos por encima de su torso trabajado. Lo oí gemir, y supe que tenía que continuar. Bajé mi rostro y empecé a besar su torso. Sus gemidos aumentaron, y solo paré mis besos cuando me encontré con su pantalón en medio. Levanté mi rostro y gemí, o al menos, eso creo que hice.

Kyung: Tus pantalones me molestan… - dije, todavía notando algunos gemidos saliendo de mis labios.

Zico: Solo tienes que quitármelos… - dijo, un segundo antes de besarme mientras sus manos acariciaban mi torso.

Mi corazón se aceleró. ¿Quitarle los pantalones? Sí, era lo que más deseaba. Pero los nervios se apoderaron de mí, y mis manos se movían torpemente. Oí una risa salir de su boca, y en cuestión de segundos era yo el que me encontraba debajo.

Kyung: ¿Qué… qué haces? – dije, algo molesto.

Zico: Vas demasiado lento - dijo, con una sonrisa en su rostro - te necesito, y ya - dijo, antes de empezar a besar mi cuello. Había intentado aguantarme, pero aquel gesto me estremeció, y los gemidos que había intentado reprimir empezaron a salir todos. Dejó los besos y empezó a lamerme el cuello, haciendo que soltara más gemidos aún. Mis manos paseaban por su nuca, y las suyas por mi torso.

Kyung: Me gustas… - dijo, acercando sus labios a mi oído izquierdo. Me estremecí, tanto por sus palabras como por su contacto conmigo. Su mano empezaba a desabrochar el botón de mis pantalones. Fácilmente se deshizo de ellos, al igual que de mis calzoncillos. Estaba completamente desnudo, ante él.

Kyung: No es justo… tú todavía llevas los pantalones puestos… - dije como pude.

Vi que iba a quitárselos, pero quería ser yo quién se los quitara, así que aparté su mano rápidamente y empecé desabrochando el botón. Volví a mover mis manos torpemente, pero esta vez conseguí mi propósito pronto, y ambos estábamos desnudos. Me sentía inquieto, nunca antes había estado en esta situación, pero también era cierto que quería llegar a estarlo alguna vez. Su mirada, demasiado provocadora, me intimidaba. En seguida me sentí de nuevo incómodo ante su presencia. Estábamos de rodillas en la cama, mirándonos. El silencio cada vez era más incómodo, y sin pensarlo, le agarré de la nuca y acerqué su cara a mis labios, húmedos y calientes. ¿Apasionado? Sí, podría describir ese beso así. Separé dos milímetros mis labios cuando su lengua atrapó la mía, haciendo que nuestros labios volvieran a unirse. Antes había sido el turno de los labios, ahora era el turno de nuestras lenguas. Paseaba la mía por su cavidad bucal, su lengua, húmeda y traviesa jugaba dentro de mi boca. Ambos estábamos en un juego constante con la boca y la lengua del otro. La suya chocó con la mía, y sentí un gran escalofrío recorrerme la espalda y también un ligero aumento de tamaño de mi miembro. Vi una sonrisa en su rostro, así que interpreté que eso significaba que se había dado cuenta. Vi su mano moverse hacia abajo, y el placer que sentí cuando me acarició el miembro es imposible de explicar. Gemí, pero, ¿qué otra cosa podía hacer? Nunca pensé que haría eso, y lo que nunca creí es que sería con él, precisamente él. Su mano empezó masajeando mi miembro, primero con caricias suaves, tiernas, mientras sus labios besaban mi cuello. Mis gemidos aumentaron. Seguía “masajeándome” mientras que con la otra mano me acariciaba el torso y mis pezones, ya duros.

Zico: Te… amo… - oí que decía entre gemidos. Sus gemidos eran música celestial para mí.

Cuando dijo eso, me desplomé. Me caí hacia arriba y él se situó encima mío. Aunque ahora ya estaba más tranquilo, más suelto, estar en aquella posición me ponía nervioso. Nunca antes había hecho una cosa así, y ahora… Su mano había empezado a moverse más rápido. Sonrió maliciosamente antes de ver cómo su rostro empezaba a bajar por mi torso, lamiendo cada trocito carnal posible. Un gemido tierno, antes de sentir su lengua lamiendo la punta de mi miembro. Sus ojos estaban clavados en los míos, y eso era lo que más me intimidaba de todo: saber que estaba lamiendo mi miembro mientras me observaba. ¿Y qué se supone que tendría que hacer? ¿Gemir? ¿Callar? ¿Observar?

Zico: ¿Sigo? - dijo, y sin dejarme contestar, se metió todo el miembro en su boca.

Sí, lo que me tocaba hacer era gemir, de tanto placer que sentía en ese momento. Callar sería imposible. Quería hacerle saber que aquello que me estaba haciendo me encantaba… Su lengua saboreaba cada trocito posible de mi miembro. Y yo, inconscientemente, coloqué mi mano en su cabello, y le empecé a indicar la velocidad, primero baja. Pero me encantaba, y a pesar de que no quería que nunca terminara, empecé a mover mi mano más rápidamente para que su boca también lo hiciera.

Kyung: Creo… Jiho, ya no… Ya no puedo más… Ah… - gemía por todo el placer, y me corrí dentro de su boca. Oí un gemido suyo, tal vez por sentir ese líquido blanco correr por su garganta.

Levantó su cabeza y me besó tiernamente, dulcemente. Seguramente quería que yo también probara ese sabor que jamás había saboreado. Cogió mi mano y la colocó encima de su miembro, demasiado excitado por toda la situación.

Zico: ¿Sabes qué es esto lo que ocurre siempre que te veo? - no me esperaba aquello. Esa frase… Le miré sorprendido y me besó suavemente. Me acariciaba la mejilla, y cuando nuestros labios se separaron, metió despacio tres dedos dentro de mi boca.

Zico: Lámelos… - dijo, con una sonrisa traviesa.

Obedecí, sin más. Los sacaba y los volvía a meter, salivando cada trozo de dedos. Pasaba la lengua por todas partes, hasta que él decidió sacarlos. Un poco rudamente, me giró, y quedé hacia abajo. Empezó acariciando mis nalgas con suavidad, y sin previo aviso, introdujo un dedo dentro de mí.

Kyung: ¡AH! - sentí un dolor inmediato, pero él procuró moverse suavemente, y el dolor inicial se convirtió en placer, un placer que no quería que terminara jamás. Giré un poco mi cabeza para conseguir verle un poco - Sigue… quiero… quiero más…

Vi una sonrisa en sus labios, e introdujo un segundo dedo. Aunque me hizo daño igualmente, esta vez el dolor fue menor. Y después de un par de sacudidas más, llegó el tercer dedo, esta vez sin dolor. Solo placer.

Zico: ¿Listo?

Sí, quizás desde hace demasiado tiempo. Esperaba el momento desde que lo conocí, y ahora se estaba alargando demasiado. Quería sentirlo dentro, quería su choque contra mi cuerpo cada vez que diera una embestida, quería…

Zico: Allá voy… - dijo, y despacio y con cuidado, metió su miembro dentro de mí. El dolor que sentí cuando me metió un dedo no se podía comparar al dolor que sentí en ese momento. Pero con un par de embestidas suaves conseguí sentir un placer inmenso, enorme. Cada vez que me embestía, nuestros cuerpos chocaban, y ese contacto me hacía gritar, gemir… Su velocidad aumentaba, sabía que pronto iba a correrse.

Zico: Estoy… a punto… - y nada más terminar sus palabras, su líquido se vertió, llenándome entero por dentro. Un gemido, por parte de ambos, indicó que todo el placer ya había terminado. Se tumbó encima mío, hacia abajo. Me acariciaba el cabello, y me dio un suave y tierno beso en mi mejilla.

Zico: Te amo, ¿lo sabías? - dijo, se quitó de encima mío, y se tumbó a mi lado. Así podíamos ver la cara del otro - Y si hace falta, te lo diré cada día, ¿entendido?

Sonreí. El amor de mi vida me amaba. Me acariciaba el rostro y sonrió.

Kyung: Yo también… - y cerré los ojos. Sentí sus brazos abrazarme - Te amo… 

Notas finales:

espero sea de su agrado, sin mas que decir adios y gracias por leer

- abrazo - abrazo - 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).