“Estoy complacido desde hace mucho tiempo con la forma en la que pude cambiar mi vida, pero alguna ocasión me preguntó alguien si complacido era lo mismo que feliz para mi, en ese entonces no sabía que responder, creo que la respuesta correcta era no”
Lee se mordía su labio inferior y estaba de una manera en la que pocas veces había estado, dudando o mejor dicho ¿Arrepintiéndose? Era como si una cascada de sudor frío recorriera su cuerpo, se esforzó mucho para pronunciar una palabra.
- ..Gaara...- se acercó a su amigo.
- Retrocede.- le pidió el pelirrojo en voz ronca.
- ¿Qué pasa?, yo solo...- Lee sabía que había dicho algo mal pero no sabía qué, de hecho no sabía como es que las circunstancias se habían puesto tan pesadas, Gaara estaba dándole la espalda y con el rostro agachado.
- No es de tu interés.
- Sí que lo es, somos amigos, tu mismo lo dijiste ¡¿O escuche lo qué quería solamente?!
- Dile tu discurso a alguien que le interese. Ve llorarle a tu amigo.- dijo en una voz muy baja y Lee tomó aire sorprendido ante ese comentario.
- Gaara, quizá no lo parezca pero, lo que estas diciendo me esta hiriendo y mucho.
- Tú...¿Tú que sabes de heridas?- Gaara volteó el rostro empapado de lágrimas...no, no solo eran lágrimas ¿Por qué el tatuaje de su frente estaba sangrando de ese modo?
- Gaara...¡Gaara! ¡¿Estás bien?!.- se acerco Lee y alzo una mano para tocar su herida pero entonces una oleada de Arena lo hizo retroceder y caer al suelo..
- Dejáme.- le dirigió una mirada fría.
- ¿Qué demonios?¡¿Crees que me iré realmente?! Estas sangrando terriblemente, se de esto por experiencia, si no detienes la hemorragia desmayarás, que para el caso igual te llevaré al hospital, es cosa tuya decidir si vas por tu propio pie o inconsciente.
- Nadie puede curarlo.- se cubrió la mitad del rostro con una mano y puso una mirada furiosa.
- ¡Que tontería! Claro que sí.- se puso de pie y volvió a acercarse, la arena lo empujo un poco pero no tan fuertemente, hasta estar a centímetros, más bien milímetros de Gaara quien aún no le miraba a los ojos.- Vas a estar bien.
El chico de ojos jade bufó incrédulo ante aquel comentario, pero luego suspiró y lo abrazó, Lee correspondió fuertemente el abrazó, su corazón palpitaba mas rápido que nunca, quería cubrirlo por completo con sus brazos para protegerlo de quién fuese que lo hubiera herido así.
- ¿Entonces no estoy solo?- Preguntó Gaara con una mirada mas intensa que el mismisimo mar. Lee no supo que responder y entonces el chico en sus brazos comenzó a convertirse en arena y a escaparse entre sus manos.
- ¿Qué esta pasando?-miró petrificado.- ¡Espera!
- ¡Cállate que alteras mis nervios!.- Le reclamó un chico en la cama que estaba junto a la de Lee.
-¿Qué ...¡¿Cómo?!...- el cejudo sudaba y tenía la respiración agitada.
- Solo tuviste un mal sueño, seguramente por que tiraste tu almohada, toma.- se la lanzó el chico al lado de él.
- ¿Sueño?
- Sí.- le contestó el chico cubriéndose de mala gana espalda con una manta mientras intentaba volver a dormir, el moreno miró hacia la ventana, estaba amaneciendo, luego miró el reloj en la pared de enfrente, solo habían pasado dos horas de que había ido a dormir.
- ¿Qué esta pasando?- puso una de sus manos en la frente recordando ese extraño sueño, el no creía en eso de los presagios, por que Guy-sensei decía que eran solo para los crédulos y por defaul él tampoco creería, pero ese último abrazó lo tenía incomodo, no era un abrazó que le hubiera dado a nadie antes ni siquiera en un sueño, ni a un amigo muy cercano, ni siquiera a su sensei al cual veía como un padre.- ¡Cielos! ¿Qué fue eso?
-Cállate.- le volvió a reclamar el chico malhumorado de al lado.
Lee prefirió salir de la habitación, en realidad la guardia de anoche no había estado muy pesada y ya no tenía sueño, salió al comedor general del apartamento en el que se había hospedado una parte de los ninjas de Konoha y casi como por casualidad encontró a Hinata, estaba en la barra del comedor con una tabla de picar, llevaba trenzado el cabello y remangada la sudadera negra, al parecer estaba cocinando.
- Buenos días.- saludo sonriente el cejudo.
- ¡Oh! Buenos días, deberías estar descansando.
-Sí, lo sé, pero ya me siento bien y además se me espantó el sueño.
Hinata sonrió no muy convencida.
-Por cierto, Hinata ¿Sí pudiste dar con Gaara?
-Yo...sí- la morena de ojos perla recordó aquel encargo.- Por cierto, efectivamente estaba donde me dijiste esperando, yo no lo sabía pero, tú y el Kazekage son muy cercanos ¿Verdad?.
- Bueno algo así.- dijo nervioso, inexplicablemente nervioso.-¿Por qué?
- Veras, anoche estaba algo obscura la noche valga la redundancia) y creo que cuando llegué al lugar me confundió contigo, primero por que no puso alguna posición de defensa al oírme y segundo por que...no sabía que el Kazekage pudiera poner una expresión tan confiada y amable.- recordó Hinata mientras las palabras salían de su boca, luego rió para sí.- Pero en cuanto escuchó mi voz puso cara de haber probado limón, supongo que no fue su intención.
Lee se quedó con la mirada perdida y ligeramente de sorpresa, en realidad si conocía esa expresión, desde hace poco la había visto pero también se había quedado muy impresionado, esa mirada tan llena de vida, brillo e inocencia junto con una sonrisa tímida, apenas una delgada y ondulada linea formada entre sus labios, y las mejillas levemente alzadas como queriendo cubrir sus ojos, unos enormes ojos, como los de un niño...
- ¡Lee!- Alzó un poco la voz la la oji-perla.
- ¿Qué sucede?- reaccionó.
- ¿Sigues cansado?, es que parecía que te hubieras quedado dormido con los ojos abiertos y ...de pie, bueno... no reaccionabas.
- Perdón, estoy algo ido, debe ser el calor del desierto.- empezó a tener una risa nerviosa que no era común en él.
- Naruto solía decir cosas así cuando venía aquí.- sonrió sonrojada Hinata.
- Oh cierto, ¿Y cómo va lo suyo?- dijo Lee sin la menor discreción, como era su costumbre al hablar, Hinata ya sabía controlarse pero aún así su rostro tomo un ligero rosa.- ¿Fui entrometido? No tienes que decirm....
- No, está bien, para ser honesta antes me daba un poco de pena cuando me preguntaban por la persona que amo pero, ahora me pongo muy feliz, es lindo tener estos sentimientos y pensar que Naruto también los tiene por mi, quizá no en igual fuerza pero...
- ¡No digas eso! Naruto esta bastante enamorado, esta loco por ti, creémelo, haría dieta de menos ramen solo por ti.
La morena rió ante la comparación.
- ¿Qué hay de ti Lee?- preguntó la chica, aún con lo introvertida que era ella sentía la confianza de hablar directamente con el joven. Después de la muerte de su primo Hinata sintió cariño por lo mucho que Lee lloró, le llevó un tiempo entender que el hermano de sangre que nunca había tenido Neji había sido Rock Lee, y que así mismo su perdida había sido severa.
- ¿De mí?
- ¿Sigue habiendo esa misma persona especial?
-¡Ehc!...esto, si hablas de Sakura ella y somos muy buenos amigos, quiero lo mejor para ella.
- Ya veo.-respondió afirmando razonable.
-Acá, entre nos cualquiera hubiera sido mil veces mejor que Sasuke para Sakura, pero si a ella le sigue gustando pues ni hablar. - hizo un gesto chistoso dificíl de describir hasta para la autora.
- En mi opinión ella no era tu tipo...-la chica sintió un poco de vergüenza al decir eso y mas cuando captó la atención el cejudo con espresión sorprendida.- Es que...bueno...ella es demasiado práctica.
-...eh?- junto las espesas cejas en confusión.
- ...-Hinata hacía rostro de continuar pero la timidez le ganaba y volvía la mirada a la verdura que estaba picando.
- Sé que hay algo que quieres decir, se honesta conmigo, por favor, me gustaría saber tu punto de vista.
Hina-chan dudo pero ya esas alturas con todo lo que había dicho...
- Pareces alguien fácil de entender- decía mientras continuaba cocinando- de hecho, sí lo eres casi siempre, pero tus sentimientos son tan fuertes, tan apasionados hacia todo lo que haces y lo que te rodea que creo que necesitas a alguien con un corazón aún más profundo para recibirlos y corresponderlos en igual grado...lo siento, no sé explicarme...por ejemplo ¿Sabes que dijo mi primo una vez de ti?
Lee hizo señal con la cabeza de que no lo sabía y sintió un pellizquín en la garganta cuando ella hizo referencia a Neji.
-Veras, ese día él estaba necesitado de dinero y empezó la decir ideas descabelladas para conseguirlo, una de las cosas que más recuerdo fue algo que dijo de Kiba y las pulgas y lo otro es lo que dijo de ti...-sonrió y volteó a verlo.- fue algo como “Si la próxima vez que me rete ese tipo termino matándolo por accidente lo haré cápsulas y lo venderé a los que sufren del corazón, con esa cura me haré millonario sin dificultad” supongo que incluso él sabe que estas destinado para un corazón que necesite se muy amado para curarlo...
En ese momento a Lee se le apareció de nuevo ese extraño sueño en la cabeza se ruborizó al darse cuenta de la asociación que sin querer había hecho entre lo que le había dicho Hinata y Gaara.
- ...digo, Sakura es una buena chica...-mientras Lee se había ido en sus pensamientos Hinata aún había estado conversando- es muy amiga de Naruto y mía por cierto, pero no creo que sea del tipo de personas que necesit...
-Gr...¡Gracias por compartir eso! Yo eh...me siento raro, ¿Sabes? intentaré descansar un poco, no, mejor iré a comprar comida, hehehe, deben faltarme vitaminas, con permiso Hinata.
-¿?
Toc Toc Toc
- Gaara, voy a pasar- entró la rubia.- ¡Gaara! ¿¡Qué demonios?!
Había entrado justo en el momento en el que éste se estaba por escabullir de su oficina por la ventana ya con su calabaza de Arena en la espalda.
- Vuelvo más tarde.- dijo inexpresivo Gaara volteando el rostro.
- ¡Claro que no!- Lo detuvo con ambos brazos la chica de ojos ultramarina.- ¿Qué está pasando contigo? Estas en horas de trabajo ¡¿Y tus pendientes?!
-Anoche vine y terminé los de urgencia alta y media ya solo quedan los menos importantes, los termino en la tarde.
- ¡¿Anoche?!- La chica volteó la mirada sin soltar a su hermano para comprobar que era cierto aquello, eso era bueno, pero no entendía por que estaban en esa situación, Gaara había sido de todo en su corta vida, un mimado, un sufrido, un pesimista, un psicópata e incluso un Kazekage con pinta de filántropo, ¡Pero jamás un rebelde! ¡¿Por qué huía por la ventana?!- Gaara, ¿no descansaste anoche?
-Sabes de sobra que no me falta.-ni se inmutó en sonar agradecido.
- Oye, sé que esto es aburrido a veces pero no deberías...
- ¿Por qué?- hizo puchero de disgusto.
- Pues porque...Eres el Kazekage.
-Tienes razón, lo soy, ¿por qué te pregunto lo que debo hacer?- en eso se zafo de los brazos de su hermana y salió volando sobre su arena.
-¿Pero que esta pasando?.- se sentó la chica en la silla del Kazekage tomando su cabeza con sus manos recargadas en el escritorio.-Empezó buscando documentos poco importantes, luego tuvo una cita romántica, ¡¿Ahora escapa por la ventana de su imórtantísimo trabajo?!
- ¡Hey Gaara te alegrara saber que me dijeron los nobles de la lluvia!.-entró riendo Kankuro sin siquiera preguntar- ¿Eh? Gaara ¿te salieron senos?
- ¡Eres un imbécil!- le gritó Temari.
“¿Qué se supone que uno hace cuando uno cree conocer su corazón de toda la vida y de pronto algo sucede que ahora no entiendes nada? ¿Qué esta pasando?”
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