“Era evidente que yo aún tenía miedo, más que de los demás pudieran hacer conmigo de lo que mis acciones podrían afectar a los demás, no quería volver a herirle...”
Con una bolsa llena de algunas botanas y bebidas energéticas en la mano izquierda Lee caminaba con la mirada desconcertada en el mercado de la villa, parecería que los deseos de dormir no regresarían a él ese día, algo bastante malo tomando en cuenta que ayer no había descansado absolutamente nada.
Sus pensamientos giraban en un interminable circulo que le provocaba entre sorpresa, depresión y ¿Por que no admitirlo? Alegría; en esas últimas horas de su vida había escuchado que dos grandes amigos como lo eran Hinata y el difunto Neji, lo consideraban alguien de sentimientos buenos y “curativos”, la verdad es que, además de Guy sensei nadie le había dicho un cumplido así, excepto quizá Sakura (después de que el arriesgara su vida para salvarla a ella, bueno algo era algo), no le molestaba, evidentemente solo la gente “bella y normal” en este mundo tenía derecho a ser comprendida y adulada por mucha gente, pero por otro lado no pudo evitar entrometer en cada uno de sus pensamientos a Gaara.
En cierto modo la primera vez que lo vio, tan solo por su apariencia, no parecía ser alguien común y tampoco feliz, era simplemente un niño de aspecto frágil con el gesto mas amargo que nunca hubiera visto en alguien con su edad, sus ropas tan obscuras en contraste con una piel que parecía tan intacta o, mejor dicho, tan alejada del mundo y, esa mirada...había siempre tanto encerrado en esos ojos claros y rodeados de unos párpados completamente obscuros.
Entonces recordó su sueño y esa abrumadora imagen de la sangre corriendo por su rostro y originándose de su frente...
- Gaara...- suspiró casi inaudible con gesto adolorido.
- ¿Qué sucede?- respondió el aludido sorprendido de que el moreno lo hubiera reconocido si estaba de espaldas y apenas había bajado de su arena tras haberlo visto de casualidad allí, pero ameritaba ello a que Lee era un ninja de elite.
- ¡AH! ¡¿Gaara?! ¡Qu-Qué-¿Qué haces aquí?!- brincó con lo ojos pelones.
- Te buscaba,, ¿Qué no...no me habías visto?- preguntó confundido el pelirrojo notando que aún le faltaba mucho para entender al cejudo.
- Sí, hahaha, solo bromeo ¿Cómo estas? ¿Pensé que en estas horas trabajabas?- trato de componerse Lee con su impecable sonrisa.
- Bien, gracias, ahora mismo estoy habido de tiempo.- dijo mirando serio al chico y se quedó en silencio un buen rato lo que obligó a que Lee, incomodo, rompiera con el silencio.
- Ya veo...y, este, ¿Me estabas buscando?
- Sí.
- ¿Qué necesitas?
- Pues, primero que nada quería agradecer tu regalo pero, ¿Qué no deberías estar descansando?- cuestionó sin pizca de vergüenza el ojos de jade.
- Ah sí, sucede que se me fue el sueño y ahora mismo conseguía algo de comer y...Bueno, ¿Te agradó lo que te envié? La verdad es que apenas lo vi llamo mi atención de....
- Me agradó mucho.- dijo mientras lo mostraba colgado en su cuello con un leve sonrisa que Lee apenas pero muy satisfecho pudo distinguir.- ¿Comerás eso?
Gaara vio nada convencido la bolsa que llevaba el moreno, por lo atlético que era hubiera apostado que era fanático de la comida sana y enemigo de las botanas pero quizá se había equivocado. Rock se ruborizó un poco ante la mirada del pelirrojo y por haber sido pillado cuando compraba comida chatarra.
- Sí erm..solo...
- Si quieres puedes ir a comer en mi casa.
-¡Ah?!- Lee tuvo que auto abofetear-se mentalmente para reaccionar “ ¡¿Me está invitando a comer en su casa?!
- ¿Eso es un no?- sonó un poco triste alertando al moreno enseguida.
- ¡No!, digo ¡Sí! ¡Quiero decir!, agradezco mucho, ¡Me fascinaría! ¿No es molestia?
- Andando.- se volteó Gaara caminando en dirección en su casa.
- ¡Es-Espera!.- apresuró su pasó el ojos azabache para alcanzarlo.
Gaara podía sentir un estado de inmensa alegría mientras caminaban hacia su casa, era la primera vez que invitaba a un auténtico “amigo suyo” a comer a su casa, y por supuesto la como siempre, entusiasta aceptación de Lee, lo habían puesto contento, ahora estaba orgulloso de si mismo por haber decidido ir a buscarlo.
- ¡Hey Lord Kazekage! - se acercó de la nada un grupo de hombres con bandas ninja de la aldea de la Arena sorprendiendo a ambos chicos y haciendo que instintivamente Lee se pusiera frente a Gaara en posición de defensa.
- ¿Qué se les ofrece?- preguntó el pelirrojo con la voz lo más amable que su disgusto se lo permitía.
- Somos los chounin del este de la Aldea.- dijo un tipo con cara de enfado.- y somos quiernes desde hace mes y medio hemos enviado una propuesta con respecto a nuestros salarios y rangos de misiones.
Lee siguió alerta sin moverse de su sitio y Gaara miro hacia arriba con gesto de intentar recordar.
- ¡Ah!, ya recuerdo, su propuesta fue denegada si no mal recuerdo el correo con la respuesta les debió haber llegado la semana pasada.- dijo serio y haciendo ademán de retirarse.
- ¡Sí, lo sabemos, ¿Y eso es todo?!- reclamó otro tipo enfurecido.- ¿Cómo puede simplemente negar algo así?
Gaara suspiro pidiéndole al cielo paciencia y los miro serio.
- No puedo aumentar el pago por que sus misiones no son de mayor rango y no puedo darles misiones de mas rango, por que su nivel chunin no lo permite.
El parloteo entre esos tipos no se hizo esperar y Lee viendo la expresión irritada de Gaara decidió intervenir.
- Disculpen, entiendo su sentir, pero en estos precisos momentos Lord Kazekage no esta en horas de trabajo, por favor permítanle un respiro para que en otra ocasión mas oportuna atienda sus inquietudes.- al ser el moreno tan alto ninguno tuvo dificultad de oírle o mirarle.
- ¡Oye tú! - dijo una joven al verle- Me resultas familiar.
- Seguramente por que soy de apariencia peculiar y he hecho guardia en la aldea estas últimas semanas.- dijo solemne Lee. Gaara no sabía que hacer en esos momentos, le disgustaba tanto estar a pasos de su casa y sin poder avanzar por culpa de esos sujetos que nada tenían que hacer allí.
- ¡¿Que no eres de esos ninjas de Konoha que trajeron usurpando los puesto que por derecho nos correspondían a nosotros?!- reclamaron.
- Suficiente. - gruñó Gaara.- Yo pago mucho dinero a ninjas de alto rango de Konoha por que antes que nada está el bienestar de la gente de la Aldea, y por otro lado exponerlos a ustedes a misiones que van más allá de sus habilidades por ofrecerles unos yenes más sería irresponsable y poco inteligente.
- ¡Somos ninjas! ¡Creo que somos capaces de decidir si queremos arriesgar nuestra vida o no en las misiones!- Empezaron a reclamar.
- ¡Entonces se convierten en un gasto inútil!- Exclamó Lee sorprendiendo a todos.- La razón por la que pagan más dinero y dan misiones más difíciles a ninjas de mayor rango no es solo por que estén dispuestos a arriesgar su vida, sino por que tienen al menos un 70% de probabilidades de lograr sus objetivos y sobrevivir, de lo contrario si llegan a morir en misiones ¿Quién creen que pagará los gastos y tributos a su muerte? O, sí obtuvieran lesiones con alto costo de recuperación ¿Quién pagaría su recuperación pensión honoraría por lesiones en servicio?, es decir, a cualquiera le puede pasar pero, es más sabio apostar por quienes tienen mayor nivel y por tanto mayores posibilidades de cumplir una misión ¿No? ¿Quieren mejores misiones?, sencillo, aumenten su nivel.
A todos los dejó en poco incómodos y furiosos la respuesta pero Gaara quedó un tanto impactado al ver lo serio que se tomaba su profesión como ninja, no cabía duda que bajo tanta sonrisa y expresiones graciosas también había un chico cuyo mayor orgullo era ser un shinobi honorable.
- ¡Bah! ¡Aquí las pruebas no son tan sencillas como en tu villa, cualquiera de nosotros tiene fácilmente en mismo nivel que tú!- inquirió un tipo de pañoleta en la cabeza arrogante viendo a Lee que con su atuendo tan colorido le parecía alguien despistado e ingenuo.
- ¡Ja!- bufó maliciosamente Gaara (hace tiempo que no lo hacía, pero aquel comentario lo ameritaba) el mismo recordaba la buena sorpresa que se llevó cuando Lee peleó contra él.
- Pues, estoy seguro de que eres fuerte, ¿Consideras que eres el más fuerte de todos ellos?- preguntó Lee con su animo y alegría de siempre.
- Bueno, sé que indudablemente no estoy por debajo de ninguno de nosotros, pero no me atrevo a decir que alguno esta por encima de mis aptitudes.- dijo el tipo con una sonrisa que Gaara deseo borrar con su arena.
-¿Qué te parece si tenemos un combate limpio?, si el Kazekage esta de acuerdo, en caso de que me ganaras te quedas con mi puesto de guardia, de lo contrario todos desistirán a su propuesta y aceptarán la respuesta de Gaa...digo, de Lord Kazekage.- dijo el pelinegro que hace unos días ya estaba ansioso por algún reto.
Los manifestantes vieron con buenos ojos la propuesta, después de todo parecía una batalla sencilla, reglas simples y el que lo había retado, Kenitsu era una de sus mejores cartas.
-¡Un momento!- intervino Gaara.- Estuviste en una guardía de doble turno, no estas en condiciones de pelear.
Todas las miradas perplejas voltearón a ver al pelirrojo.
-Pe-pe-pero, por favor Gaara.- lloriqueo Lee tomando con ambas manos la mano de Gaara de manera instintiva tal como lo hacía con TenTen o Guy sensei cuando le negaba algún capricho juvenil, pero el pelirrojo al contacto y por la falta de costumbre se sonrojó, abrió los ojos y retrocedió casi dos pasos.
- De...de acuerdo pero quita el peso de tus tobillos.- dijo Gaara aun con un ruborcillo en las mejillas tomando con la otra mano la mano que, hace unos instantes había quedado prisionera por Lee.
-mmm...ok- dijo Lee.
Todos se aproximaron a un campo despejado para efectuar el combate.
Mientras en un lado Kenitsu estaba siendo equipado por sus demás compañeros con algunas cosas, del otro lado Lee se quitaba las pesas bajo los calentadores naranjas. Al verlas el pelirrojo dijo en voz baja.
- Sabía que aún usarías esas pesas.- se alegraba por haberlo recordado y aunque sea de ese modo facilitarle al moreno su victoria.
-Ah sí, hahaha, pero no son las mismas, estas tienen 15 kilos mas en cada pierna- dijo como si nada el moreno dejándolas a un lado y haciendo que Gaara involuntariamente dejara muy abiertos los ojos.
Ya en sus puestos de inicio Lee se dio el gusto de fanfarronear un poquito y, como de costumbre, decirle al otro tipo su clásica frase de “Estoy tan seguro de mí, que solo usaré taijustu para pelear contra ti” haciendo enojar al contrincante, sorprendiendo a la audiencia y haciendo salir una sonrisa de medio lado en los labios del ojos de jade quien, de sobra, sabía que era la única modalidad de batalla que el moreno podía hacer pero, no se metería en su diversión.
La verdad es que no hay mucho que contar de la batalla, el triunfo fue tan rápido como el moreno sin pesas y todos quedaron impactados ante aquello, el perdedor y los mas arrogantes de marcharon furiosos sin decir ni pío pero los más humildes y en especial ninjas femeninas se acercaron con respeto y admiración a Lee quién amable como siempre brindo sonrisas y agradecimientos, pero a Gaara de pronto le disgustaron todas esas atenciones y acercamientos tan confianzudos hacia “su” amigo y justo frente a sus narices, de modo que de forma sería se interpuso sutilmente y habló.
- Bueno, fuimos pacientes con sus dudas, ahora haremos uso de nuestro INTERRUMPIDO descanso.- Gaara dirigió una mirada intimidante a los aldeanos (peor que en los exámenes chunin) que dejó un poquito asustado a Lee pero que al final logró sin problemas ahuyentar a las personas y hacer que ambos chicos retomaran su camino.
La casa de Gaara era...todo lo qu una mansión de alguien importante en la Aldea de la Arena debía ser, amplia, fresca, limpia, de extensos espacios y decoración desértica pero sofisticada. Rock, un chico fácil de sorprender quedo impresionado y alegra mientras miraba a todos lados mientras seguía al pelirrojo al comedor.
Lo gracioso fue que una vez allí Gaara con rostro de sorpresa abrió el refrigerador y las ollas dándose poco a poco cuenta de su terrible desgracia, no había comida hecha, y ni Kankuro ni Temari habían efectuado las compras así que realmente en materia de comida en forma no había ...nada.
- Emh...yo.- empezaba a decir avergonzado Gaara.
- ¿Cual te gusta más? ¿la de mantequilla o la de chocolate?- dijo Lee quien ya había notado el problema mientras sacaba uno de los panecillos que había comprado en la mañana.- si no te gusta ninguno creo que también hay nuez.- saco otra bolsita mientras Gaara se acercaba al sillón en el que se encontraba el moreno.
-Lo siento.- se limitó a decir depresivo de voz y con el alma a punto de morir de pena y dolor.
- ¿Por qué? ¿No te gusta de ningún sabor?- preguntó sonriente.
- No, no eso ... este día a sido un desastre.
- ¡¿Qué?!, para nada, me he divertido en grande, primero encuentro a mi amigo diciéndome que le gustó su regalo, después tengo una batalla (que en días no había tenido) y con eso no solo defiendo mis ideales sino también los de Lord Kazekage quién me invitó a su casa que es muy fresca y agradeble, suma a ello que ahora podremos compartir golosinas que hace un tiempo no había comido ¿Que es exactamente lo desastroso?
Gaara se quedó en silencio con unas fuertes palpitaciones y sintiendo alivio en aquellas palabras.
- Tus palabras llenarían hasta los huecos mas hondos, incluso hasta una persona amargada como...- Gaara dejó de hablar unos segundos con la cara inexpresiva.
- ¿”como yo” ibas a decir?- dijo Lee sinriendo.- No eres amargado.
- Ajá... Temari y Kankuro prefieren llamarlo muy serio o muy tímido.- hizo un ligerísimo tono de sarcasmo.
- Yo creo más bien que eres extremadamente profundo, por eso las frases y acciones superficiales no te llenan el espíritu, solía ocurrirme, era como si todo lo convencional o que no es extraordinario me dejarán vacío, pero es entonces cuando intento poner mi corazón con toda su llama juvenil.- hizo su señal de pulgar arriba con una sonrisa blanca y sus ojos semi cerrados.- Es algo así como que tu corazón es muy intenso.
-Mi...corazón...?- Gaara lo miró atento. ¿Cómo podía el moreno cada que hablaba, poner en palabras y razonamientos tan simples cuestiones que toda su vida se había planteado le eran tan difíciles de entender?
- ¿Entonces el de vainilla?- le acercaba un pan Lee.
Gaara extendió la mano para tomar el aperitivo y antes de dar una mordida a su golosina volteó a ver al moreno.
- Lee.
-¿Símph?- dijo con un bocado.
-Estoy contento de que seamos mi amigos, eres... más especial de lo que pensé.- completo tímidamente dejando con los ojos de plato Lee (si eso aún es posible).
“A veces no sabía si realmente escuchaba lo que él decía o escuchaba lo que yo quería oírle decir, de cualquier modo ...empezaba a cautivarme”