—¿ustedes lo sabían?- Kyungsoo pregunta a sus amigos que están sentados frente a él en el pasto del parque
—desde hace mucho- responde Lay
—¿y por qué no dijeron nada?
—porque no nos correspondía hacerlo- Kyungsoo estaba rojo del enojó que le provocaba Saber que sus dos amigos guardaron algo tan importante.
–No lo dijimos pero ayudamos a Sehun a cambiar un poquito, lo animamos y tratamos de hacer que tú lo notaras con esos enormes ojitos que tienes ¿y ahora qué planes tienes
—no lo sé, he sido tan ciego que no se con qué cara voy a acercarme a él de nuevo.
—ahora debes ser tú el que debe conquistarlo, claro...si en verdad lo quieres y quieres algo más con él- Lay soltó a su amigo que de inmediato se puso rojo como un pequeño tomate.
—Sí quiero pero no me gustaría que piense que sólo porque me enteré lo que hacía para mí o porque me di cuenta lo idiota que es Kai. No es así, ustedes saben lo mucho que me ha gustado siempre y en este tiempo que nos conocimos empecé a sentir muchas cosas por él. - los dos amigos sonrieron ante las palabras del pequeño Kyungsoo ya era hora de que el niño hiciera algo.
—Pues tienes que conquistarlo, ganártelo de nuevo
—¿pero cómo?
—En eso no podemos ayudarte, tendrás que hacerlo solo.
—¡pero son mis amigos!
—Pero fuiste un tonto, mereces sufrir un poco– los dos amigos se ríen del mas pequeño, un poco de sufrimiento no le hace mal a nadie, su amigo deberá esforzarse un poco más y Sehun merece eso y más, el pobre anda con el corazón destrozado.
Kyungsoo no sabe como empezar, no sabe como acercarse al rubio, de solo pensar verlo a la cara le da vergüenza pero sabe que debe afrontar sus errores y pedir perdón y así ganarse de nuevo el cariño del chico. Debía pensar en algo pero nada se le venia a la cabeza ¿serenata sería demasiado? Había visto en películas que así pedían perdón a sus novias y estas caían rendidas a los pies de sus novios pero para empezar Sehun no es su novia, no es mujer y no cree que le gusten esas cosas, sería demasiado. ¿Qué hay de arrodillarse? No... sería demasiado humillante y no quiere eso, sí pediría perdón pero no a ese grado de humillación.
Kyungsoo se encontraba recostado en su cama pensando y pensando y su cerebro no daba ni una sola idea, tal vez debería descansar un poco y mañana amanecería con un cerebro fresco y con más ideas.
El pequeño despierta sobresaltado, apenas abre los ojos toma una libreta del mueble de noche que está a un costado de su cama y el lapicero que se encuentra ahí mismo. Durante su sueño tuvo una idea espera que funcione. Escribe todo lo que se le viene a la mente en ese momento y después de unos cuantos borrones y rayones después se levanta observando la hoja en sus manos y ríe en satisfacción, arranca la hoja de la libreta y la dobla cuidadosamente y la coloca encima de su escritorio para después correr al armario a tomar sus cosas para bañarse e irse a la escuela, quiere llegar antes para empezar con su plan.
En cuanto llega a la escuela busca el casillero de Sehun y en una rendija de ventilación mete el papel bien doblado esperando que más tarde el rubio pueda encontrar la nota y leerla. Corre al estacionamiento a esperar a sus dos amigos que seguramente no tardarán, prefiere estar sentado ahí que ver a Sehun en los pasillos, aun no está listo.
Sehun llega puntual a la escuela, solo diez minutos antes de que la campana suene, como siempre va hacia su casillero a dejar sus cosas y tomar los libros de su primera clase, pero apenas abre una hoja doblada cae a sus pies, no tiene idea que es pero de todos modos la levanta del suelo y al tenerla en sus manos ve su nombre escrito encima y con curiosidad marcada en su rostro desdobla el papel encontrándose con un escrito con muchos rayones y no sabe como reaccionar cuando ve el remitente de esa nota.
–Kyungsoo...– susurra el rubio y apenas pronuncia ese nombre su estomago hace un ruido extraños ¿Tal vez sea hambre? Pero no lo es, él sabe que ese dolorcito es otra cosa...
Lee la nota y también trata de leer esos tachones pues no quiere perder ningún detalle de su amor platónico aunque sabe que no debería ilusionarse más, su corazón es muy necio y no puede evitar sentir un cosquilleo de emoción, trata de reprimir una sonrisa que quiere formarse en sus delgados labios pero es imposible y al final solo tose para evitarlo. Guarda el papel entre sus libros de historia y cálculo y vuelve a cerrar el casillero pero sus manos están temblando y se siente tonto al ponerse así pero todavía continua su camino hacia el salón de clases, mirando a todos lados para ver si puede encontrar al pequeño cuerpo entre las personas de los pasillo y cuando no lo ve por ningún lado se siente un poco decepcionado.
Pero Kyungsoo miraba la expresión de Sehun desde lejos, vio como trató de hacerse el desinteresado y como trataba de reprimir una sonrisa y eso le dio ánimos para seguir con su plan, necesitaba recuperar a Sehun y ahora más que nunca sabía que todavía tenía una oportunidad por lo que se esforzaría mucho más.
–¿y esa sonrisa?– preguntó Lay mientras se sentaba a un lado del bajito– no me digas que ya hablaste con Sehun– le dio una sonrisa traviesa y el pequeño se sonrojó lindamente.
–No... no lo he hecho pero podría decirse que casi
–Cuéntame– pidió pero el bajito solo negó con la cabeza– no seas así Kyunggie bebé ¿Qué has hecho?
–Dijeron que no podrían ayudarme con esto así que no veo porqué debo contarles– sonrió al ver la expresión de Lay que demostraba frustración y un pequeño mohín en los labios– pronto les contaré mis avances, todavía me falta mucho, no desesperemos.
Perdón si hay errores