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BaeRi por MiRoApril

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Había sido un cobarde, huyo como si nada del menor luego de ese encuentro en la sala de ensayo. ¡Era un beso! ¡Lo había besado! Se discutía una y otra vez en su cabeza, ¿Cómo mierda pudo hacerlo? ¿De donde saco ese deseo? ¡Dios! ¿Cómo debía mirarlo si no era con odio?. Evitarlo fue la única idea que paso por su cabeza, así no tendría que verlo ni mucho menos explicar lo que había ocurrido. Tan molesto era como triste, el saber que una acción tan idiota como besar a su compañero de grupo los estaba separando a todos. El evitaba a Ri, como JiYong intentaba evitar a Seunghyun, Daesung a esa alturas les ignoraba, no quería involucrarse en temas ajenos, mucho menos cuando sabía que lo empeoraría más, además, no eran temas para siquiera pedirle a el un consejo, pues el temor de su reacción estaba en todos.

 

 

 

Lo peor de todo, era que su cuerpo no reaccionaba a sus palabras, a ninguna de ellas, intento evitar a Ri, alejarse de él y mantener la escena del beso lo menos posible en sus pensamientos e intentar que no apareciera tampoco en su cabeza al momento de mirar al menor, pasaban tanto tiempo juntos que era imposible. Así fue como le dio alas a Ri al mismo tiempo que se las quitaba. Cada vez que podía, lo acorralaba, lo besaba, lo tocaba y lo disfrutaba. Le encantaba sacar leves jadeos de los labios ajenos contra sus labios y esa forma en la que el menor le se aferraba a su cuerpo por más. Se sentía tan bien que no podía explicarlo, incluso mejor que estar con cualquier mujer.

 

 

 

 

Sus dudas sobre su propia sexualidad comenzaron, y así evitaba más a Ri, incluso llegaba al punto de tratarlo como se le diera la gana, terminar una vez más ignorándose hasta que se cansaba y buscaba una vez más la unión de sus labios. El menor no se resistió jamás, tampoco escucho alguna queja de su boca, no ninguna hasta el día en el que finalmente le dejo en su lugar. Tenía razón, no podía andar por la vida atacando los labios de este dando y quitando esperanzas si no sentía nada por él.

 

 

 

Al final de cuentas se la paso ignorando al menor todo lo que pudo, en serio se resistió bastante, pero jamás pensó que este iría a por él en su peor momento. ¡El peor! Borracho y molesto. ¿Qué molesto? ¡Enfurecido! ¿Cómo podía actuar con tanta naturalidad después de un coqueteo como ese?, el tipo estaba más que solo mirándolo, ¿Cómo no había notado como otros miraban a Ri?, se lo estaba comiendo con la mirada y para peor, había visto el momento exacto en el que este recibió su número. Mierda…Como deseaba matarlo en ese momento.

 

 

 

 

Estaba celoso, ¡Si! Estaba consciente de estar celoso, era lo peor que podía sentir, era una venganza completa planeada para él, Ri quería dejarle claro que era capaz de jugar tanto como él, ¿No? ¿Eso hacía? Porque sin duda le funciono bastante bien, estuvo volviéndose loco en aquel bar, como para no volver jamás, y tampoco dejar que el menor volviera.

 

 

 

 

—¿Estas bien?. JiYong me envió a verte…— Escuchó la voz suave, baja.

 

 

 

—Si lo estoy. —Pronunció lo suficientemente fuerte para dejar clara su respuesta, quería que Ri se fuera de ahí, estaba lo bastante molesto como para cometer alguna estupidez.

 

 

 

 

—¿Seguro? Eso no suena muy convincente. —

 

 

 

 

Se había mantenido en silencio sentado en la cama con sus brazos sobre sus rodillas sosteniendo su cabeza, no quería levantar su mirada en un encuentro con el contrario, estaba harto se sentir esos celos por un tipo que no le llegaba a los talones,  bien, quizás no debía tener ego en ese momento, pero ¿Comparar a ese tipo con el? Los gustos de Ri no podían cambiar de él a eso.

 

 

 

 

— Hyung… Deberíamos arreglar las cosas, ¿No crees?. Yo.. No volveré a molestarte ¿Si?... Si no me quieres cerca, bien, tomare distancia, pero las fans notaran lo distante que estamos y…

 

 

 

 

—¿Por qué?. Oh cierto. Ya tienes el número de alguien más para llamar, ¿No?. Puedes poner tus ojos en otra persona ahora. Alguien más gusta de Ri. ¡Perfecto!... Puedes irte con ese tipo, Seungri. — Explotó. Ni siquiera noto la presencia del otro a su lado hasta levantar su mirada  encontrarlo sentado junto a el.

 

 

—¿Eh?.. Pero si ni siquiera…—

 

 

No quería escuchar excusas, ninguna de ellas, solo tomo al menor por los hombros recostándolo obligadamente en la cama, acorralándolo una vez más como de costumbre., era la única forma en la que sus ojos se encontraron, donde todo iba más allá de esa carcasa que tenia, sus sentimientos podían ser vistos con esos tragos de más. La posición en la que se encontraban, más el alcohol con el efecto ya en sus cuerpos, era peligroso, muy peligroso, pese a ser dos hombres, podía excitarse sin problema al tener a Ri de esa forma bajo su cuerpo.

 

 

 

Sin pensar más, dejo que sus labios se unieran a los contrarios en un beso necesitado, deseoso por más, quería perderse en los contrarios, dejar que sus lenguas se encontraran, ahogar sus respiraciones en la boca del otro hasta que una vez más le hiciera falta. La lujuria se apodero de sus cuerpos, al menos del propio, puesto que sus manos la ingreso bajo la tela que cubría el torso del menor. Tan suave piel, delgado, sin tener los músculos tan marcados, más era sentir esa delgadez del contrario.

 

 

 

—Ah… Hyung. Detente. No juegues conmigo…—Se quejo el menor. — Hyung… Por favor…

 

 

 

 

—¿Por qué dejaste que te coqueteara?... Dimelo. —Pronunció sus palabras contra la piel ajena.— Quiero matarlo… Te coqueteo, Ri…

 

 

 

—Tu… Ah… Tu me dejaste ir. Me lo dijiste. No te gusto…—

 

 

 

 

 Cien por ciento concentrado en las palabras ajenas, no estaba, su distracción más grande era el cuerpo ajeno, tanto como los labios y ese sonido que salía de su boca, sin duda era difícil incluso saber lo que este había pronunciado, pero igualmente logro entenderlo entre tanta excitación que estaba teniendo su cuerpo. No podía controlarse, definitivamente no. Tomo la tela y la retiro apenas separando sus cuerpos, finalmente Ri con el torso desnudo bajo su cuerpo, sus labios de inmediato atacaron su cuello, bajando por este hasta sus clavículas, sus pectorales, su abdomen. Jamás pensó estar besando el cuerpo de un hombre, pero la piel de Ri contra sus labios se sentía demasiado bien, tan suave que no se resistió a succionar esta y dejar una clara marca.

 

 

 

 

—Me gustas Ri. Me gustas… No dejes que nadie más se te acerque. — Confesó.

 

 

 

Pero que bien… ¡Que bien! Se sentía demasiado bien dejar salir finalmente lo que tenia atrapado en su pecho pero su cabeza evitaba su salida. Su corazón volvió a latir a un ritmo bastante acelerado quitándole de la misma forma el aliento por su agitado pecho.

 

 

 

—Ah..Te tardaste bastante…—Escucho al menor, viendo aquella hermosa sonrisa en sus labios.

 

 

Tomo aire y solto un suspiro asintiendo a las palabras del menor, igualmente sonriendo en respuesta a esa sonrisa ajena.

 

 

 

—Ya hablaremos de eso luego…—Tomo una pausa. —Te haré mío.

 

 

Sus labios una vez más atacaron los contrarios, dejando que la lujuria se encargara de darle el ritmo al beso, uno apasionado donde sus lenguas se encontraban danzantes en la boca del otro quitándoles una vez más la respiración. Quizás debía asegurar la puerta, en caso de que JiYong se acercara a ver que no matara al maknae, era tan consciente con lo que ocurría que también pasaba por su cabeza que este ya tomara en cuenta el hecho de sus sentimientos, ¿No era el quien lo envio a verlo?, sin duda el líder había hecho de las suyas por una sola razón, unirlos.

 

 

—Espera…—Le detuvo el menor tomando su rostro entre sus manos. —¿Es de verdad?... ¿No juegas conmigo? —Su voz sonó temerosa, al igual que entrecortada por su respiración agitada.

 

 

—Se que es poco creíble… Pero es verdad. —El susurro— Perdóname… No quise lastimarte. Es difícil… —Confesó.

 

 

—Lo sé… Pero…—

 

 

—Deja que te lo demuestre. —

 

 

No rogo ni espero una respuesta del contrario, dejo que sus labios hablaran por ellos, quizás no solo sus labios, pues sus manos ya se estaban encargando de acomodar el cuerpo del menor bajo el propio, tomando sus piernas para encajar a la perfección entre sus piernas. La primera sensación le obligo a ahogar un jadeo en la boca del maknae, sus erecciones se habían encontrado en un suave roce y aunque con esa incomoda tela de por medio, ahí estaban, rosándose una con la otra sacando gemidos de los labios contrarios, mientras el aguantaba a toda costa los suyos, no quería sonar desesperado.

 

 

 

Se separó solo para retirar su propia playera, dejar su torso desnudo en busca del roce de sus pieles mientras se abrazaban el uno al otro sin soltar sus labios. Inició el movimiento de sus caderas contra las contrarias, sus erecciones pedían a gritos su liberación, ser atendidas como se debía, pero el quería aprovechar cada segundo con el menor, hacerlo lento, después de todo, ambos estaban descubriendo el mismo mundo, ¿No?

 

 

 

No se imaginó ni siquiera por miles de fanart o fanfics que sus fans realizaban, un momento tan real como ese, ¿Cómo sería el sexo con otro hombre?, no era idiota, tenía el conocimiento de cómo realizar cada una de sus acciones incluso el cuidado que debía tomar al realizarlo, que debía y no hacer, todo, era algo que todo hombre debía saber, no por su condición sexual, sino porque debían ser más abiertos de mente y aceptar la diversidad como el lo había hecho con su mejor amigo, no era una enfermedad, tampoco una situación especial, simplemente eran sentimientos que cualquiera tenia por el sexo opuesto, pero hacia el mismo.

 

 

 

 

Termino gruñendo contra los labios del menor, ya estaba desesperándose por las telas interrumpiendo el roce de sus cuerpos, tanto que bajo sus manos hasta el pantalón de Ri, desabrochando este para bajarlo. Se separó con la respiración agitada, dejando ver como claramente su hombría estaba erecta tras esas telas. Se deshizo del pantalón ajeno de un solo arranque, igualmente retiro los propios sin quitar la mirada de Ri, quien por aquella expresión, seguramente pensaba que todo era un sueño más. Ante la atención que tenia de este, no pudo evitar seguir con su juego, y retiro igualmente la ultima tela que cubría su erecto pene.

 

 

—¿Te gusta lo que ves? — Quiso romper el silencio. Más no el ambiente erotico y caliente.

 

 

—H-Hyung…—Dijo el contrario nervioso.

 

 

Con una sonrisa victoriosa, se acerco una vez más al menor, capturando sus labios en un simple beso, llevando sus labios una vez más a su cuello, bajando lentamente hasta sus clavículas, pectorales, donde atrapo entre sus labios y dientes aquellos botones de su pecho. Los gemidos de Ri inundaban la habitación, esperaba que los demás estuvieran más allá del quinto sueño, donde no se enteraran de lo que había ocurrido en su habitación aquella noche, todo lo mantendría como un secreto hasta acostumbrarse a la idea de estar realmente enamorado de un hombre.

 

 

 

Bajo un poco más hasta sus oblicuos, formados nada más por la delgadez que este tenía. Un cuerpo con la piel tan suave que parecía tener que tratarlo como un cristal para no dejar una marca en alguna zona visible, pero con la lujuria tan apoderada de su cuerpo, dudaba estar pendiente de no dejar una marca donde no debía.

 

 

Continuo su camino más abajo, atrapando entre sus dientes la tela de la ropa interior ajena. Mierda, como dolia su erección ante la nula atención que le estaba dando, se las daba de semental dedicando todas las caricias posibles al cuerpo ajeno quien cubría su rostro por la vergüenza, y era claro, estaba en una zona para llevar las mejillas de Ri a un tono más carmín de lo usual. Succiono sobre la tela el pene ajeno, el glande de este humedeciendo a zona. Poco a poco bajo la tela dejando que su lengua se encontrara en un suave roce con el glande de este, apenas lo toco con sus labios y comenzó a succionarlo.

 

 

 

Era extraño, jamás pensó estar en esa situación, tener una hombría en sus labios cuando su lengua había pasado por otros lugares menos la intimidad de un hombre. Mucho menos pensó que sería de Ri, pero le excitaba tanto escucharlo gemir de esa forma mientras atrapaba entre sus labios su erección, más aun cuando su cabeza de movía a un ritmo mas acelerado para masturbarlo con su boca, más no se aguantó para el igualmente tener placer. Se estaba acariciando, buscando lubricarse para evitar el menor dolor del contrario, lo siguiente era penetrarlo, una escena no muy sencilla. No tenía experiencia alguna en el área, de seguro era un bruto con lo semental que estaba,  y terminaba dañando al menor, lo peor era que no podían acudir a ningún lugar para un tratamiento de ser así, ¿Cómo explicarían tener un problema en ese lugar?

 

 

 

Sintió como Ri tomo su mano acercándola hasta sus labios. Obtuvo toda su atención incluso dejando su trabajo tanto en el cuerpo ajeno como en el propio para ver que era lo que este tramaba. Si su hombría dolía por la excitación, en ese momento estaba desesperado por darse placer. El menor estaba lamiendo sus dedos, lubricándolos, uno por uno, hasta llegar a los tres principales de su mano. Esa lengua pasar por sus dedos, dios… Sería una gloria tenerla rozando otra parte de su cuerpo, y claro, el menor luego de esa noche no se salvaría para hacerle el amor en otras oportunidades. Incluso se excitaba de solo pensar que podía acorralarlo en algún camerino, escabullirse con el hasta los baños o algún lugar donde hacerlo gemir y correr el riesgo de ser vistos. ¡Vamos! Que un poco de peligro excitaba a cualquiera.

 

 

 

—Hazlo… —Pidió el menor.

 

 

—Me detendré si lo pides. No quiero hacerte daño…—Dijo alejando los dedos de la boca ajena.

 

 

 

—Más de lo que me hiciste… Ya nada podría doler como eso. —

 

 

 

—Ash.. Ahora no. Estoy haciéndote el amor. Luego regañame todo lo que quieras. —

 

Unió sus labios con el fin de distraer al contrario, pues sus dedos estaban acariciando la entrada ajena en círculos hasta finalmente ingresar el primer intruso en su interior. Los gemidos de Ri fueron representados por mordidas en sus labios, y vaya que dolía, pero no más que su erección buscando placer, por lo que apenas fue un dolor resistible. Un segundo y comenzó sus movimientos en tijeras para buscar una mayor dilatación. Pero, dolía a horrores, era un hombre, un humano, no podía aguantar demasiado, menos con ese ambiente tan lujurioso y excitante.

 

 

 

No se resistió más. Retiro sus dedos para abrirse paso entre las piernas de este e ingresar finalmente su dura y muy erecta hombría. Su interior estaba caliente, tan apretado, que saco un ronco gemido de sus labios, más parecido a un gruñido. La respuesta de Ri ante el intruso fue atraparlo entre sus brazos, rodeado su cuello y atraerlo a su cuerpo para besarlo, tal parecía que este quería ahogar sus gemidos en sus labios, ya que sentía sobre los propios como este se quejaba.

 

 

 

Sus movimientos fueron lentos en un comienzo, solo en un comienzo. Ya estaba lo bastante caliente y excitado como para resistirse un poco más, aumento de inmediato sus movimientos al ver la aprobación y aceptación del cuerpo del maknae por el propio. Así sus gemidos se escuchaban en la habitación junto con sus respiraciones aceleradas y el como sus cuerpos estaban tomando una capa de sudor. Una noche de aquellas que no olvidaría jamás, ¿Cómo olvidarla?, era la primera vez que se sentía hacer el amor, con sentimientos de por medio, no era solo sexo ni mucho menos solo placer.

 

 

—Ah.. Hyung…—Gemía Ri.

 

 

 

—Mi nombre Ri.. Hm.. Gime mi nombre. —Ordenó.

 

 

 

—YoungBae…—

 

 

No su apodo, no su nombre como idol, sino que su verdadero nombre salio de esos labios volviéndolo aún más loco.

 

 

Sus manos acariciaron, recorrieron el cuerpo ajeno, tocaron la erección ajena masturbándolo al ritmo de sus embestidas. Aquella no fue la única posición que probaron durante la noche, las horas fueron un encuentro de pasión entre ellos. Con Ri en sus extremidades sobre la cama mientras sostenía con fuerza sus caderas,  llego al climax finalmente. La marca de Ri sobre su mano como la propia en su interior, suyo, finalmente Ri era de él.

 

 

 

El sonido de la puerta en unos cuantos golpes terminaron despertándolo abriendo apenas uno de sus ojos entre gruñidos. Los golpes siguieron hasta despertar al hombre a su lado quien estaba aferrado a su cuerpo durmiendo con su cabeza sobre su desnudo tordo. Una sonrisa inmediata apareció en sus labios, el panda se veía realmente hermoso descansando, más esos ruidos estaban siendo molestos para sus sueños.

 

 

—¡Yaah! ¡Despierten! Es medio día! —JiYong gritaba desde afuera. ¿Por qué no entraba?... Lo sabía perfectamente, lo tramo todo.

 

 

 

—¡Es día libre! ¡Dejanos descansar! —Gruño en un grito no sin antes cubrir los oídos del menor quien solto una risa al notar sus acciones. — Lo siento.. No quería despertarte..

 

 

 

—No te preocupes. — Le vio sonreir dejando esas mejillas rojizas una vez más. — Buenos días…—

 

 

 

—Buenos días Ri…— Pronunció poco antes de robarle un beso directamente de sus labios.

 

 

 

—¿Fue real? —Busco asegurarse de sus recuerdos. —

 

 

 

—¿Qué crees tu?...No creo haber bebido tanto para olvidar como mi nombre salía de tus labios..

 

 

—¡Yaaah! ¿No podías responder de otra forma? — Rió ante la expresión avergonzada del menor.

 

 

—Ri…—Interrumpio tomando  el mentón del contrario para obligarle a ver sus ojos. — Hablo en serio… Me gustas…

 

 

 

¿Quién lo diría?... Se había enamorado. Y no de cualquiera… Sino de su compañero, un hombre. Su Maknae. Su Seungri. Su Ri.

 

 

Notas finales:

Espero disfrutaran del fanfic tanto como yo al escribirlo. Esperaré la aceptación de ustedes para realizar un bonus o extra. Si tiene un buen recibimiento haría una continuación más larga, con la vida oculta del BaeRi. 

 

Muchs gracias a quienes leen. 

 

Fanfic dedicado a P.Fer.Dong


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