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No Me Dejes por PaulaAndromeda

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Notas del fanfic:

Se me rompió el corashon cuando escribí este fic ;-; 

Este escrito para Andybell Rojas 

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen...

Son propiedad de Kurumada.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Mis días fueron muy aburridos. Mi mejor amigo se fue todas las vacaciones y solo nos volveríamos a ver entrando a clases...

Si tan solo tuviera su número celular o alguna otra forma de comunicarme con él lo haría, pero sus padres no le dejaban pasar ese tipo de cosas.

Mi madre es una directora del Hospital central de Grecia, para que tuviera algo que hacer me puso a cuidar a algunos pacientes. Así cómo contarle cuentos, traerles la comida o jugar algo... Pero no hacia los deberes de las enfermeras.

-Hijo, ¿Podrías ir con el paciente de la habitación 208? -Dijo la mujer rubia checando su lista-

-Sí, mamá -dijo algo molesto- Ya estoy aburrido de eso -se recarga en la mesa-

-No digas eso cariño -le da una ficha- Me parece que aquel joven iba en tu salón de clases desde siempre.

-Mmm... -Mira la ficha con una foto, nombre y habitación-

- ¿Qué? -

-Es verdad -recordó- Le eh hablado unas cuantas veces, pero no lo conozco muy bien...

-Puedes platicar con él -le sonríe- No tienes muchos amigos

-No los necesito.

-Bueno si tú lo dices...

-Y... ¿Qué tiene?

-No es nada grave, pero se quedará muchos días -se dirige a la puerta- Te dejo, ve con él cuando puedas.

-Ok. -sonrió de lado y miró la foto-

Sin duda era su compañero de clases.
Ese joven siempre callado, se portaba amable con Hyoga cuando le hablaba. No parecía mala persona...

Tenía rostro angelical, unos hermosos ojos y una piel muy suave. ¿Qué haría una persona como él en el hospital?

Ese chico se había llevado algunas veces la mirada de Hyoga, pero nunca llegaron a ser amigos o conocerse bien. Cada uno se iba por su lado.

Hyoga decidió ir con él. La habitación 208 estaba muy retirada de la oficina de su madre así que tendría que caminar bastante. 
Una vez llegó al lugar abrió la puerta encontrándose con él chico recostado leyendo un libro.

Él chico no le prestó atención, Hyoga cerró la puerta y se sentó en un banco. 
Bajó su libro y miró al rubio.

- ¿Hola? -dijo Hyoga algo nervioso-

-Hola -el joven sonrió levemente al verlo- Eres Hyoga, ¿cierto?

-El mismo -le devuelve la sonrisa-

-Ahh... -no sabía que decir y bajó la mirada tratando de sentarse mejor-

-Emm... An-es interrumpido-

-Shun. Por favor, no me llames con tanta formalidad -cierra su libro y lo deja en la mesita que estaba cerca-

-Está bién

-Trabajas aquí?

-Por el momento, mi madré es la dueña de el lugar. Y que te trae por aquí, DIGO... pues estás en el hospital.

-No sé la verdad -se toca la frente- de un día a otro desperté en este lugar y no recuerdo nada.

-Estarás bién

-Eso espero -suspira-

Platicarón sobre ellos, sobre los horribles maestros y sus compañeros de clase.

Los minutos se convirtieron en horas y llegó la hora de irse. Hyoga se despidió de Shun y prometió regresar al día siguiente.

El rubio descubrío muchas cosas sobre Shun y al viceversa.

Hyoga se la pasó de maravilla con Shun ese día. Y así fuéron las siguientes semanas.

Jugaban juegos de mesa, se preguntaban cosas y se reían. A Hyoga le preocupaba un poco que no dieran de alta a su nuevo mejor amigo y le preguntaba varias veces a su madre que pasaba con el peliverde por lo que ella contestaba "Nada grave". Esa respuesta hartó al rubio que no preguntó más y siguió con su amigo.

Las clases volvieron y todavía no daban de alta al peliverde, pero eso no impedía a Hyoga ir a ver a Shun diariamente.

Un día en la escuela.

-Hyoga! -un castaño corría atrás de el-

-¿Qué quieres Seiya?

-Ya vas a ver a tu novio? -le dijo burlonamente-

-Qué dices?! No es mi novio!, Solo somos amigos -

-Isaac me contó todo -le dió una palmada en la espalda y se fué burlandose de él-

En ese instante fué corriendo a ver a Isaac, una vez lo encontró lo tomó de el cuello de la camisa.

-Tú maldito!

-Haha calmate amigo!, ¿que te traes?

-Qué le contaste a Seiya?!

-Solo le dije la verdad! -se suelta del agarre de su amigo-

-Cre... creí que éramos amigos...

-Yo igual creí lo mismo, pero no puedo ser amigo de alguien como tú. ¡¿Qué clase de sujeto se enamora de un chico es un hospital?! Eso es raro.

Hyoga se había enamorado de Shun...

-Te confié ese secreto y ahora sabe toda la escuela! -le gritaba muy furioso-

- ¡Sal de tu closet! -se suelta de él agarre- No me metas en tus cosas! -se aleja-

Hyoga se recarga en la pared que quedaba más cerca, sentía un miedo horrible. 
Unas personas aparecieron detrás de él.

-Mira! ¡Ese es el GAY!! -Se burlaban de él, Hyoga solo los miraba con odio.

Los insultos se convirtieron en violencia física...

Cada que podían, los chicos más populares iban y le pegaban. Hyoga por supuesto que no se dejaba, pero de todas formas salía lastimado.

- ¡¿Hijo qué tienes?!  -su madre lo vio con un ojo morado-

Había ido al hospital como de costumbre, pero esta vez no podía ocultarlo.

-Me pegaron con una pelota en la escuela, descuida, ya no me duele.

Ella trató de creerle, pero cuando vio las manos heridas de su hijo definitivamente se le borró esa idea.

- ¿Te peleaste? -molesta y preocupada lo miraba- Tus manos.

-No... No te preocupes ya estoy bien.

-No puedo pasar de alto con eso, dime qué paso. Quiero la verdad

-Las manos las tengo así porque me caí de camino aquí -sonrió-

Eso fue lo primero que se le ocurrió.

-Bien -lo miró sospechosa- Más al rato iremos a visitar a tu padre y quiero que para ese entonces me cuentes la versión completa. Tengo mucho que hacer -se despidió dándole un beso en la frente a su hijo-

Hyoga fue con Shun, este lo esperaba sentado en su cama viendo un programa de televisión.

-Llegaste! -le dice sonriente, pero se le borra la sonrisa al ver el ojo morado-

Hyoga se sienta al lado de él.

- ¿Qué te sucedió? -le quitó unos mechones de su cara dejando ver bien-

-No es nada, solo paso un accidente.

-Te creeré -le dice suave sin dejar de mirarlo-

-Y qué estás viendo?

-Es un programa de esas que hacen preguntas -apaga la tele- La doctora dijo que tenía que dejar de estar acostado. Me dijo que mañana podría salir al patio.

-Eso suena bien.

La hora de despedirse llegó y esta vez iría con su madre a casa como cada tercer día.

Una vez al mes iban a visitar a su padre al cementerio. Llevaba 2 años de su fallecimiento.

Natassia, madre de Hyoga, no se había casado de nuevo ni tenido otra pareja.

Llegaron a la tumba, Natassia la limpió y pusieron nuevas flores. Le dedicó unas palabras a su marido y dejó solo a Hyoga para que pudiera decir algo.

- ¿Sabes?, Mamá te extraña mucho. A pesar de tener bastante tiempo de tu partida hay veces que la escucho llorando -sonríe y se sienta a un lado- Eh conocido a un chico... es muy lindo. Pero tengo miedo de que un día se fuera. Ya sé qué le pude hablar desde hace mucho tiempo, pero ahora que lo conozco bien es súper, pudimos ser mejores amigos en la escuela desde antes.

Natassia llamaba a Hyoga desde el otro lado del panteón.

-Creo que estoy enamorado de él papá, pero mis compañeros de clase han comenzado a molestarme y eh estado en peleas, todo por culpa de Isaac. Digo, todo el mundo tiene derecho a enamorarse, no debe ser raro. Otra cosa... No lo han dado de alta, eso me pone algo mal, pero tengo la esperanza de que mañana pueda ir a verlo en el jardín, patio lo que sea. Cómo antes lo hacía en la escuela...
Eso es todo... -Miró las flores y tomó una colocándola en medio de los floreros- Dónde quiera que estés, te doy gracias.

Se retiró y se talló los ojos quitando las lágrimas que amenazaban salir.

- ¿Ya estás? No llores mi amor -lo abraza protectoramente-

Él la abraza tratando de calmarse ambos que ahora lloraban.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¡PELEA! PELEA ¡PELEA! ¡PELEA! -Gritaban varios niños al ver que sus compañeros estaban dándose golpes por todos lados.

Desgraciadamente, él chico popular llevaba la ventaja por dos chicos qué estaban agarrando al rubio.

-Eso te pasa por marica! -recibía golpe tras golpe-

Hyoga ya estaba algo débil, se resistía las ganas de llorar y gritar pues no quería darle el gusto a su enemigo al verlo sufrir.

Al final lo soltaron tirándolo en el piso. 
El chico sacó un plumón permanente y le pintó la frente. 
-Si te eliminamos salvaremos a la humanidad -reía mientras escribía en su frente.

Hyoga por fin se pudo parar y en vez de ir al hospital fue a su casa. Su madre lo esperaría para ir juntos.

Al entrar Natassia dejó caer el plato que traía en manos y fue corriendo hacia su hijo.

- ¿Quién te hizo eso?! -miraba preocupada el labio y demás partes del cuerpo lastimados-

-Unos... compañeros de mi escuela... -miró de lado-

El fleco de Hyoga se movió un poco que para la vista de su madre notó que había algo escrito. Con su mano algo temblorosa removió los cabellos de su hijo y pudo observar la palabra "Gay" Al verla abrazó a su hijo fuertemente.

-No te preocupes mi niño -le susurró con algunas lágrimas-

Lo llevó a la sala para atenderle las heridas y borrarle la palabra de la frente, fue un poco difícil, pero lo logró.

- ¿Quiénes fueron? -le pasaba un algodón por el labio inferior-

-Son unos chicos de grado superior, no los ubico muy bien

-Cuáles fueron sus razones? ¿No estarás portándote mal en la escuela? 
-Mis notas están bien.

-Iré a hablar con el director para que los pongan en su lugar. ¿Tus compañeros de la escuela vieron y no les dijo nada? ¿Por qué no me contaste antes?

-No quiero hablar de eso....

-Te llevaré a mi consultorio para revisar que no te hayan hecho más daño -Hyoga asintió-

Se dirigieron al hospital, lo revisaron y una vez listo todo fue corriendo hasta el patio.

En una banca se encontraba Shun con bata blanca mirando hacia los columpios dónde estaban pequeños niños. Hyoga fue hasta él, pero Shun se paró antes muy sonriente.

Dio unos cuantos pasos para recibirlo.

No duraron mucho...

Un horrible dolor en el corazón de Shun hizo que cayera al piso de rodillas.

Se tocaba el pecho y escupía un poco de sangre.

Hyoga trató de levantarlo, pero este se desmayó inmediatamente.

Pidió ayuda y aparecieron unos enfermeros para llevarlo a urgencias.

No lo dejaron pasar esta vez... Pero sabía qué estaría en su habitación.

Le llegaron unas enormes ganas de llorar y el corazón le latía rápidamente, estaba muy nervioso.

Se quedó esperando horas ahí. Hasta que se quedó dormido en unas bancas afuera de la habitación 208.

No se dio cuenta de cuando regresó Shun a su habitación. De tanto llorar se quedó dormido.

Checó que nadie estuviera a su alrededor y entró a la habitación encontrando a su amor conectado a una máquina de pulso y demás cosas. 
Hyoga caminó lentamente hacia él y lo tomó de la mano con cuidado. La besó tratando de no llorar.

- ¿Hyoga? -Dijo con dificultad abriendo poco a poco sus ojos-

-Tengo que decirte algo -se secó las lágrimas sin soltar su mano-

-Yo igual tengo algo que decirte -lo dice casi susurrando y tomando bien la mano de Hyoga-

Pasaron unos minutos en silencio contemplándose el uno al otro. Una lágrima salió de los ojos de Shun al ver a Hyoga lastimado.

-Te amo 

Hyoga se encontraba derramando unas lágrimas. Shun sonrió y dejó que sus lágrimas salieran, una vez calmados.

-Yo también te... -comenzó a sonar algo- También...

Hyoga se puso más nervioso y se acercó a Shun y se puso a su altura tomando su mano y besándola.

-Te amo

Le sonrió por última vez, pues su pulso había desaparecido.

-No -Hyoga tomó de la cara a Shun y le acarició la mejilla- NO -comenzó a alterarse y llorar más-

-Por favor... No me dejes... -lloró en el pecho del peliverde.

Llegaron unos doctores echando de la habitación a Hyoga.

Este trató de entrar, pero cuando lo dejaron ya era demasiado tarde.

El cuerpo de Shun ahora se encontraba sin vida.

Hyoga rompió en llanto, poco después llegaron los familiares de Shun.

Una chica rubia abrazó a Hyoga quien al pensar que era su madre la abrazó igual.

La rubia lloraba igual. Se separó y la miró.

La chica era igual a Shun solo que era rubia.

~~~~~~~~~~~~~~~

Ya no podía más. De camino a su casa le lanzaron piedras. La cabeza de Hyoga ahora sangraba.

Llegó al baño de su habitación y se miró al espejo aun llorando.

Miró su labio roto, varias heridas en su cara y su cabeza sangrando.

-Mírate... te quedaste solo -trató de sonreír-

Le dolió la cabeza y fue por un pedazo de hoja y un lápiz. 
Se acostó en la tina de baño y abrió la llave del agua.

Escribió en la hoja algunas cosas.

-Eras mi única razón para seguir viviendo... No podré aguantar todo eso si no estás aquí -las lágrimas corrían por su rostro-

Dejó la hoja en la mesita que estaba cerca.

Se sumergió hasta que se quedó sin aire terminando su vida...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Me has dejado sola corazón -tomaba la hoja que había escrito su hijo- Me harás mucha falta...

Hyoga... Hijo, siento no haber estado ahí cuando más me necesitabas -abrió la carta-

"Mamá Te Amo"

/////////////////////~Fin~/////////////////////

Notas finales:

Dejen sus reviews si les gustó o algo :'v 

Bye ;)


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