El camino fue totalmente silencioso, completamente distinto a la madrugada anterior donde ambos celebraban; Taemin miraba por la ventanilla del vehículo ignorando la presencia de Minho, que conducía sin hacerle nada de plática, pues sentía el rechazo del menor.
- Taemin... amor, ya no estés enojado.
- No lo estoy.
- Sé que estas molesto... lo siento, ¿si?
- No te disculpes, no es algo que quieras hacer...- suspiró bajo al darse cuenta de que estaban llegando a su casa- Minho... te amo... nos vemos mañana- le dijo una vez que estacionó el auto.
- Tae, espera...- lo tomó del brazo y lo acercó para besarlo suavemente en los labios, sólo un toque, no más... haciendo aún más notoria la tensión entre ambos- ¿Nos v-vemos mañana?- preguntó suave, viendo al castaño asentir, antes de bajar del vehículo.
Minho lo observó hasta que lo vio entrar a su casa y hasta entonces puso en marcha el vehículo... no era la primera vez que dejaba a un Taemin enojado atrás, pero el hecho de que esta vez recorriera el camino a la puerta principal sin volver la vista, dejaba un profundo sentimiento de culpa se instaló en su pecho; decidió no quebrarse la cabeza... pediría perdón el día siguiente, pues saldrían al parque con Minhee.
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Caminó arrastrando los pies, directo a la sala de estar, donde su padre y su abuelo tomaban un café mientras hablaban de negocios, ambos lucieron sorprendidos, pues esperaban que Taemin llegara por la noche, o bien, que llamara avisando que se quedaría con Minho.
- TaeTae, esperaba que llegaras más tarde, ¿ya desayunaste?- saludó Soo Man, el primero en salir de la sorpresa. Taemin asintió, sentándose junto a él y recargándose en el pecho del mayor- ¿qué pasa?- preguntó abrazándolo, gesto que el menor agradeció en silencio.
- Nada...- susurró.
- Taeminnie... no por nada estas así, ¿qué tienes?- le preguntó su abuelo.
- No...- musitó negando con suavidad- estoy cansado...
- Taem...- comenzó Eunji de nueva cuenta, siendo interrumpido por el doncel.
- Todo está bien, abuelo... no me peleé con Minho, no fue una pelea...- musitó cerrando los ojos, sintiendo unas pequeñas lágrimas, deslizarse por sus mejillas.
- Ay, Tae...- exclamó el mayor, cambiando de sofá para acariciar la coronilla del pequeño.
- Cariño, esas cosas a veces suceden, pero ya verás que todo se soluciona...
- Si...- sorbió un poco con su nariz- estoy un poco sensible... realmente no sucedió nada, fue algo torpe...- frotó sus ojos suavemente- mañana lo veré, quedé con Hee de ir a cuidar a Minhee y decidimos que sería buena idea llevarla al parque... los planes siguen en pie... iré a descansar un poquito...
- Por supuesto, dinos si necesitas algo- le dijo Soo Man.
- Si... gracias- contestó levantándose.
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No quiso levantarse para comer, por el contrario siguió dormido; durante la noche se despertó porque su abuelo y padre comenzaron a llamarlo para la cena, pero Taemin se negó a cenar, alegando que había desayunado bastante, esto no dejó conforme a sus parientes por lo que después de mucha insistencia aceptó consumir un poco de alimento, tan solo unas galletas y un chocolate caliente, que logró hacerlo sentir mejor y admitir que comer tampoco era tan mala idea.
Luego de cenar, lavó sus dientes y se colocó un pijama, de nueva cuenta se acostó en la cama y se quedó profundamente dormido, ni siquiera sabía porqué, pero en realidad estaba muy muy cansado por lo que durante la noche no volvió a despertar; en cuanto a humor se refería, ya no estaba triste, por el contrario, dormir había mejorado la situación sentimental y aunque justificaba a Minho, tampoco lo culpaba de todo... hablarían en la mañana y todo estaría bien.
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Pasaban de las once de la mañana y Minho esperaba, molesto, a Taemin... normalmente llegaba a las 9:30, por eso estaba tan molesto... Minhee no paraba de preguntar dónde estaba Taeminnie-oppa y no podía contarle que el día anterior habían tenido una pelea.
- Oppa... ¿Taeminnie-oppa...?
- Basta Minhee...- pidió y la niña pareció entenderlo.
Marcó por enésima vez el número del castaño, esta vez sólo timbró cinco veces antes de ser atendido por la suave y adormilada voz de su prometido, que parecía indicar que acababa de despertar, por lo que se sintió mucho más enojado.
- Minho... ¿por qué hablas tan tarde?
- Taemin... ¿de qué rayos hablas? Son las once...
- Pues que estaba dormido... son las once, ¿no?; es de noche y tengo sueño...
- Son las once, sí... pero de la mañana...
- ¡¿Qué?! Oh, Minho perdóname... en seguida estaré listo y me voy para allá... perdón...
- Ahhh, Tae... ¿qué te parece si mejor nos vemos mañana?
- Pero...
- Calma bebé...- suspiró, gesto con lo cual logró sentirse más tranquilo y entender que su pequeño novio estaba cansado.
- En serio, Minho... perdón...
- Taeminnie, no hay problema, te veré en la mañana.
- No... espérame, estaré listo en treinta minutos... lo juro...- ante la insistencia del menor decidió aceptar.
- Está bien... le diré a Minhee que vendrás...
- Si, nos vemos... te amo, amor.
- Yo más, bebé- cortó la llamada.
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Se apresuró a darse un baño y tras acabar con esto, se apresuró a vestirse con la ropa que había elegido, no quiso aplicar maquillaje, por más que Key le regalara productos de belleza, se sentía más cómodo al natural, una de las muchas manías que se le quedaron; al menos ya no vestía tan holgado.
Se colocó un poco de perfume, una crema corporal y protector solar, tomó su celular, sus llaves, un suéter y con todo en sus brazos se apresuró a bajar al primer piso, en donde se encontró con la mirada curiosa de su padre.
- ¿A dónde tan apresurado?
- Me quedé dormido... se supone que siempre llego con Minho a las 9:30...
- Bueno si, pero estabas profundamente dormido... no podíamos despertarte... ¿por qué no ves a Minho mañana?
- Lo mismo dijo Minho... me niego... lo veré y hablaré con él sobre lo que pasó... a pesar de que ya todo esté arreglado... así que ya me voy...- contestó mientras se daba la vuelta.
- Espera, no te irás sin desayunar...
- Papá, es que ya es tarde y yo...- cortó abruptamente las palabras cuando sintió un mareo y hubiera caído al suelo de no ser porque su padre lo sostuvo a tiempo por los hombros.
- ¡Taemin!, ¿qué sucede?- le preguntó preocupado.
- No lo sé... sólo me mareé un poco... lo siento...
- No te disculpes, por favor sube a tu habitación, llama a Minho-ah y dile que lo verás mañana si es que te repones, llamaré al médico.
- Papá no es necesario... yo ya estoy bien...
- De eso nada, llama a Minho-ah y explícale lo sucedido, llamaré al médico y no quiero que me contradigas... sube... no, espera, te ayudaré con eso, no quiero que suceda un accidente si te caes... vamos...- sin dar opción a que el menor se negara, subió las escaleras junto a su progenitor, de vuelta a la habitación de donde había salido.
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- Minho, perdón... papá no me dejó salir... dice que es mejor que descanse... me mareé sólo un poco, pero estoy bien...
- Taemin... ¿es una broma?, te dije que te vería mañana, si no querías verme para que hacer tanto rodeo.
- Minho, las cosas no son así...
- Tae, por favor... nos vemos mañana, ¿si?, pasaré por ti como normalmente hago...
- Pero Min, por favor escucha...- no le dio tiempo a decir nada más puesto que cortó la llamada.
Suspiró frustrado, muy enojado... ¿para qué insistía en verlo si le iba a cancelar?, no entendía ni siquiera porqué las cosas estaban así, si bien había aceptado el hecho de que Yuri no había sido muy oportuna, tampoco entendía la inseguridad que demostraba Taemin, pues siempre estuvo viendo de reojo a la fémina; pensaba en muchas cosas distintas, cuando el celular vibró de nueva cuenta en su mano.
- ¿Si?- respondió sin fijarse en el número.
- Minho-ah, soy Soo Man... sucede que tengo a mi pequeño llorando desconsolado por que su “sutil” prometido no le creyó el hecho de que no lo dejé ir contigo porqué se sintió mal.
- ¿Eh?
- Eso mismo te digo, ¿puedes decirle a mi hermoso hijo que deje de preocuparse?
- Y-yo eh... si...
- ¿M-Min?- escucharlo hablar entre sorbos de nariz y temblores le hizo comprender que era un imbécil.
- Mi amor... no llores, ¿si?; no me gusta escucharte así y soy un tonto por hacerte llorar, discúlpame...
- N-no hay cuidado...yo estoy un tanto sensible... creo que sí me enfermé... lo siento...
- No te disculpes, corazón... sé que no mentías... mañana iré por ti y si te noto decaído no permitiré que vayas a la escuela...
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Soo Man sonrió al notar como el gesto de Taemin pasaba de la tristeza a la timidez y posteriormente a la alegría; estaba en su derecho de golpear a Minho pero lo entendía, eran un par de bobos hormonales que a menudo son víctimas de las emociones y he ahí el resultado...
Decidió salir de la habitación para dejar que su hijo y yerno hablaran a solas, considerando que su trabajo estaba hecho, porque sí, parecía que tendría que estar más pendiente de ambos jóvenes que aún podían ser influenciables... no quería que vivieran un martirio en vez de un matrimonio...
... que se puede decir de dos imbéciles enamorados.