Capítulo III
─Línea temporal─
Tony guió de vuelta al salón al peculiar grupo, esta vez Wanda no mostraba esa sonrisa emocionada y tímida del principio, observaba a Olimpia con mala cara, le frustraba no poder averiguar más de ella, además el que poseyese otra gema del universo la colocaba al mismo nivel de Visión, dos portadores, dos poderosos portadores y ella solo era un simple experimento.
Olimpia sonreía de vez en vez a Tony y a Visión, se les veía a los dos fascinados bajo la mirada iracunda de Steve, Wanda se acercó a él cautelosa ─¿Confías en ella?─ susurró al rubio.
─No, no sé quién sea pero no me gusta nada─ hablaron sus celos más que el buen juicio, ella era joven pero eso no frenaría un flirteo con Tony, el castaño podría poner a sus pies a cualquiera si se lo proponía y Steve tenía miedo de esa capacidad.
Visión estaba embelesado en parte con la gema del Tiempo, en parte por Olimpia que parecía demasiado fresca para haber viajado al pasado. Natasha la observó detenidamente buscando algún signo que pudiera delatarla, nada. De hecho halló cierto parecido con Tony, características que se mezclaban perfectamente con otras desconocidas, como ese cabello blanco que ponía en duda la identidad del otro padre a quién se refirió.
No era novedad que los hombres concibieran en la actualidad, la tecnología había avanzado mucho permitiendo nuevas formas de reproducción, sin embargo aún existían riesgos en esas uniones, al parecer todo mejoraría por la soltura como Olimpia mencionó el tema. ─Señor, los Doctores Black y Banner solicitan su aprobación para asistir a la reunión improvisada que se llevará en su sala de estar─ Friday habló confirmando así que Banner no estaba perdido en ningún lado, solo protegido por Tony, la espía quiso gritarle un par de cosas a Tony pero se calmó, después de todo fue Bruce quién decidió nunca buscarla, era él quien debía dar explicaciones.
─¿Es broma? ¿desde cuándo piden permiso?─ bufó Tony negando con la cabeza ─¿Sigue pasando esto en tu tiempo?─ se dirigió a Olimpia.
─Todo el tiempo─ rió ella
Llegaron por fin al salón y en la mirada de Olimpia una luz emocionada brilló, pareció reconocer el lugar emocionada, definitivamente estaba familiarizada con Tony y sus posesiones, sin pensarlo se lanzó sobre uno de los sillones con demasiado cariño. ─Te extrañé Boogie─ dijo frotándose contra el mueble como lo haría un gato.
─Y dicen que yo soy la rara─ dijo Wanda sin comprender el comportamiento de la chica.
─Lo siento pero era mi sillón favorito y sufrió un percance del que no se pudo rescatar─ la expresión de tristeza que se dibujó en el rostro de la visitante hizo a Steve estremecer, solo existía alguien capaz de tener esa misma expresión, su nombre, Anthony Edward Stark.
─Mi madre solía leerme cuentos en ese mismo lugar─ señaló Tony ─Exactamente ¿qué va a sucederle?
─Nunca dejes un propulsor al alcance de niños peleando─ dijo culpable. Tony solo negó con la cabeza en actitud paternal, a Steve se le congeló el corazón, se imaginó con un par de niños producto de un matrimonio con Tony, niños corriendo por ese lugar haciendo travesuras, desquiciando a sus padres…
─Siento la tardanza pero Banner quiso conducir─ se escuchó la misma voz desconocida que oyeran antes durante la llamada múltiple con Rocket.
─Dime que no trajeron el Porsche─ habló Tony yendo a saludar al hombre de cabello blanco y piel clara que entraba al recinto, el Dr. Austin Black. joven y apuesto, el Dr. Black además era listo en exceso y un mutante.
─Para tu tranquilidad no dejé que lo tomara aunque el hombre verde se puso bastante necio, esperamos a que se tranquilizara y nos transporté, lo dejé en el jardín contemplando las flores─ se quejó y Tony negó con la cabeza. Por su parte Olimpia parecía emocionada con el nuevo visitante.
─¿Eres Austin Black? ¿Puedo abrazarte?─ No esperó respuesta y corrió hacia él como si no hubiese mañana.
─¿Hola?─ atino a decir Austin con ella abrazándolo con fuerza como si lo extrañara tanto.
─Lo siento, pero verte aquí después de un viaje del futuro es reconfortante─ habló ella sin soltarlo.
Los demás Avengers incluido Steve observaban con curiosidad ese encuentro, el Dr. Black y Olimpia compartían rasgos físicos, el cabello, el tono de la piel… ¿Sería su padre? Tony se acercó para explicar a Austin los pormenores de la visita del futuro. La imagen de los tres en un espacio reducido puso una desagradable idea en la cabeza de Steve. ¿Olimpia era hija de su Tony con ese hombre?
─Ella es Olimpia y nos acompañará hasta que repare una curvatura en la línea del tiempo─ presentó Tony a la chica que no parecía querer despegarse del hombre ─Oye, Austin necesitará respirar...─ reprimió el genio logrando que ella soltara al Doctor.
─Mucho gusto Olimpia, nos diste un buen susto, tanto que Rocket parecía asustado─ bromeó él y ella sonrió, la actitud pesada que había dirigido a Steve parecía solamente dirigirse al super soldado pues con el recién llegado tenía un temple risueño y amable.
─Tenía que llegar en ese preciso momento y quizás causar un poco de caos o no sería hija de mis padres.
─Casi como Tony─ dijo Natasha acercándose interesada por saber algo más de Bruce.
─Deberías ir con él─ sonrió Olimpia ─Te está esperando, no lo dice pero lo siento─ sonrió y la mujer agradecida asintió corriendo hacia los jardines de la mansión guiada por Friday.
─Deberíamos escuchar su historia─ dijo por fin Steve cansado de ver a la feliz familia.
─¿Quieren beber algo antes de iniciar?─ preguntó Visión amablemente demostrando los rasgos humanos adquiridos en ese tiempo.
─No gracias─ dijo cada uno y Visión se encongió de hombros sentándose, el resto lo imitó.
T’challa buscó la compañía de Tony quedando en un solo sofá Austin, Tony, el Rey de Wakanda. Olimpia prefirió sentarse junto a Visión y Wanda, específicamente en medio de ellos. Clint y un muy molesto Steve compartieron otro sofá. Ella los observó un momento analizandolos, Austin era fusilado por la mirada del Capitán y Tony evitaba cualquier contacto visual con el rubio. Visión seguía entretenido con la idea de que otra persona porte una gema y Wanda lucía celosa, T’challa y Clint simplemente esperaban.
─Me llamo Olimpia o bueno, es mi seudónimo, pertenezco a una segunda generación de Vengadores, algunos hijos de aquellos que formaron parte de la primero y otros que por sus capacidades forman parte de ella. Tengo veinte años y no planeo revelar quienes son mis padres, existo veinticinco años en el que ustedes llaman futuro y la única razón por la que he sido yo quién vino a ese tiempo fue porque la Gema del Tiempo pudo ser retenida por mi cuerpo, mis capacidades mutantes evolucionaron, nací siendo telépata y tras un encuentro con *M.O.D.O.K. desarrollé mis capacidades tecnopatas─ dijo con total seriedad, tanto que Tony sintió que quizás Iron Man debía volver a las andadas.
─Eso no explica la razón de tu viaje─ dijo Steve confundido por todos los detalles pues aún le costaba pensar que el mundo avanzó tanto en los años que estuvo dormido.
─Es cierto, vine por una curvatura en el tiempo, hace tres años, cuando los Vengadores se enfrentaron el futuro comenzó a tener problemas, sin embargo nada que no pudiéramos resolver derrotando algunos villanos extra, el problema radica en que ustedes nunca debieron separarse y mucho menos dejar en manos de SHIELD el cuidado del planeta. antes de mí el antiguo portador de la Gema del Tiempo vino para evitar que el Tratado de Sokovia se aprobase, HYDRA se enteró de su presencia en este tiempo frustrando sus intenciones pues a ellos les convenía que él no interfiriera sus planes.
Scott Lang entró corriendo al lugar pues se había perdido en uno de los pasillos yendo a dar al laboratorio de Tony, sin querer activó un robot que ahora lo perseguía. ─¡Stark uno de tus juguetes quiere matarme!─ gritó asustado.
─¡Arsenal detente!─ gritaron Tony, Visión y Austin saltando de sus asientos. El robot se detuvo ante la orden, observó a Scott Lang quien por alguna extraña razón se escondió tras Olimpia creyendo que el robot no le causaría daño a ella.**
─Tony detecté a un intruso en el laboratorio─ se escuchó una voz robótica.
─Se llama Scott Lang, no lo ataques, vuelve a descansar─ ordenó Tony.
─Como desees─ asintió el robot volviendo sobre sus pasos.
─¿Ese quién es?─ murmuró aún asustado Scott.
─Arsenal, un regalo de mi padre─ dijo Tony ─Es inofensivo a menos que detecte amenazas, ¿Qué hacías en mi laboratorio?─ agregó molesto.
─Me perdí─ confesó avergonzado.
─¿Este es tu maravilloso equipo Rogers?─ se burló Tony de Steve, el rubio abrió los ojos sorprendido porque el castaño le dirigiera la palabra aún si era para insultar.
─Nada es maravilloso sin ti─ soltó sin contar que sus palabras eran flechas que se clavaban en Tony, el castaño sonrió amargo y volvió a sentarse recargándose en el hombro de Austin buscando ignorar el dolor que le causaba cualquier cosa que Steve pronunciara.
─Basta, estábamos averiguando por qué la señorita Olimpia está aquí─ cortó T’challa evitando que Tony pensara en el dolor que Steve le causó. El Rey de Wakanda dio asilo a Steve por humanidad, sin embargo conocía del dolor que el Capitán causó en Tony, se volvieron amigos tras aquella batalla y en algunas visitas de T’challa a Nueva York conversaron a fondo sobre el daño que el castaño llevaba a cuestas. Con su mejor amigo incapacitado y el mundo dándole la espalda o exigiendo su protección estaba enloqueciendo, fue que T’challa le sugirió dirigir su vida a un fin mejor, reafirmó que debía criar a Visión y prepararlo para el mundo, le aconsejó buscar nuevos proyectos y tomarse un tiempo. Aunque la idea no era nueva bastó a Tony para decidirse a dejar a Iron Man guardado y retomar su vida como civil. Un hombre normal.
─Sigue─ dijo Austin interesado en las capacidades mutantes de la joven.
─Decía que mi misión es evitar que los Vengadores vuelvan a separarse, pues solo existe una oportunidad más para arreglar todo este embrollo temporal, no solo mi futuro peligra, algunos de ustedes tendrán hijos y ellos desaparecerán si no cambiamos las cosas, fui enviada este día porque necesitan arreglar las cosas como equipo─ suspiró agotada rogando para sus adentros que aquellos adultos entendieran que esa separación les costaría el futuro.
─¿Cómo planeas unirnos si el Sr. Stark ha dejado de ser Iron Man?─ intervino Wanda buscando la mirada de Visión como respaldo, no la consiguió. En cambio observó al humanoide con los ojos cerrados con expresión preocupada.
─Planeo apelar a que vean lo que yo he visto, esta ciudad cambió, dejó de ser hermosa…─ Olimpia entristeció, aunque nadie estaba seguro de querer creer que aquella batalla desataría el fin de la vida que conocieron en el futuro, Clint quién era el único con hijos parecía ser el más angustiado, imaginar un futuro donde ninguno de los suyos sobreviviría le daba la certeza que ella no mentía.
─Debes mostrarle─ intervino Visión abriendo los ojos, la conexión de las gemas le permitió a ver antes que nadie la historia de Olimpia, ─Papá, debes verlo por el bien de todos─ dijo a Tony.
El genio se acercó a ella con paso lento considerando que aún estaba a tiempo de negarse, respiró profundamente y se puso a disposición de la albina, ella llevó sus manos a la cabeza de Tony ─Cierra los ojos─ dijo cerrando los propios, él obedeció. No tardó mucho en transmitir a Tony sus recuerdos.
Desde los ojos de Olimpia el mundo había caído en la anarquía, los edificios ardían, un incendio se desató en Manhattan acabando con la ciudad, las personas gritaban, algunas lograban escapar a las llamas otras morían por su causa, ella observó sus manos temblorosas, parecía que el traje que la protegía había cedido y ahora permitía ver las heridas en su cuerpo, la mirada borrosa, gritos por todos lados azotando su mente, dolor, dolor maximizando su angustia, una herida en el abdomen, Sangre, impotencia. Su equipo en las mismas condiciones, sus ojos cerrándose por fin a la inconsciencia.
Todos observaban la escena, tan pronto como ella tocó a Tony se sintió el ambiente pesado, miles de emociones irradiaban de ellos, ninguna agradable, por las mejillas de ambos resbalaban lágrimas, Tony lucía triste, profundamente triste. Su respiración aumentaba agitadamente y su rostro mostraba ira en algunas ocasiones, Ella lo soltó permitiendo que despertara, Tony abrió los ojos alterado reparando apenas que Olimpia se desplomaba inconsciente, por suerte Austin la congeló antes de que cayera al suelo, Visión la tomó en brazos preocupado.
─No, no, no─ repetía Tony y para cuando reparó en el estado de Olimpia se acercó preocupado, tanto que la acunó en sus brazos pidiendo a Friday que preparara el laboratorio, era lo más cercano que tenía a una sala de urgencias y llevarla al hospital no era una opción.
─¿Qué sucede?─ Steve corrió hacia ellos preocupado por Tony y repentinamente por ella.
─Tuvo que esforzarse demasiado─ dijo Austin yendo a ellos también ─Ella no existe aquí, su fuerza tampoco, es una mutante poderosa o no podría haberse conectado con Tony, prácticamente su poder se restringe a su tiempo.
─¿Cómo es eso posible?─ habló Wanda asustada.
─Difícil de explicar─ finalizó Austin tocando a Tony y a Olimpia transportándose con ellos al laboratorio de la mansión.
─Síganme─ dijo Visión guiando al resto del grupo por pasillos y escaleras hasta el laboratorio.
─¿Puede morir?─ sugirió Steve sintiendo que una parte de él dependía de la vida de ella, se descubrió deseando que viviera, llamando su nombre para que soportara la inconsciencia. Ánimo. Repetía en su cabeza esperando que ella lo escuchara, vio a Tony conectarse con esa niña, los observó juntos sufriendo por algo que solo ellos conocían y creyó que debía protegerlos de eso, ella dijo que era hija de los primeros Vengadores, era hija de Tony eso era claro, lo entendía perfectamente, esa conexión no solo funcionó porque ella es telépata, funcionó porque se conectaron con el corazón, el de un padre con una hija.
─Solo está inconsciente Capitán─ respondió Visión.
Eso no tranquilizó a Steve, la presencia de ella puso su mundo de cabeza, verla tan cercana a Tony lo molestó pero ahora que la idea de que Tony era su padre le hacía considerar sus sentimientos hacia ella, una parte del amor de su vida conformaba a esa chica, no importaba quién fuera el otro padre, si el futuro de Tony era tener una familia ayudaría a arreglar la curvatura de tiempo para que fueran felices aún si no pintaba nada allí. Entendía lentamente el dolor de Tony, no solo era el hecho de haberse ido, fue el abandonarlo, jurarle amor y a la primera darle la espalda, guardar la identidad del asesino de sus padres sabiendo que Tony aún tenía pesadillas con ello. Él llegó a conocer el corazón del castaño, sus miedos y rencores.
Eres un imbécil, no mereces a Tony, vienes con el ego sobre tu cabeza creyendo que mereces ser perdonado y no es así. Tú destruiste su amor, lo dejaste a su suerte, casi lo matas ¿y por qué? ¡Cuál es tu excusa! ¡Responde! No tienes una, tu maldita moral… tu amigo los mató y aún así le diste la razón cuando sabías que Tony llora a sus padres cada día desde aquel momento en que le informaron que estaban muertos.
Resonaba en los pensamientos de Steve mientras caminaba apurado tras Visión esperando que Olimpia estuviera mejor. Mamá, que no sea grave. Rogaba a ratos al recuerdo de su madre. Llegaron por fin al laboratorio donde era atendida Olimpia por Tony y Austin, medían su frecuencia cardiaca y sus pulsaciones, sus ondas cerebrales. ─Que no entre en coma─ decía Austin preocupado por las lecturas cerebrales.
Tras algunos minutos lograron estabilizarla, las máquinas comenzaban a marcar normalidad en sus signos vitales más no despertaba aún ─Hay que dejarla descansar, hizo un viaje largo y la Gema del Tiempo parece consumir su energía con rapidez─ ordenó Austin limpiando el sudor que bañaba su frente, jamás se enfrentó a algo parecido, como mutante conocía los riesgos, su mutación le permitía manejar la materia a su antojo, un solo error y acabaría en estado líquido, con ella sucedía algo parecido, el viaje en el tiempo tenía sus riesgos a pesar de llevar la Gema consigo.
─Se pondrá bien─ dijo Tony y todos respiraron otra vez ─Me quedaré con ella hasta que despierte...
─Yo la cuido también─ dijo Steve con un tono que no daba espacio a réplicas.
─Bien─ dijo el castaño sin ganas de pelear, estaba absorto en la joven, el futuro que le mostró y una decisión que tomar ─Pueden quedarse aquí si lo desean─ dijo al resto del equipo. Asintieron en silencio. Visión los guió a sus respectivas habitaciones informando de paso a Rhodey de las visitas, el Coronel quien permaneció dormido durante todos los sucesos exigió explicaciones, nadie se ofreció a darlas de momento así que Friday tuvo que tomar la dolorosa tarea de contarle cuánto se perdió por ver un capítulo de Dr. House.
─Niña… tan pequeña… tanto dolor...─ murmuraba sosteniendo su mano de la chica sentado al borde de la cama que inicialmente usara Rhodey durante las cirugías en la columna, todo el equipo médico se conservaba por el ex Coronel y ahora servía a Olimpia. Steve tomó la otra mano para reconfortar a la enferma recordando aquellos tiempos en que visitaba a Peggy al final de sus días.
─Tranquilo, mejorará─ susurró buscando calmar a Tony, ambos se quedaron allí angustiados sosteniendo a Olimpia, Steve repasó los cabellos de ella con ternura y Tony acarició sus mejillas de forma paternal. Ambos ignoraban que ella era la conexión final de sus vidas. Hija de dos hombres, hija de Tony, hija de Steve, hija de ambos.